"¡¡ALLAAAN !! CERAAA !! CAAALLL !!!"
Cera y Calaius se separaron abruptamente el uno del otro y sus cabezas se volvieron hacia la puerta abierta de donde provenían los gritos de June.
Luego, los dos escucharon una estampida de pasos retumbando por toda la mansión junto con vítores y gritos de varios hombres y lo peor de todo, disparos.
Caius miró a Cera con preocupación, antes de tomar su mano y tirar de ella detrás de él mientras los dos entraban a la mansión.
Cera estaba empeñada en encontrar a los gemelos, mientras que Caius estaba más concentrado en proteger a su amante.
Cruzaron rápidamente el ala oeste de la mansión donde estaban los dormitorios de invitados y ahora estaban cerca de la sala y los comedores que frecuentaba June.
De la nada, un hombre apareció sorprendiéndolos mientras saltaba sobre la espalda de Caius, pero falló su objetivo y en su lugar cayó al suelo.
Caius empujó a Cera contra la pared. "Quédate aquí." Ordenó y no esperó una respuesta cuando el matón se levantó y Caius fue por el hombre.
El matón tenía una espada en la mano derecha mientras cargaba contra Caius blandiendo su espada a ciegas y sin experiencia, fue fácil para Caius esquivar al hombre y tirarlo al suelo, le dio una patada en la espinilla y agarró la pistola de la cartera del matón y disparó a su pierna.
Cera respiró hondo cuando vio que Caius le disparaba al matón en la pierna y luego en la cabeza y el matón cayó al suelo, muerto.
Vio las salpicaduras de sangre en el rostro de Caius, cualquier mujer cuerda que no entendiera lo que estaba pasando correría, pero ella estaba lejos de estar cuerda.
Ella entendió por qué tenía que hacerlo, eran ellos o el matón y tenía que hacerlo para sobrevivir.
Caius vio a Cera y su rostro se suavizó instantáneamente mientras corría hacia ella ahuecando sus mejillas.
"¿Estás bien?" Él susurró.
"Estoy bien, solo sorprendida".
El cadáver debe haber sido demasiado para Cera. "Lo siento mucho-"
"No, no lo hagas. Tenía que hacerse. Necesitamos encontrar a June y Allan." Dijo con severidad, había que encontrar a los gemelos y no había nada más importante que eso.
Caius asintió. Cogió la espada y dos pistolas más del cuerpo del matón y se las entregó vacilante a Cera.
"Lo necesitarás para defenderte, ¿estás bien con esto?" Preguntó.
"Estoy bien, aquí." Dijo antes de quitarle las dos pistolas de la mano.
Miró un jarrón que estaba en la esquina del gran salón. "¿Por qué no lo pruebas en eso?"
Caius no pudo terminar sus palabras cuando un solo disparo sonó en el aire y en un abrir y cerrar de ojos, el jarrón estaba en el piso, hecho añicos.
Caius miró abiertamente a Cera que estaba a su lado, tenía su pistola apuntada al lugar donde estaba el jarrón.
Cera también mantuvo una mirada de sorpresa en su rostro por lo preciso que fue el disparo, nunca antes había empuñado un arma, pero podía disparar perfectamente.
"¿Estás segura de que no recuerdas nada de tu pasado?" Preguntó Caius.
"¿No?" Ella no sabía cómo responder a eso. ¿Quién era ella antes de terminar aquí?
"Debes tener algún tipo de experiencia en combate en tu pasado". Caius expresó sus pensamientos en voz alta.
"Bueno, al menos ahora tenemos una ventaja. Vamos." Ella dijo y tiró de su mano y lo arrastró hasta el área central de la mansión donde se ubicaban la cocina, el comedor y la lavandería.
Cera ahora tenía una nueva confianza. Ella no sería una distracción o una debilidad para Caius y podría luchar junto a él.
Ella no estaba tan interesada en quitarle la vida a alguien, pero si era necesario... entonces debía hacerse.
Los dos evitaron por poco a algunos matones más, la mayoría de los cuales estaban muy ocupados tratando de saquear el lugar en lugar de encontrarlos.
"¿Tienes una idea de quién los envió?" Cera le preguntó a su amante mientras avanzaban ágilmente por los pasillos que conducían a la cocina.
"Ni una idea, sé quién los envió". Frunció el ceño, sus labios se curvaron con ira mientras su agarre en su espada se apretaba.
"Los Barrons". Las palabras de Cera no fueron una pregunta, sino una declaración. Los Barron vinieron aquí ese día para asegurarse de que no se fueran ni nada para poder planificar su ataque.
"Se sorprendieron al encontrarte allí y más cuando se enteraron de que eras mi esposa".
Cera se sonrojó pero en la oscuridad no se podía ver, la volvió a llamar su esposa.
Pero no había tiempo para dejar de pensar en esos pensamientos, esto podía esperar.
Caius escuchó el ruido del vidrio cayendo y rompiéndose de la despensa cerca de la cocina.
Los dos entraron a la habitación para encontrar la mayoría de las cosas destrozadas y tiradas por el suelo.
Un gemido familiar vino del interior de la despensa y Cera miró a Caius y él asintió y abrió la puerta de una patada.
Un grito en toda regla estalló, pero Cera corrió hacia la persona y le cerró la boca con fuerza.
"June, somos nosotros. Cera y Caius." Se calmó y la niña dejó de gritar y comenzó a sollozar sobre sus hombros.
"S-se llevaron a Allan. É... él me dijo que corriera". June lloró.
Cera miró a Caius con preocupación mientras su rostro se endurecía como piedra. Cera recordó el momento en que llegó por primera vez y él la miró lista para asesinarla.
Esto era eso, pero mil veces peor.
Cera se apartó de su abrazo y secó las lágrimas del rostro de June. "Vamos a encontrarlo. No llores".
Cera levantó a June por los brazos para hacerla ponerse de pie. "Tenemos que estar callados, ¿de acuerdo?" Ella susurró y la chica tragó saliva antes de asentir.
Caius luego habló. "June, ¿sabes dónde lo llevaron?" Su tono era duro, pero comprensible.
"T-Tu estudio, creo." Ella graznó.
Asintió y se volvió para irse, pero Cera lo agarró del brazo. "Espera, voy contigo."
"No. Quédate aquí con June. Volveré con Allan". El ordenó.
"No tienes idea de cuántos matones hay, voy-"
"¡Cera!" Gruñó. "No vas a venir." Su agarre en su brazo fue doloroso y ella hizo una mueca, Caius lo notó antes de soltarlo.
"No quiero que mueras". Él susurró.
"¿Crees que quiero que mueras? Dos pares de manos son mejores que uno".
"Todavía no me gusta esto. ¿Qué hay de June?" Preguntó mirando a su hermana.
"Ella puede esta-"
"No. Yo también voy contigo." June dijo, su voz ahora tenía fuerza.
Cera intentó razonar. "June no es seguro"
"Tú misma lo dijiste, Cera. Dos pares de manos es mejor que uno, agregar uno más lo haría aún mejor".
Cera suspiró y miró a Calaius.
"Bien, pero quiero que te quedes cerca."
Cera le entregó una de las pistolas que le quitó al matón muerto. "Toma, ¿sabes cómo usarlo?"
Ella se burló. "Por supuesto que sí, solía robar el rifle del estudio de mi padre y salir a cazar".
"¿Para qué?" Caius preguntó con los ojos entrecerrados.
"Carne." Ella se encogió de hombros. "¿De qué otra manera crees que conseguí toda la carne para cenar?"
"¿No lo compras?" Preguntó Cera.
"No hay tiempo para eso... tenemos que encontrar... a Allan." Dijo antes de pisotear a los dos y salir de la abarrotada despensa.
Cera y Caius intercambiaron una mirada y el primero habló. "Ella obtuvo su terquedad de ti."
Caius estaba a punto de protestar, pero Cera se lo llevó a rastras.
****
Cera, Caius y June escucharon una multitud de voces masculinas conversando, y tres distintas captaron sus oídos.
Uno sollozaba y los otros dos se reían.
"Allan." June susurró, contenta de que estuviera vivo.
"Ethan y Joseph." Caius gruñó y Cera apretó los dientes.
Los tres caminaron de puntillas en silencio y se pararon cerca de las puertas abiertas y escucharon su conversación.
"Padre, podemos usarlo para atraer a los otros tres". Ethan dijo agarrando el cuello de la camisa de Allan y el chico hizo una mueca de dolor.
Caius no quería nada más que hacer que la muerte de Ethan se llenara de tortura por lo que le estaba haciendo a su hermano.
"Creí haberlo dejado claro, Ethan. El chico iba a ser asesinado tan pronto como lo encontraran. Debías encontrar a Calaius y Cera y ¿dónde están?" Joseph replicó secamente.
Ethan miró molesto a su padre pero también a Allan, cuyos sollozos se hicieron más fuertes y el hombre abofeteó al joven con fuerza en la cara.
Caius casi saltó para asesinar a Ethan, pero Cera lo agarró por la muñeca y tiró de él hacia atrás.
"Lo que necesitamos es June, si se casa con Eric, su fortuna sería nuestra y tú puedes quedarte con Cera como tu trofeo". Joseph sonrió.
"¿Qué haremos con este pedazo de inmundicia?" Ethan dijo tirando del cuello de Allan.
"Lo que quieras, hijo mío. Es un lastre". El anciano se encogió de hombros, su interés estaba en los documentos y cartas que estaba en el escritorio de Caius.
"¡Ah! Parece que Calaius ha estado escribiendo cartas a sus hermanos en nombre de sus padres. Qué triste". Él dijo.
Los ojos de June se agrandaron mientras miraba a Caius y Cera en lo que pareció una breve confusión y luego... traición.
"Es una gran tragedia que William y Martha murieran, ¿no es así Allan?" El hombre miró al pobre chico cuyo rostro estaba pálido de shock, estaba a punto de soltar más lágrimas si eso era posible.
Caius no tuvo la fuerza para mirar a sus hermanos ya que el rostro de June estaba lleno de ira mientras contenía las lágrimas que se formaban.
"Todo es mi culpa." Caius gimió en voz baja.
"No, no, no lo es. Después de esto, lo entenderán. Les diremos la verdad". Dijo Cera frotando su espalda para calmarlo.
Las siguientes palabras que dijo Joseph enviaron escalofríos a sus espinas.
"Creo que querrás verlos de nuevo, ¿no es así, Allan? Puedo hacer eso por el hijo de mi amigo". Con una sonrisa ácida, levantó su pistola hacia Allan, quien dejó escapar un grito.
Sus ojos se abrieron cuando salieron de sus lugares y June gritó.
"¡¡¡ALLLAAAN !!!"
Los Barron parecieron sorprendidos, pero eso no detuvo a Joseph cuando un disparo sonó en el aire.
Fue seguido por gritos tanto de June como de Cera y Caius, quienes estaban demasiado conmocionados.
Allan se dejó caer de costado, aterrizando en el piso de madera con un ruido sordo, sus ojos rodando en la parte posterior de los suyos mientras su cuerpo sin vida y flácido miraba a su familia.
Allan se había ido.
El chico dulce, inocente y optimista que amaba molestar a su hermana, que amaba burlarse de todos, que fue una de las principales razones por las que su hermano llegó a amar a su alma gemela.
Él se había ido.
Cera se dio cuenta de que esos ojos grises ahora apagados nunca se llenarían con la diversión y la picardía que alguna vez tuvo.
Todo desapareció con una sola bala.
Caius recuperó la conciencia mientras soltaba un fuerte rugido mientras corría hacia el hombre que mató a su hermano.
Cera y June miraron furiosamente a Ethan mientras las dos chicas recogían sus pistolas caídas listas para luchar por su hermano perdido.
Más matones se amontonaron en la habitación, alrededor de seis.
Cera y June pudieron disparar a cuatro antes de que sus pistolas estuvieran vacías y tuvieron que recurrir a las espadas y estoques de los matones caídos.
Caius cortó la espada que sostenía mientras Joseph la esquivaba, recogió su propia espada y la giró y lo perdió por poco.
Caius le sonrió, luciendo maniático con su cabello rubio enmarcando su rostro, cubierto de sudor por la pelea, sus ojos luciendo inyectados en sangre y con malicia, lo suficiente como para hacer que los hombres huyeran con miedo.
Parecía el diablo
Joseph se tambaleó hacia atrás, cuando Caius cortó su espada golpeando la carne del pecho del anciano y cayó de rodillas.
Caius envolvió una mano alrededor de la garganta de Joseph.
"Te metiste con la familia equivocada." Gruñó y, sin dudarlo, le cortó el brazo al hombre mientras gritaba.
"Esto es por mi madre."
Joseph dejó escapar otro jadeo de agonía cuando le cortaron el otro brazo.
"Esto es por mi padre."
El anciano no pudo soportarlo más cuando Caius balanceó su espada en la mitad inferior de su torso, sus piernas yacían cortadas en el suelo.
"Esto es paor cada familia que has destruido".
Joseph Barron apenas podía registrar ninguna palabra cuando Calaius Thorne lo degolló, su cuerpo mutilado yacía en el suelo y Caius se quedó mirándolo.
Cera y June, en medio de la batalla con los matones restantes, apenas vieron a Ethan que estaba escondido en la esquina con su pistola apuntando al sospechoso Caius.
Todo sucedió en cámara lenta cuando Cera corrió hacia Calaius y lo rodeó con los brazos por detrás para protegerlo, en el mismo momento en que el sonido de una bala resonó por toda la habitación.
Cera jadeó de dolor cuando sintió que la bala le atravesaba la espalda, lloró contra el hombro de su amante.
Caius se congeló cuando sintió algo húmedo detrás de su espalda junto con el grito de su amante.
Se dio la vuelta, ahuecando sus mejillas cuando vio que su rostro estaba pálido porque tenía problemas para respirar.
Ella levantó débilmente su mano y la colocó en su mejilla, estaba cubierta de sangre.
Su sangre.
Sus ojos se abrieron cuando ella le dedicó una sonrisa fantasmal, mientras sus ojos violetas, ahora apagados, amenazaban con cerrarse.
"Te quiero." Ella articuló mientras su cabeza se hundía en su pecho.
"¡C-Cera! ¡N-No! ¡¡NOO !!" Gritó mientras caía de rodillas, los brazos de Cera se aflojaron a su alrededor, la atrajo suavemente hacia sus brazos meciéndola de un lado a otro, sollozando sobre sus hombros.
"Cera... lo prometiste... prometiste no irte nunca... ¿por qué lo hiciste, mujer estúpida?" Gritó.
"Porque... te amo..." Dejó escapar un último suspiro antes de que su cabeza cayera hacia atrás, sus dedos se soltaran de su agarre, su rostro estaba pálido, sus ojos violetas mirando al frente.
Cera también se había ido.
Extendió la mano y le cerró los párpados. "Yo también te amo, Cera. Yo también te amo. Te amo tanto... te amo mucho".
June, después de acabar con el último matón, vio el cuerpo sin vida de Cera en los brazos de Caius y gritó de dolor.
"¡¡NOO !!" Corrió hacia los dos y se arrodilló junto a Caius mientras June lloraba por su hermano.
Los ojos vacíos y mortales de Caius se enfocaron en Ethan mientras el cobarde temblaba cuando sus ojos se cruzaron.
Gentilmente colocó a Cera sobre June mientras se levantaba, sin armas mirando a Ethan mientras se movía con pasos lentos y burlones hacia.
No se detuvo cuando June gritó su nombre o cuando sintió tres balas penetrar su torso, sus ojos estaban puestos en su presa.
La inmundicia insolente que le quitó a su bella Cera, el bastardo que le quitó todo, el cobarde que retrocedió con miedo, su poder era visible solo a través de su condición de Señor.
Una oveja con piel de lobo no dura mucho en una manada.
Calaius sintió la sangre brotar de su cuerpo que lo estaba debilitando. Sabía que iba a morir esta noche, pero no estaba triste ni asustado.
Se reuniría con su familia y con su Cera. No había nada más que quisiera aparte de eso.
Pero antes de irse, necesitaba terminar algo... o más bien alguien.
Calaius Thorne se elevó sobre Ethan Barron mientras este último se arrastraba hacia atrás con miedo y temblaba violentamente.
"P-Por favor... ¡perdóname!" Rogó como el cobarde que era.
Caius sonrió con sarcasmo. "Quieres ser perdonado... después de que me quitaste todo... quieres que te perdone... después de que no perdonaste a mi Cera".
Caius miró fijamente el cuerpo de su amante, Cera Thorne mientras sus brazos se enroscaban alrededor del delgado cuello de Ethan.
"Si voluit misericordiae, tu si exieris ad Deum, non autem Diaboli". ("Si quieres misericordia, ve a Dios, no al diablo").
Con eso, Calaius Thorne le partió el cuello a Ethan Barron. El repugnante sonido del crujido significaba que Ethan estaba muerto.
June no se inmutó ni retrocedió por miedo a su hermano, en cambio, estaba en un regocijo silencioso, feliz de que el hombre que les había causado tanto sufrimiento finalmente se había ido.
Caius tropezó para llegar a Cera y estaba arrodillado en el suelo, la adrenalina estaba hambrienta, ahora el dolor y el sueño tomaron su lugar.
Temblando, tiró de Cera a sus brazos mientras se sentaba, su espalda apoyada contra la pared detrás de él mientras Cera descansaba en su regazo.
"Te amo, Cera."
Con una última sonrisa a su hermana y un último beso en la frente de Cera, cerró los ojos y dio la bienvenida al sueño interminable que ahora venía a arrastrarlo.
"¿Calaius?" June susurró y no obtuvo respuesta.
Su otro hermano también se había ido.
June escuchó el sonido de muchos pasos y voces que se acercaban, sin duda habría sido más matones o tal vez incluso el último Barron, Eric.
June se puso de pie dejando a los dos amantes en su pacífico sueño. Agarró una pistola caída y se acercó a su flácido hermano gemelo.
June tomó la mano de Allan y se sentó a su lado, con la pistola que sostenía, apuntando temblorosamente a su frente mientras una sonrisa fantasmal adornaba su hermoso rostro.
"Madre padre..."
June cerró los ojos y apretó la mano de su hermano. Dejó escapar un suspiro tembloroso, dando la bienvenida a la siguiente parte de su vida.
".... v-volvemos a casa."
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