La chica nueva

By Trixmikaelson

4.9K 1.3K 2.2K

Tras 3 años yendo de casa en casa, Katrina se propone empezar una vida lejos de todo aquel que la conoce. En... More

Nota + Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 39
Epílogo
Capítulo extra
NECESITO AYUDA

Capítulo 38

57 17 27
By Trixmikaelson

―O, despierta.

Su voz suena lejana, pero el tacto de su mano sobre mi brazo lo noto con intensidad. Tardo un par de segundos en darme cuenta de que me ha llamado O, lo que quiere decir que estoy dormida junto a Jason...

CAGADA MONUMENTAL.

―Vamos, O, van a pensar lo que no es.

Y entonces me acuerdo.

Nos pasamos aproximadamente una hora bebiendo la botella que habíamos subido con nosotros a la habitación. Todo fueron risas hasta que la acabamos y todo empezó a darme vueltas. Recuerdo tumbarme para que se me pasara el dolor de cabeza y a Jason haciendo lo mismo. La pregunta es cuánto hemos dormido.

―¿Qué hora es? ―cuestiono mientras me incorporo lentamente, apenas abriendo los ojos.

―Son casi las seis. Llevamos casi dos horas aquí, no quiero ni pensar lo que pensarán los demás. Será mejor que bajemos.

―Deja que entre al baño para lavarme la cara, que debe estar hecha un cuadro.

―Tú siempre has sido un cuadro andante, pequeña O.

Me adentro en el baño mostrándole mi dedo corazón y me lavo la cara.

―Pero eres un cuadro muy bonito ―añade una vez salgo.

Jason es tan dulce conmigo que no puedo ocultar la sonrisa.

―Gracias ―digo abrazándolo.

―¿Por qué?

―Por ser siempre tan bueno conmigo. Por aparecer en mi vida. Por quedarte a pesar de todo ―digo manteniendo mis brazos rodeando su cintura, con mi mejilla pegada a su pecho.

―No tienes que agradecer nada. Es un placer ver cómo metes la pata de vez en cuando.

Me separo de él y le saco la lengua de manera infantil. Sin esperar su reacción, abro la puerta y salgo camino a donde estábamos antes.

La imagen es maravillosa. Todos, sin excepción, están borrachos como cubas. Están tirados por el suelo, riendo como si les fuera la vida en ello.

―Creo que ya has bebido demasiado ―digo acercándome a Josh por detrás, arrebatándole un vaso de la mano antes de que se lo lleve a la boca.

―¡Kaaaaat! ―dice tirándose encima de mí, literalmente.

―Joder, Josh, déjame respirar.

―Dime que no te has follado a Jason, cremita. Mírame y dime que has sido una buena novia ―dice separándose de mí con sus ojos tratando de evaluarme, como si fuera capaz de enfocarme la cara.

―Bebimos una botella de vodka entre los dos, idiota. Hemos estado hasta ahora durmiendo la mona.

―Ay, menos mal ―dice agarrándome y tirando de mí hacia él.

―Creo que deberíamos ir yéndonos.

―¿Ya? ―dice sacando su labio inferior hacia fuera, haciendo un puchero.

―Sí, ya. Es hora de volver a casa ―ante su insistente negativa, decido emplear otra táctica―. Piensa que Lorelai estará a punto de llegar, lo que quiere decir que puede que tengas el primer polvo del año si te vas ahora.

Se levanta todo lo rápido que puede, lo que implica que se caiga un par de veces, pero, finalmente, consigue mantenerse en pie.

Cogiendo mi teléfono, el cual he ignorado toda la noche, descubro varias felicitaciones de año nuevo en whatsapp, así como un montón de menciones en las historias de quienes han estado conmigo esta noche.

Pero yo sólo respondo a un mensaje.

Leo: feliz año, mi amor. Por un año maravilloso juntos, por todos los venideros que pasemos mano a mano, que espero que sean tantos como dure mi vida. Por ti, que eres la gran maravilla de mi existencia. Te amo, disfruta esta noche!

El texto termina acompañado de una serie de emoticonos graciosos que solemos mandarnos cuando estamos separados y nos aburrimos.

Si estaba enfadada con Leo, se me olvida por completo. Ahora, sus "intenciones" sólo son algo que comentaré, pero no será en una discusión, sino en una conversación normal de pareja. Porque no puedo cabrearme con Leo por tener miedo de perderme, ni por querer asegurarse de que estoy con quien realmente quiero. Siempre antepone mi felicidad a la suya, y cabrearse por eso sería absurdo.

Sintiéndome la persona más afortunada del mundo, le respondo:

Kat: feliz año, mi sexy profesor. Perdona por tardar tanto en responder, esta es la primera vez en toda la noche que cojo el teléfono. Me iré ya a casa, nos vemos pronto. Te amo.

Josh se encarga de llamar un Uber que nos lleve a ambos a casa. Tiene aquí su coche, pero ni él ni yo estamos para conducir. Nadie lo está, de hecho, pero creo que todos se quedan a dormir aquí, así que no hay problema. Bueno, todos salvo Troy, quien se quedará en casa de su ligue misterioso.

Idiota. Me las pagará por no contarme con quién está.

El conductor deja a Josh primero, pero no tarda mucho más en acercarme a mi casa.

Mi casa. Qué bien suena. Ya está pagada, pero pongo dinero para las facturas y la comida. A pesar de las protestas de Leo, me niego a vivir de gratis.

―Buenas noches, ¡y feliz año!

Tras devolverle la felicitación al conductor, me apresuro a subir al piso. Espero que Leo ya haya llegado, porque necesito decirle lo mucho que lo quiero.

Por suerte para mí, está sentado en el sofá con el móvil en una mano y un café en la otra.

―Estaba a punto de contestarte ―dice cuando me ve.

―¿Has llegado hace mucho? ―pregunto acercándome para besarlo.

―Hará una media hora. Estaba esperando por si llegabas.

―¿Sí? ―digo seductoramente mientras quito la taza y el móvil de sus manos y los poso en la mesa frente al sofá―. Yo también esperaba encontrarte en casa.

―¿Tantas ganas tenías de verme? ―pregunta sentándome sobre él.

―Ni te imaginas cuántas ―respondo para después besarlo. Ver a tanta gente dándose el lote me ha dado una envidia tremenda, y he pasado muchas ganas de jugar con todas las consecuencias. Con Leo, eso sí.

―Creo que puedo hacerme una idea ―susurra sobre mis labios.

En cuanto me abro paso en su boca, noto que él también ha bebido de más. Por alguna razón, eso me excita demasiado.

Comienzo a desabrochar los botones de su camisa, pero se me hace eterno y termino tirando fuertemente de ambos lados hasta que los botones restantes saltan por los aires.

Siempre quise hacer eso, pero temía que saliera mal y quedara como una idiota.

Gracias, alcohol. Mi valentía es gracias a ti.

Paso mis manos por sus asombrosos pectorales en lo que él baja el cierre de mi vestido.

―Me he pasado toda la noche viendo a mis amigos liarse con otros o hacerse chupetones. Tuve que hacerle uno a Troy, y Will pasó su lengua por todo mi cuello, haciendo que deseara tenerte ahí ―digo y levanto los brazos para que Leo me quite el vestido―. También me he bebido una botella a solas con Jason encerrados en una habitación ―añado para poner las cartas sobre la mesa―. También sé lo que le dijiste a Josh, lo que querías comprobar ―en cuanto las palabras salen de mi boca, soltadas en un susurro sobre su oreja, noto que se tensa.

―Kat, lo único que quería ―comienzo a dejar besos húmedos por su cuello y Leo suelta un jadeo―. Lo que quería ―carraspea― era que estuvieras segura de que tu deseo era estar conmigo.

―Me cabreé mucho ―aparto mínimamente mi cara y me reacomodo sobre él, moviéndome adelante y hacia atrás para hacer fricción―, pero no es pecado tener inseguridades. Por eso esta noche ―continúo quitándome el sujetador― pienso dejarte claro que sólo te quiero a ti. De todas las maneras y a todas horas.

Noto su mirada oscurecerse por el deseo, y ahí es donde él pierde el control. 

De nuevo, bendito alcohol. 

Leo me besa apasionadamente, dejándome casi sin respiración. Lo cierto es que podría morirme así y no tendría objeción.

En un ágil movimiento, me eleva con sus manos en mis caderas y me tumba en el sofá, procediendo a quitarse todas las prendas que lleva encima, quedando totalmente expuesto ante mí.

Sus dedos comienzan a estimular mi clítoris de forma maestra mientras sus labios se encargan de mis pezones. Va alternando su boca a su antojo hasta que, finalmente, la dirige a mi boca. Sus besos siempre serán mi perdición, no tengo duda alguna.

Mordiendo mi labio inferior, introduce poco a poco dos dedos en mi interior y comienza a moverlos dentro de mí, alternando movimientos circulares tras meterlos y sacarlos varias veces.

―Estás tan sumamente preparada ―gruñe sobre mí―. Vuelvo ahora ―dice y se levanta.

―¿Dónde vas? ―cuestiono sintiéndome vacía sin su tacto.

―A por un condón.

―No ―lo freno―. Comencé a tomar la píldora hace casi un mes. No te dije nada porque, aún así, me daba miedo que pasara algo. Pero estoy preparada.

―¿Segura? ―cuestiona de manera sincera.

Yo asiento cogiendo su mano y acercándolo de nuevo a mí. Leo me besa recostándose sobre mí con cuidado de no aplastarme.

―Siempre voy a ser tuyo ―sentencia con voz ronca―. Completamente tuyo.

Gimo en cuanto noto la presión en mi entrada, pero él no se introduce en mí, sino que juega alrededor mirándome con una sonrisa traviesa.

―Leo, tendremos un problema si no me la metes ahora mismo ―protesto a pesar de que me está encantando la anticipación.

Tras jugar un poco más con una risa ronca, me eleva las caderas y me da la vuelta. Entendiendo sus intenciones, me elevo apoyando mis rodillas y los antebrazos sobre el sofá.

―Recuéstate un poco más sobre tus brazos ―susurra.

En cuanto encontramos una posición cómoda para ambos, penetra en mi interior dejándome totalmente completa. La sensación es increíblemente perfecta.

No estoy segura de cuántas veces disfrutamos de nuestros cuerpos esa noche, pero son las suficientes para quedar totalmente saciados.

El inicio de mis clases con él como profesor fue mejor de lo esperado. Su profesionalidad es impecable, y eso es algo que me hace sentir muy orgullosa de él.

―Nos vemos mañana, bombón ―se despide Regina.

Yo le guiño el ojo mientras avanzo hasta el punto de encuentro. Leo es ahora mi profesor, por lo que no queremos que se nos vea llegar y marchar juntos. Lo último que queremos son problemas.

Tras dos minutos parada a dos calles del campus, mi novio frena frente a mí.

―Amo tu puntualidad ―digo una vez sentada a su lado.

―Y yo te amo a ti ―responde y me besa.

―¿Dónde nos esperan? ―digo al no reconocer la dirección en la que va Leo.

―Un tío de Lorelai ha abierto un restaurante en Malibú. Es comida gratis, así que no me importa conducir un poco ―justifica encogiéndose de hombros.

―Dudo que me guste más que tu comida, pero jamás digo que no a comida gratis. Es pecado.

―Y tú eres una niña buena ―bromea.

―Oh, no, yo soy un demonio reinsertado. Podría patearos el culo a todos.


∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞

¡Feliz lunes y feliz semanaaaa!

¿Oléis el final? Porque ya es un ambiente de final.

Kat y Leo os mandan muchos besos.

Yo os mando un abrazo enorme. 

¿Qué os ha parecido el capítulo? 

Nos leemos muy pronto ;)

Continue Reading

You'll Also Like

29.1M 921K 49
[BOOK ONE] [Completed] [Voted #1 Best Action Story in the 2019 Fiction Awards] Liam Luciano is one of the most feared men in all the world. At the yo...
10.1M 506K 199
In the future, everyone who's bitten by a zombie turns into one... until Diane doesn't. Seven days later, she's facing consequences she never imagine...
55.3M 1.8M 66
Henley agrees to pretend to date millionaire Bennett Calloway for a fee, falling in love as she wonders - how is he involved in her brother's false c...
106K 3K 23
Una autocaravana era la solución para sobrevivir durante una semana, ¿pero y luego..? ¿Cuál era el plan? ¿Volver a Londres y vivir del cuento? ¿O sim...