Colette
Alguien entró en su habitación, levantó las cortinas y abrió las ventanas. Colette gimió con cansancio al sentir como la arrastraban fuera de su cama.
-Colette, ya levántate- le dijo Olivia arrancándole las cobijas de un tirón.
-No- masculló Colette enterrando la cara en la almohada.
-Levántate, Colette. Estos es una intervención- dijo una tercera voz.
Colette se quedó quieta y creyó que sus amigas ya se habían ido, hasta que algo tocó su pie derecho.
-No creo que sea buena idea, Lauren- Olivia no terminó de decirlo para cuando Lauren jaló a Colette del pie y la sacó de la cama.
-Dios mío- dijo Colette con medio cuerpo fuera de la cama- ¿Qué es lo que quieren?
-Que te levantes de la cama y hagas algo productivo- dijo Lauren jalando su pie con más fuerza.
-Lauren la vas a...- advirtió Olivia.
Colette terminó tirada en el suelo, su trasero impactó en el suelo con fuerza.
-¿Por qué tan violenta?- le preguntó Olivia a Lauren. Le tendió la mano a Colette y esta la aceptó. Se levantó y se limpio la pijama con las palmas.
-¿Qué quieren?- preguntó Colette mirando a sus dos amigas.
Era sábado y Colette había querido dormir hasta tarde. Su última obsesión era dormir, ya que cuando dormía no tenía que pensar, por fin su cabeza se ponía en pausa.
-Coco, son las tres de la tarde- le dijo Olivia con preocupación.
-¿Y?- dijo Colette sentándose en la cama.
-Que es sábado, son las tres de la tarde y tu ni siquiera has tomado el desayuno- le dijo Lauren sentándose junto a ella- La Colette que conocemos no estaría durmiendo a esta hora.
-Puede que esa Colette ya no exista- dijo Colette.
-Coco...
-No empieces, Liv- le dijo Colette.
-Coco, tienes que hablar con Tom- le dijo Olivia muy seria.
-¿Qué?- preguntó Colette confundida. Ella suponía que Olivia no quería que Colette volviera a hablar con Thomas después de lo que había sucedido entre los tres.
-Habla con Thomas, Coco. Respóndele las llamadas- dijo Olivia sentándose a su lado.
-Pero... pero pensé que querías que me alejara de él- dijo Colette.
-¿Qué?- preguntó Lauren con una sonrisa burlona. Olivia le dio una mala mirada y su sonrisa solo incrementó.
-Coco, no. ¿De verdad crees que quiero que no vuelvas a hablar con él?- le preguntó Olivia con angustia.
-Yo solo...
-Nunca impediría tu felicidad- Olivia le puso una mano sobre el hombro- Jamás haría eso. Por supuesto que estuve molesta, lo que hicieron no estuvo bien- dijo con una mueca- pero ya todo está aclarado, Coco. Lo hablé con Thomas y él...
-¿Ya le hablaste?- preguntó Lauren con curiosidad.
-Si, ya hablé con Thomas y me di cuenta de que te debo una disculpa, Coco- dijo Olivia pasándole un brazo sobre los hombros a Colette- No reaccioné de la mejor manera y lo siento.
-Yo lo siento, Liv- le dijo Colette agarrando su mano entre las suyas- Nunca debí mentirte. A las mejores amigas no se les miente.
-Ya lo sé. Lamento decirte lo de... lo de Dean y Eli.
-Está bien, Liv. Entiendo que no quisieras ocultarme nada.
Colette y Olivia estaban unidas en un tierno abrazo.
-¿Y a mi por que me excluyen?-preguntó Lauren uniéndose al abrazo.
Las tres rieron mientras se abrazaban con fuerza. Esas eran Olivia, Colette y Lauren, eran como recordaban ser, eran mejores amigas.
-Entonces... ¿llamarás a Thomas?- le preguntó Olivia.
-Yo... no lo sé- dijo deshaciendo el abrazo- Estoy confundida.
-No queremos presionarte, pero si él te hace sentir bien, debes llamarlo- dijo Lauren desde su punto objetivo.
-Yo no puedo estar con nadie en este momento- admitió Colette- Yo aún no supero a... no lo supero a él.
-Tienes razón, amiga- aportó Olivia- si no crees que sea correcto estar con nadie no lo hagas. Pero deberías darte el permiso de conocer a alguien. No sabemos hasta que punto alguien nos puede ayudar a mejorar si no lo conocemos, conoce a Tom, es buen chico.
-Yo... no lo sé. Las cosas no deberían empezar como empezamos Thomas y yo, todo fue muy... explosivo.
-Puedes pensarlo...-dijo Olivia pero frenó por unos segundos- Ya que estamos confesando- Olivia caminaba sin parar de un lado a otro- Besé a Noah... como diez veces.
-Por fin esta experimentando- dijo Lauren entre risas señalando a Olivia. Amabas le dieron una mala mirada.
-¿Cómo te sientes al respecto?- preguntó Colette.
-Pues... estuvo bien, muy bien de hecho- Lauren soltó una carcajada y Colette levantó una ceja con curiosidad- Pero es Noah, hasta ustedes saben como es Noah. No puedo estar con alguien como Noah, me rompería el corazón, y no es que me guste, ni que sea amor es solo que... no se- terminó Olivia con un suspiro.
-Bien- dijo Colette evaluando la situación- ¿Él no te gusta?- preguntó Colette. Olivia negó con la cabeza repetidas veces- Ok... ¿Tú le gustas a él?- Olivia soltó una carcajada.
-¿Tú crees que yo le gustaría? Por favor, Noah tiene a una chica diferente cada fin de semana y no todas lucen exactamente como yo.
-¿Cada fin de semana?- preguntó Lauren con una sonrisa- Parece que ya lleva más de un fin de semana contigo, creo que ya se está demorando demasiado tiempo en ti.
-¿Qué? No. Seguro ha visto a otra chicas.
-Si estas tan segura, córtalo de raíz- dijo Colette con simpleza- No vuelvas a verlo- Olivia ya iba a interrumpir pero Colette aclaró- en ese ámbito. No te acerques a él a menos que sea para bailar y si soportas que estén juntos y nada pase pues bien, aclárale las cosas y que nunca te vuelva a besar.
Olivia admiraba lo decidida que era Colette, siempre tenía una respuesta y una solución para todo. Por eso era tan raro verla indecisa y sin saber que hacer.
-¿Tu crees?- preguntó Olivia.
-Por otra parte, si te gusta hacer eso con él, no le veo nada de malo, si él no te está usando para su beneficio propio esta bien. No te sientas mal si te gusta lo que están haciendo.
-Pero yo no... yo no soy así, no me gustan esas cosas.
-Entonces aléjate de su cara bonita y cuerpo de Dios griego- dijo Lauren encogiéndose de hombros.
-No será muy fácil, hoy lo veré- sus amigas la miraron expectante- Iré a una gala benéfica de la empresa de su padre.
-¿Es hoy?- preguntó Colette. Olivia asintió- Es que mi padre estará ahí. Mañana nos invitará a desayunar.
-¡Si!- chilló Lauren- Los mejores desayunos que he comido en mi vida los ha pagado Antoine, me muero por esa comida.
-Pues trata de no morirte, te necesitamos viva- declaró Colette.
-Por eso iré a arreglarme- dijo Olivia dando un paso hacia la puerta.
-Con respecto a Noah- empezó Colette. Colette sabía que no era su deber contarle a Olivia, pero por lo menos le diría que se lo preguntara a Noah, no le gustaba que Noah no le estuviera diciendo la verdad a Olivia.
El teléfono de Olivia comenzó a sonar.
-Oh Dios- masculló Olivia- luego me hablas de Noah. Por ahora arréglate para una cita- le informó Olivia.
-¡¿Qué?!- chilló Colette limpiándose la baba de la cara. Hasta hace unos minutos había estado profundamente dormida.
-Thomas está abajo esperándote, así que te recomiendo ponerte presentable cuanto antes- le dijo Lauren.
-¡¿Qué?!- repitió Colette.
-A veces hay que darte un empujoncito- dijo Lauren y salió de la habitación. Olivia la siguió- Lo único que dijo es que llevaras un libro, el que tu quieras.
Cuando sus amigas ya se habían ido Colette se miró al espejo y sonrió, una genuina sonrisa brotó de sus labios. Por primera vez en mucho tiempo se sentía tranquila
Para cuando Colette salió de su habitación Olivia ya se había ido. Lauren estaba sentada en el sofá junto a una bolsa de papas mirando televisión.
-Él te espera abajo- le informó su amiga.
Colette caminó hasta la puerta pero no pudo salir, volvió hasta Lauren.
-Estoy nerviosa- admitió Colette.
-Eso es bueno- Lauren se levantó del sofá- Significa que te importa.
-¿Me importa?- preguntó Colette en voz alta aunque esa pregunta fuera más para si misma.
-Eso lo decides tú- Lauren le dio un corto abrazo- ahora ve y averígualo.
-¿Y si no puedo hacerlo?- Colette empezó a ponerse nerviosa.
-Lo lograrás y si no lo haces está bien, no tiene porque funcionar. Además él es buen chico.
-No lo digo por él, sino por mi- admitió aunque le costara- ¿Qué pasa si no soy suficiente?
-Lo eres, Coco- Lauren le acarició la mano.
-Tienes razón- dijo Colette abriendo la puerta- No más sentimentalismo. Adiós- dijo y le dio un abrazo.
-Suerte- le dijo Lauren antes de que Colette cerrara la puerta.
Colette ya lo había decidido, no dejaría que sus experiencias pasadas la definieran, escribiría una nueva historia y si Thomas era un personaje en esa historia, estaría feliz con ello.
Salió del edificio y vio a Thomas junto a su bicicleta, llevaba una camisa de una banda de rock y una pañoleta roja atada a la cabeza, estaba dejándose crecer un poco el cabello, le quedaba perfecto. Apenas lo vio su rostro se ilumino con una gran sonrisa.
-Que bueno que decidiste venir- fue lo primero que Thomas le dijo- O si no ¿Qué haría con todo esto?- le señaló la guitarra que tenía colgada en la espalda y la canasta de picnic.
-Menos mal bajé, hubieras desperdiciado mucha comida- le dijo Colette con una sonrisa.
-Lindo vestido- dijo Thomas mientras Colette se acercaba.
Colette llevaba un lindo vestido negro con florecitas blancas en la tela, tenía las mangas largas y le llegaba a dos palmas encima de la rodillas, además de unos lindos zapatos blancos y un simple maquillaje. Su mochila colgaba de su espalda, dentro estaba uno de sus libros, tal y como Thomas le había pedido. De ser otro momento se habría preocupado por su ropa, se habría cuestionado si su ropa era adecuada para el día, pero ahora no le importaba en absoluto.
-Gracias- le dijo Colette.
-Me alegra que estés dispuesta a iniciar de nuevo- Ahora ya estaban más cerca, se miraban a los ojos.
-¿Estamos iniciando de nuevo?
-Oh. Hola, eres una chica hermosa ¿Cómo es tu nombre?- dijo Thomas sacudiendo su mano frente a ella.
-Soy Colette y ¿tú como te llamas chico fastidioso?- dijo Colette poniéndose el casco que Thomas le ofreció.
-Soy Tom y tu eres Colette con una t.
-Siempre lo arruinas con ese chiste- dijo Colette rodando los ojos.
-¿Nos vamos?- dijo Thomas subiéndose a la bicicleta.
-¿Me dirás a dónde vamos?- dijo Colette acomodándose en la bicicleta.
-No- Dijo Thomas avanzando- Agárrate bien.
Era divertido que Colette no supiera a donde iban, era bueno para ceder el control, cosa que le hacia mucha falta a Colette.
Anduvieron durante algunos minutos hasta que se detuvieron frente a un parque. Se sentaron junto a un árbol. Era un día frío pero afortunadamente soleado. Thomas puso una manta en el suelo y ambos se sentaron allí.
-Entonces...
-Entonces traje mucha comida- dijo Thomas sacando la canasta.
Sacó fresas, uvas, sandwiches de mantequilla de maní y mermelada, donas, dos malteadas y un café con miles de cosas revueltas.
-¿Un picnic?- preguntó Colette con una mueca.
-¿No te gusta?- dijo Thomas palideciendo.
-Me encanta- Colette le sonrió.
Comieron muchas cosas, pero Colette no quería beber el raro menjurje de café de Thomas.
-Es rico, tienes que probarlo- le dijo él.
-Se ve asqueroso- negó Colette con la cabeza.
-Solo una probada, por favor- le rogó Thomas haciendo un puchero.
-Bien- dijo Colette- Si me intoxico será tu culpa.
-Cargaré con la culpa el resto de mi vida- dijo Thomas pasándole el vaso.
Colette suspiro y le dio una probada. Vaya, la verdad era que el café estaba delicioso.
-¿Te encanta, verdad?- le preguntó Thomas con una gran sonrisa.
-Está...- Colette le dio otro sorbo- Está delicioso. ¿Qué es?
-En realidad no quieres saberlo- le dijo Thomas arrebatándole el vaso- Se llama el Tomlicioso.
-Pues está muy rico- respondió Colette con una sonrisa.
-¿Trajiste el libro?- le preguntó Tom.
Colette asintió y sacó el libro de su mochila. "Mujercitas" de Louisa May Alcott. Era su primera copia, el primer libro que le regaló su padre.
-Perfecto- dijo Thomas- Yo también traje el mío- le mostró su libro. Era el Señor de los anillos de J. R. R. Tolkien.
-¿Vamos a leer?- preguntó Colette con una sonrisa. Leer era de sus cosas favoritas en el mundo.
-Si y no- dijo sacando su guitarra- Vamos a compartir nuestras frases favoritas de estos libros. Confié en que traerías uno de tus libros favoritos. ¿Estoy en lo correcto?- Colette asintió con la cabeza- Hablaremos de libros, no quería que nuestra primera cita fuera un trágico recuento de nuestra vida. Es lindo empezar por conocer los pequeños detalles.
La sonrisa de Colette crece al escuchar "nuestra primera cita"
-¿Por qué es tu libro favorito?- empezó Colette. Thomas empezó a tocar una suave melodía. Colette se sentía relajada y feliz.
-¿Puedo ser sincero?- dijo haciendo una mueca. Colette asintió con una sonrisa- No soy muy fan de la lectura.
-¡Lo sabía!- dijo Colette después de una carcajada.
-No me digas que es por mi aura de rockero de los 80- Colette soltó una carcajada- En mi defensa, primero vi las películas, me volví fan y luego leí los libros.
-Ese es el peor crimen para un lector- acusó Colette entre risas- Primero lees el libro y luego ves la película.
-Ni siquiera sabía que eran libros- dijo Thomas también riendo.
-No puede ser- soltó Colette. Su estomago dolía de tanto reír.
-Ahora tú- le dijo Thomas- ¿Por qué es tu libro favorito?
-Puro valor emocional- respondió Colette- hay libros mejor escritos y con mejores historias, sin embargo, este fue el primer libro que leí por gusto y el primero que mi padre me regaló.
-¿ Admiras a tu padre?
-Más que a nadie en el mundo- respondió Colette- ¿Frase favorita?
-"Sólo atravesando la noche se llega a la mañana"- recitó Thomas al ritmo de la melodía que llevaba con la guitarra, casi cantando.
-¿Eso lo dijo el amigo de Frodo?
-Así es, lo dice Sam. Ahora tú.
-"El amor desecha el temor y la gratitud vence al orgullo"- recitó Colette.
-¿Es el amor importante para ti?
-Demasiado- dijo Colette estirando las piernas y poniéndose cómoda- ¿Para ti?
-Es lo primordial- Thomas empezó a tararear sobre la melodía.
Thomas empezó a cantar y Colette se quedó sin habla. Siempre había pensado que tener un novio que cantara sería un sueño, peor ni en sus mejores sueños imaginaba que cantara así. Thomas tenía una voz rasposa y seca, pero a la vez apasionada y estudiada. Ya que Colette sabía de música, sabía que todas las notas que Thomas cantaba estaban dentro del rango de la canción y que aquellas que se salían era perfectamente intencionadas. Thomas cantaba precioso.
Cuando acabó tenía los ojos cerrados y una gran sonrisa en el rostro.
-¿Tú cantas?- le preguntó a Colette y ella a penas pudo articular palabra, aun seguía embelesada con su voz.
-No mucho- respondió Colette. A Colette no le gustaba mucho cantar, esa era la especialidad de su madre, el gusto musical lo heredó de María. Pero al momento de escoger un instrumento rechazó el canto, ya que ese era el único instrumento que María dominaba, y vaya, su madre lo dominaba a la perfección. Ella quería dominar todos los otros- Cantas muy bien.
-No diría muy bien, pero si desde el corazón- Thomas alejó la guitarra y se recostó en la manta.
Colette se recostó junto a él. Sus hombros re rozaban.
-¿Escribiste esa canción?- preguntó Colette mirando al cielo.
-Si- dijo con un suspiro- pero aún tengo problemas con la letra, no soy bueno con las palabras.
El cielo comenzó a tornarse oscuro, estaba atardeciendo.
-Pero si hablas sin parar- dijo Colette girándose para mirarlo.
-Eso no significa que sea bueno con ellas- Thomas la miraba también.
-Yo tampoco soy buena con las palabras- admitió Colette.
Se quedaron contemplándose mutuamente varios minutos, hasta que Thomas alargó la mano y tomó un mechón del cabello de Colette. Comenzó a jugar con su cabello.
-¿Color favorito?- le preguntó Thomas.
-Rojo. ¿Tú?
-¿Por qué no todos?- Colette sonrió.
-¿Comida favorita?
-Hamburguesa- respondió Tom.
-Sushi.
-¿Cantante favorito?
Colette lo meditó un segundo.
-Adele.
-Michael Jackson.
-¿Mayor temor?- le preguntó Colette.
-Perderme a mi mismo- dijo Thomas pensativo.
-No ser suficiente- respondió Colette a media voz. Thomas asintió y se quedó callado.
-Ahora- dijo Thomas acariciando su mejilla- la pregunta más importante de la noche.
-Adelante- dijo Colette volviendo a sonreír.
-¿Besos en la primera cita?- le dijo acercándose a ella.
-No lo sé... compruébalo- Le dijo mirándolo a los ojos.
Los labios de Thomas llegaron a los suyos con suavidad, eran cálidos y dulces. La besó con melancolía y dulzura. Las manos de él acariciaban sus mejillas con suavidad. Ella lo abrazaba. Terminaron unidos en un dulce abrazo bajo las estrellas. Más tarde la llevó a casa. La mejor primera cita.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Hola, hola.
¿Les gustó?
¿Que piensan de Thomas y Colette?
Para los que me pedían romance... pues aquí les va.
Ya vamos por más de la mitad de la historia, ya nos vamos acercando.
Teorías aquí de todo lo que viene, o de los secretos que vendrán👉🏻
Espero les haya gustado.
Gracias por leer mi historia.
-Manu <3