Maratón 2/3.
El viento de la noche me golpea sutilmente dándole a mí rostro felicidad. TaeHyung maneja hacía el restaurante para la cita doble, ninguno de los dos hemos cruzado muchas palabras, solo lo máximo, estamos bastantes cómodos como para entablar una conversación.
Su mano se encuentra en mí muslo como siempre mientras le da leves caricias dejándome extasiada y relajada. La música de Chase Atlantic resuena en los partes dándole un toque distinto al ambiente que nos rodea.
TaeHyung va tarareando la canción y yo sonrío por mis adentros, me encantaría que todos los días fuera así de sencillo, pero sé que a ciencias ciertas nunca va a ser de esta manera.
Él me avisa que estamos a una cuadra así que yo cojo mí móvil para avisarle con un mensaje a Mark que estamos llegando, así se queda tranquilo y ve que no lo dejé plantado.
Él chico a mí lado estaciona el automóvil y sale para dar la vuelta y abrir mí puerta, me ofrece la mano y yo gustosa se la acepto, vamos así, caminando tomados de la mano como si fuéramos una pareja real, cosa que no somos. Pero no me molesta. En absoluto.
Entramos al lujoso local y una chica nos da la bienvenida con una sonrisa amable. El primero en hablar es TaeHyung.
—Buenas noches, tenemos una reserva al nombre de Nakamoto Yuta—la chica le sonríe y checa el nombre y cuál es la mesa.
—Oh sí, la mesa es la 14, la que está junto a la ventana y una de las más alejadas, permítame acompañarlos—lo mira de arriba a bajo por última vez antes de dedicarle una sonrisa.
Ruedo mis ojos y presiono con fuerza su mano, él por su lado, se gira y me guiña el ojo para luego mirar a la muchacha que nos está guiando.
Una vez que encontramos la mesa puedo notar a un nervioso Mark Lee acompañado de un chico rubio bastante apuesto. La mirada de mí amigo se conecta con la mía y me dedica una gran sonrisa para después levantarse de la silla e ir a abrazarme.
—Muchas gracias por venir, Su, sé que te debo una—me susurra al oído y yo le dedico una dulce sonrisa, se separa de mí para luego tirar de mí brazo—ven, siéntate a mí lado.
Camino hacia la silla y me siento junto a él, Tae está al frente mío mientras que Mark enfrenta a su novio.
El restaurante es sencillo pero elegante, emana una vibra de relajación pero festividad a la vez, es raro de describir, pero me gusta mucho.
La música de fondo no es ni muy baja ni muy alta lo que permite que el público pueda apreciarla y charlar a la vez, la decoración es moderna y clásica, nada nuevo.
La mirada de Yuta se dirige a mí y me sonríe mostrando sus dientes, wow, su sonrisa es... Simplemente wow.
—¿Hyun Su, verdad? He oído mucho sobre ti, esta persona de aquí siempre habla sobre ti—miro con evidente sorpresa a Yuta, TaeHyung golpea indiscretamente el costado del primero provocando una risa en Mark y yo.
—No sabía que Kim hablaba sobre mí, es algo... Tierno—le miro para luego dedicarle una dulce sonrisa.
—¿Qué dices, Yuta? No es que siempre hable de ti, pero te he nombrado muchas veces, me es imposible ocultar tú identidad—me dedica una sonrisa socarrona y yo me sonrojo levemente.
—Como si Su no hablara de ti, mira que lo hace, y mucho—le dedico una mirada asesina a Mark para luego golpearlo suavecito en el hombro sacándole una carcajada a su novio y a él.
—Y-ya basta de hablar sobre eso, cambiando de tema, ¿cómo les va en el trabajo? Me imagino que debe de ser complicado—el camarero se acerca para pedir nuestras comidas así que Yuta me hace señal de que luego me responde.
—Señores y señorita, ¿qué van a ordenar? ¿ya tienen algo en mente o necesitan una ayuda?
El mesero nos observa pero se queda un poco de tiempo más observándome a mí, TaeHyung nota esto así que carraspea alto para atraer la atención del trabajador.
—Vamos a ordenar comida japonesa, ya que mí querido amigo es japonés, quiero dedicarle esta cena a él—este último le dedica una gran sonrisa para luego asentir efusivo.
—Bien, ¿qué platillos van a pedir?
—Yo quiero Uramaki Sushi, por favor—Nakamoto mira a mí amigo en la espera de que diga su platillo.
—Yo quiero Okonomiyaki, junto con Yakitori—Mark me observa así que yo miro la carta para luego decir mí pedido.
—Yo quiero una Sopa de miso junto con Tonkatsu, por favor—por último TaeHyung observa al camarero con ganas de querer matarlo pero le responde de igual manera.
—Quiero lo mismo que ella.
El trabajador nos dedica una reverencia y se va apresurado, miro a Kim con una expresión de confusión y molestia. Él por su parte no me mira, solo se dedica a conversar con Mark.
—Su, respondiendo a tú pregunta anterior, no es tan complicado, bueno, por mí parte soy abogado penalista, me ocupo de casos difíciles y tengo que defender a personas que a veces me gustaría mandarlas a tomar por culo, pero el dinero es dinero—me dedica una mirada y yo atenta a sus palabras asiento lentamente.
—De los hombres que fueron ayer a la universidad, ¿son todos abogados penalistas o hay diferentes?—Yuta me observa para luego asentir y tomar su copa y darle un sorbo.
—De nuestro grupo de amigos, que somos los que estábamos ayer, tres somos penalistas, TaeHyung, Johnny y yo, luego está Taeyong que es abogado de familia, también hay otro amigo en nuestro grupo que no estuvo ayer, se llama Choi SeungCheol, es abogado mercantilista, algún día tal vez lo conozcas—observo a Kim y ahora que lo veo mejor le queda bien el papel de abogado penalista, nunca lo había imaginado de esa manera.
—Nosotros somos los que ocupamos los peores casos por decirlo de esa manera, Taeyong puede que también tenga algunos casos serios por las familias que ha tenido que lidiar, pero hay algunas excepciones—TaeHyung me responde y me mira en silencio, asiento a sus palabras y prosigo a beber mí copa de vino blanco.
—Es una carrera totalmente diferente a la que nos vamos a dedicar nosotros, eh—Mark mira con un brillo en los ojos a su novio y yo sonrío mentalmente, son tan lindos.
—Lo sé, precioso, me encanta que me digas lo mucho que te apasiona la medicina, lo mucho que imaginas cada día con ser cirujano, me encanta tú perseverancia, ya te lo he dicho—Mark sonríe dulce y se deja acariciar en la mejilla por su amoroso novio.
Él hombre que está al frente mío me observa en silencio, yo giro y me encuentro con su mirada, sus ojos brillan pero no entiendo el porqué, sus ojos siguen fijo en mí rostro hasta que me dedica una sonrisa de lo más sincera posible acelerando mí tonto corazón.
Se la devuelvo y él acaricia mí mano con parsimonia y mansedumbre poniéndome nerviosa por su notorio cambio de actitud. Los platos al fin llegan y nosotros cambiamos el tema de conversación.
La bebida y comida estuvo riquísima y me encantó conversar con Yuta durante toda la velada, se nota que es un buen tipo y que quiere muchísimo a Mark, además es bastante interesante pero a la vez trasmite esa aura de misterio y me parece cautivador.
El japonés ofrece ir a un bar para seguir tomando un par de copas más así que sin pensarlo mucho, Tae y yo decimos que sí y mí amigo se pone aún más feliz, caminamos hacia el estacionamiento con mí amigo abrazando mis hombros y Yuta junto con TaeHyung conversando de algún asunto del trabajo.
Nos separamos para ir a nuestros respectivos autos no sin antes acordar el lugar y dónde estacionar.
Nos metemos dentro del coche y Kim arranca sin más.
—¿Te gustó la cena?—su mano se entrelaza con la mía y me observa una vez que para por un semáforo en rojo.
—Me ha encantado, Mark ha quedado fascinado y contento, tú amigo es encantador y se ve perfectamente que adora a mí amigo, eso me pone feliz—él asiente y luego coge mí mano entrelazada con la suya y deja un casto beso en el dorso, mí pulso incrementa y quedo asombrada por su acción.
—A mí también me ha gustado mucho la cena, y me alegra que a ti te haya encantado, sé perfectamente que Yuta está coladísimo por Lee, solo espero que no la cague, es propenso en hacer eso.
Proceso sus palabras y asiento a ellas, espero lo mismo, sino Nakamoto Yuta puede considerarse sin pelotas. Un par de minutos después ya llegamos al bar, una vez los cuatros juntos, caminamos hacia la entrada, de afuera se ve claramente que es un hotel bastante dispendioso y costoso.
—Este es un hotel de cinco estrellas, pero tiene un bar aparte dónde la mayoría de la gente vienen a relajarse, inquilinos del hotel o otras personas fuera de este—Yuta nos explica lentamente, a veces me sorprende lo bien que sabe hablar coreano, es mejor que yo, y eso que soy coreana.
Nos adentramos y nos dirigimos a la barra, nos sentamos todos juntos, yo quedé en el medio con Nakamoto a la derecha y TaeHyung en mí izquierda.
El camarero se acerca y le pedimos una botella de Martini para compartir entre los cuatro. El señor nos da un vaso apropiado para tomar esta bebida, nos entrega hielo y luego se va dejándonos a nosotros a cargo.
TaeHyung nos entrega el cristal y nos sirve el alcohol para luego agregar dos cubos de hielo, nos sonreímos entre todos para posteriormente degustar este delicioso cóctel.
Entre risas y pláticas sin fin, el alcohol se nos sube un poco y ya es cuando nos reímos sin parar y las estupideces no paran de salir de nuestra boca.
Y ya cuando Mark y Yuta se empiezan a besar y a arrimarse es cuando sé que la cosa terminó ahí, me sirvo otro trago como puedo y lo voy tomando, todo bajo la atenta mirada de TaeHyung, quién no ha dejado de observarme durante toda la noche.
—¿No vas a tomar más?—le dedico una mirada llena de curiosidad para después dejar escapar una risita, percibo su risa ronca chocar con mí oído y un escalofrío pasa por mí columna vertebral.
—Creo que no, además estos dos lo más probable que se vayan a una habitación de aquí, no creo que aguanten mucho—y tiene razón, Yuta está casi encima de Mark mientras se comen desesperadamente la boca.
Y algo pasa dentro de mí porque la imagen visual que tengo al frente, prende algo dentro de mí, no sé si será el alcohol o es realmente yo, pero las ganas de follar incrementaron muchísimo.
—Bueno, chicos, creo que mí bebé y yo nos iremos, ya saben, nos podemos reunir otro día de nuevo, me gustó muchísimo la velada, Hyun Su, un gusto conocerte, espero de verdad verte otra vez—veo a mí amigo dejar un beso en su cuello para luego abrazarse a su novio—nos vemos.
Se despide con la mano para luego abrazarse a la cintura de Mark y caminar a la salida del hotel, la tensión es palpable entre nosotros y no tengo ni idea que hacer.
Sigo tomando la bebida hasta que me la termino y decido no tomar más, creo que es suficiente. Me giro y enfrento a TaeHyung quién posa rápidamente su mirada en mí, y puedo asegurar que en sus ojos veo destellos de deseo, como en los míos.
Su mano va a mí muslo y lo aprieta fuertemente dejándome sin aire, de pronto el ambiente se vuelve más caluroso y necesito de su contacto físico.
—Su... ¿Estaría mal hacer lo mismo que ellos? Una escapada no estaría mal—sus labios rozan mí oreja y su aliento golpea causándome un cosquilleo en mí zona baja.
—No, no estaría para nada mal—sale en un susurro pero sé que el fue capaz de escucharlo ya que saca de su bolsillo una cantidad de dinero y lo deja en la barra, hace una seña al mesero quien entiende y viene a recoger los billetes.
Toma de mí mano y tira de mí para luego llevarme a la parte del hotel, pide una habitación y de manera rápida nos dirigimos a ella, las ganas de sentirnos es evidente y no queremos atrasar más la noche.
Una vez allí, en la fría habitación, ambos sabemos que nos espera junto a la luz de la luna.
Este es el cóctel que ellos tomaron:
Es bastante rico y bueno, la cantidad de alcohol que tiene es elevada.
Disfruten de su lectura.
Con amor;
—Lua✨.