La habitación estaba completamente en silencio, después de romper el huevo ambas se asustaron.
— P-Piero dijo que lo comeríamos en cualquier momento... Así que no importa... Creo...
— ¿El sabio lo dijo?
Riu estaba temblando sobre sus pies, si Fii no le hubiera dicho eso, quizás estuviera temblando tumbada en el suelo.
— Sí, sí, lo escuché de él... No debemos preocuparnos... Pero no debemos dejar que se exponga al aire, debemos de cubrir el hueco hasta que lo cocinen...
Era cierto lo que decía, Piero lo había mencionado antes, pero lo repitió para sí misma como forzando una excusa. Además quería ocultar la evidencia escondiéndola en la mochila.
Fii abrió su mochila y guardó el huevo con cuidado, para evitar que se rompa más de lo que ya estaba. Luego las dos se sentaron en un rincón en silencio. Fii que normalmente estaría hablando sin parar, ahora estaba totalmente en silencio.
— ¿Estás segura? —Miró a Fii con ojos llorosos.
— ... Le diré a mi hermana que lo cocine... Hoy...
Riu parecía tranquilizarse, las dos respiraron profundo, ahora mismo su respiración era el único ruido en la habitación.
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Dirigiendose a la casa de Fron, sintió una sensación de liberación, el recuerdo de pelear en compañía, le hizo sentir una satisfacción y una unión a Merli que nunca antes había sentido con Camila y Fii. Si descartabas los momentos en que Merli casi lo golpeaba con sus movimientos del pico quizás el recuerdo sería mucho mejor.
Para él pelear era para obtener comida o para escapar, nunca había tenido una pelea similar, que a pesar de que también peleaba por su vida la sensación fue distinta, sintió ser un equipo peleando para sobrevivir.
Quizás el combate fue muy fácil y por eso sintió satisfacción y no temor por su vida, o tal vez era otra cosa. Parecía que cuestionarse todo era su especialidad. Sonrió en su mente y para cuando fue consciente ya estaba frente a la casa de Fron, encontrando a Camila en la puerta.
— ¿Camila?
Apenas hizo contacto visual se acercó a su lado.
— Sí, soy Camila. Deberíamos irnos ahora mismo, es un asunto importante que tratar... Y gracias, Fron, tus esposas son muy amigables.
— No se. Preocupe. Fue un placer. Ayudarlos.
Ella lo agarró de su brazo y lo jaló para empezar a caminar.
— ¿Camila qué-
— Silencio, sigue caminando.
Había pensado que la encontraría asustada después de salir corriendo por ayuda, pero ahora su comportamiento lo confundió.
— ¿Eres la Camila con recuerdos cierto?
— Recuerdos no, pero ahora mantente en silencio y sígueme.
Después de ser llevado a la parte trasera de una de las casas. Camila parecía recobrar el aliento.
Camila miró a todos lados para ver si había alguien cerca, pero la aldea era tan desierta como siempre. Conforme con su búsqueda volvió a su lado y lo miró directamente a los ojos.
— Necesitamos huir de la aldea.
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Después de repartir golpes por todo lados su cuerpo se sintió calmado al fin. Pero no mucho después la picazón volvió.
— Debo ir a su lado... Gran sabio...
Salió de la cueva y corrió a su casa, encontró a Camila y Piero hablando, pero no les prestó atención. Abrió la puerta y miró su mano ensangrentada.
— ¡Primero un baño!
Necesitaba estar limpia en presencia del Gran sabio, estar así de sucia y apestosa mancharía el inmaculado laboratorio que el sabio conservaba. Sería un pecado muy pero muy grave. Así que salió de su casa y se dirigió al río, donde se zambulló y limpió su cuerpo hasta que las manchas y olor desaparecieron. Fue difícil y tardado, pero no sería negligente por su apuro.
Antes de salir vio llegar a Piero acercándose al río pero no le prestó atención y corrió de vuelta a su casa. Donde sacudió su cuerpo hasta dejarlo seco. Entró a su habitación y movió un cajón para dejar al descubierto una escotilla. Levantó la tapa y frente a ella se mostró una escalera que descendía hasta otra puerta más.
Apenas abrió la puerta a unos tres metros se encontró otra puerta más. Era tedioso pasar siempre por ese lugar cada vez que visitaba al sabio. Suspiró y siguió adentrándose. Cerró la puerta trasera y las luces se prendieron. Eso siempre la sorprendía. No entendía cómo lograba que la luz entre a un lugar tan profundo. Su único pensamiento es que era el Gran sabio y que él podría todo.
Con la puerta cerrada y las luces encendidas una brisa fría circuló en la pequeña habitación, luego una corriente de aire caliente despejó la anterior brisa. Todo terminó cuando la puerta delante de ella se abrió automáticamente, dejándole avanzar.
La habitación se iluminó y más luces se encendían mientras caminaba. Avanzó tan rápido como para que sea llamado caminata y no trote, al gran sabio no le gustaba que corra por los pasillos. Aunque siempre quiso saber si ella podría ser más rápidas que las luces. Quizás si corría lo más rápido que pueda lograría ganarles a las luces que se encendían.
Faltaba encontrar al Gran sabio, sabía que estaba aquí abajo, pero había muchas habitaciones y no podía entrar en todas, así que empezó por las que le era permitido. Pero antes de poder abrir una de las puertas el suelo tembló.
— ¿Hueee?
No era un temblor ya que paró inmediatamente, pero fue lo suficiente fuerte como para que perdiera el equilibrio. Sin saber qué lo causó abrió la puerta para saber si el golpe provino de esa habitación, pero sintió nuevamente el retumbar.
La habitación estaba vacía, no había nada dentro. Cerró la puerta y fue a la siguiente.
— ¡Gran sabio!
Habitación por habitación empezó a buscar al Gran sabio sin tener suerte. Pero mientras más avanzaba el retumbar se sentía más fuerte.
— ... ¡La Kron!
Teniendo una revelación se dirigió a la habitación donde fue encerrada la kron abrió la puerta y miró el interior.
Las paredes se veían rasgadas por todos lados y la cabeza de la kron era irreconocible. ¿Qué le provocaba actuar así? Si planeaba escapar había un límite en intentos, tarde o temprano descubriría que no tenía escapatoria eso ya debería ser obvio. Pero esta Kron golpeaba su cabeza repetidas veces con todas su fuerza.
[Se detectó fisura grave, procediendo a sedar]
Del techo donde estaba la Kron se desplegó un arma extraña y disparó varias veces a la Kron.
[Esperando reacción, sugerencia, encapsular a la criatura]
Era la primera vez que Merli escuchaba esa voz, era una voz femenina y con cierto grado de frialdad. Como si no tuviera emociones. No sabía de qué dirección salía la voz ya que la escuchaba en todas las direcciones. Pero sabía que ella acababa de tranquilizar a la Kron ¿Acaso era otra Sabio? ¿En qué momento llegó? ¿Será con la que siempre hablaba el Sabio?
[Sugerencia, encapsular a la criatura]
Al pensar en eso Merli se entristeció.
[Sugerencia, encapsular a la criatura]
— ... Si te escuché. —Respondió molesta.
[¿Cuál es su decisión?]
— ¿Hum?
La hembra había sedado a la criatura por su propia cuenta, sin embargo ahora parecía estar pidiendo su opinión. Merli no sabía si estar enojada o sorprendida.
[¿Desea encapsular a la criatura?]
— ¿Por qué me hablas así? ¿Yo qué sé? has lo que quieras. —Viendo que ella podía controlar a la criatura decidió dejarle todo el trabajo.
[Siguiendo con el protocolo]
Antes de salir de la habitación vio cómo extraños tentáculos levantaron a la Kron y la ubicaron en el cilindro donde había sido creada.
Sin preocupaciones decidió seguir buscando al Gran sabio. Pero la sabio de la que quería alejarse parecía seguirla.
[El reconocimiento de voz es fallido. ¿Usted es nueva?]
— No me sigas ¿Acaso no tienes otra cosa que hacer?
[El reconocimiento falló nuevamente, usted es nueva aquí, bienvenida]
— ¿No me escuchaste? ¡Aléjate! —Caminó más rápido.
[No la estoy siguiendo. Hubo un problema usted no es nueva, registros indican lo contrario]
— No me digas. —Volteó los ojos— ¡Tú eres la nueva aquí! —Se burló por su error.
No sabía algunas de las palabras que dijo la sabio, pero entendió el significado general.
[ ... Detectando broma...]
Con cada palabra que decía más odiaba a esa nuevo sabio. Había entrado en muchas habitaciones pero no lograba escapar de la voz y lo peor es que no encontraba al Gran sabio y sus opciones se acababan.
— Sí, sí, una broma. Piensa lo que quieras.
[... Detectando sarcasmo...]
— ¡Ya cállate!
Había llegado a su límite, ahora quería encontrar a esa sabio y golpearla, no le importaba que sea una conocida del Gran sabio o lo que sea, ahora mismo estaba muy alterada y la forma en la que hablaba la irritaba aún más. Pero lo que escuchó después hizo que se congelara.
[Detectando amenaza, requiere eliminación inmediata]
Esta vez, igual que con la Kron, el techo se abrió y bajaron varias armas, Merli las conocía, eran del mismo tipo de arma que utilizó el Gran sabio en la guerra. Y ahora diez de esas armas la estaban apuntando.
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— ... ¿Por qué tan de repente? —Arrugó su frente.
Después de ser arrinconado por Camila, ella le exigió escapar de la aldea y no parecía estar bromeando, hasta podía decir que lo decía como advertencia.
— Sabía que había algo extraño desde que llegamos, pero esto superó mis expectativas, este lugar no es seguro ¡Debemos huir ahora!
Parecía estar nerviosa, pero hablaba muy en serio.
— ... Tranquila... Primero cuéntame qué pasó para que me digas eso.
Tratando de calmarla hizo que tomara asiento al lado suyo pero se negó.
— ... Ellos están locos, les lavaron... La cabeza. No sé cómo explicarlo... Ahora, cuando la otra Camila fue llevada con las esposas de Fron... Lo que vio... Ella no pudo soportarlo y terminó dejándome al mando-
Camila se detuvo abruptamente y miró a su alrededor. También hizo lo mismo y vio pasar a Merli, al parecer tenía prisa por la velocidad a la que iba. Pensó que Camila se había detenido por Merli, pero nunca dejó de seguirla con la mirada a pesar que desapareció de su rango de visión. Unos segundos después vieron a Merli correr en dirección al rio, recién en ese momento Camila bajó la guardia.
— ... Ese gran sabio, no es un aliado y peor aún alguien cuerdo. Eso es lo que debes de saber. Ahora necesitamos alejarnos de aquí, cuando estemos lo suficientemente lejos lo explicaré mejor.
— ¿Por qué ahora?
— ... Porque ahora creo que es cierto el poder del Gran sabio. —Giró la mirada.
Antes de poder preguntar sobre el tema, Rai llegó corriendo hacia ellos.
— Sabio Piero, ya hablé con la líder, dice que lo espere un momento, ella se arreglará para recibirlos.
— Está bien, gracias. Iré a limpiarme, quizás demore más que ella, puedes ir a avisar.
Al mencionar el tema del baño Rai miró su cuerpo que también estaba sucio.
— ... No puedo volver hasta que me limpie... —Agachó la cabeza— Ensucié el piso y la líder no quiere que entre de nuevo así.
— Disculpa, fue mi culpa.
— No, no-
— Dejen eso. —Interrumpió Camila— Piero, ve a limpiarte y tú, Rai, quiero hablar contigo un momento.
— Lo que usted diga...
Seguía sorprendiéndole la diferencia que había entre las dos Camila, aunque dijo que no había recuperado sus recuerdos la diferencia era notable. ¿Si recupera sus recuerdos cambiaría aún más?
— Toma esto. —Le entregó el cuerpo de la criatura que recogió— Cuando tengas tiempo y estés limpia, ve a verme en la casa de la líder, lleva esto, así tendrás una excusa para entrar.
Camila y Rai miraron el cuerpo con desagrado, pero no le importó, ahora que Merli parecía ocupada, Rai era la única que podía hablar sobre lo sucedido. No estaba seguro que le crean, quizás si llevaba a alguien de la aldea eso sería más fácil.
— ¿En serio confías en ella?
La pregunta asustó a Rai, quien se puso nerviosa.
— ... No puedo decirlo todavía.
La mirada de Camila era muy fría, como si hubiera hecho algo malo.
— Ven Rai, hablemos en otro lado.
— S-sí. —Rai siguió a Camila.
Con las dos marchándose Piero se apresuró al rio, él estaba mucho más sucio que Rai, así que Rai no demoraría mucho en alcanzarlo. Debía apresurarse antes que se seque más la sangre. Era muy molesto y doloroso quitar sangre seca de su pelaje.
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Cuando llegó al Rio vio a Merli saliendo de este. Estaba sin rastro de sangre de la anterior pelea. Su pelaje parecía brillar por los rayos de luz y las gotas que caían de su pelo le daban la impresión de que ella misma brillaba.
Unos segundos después Merli sacudió su cuerpo fuertemente para quitar la humedad de su pelaje, malogrando la impresión que Piero tuvo de ella.
Después de repetir esa acción hasta asegurarse que estaba seca corrió hacia la aldea, dejándolo solo en el rio.
— Qué habrá querido decir Camila con "Lavar la cabeza" ¿Es malo limpiarse la cabeza? ¿O quizás oculta algo y hay un mensaje oculto?
"Primero la desaparición o huida de los habitantes y ahora dice que están ¿locos? Si están locos explicaría por qué salieron de la aldea, pero no encontramos a ninguno, ella se refería a los que se quedaron... ¿Están locos por quedarse?"
Mientras más lo pensaba menos entendía. Pero ahora Camila también quería salir de la aldea ¿Debian huir también?
"... Informaré sobre lo sucedido y después... ¿Nos iremos...?"
Pensar en eso le dolía, después de encontrar lo que tanto anhelaba y ahora tener que dejarlo. Era tan contradictorio que le causó gracia.
— ¿Qué está pasando realmente?
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Después de estar en silencio por un buen tiempo, Fii decidió hablar.
— ¿Quieres hacer algo?
— ... ¿Qué cosa?
— No sé ¿Jugar?
— ... ¿Qué juego?
— No sé...
Y la conversación se acabó, llenando de silencio la habitación. Era muy incómodo y no podían dejar de pensar en qué pasaría cuando se enteren que el huevo se rompió.
— Gruuuuuuh
Sonó la barriga de Fii.
— Pufs. —Se aguantó la risa.
Después de acostumbrar su estómago a comida diaria, delató que tenía hambre.
— Gruuuuuufs. —Volvió a sonar.
— Hum...
— Gruuuuuuuufs.
— Pufs, jajajajajajajaja.
Volviendo a sonar por tercera vez Fii no pudo evitar reírse, el sonido era muy anticlimático y Riu tampoco pudo evitar reírse.
— Jajajaja.
Las dos empezaron a reírse fuertemente. Hace poco estaban muy tensas por el huevo roto y ahora se estaban riendo. Parecía que la tensión acumulada impulsó aún más su risa.
— Jajajajajaja. —Riu sostuvo su estómago.
— Jajaja. —Secó algunas lágrimas de sus ojos.
Con la risa calmada parecía que las dos estaban más tranquilas.
— Ah, nunca me había reído tanto.
— Yo tampoco... ¿Estas segura que no se enojaran?
Al parecer a Riu todavía le seguía preocupada, pero estaba menos tensa ahora.
— Piero casi nunca le prestó atención y dejó que metiera varias piedras y cosas que podían lastimarlo, así que creo que no...
— ... ¿Por qué quería guardar un huevo hasta que eclosione? —Miró el huevo tapado.
— No lo sé, nunca lo mencionó en las historias que contó.
— ¿Historias? —Le llamó la atención.
— Sí, él nos contaba muchas cosas en el viaje — Levantó la cabeza como si estuviera recordando algo.
— Mi hermana me contaba historias antes de dormir, pero dejó de hacerlo... Llegaba cansada a casa después de todo...
— Piero también contaba historias antes de dormir... Pero eran sobre sus días solo. Eran un poco tristes...
— ¿Él estuvo solo? —Mejoró la imagen que tenía de Piero pero se sorprendió más por la última parte.
— Sí, estuvo medio año solo y después conoció a Speedy. Estando medio año más los dos solos.
— ¿Te refieres a la Kron?
Ya habían hablado de ella antes, pero no estaban seguras si Speedy era la Kron que se encontró Riu.
— Sip.
— ¿No los atacó? —Preguntó indecisa.
Rai le había contado de muchas criaturas peligrosas y una de ellas era la Kron. Era especialmente hostil contra las hembras.
— Speedy no haría eso. Jump. —Cruzó los brazos— Aunque si lo intentó al principio...
La afirmación de Fii terminó desmoronándose con la inseguridad que mostró después, parecía que eso era una cualidad de ella. Las dos se rieron de su conversación y antes que pudieran seguir conversando escucharon pasos provenientes del pasadizo.
— ¡Volvieron! —Corrió al pasadizo.
— ¡Espera!
Siempre que Rai volvía tocaba la puerta para avisar que entraría y esta vez no fue así. Riu tuvo un mal presentimiento e intentó detener a Fii pero fue demasiado tarde.
— ... ¿Quién es-
Antes de poder terminar de hablar sintió un piquete en su hombro y después toda la fuerza de su cuerpo escapó sin dejar rastro, golpeando el piso sin amortiguar su caída.
Riu miró con miedo sin poder hacer nada. Su amiga estaba tumbada en el suelo y el que lo provocó era indiferente a lo sucedido mientras miraba el cuerpo inconsciente.
Al descubrir quién era Riu se quedó inmóvil, hasta dejó de respirar por la sorpresa. Quien estaba allí fue quien su hermana le había advertido varias veces que debía alejarse.
— Esto fue mucho más fácil de lo que pensé.
Levantando el cuerpo de Fii el gran sabio miró a Riu, llevó una de sus garras hacia sus labios y le dijo que guarde silencio. Giró su cuerpo y salió de la casa con Fii en el hombro.