Desiderata; M.yg

By palettesugaris

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Ante el suicidio de Min Yoongi, Park Jiwon está dispuesta a viajar al pasado para salvarle la vida, aunque es... More

1. Máquina del tiempo
2. Planetarium
3. Suicidio
4. Retroceder
5. Instructora de piano
6. Relojes
7. Lecciones de vida
8. Desiderata
9. Concurso
11. Canciones
12. Lazos
13. Punto y coma
14. Nostálgiame
15. Decisiones
16. Sueños y realidades
17. Finale
18. Epílogo
N/A

10. Quiebre

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By palettesugaris


Mucha gente lucha por altos ideales
y en todas partes la vida está llena de heroísmo.



—. ¡Ya casi te gano!—exclamó Bo Won presionando los botones del control rápidamente.

Estaba al tanto de que Bo Won tenía mucho trabajo ahora que estaba intentando arreglar la máquina del tiempo para mi, sin embargo, pensé que un descanso sería bueno para él y como no tenía dinero por el momento para invitar a mi amigo a algún lugar, lo invité a casa de los Min bajo la excusa de que él había sido mi profesor de piano en su momento y ahora podía enseñarle algo a Yoongi.

Claramente era mentira porque Bo Won no sabe tocar el piano y ahora estaba jugando con el chico en la play station de la sala de estar mientras yo organizaba algunas cosas para el concierto.

Pensé que tardarían un poco más de tiempo en llevarse bien pero sorpresivamente se agradaron apenas comenzaron a intercambiar un par de palabras, era un alivio para mi.

—. ¡Listo!—exclamé terminando la lista en mis manos y levantándome del suelo—. Podemos irnos ya.—dije haciéndole una seña a Yoongi para que pausara su juego para poder irnos al conservatorio—. Bo Won, ¿vienes con nosotros?

—. Sí, tengo un poco de tiempo.—respondió él ayudándole al chico a apagar la consola.

Después de eso, tomé mi chaqueta y los tres salimos de la casa de los Min rumbo al conservatorio. Al llegar, el lugar ya estaba lleno de niños con sus padres. Había estado escribiendo una solicitud para tener un cuarto para nosotros solos y ensayar con Yoongi, al haber trabajado en el conservatorio sabía cómo hacer este tipo de papeleo.

—. Comiencen a practicar, yo llevaré esto a la oficina central.—le dije a Bo Won señalando el piano en medio del escenario.

Los dejé solos y fui a hacer mi deber. Por suerte, no tardó tanto y pude regresar a donde estaban los chicos, mi solicitud sería revisada y mañana me dirían si fue aceptada o no.

Cuando regresé pude ver que Bo Won estaba arreglando unas cosas con el piano y Yoongi estaba sentado sobre el escenario con otro niño a su lado. Parecían estar platicando hasta que el chiquillo se levantó del suelo y corrió hacia una mujer alta vestida con tacones obscuros. Ella se acercó a Yoongi sentado en el suelo aún, desde donde estaba parecía como si lo estuviera escoltando, pues Yoongi mantenía su cabeza agachada y jugaba nervioso con sus manos. Solté un bufido y corrí hasta donde estaban.

—. ¡¿Qué acaso nadie te lo dijo?!—fue lo que exclamó la mujer en cuanto me acerqué.

—. ¿Hay algún problema?—pregunté alzando mi voz para que me escuchara la señora. Ella elevó su mirada y me miró de los pies a la cabeza. Le tendí la mano a Yoongi para que la tomase y se levantara del suelo.—. ¿Te hizo algo?—le susurré al chico una vez estuvo de pie.

Yoongi me miró a los ojos, negó con su cabeza sin embargo, sus ojos estaban a punto de explotar en lágrimas y sus manos temblaban.

—. ¿Usted es su madre?—preguntó ella señalándome con su barbilla. Yo negué inmediatamente ante su pregunta, fue cuando la mujer suspiró con hastío y se cruzó de brazos—. A eso me refiero. ¡Este es un concurso de padres e hijos! ¿Qué hace aquí este muchacho?—se quejó.

—. ¿Le molesta mucho que no sea su madre?—repuse de igual forma que como ella se quejó—. ¿O tiene miedo a que le ganemos?

—. Señorita, esto no es una competencia limpia si no sigue las reglas.—volvió a atacar señalándome con su índice—. El concurso se hace cada año, ¿como no puede saberlo? ¿Nunca había venido al conservatorio?

—. Bueno, sí, pero nadie dijo que teníamos que ser parientes para entrar.—le respondí cruzándome igualmente de brazos.—. Sus padres no son músicos, no pueden participar con él.

—hizo una mueca de asco y bufó—. Igualmente el muchacho no es apto para participar en el concurso...

Vi como había estirado su mano para empujar con su índice el hombro de Yoongi, planeaba rebajarlo y yo lo sabía, pero antes de que pudiera acercarse más, tomé sus hombros y lo atraje hacia mi impidiendo que la mujer le hiciera algo.

—. No lo toque.—exclamé molesta y alejé completamente a Yoongi de la señora. Parecía impactada por lo que había hecho y como le había hablado, pero no dejaría que lastimara más a Yoongi con sus palabras—. Debería ver como le habla a un adolescente antes de decidir si es apto o no para algo.—dije entre dientes mirándole con el ceño fruncido. Miré a un lado como aquel niño que antes hablaba con Yoongi y ahora estaba ocultándose entre las faldas de esa mujer.—. ¿Es tu madre, pequeño?—el niño me miró de vuelta y asintió débilmente soltando la ropa de su madre.—. No permitas que decida por ti.—finalmente miré a Yoongi temblando en mis manos después de escuchar todo lo que dijo la mujer—. Vámonos, Yoongi.

Sabía que no podía utilizar los cuartos de ensayo si mi solicitud no había sido aceptada todavía, pero no me importaba. Tomé la muñeca de Yoongi y junto con Bo Won caminamos hasta uno de los cuartos que estaba vacío. Había un teclado en una de las esquinas y en las demás había repisas con libros de teoría musical y partituras.
Yoongi se sentó en el banquillo frente al teclado y suspiró profundamente.

Hice una mueca y me acerqué a él, me acuclillé a su lado y le miré a la cara intentando descifrar sus emociones.

—. No le hagas caso a nada de lo que te dijo, Yoongi.—murmuré buscando sus ojos con los míos, y cuando los encontré, él ya me estaba mirando con sus pequeños orbes cubiertos en lágrimas brillantes.

—. No, tiene razón, tal vez nunca debimos entrar al concurso.—repuso el muchacho con su voz rota, intentando controlar su respiración y fallando en el intento.

—. ¿Como puedes decir eso? Yo se de sobra que podemos ganarles sin ninguna dificultad.—le dije acercando mis manos a su rostro y secando las pequeñas lágrimas que se desbordaban de sus ojos.

—. Ya no estoy tan seguro...

Me partía el corazón verlo llorar y darse por vencido, siempre lo había hecho, pero también podía entender que Yoongi no debía hacer nada por obligación, yo debía encontrar la forma de hacerlo interesarse en las cosas, no obligarlo a hacerlas.

—. ¿Podemos ir a casa?—preguntó con un hilo de voz volviendo a mirarme a los ojos. Así que yo también me rendí.

Suspiré profundamente y asentí con la cabeza en señal de comprensión.

—. Sí, podemos irnos a casa.—respondí con una sonrisa y sequé sus últimas lágrimas—. Pero antes, iré a quejarme.—finalmente me levanté del suelo y tomé mis cosas.—. Los veré afuera, iré a la oficina central a...retirar la solicitud.

Bo Won y Yoongi tan sólo me vieron tomar mis cosas y salir del cuarto de ensayo. Cuando cerré la puerta detrás de mi me recargué sobre esta y solté un suspiro profundo y lleno de hastío. No se suponía que las cosas salieran así.

Estuve a punto de irme cuando escuché que Bo Won estaba hablando adentro con el muchacho. Me acerqué al borde de la puerta para escucharlos y cuando me di cuenta que no escuchaba más que murmullos, la abrí un poco para poder oírlos.

—. ¿Por qué te das por vencido tan rápido?—le preguntó mi amigo. Pude ver como se sentaba en el suelo para hablar con él.—. Jiwon estaba muy emocionada porque participaras.

—. Bueno...tampoco quiero decepcionarla.—sorbió su nariz y continuó—. No quiero verla triste... cuando sepa que no ganamos.

—. Jamás dije que estaba emocionada con que ganaras. Con que hayas participado es suficiente.—repuso Bo Won—. ¿Qué te detiene de siquiera intentarlo? Te gusta la música, ¿que no?

—. Pues sí...

—. Pues ve a hacer lo que te gusta, Yoongi.—esbocé una sonrisa con el comentario de Bo Won, y parecía que Yoongi también porque ya no escuchaba sus sollozos—. ¿Tienes problemas con lo que te ha enseñado Jiwon?—alcé mis cejas con curiosidad y me acerqué más a la pequeña abertura de la puerta.

—. No. Claro que no. Me ha enseñado mucho.—soltó una pequeña risa—. Dice cosas extrañas que no entiendo muchas veces. Su ropa a veces parece demasiado avanzada a su época. Pareciera como si...viniese del futuro.

Me congelé al instante cuando dijo aquello. Yoongi por sí solo no podía descifrar que efectivamente venía de otro año, pero quien podía confirmarle sus sospechas era nadie más y nadie menos que Bo Won. Me tenia rogándole en mi mente porque no le dijese nada fuera de lugar. Sin embargo, no dijo nada, tan sólo desvió su mirada y apretó sus labios para no soltar la sopa.

—. Pero me gusta.—dijo Yoongi, sacándome de mis pensamientos.—. Es divertida...y bonita.—se detuvo repentinamente, como si se hubiera dedo cuenta de con quien estaba hablando y alarmado señaló a Bo Won con su dedo índice—. ¡No le digas nada de lo que te acabo de decir!

Solté una risa para mi misma y cerré la puerta del cuarto de ensayo. No había sido Bueno escuchar su conversación, pero fue satisfactorio escucharla.

Sólo esperaba con todo mi corazón, que ese amor se mantuviera diez años en el futuro, para cuando vuelva a encontrarme con Yoongi, saber que sus sentimientos están intactos y aún florecen como los árboles de cerezo en primavera.

Estaba caminando rumbo a la oficina central del conservatorio, pero me detuve. Ya había viajado diez años hacia el pasado y ni siquiera sabía si iba a poder regresar a mi época o si me iba a morir en el 2010, ya había hecho mucho trabajo con Yoongi como para rendirme. No iba a retirar mi solicitud de tener un cuarto de ensayo sólo para nosotros; me llevaría a Yoongi a casa para que descansara y estaba decidida a volver a interesarlo en la competencia y ganar.

Con esa idea regresé con Bo Won y Yoongi y los tres regresamos a la casa de los Min. Bo Won estuvo unos minutos más con nosotros y después se fue a casa, yo por mi parte tomé comida y la llevé hasta la terraza de la casa, Yoongi se unió a mi unos minutos después. Tenía una manta sobre el suelo, una pequeña lámpara, mucha comida chatarra, y el hermoso cielo rosado convirtiéndose en un atardecer; era un picnic muy improvisado y sencillo, pero fue lo suficientemente lindo para mejorar el humor de Yoongi.

Sonreía en grande mientras hablábamos de cosas tontas. Me alegraba poder reparar un poco del daño que las palabras de esa mujer habían causado.

—. Jiwon-ah...—llamó él, le miré atenta y él colocó una papa frita sobre su boca—. ¿De verdad no sabías lo del concurso?

—suspiré cortamente en respuesta—. No...tu padre no me dijo nada y, supongo que también debí haberlo investigado.

—él asintió comprensivo, aunque parecía que le quedaba otra duda—. Yo me refería a tu padre.—le volví a mirar atenta. No entendía por qué mi padre tenía que ver con que no supiera del concurso—. Si te había traído antes al conservatorio...como es que no sabías del concurso.

A ciencia cierta, era una buena pregunta de hecho. Si el concurso existía desde antes, ¿por qué nunca había escuchado de él? ¿Por qué mi padre nunca me había incitado a participar sabiendo que...podía ser una gran oportunidad?

—. No lo se, Yoongi...—murmuré agachando mi cabeza—. Todo lo que hacía a tu edad era muy amateur y un concurso...—me encogí de hombros—. No se.

Pero sí lo sabía, sólo que no quería decírselo.

Probablemente nunca me dijo que participáramos porque tenía miedo de verme decepcionada cuando perdiera, como ya había dicho era solamente una aficionada de la música y de la danza, nunca podría ganarle a todos esos niños talentosos que había visto estos días en el concurso. Posiblemente mi padre no podía soportar verme triste, aunque yo misma supiera la razón por la que perderíamos el concurso.

Era exactamente el mismo temor que tenía Yoongi y el mismo temor que tenía yo. Él no quería verme triste si perdíamos, y yo nunca quise ver a Yoongi triste después de perder aquella competencia.

—. Tal vez no debería preguntar, pero...¿lo extrañas mucho?—volví a mirarle inquisitiva y cuando comprendí, solté otro suspiro, más doloroso que el anterior—. A tu padre...

Cuando él se fue, me había rehusado a pensar en él con frecuencia, razón por la cual supongo que superé su ausencia rápidamente, no porque no lo extrañase, sino porque extrañarlo haría que me sintiera peor de lo que me sentía esos días.

Pero cuando me permitía pensar en él, oh mierda, claro que lo extrañaba. Mi padre y yo éramos uña y mugre, solía pensar que era mi alma gemela; pero algo de su partida siempre me hacía dudar de esto último.

—. Sí, claro que lo extraño.—le respondí al muchacho—. Pero la muerte de mi padre fue su decisión. Así que intento no pensar mucho en él.—dije con una mueca—. Me hace sentir sola.

Parecía que de nuevo había dejado a Yoongi con muchas dudas, pero sabía que no se atrevía a preguntarlas.

Mi papá se suicidó, su muerte fue su decisión. Al saberlo pensé que había sido cobarde de su parte, tenía muchas deudas y problemas indeseados; pero después comprendí que fue mucho más un acto de mártires el haberse matado. Limpió su deuda para no dejarla en manos de mi madre y mía, pero los prestamistas querían nuestras cabezas, si él ya no estaba, no irían detrás de nosotras y por fin estaríamos en paz.

Así que se fue, para siempre. Y meses después, encontré a mi otra alma gemela; un chico de cabello negro, piel pálida y un gusto fino en la música.

—. Jiwon, yo...prometo no dejarte sola.—pronunció el chico mirándome con una sonrisa compasiva. Yo también le di la mejor de mis sonrisas, aunque por dentro quisiera explotar.

Prométemelo de verdad, Yoongi. No me dejes sola, por favor.

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