⚠️Advertencia⚠️ :Este capítulo puede hablar de temas sensibles como los son: drogadicciones, suicidio y homofobia. Se recomienda discreción, ya que estos son temas serios y delicados.
Olivia
Olivia había salido temprano a correr. Necesitaba despejar su mente y lo mejor había sido alejarse de todo el mundo. Colette tocó a su puerta la noche anterior pero Olivia no le quiso abrir, se sentía avergonzada. Había salido temprano en la mañana antes de que sus amigas se despertaran, necesitaba tiempo para pensar.
Había besado a Noah Sterling, el chico al que nunca en su vida había imaginado besar, al chico que sin duda la rechazaría.
Que estúpida había sido, besar a Noah había sido un error, un gran error. De solo pensar en volver a verlo sentía como el calor le comenzaba a subir por las mejillas, no quería volver a verlo en la vida. Se sentía avergonzada, se sentía sucia, se sentía mal.
Frenó frente a la cafetería y miró hacia dentro, era raro no ver a Thomas de un lado a otro con su gran sonrisa en el rostro, se preguntó dónde estaría un domingo en la mañana cuando se suponía que tenía que estar trabajando en la cafetería. Quería hablar con él y explicarle lo ocurrido con Noah, era obvio que él las había oído a Colette y a ella hablar, él sabía que Olivia había besado a Noah. Olivia no quería que las cosas se malinterpretaran, quería que las cosas entre ella y Tom siguieran por donde iban, ser más que una simple amistad.
Olivia de verdad quería que las cosas con Tom funcionaran y la honestidad era lo primordial, hablaría con él, le confesaría lo de Noah y también le haría saber sus sentimientos hacia él. Estaba decidido, iba a declararse. Estaba segura de que le gustaba Thomas y que era para ella.
Con una sonrisa en el rostro corrió de nuevo a casa.
Su sonrisa se desvaneció al ver una motocicleta aparcada frente a su edificio. Era Noah. Su cabello rubio brillaba y su chaqueta negra de cuero relucía. Se veía como galán de película.
Olivia hizo todo lo posible por ignorarlo, avanzó hasta la puerta y con las manos temblorosas trató de meter las llaves en la chapa, casi cantó victoria hasta que la voz de Noah la interrumpió.
-Olivia- dijo en voz baja.
¿Qué diablos estaba haciendo Noah allí? Había sido él el que la había apartado el día anterior, había sido él el que lo había llamado "un error".
Olivia hizo caso omiso a Noah y por fin pudo abrir la puerta. Entró en la estancia e intentó cerrar la puerta pero la mano de Noah se interpuso deteniéndola con fuerza.
-Olivia- la llamó el de nuevo- Tenemos que hablar.
-No tenemos absolutamente nada de lo que hablar- dijo Olivia sin siquiera mirarlo a los ojos.
Noah entró con ella y cerró la puerta tras él.
-Sabes que si- le dijo Noah.
Olivia se negó a mirarlo y comenzó a subir las escaleras, Noah la seguía de cerca.
-Olivia, no quiero afectar nuestra relación profesional- dijo Noah tras ella. Olivia tragó con fuerza.
¿Hasta dónde pensaba seguirla? ¿Hasta su habitación?
-Olivia- rogó Noah.
-No hay nada de que hablar- repitió Olivia. Ya estaban frente a la puerta del departamento. Olivia evitaba mirar a Noah por lo que se concentró en abrir la puerta del departamento.
-No podemos pasar por alto el hecho de que tu me...
Una vez la puerta se abrió Noah se calló de golpe. Olivia no entendía porque se había callado de repente hasta que miró al frente. El alma se le cayó a los pies y sintió un repentino mareo al ver la imagen frente a ella.
Eran Thomas y Colette. Se estaban besando. ¡Colette y Thomas se estaban besando! ¡¿Quéeeeee?!
-Mierda- masculló Noah tras de ella.
Gracias a Noah, Colette y Thomas se dieron cuenta de que tenían público y se separaron de inmediato. Colette pegó un brinco al ver a su amiga.
-Olivia- dijeron ambos al unísono con una perfecta sincronía.
Colette estaba pálida y sus grandes ojos la miraban con lastima. Thomas estaba inexpresivo, raro en él.
Olivia negó con la cabeza con lentitud y lo siguiente que sucedió lo vivió en cámara lenta.
Olivia se giró con intenciones de salir corriendo, sin embargo, se estrelló contra el pecho de Noah. Él la acunó contra su cuerpo y la sacó del edificio con rapidez. Olivia tenía que irse de allí con urgencia. Solo escuchó una cosa antes de irse en la moto de Noah a toda velocidad.
-¿Cómo es que sigues lastimando a las personas, Thomas?- le gritó Noah a Thomas antes de arrancar la motocicleta.
Las lagrimas corrían por el rostro de Olivia, empampando la chaqueta de cuero de Noah. A Olivia no le importó aquello en absoluto, solo podía pensar en una cosa, en Thomas y Colette besándose. En la traición.
Olivia no supo cómo pero terminó sentada en el sofá de Noah con una taza de té entre las manos y una manta sobre sus hombros. Noah la miraba fijamente con preocupación. Olivia no había abierto la boca desde que salieron del edificio y calculaba que ya llevaba allí sentada unas dos horas. Las lagrimas ya habían cesado, ahora estaba inexpresiva, ya no quería llorar más.
-Tu teléfono va a explotar- le dijo Noah mostrándole su teléfono.
Miles de notificaciones aparecían en la pantalla. Llamadas y mensajes de Colette, Lauren, Thomas y hasta su abuela adornaban la pantalla rota de su teléfono. Olivia hizo caso omiso y siguió mirando un punto dijo en la pared de Noah.
Noah acercó su mano a las de ella y le quitó la taza vacía de entre las manos con suavidad.
-Iré a preparar más té- le informó Noah.
-"¿Cómo es que sigues lastimando a las personas, Thomas?"- dijo Olivia citando a Noah. Era la primera frase que decía en más de tres horas. La voz le salió un poco ronca y apagada.
Noah se quedó quieto contemplando a Olivia. Dejó la taza en la mesa de centro y se sentó junto a ella.
-No quiero hablar de Thomas en este momento- declaró Olivia- Pero es obvio que entre ustedes dos hay historia. Si tú quieres, me gustaría escucharla.
Olivia necesitaba distraer su mente de las fuertes emociones que sentía en ese momento.
-No creo que sea...
-Entonces cuéntame otra cosa- le pidió Olivia mirándolo por primera vez en el día.
Noah lo meditó un segundo y comenzó a hablar.
-Thomas y yo... - Olivia asintió y se acomodó en el sofá para mirar a Noah dispuesta a escuchar todo lo que él tenía que decir.
Espera, espera lector. Es mejor que esta historia te la cuente yo.
Esta es la historia de un chico problemático, un chico al que no le importa nada en lo más mínimo, ni siquiera se importa a si mismo. Es rico, demasiado adinerado para su propio bien. Su madre murió cuando dio a luz a un lindo bebé rubio, el chico mató a su madre. Su padre lo odia, lo ha odiado toda su vida, culpándolo por la muerte del amor de su vida.
Nadie lo quería en realidad y peor aún, nadie lo conocía en lo más mínimo, era él contra el mundo o como él creía, el mundo contra él. Eso un día cambió, alguien un día lo conoció, alguien un día lo amó, pero ese alguien ya no está, ese alguien está muerto.
Se conocieron en el peor lugar en el que dos adolecentes problemáticos se pueden conocer, en rehabilitación de jóvenes problema con adicción a drogas. ¿Lo gracioso? Solo uno de ellos era adicto, el otro era simplemente un chico rebelde tratando de llamar la atención de su padre. Se hicieron amigos, muy amigos, estuvieron allí por un año, internados con solo una fuente de diversión, hablar entre ellos. Juntos lograron salir limpios de allí, salieron para vivir una vida normal, alejada de las drogas y los problemas. Vivieron así un año, un año feliz y sin complicaciones.
Todo iba bien hasta el cumpleaños número 18 del chico rebelde, ambos estaban emocionados, pues por fin el chico podría separarse de su tóxico padre y empezaría su vida junto a su mejor amigo. La familia del otro chico era buena, sobretodo su hermano pequeño, un sonriente chico de cabello castaño. Ah si, se me olvidó mencionarlo, el otro chico se llamaba Paul, Paul Young. El chico rubio empezó a ser uno más de la familia, pasaron navidades, día de acción de gracias e infinidad de festividades y días especiales juntos, el chico al fin sentía que pertenecía a un lugar, estaba agradecido con Paul y su familia por recibirlo.
Paul era un poco mayor que el chico rubio y su hermano, que eran de la misma edad. En concreto, Paul tenía 23 años cuando el chico cumplió 18. Ese día todo se arruinó, ese día Paul falleció.
Noah terminó de contarle la historia a Olivia con lágrimas en los ojos, el rostro enrojecido y las manos apretadas. Olivia también estaba llorando de nuevo pero ahora lloraba por Noah, esa era un historia muy triste.
-Mi mejor amigo murió en mis brazos- declaró Noah con tristeza.
-Tu mejor amigo, Paul- hizo una pausa- ¿Era hermano de Thomas?
-Así es- asintió Noah.
-¿De que murió?- preguntó Olivia agarrando una de las manos de Noah entre las suyas, le pareció lo correcto en ese momento.
Noah suspiró y con la otra mano se limpió las lágrimas del rostro.
-Fue una sobredosis- dijo Noah entre sollozos.
-Lo lamento- le dijo Olivia con sinceridad.
-Paul era gay, yo lo sabía, siempre lo supe, pero su familia no- le contó Noah- Se lo admitió a Thomas la mañana de mi cumpleaños y él lo...-se quedó callado unos segundos- él lo despreció, Thomas no estaba de acuerdo con él. Lo hirió- el dolor era notable en los ojos de Noah.
-¿Thomas es homofóbico?- preguntó Olivia con un nudo en la garganta. No podía creer que Thomas fuera una persona tan cerrada e inconsciente.
-Ya no. No después de cómo trató y despreció a su hermano. No es probable que lo siga siendo.
Olivia asintió y le acarició la mano a Noah.
-Tuvo la sobredosis por culpa de Thomas- supuso Olivia.
-No- dijo Noah- Fue mi culpa- Noah soltó un fuerte sollozo y Olivia se acercó más a él atrayéndolo hacia ella. Noah apoyó la cabeza en el hombro de la chica temblando y llorando con fuerza- Aún lo recuerdo como si fuer ayer.
-Thomas me desprecia- dijo Paul con rabia- Soy un fenómeno ante sus ojos.
-No lo eres- declaró Noah poniéndole las manos sobre los hombros- Y si Thomas lo piensa es su problema, tu eres increíble, Paul.
-Gracias, Noah- dijo Paul con una sonrisa.
Noah lo atrajo hacia él dándole uno de esos amistosos abrazos que se dan los hermanos, que se dan los amigos. Pero para Paul no era así, Paul lo atrajo más poniéndole las manos en la cintura a Noah, pegándolo completamente a su cuerpo. Noah se sorprendió y lo miró confundido. La sorpresa de Noah solo aumentó cuando Paul lo tomó del rostro y estampó sus labios contra los de Noah. Noah se quedó quieto preso del pánico, solo pudo reaccionar cuando sintió los labios de Paul moverse sobre los suyos. Noah le puso las manos sobre el pecho y lo empujó, apartándolo con fuerza.
El rostro herido de Paul miraba a Noah.
-Noah, lo siento yo...
-Saldré a tomar aire- le dijo Noah sin poder mirarlo.
Noah salió del departamento que compartían y se limpió la boca con la mano. Noah amaba a Paul, pero no de esa forma.
Unas horas después Noah volvió al departamento. Había ensayado lo que le diría a Paul.
"No siento lo mismo que tú, Paul. Te amo, hermano, pero no como tú a mi. Pero descuida, te apoyo y te respeto. Es solo que no quiero ir en esa dirección contigo. Buscaremos la manera de encajar juntos"
Lastimosamente Noah nunca alcanzó a decirle esas palabras a su amigo. Encontró a Paul con agujas adheridas al brazo. Heroína, eso fue lo que mató a su amigo.
"Cuando una persona sufre una sobredosis de heroína, su respiración se enlentece o se detiene completamente. Esto puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que se conoce como hipoxia. La hipoxia puede tener efectos cerebrales de corta o larga duración y efectos sobre el sistema nervioso, entre los que se incluyen el estado de coma y daño cerebral permanente o la muerte"
Noah corrió a su lado y lo sacudió con fuerza. Paul no se movió. Noah llamó al 911 con lágrimas en los ojos. Cuando los paramédicos llegaron, Paul ya estaba muerto. Murió momentos después de que Noah lo encontrara. Noah vio a su mejor amigo morir y no pudo hacer nada. Paul murió el día de su cumpleaños, igual que su madre.
-Aún recuerdo su cuerpo frío de Paul en mis brazos- dijo Noah entre sollozos- Yo no pude hacer nada, Olivia.
-No fue tu culpa- le dice Olivia limpiándose sus propias lagrimas- No sentías lo mismo que él.
-Pero debí quedarme- susurra Noah- Debí hablar con él. No habría recaído si yo me hubiera quedado.
-Mírame- Olivia tomó el rostro de él entre sus manos obligándolo a mirarla a los ojos- No fue tu culpa. Las cosas pasan por una razón, incluso las cosas malas.
Noah la miró por unos segundos y se acercó a ella con cuidado. Olivia abrió los ojos con sorpresa cuando los labios de Noah se posaron sobre los de ella con suavidad.
Ahora Noah la estaba besando a ella. Ella respondió el beso con suavidad y lentitud. Las manos de Noah se posaron sobre sus mejillas en una dulce caricia.
Esa era una nueva faceta de Noah que Olivia nunca había visto. Temía que él se pudiera romper en miles de pedazos, sentía que tenía que cuidarlo. Después de todo el había sido su hombro para llorar ¿Por qué ella no ser el de él?
Su beso fue interrumpido por la puerta del ascensor al abrirse. La persona menos esperada entró en escena. Esa persona era...
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Hola, hola.
Ya les resolví una duda que teníamos por ahí.
¿Se esperaban lo que sucedió entre Noah y Thomas?
Y antes de que empiecen a odiar a mi Thomas... calma, dejen que el chico se explique.
Me parece importante tratar temas como estos en mis historias, espero estar haciéndolo de forma correcta.
Y no crean.... aún hay mucho más que no sabemos de Noah muajaja *risa malvada* Solo esperen y verán jaja.
¿Quien es la persona que llegó? Teorías aquí 👉🏻
Espero les haya gustado.
Gracias por leer mi historia.
-Manu <3