Liam
Después de que Zayn se fuera a buscar a Louis, me quede con Harry, el cual no dejaba de llorar.
Me rompía el corazón verlo de aquella forma. Una persona tan hermosa como él no debía pasar por cosas así.
—Él la ama —repite entre sollozos.
—Él es un idiota —murmuro cansado de oírlo triste—. Mereces algo mejor.
—Nadie es mejor que él —lloriquea el rizado haciendo que le dé un golpe en la cabeza.
Me sacaba de quicio que se creyera tan insuficiente. Todo el mundo merece a alguien que les haga sentir que valen el universo entero. Un amor completo no uno a medias.
—Me canse de escucharte, sinceramente tus dramas por ese estúpido me hartaron —digo haciendo que me mire sorprendido—. Así que, levanta tu plano trasero de allí y vámonos.
—¿Dónde quieres ir? —se levanta arrastrando los pies.
—Tendrás una cita conmigo y Zayn.
—¿Qué? No seré el mal tercio.
—Ira Timothée —aviso haciendo un movimiento de cejas.
—Creí que habíamos dejado ese tema en paz.
—Vamos, no seas así —suplico haciendo un mohín—. Iremos a mi casa nos vestiremos decentes, saldremos con dos chicos guapos, y nos olvidaremos de todos los problemas que tengan ojos azules.
—Lo planeaste todo —suelto una pequeña risita y lo arrastro hacia la salida. En el camino nos encontramos con Niall sonriéndole a la pantalla. Nos ve y no dice nada solo camina junto a nosotros.
Veo a Louis en la puerta de la escuela junto con Hannah. Harry también los ve y se pone triste, por lo cual decido tomar su brazo y alejarlo lo más posible de aquellos dos.
—Te mereces algo mejor —susurro.
Quizás estaba involucrándome demasiado en la vida de Harry, pero prefería que me odiara por intentar hacerlo feliz, antes que verlo en una cama llorando por días. Aunque viéndolo tan mal, creo que lo estoy forzando a hacer algo que no quiere.
—Lo siento —murmuro llamando la atención de Harry Y Niall—. Soy una persona horrible, estoy prácticamente obligándote a salir con alguien que no quieres.
Tenía la mala costumbre de sobreproteger a mis mejores amigos. Pero es que los tres pasamos por cosas difíciles y no quiero volver a verlos tristes.
—No te preocupes Li, sé que quieres cuidarme. Después de todo eres mi mejor amigo y siempre querrás mi bienestar —me sonríe con sinceridad—. Quizás salir con ustedes me haga bien, de todas formas, me divertiré. Solo debes entender que, Tim es un amigo, no quiero una cita con él.
—Si, lo entiendo. Solo será entre amigos, y bueno este rubio enamorado no ira porque si tiene una cita.
—¿De verdad? ¿Niall Horan se está dejando enamorar? —de pronto nos estamos burlando de Niall y el ambiente deja de ser tenso.
—¿Ahora soy su entretenimiento? —nos da una mala mirada, pero no puede esconder su sonrojo—. No estoy enamorado, solo le doy una oportunidad a Shawn porque insistió demasiado.
—¡Mentiroso! —digo riéndome—. Shawn dijo que la idea de la cita fue tuya y que prácticamente eres como un koala con él, no se separan ni un segundo —para ese entonces el rubio era un tomate—. No te pongas así, Shawn odia los tomates y si te ve le caerás mal.
—Idiota —murmura entre dientes haciéndose el ofendido y camina delante de nosotros.
—Ustedes son lo mejor que tengo —me dice Harry. Lo abrazo y le despeino el cabello.
—Quiero verte siempre así, al igual que aquel tomatito. Me alegra que encontrara a Shawn, él le hace bien.
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Shawn
Acomodo mi cabello y luego le doy una sonrisa conforme a mi reflejo.
Con las manos temblando tomo mi celular y espero la llamada de Niall.
Aun no creía que el rubio hubiera planeado una cita para nosotros, después de que las primeras fueron un intento fallido creí que ya no querría intentarlo. Pero esta noche todo sería diferente. Lo que más me gustaba de todo es que Niall fue quien tomo la iniciativa, y eso era un gran avance para él, ya que dejo de escapar de mí y ahora se permite conocerme y dejarme conocerlo.
Es hermoso verlo avanzar cada vez más y que sus sonrisas sean reales y no fingidas. Se que le da miedo lo que pueda pasar en el futuro, es por eso que siempre le digo que lo que importa es el ahora, porque nuestro futuro depende de las cosas que hagamos en el presente.
Y justamente en el presente mi único objetivo es hacer feliz al chico de ojos azules que me robo el corazón.
Tal vez Niall tenía razón al decir que lo nuestro no funcionaría y no llegaríamos a nada, pero aun así yo seguiría a su lado, ayudándolo a encontrarse a él mismo. Y no se trata de romperme yo para arreglarlo a él, se trataba de cuidarlo, amarlo, y recordarle lo hermoso que es, para que algún día el rubio pudiera verse al espejo y entender porque mis ojos brillan al verlo o porque todo en mi interior revolotea. Quiero que él mismo sane sus heridas, pero también quiero estar a su lado para cuando sienta que su fuerza no es suficiente.
—Hola, pequeño —saludo cuando finalmente me llama.
—Hola... —murmura con vergüenza—. Tomatito no te pongas así —dice una voz desconocida para mí. Frunzo el ceño al pensar quien le dijo tan feo apodo a MI Niall.
—¿Quién es él? —pregunto sonando celoso.
—Es solo el idiota de Liam, no hagas dramas —responde riendo—. Te veo aquí en diez minutos, no te tardes o iré a cenar solo.
—Siempre tan romántico cariño —me rio sabiendo que se sonrojo—. Nos vemos.
Salgo de mi casa y luego de cerrar bien la puerta corro hacia el auto de mi madre, el cual ella muy alegremente me presto cuando le dije que saldría con Niall. Comencé a conducir y encendí la radio. "Counting Stars" de One Republic comenzó a sonar, no pude evitar comenzar a cantar, amaba esa canción.
Al cabo de unas tres canciones más ya estaba cerca de llegar a la casa de Liam en donde estaba mi amado, ahí fue cuando comencé a temblar de nervios. Pero fue cuando lo vi cuando sentí que el corazón se me detuvo por unos segundos.
Estaba tan bonito como de costumbre, pero ahora llevaba una camiseta blanca y un pantalón de color negro junto con unas vans, el cabello lo llevaba en forma de jopo. Se veía realmente precioso.
—¿Planeas quedarte ahí toda la noche? —pregunto caminando hacia el auto. Reaccioné y corrí para abrirle la puerta.
—¡Diviértanse! —grito Harry viéndonos desde la ventana.
—¡Pero no demasiado! —le siguió esta vez Liam. Los saludé con la mano y luego subí al auto.
—Te tardaste demasiado y yo tengo hambre —me regaño cruzándose de brazos. Me acerque y deje un beso en su mejilla—. No me convencerás —intentó alejarme, pero tome su rostro con ambas manos y lo bese haciendo que se quedara sorprendido.
—¿Demasiado pronto? —pregunte con miedo al separarnos.
—No, yo... —sin decir más volvió a besarme haciendo que mi corazón se acelere aún más. Todo lo demás desapareció e incluso parecía que estábamos en un mundo diferente en donde todo era hermoso. Nos separamos al sentir flashes apuntándonos. Logre ver que Liam y Harry nos tomaban fotos—. Que par de inútiles. Ignóralos y conduce, aún tengo hambre —se alejó volviendo a su posición de niño caprichoso, reí y comencé a conducir.
En el camino fui cantándole todas las canciones románticas que sonaban en la radio, por lo cual él se ruborizaba a cada segundo. Pero era un gran avance que no saltara del auto y huyera. Cada vez que nos deteníamos por un semáforo aprovechaba para robarle pequeños besos, me gustaba ver su cara de sorpresa que escondía una sonrisa.
Sin dudas estaba siendo la mejor cita de todas, y eso que la noche apenas comenzaba.
Llego un momento en que susurró algo que hizo que me quedara en shock.
—¿Qué dijiste?
—No lo repetiré, Mendes. Confórmate con que lo haya dicho una vez.
—Me gusta cómo suena mi apellido cuando lo dices. Sera bonito cuando lo lleves tú también.
—Sigue soñando.
—Por favor. Solo tienes que decirlo una vez más —pongo ojos de cachorro.
—Te quiero —murmura tan despacio que apenas lo oigo—, pero solo un poco.
—¡Si! ¡Niall Horan me quiere y yo a él! —grito por la ventanilla del auto recibiendo miradas confusas.
—Eres un demente.
Llegamos a nuestro destino un par de minutos después.
Lo lleve al mismo lugar al que lo iba llevar la vez anterior, el pequeño bosque que estaba rodeado de flores. El lugar se veía mucho más bonito con la luz de la luna iluminándolo todo.
Niall tomo su mochila y me pidió que cerrara los ojos, para cuando me ordeno abrirlos me encontré con que había puesto una manta sobre el pasto y nuestras comidas favoritas sobre ella.
—¡Muffins! —salgo corriendo a tomar uno—. Te amo tanto.
—No crees que exager...—él calló al verme hablando con la comida—. Eres raro —Le sonreí y caminé hacia él para besar todo su rostro.
—Tú me gustas más. Eres mi pequeño muffin de vainilla —digo abrazándolo fuertemente.
—También me gustas, aunque estés mal de la cabeza —responde haciéndome reír.
Era por momentos como este que la vida valía la pena.
Harry
Me encontraba cenando con Zayn, Liam y Timothée. Los tres tenían una charla amena y se divertían bastante.
En cambio, yo me mantenía en silencio, no decía nada y si me preguntaban algo respondía con un simple "si" o un "no".
Sinceramente no tenía ánimos de nada, fue un error haber aceptado venir, pero si no lo hacía igualmente Liam me hubiese arrastrado a ir con ellos. Se que no lo hacía por entrometerse en mi vida, sino para verme bien. Pero un corazón roto no se cura solo saliendo con tus amigos a pasar el rato.
Porque sin importar que tanto quieras distraerte ese dolor sigue allí haciéndote saber que no estás bien y que no lo estarás en un buen tiempo.
Odiaba sentirme insuficiente, tonto, y no amado. Pero no había manera de que dejara de sentirme así, por lo menos no ahora.
En lo que iba de la noche ya había recibido tres mensajes de Louis, los cuales decidí no responder. Pero si los leí y cada uno fue peor que el anterior.
El primero decía...
"Hola, Hazzie. ¿Cómo estas, amigo?"
"Hoy hable con Zayn. Él dijo que dejara de hacerte daño.
No entiendo ¿a qué se refiere?"
"Por favor, responde. ¿Qué hice mal?"
Solo no te enamoraste de mi Seria la mejor respuesta a la ultima pregunta.
¿Tan difícil era de entender que lo amaba?
Creí haberle dado demasiadas señales para que lo entendiera. Incluso su familia sabia de mi enamoramiento por él.
¿Y si lo sabía? Quizás solo lo ignoraba o no le importaba. No lo sé.
Solo sé que estoy harto de sentirme rechazado, no sé cuánto más pueda seguir aguantando tener que amarlo en silencio.