-¿Qué has hecho hoy?-me pregunto Jason mientras se sentaba en el sofá y me hacia una seña para que me sentara a su lado.
-Nada interesante- mentí sentándome a su lado-fui al instituto y después estuve caminando por la ciudad ¿y tú?
-Si te contara lo que hice hoy… tendría que matarte luego-me susurro en los labios.
Sonreí y lo bese. Su lado misterioso es el que más me atrae, siempre fui la niña buena, pero a su lado, a veces siento la adrenalina que nunca sentí, es como estar infringiendo alguna ley o algo por el estilo.
-Debo irme-dijo separándose de mí y levantándose del sofá.
-¿Dónde vas?-pregunte girándome a su dirección.
-Iré a encontrarme con unos amigos- dijo de espaldas a mí.
-¿Puedo acompañarte?-dije levantándome también del sofá y yendo a su lado.
-Mmm-dijo con los labios apretados-no creo que sea una buena idea.
-Pero no conozco nada de ti-dije renegando- por favor, déjame acompañarte.
-Lo siento Jessica-se disculpo caminando hacia la puerta- pero no-y cerró la puerta con un golpe.
Genial, otra noche de mi estúpida vida encerrada en mi casa, como siempre, porque claro, las que no tienen amigos eso es lo que hacen, estar en su casa haciendo nada.
El sonido del timbre me saco de los pensamientos y de mala gana fui a atender. Si por si acaso era Jason el que estaba del otro lado lo dejaría fuera. Pero no, el que estaba detrás de la puerta era Nicolás, ¿Qué estaba haciendo el aquí?
-Nicolás-dije confundida al verlo parado en mi entrada.
-Me preguntaba si ibas a hacer algo esta noche- dijo con una sonrisa en su rostro.
-¿Yo?-pregunte sarcástica-¿saliendo a la noche? Te confundiste de persona…
-Entonces vamos a cambiar eso-dijo entrando a mi casa- cámbiate que te llevare a un buen lugar.
Decidí hacerle caso, quedarse en casa ya no era una opción, asique subí a mi cuarto y revolví el armario en busca de algo lindo que ponerme. Hasta que me decidí en ponerme unos jeans ajustados de color azul oscuro, una remera negra con algo de brillo en la parte delantera y unos tacos negros que le saque a mi mama. Después fui al baño, me maquille, pero no muy exagerado y peine mi cabello dejándolo suelto. Cuando por fin estuve lista baje para irme con Nicolás que me esperaba apoyado en la puerta y cuando me vio quedo con la boca abierta.
-¿Listos para irnos?-dije agarrando una campera de cuero.
-Claro-dijo Nicolás saliendo del shock y abrió la puerta para que pudiera salir.
-¿A dónde iremos?-pregunte estando ya afuera.
-Conozco un buen boliche a donde podemos ir-dijo-y mucha gente va allí.
Asentí y caminamos bajo las estrellas hacia el boliche que mencionaba Nico. Por suerte no quedaba muy lejos de mi casa, apenas unas 5 o 6 cuadras que se pasaron rapidísimo porque charlábamos y reíamos mientras caminábamos. La verdad era que él me caía realmente bien, y parecía que yo también.
Cuando llegamos a la puerta del lugar, los guardias dejaron pasar a Nicolás sin siquiera mirarlo, pero a mí me detuvieron. Estaba por decirles algo cuando Nico se me adelanto.
-Ella viene conmigo chicos-dijo poniendo una mano sobre el hombro de los dos.
Cuando dijo ello se arrepintieron de haberme detenido y me dejaron pasar rápidamente.
-¿Qué fue eso?-pregunte mirando hacia la entrada.
-Vengo muy seguido aquí-respondió mirando a cualquier lado como buscando algo- ven sentémonos allí-dijo señalando un espacio en la barra.
Agarro mi mano y me condujo entre la multitud de gente hacia la barra. Juro que nunca en mi vida había visto tanta gente amontonada en un solo lugar, apenas se puede caminar y tienes que ir empujando a la gente.
Cuando nos sentamos un barman nos vino a preguntar si íbamos a tomar algo y ante la duda en mis ojos, Nicolás pidió.
-Dos de lo de siempre-dijo decidido al barman y este rápidamente se puso a hacer las bebidas.
-Voy al baño-le susurre en el oído a mi acompañante y el asintió.
Baje del banco de la barra y me dirigí a un pasillo que estaba lejos de la multitud, que supuse que sería el baño. Estaba a mitad del pasillo cuando se empezaron a escuchar gritos provenientes de una de las puertas, y no sonaban nada amable, una gran pelea se estaba desatando en esa habitación.
Me acerque para abrir la puerta, pero esta se abrió de golpe lanzando a un hombre contra la pared paralela a la puerta. Yo solamente me quede en shock mirando la escena, no podía ver a quien estaban golpeando, pero lo único que decían sus atacantes era:
-No puedes hacer nada bien-y le asestaban otro golpe- eres un torpe, danos lo que nos debes.
La víctima estaba tirado hecho un ovillo en el piso, ocultando la cara para que no lo golpeen, no decía nada.
-¡Paren!-me sorprendí gritando y agarrando a uno de los hombres por el brazo, que con una sacudida me saco-No lo golpeen.
-¿Qué hace esta niña estúpida aquí?-quito el más grande de todos- No te metas en nuestros asuntos.
-Pero lo están lastimando-dije señalando al hombre en el suelo.
-Tú no sabes nada-dijo otro saliendo de la ronda de golpes-mejor vete a jugar a las muñecas.
-Dije que lo dejen en paz- dije mirándolos con mirada asesina, ya estaba realmente cabreada.
-Guarden chicos-dijo el grandote riendo- la niña nos va a tirar de los pelos.
Esa fue la gota que derramo el vaso. No sé como lo hice, pero paso. Abrí mis palmas y levante los brazos a su dirección, dejando que llamas de fuego salieran de ellas. Los hombres gritaron y se alejaron del fuego.
-Es ella-dijo el grandote ahora asustado.
Los demás solo asintieron y volvieron a meterse en la habitación rápidamente, dejando al hombre todavía tirado allí. Me arrodille junto a él y le di la vuelta para ver su rostro, y me sorprendí al ver quién era el.
-Jason-dije sorprendida.
-¿Qué haces aquí Jessica?-dijo algo enfadado-podrían haberte hecho daño.
-Yo no me preocuparía de eso-dije con una sonrisa de orgullo en mi rostro- Pero ¿tu estas bien?
-Muy bien-dijo levantándose del suelo- hasta que llegaste tú.
-¿Te salve la vida y así me agradeces?
-No necesitaba tu ayuda-dijo casi gritando- lo tenía todo bajo control.
-¡Te estaban golpeando Jason!-dije poniéndome de pie- Y tu no hacías nada para defenderte.
-Tú no sabes que es lo que paso allí-dijo señalando hacia la puerta cerrada- no puedes opinar.
Se dio la media vuelta y se marcho. Golpee el piso con el pie por haberme dejado hablando sola y después de unos segundos yo también salí, pero no lo vi a Jason en el club, seguramente se habría marchado, asique volví a mi lugar con Nicolás que me esperaba con las bebidas ya preparadas.
-¿Por qué te has tardado tanto?-me pregunto cuando ya estaba sentada en el banco.
-Mucha gente-mentí dándole un trago a mi bebida.
Estaba realmente buena, tenía un pequeño sabor a menta y a chocolate, que hizo que me la terminara enseguida.
-¿Quieres bailar?-me pregunto Nicolás gritándome en el oído ya que la música iba aumentando el volumen.
Asentí y me llevo de la mano hasta la pista de baile, y me arrepentí haber tomado aquella bebida, cuando me levante del banco, toda la habitación daba vueltas, pero no le di mucha importancia y me puse a bailar con Nicolás, que tenía unos muy buenos movimientos, y parecía que a él no le había afectado mucho el trago.
Mientras la noche avanzaba, cada vez me mareaba mas, la habitación daba vueltas, se empezaba a tornar negra, y no podía sentir mis pies, que probablemente sea a causa de los tacones, pero me sentía realmente mal, tenía ganas de vomitar y caerme desmayada allí nomas.
-¿Te sientes bien Jessi?-Me pregunto Nicolás agarrándome del brazo.
-Estoy perfecta- le mentí.
-No parece- dijo parando de bailar- ¿no quieres que nos vayamos?
-No hace falta- lo detuve- me quiero quedar.
-Mejor vayamos a sentarnos- dijo ayudándome a caminar hasta la barra y yo lo seguí sin chistar.
-Algo de agua, por favor- le pidió al barman cuando se acerco y este asintió-Siéntate aquí-dijo ayudándome a subirme al banco.
Y en cuanto me senté mi cabeza se volvió pesada y me recosté sobre la barra, cerrando los ojos para no ver como las cosas se movían sin que nadie las moviera. Pero cuando los abrí, vi a Nicolás echándole algo a mi bebida, un polvo blanco, pero solo lo imagine, porque cuando me sacudió para que bebiera el agua todavía estaba con los ojos cerrados.
Agarre la botella y bebí con ganas, y cuando volví a dejar la botella estaba vacía.
-Creo que es mejor volver a casa-dije.
-Llamare un taxi entonces-dijo buscando su celular en los bolsillos.
Después de unos minutos ya estábamos arriba del taxi volviendo a casa, y mi mareo no cesaba, asique cerré los ojos y por alguna razón me quede totalmente dormida.
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Holaaaaaa! Aqui les dejo el capitulo 8!! espero que les guste y perdonen por la tardanza.
Ya se que esta algo corto, pero el proxime prometo que sera mas largo.
Besos a todos y feliz año nuevo!!
Juuuly (: