El invierno iba retrocediendo de apoco en Hogwarts, aun así los estudiantes disfrutaban a gusto las largas instancias en las salas comunes bebiendo chocolate caliente conversando con sus amigos de las clases y de los planes que harían en la próxima salida. Ya no habían ambientes tensos o nublados por el peligro, sino por todos lados se respiraba la paz.
-Me vuelves a lanzar pan te voy a lanzar un crucio en el trasero, Malfoy-amenazó Ginny Weasley sacudiéndose las migas de pan en su pelirrojo cabello.
-Uy, que miedo te tengo, roja-desafió Draco fingiendo escalofríos.
- ¿Cuándo será el día que no discutan? -soltó Hermione con un pesado suspiro, mientras levantaba la cabeza del regazo de su novio sentándose correctamente en el sillón. Hace un mes y medio que eran novios oficialmente, evento que sin duda causo muchísima controversia en los pasillos del colegio.
-Cuando entienda porque te emparejaste con este hurón-respondió Gin con la vista en el tablero de ajedrez. Esta vez sí le iba a ganar a Nott.
-Eso es algo que nadie entiende, Gin-se carcajeo Nott moviendo un alfil. Mientras jugaba tenia los pies con calcetines multicolores de lana de Luna sobre su regazo, mientras ella estaba acostada leyendo la revista de su padre. Después de ese primer paseo junto paso una semana y Theo ya le estaba proponiendo que fueran novios y para el gozo del castaño Luna muy feliz acepto. Desde entonces habían pasado dos meses y Nott aún se sentía que frotaba en una nube.
-Lo que nadie entiende que la dulce Luna este con un perverso como tú, Nott-contraatacó Draco retando a su amigo.
-Tú también no eres nada un santo, dragón-murmuró Hermione lo suficientemente alto para sus acompañantes oyera y que el pálido semblante de Draco tomara un ligero rosado.
-No quiero oír más de las intimidades de ustedes-se quejó Harry con una mueca de asco sacándole una risa a Pansy, quien estaba cómodamente recostada en su pecho.
-Hola-saludo Daphne entrando a la sala común tomada de la mano de Neville. Quien tomo asiento en el espacio vacío que quedaba en el sillón poniendo a su novia en su regazo. Llegaban tan solo dos días de novios, después de que Neville con la ayuda de Draco y Theo organizaron una cena en la sala de Menesteres, donde cenaron la comida favorita de Daphne para el final con un conjuro de luces que Longbottom ensayo por semanas, le pidió que fueran novios obteniendo un contundente sí y una sesión bastante larga de besos.
- ¿Y Astoria? -preguntó Hermione al notar la ausencia de la castaña.
-Le llegó una carta de Fred-contestó Daphne. -Se encerró en su habitación para leerla sin que la molestaran.
-En pocas palabras, no va a salir de ahí hasta la cena-concluyó Theo sin quitarle la mirada de encima al tablero.
-No deberían estar acá-se escuchó un gruñido. Todo se voltearon y se encontraron con Ron quien miraban con bastante enojo la escena que se estaba desarrollando. No entendía en qué momento sus amigos se vieron envueltos por esas víboras, aún más Harry quien pensaba que estaba enamorado de su hermana Ginny.
-McGonagall dijo que no había ningún problema que estuviéramos en las salas comunes, siempre y cuando no hubiera ningún accidente-contestó Hermione seria. Cualquier relación con Ron había terminado ese día en el pasillo que la maltrató, ni siquiera durante la guerra se sintió tan asustada como ese día que sufrió el maltrato de alguien que supuestamente siempre la iba a proteger. Más aun lo que paso un tiempo después cuando la vio dándole un beso a Draco antes que se volvieran novios, le gritó delante de todo el mundo diciéndole mil cosas desagradables que termino en un duelo entre él y ella en medio del Gran Comedor resultando como vencedora ella para la humillación de Ron. Draco se había mantenido al margen sabiendo que Hermione podía controlar el asunto, simplemente vigilo cualquier movimiento extraño de parte del pelirrojo, que durante el duelo jugo limpiamente, pero en el momento que Hermione le termino de decir unas cuantas verdades para luego retirarse del comedor intento atacarla por la espalda, ataque que fue repelido por Malfoy quien muy satisfecho se lo devolvió dejándole claro que sobre su cadáver le tocaría un pelo a Hermione.
-Soy el delegado y les ordenó que se vayan a otro lado, los Slytherin son no permitidos en la torre-dijo Ron con firmeza queriendo imponerse.
-Y yo soy Prefecta y Premio Anual por lo cual mis ordenes se cumplen primero que las tuyas-refutó Hermione. -En las horas que hemos estado aquí eres el único que se ha quejado, si tanto te molesta nuestra presencia hay muchos lugares que puedes ir.
Con el rostro rojo de la rabia Ronald se marchó sin poder llevarle la contraria Hermione.
-Te he dicho que te ves sexy de mandona-dijo Draco mirando a su novia, quien se sonrojo por completo.
-Dejen sus cochinadas fuera de mi presencia-dijo Harry tirándole una almohada a Draco. Haciendo reír a todos.
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-¿Saben en que andan las chicas?-comentó Blaise vestido con su uniforme de Quidditch para el campeonato, que era negro con detalles en blanco, el escudo en la espalda y la H en el pecho; se sentó en la mesa de Slytherin junto con sus amigos.
-¿A qué te refieres?-pregunto Theo dejando de comer, ahora que se daba cuenta las chicas comieron bastante rápido y se fueron.
-Ginny termino la práctica y casi salió volando a no sé qué cosa con Hermione, por lo que me dijo-contestó.
-Herms no me ha comentado nada-comentó Draco frunciendo el ceño. No es que fuera controlador ni nada por el estilo, sino que era extraño que su castaña le ocultara algo.
-Ahora que lo pienso hace algunos días andan bastantes raras y murmurando entre ellas-comentó Harry haciendo memoria del comportamiento de su novia y sus amigas.
-Mmm... podríamos seguirlas-propuso Theo haciendo que todos los miraran como si le hubiera salido una segunda cabeza.
-Pensé que tu etapa de acosar a Luna ya había sido superada, Nott-comentó Neville haciendo que el rostro del Slytherin tomara un fuerte color rosado.
-Theodore, deja de acosar de una vez a Luna, ya es tu novia-dijo Draco pegándole en el hombro. -Sin embargo, cuéntanos el plan.
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-¿Son conscientes que somos cinco hombres altos debajo de una capa de invisibilidad que sin duda no nos cubre por completo?-comentó Theo susurrando.
-Fue tu idea, Nott-gritaron en susurro sus amigos.
La escena sin duda era sumamente cómica. Los cinco amigos, lo cuales todos median más de 1.80, se escondían encorvados y muy apretujado bajo la capa de Harry, siguiendo con sumo cuidado a Ginny, a quien venían siguiendo desde que salió de los vestuarios al terminar la práctica. Los cinco sin duda tenían curiosidad por saber dónde se dirigían las mujeres de sus afectos, aun sabiendo lo que pasaría si ellas se enteraban de que estaban espiándolas por lo cual era esencial que fueran lo más discretos posibles. Y claramente, ellos eran la discreción personificados.
-Neville, deja de pisarme-gruñó Blaise por enésima vez. Iban subiendo las escaleras.
-Lo siento, pero de los cinco soy el más grande y créeme que la estoy pasando muy mal acá-se quejó Neville de los cinco era quien iba más encorvado y quien tenían que dar los pasos lo más cortos posibles.
-Cállense los dos-gruñeron Harry y Draco al unisonó.
El trayecto de por si fue bastante accidentado hasta que llevaron al pasillo donde se encontraba la Sala de Menesteres, donde el singular grupo se detuvo de golpe al ver como Pansy, Hermione y, la recién llegada, Ginny conversaban animadamente con un chico de sexto año de Ravenclaw.
-¿Quién es ese imbécil?-gruñeron Draco y Harry al mismo tiempo. Los otros amigos los quedaron mirando. Se iba entendiendo como esos se habían hechos tan buenos amigos.
-Guarden silencio, de lo contrario nos descubrirán-ordenó Theo algo nervioso.
-Debemos saber que es lo que se traen-dijo Neville notoriamente nervioso y preocupado.
-¿Se puede saber que se traen panda de imbéciles?-al segundo que oyeron aquello la capa fue removida revelando a los cinco amigos. Quienes miraron horrorizados a la mayor de las Greengrass que los miraba seriamente esperando la respuesta del grupito con los brazos cruzados.
-Solo paseábamos-respondió Blaise tragando en seco. Enojar a Daphne no era lo más recomendado del mundo.
-Ajá. Paseaban siguiendo a Ginny siendo invisibles, ¿creen que soy tonta acaso?-gruñó haciendo los hombres se encogieran.
-Para nada, cariño, solo que...
-Longbotton, silencio. Luego tú y yo hablaremos-mandó a callar dedicándole una fría mirada. No por nada era conocida por ser la princesa de hielo de Slytherin.
-Sí, Madame.
-¿Qué pasa acá, Daph?-los amigos se sobresaltaron al oír a Pansy. Al darse vuelta vieron como Pansy, Hermione y Ginny los miraban esperando alguna explicación de la presencia de ellos en ese momento.
-He pillado unos espías invisibles siguiéndote, Gin-resoplo Daphne mirando con cierta burla a sus amigos y a su novio, quienes sin duda sentían que estaban viviendo sus últimos minutos con vida.
-Ah sí, ¿nos pueden explicar este singular comportamiento?-el tonito de voz utilizado por Hermione hizo que un escalofrío helado atravesara las columnas de los muchachos, quienes ya veían las inscripciones de sus tumbas. "Murieron juntos como amigos y como imbéciles". - ¿Draco?
-Leona, veras... nosotros solo... todo fue idea de Theo-acusó sin saber que decir.
-Eh... queríamos... -Theo intentaba inventar alguna excusa que salvara a todos de la muerte, bueno tal vez no a Draco por traidor.
-Vimos que tenían una actitud extraña y nos preocupamos-dijo Harry siendo medianamente sincero. -Solo deseábamos saber que hacían y que no pensaran que éramos entrometidos, la idea era que no nos descubrieran.
-Ya veo-dijeron las amigas mirándose entre ellas. -¿Fue solo preocupación por nosotras? ¿Solo por eso nos acosaban?-pregunto Pansy mirando fijamente a su novio y a sus amigos.
-Hey, no la acosábamos, solo verificábamos que estuvieran a salvo y espantar a las alimañas-dijo Draco en un momento de puro valor, ganándose las miradas de espanto de sus amigos. -A todo esto, ¿quiera ese pajarraco con el que hablaban?
-No es de tu incumbencia, Malfoy-la sonrisa que le dedico Hermione le hizo dar escalofríos por dos cosas: la primera era que su novia daba mas miedo que un dementor y la segunda era que se veía muy ardiente enojada. Definitivamente el estar enamorado le había fundido las neuronas.
-Ahora todos ustedes van a mover sus traseros e irán a la sala de Slytherin y van a esperarnos, ¿oyeron?-dijo Ginny mirando a los muchachos. Quienes asintieron al unísono ante la pregunta.
-Y la próxima vez que los pillemos espiándonos cada una lo va a castigar respectivamente, ¿entendido?-de nuevo asintieron al unísono. -Largo.
Y antes que pudieran decir Snitch salieron rápidamente del pasillo en dirección a donde les habían indicado.
Si es que habían quedado sin saber lo que ocultaban las mujeres de sus vidas, efectivamente. Si es que quedaron como unos dominados por ellas, era un rotundo y contundente sí.