Te estabas divirtiendo, gracias al tonto de tu mejor amigo, Jisung imitaba sonidos de animales e inflaba sus cachetes haciéndote reír a carcajadas, el mal humor había desaparecido.
—No puedo creer que te rías de esto, vamos, ni siquiera es gracioso —dijo él sonriendo de lado.
—Te ves adorable —dijiste apretando su suave mejilla que se tornó roja por el apretón.
—No soy adorable, soy cool —dijo para cambiar rápidamente a su faceta de "chico malo" que le gusta aparentar, aunque él sea todo lo contrario.
—Ajá, como digas Hanji —reíste y volviste a tomar de tu bebida.
—Ey, enserio, soy genial —continuó él, terco y engreído, como siempre.
—Como sea —reiste y volteaste a mirar por la ventana, el sol brillaba con fuerza hoy en Seúl, podías observar todo el patio desde el gran ventanal de la cafetería mientras desayunabas con tu mejor amigo.
En eso, frente a tus ojos, se cruzan ellos tres, el inseparable trío de amigos que andaban juntos por todos lados, se rumoreaba que ya estudirian en el extranjero, es por eso el motivo de tu sorpresa, abriste bien los ojos pensando que estabas quizá alucinando y parpadeaste seguidas veces, ¡¿realmente eran ellos?! Volteaste a ver a Jisung quien tenía la mirada en ellos también, y habló.
— No me digas que te gusta alguno de ellos—dijo él burlón, la verdad si te gustaba uno de ellos, pero las únicas personas que lo sabían eran tu mejor amiga y tu madre.
— ¿Hablas enserio? claro que no, no son mi tipo—respondiste sonando lo más convincente posible, aunque mentir te salía demasiado mal, incluso sospechabas de que él ya lo sabía o ya lo sospechaba desde el año pasado, aunque no te diría nada porque no suele meterse en tu vida personal, aunque siempre te aconseja para que lleves una vida tranquila.
Una vida tranquila, libre de problemas, libre de Hyunjin.
—¿Enserio? bueno, te creeré —tocaste tu pecho de manera dramática fingiendo estar herida porque no te creía, aunque sentías que bromeaba.
—Me duele que lo dudes, eres malo —dijiste y el soltó una carcajada.
— ¿que esperabas nena? soy todo un fuckboy, bebo, fum.. —ambos rieron, por favor, Jisung debería dejar de usar Twitter, cada día venia a decirte algún copy raro que encontraba en la app— es broma, te creo—dijo él burlón.
—Han Jisung —lo fulminaste con la mirada, evitando reír nuevamente por sus tonterías, él rodó los ojos.
—Estoy siendo sincero t/n, se que no te fijarías en alguno de ellos —dijo él y tomó de su bebida, sabías que él era distraído, y al parecer, quizá no se había dado cuenta de lo que le estabas ocultando.
[...]
Las clases empezarían en unos minutos y con Jisung entraron al salón sonrientes, él fue a su asiento habitual y tú al tuyo, Christopher Chan estaba sentado a tu lado, y sonreíste al verlo, claro, te sorprendió verlo allí, ya que solías sentarte sola y colocabas tu mochila al lado tuyo, pero no te fastidiaba verlo allí sentado, ambos se habían hecho amigos en vacaciones, te sentaste junto a él y estuvieron conversando un rato, resulta que solo hoy estaría en esta clase, mañana regresaría a su clase habitual, dejaste de prestarle atención cuando en tu campo de visión apareció él.
Entró junto a sus dos mejores amigos, el rubio y el castaño, más conocidos como Felix y Minho, ninguno participaba en los equipos de deportes, aunque destacaban en ellos, pero no lo hacían, preferían meterse en problemas, y a las chicas les gustaba, quizá las historias de chicos malos habían provocado el interés que tantos sienten hacia ellos, quienes encajaban perfectamente en aquel papel, eran misteriosos de alguna manera, y despertaban la curiosidad de toda la escuela.
Hyunjin pasó por tu lado, para llamar tu atención, evitando mirarte para que pienses que no le importabas, y luego de dar unos pasos más, terminó sentándose detrás tuyo, te sentías nerviosa, y él lo sabía, el quizá también lo estaba, pero sabía disimularlo mucho mejor que tú, quien pensabas que estaba de lo más tranquilo.
Felix y Minho se sentaron a sus costados, los viste por el rabillo de tu ojo derecho, además del sonido de la carpeta que jaló el castaño para estar los tres juntos como si fuese una carpeta de pareja al igual que las demás, la clase inició cuando ya todos estaban presentes.
Pasaron algunos minutos, debatías con Chris la clase, él era inteligente, y te ayudaba con algunas cosas que no entendías, ibas a extrañarlo mañana cuando regrese a su salón habitual, estabas concentrada en la explicación que tu amigo te estaba dando, cuando alguien da toquecitos en tu espalda para llamar tu atención, con miedo giraste a ver de quien se trataba.
—Hey, disculpa, tienes un bolígrafo que puedas prestarme? —preguntó con su característica voz grave que enloquecia a media secundaria.
— Ah.. —te sentías nerviosa, los tres te observaban, era la primera vez que hablabas con uno de ellos, y ahora la atención de los tres estaba sobre ti, te giraste y torpemente tomaste un bolígrafo de tu mochila para dárselo— aquí tienes, no olvides devolvermelo
Este rió, y con una pequeña sonrisa en los labios, asintió a lo que dijiste.
— ¿Eres t/n, verdad? —volteaste a verlo nuevamente y asentiste confusa— estuvimos en la misma clase el año pasado, soy Felix—te recordó, aunque ya lo sabías, pero no esperabas que recordara tu nombre.
—Lo sé —dijiste y el sonrió orgulloso.
— ¿y de mi, te acuerdas? —Minho se unió a la conversación preguntando divertido, asentiste y el rió— iba a ofenderme si decías que no.
Reíste ante lo último que dijo, ¿por qué transmitían tanta confianza cuando era la primera vez que ustedes hablaban?.
—Oye, saluda —Minho golpeó al pelinegro que se encontraba en el medio de ellos con su codo, este te miró por unos segundos, tragaba saliva refrescando su seca garganta.
—Hola, soy Hyunjin —fue lo único que dijo, tres palabras, que despertaron miles de mariposas que creías que estaban muertas, pero revivieron ahora que lo han vuelto a ver después de meses, incluso estaba más guapo, su cabello cubría su frente, tapando sus cejas y tocando sus pestañas.
—Hola..— dijiste y le sonreiste sin parecer intensa, pero querías verte amable y no incómoda, el asintió formando una línea recta en sus labios, similar a una sonrisa.
—Bueno, gracias por el lapicero, te lo daré en la salida —dijo Felix y asentiste para girar nuevamente sobre tu sitio y continuar con la clase.
[...]
Eran los siguientes en la fila, esperaban a que les entreguen sus almuerzos para sentarse a comer en la cafetería y disfrutar de su corto descanso.
—Creí que no eran tu tipo —dijo Jisung riendo, volteaste a verlo confundida.
— Solo me pidió un bolígrafo—rodaste los ojos, suponias que lo decía porque quizá te vio hablando con ellos, el solo asintió lentamente.
— Si no te lo devuelve, le diré que te compre una caja entera de esos— dijo Jisung creyéndose rudo, haciéndote soltar una carcajada que provocó la atención de algunos que los rodeaban, te disculpaste avergonzada, Jisung tan solo sonrió.
Les entregaron su almuerzo y fueron a sentarse a una de las mesas del lugar, habían pocas vacías y tuvieron suerte de encontrar una con una vista bonita del lugar.
Estuvieron hablando de lo que harían este fin de semana, hace tiempo que no salían, en eso un par de chicos jalan las sillas que se encontraban frente a ustedes y se sientan en la misma mesa, colocando sus bandejas cómodamente.
Los miraron confundidos, Minho y Felix los miraron igual, solo intentaban socializar, no se esperaban esa mirada, aunque a decir verdad ellos hubiesen reaccionado igual, era raro y quizá estaban siendo muy obvios, tú y tu amigo se preguntaban ¿no comían siempre ellos solos apartados de todos?
— ¿Les molesta si nos sentamos a comer aquí?— preguntó Minho siendo el primero en hablar esta vez, un poco nervioso, porque no solía socializar con gente a menos que sea para hacer bromas o coquetear con chicas o chicos.
—Ya lo hicieron ¿no? —dijo Jisung fastidiado, ellos no le caían bien, la verdad nunca habían hablado, pero era esa vibra que tenían, y la impresión de mocosos engreídos que tenía de ellos, eran problemáticos, muchos hablaban mal de ellos y parecía importarles muy poco, por eso mismo no quería que su mejor amiga se acercara a esos tres, para que la gente no hablase mal de ella también, sabía lo críticos que son todos en esa escuela, y no quería que sufras por comentarios hirientes.
—No pasa nada, no somos dueños de la mesa tampoco, pueden sentarse aquí— dijiste tratando de romper el tenso ambiente que tu mejor amigo creó en tan solo segundos, Jisung prefirió callarse, mantenía la mirada baja y seguía comiendo.
Los chicos que tenías al frente tuyo asintieron más tranquilos, relajando sus cuerpos que hace unos segundos se encontraban tensos sobre las sillas en las que estaban sentados.
— ¿Y Hyunjin? —preguntaste curiosa al darte cuenta de que no estaba con ellos como siempre lo hacía.
—Acá estoy —respondió él atrás tuyo, una sonrisa se formó en sus labios cuando te oyó preguntar por él, pero la escondió antes de que voltees a verlo, estaba acercándose y te sentiste nerviosa al verlo, terminó sentandose frente a ti, ambos se miraron, un ambiente tenso, otra vez —¿Pasa algo?
—Eh., no, nada —respondiste de manera apresurada, te fastidiaba lo rápido que latía tu corazón con tan solo oír su voz o verlo.
—Bueno, ¿que harán este fin de semana? —preguntó Felix cuando todos en la mesa habían creado un incomodo silencio, quería llevarse bien con todos.
—Estábamos quedando en ir al cine, si quieren, pueden unirse y venir con nosotros —dijiste, tratando de socializar con ellos, pensando en si quizá, esa invitación era una buena idea, aunque no había marcha atrás, ya habías hablado.
Los tres chicos se miraron, Felix y Minho miraron a Hyunjin, quien sólo movía los ojos de un lado para otro, prefiriendo a que sus amigos hablen por él.
—Iremos, entonces, así nos conocemos más, y nos hacemos amigos! —dijo Felix sonriendo emocionado.
—Me parece genial —dijiste con sinceridad, resultó una buena idea después de todo.
—Bien, ya vieron la cartelera, que película tienen en mente? —preguntó Minho.
—Solíamos elegir la película jugando piedra, papel o tijera —dijo de manera más amable, tratando de no cagarla otra vez, porque te veía emocionada por hacer nuevos amigos, y no quería alejarte de las personas solo por pensamientos ridículos, los demás soltaron risitas, incluso tú, que recuerdaste lo infantiles que son.
—También podemos elegir cada uno la que más nos llame la atención, y la película que tenga mayor votos entre nosotros, la vemos, ahora que somos más podemos hacer eso —propuso él sonriendo, tratando de dar una idea divertida también, Jisung y tú se miraron, asentiste de inmediato, era una buena idea, y tu amigo pensaba igual que tú.
Estuvieron hablando un poco más, Hyunjin solo asentia y se dedicaba a comer o sonreía de a ratos gracias a sus amigos. Supongo que se tardaría más en agarrarnos confianza a comparación de los otros dos, ya que no hablaba mucho, pero finalmente en el corto tiempo que hablamos, logramos todos conocernos aunque sea un poco más, y llevarnos bien. Estaba feliz por eso.
[...]
Caminabas de regreso a casa junto a tu mejor amigo mientras comían un helado, las calles en Seúl estaban muy soleadas y fue imposible negarse a comer algo así de fresco un día como hoy, él estaba a tu lado y escuchaban la música que salía de su celular que se encontraba en el bolsillo de sus jeans negros, estarían compartiendo audífonos, pero ambos habían olvidado llevarlos hoy a clases.
—Te dije que no eran unos idiotas —hablaste en defensa de quienes hoy, se habían hecho sus nuevos amigos.
—Bueno, resultaron ser bastante agradables —confesó él, la verdad luego de hablar un poco en el almuerzo, le habían caído bien, asentiste con una sonrisa.
— ¿Que más? —preguntaste curiosa para que siga hablando, querías saber que más opinaba de ellos ahora.
—Son divertidos, menos Hyunjin— confesó él, y es que la verdad, nisiquiera habló hoy, te sentiste herida, como si hablase de ti, pero bueno, hablaba del chico que te gustaba, y con la impresión que tuvo de él hoy, quizá tenga razón.
—Es el más serio de ellos, ¿no lo recuerdas? Su seriedad lo caracterizó siempre, quizá tarda más en agarrar confianza a diferencia de Felix y Minho —dijiste encogida de hombros y el asintió lentamente porque pensaba igual, quizá les tomaría más tiempo acercarse a Hyunjin.
—Bueno si, jamás imagine hablar con ellos, siempre se apartaban del resto, pero hoy extrañamente se acercaron a comer con nosotros, no te parece raro? —preguntó Jisung, por fin soltandolo, quería decirlo antes, pero te veías emocionada, sentía que algo pasaba, pensaba en quizá ¿están jugando contigo o porque se acercaron a ti? ideas raras pasaban por su mente, pero no quería parecer paranoico.
—Quizá sólo están tratando de socializar— dijiste pensativa, tratando de ignorar lo que dijo, no querías pensar que estaban quizá jugando contigo.
—O quizá le gustas a uno de ellos —dijo él ,finalmente también había llegado a esa conclusión, había atrapado hoy a Hyunjin mirándote en clase un par de veces, no pudiste evitar reír, pensabas ¿tú gustarle a uno de ellos?— ¿que?
— ¿Qué? Vamos, son los más deseados de nuestra preparatoria y crees que uno de ellos pondría sus ojos en mi? —dijiste, eras bonita, si, y no es que tengas baja autoestima, porque tú sabes que eres bonita, pero también sabias que habían chicas muy lindas, y según tú, eran el tipo ideal de esos tres.
—Te recuerdo que le gustas a muchos chicos de allí—dijo Han, y era cierto, le gustabas a algunas personas de tu escuela, pero eras despistada y no lo sabías, aunque tampoco le tomabas importancia.
—Pero no a ellos, no soy su tipo
—¿Como sabes eso? da igual, si intentan jugar contigo t/n, romperé sus bolas —dijo él y asentiste entre risas, siempre te sentiste agradecida de tenerlo en tu vida.
Habían llegado a tu casa, ambos se pararon frente a la puerta y te despediste de él dándole un abrazo como siempre lo hacías, sacaste las llaves y entraste, viste por la ventana como tu amigo después de verte entrar se iba a casa también.
—¿Que tal te fue hoy? —preguntó tu mamá saliendo de la cocina.
—Mamá! me sorprendiste —tocaste tu pecho sorprendida al verla, usualmente estaba ausente en casa por su trabajo.
—¿Sabes que te va a sorprender más? —negaste con la cabeza— tendremos nuevos vecinos—dijo ella.
—¡¿Enserio?!— asintió— ¿sabes si son lindos? —preguntaste divertida haciendola reír.
—Oye ¿no te gustaba Hyunjin? —preguntó ella, si, le tenías mucha confianza a tu madre, así que lo sabía.
—Olvidemos eso, la vecina tendrá algún hijo de mi edad y lindo? —tu madre golpeó su frente, rendida ante tus tonterías, la verdad no estabas interesada en los nuevos vecinos, pero era divertido fastidiarla.
— No lo sé, recién llegarán hoy en la noche, porque sus cosas las han estado desempacando mientras tu estabas en clases— asentiste y decidiste quitarle importancia.
—Bueno, como sea, iré a ducharme
Tu madre asintió y subiste las escaleras, luego de ducharte descansaste en tu habitación, relajandote mientras hacías llamada con tu mejor amiga, contándole todo tu día, cada detalle tal como ella pedía, reía al otro lado de la línea, habían pasado 2 horas y decidiste cortar la llamada para bajar a cenar y ayudar a tu madre en algo, no podías dejar que haga la limpieza ella sola, y ya te había relajado por muchos minutos.
6:53pm
—Mamá, ¿te ayudo en algo? —preguntaste ni bien llegaste a la cocina donde se encontraba con galletas recién salidas del horno— ¡dios, huele muy bien!
—No son para nosotras —dijo ella riendo.
— ¿Venderas galletas? —negó con la cabeza— ¿entonces?
—Son para los nuevos vecinos —dijo ella, asentiste desanimada y te sentaste apoyando los codos sobre la mesa.
Cuando se mudaron ustedes, sus vecinos las recibieron de esa forma, les dieron comida de manera de bienvenida, entonces tu mamá empezó a hacer lo mismo con los nuevos.
—Hace un rato llegaron, ¿puedes ir y darle las galletas?— te paraste rápidamente de la silla y negaste con las manos, jamás habías hecho eso, te daba vergüenza.
— ¿No lo haces siempre tú? —preguntaste con un puchero absurdo en los labios.
— Acaban de llamarme del hospital, debo ir a trabajar— dijo y soltaste un suspiro, terminaste accediendo a llevarle las galletas a sus vecinos.
Minutos después ya te encontrabas frente a la puerta de la casa de los nuevos vecinos, miraste hacia atrás aunque ya no podías hacer nada, tu madre se había ido a trabajar y le prometiste darle las galletas a los vecinos.
Suspiraste para armarme de valentía y tocaste el timbre, escuchaste pasos acercarse a la puerta y segundos después se abrió, dejándote ver la sombra de un hombre frente a mi.
— Oh.., ¿t/n?— preguntó él y tu cuerpo se quedó congelado al verlo.
De todas las personas, él..?
—Hola.. así que, tú eres mi nuevo vecino— dijiste finalmente, conectando nuevamente miradas, sus ojos oscuros como el cielo nocturno, clavados fijamente en los tuyos.
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Espero que les guste esta historia y la disfruten, no olviden votar y comentar sus opiniones. Gracias por leer! ¿Quien creen que sea?