YUNA || Jujutsu Kaisen.

By piscissss

189K 20.1K 7.6K

๐•ฐ๐–‘ ๐–•๐–”๐–‰๐–Š๐–— ๐–Š๐–˜ ๐–†๐–‘๐–Œ๐–” ๐––๐–š๐–Š ๐–‘๐–† ๐–’๐–Ž๐–“๐–”๐–—รญ๐–† ๐–™๐–Ž๐–Š๐–“๐–Š, ๐–•๐–Š๐–—๐–” ๐–Š๐–‘ ๐–’๐–Ž๐–Š๐–‰๐–” ๐–†๐–‘ ๐–•๐–”๐–‰๐–Š๐–—... More

1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
20
20.50
21
22
23
24
25
26

19

4.9K 534 306
By piscissss

El ambiente era caluroso por aquellas aguas termales cristalinas de altos grados, tan buena y relajante para cualquiera aunque ningún humano se atrevía o conocía aquel lugar frondoso con un pequeño lago donde la niebla dificultaba la vista. Todo era extremadamente silencio y placentero, quizás se podía oír una pequeña brisa que azotaba las delicadas hojas, o las pequeñas burbujas que surgían de aquella charca.

Un poco de humo salió de una pipa bastante extravagante que se encendía cada vez que el portador le daba un calo y a la vez se oía un pequeño grito del cigarro, pero no era uno cualquiera, sino que era un humano modificado.

El portador de aquel ser asesinado era una maldición conocida, ya que era con la que Gojō Satoru se había encontrado y luchado mientras la felina de la joven observaba detalladamente la pelea. O eso intentó, ya que se fijó solo en el chamán.

Todo era muy relajado y silencioso, agradable para estar en contacto con la naturaleza y contigo mismo. Además de que se estaba muy agusto allí adentro del lago.

Pero, este ambiente imperfecto cesó al oírse una voz familiar que ha medida de que se iba acercando se podía ver entre la niebla.

— ¡ Vaya, allí estabas ! —gritó una figura quitándose la ropa con algunas pequeñas carcajadas. Corrió hasta la orilla y dió un gran salto al aire. — ¡Jogo!

Mahito cayó directamente al agua mojando todo a su alrededor , así también a la maldición y a la pipa que estaba utilizando tan tranquilamente. Se lo suponía de que aquel silencio placentero se iba a acabar tarde o temprano.

La maldición con forma de volcán frunció el ceño dándose cuenta de que ese ambiente tan perfecto no duró casi nada.

— Parece que recuperaste el cuerpo. —comentó Mahito con una pequeña sonrisa en su rostro mientras extendía sus falsos brazos para nadar.

— Ajá, este sitio es de lo más relajante y no se acercan los humanos... —contestó de regañadientes intentando que pillará la directa de que ya no era un sitio relajante con el contrario.

— Ay... La falta de cuerpo da mucho que pensar ehhh...  —prosiguió la figura azulada alzando una pierna al aire como si estuviera jugando en el agua. — La autorregeneración se vuelve muy ineficiente...

Geto se arrodilló al lado de la maldición volcánica y empezó a atender con su típica sonrisa de lado hacia sus compañeros.

— Mahito, tu también pareces agotado. —juzgó Jougo observándole.

— Uh? ¿Te diste cuenta? La realidad es que no fue muy fácil la misión... —lloriqueó Mahito con un puchero. — Y no solo por el recipiente y Sukuna...

Jogo abrió su único ojo en señal de asombro, ya que el contaba con que la única pega de aquella misión era el Rey de las Maldiciones y su recipiente de tinte rosa.

Mahito enterró su cabeza debajo del agua recordando aquella pelea de la que nunca se olvidaría, y menos cuando pudo observar aquellos cuencos ensangrentados en el rostro de esa chica. Su estilo de combate cercano era fuerte por la energía maldita que albergaba en su interior, por otra parte los conjuros que realizaba esa supuesta hechicera también eran poderosos.

Pero lo peor de todo que le dejó secuelas a la propia maldición, fue ese momento en que las fuerzas de Sukuna y esa joven de cabellos negros se unieron.

— ¿Se lo quieres contar tú? — le preguntó travieso a Mahito, que este alzó la mano con el dedo índice y con un gesto se lo negó.

— ¿Contarme el qué? —interrogó el espíritu ardiente mirando al mayor.

— Ja! Adivinalo...  —picó el de cabello oscuro largo.

— Esto no es juego Geto. —bufó la maldición.

— Junto al recipiente y al portador, no solo vino un hechicero de primer grado... —informó Suguru mientras observaba el bulto de Mahito enfadado debajo del agua.

Jogo suspiró sin saber muy bien que pensar de las pocas pistas que le habían dado sobre aquel ser tan misterioso y poderoso, encima notaba como lo estaban mirando impacientes de su respuesta sobre ello.

Lo primero que se le vino a la cabeza fue aquel chamán de hebras blanquecinas que le había dado una maravillosa y para nada divertida paliza hace tiempo atrás.

— Tsk... ¿ Gojō Satoru? —preguntó sin creerse mucho su respuesta.— Hubieran matado a Mahito así que...

— No es Gojō, pero su poder es bastante fuerte como él.... —contestó Geto con una sonrisa provocativa.

— ¿ Otro hechicero? ...  ¿Una maldición? —volvió a cuestionar el de figura erupcionada.

— Tiene una maldición a su cargo, pero no es eso...

— Ah? ¿Una maldición a su cargo? ¿Que clase de persona podría hacer es-

En ese preciso momento, Jogo llegó a la peor conclusión de todas que nunca se podría haber imaginado, y mucho menos cuando supuestamente todo iba bien con el plan que le había dicho Geto. ¿Que mala suerte tendrían que tener para cruzarse con aquella clase de persona?

Abrió la boca impresionado y miró fijamente al contrario buscando alguna seña de burla o risa, pero recapacitó y sabía que con aquellos temas no se podía jugar ni burlar.

— Una bruja.

— Y de las chungas... —corrigió Getou mirando de reojo como Mahito iba saliendo del agua con una expresión de lujuria.

Jogo se sorprendió bastante al saber que su respuesta fue acertada, este llevó su mano hacia la cabeza y observó intentando relajarse como algunas burbujas del lago explotaban después de acercar su límite. Y así, estaba él en ese momento.

Tenía conciencia de que las brujas podían almacenar energías positivas para hacer un equilibrio con las negativas de las maldiciones y así tenerlas como rehenes o escudos, había conocido y matado a algunas en el pasado. Pero lo que no entendía, es que una de ellas siguiera viva.

— ¿Te acuerdas cuando cogí humanos y los modifiqué para matar a las brujas hace poco? —dijo Mahito saliendo del agua uniéndose a la conversación de aquellos dos.— Ja! ¡Al parecer ella mató a todos los que mandamos!

— AH?

— Nuestro plan en un principio fue matar a todas las brujas posibles para así ellas no se unieran a los hechiceros, pero al parecer una bruja rebelde se escapó. —prosiguió informando el de cabellos negros.

— Es una tontería. —respondió a todo esto la maldición volcánica.— ¿Una bruja uniéndose a los hechiceros? Las brujas tienen el orgullo más grande que jamás se haya visto, ¿que clase de bruja es esa?

— Mientras luchaba contra ella parecía tener sus opciones bastante seguras, intenté liberarla del hechicero con horario de oficina pero fue imposible... — garantizó Mahito resoplando con un puchero.

Y así fue, Mahito intentó cambiarle de parecer para así poderla tenerla de aliada o simplemente matarla mientras comentaba el tema de sus antepasados, algo que a todas las brujas le duele. Pero no fue una acertada hipótesis.

Por otra parte, cuando Yuna recibía a gritos sordos la ayuda de otras brujas era por los ataques de ellos, más concretamente de los humanos modificados que había creado Mahito.

Que en resumen, Getou antes de atacar a los hechiceros quiso empezar por quienes podían causarles bastantes problemas si se unían a ellos, aunque simplemente por otra condición era tenerlas alejadas de ellos, ¿y que mejor que matarlas?  Pero lo que sí era cierto es que seguían habitando más brujas escondidas de las que no se pudieron capturar ni localizar.

— Getou, antes dijiste que tenía una maldición ¿cierto?

— Sip. Es una maldición bastante grande con forma aterradora de gato. Es fuerte, no es un problema muy mayor pero seguramente puede causar algunos problemas. —respondió Mahito.

— Entonces si matamos a su maldición ella no podría hacer nada más ya que es su único poder... ¿Que dificultad tiene? —cuestionó Jogo.

Pero ahí estaba el porqué de que Yuna era tan poderosa y Gojō Satoru sabía a la perfección.

Las brujas tienen ciertos parentescos con los hechiceros, por ejemplo que solo guardan un poder en su interior. Quizás se puede modificar ese poder para sacar más variantes, pero todo viene a raíz del principal.

El mejor ejemplo que se podría poner sería el de Fushiguro Megumi, quién tiene el poder innato de hacer uso de la Técnica de Sombras de Diez Tipos. Pero no puede utilizar otros poderes como el de Aoi Todo que cambiaba la posición del contrincante o el de él mismo con simples aplausos.

Las brujas solían tener diferentes tipos de poderes, la gran mayoría podían conjurar hechizos sencillos que habían aprendido por antepasados, quizás otras podían controlar el clima o la naturaleza, u otras podían conocer el futuro por medio de cartas o sueños. También una parte de ellas podían leer la mente y controlar a la gente mediante pensamientos negativos que podían mandar,  o simplemente poderes como crear ilusiones.

Cada bruja podía tener uno solo poder de ellos, pero el caso de Yuna era la excepción.

Ya que ella no tenía solo un poder a su alcance, sino varios en la palma de su mano.

— No solo pudo modificar una maldición, sabe crear conjuros bastante potentes. Puede controlar la energía maldita para convertirla en formas comunes como puños o una hoja afilada. Y además, sabe crear un dominio. — acto seguido resopló Mahito todavía cabreado de aquel momento que lo dejó perplejo.

— AH? Esto tiene que ser una broma de mal gusto de verdad, es imposible que una bruja tenga más de un poder y mucho menos controlar energía maldita de esa forma. —chilló Jogo sin querer reírse de la supuesta broma que me estaban haciendo sus aliados.— ¿Y crear un dominio? Ja! Sí, y nosotros no queremos acabar con los hechiceros...

El silencio que había tenido hace unos minutos Jogo volvió al lugar, pero está vez no era para nada agradable ni placentero debido a aquella conversación.

Pareció que el ambiente se había caído en trozos y que iban cayendo rápidamente al agua a medida de que aquel ser con figura de cráter iba entendiendo el gran problema que supondría que esa bruja estuviera con los hechiceros, y más con Gojō Satoru y mucho más con el Rey de las Maldiciones, el mismísimo Sukuna.

La gota de un laurel rompió ese incómodo y necesitado silencio.

— Entonces, es verdad. —aceptó la maldición por fin aquella supuesta broma.

— No sabemos nada más de ella ni de qué poderes tiene. Pero no lo tomaría como una broma ni una simple persona a la que ignorar. —comentó Geto levantándose lentamente de su sitio.

— Ja! Es emocionante... Es una caja llena de sorpresas que podrían matarnos en cualquier momento... ¡Que ganas de volver a luchar contra ella y matarla! —se animó así mismo Mahito mientras se estiraba.

Jogo frunció su ceño mirando negativamente a la otra maldición que parecía estar tan contenta y animada de tener a una bruja como rival, y más una bruja como ella. ¿Que clase de sádico era ese tipo?

— No cambiaré nada de mi plan por ella. —decretó Geto observando la preocupación del contrario.— La tendremos vigilada y la consideraremos como una hechicera bastante fuerte a la que derrotar.

— Y si.... Si tenemos la ocasión, ¿debemos matarla? —preguntó Jogo.

—  Si la conseguimos atrapar, tengo un plan aparte solamente para aquella joven. Y sino, la convertiremos en un simple humano modificado. — argumentó el de cabellos largos con una pequeña sonrisa.

Este cogió una cantidad de aire para luego suspirar en su contra, si una simple bruja era un coñazo de matar, aquella joven debería ser el triple. ¿Seguro que el plan iba a seguir a flote sabiendo que las aguas en las que nadaba su barco estaban contaminadas?

Pero encima de todo esto, ella no debería ser la mayor preocupación ya que debían centrarse principalmente en el poderoso chamán de vendas en sus ojos y en el joven come dedos que lloraba cada dos por tres.

— ¿Cuál es nuestro siguiente golpe entonces, Suguru? —interrogó este.

— Recuperar los dedos de Sukuna que están en la escuela de hechicería, mientras se celebrará el Festival de Intercambio de las Escuelas... —le respondió muy seguro de sí mismo.

— Hanami por fin entrará en acción... Que ganas... —murmuró Mahito.

— Y mientras todos hacen su parte... —añadió el líder de aquel grupo mirando al más bajo.— Tu deberás encargarte de esa molesta bruja. ¿Podrás?

Se pudo ver en su rostro una gran sonrisa que transmitía una confianza en sí mismo tremenda, ya que tenía la oportunidad de poder ver a aquel ser tan excepcional y así acabar con él.

— Pero, quiero que sigas unas instrucciones antes de pelear con ella... ¿Entendido?

— Entendido.

‧͙⁺˚*・༓☾ ☽༓・*˚⁺‧͙

El sonido del reloj apuntando a las nueve en punto retumbó en toda la habitación, que era una sala con varios asientos y sofás que lo adornaban. Acto sonido de las manecillas una voz conocida y pesada sonó como si se tratara de un niño pequeño.

— Nanami... Yuna-chan... Me aburro... —comentó enojado Gojō Satoru mientras observaba con detalle las condiciones del techo de aquel lugar. — ¡Ya sé! ¡Juguemos a lanzarnos bolsa de arroz mientras discutimos  sobre la separación Iglesia-Estado! ¡Y desatemos polémica por las redes sociales!

Yuna gruñó por el apodo que le había puesto y que no paraba de repetir desde que lo había conocido, además, esa idea era tan tonta y estúpida como la actitud y el comportamiento de él. De todos los hechiceros que podrían haber sido los mejores del mundo... ¿y tuvo que ser él?

Kaori contenta abrió la boca ilusionada pero rápidamente su dueña se la tapó para que no le siguiera el juego a Gojō, ya tenía suficiente con uno y no podría soportar el palique que se podrían haber montado en menos de un segundo.

Nanami estaba intentando no colapsar mostrando aquel aspecto relajado y desinteresado del tema que objetó su compañero, todo esto mientras leía un periódico como si fuera un viejo de ochenta años después del café de por las mañanas.

Yuna realmente solo estaba allí sentada en el suelo junto a su gata ya que anteriormente habían estado hablando sobre el comportamiento de Sukuna con ella, pero poco duró ya que hubo poco que contar sobre ello. Solamente que se enfrentaron por orgullo y los dos salieron heridos, mucho más la bruja que recibió una herida grave.

— Pues que te diviertas tú solo. —decretó Nanami pasando de hoja pensando dentro de su cabeza la estupidez de idea que fue esa.

Mientras la felina junto a su dueña trataban de averiguar si Kaori podía cambiar su cuerpo de gata sin tocar a Yuna. Pero observación que era totalmente imposible ya que tenía que tocar el animal a ella para poder convertirse.

— ¡ Un juego para acompañar las bebidas! ¡Digan lo que les gusta de Satoru Gojō! —elevó la voz mientras daba pequeñas palmadas con sus manos.— ¡Todo, todo!

Y nuevamente, Yuna tuvo que atrapar a su gata para que no le dijera nada ni le contestara al chamán de actitud de primaria.

— Mantén esa actitud. Itadori necesita ese tipo de idioteces ahora mismo... —murmuró el de hebras rubias.

La bruja miró de reojo hacia ellos sin querer meterse ni hablar sobre nada más del tema. Frunció el ceño mirando a sus manos mientras recordaba el momento en que una de estas tocó el cabello suave del hechicero de primer año, ¿por qué a él?

Sin querer, Yuna había cogido un cierto parentesco con Hiroshi. Los dos tenían una personalidad parecida junto a ella, y encima los dos eran tan nobles como dos perros sacados de la perrera. Además, parecían que si se conocieran seguramente se llevarían demasiado bien, tanto que ella no podría aguantar con ellos.

— Oigan, ¿Yuuji  sabe sobre el dedo en casa de los Yoshino...? —preguntó Gojō con cierta culpa.

— No se lo hemos dicho, ninguno de los dos.— contestó abiertamente el chamán mencionando también a la joven. —Conociendolo, se sentiría culpable de ello.

— Que bueno que te dejé a cargo de ellos dos... Aunque los dos te salvaron... —acto seguido rió como un niño pequeño y miró al contrario.— ¿Oye y el dedo?

— Se lo entregué a los peces gordos, como debía. —respondió con seguridad.— Si te lo hubiera dado a ti se lo hubieras dado a Itadori, ¿cierto?

De repente se oyó el chasquido de Gojō y este centró sus ojos tapados hacia Yuna intentando buscar una respuesta en ella, pero solo pudo ver una mirada fría y claramente no quería ni comentar nada acerca de ello.

La bruja resopló por dentro de su cabeza por los peces gordos mencionados, aquellos que habían mandado a ejecutar a las brujas hace tiempo y que aún seguían con aquel pensamiento tan antiguo del siglo pasado. Quizás, lo único, único y volvía a repetir, lo único que le gustaba de Gojō Satoru —y era el porqué de que se unió con el y los hechiceros— era ese odio hacia los peces gordos quiénes habían creado unas normas absurdas.

— ¿Crees que está bien ocultar a Itadori y encima a Yuna? —consultó Nanami levantando la mirada hacia ellos.

— A mí no me metan en esto, solo estoy aquí para hacer mi trabajo como he-... hechi... puaj no lo voy a decir. —contestó como niña chica.

— AJAJAJJAJA ¡NO PUEDES DECIRLO! —rió por la actitud de su dueña mientras no paraba de reírse a carcajadas.

— Cállate, que tú eres una maldición y a ti te matan los he- hechicer-... —intentaba decir, pero del asco que le daba decirse a ella misma de ese modo no podía ni comentarlo en otros.

— ¡Y a ti también pringada! —respondió la gata sacando la lengua rápidamente.

— JA! Buena esa Kaori. —comentó Gojō mientras señalaba al lugar donde estaba ella.

La gata huyó con rapidez antes de que su dueña la alcanzara y se juntó al lado del chamán de cabellos blanquecinos que este la acogió en sus brazos mientras le daba acaricias en su suave pelo y los dos a la vez sacaban la lengua hacia Yuna.

Kaori estaba siendo la gata más feliz del mundo, y sabía que si la mataban ahora le daba exactamente igual.

— Tranquilo Nanami, Itadori y Yuna se pueden manejar bien aunque les ataquen los peces gordos... —contestó el chamán.

Nanami suspiró por la actitud del contrario y fijó su mirada en la bruja que estaba apunto de conjurar algo para matar a Gojō— si lo hubiera hecho tampoco le hubiera importado— pero antes de eso le tenía que preguntar una cosa que rondaba sobre su mente desde hace tiempo.

— Yuna, ¿Como las brujas pudieron esconderse tan bien de los peces gordos? —preguntó el hombre de veintipico años.

— Uh? Es difícil de explicar... —intentó decir la de cabellos oscuros.— Es una clase de conjuro que borra el rastro de energía maldita de nosotras.

— ¿Como si os borrarán el ADN cierto? —expusó Gojō.

— Sí, bueno, algo así. Podemos seguir utilizando nuestra energía maldita pero no se podria identificar de donde proviene. —aclaró la más joven dentro de esa habitación.

— Así llevan siglos escondidas... —comentó Nanami pasando nuevamente de página en el periódico.— Sin duda sois seres poderosos.

En el rostro de Yuna se pudo ver un pequeño giro en sus labios por el comentario del chamán, ya que lo único que podían decir de su especie es que eran ratas de alcantarilla que podían controlar a las personas y que simplemente eran seres malvados.

Al menos le tranquilizó que la opinión de aquel chamán no era del todo mala sobre ella.

De repente se pudo oír como la puerta de la habitación se escuchó abrirse y de esta salió un chico de cabellos rosados, y que como siempre, iba corriendo a todas partes sin saber de dónde sacaba esa energía por la mañana.

— Senseeeei!!! —gritó Itadori posándose enfrente de aquel trío de hechiceros. — Uh? ¡También está Nanami y Yuna-chan!

Sin duda la muchacha frunció el ceño y arqueó los labios al escuchar aquel apodo nuevamente que Gojō le había puesto, ¿se lo había contado al recipiente solo para fastidiarla?

Y sí, así era. Ya que Satoru le había comentado a su alumno que Yuna amaba que la llamaran así y prefería mil veces ese tipo de apodo en vez de su aburrido nombre con un significado tonto y para nada convencional.

El chamán le devolvió una sonrisa mostrando todos sus perfectos dientes hacia la bruja que esta solo le había dado una mirada penetrante y cabreada del que se pudo leer entre líneas "yo te juro que te mato".

— ¡Oigan, oigan! ¡Vamos por fin con los chicos! Que nervios, ¿que pensaran al verme? ¿se sorprenderán? ¿se pondrán a llorar? —se preguntaba así mismo en voz alta.

— Vale, me piro. —añadió la bruja sin querer escuchar el plan que seguramente harían ellos dos.

Esta se levantó cuidadosamente fijándose como Yuuji y su profesor charlaban tan emocionados de la sorpresa que le iban a dar a los demás alumnos del instituto, y mucho más a la sorpresa letal que iba a recibir uno de los peces gordos que asistiría al evento.

Y bueno, Kaori también se unió a la fiesta sin hacerle completo caso a su dueña. Literalmente esa gata parecía ser más libre de lo que de verdad era, como antes, que había sido un gato callejero.

En la vida pasada de la felina ella había sido adoptada por una familia de clase alta a la que le hacían todo tipo de regalos y le ofrecían las mejores comidas de gatos, pero uno de los integrantes de la familia no estaba agusto con la decisión de los demás y decidió una noche robarla y tirarla en una calle cualquiera. Ahí Kaori tuvo que aprender a vivir en las calles tan húmedas y sucias donde solo se podía respirar grandes cantidades de tabaco y desgracias ajenas, fue un gran cambio en ella que le marcó para siempre.

Pero cuando Yuna la rescató, ella olvidó la gran mayoría de esos recuerdos y empezó una nueva vida con su dueña de aspecto tenebroso y sin sentido del humor, de la que siempre cabe añadir su poca paciencia con las cosas.

— ¡Yuna-chan! No le digas nada a los demás sobre mi espectáculo... —le dijo Yuuji cuando vio que estaba apunto de marcharse.

— Que no me llames Yuna-chan... Agh, da igual. No diré nada. —respondió a pecho.

De repente sintió como los cálidos brazos del contrario la abrazaban por un segundo, acto seguido mostró una de sus preciosas sonrisas tan iluminadas y siguió planificando el plan con los demás, menos con Nanami que estaba apunto de irse de allí para no tener que escucharlos más.

Yuna entrecerró los ojos sin entender aquello y simplemente salió de la habitación pensando en aquel hechicero.

¿Realmente merecía todo lo que le estaba pasando y todo lo que le iba a pasar? ¿Cuántos iban a morir por su culpa? ¿Se sentirá mal por ello?

La bruja suspiró y quiso creer que todo iba a ir bien, o eso quería pensar.

Yo subiendo capítulo WOW jajsjssjjsj

Quería comentar que como ya ha acabado la primera temporada del anime pues seguiré subiendo capítulos, también quería decir que me estoy leyendo el manga y :'( NO HAGAN SPOILER thanks wapxs

Espero que les haya gustado, si queréis saber está ambientado a una parte del capítulo 14, los próximos van a ser bastante chachis ;))

Besis les kiero.

Continue Reading

You'll Also Like

57K 3.7K 45
Malachi Barton Madelaine Lee
3.8M 518K 49
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro estรก catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...
536K 85.3K 35
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraรฑo. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...