El sonido irritante de la alarma la despertó, estiró su cuerpo sobre la cama arrugando las sábanas en el proceso, talló sus ojos a la vez que apagaba el despertador.
Lucía se incorporó mirando a su alrededor, todo estaba hecho un desastre, libros por doquier, hojas de apuntes y libretas por todo el suelo.
Todo un chiquero..
Anoche se había quedado estudiando hasta tarde, hacia tiempo que no se quedaba despierta estudiando hasta las cuatro de la mañana y ahora suena su despertador a la siete, hora para ir a la universidad.
Se levantó para tender la cama y tratar aunque sea de recoger un poco el reguero que había en ese lugar.
Aún todo le parecía muy extraño, la herida sanada por arte de magia, su cercanía, su toque en mi cuerpo...su beso....y después de eso...no recordaba nada pero sabía que él había estado allí.
Todo lo sentía en su cuerpo, como si hubiera sido ayer...bueno prácticamente fue ayer..
No sabía que le había sucedido para que actuara de esa manera, pero, no parecía él, era como si hubiera cambiado de personalidad drásticamente.
Inconscientemente llevó sus dedos a sus labios, tocando estos con delicadeza, aún estaba esa sensación de sus labios sobre los suyos, era un beso agresivo, demandante.
Las mejillas de Lucía enrojecieron al darse cuenta de sus pensamientos, retiró rápidamente los dedos de sus labios cerrando con fuerza estos, como iba a pensar de esa manera del novio de su prima, ella no era así...
Unos minutos después había logrado acotejar un poco su cuarto, aún quedaba un poco de desorden pero ya era la menoría.
Inhaló una bocanada de aire, estaba agotada. Su vista viajó hacia la mesita de noche en donde se encontraba el reloj y...por dios!!!...iba a llegar tarde.
Cómo si fuera un correcaminos ingresó como una loca al baño despojándose de toda su ropa y abriendo la lluvia artificial.
No pasaron más de treinta segundos, si treinta segundos que ya estaba saliendo del baño envuelta en toalla dirigiéndose hacia el clóset tomando lo primero que tuvo a su vista.
Un pullover holgado al igual que un pantalón de mezclilla, alizó un poco su mojado cabello, agradecía que el tiempo de frío estuviera terminando sino estaba segura que pescaría una neumonía.
Recogió algunos de los libros de las asignaturas que tenía programadas para hoy. Bajó corriendo las escaleras entrando a la cocina, al parecer su madre aún no había llegado, abrió el refrigerador y cogió una pequeña cajita de jugo de pera.
No le daba tiempo desayunar como se debía asi que tendría que conformarse con eso.
Lucía miró el reloj de su muñeca una vez más, las siete y cuarenta marcaban las manecillas, se dirigió hacia la puerta abriendo esta y saliendo al exterior.
El frío había abandonado el pueblo de a poco, ya no era ese intenso aire gélido que calaba sus huesos.
- Te vas a quedar allí todo el día o subirás al maldito carro?
El rostro de Lucía se desfiguró al reconocer esa voz, nunca pensó que la vendría a recoger, siempre pensó que era de esas chicas solitarias que no les gustaba la compañía de nadie, y cuando aceptó que sería su amiga sinceramente nunca lo creyó posible, puede que Mina sea una mal educada y trate a todo el mundo de manera distante pero aún así...es una buena persona.
- Buenos días para ti también - se acercó sonriente
- Sinó quieres llegar tarde sube de una buena vez...
- Oki doki...
Bromeó con ella obteniendo una sonrisa de medio lado de su parte a la vez que ingresaba a su auto y se ponían en marcha.
- Recuerda que hoy no hay clases..
- Porqué?
Lucía la miró sin comprender, se suponía que tenía una evaluación hoy, porque cancelarla?
- Hoy hay partido...lo olvidas?
Por dios, se le había olvidado completamente, hoy jugaba el equipo de su universidad contra otra en un partido de fútbol americano...donde cierta persona que no quería ver era el líder del equipo.
- Lo había olvidado - golpeó su frente con la palma de su mano - soy una estúpida - susurró
- Descuidada diría yo - río mirándola de costado
El trayecto fue muy rápido para su gusto, si fuera por ella desearía nunca llegar a ese partido. Mina aparcó el auto y se bajaron de el dirigiéndose hasta la cancha de fútbol.
Las gradas estaban ocupadas por se podría decir todos los alumnos, todos estaban anciosos esperando a que diera inicio el juego. No sabía cómo podían celebrar unos juegos en esas circunstancias, sabía que el invierno estaba acabando pero..se suponía que tenía una evaluación hoy y fue cancelada por esto!!!
- Lucía ven!!
La mano agitada de Mina le hacía señas desde las gradas, no sabía en qué momento había llegado hasta las últimas gradas, estaba tan metida en sus pensamientos que se olvidó de todo por completo.
Con paso apurado fue esquivando a todos los estudiantes para poder llegar hasta Mina, acomodó las gafas en su rostro con cuidados de no romperlas como las últimas...aunque no halla sido culpa suya.
El brazo de Lucía fue jalado con fuerza hechando por completo su cuerpo hacia atrás, desestabilizándola. Una mano fue dirigida hacia su boca, sus ojos se abrieron como platos al verla frente a ella con esa sonrisa de superioridad.
- Hola Lucí - sonrió - no sabes cuánto te extrañe....
El miedo comenzó a apoderarse de ella, siempre que estaba cerca de su prima algo malo le sucedía, miró hacia todos lados, estaba rodeada por su grupo de amigas, sin salida.
- Ya saben lo que tienen que hacer - miró a una de las chicas que la aguantaba con rudeza del brazo
La agresora, con un asentamiento de cabeza giró sobre su eje llevándo a Lucía consigo, forsejeaba tratando de liberarse de su agarre, pero le era imposible. Las personas que pasaban por su lado solo la miraban con burla, y es en esos momentos cuando maldecía al haberse separado de Mina.
Lucía comenzó a sudar y a temblar del miedo cuando vió hacia donde la llevaban...hacia la cancha. Los dos equipos ya se encontraban alineados listos para comenzar con el partido con su líder Víktor en la cabeza.
Todas las miradas estaban en ellas cuando ingresaron en la cancha, sobre una tarima que supuso pertenecía a las animadoras para animar el partido y hacerlo más alegre y monótono estaba Susan con un balde en sus manos.
Silencio era lo que había en todo el lugar, resaltando entre la multitud un forsejeo en las escaleras de las gradas, unas chicas de seguro que por órdenes de Susan le impedían el paso a Mina, la cuál soltaba maldiciones que podía escucharlas desde allá.
Por lo menos había alguien que se preocupa por ella en todo ese lugar de personas podridas y sin corazón.
Una vez estuvo Lucía frente a la tarima la situaron en frente de Susan que debido a la altura solo podía ver sus pies. Lucía cerró sus ojos y mordisqueó su labio inferior, sus manos comenzaron a sudar y su corazón se quería salir de su pecho.
- Gracias a todos por su atención!
La voz de Susan se escuchó por todo el lugar.
La mirada borrosa de Lucía divisó a Víktor en la lejanía alineado al lado de su equipo, sus potentes ojos la analizaban sin comprender lo estaba pasando, al parecer no fue enterado de las bromas pesadas que a su novia le gusta hacerle a su corderito, pero él no puede decir, opinar ni hacer nada, después de todo son tal para cuál, él...un chico malo y ella...la popular y rebelde.
- Hoy les quiero presentar a la mascota del equipo!...mi querida y hermosa prima...la nerd y aburrida de toda la universidad!!
Risas...muchas risas se escuchó de repente, todo el lugar estalló en carcajadas. Algo pegajoso comenzó a escurrirse por el cuerpo y rostro de Lucía, manchando de rojo todo lo que tuviera a su paso...
Era pintura?...
Su rostro, cabello, ropa y cuerpo estaban empegostados, sus lágrimas salieron como nunca, estaba adaptada a recibir ese tipo de tratos pero...eso era demasiado...la humillaron delante de todos.
- La perfecta mascota! - río su prima - tan preciosa...
Retiró la pintura de sus ojos que le impedían la visión y con eso las lágrimas no hacían buena combinación, se sentía humillada, basura, a nadie le importa lo que sentía, solo quería esconderse en un lugar oscuro y nunca más salir de allí, solo era una muñeca de trapo que ellos usaban y desechaban a su antojo.
- Viktor que haces?!!
La molesta voz de Susan la hizo abrir los ojos, y vaya sorpresa que se llevó, se encogió más en su lugar, ahora venía él a ponerle el toque final. Su rostro y ojos neutros la miraron sin ningún tipo de emoción.
Sin decir ni una palabra agarró la mano posesivamente de Lucía, temía a qué pudiera ensuciar su ropa y después se enojara con ella, no sabía por qué reaccionaba de esa manera...
- Viktor adónde vas?!!...Viktor!!! - la chillona voz de Susan se escuchó por todo el lugar
El cuerpo de Lucía fue jalado sin ningún cuidado haciendo que con pasos torpes comenzara a caminar siguiendo los pasos de él. Todas las miradas estaban sobre ellos, algunos no podían creer que el chico malo, el asesino, el ladrón y todos los malos calificativos estuviera sosteniendo su mano de esa manera...y ella tampoco se lo creía
Lucía pudo reconocer las puertas de los vestidores de hombres, una puerta fue abierta violentamente por su pierna al patear esta.
Estaba enojado?
Al instante pudo reconocer hacia donde se dirigían cuando su cuerpo fue lanzado y estampado contra los azulejos de las duchas.
Viktor ingresó en el pequeño cubículo donde sus pechos se rozaban manchado su blanco pullover. Retiró su casco dejándolo en el suelo, esos ojos gélidos la miraban molestos a la vez que abría la ducha y el agua caliente caía sobre ellos.
- Eres estúpida!!...como dejas que te trate así!!
Su puño impacto al lado de su rostro haciendo que se quebrara algunos azulejos.
- Lo siento...- susurró - lo siento..
- Porque te disculpas joder!!
Gritó sobre su rostro causándole pavor, miedo. Pasó su mano por su cara retirando el agua a la vez que soltaba un suspiro cansado hacia el cielo. Su pecho se pegó al de Lucía y su rostro se situó a solo unos centímetros, sus manos comenzaron a tocar su cabello retirando la pintura de este con tanta delicadeza que hasta pensó que era un sueño.
- Víktor...- susurró captando su atención
Sus labios entreabiertos rozaron los suyos y sus ojos se clavaron sobre estos poniéndola nerviosa, sus manos abandonaron su cabello para situarse sobre su rostro en donde comenzó a dar suaves caricias erizando su piel.
- Gracias....
- Porqué me agradeces? - susurró - he hecho cosas malas Lucía - la miró - he matado, robado, violado, asesinado - hizo una pausa - y un sin fin de cosas que tu mente inocente y frágil no aguantaría - la miró - es mejor que te alejes de mí....
Estaba confundida, si decía haber hecho ese sin fin de cosas, debería estar en la cárcel no allí, a no ser que tuviera tanto dinero para sobornar a todo un jurado...o perteneciera a una mafia??
- Porqué? - lo miró - puede que hayas hecho cosas malas pero las personas pueden cambiar...
Negó mientras sonreía amargamente.
- Inocente, ingenua...eso es lo que eres - la miró - yo no quiero cambiar.. así nací y así me quedaré....soy Viktor Vinogradov....la bestia....
Continuará...