Our Secret

By ClaudiaVargas134

10.7K 742 360

(TERMINADA 💞) Kwon Ji Yong, 23 años, líder de la famosa boyband coreana BIGBANG y Kim Haru, 17 años, estudi... More

Capítulo 2 / Haru conoce a Ji Yong
Capítulo 3 / Mi primera vez
Capítulo 4 / Conociendonos mejor (Maratón 1-3)
Capítulo 5 / Nuestro primer secreto (Maratón 2-3)
Capítulo 6 / Primera Cita (Maratón 3-3)
Capítulo 7 / Desconfianza
Capítulo 8 / Segunda cita
Capítulo 9 / ¿Tienes novio?
Capítulo 10 / 1+1 = 3
Capítulo 11 / La confesión
Capítulo 12 / ¡Van a ser abuelos! (Maratón 1-3)
Capítulo 13 / Sé tu secreto (Maratón 2-3)
Capítulo 14 / Nuevo comienzo (Maratón 3-3)
Capítulo 15 / Compra exitosa
Capítulo 16 / Viviendo juntos
Capítulo 17 / Mentira lista
Capítulo 18 / ¿El último beso?
Capítulo 19 / Kwon Ji Eun
Capítulo 20 / 3 de abril (Maratón 1-3)
Capítulo 21 / G-dragón tiene novia (Maratón 2-3)
Capítulo 22 / No tengo novio (Maratón 3-3)
Capítulo 23 / Aún lo amo
Capítulo 24 / Revelaré nuestro secreto
Capítulo 25 / Ji Eun es mi hija
Capítulo 26 / Hola Shangái
Capítulo 27 / ¡Me estás engañando!
Capítulo 28 / Separados, otra vez
Capítulo 29 / Fan de BIGBANG (Maraton 1-3)
Capítulo 30 / Haru, Ji Eun y... ¿Minho? (Maraton 2-3)
Capítulo 31 / Él no las merece (Maraton 3-3)
Capítulo 32 / Comprometidos
Capítulo 33 / Estoy solo...
Capítulo 34 / ¿Dónde estás, Haru?
Capítulo 35 / Se acabó
Capítulo 36 / Confesión (Maratón 1-3)
Capítulo 37 / Arruinaste todo (Maratón 2-3)
Capítulo 38 / Te voy a recuperar (Maratón 3-3)
Capítulo 39 / Problemas con Ji Eun
Capítulo 40 / Ji Eun sufre
Capítulo 41 / Te amo...
Capítulo 42 / Bullying
Capítulo 43 / Ji Eun sufre
Capítulo 44 / La hora de la verdad
Capítulo 45 / G-Dragon es mi papá
Capítulo 46 / A los cuatro vientos
Capítulo 47 / Graduación
Capítulo 48 / SM Entertainment
Capítulo 49 / La Confesión
Capítulo 50 / El fin <3

Capítulo 1 / Kim Haru

765 22 6
By ClaudiaVargas134

Kim Haru

Flashback

-¡Vamos Haru!-gritaba Young Mi, totalmente ebria y eufórica. Incitándome a poner mi boca en aquella colorida manguera que no tardaría mucho en llenar, hasta mi alma, con alcohol.

Tenía unos cuantos tragos encima y ya estaba muy animada. Mi parte fiestera y alcohólica querían lanzarse a seguir bebiendo sin parar, pero a la vez, una pequeña parte de mí tenía dudas.

Sí, esa pequeña parte de la conciencia que te coloca en modo de alerta frente alguna tontería, incluso bajo los efectos del alcohol.

No sabía si aquello era lo mejor...

Suspiré y di una calada honda al cigarro que me ofrecían. Me armé de valor y comencé a beber, perdiendo así el control.

Confieso, que bebí como si no hubiera un mañana.

Era mi primera escapada nocturna, tenía que hacer que valiera la pena.

Aunque mañana mi cabeza reventara de mil formas y mi estómago reprochara mi torpe actuar, iba hacer cualquier cosa que al día siguiente pudiera considerar como inolvidable.

¿Se preguntarán cómo llegué hasta aquí?

Bien, es una divertida historia.

Fin del flashback

23 de Junio del 2010.

Entregué mi examen y por fin pude suspirar tranquila. Con este último, mi primer semestre en la universidad acabó.

Me recosté de brazos cruzados sobre la mesa y comencé a recordar rápidamente algunas de las cosas que me habían pasado desde que llegué aquí. Debo admitir que fueron meses gratos. Conocí gente nueva, tanto buena como mala y de hecho me gustó porque así me permití descubrir la inmensidad de caracteres, temperamentos y personalidades que rodean y existen en Seúl, Corea del Sur.

Dentro del nuevo grupo social al que pertenezco se encuentra Kang Young Mi, una joven de mi edad, la cual podría considerar como mi amiga más cercana. Totalmente extrovertida y desenvuelta, le gusta ir de fiesta y beber; cosa que a mí también, pero no tenemos la misma libertad. Sus padres son más relajados a diferencia de los míos.

Lee Tan, Choi Min Ki y Park Daniel, son tres integrantes más del grupo y debo admitir que son el complemento perfecto para nosotras.

Tan es divertido y listo, un galán de nacimiento y muy buena persona. Se ve envuelto con cuanta mujer que le cruce y, sin remordimiento alguno, se divierte a su antojo.

Min Ki, quien prefiere ser llamado "Key" tiene un parecido interno con Tan a diferencia de que no le va tan bien con las mujeres porque no es tan directo como el primero, pero aun así tiene su propio encanto y logra captar la atención de una que otra chica.

Finalmente Daniel, tal como su nombre lo demuestra, es un muchacho extranjero; pero con ascendencia coreana. Llegó a nuestro país alrededor de dos años atrás, con toda la influencia americana y es por eso que se hizo bastante conocido y solicitado en la universidad. Para ser honesta, todos quieren ser amigo suyo. Daniel es el más extrovertido y gracioso de los tres. Cabe mencionar que, con apenas 18 años, ha trabajado en empresas grandes como la SM o la YG en el área musical, con un puesto pequeño, claramente, pero gracias a esas experiencias laborales tiene cercanía con algunos idols del entretenimiento coreano actual además de algunos futuros artistas. A estos últimos, en las compañías de entretenimiento se les da la terminación de trainees, según Daniel.

Y luego estoy yo. Kim Haru. En la universidad me conocen por tener los amigos que tengo, pero no por otra cosa trascendente en mi vida. Muero por salir a bailar o frecuentar bares como el resto de mis amigos, pero la suerte no está de mi lado. Nunca lo ha estado, a decir verdad.

Mi familia es conservadora al extremo y es la razón más importante por la cual no puedo disfrutar de mi juventud a diferencia de los demás. No tengo tanta libertad como mis amigos y me veo en la obligación de sacar las mejores notas de la clase por presión de mis padres.

Tengo espíritu fiestero y moriría por poder salir a divertirme con ellos, pero mi realidad me obliga a ser distinta.

Lastimosamente no puedo hacer más que escuchar a mis amigos con atención e ilusión, todos los lunes por la mañana, las increíbles experiencias vividas en su fin de semana y morir de la envidia en silencio.

Lo único que me consuela es que en algunas oportunidades nos hemos saltado clases y hemos ido a un bar conocido, cerca de la facultad. Infierno es el nombre que le han dado los estudiantes que frecuentan ese lugar.

Esas han sido las únicas oportunidades en las que la he pasado bien, como alguien de mi edad y me he relajado al máximo ya que vivir bajo presión constantemente y tener que cumplir los estándares de mis padres, es algo que me tortura diariamente.

-¡Deberías imponerte a tus padres!-exclamaba Tan.

-O mostrarles que puedes hacer ambas cosas bien. Tener buenas notas y vida social activa-secundaba Daniel.

-Yo creo que sólo deberías conversar con ellos-intervenía Young Mi.

-¡Mejor escápate!-sugería Daniel y todos negaban con la cabeza.

Creo que esa no sería una buena idea.

Esos tipos de frases solía escuchar por parte de mis amigos. Todos incitándome a salir y "vivir mi juventud"

Cosa que no me parecía para nada descabellada, aunque admito que por dentro sentía algo de temor.

De todas las ideas que me dan, la de Daniel es la que más me gusta.

¿Me atrevería?

Esa pregunta me la hacía a cada instante del día...

------------

El timbre del fin de clases sonó y todos nos levantamos rápidamente de nuestros asientos. Nos despedimos con reverencias de nuestra profesora y partimos hacia el patio de la universidad.

-¿Y bien?-preguntó Young Mi.

Nosotras estábamos caminando adelante, mientras los chicos iban detrás.

Salimos de la universidad y caminamos juntos hacia un parque.

-¿Hmm?-la miré sin entender.

-¿Irás el sábado, Haru?-me miró, mi amiga, levantando una ceja.

-Aún no lo sé...

-¡Vamos Haru, no seas boba!-exclamó Tan- ¡Ya es hora de que salgas al mundo, al menos una vez en tu vida!

-¡Escápate!-insistía Daniel y todos reímos ante eso.

-La verdad es que...-murmuré- Estoy considerando esa idea.

-Yo creo que mejor les pides permiso-intervino Key y rodeé los ojos.

-Quiero pensar como Key-dijo Young Mi- Pero creo que hoy apoyaré a Daniel. Siento que será imposible convencerlos de lo contrario.

Miré hacia mis manos un momento, pensando en las palabras de Young Mi.

Ella tenía toda la razón.

Por las cosas que le he contado sobre mis padres, hay nulas posibilidades que me dejen salir de fiesta o que me permitan divertirme como deseo.

-¡Ya tienes diecisiete! ¡Maldita sea! ¡Además es fin de semestre! Esa fiesta no te la puedes perder-exclamó Daniel mientras encendía un cigarro- ¿Quieren?-extendió la cajetilla y tomé uno.

-Aún no soy mayor de edad-murmuré mientras daba una calada a mi cigarro. No soy amante del tabaco, pero tampoco me desagrada. ¿Lo hago por seguir al grupo? Bueno, quizá un poco.

-Bueno, tienes hasta el viernes para pensarlo-dijo Young Mi, poniéndose de pie- Debo irme ya. Quedé el almorzar con mis padres por fin de semestre-sonrió y se reverenció levemente- Un día deberían venir a almorzar con nosotros.

-Sí-asentimos todos.

Young Mi se fue y a los dos minutos, Key y Daniel decidieron irse también. Dejándome así, sola con Tan.

-¿Te vas a escapar?-me preguntó con evidente preocupación en la voz.

Su pregunta me hizo sonreír. Frente al resto me animó a hacerlo, sin embargo, cuando los demás se fueron parecía preocuparle la idea que había albergado en mi mente.

-Creo que sí-asentí, poniéndome de pie. Tan se puso de pie rápidamente y me siguió.

-Bueno, si estás con nosotros, no te pasará nada. Regresarás sana y salva a casa-bromeó.

-En eso tienes razón...

Seguimos caminando en silencio. Él tomó su celular entre sus manos mientras yo me sumergía en mis pensamientos.

Quizá debería dar ese primer paso en mi vida, atreverme y escaparme. No creo que sea la gran cosa, es algo de una noche. A la mañana siguiente todo habrá acabado, mis padres no se enterarán y yo la habré pasado genial.

Creo que sí, lo haré. Aun así, tengo un par de días más para pensarlo un poco.

No dejo de pensar en eso desde que acabé el examen y cada segundo que pasa creo sentirme más segura de la decisión que tomaré.

-Bueno, nos vemos el sábado entonces-dijo Tan al llegar a una esquina. Debíamos tomar caminos opuestos a partir de ahí.

-Si-sonreí y me despedí con la mano.

Él me devolvió la sonrisa y se fue.

Desde el primer día de universidad nos íbamos juntos todo ese camino. Desde el parque por la universidad hasta aquella esquina.

Daniel y Key eran igual de gentiles conmigo, pero mi intuición femenina me alertaba de que Tan tenía algo diferente en relación al trato que me daba. Siempre se preocupaba por mí o estaba enviándome mensajes para saber cómo me encontraba, cosa que los otros no hacían porque no era necesario.

A pesar que teníamos un chat grupal, Tan siempre me hablaba por privado. No lo comprendía del todo ya que él era bastante coqueto y tenía varias chicas lindas en su lista de conquista.

Esa noche pasé pensando en la decisión que tomaría y aquella lucha interna entre mi ángel bueno y mi ángel malo, duró hasta el viernes. Cabe mencionar que ya comenzaron las vacaciones de todo Julio y lo más probable es que, como siempre, la pase metida en casa o salga un par de veces al cine con mi mamá.

Era una tortura para alguien tan joven y llena de energía positiva como yo.

Tengo muchas razones por las cuales escaparme sería una buena idea para acabar el semestre, pero la principal son las vacaciones. La voy a pasar tan aburrida, por lo menos quiero tener algo en qué pensar esos 30 días encerrada.

Una noche antes de la gran fiesta, les confirmé a mis amigos que iría y el plan iba así: Primero iría a la casa de Young Mi, ahí nos terminaríamos de alistar y esperaríamos a que los chicos vinieran por nosotras.

Y así fue.

Me bañé, sequé mi cabello y lo planché. Mis padres ya estaban en su habitación, por ende ya les había deseado las buenas noches. Al estar en mi cuarto, me coloqué un jean azul, una blusa corta de color negro y un par de tacones del mismo color. Acompañé mi look con accesorios como aretes, collar y pulseras; y me miré al espejo por última vez.

Para ser mi primera salida, creo que estoy bien.

Llené de aire mis pulmones, tomé mi bolso y poco a poco fui descendiendo por mi ventana hasta llegar al patio. Así es, con todo y tacones, pero lo logré.

Me senté en una banca a esperar el taxi que había pedido y puedo jurar que los latidos de mi corazón retumbaban por toda la calle. Los nervios me habían puesto las manos heladas y el corazón a bombear como nunca antes.

Eran casi las nueve de la noche y gracias a que era sábado, la gente iba y venía. Aquella imagen me reconfortaba porque inconscientemente me estaba justificando por todo eso. No pasó mucho tiempo hasta que vi mi taxi llegar y subí apresuradamente en él.

Una parte de mí tiritaba del miedo, porque no sabía si mis padres me necesitarían para algo. Aunque nunca me buscan después de despedirme porque no se imaginan que su hija saldría como un ninja por la ventana, pero como dije antes, la suerte siempre está en mi contra, así que no puedo asegurar que no vayan a buscarme a mi habitación.

Por otro lado, estaba emocionada por lo que iba a pasar. Era una sensación indescriptible. Como cuando haces algo malo y te quieres arrepentir, pero a la vez no porque te gusta lo que haces... Ya, algo así. Es confuso, pero es lo que estaba sintiendo justo ahora.

En 20 minutos llegué a la casa de Young Mi y me abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja. Me dejó ingresar y me ofreció una copa de vino.

-Mis padres no están, así que podemos tomarnos un tiempo aquí en lo que llega nuestro trio de idiotas-sonrió y chocamos los cristales.

-¿A dónde fueron tus padres?

-No lo sé-sonrió- Es sábado por la noche. ¿Qué esperas? ¿Qué se queden en casa?-rio.

Asentí un poco avergonzada. Mis padres eran tan aburridos que se quedaban todos los sábados en casa... Básicamente haciendo nada.

-Maldita sea. Este vino está muy bueno-dije dando el primer sorbo.

-Algo me dice que llegaremos emocionadas a la fiesta-guiñó un ojo y fuimos a su habitación.

Tenía un closet bastante grande y comenzó a pedirme sugerencias sobre lo que se iba a poner.

-¿Tú vas a ir así?-me preguntó dudosa.

-Eh... Sí. ¿Está mal?

-Pensé que te descubrirías un poco más. ¡Vamos, Haru! A ver si consigues un novio esta noche-me codeó en las costillas y me hizo reír.

-Sabes que por más que quiera, no puedo. ¿Cómo podría tener novio si mis padres no me dejan salir?

-Mierda, es cierto. Pero quizá podrías divertirte con alguien esta noche-volvió a guiñar el ojo.

Young Mi era una de esas chicas totalmente liberales. No le importaban las costumbres ni valores en Corea. Ella era capaz de meterse en la cama de dos hombres distintos la misma noche, con tal de pasarla bien.

Yo tampoco me hacía problema con eso, la verdad y aunque siempre he estado lejos de hacer algo tan loco como eso, si tuviera la oportunidad no tendría problema en hacerlo... Aunque necesito experiencia.

Ya saben, no salgo, no tengo novio... Eso quiere decir que tampoco he tenido mi primera vez.

Si me he besado con algunos chicos antes, pero por puro juego durante mi época escolar. De ahí, no ha pasado nada más interesante en mi vida, hasta hoy. Vamos a ver qué recuerdo me queda de esta noche.

Mis expectativas son altas, muy altas.

-Bueno, iré así-dijo Young Mi mirándose por última vez. Se colocó un vestido bastante corto de color rojo, que le quedaba muy bien por la forma de su figura y lo combinó con unos tacones dorados.

-¡Vas a ser la reina de la noche!-exclamé sorprendida por lo bien que se veía. Ya íbamos la mitad de la botella de vino, eso quería decir, que ya estábamos bastante animadas.

-Seamos dos reinas.

-¿A qué te refieres?

Rebuscó entre sus cosas en silencio y sacó una falda de color rojo carmesí.

-Ten-me lanzó la falda- Ponte esto. Tus tacones y blusa están bien, pero ese jean... Se ve muy casual. ¡Vamos a matar!

Miré la falda en mis manos y tuve dudas.

De pronto sonó el timbre.

-¡Date prisa! Nuestros idiotas llegaron-palmeó mi trasero y bajó corriendo a abrirles la puerta.

Me miré en el espejo y ladeé la cabeza. Young Mi tenía razón. Me veía aburrida.

Lo más probable es que esta falda le de vida a mi look.

Escuché las voces de nuestros amigos abajo y me cambié de prendas rápidamente.

Volví a mirarme al espejo y me sentí un tanto avergonzada. Nunca he salido tan expuesta y menos de noche, pero bueno, todo sea por tener una buena anécdota para contar.

Bajé con algo de timidez y lo primero que oí fueron gritos y silbidos por parte de todos.

-¡Vas a matar!-gritó Daniel haciendo una movimiento con las manos imitando una pistola y todos rieron.

-Mis dos chicas, lucen espectaculares-dijo Key levantando los pulgares- Creo que quiero ser el primero que las bese.

Reí nerviosa y Young Mi le dio un golpe en la cabeza.

-¿Listas?-preguntó Tan sin dejar de mirarme con atención y asentí.

Me ofreció su brazo para caminar y lo acepté.

Rápidamente estuvimos en la calle y abordamos un taxi. En todo el camino al club, la pasamos cantando y gritando por la ventana del vehículo. Realmente fue algo divertido.

Es cierto que aún no era mayor de edad, pero esa discoteca había sido reservada por algunos estudiantes de mi universidad para poder divertirnos por el fin de semestre y por esa noche estaba permitido el ingreso de menores de edad.

La música, las luces y el alcohol iban y venían. Cada minuto que pasaba me sentía más mareada pero la estaba pasando bien. Estábamos bailando, cantando, gritando... ¡Nada podía ser mejor!

Key me decía algunas bromas al oído y no podía parar de reírme. De pronto se colocó atrás de mí y comenzó a intentar bailar de una forma extraña. Me asusté ante eso y sentí la mano de Tan jalarme hacia él.

Lo miré un tanto sorprendida pero comencé a seguirle el juego. Él me miraba sonriente y yo rodeé su cuello con mis brazos.

-¡Te ves preciosa!-dijo algo mareado.

-¡Lo sé!-respondí divertida.

En toda la noche, varios chicos nos habían invitado a bailar a Young Mi y a mí, pero ninguna de las dos aceptó ya que la estábamos pasando muy bien con nuestros amigos.

Daniel estaba al lado del DJ, ayudándolo con las canciones ya que era muy bueno en eso.

Miré por encima del hombro de Tan y vi a Key besando a Young Mi. Mis ojos se abrieron de par en par y me cubrí la boca.

-¿Qué pasa?-preguntó Tan y volteó. Los vio, sonrió y regresó la mirada hacia mí- Nunca los habías visto así, ¿cierto? Esos dos se tienen ganas desde hace tiempo y todos lo podemos notar. Aunque no dan un paso más porque temen arruinar la amistad. Pero siempre se besan cuando salimos.

-Vaya... Young Mi nunca me lo había dicho.

-Quizá se avergüenza.

-Quizá...

-¿Y tú?

-¿Eh?

-¿A quién le tienes ganas?-preguntó coqueto.

-¿Yo? Hmm... A nadie, creo. A todos los veo como amigos-me quedé pensando en mi respuesta. Creo que ha sido un tanto estúpida.

-Eso está bien. Todos nos vemos como amigos, solo creí que alguien te atraía sexualmente.

¿Sexualmente? Pensé. No puedo pensar en un tema sexual porque aún no he tenido ninguna experiencia de ese tipo, pero claramente no se lo voy a decir a Tan. Eso es algo muy personal. Y quizá me da un poco de vergüenza... Aunque debo confesar que me sentía muy envalentonada por el alcohol, supongo que debo pasarla bien y ya.

-Bueno quizá alguien-bromeé con una ceja levantada.

-¿Enserio? ¿Quién?

-¡Tú!-exclamé riendo. Es obvio que era una broma. Pero sería interesante ver que resulta de esta pequeña broma.

-¡No puede ser!-gritó- ¡A mí también me atraes!

Abrí los ojos y confirmé lo que he estado pensando todo este tiempo. Tantos mensajes, tanta preocupación no era por la nada. Este jodido imbécil tenía atracción por mí...

Atracción sexual...

Vaya, no creí que hubiera alguien me viera de esa forma.

Confieso que me gustó saberlo, en el fondo, me hizo sentir más mujer.

-Vaya, no me lo esperaba-rodeé los ojos.

-¿Y bien?

-¿Qué?

-¿Puedo llevarte a la cama?

-No-reí.

-¿Por qué? Si sientes lo mismo que yo...

-Por la amistad-me excusé.

-Bueno, por lo menos puedo...-se acercó y me besó.

Cerré los ojos y correspondí. Ya está, nos estamos besando. Si bien Tan no es mi tipo en su totalidad, es lindo y besarlo no es un delito. Así como Young Mi lo hace sin problema alguno con Key, yo también puedo... ¿O no?

Sentí su lengua hasta en la parte más profunda de mi boca y sus manos querían hacer unas cuantas travesuras, pero no lo permití. Me concentré en besarlo y recordar la sensación tan agradable que es sentir los labios de otra persona sobre los míos.

Luego de unos minutos rompimos el beso por falta de aire y nos miramos a los ojos. Nos reímos y fuimos por más alcohol.

La noche siguió su curso de esa manera. Bebíamos, bailábamos pegados y nos besábamos desenfrenadamente. La pasé realmente bien.

Alrededor de las seis de la mañana, Tan me acompañó hasta la puerta de mi casa. Nos besamos suavemente y solté su mano. Me saqué los tacones y trepé como pude. Desde mi ventana agité mi mano a los lados y terminé por cerrar mis cortinas.

Me desnudé y amarré mi cabello en una cola. Olí las puntas de este y el aroma a tabaco, fiesta y alcohol seguía impregnado. Debería bañarme, pero estoy tan cansada... Me tiré sobre mi cama e inspiré hondo.

¡Demonios que buena noche!

Estiré mis brazos y piernas a lo largo de mi colchón sin poder quitarme la maldita sonrisa del rostro. ¡Tan besa muy bien! ¡La he pasado de maravilla con él! ¡Y ni qué hablar de su forma de bailar! Creo que despertó una curiosidad muy dentro de mí.

Estiré mis manos para tomar mi frazada y me tapé de pies a cabeza. No quisiera que mi asqueroso olor a alcohol se esparciera por toda mi habitación.

***

El resto de la semana no podía dejar de hablar con mis amigos sobre mi primera aventura. Aún sentía la emoción en mi pecho por todo lo sucedido aquella noche.

Tan seguía hablándome al privado, diciéndome cosas obscenas y subidas de tono, es claro que lo único que quiere es conseguir sexo... Pero conmigo no lo logrará. No quiero tener mi primera vez con alguien que ha metido a media población femenina de Seúl en su cama.

Tampoco es que tenga implantada la típica frase romántica de que quiero que sea con alguien que ame, solo quiero que sea alguien que me atraiga más y punto. Alguien que no me haga recordar esa primera vez con cólera o tristeza. Sólo como algo genial que ya pasó y ya.

Además si lo hiciera con Tan, la amistad se volvería rara, eso sí es un hecho. Es por esa misma razón que Young Min no había accedido a nada más allá de besos con Key y me pareció algo muy razonable.

Después de la fiesta, Young Mi y yo nos volvimos mucho más cercanas de lo que éramos. Vino un par de veces a mi casa y conoció a mis padres. Así fue como terminó de entender por qué sería en vano pedirles permiso para salir.

Mis padres son personas muy conservadoras, tradicionales y de religión cristiana. No son como el resto de padres de mis amigos. Sólo quieren verme estudiando, trayendo buenas notas y terminando la carrera que me haga feliz y a ellos poder desligarse de mi manutención... O al menos esa es la forma en que yo lo veo. Tampoco puedo salir a divertirme o vestirme como quiera.

No quieren que tenga distracciones para poder terminar mi carrera y trabajar cuanto antes. Así ellos podrían vivir un poco más tranquilos, olvidándose de los gastos que conlleva el apoyar con la universidad a un hijo.

Los días habían pasado muy rápido y se me hizo costumbre escaparme una vez a la semana. Quería disfrutar mis vacaciones como merecía, ya que me la he pasado estudiando desde que tengo memoria.

Llegó la última semana de vacaciones y ese fin de semana sí o sí tenía que coronarse como el broche de oro de las vacaciones. Mis amigos no me habían dicho aún nada sobre algún plan para ese día, hasta que el jueves por la noche mi celular me dio aviso de una llamada de Young Mi.

-¡Hey!-exclamé al responder.

-¡Haru-ah! Mañana es la fiesta final. ¡La perdición!

-¡Estoy totalmente lista! ¿Dónde es?

-Esta vez será algo más privado. En la casa de un amigo de Daniel. Sus padres se fueron de viaje y hay cuartos libres... Sabes a lo que me refiero.

-Entiendo-dije pasando saliva- ¿Los chicos van?

-Obvio. Hay un detalle que hace esta fiesta más interesante...

-¿Cuál?

-El dueño de la casa es amigo de los chicos de BIGBANG. ¡Y estarán en la fiesta!

-¿BIGBANG? ¿Ese no es un grupo de idols?

-¡Si! ¿No los conoces?

-Algo he visto en la televisión.

-¡Pues ve a buscar información ahora mismo! ¡Tenemos que liarnos con ellos! ¡Sea como sea! ¿Te imaginas las fiestas lujosas a las que van? ¡Hay que hacernos cercanas a ellos, amigas, amantes o lo que sea!

-Tienes razón-asentí.

-Desde ya te digo... Choi Seung Hyun es mío-rio.

-¿Quién es ese?

-Averigua, Haru, averigua.

-Está bien-reí y colgamos.

Bueno, al parecer alguien se desvelerá buscando todo sobre BIGBANG.

------------------

Nota de la escritora: Hola mis bellas!! Otra vez yo por acá. Como dije en Junio del año pasado, perdí la inspiración PERO tenía este escrito entre mis documentos y lo encontré el otro día, lo releí y me encantó. He comenzado a publicarlo y espero que les guste tanto como a mí. Les mando un abrazo inmenso, espero que todas ustedes se encuentren bien de salud y no olviden cuidarse muchísimo! <3

Continue Reading

You'll Also Like

69.7K 2K 64
Espacio dedicado para Relatos cortos de Lucefi
323K 24.7K 53
Historias del guapo piloto monegasco, Charles Leclerc.
8.9K 410 20
Yuriko es transferida a la universidad de Tonan ,ocurren una serie de sucesos que cambiarán su vida, de pronto conoce a un chico llamado Yuki Furuk...
313K 21.3K 93
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.