Alexei.
Los ojos azules de Sophie me miran, había dicho que no podía dejar de pensar en ella y ahora su intensa mirada está sobre mi.
Veo como sus labios se abren un poco para decir algo pero la voz de mi madre interrumpe.
-es hora del pastel, cariño- ambos volteamos a ver a la mujer de cabello castaño quien solo nos mira- perdón, ¿interrumpo algo?
Ambos negamos de inmediato.
Veo a Sophie ponerse de pie e inmediatamente hago lo mismo.
Me acerco a mi madre quien sonríe mientras deja un beso en mi mejilla, ve a la pelirroja.
-¿no vienes, cariño?- volteo también, Sophie mira la pantalla de su celular.
-los alcanzo en un momento- responde mientras levanta su mirada de este.
Mi madre asiente y solo dejo de ver a aquella mujer mientras comienzo a caminar del brazo con mi madre.
-¿qué pasa entre ustedes?- pregunta mi madre una vez que nos hemos alejado un poco.
-nada- suelto, sus ojos avellana de miran.
-¿crees que puedes mentirme a mi que soy tu madre?- pregunta con una ceja elevada- somos abogados, sé también cuando mientes, te parí con dolor y cansancio para que veintisiete años después vengas a mentirme, ¿es así como me pagas?
Sonrío con cierta burla.
-no pasa nada- repito, ella se detiene y hace que haga lo mismo, volteo hacia ella y solo me mira.
-Alexei Morelli Ivanov- comienza, me llama de esa manera en que siempre lo hace cuando me regañaba o se molestaba conmigo- ¿acaso yo críe a un hijo mentiroso?
-mam...
-habla ahora o sino me veré en la obligación de investigar por mi propia cuenta- sé que Dalila Ivanova es capaz de hacer eso y más, siempre que quiere algo se lo propone hasta que lo logra.
Suspiro pesadamente, miro a la distancia a las personas que siguen en el jardín ajenas a todo lo que mi madre y yo estamos hablando.
-estoy follando con ella- respondo finalmente.
Sus ojos avellana se abren con sorpresa.
-¿qué?- pregunta- ¿con Sophie Salvatore?
-sí, mamá- suelto- ¿con quién más?
Golpea mi hombro como molestia, no se detiene ahí y después me da un zape.
-mamá- suelto mientras acomodo mi cabello.
-¿qué voy hacer contigo Alexei Morelli?- pregunta
-soy lo suficientemente grande para poder manejar mi vida sexual- suelto.
-déjame adivinar- comienza mientras se cruza de brazos- "no repito dos veces con la misma mujer."
Me quedo callado mientras eleva una ceja.
-tu padre decía lo mismo y míralo ahora, casado conmigo y con cuatro hijos- suelta con burla- ¿qué sientes por Sophie?
-nada.
-claro, cariño- emplea el sarcasmo- y seguramente tu padre no me dejó por segunda vez a través de una estúpida carta.
Me quedo en silencio al recordar esa historia que una vez contó.
-estoy segura de que algo más pasa contigo- comienza- sé que eres lo suficientemente maduro para saber que hacer o que no hacer con tu vida- continúa- pero, soy tu madre y conozco a mis hijos, sé cuando algo más pasa.
-Sophie... me gusta- confieso finalmente.
Ella se queda en silencio y comienza a sonreír lentamente.
-entonces ve y díselo- me mira- anda, ve y dile todo lo que sientes, el pastel puede esperar, ahora es más importante tu felicidad.
La miro y ella sólo sonríe, una sonrisa de aquellas que siempre da para hacernos saber que todo estará bien.
Beso su frente y comienzo a caminar de nuevo hasta donde se supone debe de estar la pelirroja.
Me detengo cuando la veo a la distancia discutiendo con su padre, prefiero no acercarme y retroceder cuando veo a la mayor de los Salvatore llorando frente a su padre, él intenta abrazarla pero ella se aleja, le dice unas palabras más al rubio frente a ella y después se va caminando hacia la salida.
Me debato entre seguirla o dejar que se vaya, finalmente termino yendo tras ella, mando un mensaje a mi madre en donde explico rápidamente y con palabras cortas que posiblemente tenga que irme y sin más comienzo a ir hacia donde veo a la pelirroja.
-¿estás bien?- pregunto mientras la veo recargada en un auto, no voltea hacia mi y solo veo como limpia sus mejillas para finalmente voltear a verme.
-debo irme- suelta- solo quiero descansar.
Veo como comienza a mirar a nuestro alrededor, seguramente buscaba a sus hombres.
-te llevo- suelto y vuelve a mirarme para después negar.
-es tu fiesta de cumpleaños- responde- debes estar aquí.
-no me gustan las fiestas- respondo mientras saco las llaves de mi lamborghini- vamos.
Traga saliva pero finalmente comienza a caminar junto a mi, abro la puerta de mi auto para ella y sube, subo a mi asiento y solo comienzo a conducir, ella sólo mira por la ventanilla del auto.
No quiere hablar, ella siempre está hablando sobre lo que sea pero esta vez no lo hace.
-¿crees que el amor vuelve a las personas débiles?- pregunta después de algunos minutos.
Trago saliva mientras continúo conduciendo.
-mis padres son el claro ejemplo de que el amor no te hace débil- miro a la mujer en el asiento del copiloto- mi padre era más débil cuando mi madre no estaba a su lado- sus ojos azules me miran y regreso la vista a la carretera- creo que solo debes estar con la persona correcta- vuelvo a mirarla mientras ella hace lo mismo.
Aunque no quiera hacerlo termino mirando a la carretera de nuevo, trago el pequeño nudo en mi garganta.
-creo que cuando estás con la persona correcta para ti no eres débil- continúo- creo que la persona correcta te ayuda a crecer y ser más fuerte y creo también que de eso se trata el amor, sumar no restar.
Siento como aleja su mirada de mi para mirar de nuevo hacia la ventanilla, no dice más y solo se queda callada lo que resta del camino.
Llegamos a nuestro edificio, miro a la pelirroja a mi lado pero ella está dormida, su cabello rojo cae sobre su rostro, sus ojos están cerrados y ella está dormida cómodamente.
Bajo del auto y voy hasta su lado abro la puerta y termino cargandola en mis brazos, me las arreglo como puedo hasta que finalmente estoy afuera de nuestro piso.
No encuentro la llave de su departamento así que termino entrando al mío junto a ella.
Camino hasta la habitación y solo la dejo sobre la cama, termino sacando una playera de mi armario y comienzo a quitar el vestido que cubre su cuerpo, queda en ropa interior y termino colocando esta sobre su cuerpo.
Estaba impresionado con que esta mujer no despertó ni se inmutó un poco, no sé si en verdad estaba cansada o si siempre suele dormir profundamente así.
Sólo la dejo en la cama y la cubro con las cobijas para después salir de aquí, termino sentado en uno de los sofás de la sala.
Bebo de un vaso con whisky en mi mano mientras mi cabeza está recargada en el respaldo del sofá y miro hacia el techo.
No sé cuánto tiempo llevo aquí, solo sé que ha pasado un buen rato en donde he estado aquí sentado, bebiendo y mirando sin objetivo alguno hacia el techo.
Escucho algunos pasos acercarse y sé de quien se trata.
-¿qué haces?- pregunta mientras siento como el lugar disponible a mi lado es ocupado. Su voz suena adormilada aún- ¿el techo está contando algún buen chisme?
Río un poco mientras bebo más whisky.
Me quedo inmóvil cuando siento como ella se recarga en mi brazo y abraza mi brazo a su lado.
Trago el nudo en mi garganta y solo me debato mentalmente en lo que debería o no hacer.
Quedarme callado o hablar.
Confesar o callar.
-Sophie- comienzo después de algunos minutos.
-¿qué pasa?- pregunta.
El ventanal que teníamos aquí dejaba colar los destellos de luna y estos eran los únicos que iluminan un poco el loving, el silencio en el Penthouse es también el que predomina.
-me gustas- suelto finalmente y con los nervios a flor de piel
Ella se aleja lentamente dejando mi brazo, no me atrevo a dejar de mirar el techo, no quiero mirarla, no puedo mirarla.
-siento más de lo que debería de sentir, siento algo por ti- continúo- y sé que acordamos algo, pero, no sé qué pasó, solo sé que ahora no puedo sacarte de mi cabeza.
Ella no dice nada.
Vuelvo a tragar saliva.
-creo que debo irme- habla finalmente- creo que esto no está bien.
Siento como mi corazón comienza a acelerarse, siento como mis esperanzas son mandadas a la mierda.
-está bien- suelto finalmente mientras la escucho ponerse de pie.
-eres un tonto- habla y eso es suficiente para que voltee a mirarla.
Sólo me quedo inmóvil cuando ella se monta sobre mi dejando cada una de sus piernas a cada lado de mi torso.
-debías decir que no quieres que me vaya- habla mientras sus brazos se entrelazan en mi cuello, sus ojos azules me miran.
-¿qué?- pregunto confundido.
-confirmo que eres un tonto- habla de nuevo.
-gracias por siempre ofenderme- respondo mientras mis manos la toman por la cintura.
Ella se mantiene en silencio unos segundos pero vuelve a hablar.
-yo...- comienza- también siento algo...- levanta su mirada mientras sus ojos coinciden con los míos- por ti.
Siento como una sonrisa comienza a formarse en mis labios, no digo nada más y lo único que hago es tomar sus mejillas mientras la acerco a mi y la beso, un beso que ella corresponde de inmediato.
♤♡
Capítulo nuevo.
Nos leemos pronto.
-Neftali.