Nuevo día, despertó tranquilamente de su cama, se cambió y fue directamente a la cocina a desayunar.
Buen día- dijo dulcemente
Buen día Stephanie- le dijo alegre su tío
¿Cómo te fue ayer con la señorita Bessie?- decía la joven intrigada
Me fue espléndido, cenamos y escuchamos música, fue una velada inolvidable. - decía tan feliz mientras cocinaba- ¿Cómo te fue a ti?
Me fue muy bien, Trixie ha mejorado mucho en baile, es muy buena- decía alegre y al recordar todo lo que había pasado desvío un poco la mirada de con su tío a otro lado algo sonrojada sin ser vista
Me alegra, me alegra- decía acomodando todo para desayunar- espero te guste, hice Hot Cakes
Mañana quiero ayudarte haciendo el desayuno yo- decía sentándose en la mesa con su plato- tengo ganas de hacer el desayuno yo
Bueno, creo que ya eres lo suficientemente grande para cocinar, así que puedes hacerlo cuando quieras Stephanie- decía sentándose con ella en la mesa- aún recuerdo cuando llegaste tenías apenas 13 años, eras tan pequeña y ahora mírate, eres toda una señorita, ya llevas cinco años viviendo conmigo ¿Cómo te sientes?
Feliz, muy feliz de estar aquí. Realmente aquí conocí a mis amigos y es donde soy yo misma-
Además de que ahora estás con tu novio ¿Verdad?-
Estaba cambiado, recién bañado y listo, caminaba por las calles de Lazy Town con una felicidad baste particular, quería hablar con el.
El día de ayer había sido bastante descortés y quería disculparme con el ¿Debería llevarle algo? Bueno, se detuvo a comprarle un pastel, algo sencillo pero muy bonito, de tonos violetas y en una caja. Camino hasta las afueras del pueblo donde estaba la casa de Robbie para tocar la "puerta" Nadie salió
¿Habrá salido a comprar algo? Pensó Sportacus algo confundido, tal vez deba volver después.
Camino de vuelta algo desanimado con el pastel en manos algo cabizbajo hasta que se topó con alguien, era Stingy.
Hola Stingy- saludo alegre el de bigote
Hola Sportacus, que gusto verte- saludo amable el chico de amarillo
¿Como has estado? Y ¿A dónde vas?- siempre le han caído bien todos los niños de Lazy Town, siempre los ha considerado sus amigos
Voy a casa de píxel, nos invitó a todos a ver una película- decía tranquilamente- ¿Quieres ir? Sabes que siempre estás invitado
Me encantaría, tal vez vaya más tarde, tengo que ocuparme de unas cosas antes- decía haciendo un ademán con el pastel que traía en manos
¿Para quien es el pastel? - decía confundido- ¿¡Es tuyo!?- decía sorprendido
No, claro que no es mío- decía con una leve risa- es para alguien
Entiendo, bueno me tengo que ir, ojalá vayas - decía despidiéndose sin darle importancia al asunto del pastel, aunque si le parecía raro
Esta bien, los veo más tarde-
Le alegraba ver a los chicos, habían crecido tanto, de hecho le parecía raro ver a Stingy sin su cerdito de alcancía o reclamando como suyo todo lo que viera, creo que iba a terapia para eso; en fin. Decidió dejar el pastel en su casa e ir a ver la película con los chicos, almenos asi estaría un rato con ellos y se divertiría, o al menos eso intentaría; le sería difícil estar tanto tiempo quieto viendo una película. Siguió caminando cuando le pareció ver al dueño del pastel que llevaba, Robbie caminaba a unas calles más adelante de el, parecía que llevaba algo en sus manos e iba a algún lugar, quería hablarle pero por curiosidad quiso ver a dónde iba el de púrpura, y para su sorpresa; iba a su casa, o bueno almenos a dónde estacionaba su casa. Al llegar vio como Robbie dejo la canasta en el suelo, dando unos pasos hacia atrás viendo si había manera de subir, murmurando algunas cosas y poniendo sus manos en sus caderas, parecía que quería subir o saber si Sportacus estaba ahí, así que el de azul finalmente avanzó para que fuera notado por el más alto.
Hola Robbie- saludo alegre el deportista, dándole un susto de manera no intencional al contrario
Sportacus, casi me matas del susto- decía calmandose- ¿Por qué no estás en tu casa?- decía apoyando con el pulgar al Zeppelin
¿Por qué no estás tú en la tuya?- decía el de azul sonriendo
Bueno, yo...ammm- decía buscando las palabras- bueno yo vine a traerte está canasta de tu horrible comida sana- decía honestamente apuntando con su mano a la canasta en el suelo-
¿Lo dices en serio?- el deportista parecía feliz
Pues claro que si- decía en tono obvio- no vengo caminando desde el otro lado de la ciudad solo para no traer nada ¿Sabes?
Sportacus sentía algo de gracia por la situación, Robbie, el hombre más perezoso de Lazy Town y probable del mundo, había cruzado a pie toda la ciudad solo para traerle una canasta con dulces sanos.
Vaya Robbie, de verdad que no me esperaba algo así -dijo acercándose a el- verás yo pensé en lo mismo- decía levantando con ambas manos el pastel que traía- no se de pasteles, solo entre y pregunté por un rico pastel y vi este que tiene colores como los que tú usas.
Era una situación extraña, pero tierna, a ambos se les había ocurrido la misma idea, a ambos se les ocurrió darle algo al contrario, y seguramente por la misma razón.
Lamento haberte besado Sportacus- decía honestamente el azabache
Tu no tienes que disculparte de nada Robbie, yo te lo pedí- decía Sportacus viéndolo directamente, mientras Robbie tomaba el pastel entre sus manos- Soy yo quien se quiere disculpar
La cara de Robbie no tenía descripción, era un conjunto de muchas emociones a la vez ¿Sorpresa, confusión, escepticismo?
Ese día no sabía a lo que me enfrentaba, mi intención era devolverte tu canasta y tu carta, jamás pensé que el destinatario fuera yo, jamás se me cruzó por la mente que estuvieras enamorado de mi, y luego al despertar en tu casa y comer contigo y escuchar todo lo que me dijiste, simplemente no lo podía creer, yo siempre estuve rodeado de personas buenas y alegres, y en cierto modo siento que siempre te marginabamos, siento que siempre te hicimos menos y yo realmente me siento mal por eso Robbie; y ese dia fui yo quien te pidió que me besaras. Fui yo quien te causo esos problemas y simplemente me siento muy culpable.
Sportacus no, no tienes por que sentirte asi- dijo guiándolo a una banca que estaba a solo unos paso para sentarse ambos- no fue tu culpa, no fue de nadie ¿Si? Yo también tengo mi parte de culpa, ¿Quién era la persona que trataba de sacarte casi diariamente de este pueblo? ¿Quién trataba de volver flojas a las personas? Era yo, y como dije antes, supongo que esa era mi manera de lidiar con mis sentimientos, mis sentimientos por ti. Tal vez buscaba llamar así tú atención. Tu sabes que yo realmente no me hacercaba a ustedes, a menos que fuera parte de un plan. Excepto ese día de navidad- decía algo alegre recordando
Ese día te quedaste por qué querías saber que era tu regalo- decía graciosos el número 10
Si, Realmente me divertí ese día, aunque no lo dijera, supongo que era la primera vez que disfrutaba con ustedes sin segundas intenciones, o casi- decía recordando la máquina de bola de nieve gigante- a pesar de todo cada que hacía algo con ustedes y en especial contigo siempre me divertí, supongo que aveces me sentía...solo
Robbie- el azul abrazó al más alto, sin decir nada más, Realmente sentía tantas cosas en ese momento, jamás había hablado tanto con Robbie Rotten en su vida, y ahora, cada vez que se veían hablaban y sentía que se entendían cada vez más, era extraño.
De algún modo, siento que tú también te sientes algo solo, Sportacus- decía Robbie aún abrazado al deportista- ser un héroe o un villano siempre te vuelve una persona un poco solitaria ¿Sabes?
Supongo que de cierto modo, nos complementabamos ¿Verdad?- decía Sportacus
Si, supongo que si, desde que dejé la villanía no te voy a mentir, mis días han sido más aburridos- decía el de púrpura con una leve risa-
Los míos también-decia Sportacus de igual manera
¿De verdad?- decía Robbie separándose del abrazo
Claro que sí, nadie más elaboraba esos excelentes planes, o usaba esos magníficos disfraces más que tú Robbie
Ay, me vas a hacer llorar- decía Robbie quitándose una lágrima imaginaria
Quiero proponerte algo, si es que quieres claro- decía Sportacus parándose junto a el azabache- Haremos algo juntos, salgamos a algún lado y hagamos lo que tú quieras
¿Que, de verdad?- parecía confundido con la proposición del contrario
¡Si! De verdad Robbie- el número 10 estaba emocionado
Esta bien, veámonos la próxima semana en la torre del castillo ¿La recuerdas?- decía el ex villano esperanzado de que Sportacus recordara sus vivencias en el lugar junto a el
Claro que la recuerdo, el caballero azul y el caballero púrpura- decía recordando
Te veré ahí al atardecer- decía el más alto dando la vuelta para irse
Te prometo que voy a estar ahí, y voy a hacer que todo valga la pena Robbie- decía abrazando por atrás al otro, quién solamente pudo asentir y alegrase por tal acción, jamás imagino que esa situación pasaría, mucho menos que el héroe del que estaba enamorado estuviera haciendo todo eso por el, no sabía si Sportacus sentía algo por el, pero sentía que pronto lo sabría.
Lo que no sabían era que un vuelo había aterrizado hace unas horas y que una pasajera se dirigía en auto hacía esa floja ciudad en busca del hombre del número diez, no de iría con las manos vacías.