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El momento más incómodo de su vida fue el que se había producido solamente hace media hora, todos los hechiceros de su preparatoria se habían quedado con la boca abierta al ver al muerto viviente salir de repente de una caja de metal con una pose para nada agradable para los ojos de Yuna, quién ya sabía que Itadori seguía vivo pero no sabía que iba a hacer ese espectáculo.

Y bueno, el más divertido para Gojō y su gata que se lo habían pasado demasiado bien creando aquel plan tan absurdo.

Antes de aquello, que recordaría por el resto de su mísera vida, había conocido a todos los hechiceros de la preparatoria contraria. Siendo estos los de Kioto.

No se alarmó bastante por ellos, quizás por aquel hombre de grandes dimensiones y bárbaros músculos con el que había luchado en su primer día de hechicera o aquel clase de robot que le había llamado un poco la atención, pero no se preocupó ya que no estaba en los planes luchar directamente contra él.

Pero antes de fijarse en ellos, le puso de muy mal humor una chica rubia de ojos azules que le hizo rabiar por dentro como si se tratara de una niña pequeña que veía a otra con el mismo juguete.

¿Que clase de bruja barata parecía esa muchacha?

— Oigan... dependiendo de quién vea esto, se podría considerar abuso escolar extremo... —murmuró por la bajo el de hebras rosadas con sus labios hacia abajo haciéndole olvidar esos pensamientos a Yuna.

— Aguantate y quédate así un rato. —dictaminó Nobara con su mirada hacia otro lado.

— Vamos, vamos... —intentó tranquilizar Panda a todo esto con una voz tibia y dulce. — Ya escuchaste su explicación, no seas asi con él.

— ¡Un panda que habla! —comento impresionado Yuuji.

— Salmón, salmón. —respondió Toge mientras en sus piernas tenía descansando a la preciosa gata de cabellos lisos como la seda.

— ¿Eh-eh?

Yuna rodó sus ojos oscuros para dejarlos caer sobre su felina que como la mayoría de veces se aprovechaba de los demás para su propio bien que era un rato de acaricias a la mano de Toge. En efecto era un animal demasiado listo cuando quería.

Elevó su cálida mirada hacia Fushiguro y al instante el contrario sintió aquellas llamas recorrer todo su cuerpo, subió su mirada y se encontró con la supuesta hechicera mirándole fijamente. Yuna en algunas situaciones se fijaba en este, ya que parecía estar totalmente relajado para la situación dada desde hace casi nada, ¿así era de verdad?

Ella tenía claro que después de la pelea de Mahito, había estado bastante mal de salud dado a por el efecto de Choko en su cuerpo. Las brujas no se curaban con aquel tipo de “hechizo” de hechiceros, si no que van poco a poco recuperándose gracias a especias y rayos de la luna llena. Y por mala suerte de la bruja, faltaban unos cuantos días para la Luna Llena.

Y por otra parte, nadie de allí, menos ella e Itadori, sabían lo de la lucha contra Mahito. Así siendo un total secreto el hecho de que ellos dos se habían conocido antes de la gran sorpresa que había creado el recipiente.

— La idea que teníamos era que Yuna luchara contra Toudou en el peor de los casos, pero ahora que de repente estás vivo... —comentó Maki mirando de reojo a aquella supuesta hechicera.

— Debería hacerlo él. Yuna no está sanada completamente de la pelea que tuvo afuera de Tokyo y es preferible que usemos a Itadori. —alzó la voz Megumi metiendo el dedo en la yaga con el tema de esa supuesta misión que había tenido la mujer.

Algo que había notado bastante la bruja, era que cada vez más el hechicero de ojos oceánicos y cabellos alborotados, desconfiaba más de ella en casa acción o palabra que decía. ¿Se había dado cuenta de esa infiltración?

YUNA || Jujutsu Kaisen.Where stories live. Discover now