La chica nueva

By Trixmikaelson

4.9K 1.3K 2.2K

Tras 3 años yendo de casa en casa, Katrina se propone empezar una vida lejos de todo aquel que la conoce. En... More

Nota + Personajes
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Epílogo
Capítulo extra
NECESITO AYUDA

Capítulo 30

66 23 42
By Trixmikaelson

¿Está siendo mi mejor noche? Sin lugar a dudas. No he parado de bailar mientras sirvo copas. Incluso me he echado unos bailes con la banda de esta noche, que son todo chicas. Se han venido con un cuerpo de baile que es, simplemente, impresionante.

Jason, Mark y compañía se encuentran reunidos en un par de mesas contiguas, y ahora mismo me dirijo hacia ellos atraída por sus insistentes llamadas. No pretendía ignorarlos, pero esto está hasta los topes y no puedo estar todo el tiempo pendiente del mismo grupo.

―¿Os lo estáis pasando bien? ―pregunto alzando la voz, ya que hay mucho ruido esta noche.

―Increíblemente bien ―responde Howard sin quitar sus ojos del cuerpo de baile.

―¡Quédate un rato, Kat! ―salta Trevor atrayéndome hacia él, sentándome en su regazo.

―Estoy trabajando, melón ―justifico revolviéndole el pelo―. ¿Necesitáis algo?

―Más bebidas especiales de estas, podría renunciar a la cerveza por esto ―todos se alborotan como si hubiese deseado el mayor de los males a sus familiares―. Vale, vale, tranquilos, era la euforia del momento.

―Ya vuelvo con vuestras bebidas, anda ―me doy la vuelta, pero Regina me agarra suavemente del brazo―. ¿Puedo ir contigo? Me gustaría hablarte de algo ―asiento porque no quiero movidas esta noche.

―Tú dirás ―le digo llegando a la barra.

―Quería darte las gracias. Jason me ha contado que te encargarías de mi problema, y hace unas horas que no tengo noticias de ese animal. Aunque volviera a molestarme en unos días, te agradezco mucho de corazón que te hayas ofrecido a solucionarlo. No me lo merezco.

―Regina, aunque fueras mi enemiga mortal, eso nadie se lo merece.

―Lo sé, pero he sido una perra contigo y no te lo merecías. A mí Leo, o sea, el profesor Álvarez, me gustaba desde que nos vimos en aquel bar. Me dolió mucho que no quisiera conocerme al saber que sería su alumna y, en un ataque de rabia por su indiferencia, le culpé de mi aborto. En realidad, no lo dije así, pero mencioné su nombre y Jason lo malinterpretó, y preferí seguir esa mentira antes que decir la verdad ―una lágrima se le escapa―. Es un buen hombre, y me arrepiento muchísimo de culparlo cuando él sólo me apoyó. Y a ti he intentado alejarte de Jason, y ahora me siento fatal porque lo hayáis dejado, no sé qué me pasó, perdóname por favor ―rompe a llorar y se aferra a mí en un abrazo que, aunque tardo en devolvérselo, termino haciéndolo.

―Ya está, Regina. Todas cometemos errores. Si te sientes mejor así, quiero que sepas que te perdono ―Regina se separa y me mira con sus ojos vidriosos.

―¿De verdad? ―asiento y vuelve a abrazarme―. Gracias, Kat. ¿Crees que podría disculparme con el profesor?

―Está a punto de llegar, así que puedes hacerlo esta misma noche. Aunque dudo que Leo considere que haya nada que perdonar, tiene un corazón de oro.

Regina sonríe y, sinceramente, me la creo. Puede que se deba a la alegría de que todo haya salido bien.

Cuando Josh y Leo aparecen por la puerta, acompañados de Lorelai, quien viene agarrada del brazo de mi mejor amigo, Franco corre hacia mí.

―Liv, tus amigos están aquí. Dime que esta noche te vas a tirar al cachitas.

―Dios, Franco, hay cosas más importantes que el sexo.

―Lo digo por tu bien. Se nota que llevas muchos días sin copular, tu cutis está peor que nunca.

Voy a replicarle, pero me echo a reír cuando veo que él lo hace.

―Ay, perdóname ―continúa limpiándose una lágrima inexistente―, quería ver qué cara ponías. Pero, ahora en serio, vete hacia allí y plántale un buen beso en los morros, que ya va siendo hora de que pienses en ti.

Le doy un beso en la mejilla y comienzo a alejarme de él.

―Eres un sol, grandullón.

Lorelai es la primera en verme, y se levanta de la mesa en la que se habían sentado para saludarme con un beso en la mejilla.

―Este sitio es total, Kat. Te encanta trabajar aquí, ¿verdad?

―Mentiría si dijera lo contrario ―le sonrío.

―¡Mi cremita! ―exclama Josh alargando la última vocal. Me abraza tan fuerte que me planteo si su intención es ahogarme.

―Venga, mi princesita, déjame respirar ―digo separándome.

―Odio que me digas princesita. Soy un hombre, y muy varonil, por cierto.

―Lloras con todas las películas de Disney, Josh ―interviene Lorelai.

―¡Los hombres también tenemos sentimientos! ―replica.

Antes de averiguar hasta dónde puede llegar su desacuerdo, Leo rodea mi cintura desde atrás, consiguiendo toda mi atención.

―Cuánto me alegro de que todo haya salido bien esta noche, preciosa ―dice aspirando mi aroma.

―Y yo, todo es casi perfecto esta noche.

―¿Casi? ¿Por qué no del todo?

―Tú y yo tenemos una conversación pendiente, ¿no crees? ―digo girándome para quedar frente a frente, rodeando su cuello con mis manos.

―Estoy de acuerdo, aunque, más bien, la que tiene que hablar eres tú, porque dudo que no sepas lo que yo pienso sobre nuestro ―acerca peligrosamente su cara a la mía― tema pendiente.

―Eh, chicos, vivís juntos, así que podéis reservaros para luego, ¿no? ¡Que he venido a celebrar con mi cremita! ―interrumpe Josh―. Por cierto, ¿dónde está Troy? También quería felicitarlo a él.

―¿Felicitarlo? ¿Por qué? ―pregunta Lorelai.

―Ahora trabaja aquí ―respondo rápidamente, ganándome miradas confusas de Josh y Leo, quien aún mantiene una mano en mi cintura.

―Pues no logro divisarlo. ¿Ya se está escaqueando? ―pregunta Josh echando un vistazo rápido al local desde la comodidad de su asiento.

―Está reunido con Polly ―respondo.

―Acaba de salir ―apunta Leo, señalando al fondo―. Y parece que va a servir a tus compañeros de universidad.

―Voy a presentarlo y os lo traigo. ¿Qué tomáis? ―antes de que respondan, los freno levantando mis manos―. ¡Sky! Atiende esta mesa ―acabo de verlo coqueteando con dos chicas. Una noche, Jason y yo estábamos de camino al baño con un calentón de la leche y él vino a cortarnos el rollo, así que tenía que aprovechar el momento.

―Aguafiestas ―murmura cuando llega.

Mientras les atiende, y tras recibir un beso en el cuello por parte de Leo que casi hace que me derrita, me dirijo hacia Troy, que, a todo esto, desconozco qué nombre falso ha elegido.

―Aquí estás ―digo posando una mano sobre su hombro. Él está atendiendo en estos momentos a Mark y Jason. Me mira y, tras sonreírme, devuelve su atención a los clientes.

―¿Eres nuevo? ―le pregunta Jason―. No recuerdo verte por aquí.

―Sí, es mi primera noche. Soy John ―lo miro sorprendida, ya que John era el nombre de mi padre.

―Primera de muchas ―añado recuperándome del shock y la emoción momentánea―. Es mi ex novio, en realidad.

―Ya tenía que restregar que estoy enchufado aquí ―dice Troy fingiendo molestia.

―Tu nombre real es Troy, ¿verdad? ―pregunta Jason.

―¿Les has hablado de mí? ―pregunta mirándome.

―No puedo hablar de mi vida sin mencionarte. Siempre has sido todo para mí.

―¿Kat siendo dulce? Pellízcame, no me lo creo ―dice Trevor. Yo le saco la lengua de manera infantil.

―Por algo siempre la he llamado Kit-Kat ―bromea Troy―. Aparenta ser dura, cosa que es si se lo propone, pero si la conoces tanto como yo, sabrás que no hay persona más dulce en el planeta.

―Pues lo de Kit-Kat suena más a que está buena ―acota Howard llevándose una colleja de Lara―. ¿Qué? ¡Ni que hubiera dicho una mentira!

―Cállate, Howard ―responde Jason.

―Es mi cumpleaños ―replica―, tengo inmunidad esta noche.

―¿Son amigos tuyos? ―me pregunta Troy.

―Algo por el estilo. Josh y Leo acaban de llegar ―digo señalando la mesa en la que están―. Tienen ganas de saludarte.

―Termino aquí y voy.

―Vale. Y recordad que somos Olivia y John, porfa ―digo dirigiéndome a mis compañeros de universidad.

En el camino de vuelta a la mesa donde está Leo, unas manos sujetan mi muñeca y me voltean bruscamente.

―¿A qué cojones juegas? ―suelta Carl. Lo vi esta noche en la Sala Éxtasis, por lo que no me cabe la menor duda de que pertenece al Golden Eye.

―No sé de qué me hablas, pero estás haciéndome daño ―protesto. Carl me suelta, molesto.

―No te hagas la tonta. ¿O tienes problemas de memoria?

―¡Que no sé de qué hablas, joder!

De repente, siento algo presionando mi estómago. No me hace falta bajar la vista para saber que es una pistola.

―Mi mejor amigo, mi segundo padre, mi tío está muerto por tu culpa. Has logrado convencer al tiburón de que había incumplido las normas, pero tú no tenías por qué decir nada. No sé cómo cojones se ha fiado de ti.

―Si tu tío era un hijo de puta que se dedicaba a violar a jóvenes desprotegidas no es mi maldita culpa. Igual lo defiendes porque tú haces lo mismo. ¿Debería avisar a tu jefe de que te vigile?

Carl gruñe, y veo el odio en su mirada. Lo peor de todo es que escucho cómo quita el seguro de su arma.

―Siempre supe que eras tú a quien buscaba el jefe, y nunca te delaté. Te lo debía por cuidar de Freddie cuando estaba borracho, pero esa deuda ha quedado más que saldada. Nada me impide ahora matarte.

―Aparta esa arma de ella o te arranco la cabeza.

―Bueno, el que faltaba. Deberías estar reducido a cenizas, Nelson. ¿Quieres que hagamos justicia?

―Me la suda la justicia, pero como tardes más de cinco segundos en guardar tu pistola y alejarte de Kat me va a importar una mierda lo que pase conmigo: tu corazón dejará de latir ―amenaza Troy acercándose a Carl.

―Fuera ―ordena Polly, quien llega junto a Gordon―. Si te vas ahora, tu jefe no se enterará de esta traición. Si te quedas, te torturaremos aquí y, luego, tu jefe se encargará de lo que quede de tu cuerpo. ¿He sido clara?

Carl baja el arma de mala gana y se aleja un poco.

―Esto no quedará así ―dice para, acto seguido, largarse.

―¿Estás bien? ―me pregunta Troy pasando una mano por mi espalda.

―Sí, gracias por venir ―le sonrío.

―Sky ―le llama Polly al verlo cerca―, encárgate de guardar bien la grabación de esta noche, para tener pruebas en caso de que las cosas se compliquen. Venga ―dice mirándonos al resto―, a trabajar y a disfrutar ―añade guiñándome un ojo.

Cuando vuelvo con Leo, Josh y Lorelai, los dos últimos están enfrascados en un beso que parece no tener fin.

―Te noto muy solo ―digo sentándome al lado del primero.

―Solo y abandonado. ¿Quieres la aceituna? ―dice señalando su bebida, ya vacía.

―Claro.

Leo coge su copa y, en lugar de coger la aceituna con la mano, empina el contenido directamente a su boca para, posteriormente, enseñarme la aceituna entre sus dientes. Bien, no pensaba que lo besaría delante de Josh, pero él no parece darse cuenta, así que, de perdidos al río, ¿no?

―¿Estás seguro? ―pregunto. Leo asiente con sus ojos brillantes. Hay unas seis copas en la mesa, así que voy a suponer que se han tomado un par de ellas cada uno. No es suficiente para que Leo se emborrache, pero sí para que se desinhiba hasta el punto de querer jugar en público.

Me inclino hacia él y, justo cuando él esconde la aceituna en su boca, lo beso. Al principio, nuestras lenguas batallan para quedarse con la aceituna, pero la guerra dura poco al olvidarnos de cuál era nuestro objetivo. Con la aceituna ya en mi boca, me separo para escupirla de nuevo en la copa vacía y vuelvo a besarlo, sintiendo cómo todo mi cuerpo reacciona ante nuestro contacto.

Sus manos vuelan a mis caderas, acercándome a él. Sin recordar mucho dónde estoy, paso una de mis piernas por encima de las suyas, colocándome a horcajadas sobre él. Los leggins negros de vinilo que llevo puestos son tan ajustados y finos que cuando una de sus manos tantea mi trasero me enciendo completamente y siento un bulto creciendo bajo mi intimidad.

―Tenemos que parar ―susurro alejándome de su boca―. Debemos esperar a estar en casa.

―Lo sé, perdóname ―dice apoyando su frente en la mía con los ojos cerrados―. Te deseo tanto ―susurra.

―No bebas más, ¿vale? ―le digo―. Puedes ir al baño a calmarte, yo tengo que volver al trabajo.

Vuelvo a la barra a duras penas, donde Florence y Franco me dedican sonrisas burlonas y algún que otro comentario fuera de lugar y continúo con mi trabajo. Es entonces cuando me fijo en la mesa de Jason y sus amigos y descubro que están todos menos él. Troy, tras interrumpir a Josh y Lorelai y saludar a todos, se acerca para decirme que uno de ellos nos vio a Leo y a mí y, al decirlo y mirar todos, Jason se levantó y se fue. No lo entiendo. Si ya está con Regina, ¿por qué le molestaría?

∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞

Ay, Carl no podía estarse quieto. ¿Cómo creéis que terminará eso?

Leo y Kat ya no pueden ocultar las ganas que se tienen. Me parece a mí que no van a dormir al llegar a casa...

Y Jason... ¿Se ha ido por celos o por otra cosa? No tiene sentido para Kat que esté enamorado de Regina y luego se moleste al verla con otro.

Disculpadme, no sé vivir sin el drama. ¡Nos leemos muy pronto! (El domingo, para ser exacta)

PD: ¿cuántas personas adoráis a Josh? Quiere sentir vuestro cariño.
PD2: en la Nota al inicio he añadido fotos de los personajes❤

Continue Reading

You'll Also Like

24.9K 1.1K 25
Laia Gonzalez, una joven de 16 años nacida el 02/07/2007, es la hermana pequeña de Pedro Gonzalez, mas conocido como Pedri, jugador del FC Barcelona...
571K 44K 77
La experiencia me enseñó que las vidas perfectas no existen, pero la mía con Laura me hacía feliz. Sin embargo, nuestra vida de ensueño se convirtió...
38.6K 2.2K 17
Arodmy Darotski, no se enamora él se obsesiona. Su pensamiento siempre fue no perder el tiempo con crías menores que él, seres inexpertos como suele...
44.4M 1.3M 37
"You are mine," He murmured across my skin. He inhaled my scent deeply and kissed the mark he gave me. I shuddered as he lightly nipped it. "Danny, y...