No era del tipo hombre inseguro, su determinación y confianza resaltaban en cada centímetro de su ser, al menos eso entendió cuando Kunikida le dijo —tienes una horrible cara de idiota—.
Aunque las mujeres se acercaban más al castaño que al rubio por esa aura gentil y sutil que desprendía, estadísticamente diría que la mitad de la población femenina se excusaba de él por sus propuestas suicidas (alguna se ofrecía a pagarle el psicólogo), mientras un cuarto se encandilaba a sus excéntricas palabras y el otro tanto ponía una demanda de restricción.
Ah, y luego estaba ella. Quién compartía la misma neurona y le había dicho —si te mueres, te mato—.
━━━ Ranpo-san, esa era mi última canica ━━━ se quejó restregandose el rostro frustrada. Claro que era su culpa por meterse en juegos de azar con un tipo que era prácticamente vidente.
━━━ Amaría tener una del radiante color de tus ojos, Ya-chan ━━━ le contestó suavemente con una ladina sonrisa.
Yamada _____, una amigable y cariñosa mujer que había conocido durante su tiempo en la Port Mafia, bastante dulce y despistada como para levantar sospecha alguna, lo que había llamado su atención era la curiosa forma sádica que su personalidad daba durante el trabajo, colaboraban de una forma excepcional y de un momento a otro, se había percatado de esa sensación tan satisfactoria, incluso mejor que pensar en el suicidio.
Y justamente por eso, no toleraba que su atención no fuera hacia él.
━━━ _____-san, yo aún tengo algunas ━━━ le dijo tímidamente el albino, dandole una pequeña red.
━━━ ¡Que lindo, Atsushi-kun! ━━━ exclamó acercándolo a su pecho para abrazarle.
━━━ ¡También quiero un abrazo! ━━━ Miyasawa se abalanzó emocionado.
Tenía una extraña inquietud, fruncía el ceño y golpeteaba constantemente la madera para apaciguar el enojo que recorría sus venas, siguió recargado en su silla sin mucho ánimo atento a cada movimiento de la chica. Pensó que más tarde podría llevarla a cenar y recibir como recompensa un cálido abrazo, le gustaba la forma en que sus manos acariciaban su cabello.
No toleraba que sus brazos pasarán por un cuerpo ajeno al suyo.
Hacía mucho tiempo que no tenían un momento juntos y no es que la Agencia estuviera saturada de trabajo, sino que todo mundo estaba irremediablemente cerca de ella.
Muy cerca.
Tanto que eran una potencial amenaza a la lista negra de Dazai, sabía que _____ nunca vería a un hombre de la forma en que lo hacía por él pero ¿Cómo demonios le quitaba las manos a esos idiotas? Tal vez debería sacarles los ojos y con suerte pensarían dos veces antes de aprovecharse de su amable mujer.
━━━ ¡Noche de playa! ━━━ sugirió emocionado el pequeño rubio, alzando los brazos con una brillante sonrisa.
Un ojo le tembló por la impotencia, viéndolo disimuladamente mal por arruinar sus planes sin anuncio. Se había alejado de la conversación y al parecer, todos estaban invitados en dicha oferta.
━━━ ¡Kenji, eres un ángel! ━━━ celebró abrazándolo por la espalda mientras revolvía sus cabellos. Apuntó al de lentes sonriendo burlona ━━━ Kunikida-kun, tal vez encuentres a tu mujer ideal allí.
━━━ Eso es imposible ━━━ respondió sin más el azabache jugueteando con las canicas.
Chasqueo la lengua más irritado que antes, su humor iba en decadencia los últimos días y no había forma en que algo liberará esa tensión en sus hombros, estiró los labios y cerró los ojos ignorando de nuevo el ruido que hacían hasta que un peso se asentó en sus piernas, apegándose a su pecho. Bajó la mirada con una ceja alzada, encontradose con sus brillantes canicas inocentes y la tierna curva que siempre tenía para él.
━━━ ¿Nos vamos ya? ━━━ sus rojizos labios carnosos se movieron tentadoramente. Acercó el rostro hasta su barbilla por la diferencia de estatura y dejó un húmedo beso mientras pasaba los brazos desde su abdomen hasta los hombros relajandolo al momento.
Ahí estaba la respuesta que tanto anhelaba, suspiró embelesado pero no satisfecho, quería más, lo necesitaba, pero antes de que sus manos intentarán acercarla, ésta se había levantado arrastrandolo hasta la salida donde los esperaban.
Se dejó caer sobre la manta en la arena, esta exhausto, habían hecho un viaje largo para llegar y el sol ya se ocultaba detrás del límite oceánico, aún así no se quejaba mucho teniendo encima a su chica, con un traje de baño que resaltaba sus atributos y piel. Acarició sus hombros con una pereza disfrazada, sentía las palpitaciones bajar de su pecho hasta las piernas.
Sus piernas se enredaban a la perfección, permitiendo que sus temperaturas se mimetizaran, si tan solo algo más fuera lo que se mezclase.
━━━ ¡_____-san! ━━━ gritó Atsushi levantando una pelota entre manos.
Gruñó molesto cuando el calor le abandonó cruelmente, la vio dar pequeños saltos mientras avanzaba para jugar, durante el trayecto en tren Ranpo y Kenji se habían sentado a sus lados conversando un sin fin de cosas y lo habían botado al otro lado del pasillo con el resto.
Permaneció en la misma posición observandolos y de paso se deleitaba con su definida figura, sus cabellos daban un vaivén sobre las corrientes de aire cálidas cayendo por su espalda en cascada, destacaba más que las miles de estrellas en el manto nocturno, como si la luna hubiese sido hecha para alumbrarla, las cristalinas gotas de agua resbalaban sobre sus pómulos acalorados, juntándose en el mentón para salpicar en sus clavículas esparciendose en sus pechos.
Tragó saliva duramente e impaciente se encaminó abrazándola por la espalda, recorriendo su abdomen con aquellas grandes manos suyas y beso su hombro mordiendo levemente.
_____ dio un pequeño brinco ante el calor formado en su vientre, sentía su respiración fria golpetear en el cuello y sus dígitos quemarle la piel, tiritió contra su torso desnudo dejando salir un suspiro.
━━━ ¿Qué pasa, preciosa? ━━━ susurró haciendo presión en su agarre. El mar cubría su cuerpo hasta la cintura, diferente para ella.
━━━ Dazai-san ¿Jugará con nosotros? ━━━ preguntó el albino confundido por su repentina energía.
━━━ Lo siento Atsushi-kun, _____ y yo debemos arreglar algo antes ━━━ contestó pasando los brazos por sus piernas, cargandola y yendo al otro lado de la playa, detrás de un enorme roca ━━━ regresaremos enseguida.
Sus oídos eran cautivados por las armónicas olas creandose y rompiéndose, pero habia un sonido que Dazai amaba sobre cualquier otro.
Recargó la espalda contra la piedra, entre sus piernas el castaño le observaba, sus orbes cobrizo se opacaban ante la pupila dilatada, sus facciones tensas le hacían ver más atractivo y los mechones de cabello ensombreciendole la mirada. Su corazón dio un vuelco y tuvo que bajar la cabeza para ocultar el sonrojo, juntó las manos tirando de los dedos nerviosa.
Disfrutaba ser él quien le produciera tanto nerviosismo, ser él la razón de sus sonrojos y suspiros. ______ podía ser tan atrevida como sumisa. Tomó su mentón sin mucha fuerza, sus orbes se encontraron formando el paisaje perfecto, solos y sin nadie que le robara la atención, movió los dedos para delinearle los labios entre abiertos, acortó la distancia acariciando su comisura con la lengua antes de capturarlos por completo.
Empujó la cabeza hacía atrás fascinada, buscando que sus lenguas se mezclaran en una sola mientras ambas manos sujetaban firme la nuca de su pareja, ansiosa y excitada. Sus sexos cubiertos por una fina tela y sin mucha espera, Dazai comenzó a restregarse sujetándole el trasero para apoyarse, se sentía especialmente húmeda.
Un hilo de saliva se formó al separarse, ______ gimoteo moviendo las caderes casi por inercia. Sus brazos le caían rendidos en los hombros como si estuviese cansada, su torso se movía rápidamente por las respiraciones profundas resaltando el botón en cada pecho, sus mejillas se tintaban de un escarlata con los orbes cristalinos por una capa de lágrimas como resultado de un choque de sensaciones placenteras abrumadoras.
Mas bien, ya había sucumbido ante él.
Mantuvo los ojos tan abiertos como su propio deseo le permitía, queriendo guardar la imagen de su mujer.
━━━ Da-dazai~ ━━━ gimió mordiéndose el labio viéndolo suplicante. Ese era su sonido favorito ━━━ Por... favor...
Una sonrisa socarrona cruzó por sus delgados labios, se acercó peligrosamente manteniendo el ritmo de sus caderas. Ladeó la cabeza pasando a su cuello, aspirando el dulce aroma que desprendía y probando con la punta de la lengua, _____ enredó los dedos entre sus cabellos oscuros encantada por la textura. Sus ásperas manos le cariciaron el abdomen presionando en puntos especiales, llegando hasta sus pechos haciendo de lado la tela para masajear y apretar. Los agudos jadeos anestesiaban sin piedad la razón, un fuego se extendía por cada vena aniquilando su control.
Hasta entonces pareció percatarse de algo, su novio era bastante ansioso por lo que no solía darle vueltas al asunto a menos que ella se lo pidiera o en su caso, que estuviera molesto porque disfrutaba verla pedir más.
Lo definía como un castigo.
Rodeó con los labios uno de sus pechos, jugueteando con el pezón erecto mordiendo suavemente al rededor mientras la mano libre iba hasta su venus recorriendo entre la prenda, un fluido caliente empapó sus dedos antes de adentrarse lentamente, el pulgar jalaba y presionaba el clítoris en cada pequeña estocada. Echó la cabeza atrás, soltando un suspiro dejando entre abiertos los labios.
━━━ Esto... es tu culpa ━━━ le recriminó succionando con más fuerza, empujando los dedos con el propio ritmo de sus caderas ansioso por ser su miembro quien estuviera ahí ━━━ me haces sentir abandonado por estar con ellos, apenas y me besas y además, me provocas de esa forma ¿Qué quieres de mi, _____?
Ahogó un quejido mordiéndose la mano, se había detenido viéndola con dureza, con esa pasión escrita en cada centímetro de su cuerpo. Subió las manos temblorosas hasta su rostro, acercandole para besarlo sin temor, entendiendo cada palabra que había dicho.
━━━ Quiero ser tuya ━━━ murmuró contra sus labios, su sexo fue abandonado pero también expuesto por completo ━━━ Por favor... Dazai.
Este gruño besándola rápidamente para esconder la cabeza en el hueco de su cuello susurrandole al oído.
━━━ Es tu culpa, _____ ━━━ volvió a quejarse pasando su falo entre sus labios vaginales, era grande y grueso, se sentía cual roca ardiente ━━━ Me tienes tan duro.... sabes cómo lo haré ¿Cierto? Tal como te gusta.
Sin esperar más, se abrió camino en su interior, las paredes abrazaron deliciosamente a su pene, relajando sus músculos en el momento. La chica se abrazo a su cuello, besando y lamiendo para evitar gritar, con una mano recorrió su abdomen firme y marcado, su complexión era delgada pero aún así, era bastante fornido y le encantaba.
Empezó a embestirla, primero suavemente para acostumbrarla, cuando _____ le mordió el lóbulo de la oreja supo que podía seguir y comenzó un vaivén placentero.
Como uno solo.
Entraba y salía con rapidez, cada espacio era ocupado por la longitud de Dazai, sus pechos rebotaban sin remedio, calentandole cada vez más y no apaciguando su lujuria.
━━━ Te sientes tan exquisita como siempre ━━━ rodeó su cintura para profundizar las penetraciones mientras ella usaba las piernas rodeandole el torso ━━━ Ahh~ ¿Tú también me extrañabas?
Chilló clavando las uñas en su espalda, Dazai no sólo sabía que decir, también sabía que hacer y cómo, le hacía tocar el cielo en cada caricia.
━━━ Más~ ━━━ rogó entre sollozos, la fricción de su piel y el sonido de la piel desnuda impactando era ocapada por las olas ━━━ Dame más...
Su miembro encajaba maravillosamente, le recibía a gusto apretandolo como la primera vez, el ritmo aumentaba, sus embestidas probablemente le partirían en dos pero solo eran conscientes del fogoso placer que encendían en el otro. Recostandole sobre la roca y teniendo más acceso a su cuerpo, bajó la cabeza lamiendo de nuevo sus atributos.
Esa imagen, Dazai entrando sin pena alguna mientras sus labios empapaban de saliva sus pechos era simplemente encantadora. Movió las caderas, ayudándole a entrar aún más profundo, le fascinaba sentirse llena y amada, no mantendría los ojos abiertos por mucho tiempo, estaba llegando a su punto, ambos a decir verdad.
El agarre en su cintura se intensificó, fue como un aviso que entendió bien, se esforzaba en que su miembro erecto no la dejará sola en ningún momento. Casi salvajemente dio sus últimas penetraciones, dejando salir su semilla caliente y viscosa.
Compartieron el mismo gemido, cayendo rendidos sobre el otro. Segundos más tarde, Dazai salió acomodándose el pantalón corto y poniendo en su lugar la ropa de ella, atrapandola en brazos para sentarse en la arena, acarició sus largos cabellos mientras descansaba la cabeza en su pecho y se aferraba a este, dando pequeños besos.
Seguramente mañana se tomarían el día libre y debían pensar en una escusa que justificara su extraña forma de caminar, aunque a Dazai no me molestaría decir la verdad.
━━━ ¿Qué tal otro? ━━━ preguntó de la nada colocando una mano en su mentón como si pensara en su más grande azaña.
━━━ ¿Eh? ━━━ contestó con una sonrisa boba e incrédula. La acomodó sobre su abdomen, deshaciendo el nudo de su bañador con una expresión tranquila ━━━ ¡¿Ehhhhh?!
Pedido por: pikachubipolar
¡Muchas gracias por seguir este libro!
Quedó más largo de lo que esperaba pero aquí está.
Espero que te haya gustado, puse tanta imaginación y esfuerzo como mi cerebro permitió.✨
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¡Hasta el siguiente!
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