En algún lugar del sur de Canadá
31 de marzo de 2021, 06:53 a.m.
Cerca de la casa de seguridad
-Esto no puede estar pasándonos.
El pie de la rubia golpea la llanta del auto y bufa molesta. Sus ojos llenos de furia se posan en su compañero, pero él parece no darle importancia mientras rescata del maletero las mochilas de cada uno y las bolsas con las compras que habían hecho de camino a la cabaña. Lo ve organizar todo encima del autor como si nada pasara y eso la molesta más.
Se cruza de brazos y espera que su otro compañero tenga mejor suerte, pero al verlo regresar sabe que no ha logrado contactar a la cabaña.
-No encontré señal para llamar a Cody o Nick -dice Isaac, su experto en tecnología, llegando junto a ella y sosteniendo una tableta entre sus manos.
-Debemos estar cerca -le recuerda el moreno tras cerrar el maletero del viejo sedan impala negro y verificar que nada se quedará dentro.
Isaac asiente confirmando lo que el moreno acaba de decir, y la rubia agradece que esta vez no haya olvidado como llegar a la cabaña.
Ryan era un excelente francotirador, el mejor de su equipo y el favorito de su capitana cuando se trata de dejar que alguien cuide su espalda. Pero podía ser un enorme dolor en el trasero su inmadurez y falta de atención a las cosas, como, por ejemplo, olvidar cargar el tanque del auto.
-Hay que esconderlo -refunfuña ella, y señala con la barbilla al sedan-, luego vendremos a recogerlo con alguno de los chicos.
-Supongo que debimos hacer caso a la advertencia de la capitana -bromea Isaac-, y no darle el control del auto a Ryan.
-Si -asiente la rubia-, pero no creí que la cagaría estando tan cerca.
-Está bien, Rachel -Ryan pone los ojos en blanco y se acerca para entregarle su mochila-. Yo me encargo de llevar todo para la comida.
-Oh, claro que lo harás -le responde ella, arrebatándole la mochila y colgándola a su espalda- y ninguno de nosotros te ayudará.
Isaac echa la cabeza hacia atrás y se sostiene el estómago mientras lanza una sonora carcajada. Para él no es sorpresa que esos dos se la pasen todo el tiempo peleándose, su amistad era así de rara.
Pero la verdad es que Rachel estaba más que ansiosa por llegar a la cabaña.
-Desquita toda tu frustración con nosotros, si quieres -le dice Ryan mientras recogen ocultan el auto con las ramas de los arboles-, pero no le des falsas esperanzas a Nick de nuevo.
Rachel se detiene y sopla un mechón de cabello fuera de sus ojos.
-Yo no hago eso -dice en un tono severo y posa las manos en sus caderas.
Imitando a la rubia, Ryan se inclina cerca de su rostro y levanta una ceja. Sus ojos verdes escudriñándola, aunque sabe que no surtirá efecto alguno porque Rachel Storm es tan dura como una roca.
-Sí, lo haces. Y repetidamente -le dice-, hasta la cap se ha dado cuenta.
Cruzando sus brazos, Rachel da un paso más cerca de su compañero.
-Será mejor que ocultes eso pronto y lleguemos a la cabaña antes de que se despierten, o si no te irá muy mal.
Enderezando su espalda, Ryan deja escapar un ronquido que reverbera de lo más profundo de su garganta y se gira para terminar de ocultar el sedán. Cuando se aseguran de que está lo suficientemente oculto para no ser visto desde el aire, el moreno cuelga su mochila a su espalda y atrapa entre sus enormes brazos las bolsas de compras.
-Andando -declara en un tono fuerte-, no quiero tener que hacer el desayuno.
Isaac ríe y los sigue de cerca con sus manos detrás de su cabeza.
-Por cierto -Rachel susurra-, los he extrañado chicos.
Ryan pone los ojos en blanco mientras la comisura de su labio se tuerce en una casi imperceptible sonrisa.
-Yo también.
-Los especialistas están de vuelta -chilla Isaac.
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En algún lugar del sur de Canadá
31 de marzo de 2021, 07:39 a.m.
Casa de seguridad
Blair parpadea un par de veces tratando de atravesar la neblina del sueño y enfoca su mirada en las paredes de madera, soltando un profundo suspiro lleno de cansancio. Siente un brazo rodear su cintura y sonríe satisfecha sabiendo que, inconscientemente, Cody no se ha resistido a abrazarla mientras dormían. Lleva sus brazos sobre su cabeza y entrelaza sus dedos para estirarse y poder despejar la fatiga, que suponen tantas horas de viaje en un auto, lejos de su cuerpo. Luego desliza su mano debajo de las sabanas hasta encontrarse con la de Cody sobre su estómago y entrelaza sus dedos.
Siente a la pequeña morena removerse detrás de ella y pegarse más contra su espalda para después enterrar su cara en su cuello haciéndole cosquillas en cada respiración. Blair sonríe y se gira con cuidado de no despertarla, solo quiere detenerse a admirarla como lo solía hacer. Durante los últimos tres años había extrañado despertar con Cody a su lado y poder ver su rostro sumido en la profunda calma del sueño.
Supone, por lo poco que Nick le contó, que Cody había vuelto a sus malos hábitos de dormir, y, después de pasar casi todo el viaje conduciendo desde Baltimore a Canadá, la pelirroja es consiente que la morena necesita descansar todo lo posible. Así que no permitirá que nadie la despierte hasta que haya recuperado todo su sueño.
Era muy sobreprotectora cuando se trataba de cuidar a Cody. Ambas tuvieron ese instinto con la otra desde el momento que se conocieron y con el tiempo solo se fue incrementando.
Es algo loco pensar en eso ahora, pero a Blair le encanta como se dieron las cosas. Quizá si fue un poco extraño al inicio, pero ella había vivido imaginando el momento en que sería capaz de tener algo como lo que los protagonistas de sus libros tenían, y además parecía que ellas llevaran conociéndose toda su vida.
Fue como un amor a primera vista, de esos que te golpean fuerte en la cara y cambian tu vida por completo.
Con Cody empezó a sentir ese amor intenso que te deja el cuerpo vibrando de emociones. No habían compartido un primer beso, pero la pelirroja podía apostar todo lo que tenía y poner las manos al fuego, al asegurar que será tan perfecto como alguna vez pensó o imaginó.
Porque con Cody todo era perfecto, sin importar la situación en la que se encontraran. En su departamento en el centro de Washington, o en una linda cabaña en algún lugar de Canadá que ella desconoce. Incluso en medio de un maldito tiroteo.
Tenía miedo y quería que todo acabara pronto, no podía ocultarlo y sabía que la morena estaba consciente de eso. Pero su vida había sido un infierno, y ella se aferraría a este pedazo de felicidad sin importar las consecuencias.
Se aferraría a Cody con todas sus fuerzas, se aferraría a los planes que algún día hicieron en la seguridad de la habitación de la morena mientras jugueteaban con sus dedos y se acariciaban. Se aferraría al amor que tenían, porque ese amor les daría la fuerza para continuar y luchar por sus sueños.
Dejando escapar un suspiro, Blair estira su mano y engancha en su dedo un mechón de cabello y juguetea con él por un rato, mientras su otra mano va hasta el cráneo de la morena y deja pequeñas caricias. Sabe que a Cody le encanta que hagan masajes en su cabeza mientras duerme, la hacen sentir tranquila y cuidada, y eso es lo que Blair quiere que sienta cuando están cerca. La escucha suspirar con satisfacción y luego la ve hundir la cara entre las almohadas de manera algo infantil.
Escucha unos pasos en el pasillo junto a unos arañazos contra la puerta de su dormitorio.
-Shhh -escucha a Nick sisearle al perro-, déjalas dormir muchachón.
Blair sonríe divertida y busca la manera de despegarse del cuerpo de Cody. Se le hace imposible durante los primeros intentos, ya que cada vez que se aleja, la morena refuerza el agarre en su cintura y la atrae a su cuerpo. Le parece de lo más lindo y tierno, pero debe averiguar que necesita su pequeño amigo de cuatro patas antes de que empiece a ladrar y la despierte.
Lo intenta una vez más hasta que Cody echa su brazo a otro lado y le da la espalda murmurando incoherencias, pero a la pelirroja le parece escuchar algo como: si no quieres mis abrazos, bien. Y le toma toda su fuerza de voluntad no soltarse a reír a carcajadas porque conoce a la agente, y sabe que no es una fanática de los abrazos. O eso intenta aparentar, porque Blair también sabe que Cody Wexler no puede rechazar acurrucarse con ella.
-Oh, sabes que amo abrazarte -susurra-, pero debo asegurarme de que Rex no te despertara.
Recibe un ronquido de respuesta y sonríe divertida. Se asegura de cubrir a Cody con la sabana y se desliza en silencio hasta la puerta. Cuando la abre, encuentra a Rex sentado sobre su trasero y jadeando con la lengua fuera.
-Oye tu -lo saluda con una sonrisa y enseguida se lanza a ladrarle en respuesta con emoción, pero Blair lo detiene a tiempo sosteniendo su hocico-, shhhh -le sisea, colocando el índice entre sus propios labios para que entienda-. Cody está durmiendo ¿quieres acompañarla mientras preparó algo para ti?
El perro mueve la cabeza y Blair lo toma como un asentimiento, así que da un paso a un lado y lo deja entrar al dormitorio. Se detiene unos segundos a observarlo como se queda de pie cerca de la cama mirando con atención a la morena. Gira su cabecita hacia ella, como pidiendo permiso, y la pelirroja asiente, entonces Rex salta a la cama y se acurruca junto a Cody.
-Cuida de ella mientras preparo el desayuno -le susurra-, y se silencioso.
Nick ya está en la cocina, preparando café cuando Blair llega. Él le sonríe y sus ojos, adormilados, se entrecierran.
-Buen día, roja.
-Hola, Nick -responde con una sonrisa demasiado brillante para ser apenas las ocho de la mañana.
-Había olvidado lo madrugadora que eres -bromea y desliza una taza de café hasta ella.
-Gracias -le dice y le da un sorbo.
-Supongo que no debo preguntar si dormiste bien ¿no? -el sonrojo de Blair le dio la respuesta, y el asintió con una sonrisa divertida-. Me alegra que ella haya podido dormir.
-Aún sigue profundamente dormida -comenta- ¿Cuánto tiempo ha estado con sus malos hábitos de dormir?
-Hasta donde sé -Nick se siente en un taburete y suspira-, desde que perdimos la última pista de Joshua en Maine hace como un año.
Blair asiente y frunce el ceño.
-Pero ahora que están juntas de nuevo -susurra en un tono de complicidad, llevando la taza hasta sus labios-, estoy seguro que volverá a dormir mejor.
-Eso espero.
Estirando el cuello sobre la cabeza de la pelirroja, Nick nota la ausencia del amigo de cuatro patas.
-¿Y Rex?
-Está con Cody en la cama.
Nick asiente y revisa la hora en su reloj mientras Blair recoge su taza y la lleva hasta el fregadero. La ve rebuscar en el armario ingredientes para el desayuno, y recuerdo que el equipo debía haber llegado hace un buen rato, así que supuso que nuevamente dejaron a Ryan al volante.
-Encontré masa para panqueques, pero ya está caducada -dice la pelirroja.
-Descuida, ellos deben estar por llegar -responde Nick dando el último sorbo a su taza de café.
-Te refieres al resto de Los especialistas -pregunta con un tono divertido.
-Así que te contó sobre el nombre que nos dieron.
-Debo decir que suena genial.
-Somos geniales -asiente Nick levantándose de su lugar-. No nos hemos visto como en tres años.
-¿Desde la misión en la que acabaron aquí y con Cody cerca de morir?
-Podría decirse -responde-, pero hemos colaborado en algunos de sus trabajos. Isaac fue quien ayudaba a Cody a investigar los posibles lugares en los que Joshua se escondía.
Blair asiente y se cruza de brazos, arrimando su cadera a la encimera de la cocina.
-¿No crees que les haya pasado algo?
Nick sonríe divertido y niega mientras enjuaga el jabón de las dos tazas.
-Por supuesto que no -asegura-, ellos son lo mejor de lo mejor. Además, no hay forma de que alguien atrape a Rachel, esa rubia es toda un arma.
Blair sonríe divertida y se empuja lejos de la encimera para acercarse a la ventana de la cocina y mirar a través de ella. Se sorprende al ver a un hombre aparecer con varias bolsas del supermercado entre sus enormes brazos, y supone que es uno de los amigos de Cody y Nick.
-Oye, Nick -lo llama y gira levemente la cabeza para verlo asentir-. Creo que ya llegaron.
Nick se acerca y ve a través de la ventana. Blair advierte la sonrisa que cruza el rostro de su amigo, ella lo ha visto antes, es el tipo de sonrisa que lo hace lucir como un niño que está planeando una gran travesura al reconocer a un compinche en el hombre fuera de la casa.
-Ven a conocer al resto del equipo -le grita a la pelirroja de camino a la puerta de entrada.
Blair niega divertida y se acerca para revisar que haya suficiente café para los nuevos invitados antes de dirigirse a la sala para presentarse, pero se detiene en seco al reconocer a la rubia plantada en la entrada. Ella nota su presencia y le sonríe cuando sus miradas se encuentran.
-Hola Blair -la saluda.
-¿Aubrey? -pregunta con confusión.
-¿Quién es Aubrey? -pregunta Nick.
-Es el nombre encubierto de Rachel -responde el hombre más alto-, la cap la envió para que cuide de su chica.
El sonrojo nace desde el cuello de Blair y llega hasta las raíces de su cabello.
-Oigan, no la molesten -escucha a la rubia gruñirles a los tres hombres que reían divertidos a su costa -. Ryan, mejor ve a dejar las compras a la cocina -mira a la pelirroja y le sonríe-. Vamos Blair, preparemos el desayuno antes de que la capitana despierte y nos asesine a todos. Luego podemos presentarnos.
-Me sorprende que ella no esté aquí ahora -dice el chico más bajo y delgado sosteniendo una tableta entre sus manos.
-Ella está muy cansada -explica Blair-, manejó la mayor parte de nuestro viaje desde Baltimore y ha tenido problemas de dormir.
-Ah -asiente y regresa la mirada a su tableta.
A Blair le sorprende el desinterés del chico y frunce el ceño, pero la rubia la toma del brazo y la arrastra hacia la cocina antes de decir algo.
-Nick, ve con Ryan a recoger el auto y Isaac alista todo el equipo -ordena con voz autoritaria-. Debemos empezar a trabajar lo más pronto posible -los escucha murmurar sobre lo mandona que es, pero enseguida acatan las ordenes. Se detiene y mira a la pelirroja-. Supongo que tienes muchas preguntas -Blair asiente y Rachel le sonríe divertida-, contestaré lo más que pueda mientras preparamos el desayuno -se vuelve a detener y la mira con seriedad-. Por cierto, no tomes a mal la reacción de Isaac. Todos aquí nos preocupamos por la capitana, pero conocemos muy bien la estrecha relación de Cody y el insomnio y ya no nos sorprende. Especialmente a Isaac.
-¿Por qué?
-¿No te lo ha dicho? -pregunta sorprendida.
-Decirme que.
-Isaac es su hermano menor -responde-. Él se unió al ejercito por Cody, y se mantuvo activo hasta después de la muerte de su madre. Fue a dos despliegues más antes de decidir darse de baja -le cuenta-, y ambos sufren de un severo insomnio.
-No lo sabía -susurra la pelirroja mientras revisa las bolsas de comida y separa lo que va a necesitar para el desayuno.
-Ellos no se han visto desde hace un tiempo -encoge un hombro como si esa fuera la respuesta necesaria-, pero Isaac se ha encargado de ayudarle a buscar toda la información sobre Joshua desde que te dejó en Baltimore.
-También fui yo quien preparó tus papeles -la voz de Isaac se hace notar y ambas chicas guían su mirada a la entrada de la cocina, donde lo encuentran arrimado a la puerta con una sonrisa divertida. Ahora que sabe que es el hermano de Cody, Blair puede encontrar cierto parecido en su rostro-. Es bueno conocerte al fin, Zoe ¿o Blair?
-Blair -responde la pelirroja enseguida.
-Blair, bien -asiente y se acerca-. Lamento lo de antes, estaba ocupado revisando que todo esté bien en la cabaña, seguimos siendo completamente invisibles -la pelirroja reconoce esa sonrisa-. Gracias por hacer que mi hermana duerma todo lo que pueda, ella y yo tenemos ciertos problemas en... eso.
-No hay problema -responde y lo ve asentir-, por cierto ¿Por qué tardaron tanto en llegar? -pregunta.
Isaac echa la cabeza hacia atrás y suelta una sonora carcajada, mientras Rachel pone los ojos en blanco y lanza un bufido molesto.
-Ryan -fue todo lo que dijo la rubia.
-Oh -Blair asiente mientras revuelve la masa para panqueques-, Cody me dijo algo sobre su dificultad para las direcciones.
-Para las direcciones y prestar atención en general -espeta Rachel mientras pone la sartén en la hornilla-, nos detuvimos a poner gasolina y de alguna u otra manera, Ryan lo olvidó y terminamos varados a unos kilómetros de aquí.
-Él es realmente distraído -dice Blair.
-Es el peor, pero a la vez es el mejor francotirador que hayamos conocido -dice Rachel-. La cap confía mucho en él para cuidar su espalda.
-Sí, aun no entendemos como puede ser tan bueno cuando es tan distraído.
Blair asiente y dirige su mirada a la rubia mientras deja caer la masa en la sartén.
-Y tú -pregunta-, eres Aubrey o Rachel.
-Soy Rachel -responde-, Aubrey fue mi nombre encubierta como lo dijo Ryan. Isaac preparó mis nuevos papeles y Cody me envió enseguida hasta Baltimore para poder observarte de cerca.
-Así que siempre supiste quien era yo y de quien hablaba.
Rachel asiente con una sonrisa tierna en el rostro.
-Sí, siempre lo supe.
Cuando terminan de preparar el desayuno y servirlo en la mesa, Blair escucha dos autos estacionarse. Nick entra en la casa riendo junto a Ryan, que tiene una risa más gruesa y fuerte. Teme por un segundo que el ruido despierte a Cody, pero cuando no escucha gruñidos o golpes desde el segundo piso, suspira satisfecha.
-Oh, genial -chilla Ryan-. El desayuno está listo.
-No gracias a ti -le replica Rachel.
-Sabes que no soy bueno en la cocina.
-No eres bueno en muchas cosas.
-Auch, rubia.
Ryan finge sostener su pecho como si le doliera.
-Oye, Rach -Nick se acerca a la rubia con una sonrisa tímida que Blair no cree haber visto nunca antes- ¿Cómo has estado? No hemos tenido tiempo de hablar.
-He estado bien -Rachel responde cortante y evita su mirada.
-Genial, genial -Nick asiente y se deja caer en el taburete con un suspiro frustrado-. Oigan, por cierto -mira a los tres chicos y frunce el ceño- ¿Por qué yo era el único que no tenía idea de Blair?
-Yo tampoco lo sabía -niega Ryan-, me entere de camino aquí.
-Mi hermana me pidió las nuevas identificaciones para Blair y Rachel -dice Isaac encogiendo su hombro.
-Y a mí me pidió que cuidara de ella -recuerda la rubia-, no quería muchos involucrados. Mientras menos supieran del paradero de Blair, más fácil sería ocultarla.
Ryan engulle todo un panqueque y los mira antes de murmurar un casi ininteligible.
-Ya conocen a la capitana.