ɴᴀʀʀᴀᴅᴏʀᴀ
2012
𝐋a más joven de la familia Harmon, tomó el manto donde permanecía al durmiente bebé, y cogio todo lo necesario para marcharse de ese mismo lugar luego de esa terrible imagen de su padre colgado muerto, gracias a Billie que ayudó a que no pasara nada gracias a la fantasma Heiden fue que pudo marcharse, en el auto de su padre, llorando mientras el bebé dormía plácidamente, era mejor así. Pero vio a Constace solo para ella iniciar a pelear contra la joven Harmon sabía que su novio fantasma había abusado de su madre que falleció, claro en ella nació el instinto de llevarse a su hermano que era lo único que le quedaba de familia y era obvio que Constace quería tenerlo para ella.
- Es mi nieto. No puedes llevártelo así no es tu hijo.
- Es mi hermano, punto. Ya soy mayor de edad así como creíste que creaste a un angelito. No permitiré que cometas el mismo error con el.
- Ese niño va ser el anticristo, hijo de un humano y un fantasma. ¿Crees que podrás con ello? Niña. - Reprendió la madre de su amante.
- Y más - Desafio a la Anciana con su seguridad - Seamos honestas siendo o no el anticristo he tomado mi decisión, no podrás verlo. Ya que solo te acusaría de roba menores... Punto. - Amenazó una última vez.
Violet salió de la casa donde sin más subió a la camioneta luego de que la anciana le aventara una piedra pero no logró herirlos ya se lo venía venir Violet por ello se largó cuanto antes de hay dejando todo hasta su nombre que a sido manchado de engaños, dolor, y muerte.
Al tiempo que consiguió otro nombre. Un departamento encontró a la pelinegra Niñera. Mead, que se encariñado con Michael y con la joven rubia hermana mayor de Michael. Ella usaba el dinero de sus padres y de lo que vendió de la casa el depósito que pagaron. Mead compró la casa maldita y luego la revendio, haciendo dinero. Mead le ofreció a Zoe vivir con ella y acepto, para ellos parecer familia, tres años duraron viviendo hasta esa tarde del dos mil quince siendo finales de este mismo, que Zoe llegó con las compras de la semana.
- Mead... Ayúdame con esto. - Le dio una bolsa. - ¿Y Mike?
- Zoe debo decirte algo...
- Dime es sobre Michael.
- Precisamente.
Zoe temia que fuera algo del preescolar el era un niño demasiado callado, reservado con los demás niños por ello se había ganado la atención de los maestros ya que era brillante para su edad pero no quería juntarse con otros niños, o que encontraran otro gato degollado en la cocina o en el cuarto, pero Mead no dijo nada y fueron al piso de arriba abrieron la puerta y vieron Michael que ya no era un niño de tres años si no parecía de dieciséis años. - Ha pasado. Recuerdas que te comenté lo de su edad pues, no es de extrañar que tiene prisa para algo y ya sabemos de que.
- Me lo advertiste y otros más del culto.
- Probablemente debamos irnos.
- Debemos quedarnos. Diremos que es mi hermano mayor ahora. Que mi hermano pequeño está contigo. Nos iremos a Hawthorne y Robichaux's pero primero he de enseñarle lo básico para aparentar su edad, debe hacerle a los demás que realmente es mayor .
- Bien iremos a registrarlo..
- Deja que el decida su apellido primero. Dejame hablar con el... Haremos el papeleo y con la computadora podremos cambiar el apellido.
- De acuerdo. No me tardo.
La rubia entró con cuidado, sintiendo su pecho a chocarse saber que su hermano Encerio tendría que pasar por esto tan rápido, tenía solo tres años de edad y ahora ya parecía un chico de dieciocho años, solo para dar inicio al Apocalipsis, sus pensamientos fueron interrumpidos, el despertó solo para ver a su hermana mayor distraída, el niño frunció su entrecejo, no había hecho nada para que su hermana se molestara.
- Vi. Que pasa...
- Tranquilo, perezoso. Quieres desayunar.
- Si... - Confeso al sentir sus tripas revolverse por el hambre.
- Ven entonces.
El se levantó y vaya que sintió el gran cambio pero no le dio importancia. Zoe le dio de desayunar huevos con tocino y su jugo de naranja. Estaba con una gran melancolía, muy en le fondo quería que fuese mentira que era el Anticristo que creciera como todo niño eso le ha sido recatado ya que tenía prisa. Ella amaba a su hermano menor, era la única familia que le quedaba.
- ¿Que tienes Violet?
- Nada Mike. Estaba pensando.. Que debemos seguir tus clases.
- No Violet.. Yo.. me siento extraño.
- Lo se. Pero.. Tenemos que por que ya eres más grande.
Espero un tiempo más y por fin le dijeron quien era. El se abruma al grado que duro un día entero en su habitación esto temía Zoe y Mead, pero Michael entendió que tenía un destino que cumplir y con ayuda de ellas inició. Ese mismo día lo transformarían en alguien de su edad enseñarle todo lo necesario para poder aparentar una edad de casi un adulto, Michael peinaba su cabello a manera de ocultar su cicatriz de tres seis.
- Dime que necesitas.
- Hay que llevarlo de compras...
De eso llevaron a Michael al centro comercial. Donde la ropa lo estaba abrumando y a la vez desesperando. Aún tenía un niño de tres años a lado no conocía mucho del mundo.
- No eso me hará ver mayor.
- Debes comportarte como tal.
- Pero Zoe...
- Ya sabes por qué debemos aparentar. Ya te ves de 17 o más. No te dejaré solo por más miedo que tengas.
- Solo cumple lo
- Lo haré, por algo soy tu odiasa hermana.
La hermana mayor abrazo a su hermano menor donde hay prometió cuidarlo, el sabía que no estaría solo tenía a su hermana y a su madre adoptiva.
Hasta que apareció Tate Langdon su padre biológico, el exnovio de ella.
- Alejate de nosotros dos.
- Por que Violet. Por que lo escogiste a él.
- Por el es mi hermano.
Sin estar conscientes que Michael estaba atrás oyendo escondido.
- El fue una equivocación.
- No pareció serlo en tu cabeza mientras te follabas a mi madre.
- Fue una grave equivocación y lo lamento Violet.
- No vuelvas a llamarme así. Y aléjate de él, y de mi de los dos. Mi amor dejó de existir cuando me enteré de todo.
Fue en ese instante que Michael unio las piezas, ese sujeto era su padre Biológico, y Violet era su novia... Esto hizo sentir bastante culpable al chico al grado que se fue por la ventana de su habitación muy culpable.
Cuando el rubio se fue, subió para respirar y ser fuerte una vez más por su hermano, el era su única persona ahora que amaba. Cuando toco no recibió respuesta.
Toco una vez más y entro para descubrir con horror que Michael no se encontraba, la ventana estaba abierta y maldijo. Salio corriendo, donde por más que busco no encontró a Michael angustiada y al borde de llorar, llamo a Mead.
Mientras que Michael, con sus manos en sus bolsillos, lleno de ira y frustración solo por el simple hecho de existir, le había arrebatado todo a su querida hermana mayor, a su madre, su padre y a su novio, solo por nacer. Dejo todo por el, pero por que, ella no se merecía esto.
- Oye niño bonito... No gustas probar.
El rubio cogio la chaqueta del vagabundo drogado y atravesó su pecho con su mano. Estaba tan furioso que no le importo, gozo más de tener una vez más el corazón de un ser humano en su mano. Eso de una manera lo calmo. Todo lleno de sangre y con un corazón el su manó llegó a casa donde asustó a su hermana.
- Mike... - Corrio a el y aún así lo abrazo a el no le gustaban en absoluto los abrazos. - Se que debes tener muchas dudas. Lo lamento pero no quería que supieras.
Llego Mead y abrazó a Mike. Estaban preocupadas por el. Ya más calmado el ambiente Violet le explicó todo a Michael con más calma ya que el se lo pidió. Como es que sus padres ya tenían problemas mucho antes de el nacer, por la infidelidad del padre. Llego a la Murder House donde haya dentro conoció a Tate Langdon, el mismo que había visto hoy. Después de esa historia Violet le dijo que quería alejarlo siempre de eso. Pero era tarde, Michael había entendido ahora todo.
Le habia tomado tiempo pero consiguió adaptarse, luego de las mismas negras, de recibir ayuda de su hermana para controlar sus dotes mágicos ya que Zoe ya llevaba un año haya, y venía cuando podía, ellos practicaban. Transcurrieron seis meses donde Zoe vino por Michael sería llevado separándose por un tiempo en distintas academias, el en Hawthorney ella en Robichaux's.
- Listo. Ahora solo llevarás tu apellido.
- Quizás eso sea algo molesto para ti después de todo.
La voz y los modales de Michael ya estaban cambiados. Su personalidad se había convertido en una de un chico más maduro y serio. Las palabras para expresar no eran lo suyo eso no pudo moldear lo ninguna de las dos, pero con acciones demostraría todo.
- Para nada. Ahora... Debes irte, te veré después. Recuerda por ahora nadie debe saber tu secreto. Actua como cualquier hechicero.
- Así será.
- Adiós Madre.
- Cuidense demasiado y no olviden venir a visitarme.
- Eso jamás Madre. Te queremos.
- Anden...
Fue hay que todo había iniciado. Michael actuó como todo un novato hechicero para después demostrar sus grandes talentos y un excelente potencial para ser el alfa para después de ese mes hay ella llegaría a su vida, para ayudarlo a comprender que el tenía un destino y ese destino era junto la bruja Mallory Watson. Su Alma gemela, su futuro su dama sentada a su par en un trono, la luz de esa eterna oscuridad.
ᴍɪᴄʜᴀᴇʟ ʟᴀɴɢᴅᴏɴ
Mi hermana ya me esperaba y por supuesto tuve que dejar a Mallory para que se vistiera y empacara no queria llegar tarde no era mi estilo.
- No me digas... Tus ojos de mapache dicen todo Michael. - Dijo con una media sonrisa burlona.
- Fue un asunto personal.
- Si tu lo dices... Pero sabes que no parare de insistir hasta que me digas con qué usas la todo terreno ayer y en las cámaras ver a mi querido hermano con Mallory. Acaso ya estarás procreando a mis sobrinos.
- No digas estupideces.
- Hay no naci ayer Michael. Ya dime pero obvio sin detalles claro...
- No es lo que tu piensas, Mallory se fue con sus padres fui por ella y no podía llevarla de regreso eso es todo. La dejé dormir en mi habitación.
- Bien. Aunque a mi no me disgustaria ser tía pronto sabes.
- No vas a ser tía.
- Por ahora. Ya que digamos que Mal... Esta muy interesada en ti.
- ¿Interesada?
- Quiero decir que no solo le caes bien... Si no que le gustas... igual que ella a ti.
- Que cosas dices...
- Ya dilo... Nadie está aquí... ¿Estas enamorado? Ya que cuando estas cerca de ella te olvidas del mundo en absoluto. Hasta eres capaz de levantarte en medio de la madrugada por ello y tu amas dormir.
- Solo fue cortesía.
- Cortesia por parte del anticristo. Hay aja.
- Hay dejame en paz.
- Negarlo te a delatado Hermano. Anda... Si yo ya acepto a Mallory como mi cuñada y madre de mis sobrinos.
- Me agrada, ¿Feliz?.
- Que poco empático Hermano.
- El anticristo debe ser lo - Contrataque.
- Volvamos... - Se rindió por ahora.
Será... El tiempo que he compartido con ella a sido increíble y.. divertido, me a dolido más las mejillas de sonreír al verla, estar a su par o pensar siquiera en esa chica rubia creo que... Aunque me cueste admitirlo, pero admitirlo de verdad en voz alta... La amo. Joder.
- ¿Que fue lo que dijo? - Estando a la par de mi hermana que vi que sonrió.
- Le encantó tu manera de ser, alegre de saber que ese rostro reservado solo es una máscara y seas como lo demostraste esos días juntos. Que eso fue lo que la ha ido enamorandola hermano, tu manera de ser la estaba enamorando más y más. Y sin necesidad de decirle que es tu destino. Solo fuiste tú sin compromiso.
No se que fue lo que me ocurrió y ocurre con ella, quizás si es mi ᴀʟᴍᴀ ɢᴇᴍᴇʟᴀ ya que con ella puedo hablar, y ve voy como hilo de media, realmente me hacia sentir como en casa esta mujer, ella no era igual a las otras brujas, no era interesada como Madison Montgomery, no era tan como mi hermana por obviedad que era reservada, tampoco se comportaba como Cordelia, mucho más reservada que mi hermana, tenía sabiduría pero no tanta como la del viejo libro que era Mirtley Snow, tampoco era como Coco Vanderbilt, una chica que venia de familia millonaria, algo pesimista y chillona. Para nada era igual de superficial era todo lo contrario, nobleza, valentía, tenía una pizca de humor y era muy sonriente, veia bien en el mal, que aceptándolo era algo contrario a lo que yo no tenía, aparte quizás vio algo dentro mío ya que, lo que corría en mis venas era maldad, así que eso me llevo a esa conclusión. Eso me atraía más en ella, aunque como todo adolescente con las hormonas altas no podía dejar de pensar tampoco en su cuerpo, mis manos podrían acomodarse a la perfección con esos pechos, la pondría abajo mío para quizá no ser precisamente un caballero para desgraciarla y hacerla gritar...
- ¡Hola! - Llego Mallory Sonriendo algo agotada unas pequeña gotas de sudor salían de su frente junto su cabello desordenado ligeramente - Perdón la tardanza.. Ya sabes cómo es Coco, tuvimos que correr practicamente.
- No te preocupes. Llegaste a tiempo, ahora suban. Coco te toco a lado de Madison...
- ¡No me jodas! - Se quejó aún sin aliento. Subio junto Zoe. - Muy bien te veo arriba Mal me pasas el tequila.
- ¿Para Madison?
- No para mi y soportarla en el camino sin ahorcar la. Los veo arriba.
- Arriba Coco. - Subio Zoe con Coco detrás.
No era necesario saber que esto lo planeo Zoe, ya que claro nuestros nombres coincidían eso lo aprovecho para juntarnos. Y aunque no a ella lo que si se tomaba encerio era la visión, por supuesto la conocía de toda la vida, era astuta.
- Estas bien. ¿Te duele la espalda?.
- Estoy perfecto - Quizás por que dormí un poco a lado de ti - No me ocurrió nada.
- Lamento lo de.. Bueno. Ahora que estoy más sobria quizás no lo tomaras encerio pero gracias.
- Y yo dije de nada. - Oculto un mechón de su cabello rubio visualizando un tenue color en sus mejillas. - ¿Subimos?
- Si claro. - Deje que ella subiera, se veía más Bella así, vestida casual sin necesidad de los trajes oscuros siempre, claro por lo menos seria más cómodo el viaje de 30 horas. Ya ambos arriba, Zoe me dio el numero y era el ultimo - ¿Que número nos tocó?
- Bueno es el último en la fila. - Obedeció en seguir caminando hasta atrás, y si parecíamos la atracción de las brujas y hechiceros. Un tour para ver las historias de Salem mientras tanto, vaya que eso era típico de las escuelas. Sobretodo los obvios hechiceros que no dejaban de ver a Mallory, con esa ropa que le quedaba a la medida llamaba la atención de ellos, pero cuando pasaba usando mi permanente expresión y también mi fluida mirada dejaban de hacerlo. - Aquí es. Lo bueno es que hay más aire acondicionado. Ya entra no te voy devorar - Me tomo de la manó y este gesto me hizo sentir un escalofrío y sin más una visión más.
- Cariño, ven a la cama.
- Me tomarás de la mano y me guiara al igual que un niño.
- Bueno hipotéticamente tu edad real sería igual la de un niño de Primaria así que si así lo prefieres.
- Muy graciosa Amor. - Puse los ojos en blanco y ella me depósito un beso mientras apartaba mi cabello - No lo hagas.
- Tuviste reunión dejame besar a mi marido tranquilamente. Y perdón.
- Hay ya no soy ese niño. Ya que en madurez soy más mayor que tú.
- Probablemente, ya que tu eres de 30 años. Por cierto... Ahora que lo pienso. Abigail necesita ayuda con algo.
- ¿Todo bien con mi princesa?
- Si es solo que desea ya saber mas acerca del libro..
- Me encargare de ello tu por lo mientras descansa
- Eres el mejor..
- Lo se desde siempre - Ella solto una risa deliciosa - ¿Te burlas? - Ella nego sin dejar de sonreir. Bese su frente. - Descansa con suerte Abi, se queda dormida pronto.
- Espero tiene clase con los demas.
- Vale Te amo
- Y yo a ti Cariño. Regresa pronto bombón.
- Que graciosa.
Pestañeo y vuelvo a mi realidad nuevamente con Mallory. Joder de nuevo esas visiones, tan... Reconfortantes, ¿Era esa la palabra correcta? Describiendo más la sensación hacia el futuro quizás era bastante obvio que no me desagrada en absoluto mi vida con la bruja presente.
- ¿Estas bien?
- Si todo perfecto.
- Mmmm. - Se mordió la parte interna de su mejilla no convencida de mis palabras - Bueno por que no duermes... Seguro debes estar agotado. Salimos literalmente rápido a las 6. Posiblemente sea eso.
- Estaré bien. Por qué no lo haces tú.
- Mmmm, lo pensaré pero me haría mejor que tu durmieras, estoy en deuda contigo de una manera.
Deuda conmigo eh. Suena algo más decisivo en sus labios. Al llegar debo meterme en agua con hielos si o si.
- No habías dicho que tenía linaje de salem.
- Así es, y es muy unida con el futuro alfa lo has visto - Logre mirar y eran dos chicas a unos asientos vi a Mallory por eso su cara de incomodidad. - Sin mencionar que quizás sean..
- Callate eso está más que claro que si. La nieta de unas de las amigas de una suprema antes de la señora fiona.
- Lamento que te hayas enterado así.
- Sobre tu linaje.
- Digamos que si. Pero no es algo que se sienta una y dice soy directo de Salem.
- Solo son chicas chismosas.
- Muy chismosas.
- Que tengas línea directa de Salem no debe importarles a los demás. Tu no te concentres en lo que digan. - Simplifique.
- Bueno es que Chinchinean en alto. - Con el reflejo de mis dedos hice que esos labios pararan de hablar y se golpearan la cabeza con el asiento de delante sin que Mal me viera. - Bueno somos dos... A decir verdad tu que eres el futuro Alfa.
- Y no debes dejar que eso te afecte.
- No me afecta es solo que duele hasta los tímpanos esos cuchicheos. Es tedioso. Mejor dejamos eso de lado...
- Como quieras ahora por que no duermes.
- Apenas son las siete.
- Mejor para ti. - Ella sonrió - Anda perezosa se que quieres.
- Okey Señor mandón.
¿Mandón? Ahora que lo veo es verdad, soy un puto mandón bueno quizás eso tendrá que aguantar Mallory cuando la haga mi esposa, ¡NOO! ¿De que hablas Langdon? Como casarte con alguien que apenas conocés. Solo llevas poco o nada de conocerla.
En el autobús ella quedó rendida, casi de inmediato si estaba cansada empacando y apurando a la novata Coco bueno en este recorrido aún quedaban 30 horas para Nueva Orleans, ya afuera era medianoche por eso quedó dormida en mi hombro, y entre sueños sentí su mano entrelazada a la mía y sin evitarla recargue mi cabeza arriba cubriendonos con una manta. Por suerte éramos los de hasta atrás igual de tierna y tranquila que aquel día en casa de Mead. Su aroma de su Shampoo de avena y miel me inundaba la nariz me hacía hundirla un poco más, espero pronto volverla mi esposa, si me promete dormir así de juntos siempre. Me abrazo con su brazo sobrante.
Que dormilona, le dije mentalmente antes de caer rendido a su par necesitaba esto sin saber que lo necesitaba.
- Duerme.
- Mmm. - Si no estuviera cansado me reiría con suavidad al menos me provocaba ternura cuando se lo proponía. Hay mejor ya me calló no, ella no me parecía tierna. Me convencía mentalmente.
Soñe con... Rosas blancas y unos pétalos de color azul. Esa delicada chica con una vestido blanco y una corona de hojas otoñales de bronce sobre su cabello, unas grandes alas blancas expresando a lehuas su pureza ella simplemente provocaba que se me escapara muchos suspiros, mi corazón de novato enamorado latía a su par, amaba su calor. Adoraba y anhelaba todo de ella. Aunque no sabía si era simplemente una empatía. O compasión.
Desperte sobresaltado. Como si de repente el corazón se me hubiera parado, y así fue. Cogi mi teléfono y marcaban las ocho de la mañana, recuperé mis horas perdidas de ayer si o si. El asiento de Mallory estaba vacío pero ella venía llegando.
- Buenos días. Traje comida.
Se volvió a sentar me dio un jugo de carton y sándwich y unas botanas sobretodo. Hay esta chica. Comimos mientras contaba lo que ocurrió.
- Quedamos una hora atorados por la nieve y bueno resulta que llevamos dos hora retrasados por maquinaria bueno el protocolo.
- Es decir un día más en el autobús. Bueno mientras nadie enloquezca.
- No hay que ser negativos. Me preocupa más ella la ves. - Gire a ver - Ella se desespera fácilmente, como si dijera... donde voy a conectar mi pistola de calor estoy hecha un desastre. Yo de plano amo viajar en carretera.
- Y en avión.
- ¿Bromeas? Claro que igual pero la carretera me gusta más. Es relajante... Aunque claro no es en el tema pero me gusta tanto la carretera y la naturaleza que me gustaría montar.
- Sabes montar.
- Eso es lo que me gustaría saber.
Quizás un día le enseñé. Digo agh, otra vez.
- Que tienes aquí...
- Nada... - Movi con mi cabeza algo mi cabello ocultando mejor mi marca.
- Tienes una cicatriz....
- Algo así. - Simplifique.
- Entiendo. Te enseñaría la mía pero... No sería apropiado.
- ¿Esta muy bien oculta?.
- Por así decirlo. Una vez crei que me había pegado con algo hasta que descubrí que tenía esa cicatriz. Pero no diré más, es algo extra.
- Si tu lo dices.
Hasta que un chillido sorprendió a todos y hizo que el autobús se moviera bruscamente y de lado. Si no me equivocaba sonaba como una llanta pinchada. Dando resultado a esto.
- Señora Cordelia perdimos uno.
- No me digas.
- Que tanto a durado el hielo del invierno. Y eso que estamos en Abril.
- Agh que molesto de haber sabido nos hubiéramos ido en avión.
Mallory puso los ojos en blanco. - No tienen idea que que esto pasa por accidente.
- Cierto.
- No fuera tan malo si nos sentamos a lado de el.
- Callate te puede escuchar.
- Solo se sienta con ella por que es una directo de Salem.
Ahora fue turno de Mallory responder. Hizo que por acción una golpeara a la otra. Ella río en bajo. Me miro - Solo no le digas a nadie.
- Jamás me atrevería. Podrías hacerme lo mismo. - Ella sonrió y reímos en bajo.
Tuvimos que esperar a un mecánico que estaba a una hora de aquí y bueno salimos a estirar las piernas eso lo permitió cordelia. Mallory Watson estaba feliz de caminar por aquí, había un bosque ya que estábamos pasando por el.
- Si no fuera un bosque si no una huerta pensaría que podría ser el monstruos de Cheepers creepers.
- Por lo del neumático.
- Si, algo similar a la dos.
- La diferencia es que esto fue a causa del hielo que se habe en punta y quema el neumático.
- Un gran alivio. Prefiero volar yo sola.
Si que estaba descubriendo más de Mallory, hizo la transmutación y quedó en una rama de un árbol, lo hizo ya que estábamos lejos de los demás.
- ¡Ven aquí! Es divertido. O te da miedo.
Sonrei ligeramente y llegue atrás de ella asustando la momentáneamente - Eres veloz. Ahora se que no le temes a las alturas.
- Menos tú.
- Bueno tengo otras cosas que si les tengo miedo. Por ejemplo un reptil. En específico las serpientes.
Frunci el ceño Encerio le tenía terror a una serpiente - De verdad.
- Si. Es algo tonto pero.. Creo que es a lo único que le tengo miedo. - Menciono mientras se recargaba en el tronco el árbol - Y tu. ¿A qué le tienes miedo?
- No le tengo miedo a nada.
- Encerio. A nada.
- No. Nunca. - Estába tan perdido en sus calidos ojos castaños, que literalmente me entró un impulso nuevo por querer besarla.- Es más que jamás me a dado miedo. - Me senté y ella me siguió.
- Entonces eso es lo que te hace más interesante. Jamás había conocido a alguien como tú. Debiste ser la envidia de muchos en clase de Biologia.
- Por que.
- Ya sabes, cuando tenías que literalmente abrir a un pobre animal.
Practicamente había atravesado a más seres vivos como para recordar. Eso contaba. - Yo odiaba eso, y después de la clase los revivo a todos y adivina a quien expulsaron por pensar que libere a otras ranas vivas y no fue bonito ver a una rana en la cabeza de muchos niños asustados y hasta profesoras.
- A que edad lo hiciste. - Rei ya que ella me contagió con esa sonrisa cautivadora, tran brillante como una estrella.
- Creo que tenía 8 años. Por eso Papá me corrió de casa y fui con mi abuela. Pero ahora siento que fue lo mejor... Mi padre era alcohólico, más bien es alcohólico y le gusta la droga. Yo al menos no viví eso. Pero si mi hermana aunque no mucho ya que vino tiempo después conmigo y otra vez reviviendo animales, pero no tuve buena suerte con una serpiente, quizo morderme. Pero esa serpiente era tan insistente al seguirme, al principio quería morderme pero después quería.. solo seguirme eso me aterroriza ya que solo tenía quince años.
Esto me olía mal. Ella suspiro. Eso fue hace tres años, leí su mente y como una película vi lo de ese día, una serpiente negra, ojos amarillos, tenía razón esa serpiente no la estaba siguiendo ya que dudo que Mallory haya hecho algo para molestarla. Esa serpiente era enviada de mi padre. Eso confirmaba a un más lo que temía.
- Tu crees que los animales.. Hablen.
- En su propio idioma.
- No se pro que sentí que ella quería decirme algo con tanta insistencia.
Nuevamente esa imagen hasta que la abuela de Mallory la matara con un cuchillo. Entendía ese lenguaje.. Joder. Precisamente ella, ella, ella, crei que era solo cosa mía.
- Chicos vuelvan al camión.
- Andando. - Salte primero y Mallory después ya estaba oscureciendo cuanto tiempo nos tomó estar haya arriba.
Todos subimos al camión y nos sentamos Mallory y yo.
Llegamos a donde Zoe, me comentó que eran unas cabañas pertenecientes a las academias, en ellas. Nos permitieron instalarnos cómodamente, me había tocado con el pretendiente de mi hermana Zoe junto a otros varones más separandonso de las mujeres. Ya había cruzado palabra con Kyle y ahora veía por que Zoe estaba con el. Literalmente Zoe y yo podríamos tomarnos como unos insensibles pero Kyle y Mallory eran nuestros soles brillant.... Me di un golpe mentalmente pero que dije. Por que metí a Mallory. Que... Rayos.. Estaba pasándome.
Sacudir la cabeza y salí por petición de Zoe. Joder no podía esperar hasta mañana estaba haciendo frío. Se aprovecha que la quiero. Salí con una cazadora encima. Y la encontré dónde estaba sonriente. - Que tan misteriosos ustedes dos eh.
- Ya que querías.
- Ya Mike. Admítelo.. Te estabas divirtiendo con Mallory, ella no me dijo nada pero cuando esta siempre contigo parece que realmente estaba muy feliz y colorada. Que le dijiste.
- Nada. Solo hablamos como compañeros. - Resalte la última palabra.
- Hay aja. En ese caso, puedo pedirte un favor... Más bien tu opinión.
- ¿Que pasa?
- Es Kyle.
- El parece agradable, es más animado, divertido. No le paras la boca con nada, considerando lo amargada que eres.
- Oye.. - Golpeo mi hombro y sonreímos. - Aunque en parte es cierto.
- Hey mo debes preguntarme si puedes salir con el, es tu vida y solo quiero que estés bien. Pero si llega a lastimarte, ya sabes lo que pasará sin que tenga que interferir con mis poderes.
- Bueno espero no lleguemos a esos extremos. Gracias por venir sabiendo lo cansado que estás.
- Es poco comparado a lo que has hecho.
- Aww yo también te quiero. - Rode los ojos y ella me abrazó, sin saberlo ya no era tan incómodo ya que la sostuve... Agh todo es tu culpa Watson.
Aunque por un carraspeo. Esto me sacó de mis pensamientos.
Zoe y yo giramos y estaba Kyle detrás con una expresión no muy grata como de que definitivamente quería romper algo.
- ¿Kyle?
- Ya veo por que tan persuasiva. Zoe por que no me lo dices ya.
- No es lo que estás pensando Kyle.
- Sabes que entre amigos no se hace esto. O no, joder. Tu sabes que amo a Zoe. Es como si hiciera lo mismo, no no hagamos los desentendidos todos sabemos que Mallory te gusta más bien te gustaba esto no se vale entre amigos Michael.
Aguarda, ¿El sabia que Mallory me gustaba? Que no... Imposible. Hasta el sabia. Seguro es obra de Zoe peot después hablábamos.
- No es lo que piensas.
- ¡Y entonces! Los encuentro abrazados, hablando y eso. Que me hace pensar que son mejores amigos, no pues ni madres.
- Ella es mi hermana.
Kyle quedó congelado en su sitio. - Si, de hecho ya estábamos por decírtelo por eso vine aquí con el queríamos ya hablar contigo en este momento.
- Si es tu hermana cuál es su verdadero nombre.
- Violet Harmon. Ella no es fácil que le saque la verdad, mucho menos su verdadero nombre ya que detesta ese nombre, odia el calor, detesta las orillas del pan pero al final se las terminará comiendo, detesta mucho es a las arañas, no tolera la luz cuando está dormida. Y podría seguir de largo pero eso ya lo sabes.
- Cierto. Si eres su hermano.
- Jamás podría traicionar al hombre que amo, celoso.
- Perdona. Es solo que Agh. Disculpa hermano. - Se disculpo. - Pero bueno tu entiendes.
- Te perdono ya que se lo mucho que Zoe muere por ti.
- ¡Michael!
- Bueno ahora saben que deben decirme hasta el último detalle ¿No?
Y así lo hicimos yo y Zoe le dijimos todo a Kyle. Más lo del culto que el ya sabía por Zoe... El era un buen amigo y mi cuñado oficialmente. El acepto apoyar en lo que se requiriera ser nuestro confidente.
Amaneció y luego de dormir lo suficiente y de desayunar en la tarde salí y encontré a Mallory con Cocó donde la observaba de lejos como intentaba patinar, al principio era difícil peor vaya que pudo sobrellevarlo con su necedad era obvio que aprendería en un tronar de dedos. Deje l libro de lado y solo la veía a ella.
- Bueno. Al menos todo está saliendo bien Hermanito. - Aparecio por atrás Zoe que se sentó a mi par.
- Ni que lo digas.
- Me encanta verte así. Le debo una a Mallory. - La mire - Por el cambio que veo.
- Bueno en eso te equivocas. - Sin saberlo deje de sonreír.
Ella sonrió y me abrazo - Pronto habrá campanas de boda. Me alegro por ti.
- Gracias por todo lo que has hecho por mi. No solo por esto por todo.
- No hay de que agradecer eres mi hermano y quiero verte feliz. Sin perder más tiempo ve con ella.
De lejos miraba a Mallory patinar animadamente a lado de Cocó.
- ¡No espera! Voy a caerme.
- Vamos Amiga... No eres tan pésima como creía. - Mallory puso los ojos en blanco para volver a lado de Cocó. Pero lleve mi vista abajo y me di cuenta que el hielo...
Estaba quebrando debajo de ellas. Mallory al igual que yo lo oyó. Y al verla cruzamos miradas, no Cocó fue empujada por ella lejos de hay. Sin más ella cayo al hielo.
- ¡Mallory! - Grito Zoe y todos fuimos corriendo. Yo me apresure.
Joder, joder, joder. No ella, no ella no. Cuando llegamos. Sin otra cosa en la que pensar empecé a romper el hielo, a golpes haciendo el agujeromás grande...
- ¡Michael! - Hice caso omiso y rompí el cristal y me metí al agua por Mal la corriente del agua estaba algo fuerte pero aún así nadie hasta ella, sujetándola del pecho. La saque y la cargue para irme con ella en mis brazos ella inconscientey tiritandollegando a volverse morada. Hasta la cábaña donde me siguieron.
- Despierta...
- Llamen al 911. ¡Rápido! - Grito Cordelia y ella llegó a mi lado. - Ve a curarte yo..
- No me movere de aquí hasta que reaccione. - Confirme ni con grúa me moverían.
Le coloqué mantas y Zoe junto Cocó que la misma no paraba de llorar, no solte a Mallory hasta que llegaron los paramédicos. Donde la examinaron por media hora yo estaba afuera con Kyle no podía respirar, sentía que si lo hacía es como si le quitara el aire a ella. Estas tan cercano a ella pero lejos divididos por la pared quería sacar a todos y yo encargarme de ella Mierda. Esto solo confirma que realmente me he encaprichado y obsesionado con Mallory.
- Ve a curarte Bro. Puede tardar aún..
- No me movere quiero asegurarme que nada malo le haya ocurrido.
- Pero si piensas darle vitalidad como lo harías con Cordelia y los demás adentro.
- Haré lo que tenga que ser necesario pero no movere de aquí.
Fue en este preciso instante que Zoe: - Esta dormida, realmente nos dio un buen susto pero esta fuera de peligro. Cordelia está afuera con los paramédicos. Nada de que preocuparse si presenta una grave reacción definitivamente tendríamos que ir al hospital.
- Gracias al cielo.
- Puedes pasar Preguntó por ti Michael.
Yo como perrito entré obediente y vi a Mallory con una gran manta con su cabello más seco y ella teniendo algo de pigmento en sus mejillas y nariz.
- Hola Batman. - Definitivamente oír su voz era reconfortante.
- ¿Como te sientes?
- Calientita. Y tu. Dime que te abrigaste siquiera.
- Vas a regañarme.
- Me dijeron lo que hiciste. - Ella sostuvo mi mano. - Eso fue lo más peligroso.
- Por que no he de hacerlo. Querías que te dejara morir
- Me preocupé por ti. Pero... Me da miedo que ahora el que resulte afectado por esta situación seas tu Mike. Sabes que puedes enfermarte.
- No importa si. Estabas bajo el hielo, que pretendías que hiciera, quedarme de brazos cruzados, ni siquiera podía pensar ni en mi vitalidad cuando la tuya estaba a un hilo de romperse.
- Eres tonto. Me preocupaste, jamás quisiera que algo malo te pasara por salvarme.
- Pero estoy bien.
- Y si no.
- Ya no pienses en eso. Solo quería salvarte.
Después de todo suavizó su entrecejo más calmada al parecer. - Joder Michael - Cogio mi mano y oh mierda. Olvide esa pequeña parte: - De esto hablaban todos.
- Que dices.
- Fuiste capaz de romperte la mano. Por mi culpa. - Solto mi manó y se levantó pero grave error estaba apunto de caerse yo la cogi de la cintura antes de que se cayera de bruces contra el suelo y probablemente se rompa la quijada.
- ¿Que haces?
- Quiero curarte la mano. - Hay pero que terca es esta mujer.
- Estas débil ya que tu cuerpo aún no está caliente lo suficiente eso hace que estés aún entumida de la mayor parte de tu cuerpo. Pasaste casi un minuto bajo el agua, si no reposa y recuperas tu calor no podrás levantarte y probablemente te caigas y rompas algo.
- Aún así entumida te voy a curar punto.
- No yo lo hago. Tu ve a la cama y duerme.
- Que dormir ni que ocho cuartos, te voy a curar y de eso lo hago.
- Pero que necia eres. Vas a sucumbir si sigues por ese camino necio, puedes desmayarse por si no lo sabes Mal.
- Es que me siento culpable no debí ponerme a patinar hay, y es mi responsabilidad, pudo pasarle algo a Coco y a ti y... - Vi unas lágrimas salir de sus ojos, sollozo suavemente. Ella me abrazó - Lo siento tanto Michael, es mi culpa todo este desastre.
- No pienses que esto es tu culpa ya que en la vida serás culpable de todo esto entiendes, fue un accidente nadie pudo predecirlo así que cállate y ve a recostarte.
- Pero tu mano.
- No seas necia mujer. Haslo por ti. Yo estaré bien.
- Solo podré descansar si tu estás aquí. - Confesó. - Si no puedo moverme entonces tráeme lo necesario y yo te cubro acostada pero te curó...
No me quedó más que aceptar. Traje todo y ella dedicada me desinfecta las heridas, con agua oxigenada y algodón con gasas y venda todo al asegurarse que todo a sido limpiado. Si que sabia como vendar ya que lo hizo con la suficiente fuerza, y acomodo un poco mi muñeca, yo ya había regenerado el hueso pero las cortadas tardarían un poco quizás en media hora desaparecerían.
- ¿Lo sientes apretado?
- Esta bien. Por que eres así de necia.
- Por que eres así de necio también.
- Ese no es el punto. Ahora descansa quieres necesitas recuperar tu calor corporal.
- Bien, tu accediste ahora me toca a mi. - Se cubrió con la cobijas, quedé más aliviado - Buenas noches Mike.
- Descansa. - Y salí de la habitación para ir a mi cabaña. No hasta que sentí como me cogieron del brazo quien fuera le iba a romper la cara. Gire y por suerte para ella era Coco.
- Perdona. Solo quería saber cómo estaba Mal.
- Esta descansando. Necesita dormir.
- Gracias por convencerla literalmente se negaba a dormir.
Asenti. - Toma hace frío, es de Mallory pero creo que te quedara bien a ella personalmente le queda como botarga.
Me la coloque y como sospeche olía a ella esto me endulzada todo. Salí de la cabaña a la mía, era abril y hacía un frío del coño. Llegue y Kyle estaba al parecer esperándome.
- Crei que ya estarías dormido.
- No. Mal esta bien.
- Esta dormida. Hasta mañana recuperará el calor completamente.
- Que alivió. Y que bueno que te hayas curado un poco la mano.
- Bueno viéndote sincero en media hora el hueso se regresará a su sitio habitual. Peor Mallory es necia.
- Si supiera que curó al Anticristo que literalmente se regenera rápido. No lo noto o algo parecido.
- Para nada.
- No es que vaya a ser metiche pero... si sabes que gustas de ella.
- Lo dices por temor que vaya a herirla.
- Si algo parecido.
- No te preocupes eso no pasára. Anda ve a dormir, supongo que mañana será igual de atareado que hoy.
- Vale. Descansa.
El fue a su habitación y yo a la mía, que quite todo para ponerme mi camiseta y meterme a la cama. Para soñar con Mallory, solo ella, sabía que esto se estaba volviendo en algo más, por más que intente no quiere salir de mi cabeza, esa niña sí que sabía cansar un gran efecto en las personas como si fuera su talento especial, el más resaltante de los muchos que conservaba y practicaba, no solo sabía de muchos poderes realmente avanzados, también a como meterse y no salir de mi cabeza... Esa chica, esa mujer a mi lado que me llamaba siendo su esposo en cada visión, con una niña similar con sus facciones con las mías en un solo rostro. Sin saberlo rompí una lámpara por exasperado.
¿Que era lo que me pasaba?. NO, se supone que yo no puedo estar así, yo no debo sentir nada en absoluto, ella lo está arruinando todo, me debilitaba. A menos que solo sea mi imaginación solamente que me esta jugando en contra con eso ya tenía suficiente, con o sin mi cabeza salí después de darme una ducha seguíamos por cuestiones de la academia pero vi a Mallory con una gran cazadora y una media con unas botas y su cabello sujetado con unos mechones saludos rebeldemente de su cabello. Hablando nada más y nada menos que con mi hermana, decidí irme donde me encargaba de limpiar mi mente, hasta verla se me movió el estómago con unas estupidas mariposas. Eso parecía ya joder.
- Hey Mike. - Gire y hay estaba ella. - Como estas..
- Mejor y tu.
- Igual. Aunque tuve que beber un te demasiado amargo.. Pero ten.. - Me tendió una pequeña caja. Donde extrañado la cogi.
- ¿Puedo preguntar que es?..
- Abrelo... No es una broma, es una orden.
Quite la pequeñez de tapa y al revelar lo que tenía adentro me hizo sentir un flechazo, un palpitar fuerte. Lo que me ocasionaba esta mujer era definida en una palabra, me hacía sentir lo que jamás sentir por otra mujer, el sentimiento no era igual al aprecio de mi hermana y madre era uno más fuerte, será que verdaderamente me estoy enamorando de Mallory.
- Me enteré que cumplias años así que no es mucho pero igual es algo por salvarme la vida aunque jamás alcanzara mi vida para agradecerte... Espero te guste .
- Gracias Mallory. Esta hermoso.- La mire luego de apreciar el brazalete, era hecho a mano por Mallory, lo que eso lo hacía sentir más especial el regalo. Tenia una M, característica inicial de mi nombre.
- Bueno deja te lo colocó - Sacó el brazalete de la pequeña caja de presentación - Estira tu mano - Así lo hice y ella enrollo el brazalete en mi muñeca, para cerrarlo con un pequeño nudo. - Listo. Te queda bien.
- Gracias por el detalle.
- No tienes que agradecer, es un placer. Si un día sientes que te pierdes este brazalete te atraerá al lugar indicado. Ya que tiene tu inicial, te recordará realmente quien eres, lo que hace ser tu.
Hay no. Mis sospechas estaban acertada, una por una, yo no soy así, no se como me puede cambiar, me estaba derrumbando en un buen sentido tan fácil un imperio que he tenido siempre.
- Me gustó. Y quien te dijo...
- Un pajarito. - Mi hermana era obvio que tenía que ver con esto. - Aunque no se que edad cumples.
Diganos que apenas lo cuatro años.
- Apenas cumplo veinte años.
- Entonces eres mayor que yo. Creia que tenías más no se por que.
- La mayoría lo piensa pero mejor dejemos que crean eso.
Y esa sonrisa. Tan suave con unos hoyuelos acompañando, mierda.