Genya y yo, estábamos a un lado de los demás. - ¿En qué piensas? - La cena de Tokito era simple, algo triste.
- No lo sé, estaba mirando un punto fijo. - Conteste.
- ¿En qué piensas tú? - Lo mire a los ojos, el volteó su cabeza para otro lado.
- Estaba recordando cosas hasta que te ví. ¿Aún haremos ese viaje del que tanto me hablabas? - Sonrió.
- ¡Pues, claro que sí! En realidad, si lo piensas bien ya hemos viajado mucho juntos. - Lo dije con seguridad.
- Algún día iremos a un lugar que ninguno conozca. ¿No crees que es más interesante? - Luego de pensar por unos segundos asenti con la cabeza.
El entrenamiento del pilar de la niebla paso muy rápido, ya habían llegado otros grupos.
Sin darme cuenta ya le había dado la autorización al primer grupo para partir al siguiente entrenamiento, yo estaba en el.
- ¡_______! - Mitsuri fue la primera en recibirme, seguido de Hayami y Touko. - ¡Me alegra verlas! - Abrace a mis hermanas mientras le sonreía a mi maestra.
- Hayami recibió una carta de su novio. - La más pequeña levantó su cabeza para mirarme mientras lo decía. - ¡Touko! - Hayami, que se notaba avergonzada llamo molesta a su hermana por lo que dijo.
- ¿Carta? ¿Novio?... - No estaba enterada de esto.
- ¡Los demás pueden seguirme! ¡Estábamos cocinado panqueques para recibirlos! - Seguimos a Mitsuri por su finca, tenía un buen olor además de estar muy limpia. ¡Tal como la recuerdo!
- ¡También ya tengo preparado todo su entrenamiento! ¡La flexibilidad es muy importante! - Escuchaba a lo que decían otros cazadores para ellos mismos: "Kanroji es muy linda." "Estoy seguro de que el entrenamiento será genial, especialmente con la pilar del amor como instructora."
- Debes conocer muy buen a Kanroji. - Me hablo el azabache junto a mi. - ¿Ah? Eso supongo. Tu también debes conocer bien a Himejima.
- El es un poco particular. - Dijo pensativo. - ¡Mitsuri también lo es! Nunca he visto a alguien tan apasionada como ella, la admiro mucho. - Confesar eso era un poco vergonzoso.
- Lo entiendo. - Podía sentir como Hayami nos miraba. ¿Pensará que es un vándalo? No se ve como uno.
Touko iba detrás de Mitsuri, todos íbamos detrás de Mitsuri. - ¡Los panqueques deben estar listos! Quédense aquí. ¡Pónganse cómodos! - Salió corriendo a la cocina, Hayami fue detrás de ella.
Estábamos en su comedor, nos sentamos a esperarla. Touko se acercó a nosostros. - Hola, _______ y Shinazugawa. - Nos saludo a ambos.
- ¿Te acuerdas su nombre? - Asintió mientras veía a Genya. - Como olvidarlo. - Rio en voz baja.
- Hola, Touko. - Relativamente ambos se llevaban bien, ninguno se conocía demaciado para dar una opinión clara del otro.
Lo examinó de pies a cabeza, otra vez. Genya me miró nervioso y confundido. - Eres muy alto. - Dijo.
- Muchas gracias.
- Tómalo como un cumplido, si quieres. - Amplio su sonrisa. ¿Esa es la influencia de Hayami?
- Bueno, Touko. ¿Como la pasaron con Mitsuri? - Pregunté. Creía que la única que detestaba a Genya era Hayami, tal vez solo quiera molestarlo.
- Es muy linda y dulce, huele a mochi todo el tiempo. Invito al resto de pilares a comer durante la semana, el único que vino fue Iguro. Su serpiente da miedo pero es muy linda. - Ya conocieron al Hashira de la serpiente, por no llamarlo admirador de Mitsuri.
Lo llevo a algunos de nuestros almuerzos, solo cruzamos unas 10 palabras y la mitad de ellas eran relacionadas a Mitsuri.
- ¡Entonces la pasaron muy bien! - Respondí emocionada.
- No veo la hora de estar en casa. - Dijo, acomodando un mechon de pelo detrás de su oreja.
- Lo estaremos, no te preocupes. - Sonreí. Genya solo observaba.
No tardaron en llegar con los grandes y deliciosos panqueques. - ¡Ayúdanos a servir, Touko! - Llamaron a la menor, a lo que ella obedeció.
- Tu hermana parece amable. - Dijo el azabache sentado en la mesa, con un grande panqueque en frente suyo listo para ser comido por el mencionado.
Tragué rápidamente lo que tenía en la boca. - ¡Lo es! Touko es muy tranquila. - Hacia pequeños círculos con el tenedor que tenía un pedazo de guafle que de inmediato lleve a mi boca.
Todos estaban contentos por la buena bienvenida que tuvieron por parte de la pilar del amor. Es literalmente amada por todos.
Veía como Inosuke comía, ensuciando todo a su paso. Del lado contrario a Kanao que comía con delicadeza. También Mitsuri que tenía una gran pila de panqueques, solo para ella. También Hayami y Touko comiendo de un lado. Zenitsu comía tranquilo en frente mío.
- ¿Y bien? - Dijo rubio. - ¿Y bien que? - Pregunté mientras lo miraba.
Genya nos observo a ambos mientras masticaba su delicioso platillo. - No es nada. - Me guiño el ojo levantando su dedo pulgar. ¡Es extrañamente obvio! Cuando me dijo que guardaría el secreto y me ayudaría supuse que haría algo así en algún momento.
- ¿Que tal está, ______? - Mitsuri se acercó a mi con su plato casi vacío. Luego de conocerla empecé a comer mucho más de lo que solía comer, distanciarme hizo que eso cambie un poco.
- ¡Está tan delicioso como todos tus postres! - Algunas veces pensaba que nuestra relación era como la de unas buenas amigas más que la de una maestra y estudiante, por nuestras actitudes.
- ¡Sabía que te gustaría! Toma, ponle más miel. - Más que darme la opción de rechazar o aceptar, empezó a untar la miel en todo lo que quedaba de mi guafle hasta dejarlo cubierto.
En realidad iba a rechazarlo, pero se la notaba tan entusiasmada que simplemente le seguí la corriente.
- ¿No quieres más? - Le pregunto a Genya, el nego con la cabeza rápidamente.
"¡Yo quiero más Kanroji!" "¡También quiero un poco más!" "¡Esto está delicioso!" "¡Si no es molestia también quiero más!" Todos elogiaban a Mitsuri y le pedían más porciones, se puso roja de la emoción y fue a servirle a todos mientras reía y conversaba.
- Sin duda es genial. ¿No lo crees? - Tenía los codos en la mesa mientras que apoyaba mi mentón en la palma de mi mano.
- Admiras mucho a Kanroji. - Hablo el azabache que también observaba a la pilar.
- ¡Claro que sí! ¿Tu no? - Dije con las mejillas coloradas.
- Si. Es una mujer fuerte, sin ella estaríamos muertos. - Una reflexión un poco específica pero cierta.
- Tienes razón. - Dije.
- Espero ser como ella cuando crezca. ¿Tu no idólatras a nadie? - Pregunté, mirándolo a los ojos.
- Himejima, Sanemi... Incluso tu.
- ¿Yo? No esperaba eso. - Sonreí un poco nerviosa. No creí que nadie me admirará, menos Genya. El también se puso rojo por mi reacción.
- ¡Claro, también creo que eres alguien fuerte y hábil! - Dijo completamente rojo, de pies a cabeza.
- ¡También creo que eres fuerte! - Esta vez un poco más roja, dije a casi su mismo todo de voz. Nuestro comportamiento era tan ridículo que lo había gracioso, eso pensaba el que lo presenció todo; Zenitsu.
- ¿Me Admiras? - Pregunto.
- ¡Si, claro que sí! Pienso que eres genial. - Confesé, mis mejillas se tornaron más rojas.
- Nunca creí ver a ______ así. - Las hermanas y ayudantes temporales de Mitsuri hablaban entre ellas.
- Ese tipo es raro. - Dijo la mayor.
- Todos los tipos son raros para ti. - Contesto su hermana menor a lo que juzgo.
- Mmm... - Trago el último bocado de su postre. - Deberías relajarte Hayami.
- Aún así es raro... - Se encogió de hombros. - ¿Raro que tu hermana mayor demuestre afectó a alguien más? - Agrego la otra.
- ¡Eso no! - Contradijo el argumento de Touko.
- No es su culpa. Además, tu también tienes a tu amado Murata. ¡Ese chico si es raro! - Meneaba sus brazos de manera burlona. - El viene a nuestra finca con el pretexto de que acabo una misión por aquí, aunque ambas sabemos que viene específicamente para verte y hablar contigo, además de invitarte a pasear cuando tiene oportunidad. - Rio, la contraria se sonrojo por el resumen que hizo la azabache a las excusas de Murata.
- Estoy casi segura de que ese chico es una buena persona. - Se levantó con su plato para dirigirse a la cocina.
- Hacer las tareas de la casa es tan difícil... - Hayami escuchaba como la pequeña se quejaba a lo lejos. Una vez más, miro el círculo social de su admirada hermana mayor.
" - ¡No puedes volverte cazadora sin avisar! - Exclamó la Hayami de años atrás, reclamándole a ______ la poca comunicación que tenían entre ellas.
- Lo siento... - Dijo, se le veía con las manos y distintas partes del cuerpo con moretones y rasguños por su entrenamiento. - ¿Porque no nos avisas? No quiero que también...
- Hayami. - La tomo de los hombros. No estaba segura de lo que hacía, no sabía que hacía. - Tenme confianza. - Hablo temblorosa mientras la abrazaba.
- En el caso de que algún día muera por cualquier razón. No quiero que te arrepientas de lo haberme ayudado, porque me ayudas todo el tiempo. Tu eres el sostén de la casa, sin ti no hay nada. Si ya no estoy, necesito que te levantes y protejas todo lo que ames. - Hayami correspondió el abrazo, sabía que ya no podía detenerla aunque lo intentará.
El dia que llegó junto a su entrenador a la finca luego de salir con vida de la selección final, no podía dejar de llorar. Tanto como se volvió tsuguko de una pilar.
Se había vuelto una figura importante en la organización secreta mientras que ella observaba. Juro que la protegería como podría, ella lo dijo. "Proteje todo lo que ames" Eso haría. No le importaba no tener talento con Katanas, no le importaba tener una gran fuerza física. Ella protegería a lo que más ama.
No se había dado cuenta de que desarrollo un tal cariño por ellas que hasta de volvió posesiva. No dejaría que nadie les haga daño, golpeo con una escoba a un chico por su ideología.
El único que sabía sobre eso era Murata, que en una de sus citas ella se abrió y compartió sus inseguridades con el cazador. El no la juzgo, fue comprensivo.
Para los ojos de Hayami, ______ era una gran heroína, su última figura materna y sin duda... La mejor hermana mayor de todas."
- Ah... Creo que tenías razón. - Volvió a hablar la peli castaña, entrando a la cocina.
Del otro lado, Zenitsu se contenía para no explotar delante nuestro. Era un total idiota. ¡El actual igual! Creo.
La alma de Genya había salido de su cuerpo, al igual que la mía. - Gracias por creer eso de mi, me sorprendiste. - Dije en voz baja, levantando mi tenedor con un pedazo de panqueque para llevarlo a mi boca.
- Yo debería agradecerte. - Estaba tan tieso como una roca.
- Esto es un caso perdido... - Pensó Zenitsu, con una mueca en su rostro.
Me gustaría tener la voluntad para poder actualizar más seguido,,,,, Tengo poca imaginación últimamente.