Olivia
Olivia estaba nerviosa, muy nerviosa. No veía a Thomas desde hacía una semana. No había podido hablar con él desde la fiesta de Lou, el lunes después de la fiesta había planeado hacerlo, sin embargo, resulta que Tom había pedido un remplazo en la cafetería mientras él estaba fuera haciendo quien sabe que, que por cierto, Olivia se moría por saber todo acerca de su viaje, lo averiguaría más tarde. Ahora el chico estaba frente a ella con una gran sonrisa en el rostro.
Olivia estaba nerviosa y sabía exactamente la razón. Lo había besado. Y no había sido un beso normal, había sido EL BESO de la vida de Olivia. Y parecía que a él le había gustado, o al menos eso creía Olivia.
Thomas se acercó a ella con su enorme sonrisa en el rostro. Olivia le sonreía de vuelta.
-Hola, Liv- le dijo Thomas dándole un corto abrazo. A pesar de sus nervios que hacían dolerle el estomago, la presencia de Thomas hacía que su dolor y preocupación desaparecieran, se sentía en paz a su lado.
-Hola, Tom- dijo Olivia. Por alguna razón el calor subía por sus mejillas a pesar de ya estar tranquila.
-¿Cómo te va?- le dijo pasándole el delantal de Olivia- ¿Hice falta mientras no estaba?- Tom sonreía tan tranquilo como siempre y a Olivia se le derretía un poco el corazón- Dime que nadie me robó a Gloria mientras no estaba.
-Sigo siendo tuya, cariño- dijo Gloria que llegó a su lado y le pellizcó la mejilla con suavidad, como solía hacer. Thomas abrió los brazos y la señora los aceptó con gusto- Te extrañamos, muchacho- le dijo Gloria dándole palmaditas en la espalda.
-¿Tú y quien más?- le dijo Thomas apartándose un poco de Gloria para verla a la cara.
-Estoy segura de que esa muchachita te extrañó también- dijo señalando a Olivia. Las mejilla de Olivia ardían- Además sigue empeñada en sacar a Peggy- señalo la mancha llamda "Peggy" del mostrador- ya le explique que nunca se va a ir, hace parte de este local.
-No hay nada que el agua y jabón no resuelvan- dijo Olivia encogiéndose de hombros. Ese era el lema de su abuela y ella pensaba en predicar su palabra a dónde quiera que fuera.
-Ay niña- le dijo Gloria mientras procedía a pellizcar su mejilla igual que a de Thomas.
Gloria era una agradable señora de unos 75 años (eso era lo que ella decía, aunque todos creyeran que tuviera más), era bajita y regordeta, su cabello canoso apenas le llegaba por debajo de la orejas y sus gruesas gafas negras le enmarcaban el pálido y arrugado rostro. Su ropa usualmente era de color rosa o amarillo, era raro verla en prendas oscuras, y siempre olía a vainilla y miel. Era una viejita adorable.
-Ahora a trabajar, niños- dio dos aplausos y desapareció por la puerta de la pequeña cocina de la cafetería. Todos se pusieron a trabajar de inmediato.
-Así que me extrañaste ¿eh?- le dijo Thomas mientras acomodaba la máquina de café.
El aroma a café empezaba a inundar la estancia y la luz del sol mañanero entraba por los amplios ventanales. Nada mejor que un buen café en la mañana de un domingo.
-No mucho- dijo Olivia en broma. Thomas abrió los ojos desmesuradamente y se llevó una mano al pecho- Digo, eres importante para esta cafetería, si no estuvieras aquí ¿Por quien suspirarían las tres D?
Olivia se había dado cuenta de las miradas que la pobres chicas de 16 años le daban a Thomas cada vez que les llevaba algo a su mesa, estaban enloquecidas con él, al punto de ir casi todos los días a la cafetería. Olivia hasta ya sabía de memoria lo que pedían cada una, Deby, Darcy y Dixie (las tres D, como solían llamarse a si mismas) iban sin falta cada miércoles, jueves y viernes, le hacían mala cara a Olivia cada vez que ella les servía, solo Thomas era digno de llevarles sus malteadas de fresa a la mesa. Una vez una pobre chica se puso tan nerviosa al oír su nombre salir de los labios de Thomas que se atragantó con su malteada y termino sacándola por la nariz. Adivinen a quien le había tocado limpiar mocos y babas de la mesa... así es, Olivia Murphy había pasado una de sus valiosas tardes limpiando los mocos de una chica.
-Es que soy muy guapo- dijo Thomas con una sonrisa.
Olivia se quedó callada, pues no podía decir lo contrario.
-Sé que te mueres por preguntar así que habla- dijo Thomas unos segundos después.
Olivia tomó aire y comenzó a hablar.
-¿Dónde estabas?- chilló Olivia. Ella estaba junto al horno esperando a que los cupcakes de limón estuvieran listos- ¿Cómo la pasaste? ¡Quiero saberlo todo!
-Te lo contaré todo- dijo Thomas.
A él le encantaba hablar y a ella escuchar. Eran como el dúo perfecto. La pareja perfecta.
-Fui de gira con mi banda- dijo Thomas con una sonrisa.
-¡¿Qué?!- chilló Olivia un poco más alto de lo que pretendía- ¡¿Tienes una banda?!
-Una banda de Rock- aclaró Thomas. Olivia agradecía que el restaurante estuviera vació aún, cuando se llenaba le era casi imposible charlar con Thomas y en ese momento necesitaba oír la historia completa.
Olivia no sabía como no lo había adivinado antes. Thomas llevaba manillas y anillos en los dedos, además de que literalmente llevaba camisetas con los logos de bandas a menudo, incluso a veces se ponía bandanas para sostener el cabello y sabía que su género favorito era el rock. ¡Era una estrella de rock! ¿Qué instrumento tocaría? ¿Cantaría tal vez? Olivia se moría por saberlo todo.
-No soy una estrella de rock- dijo Tom y ella cerró la boca con sorpresa. ¿Le había leído la mente?- Lo adiviné por tu expresión- dijo con una linda sonrisa adornando su rostro- Soy el vocalista y toco la guitarra.
Olivia ahora le miraba los dedos buscando cualquier marca que le hubiera dejado la guitarra. Lo sabía por Colette, ella decía que todos los músicos que tocaran instrumentos de cuerda que realmente les apasionara tendrían algún indicio de hacerlo. Tom también tenía los dedos magullados al igual que su amiga.
-Es una banda pequeña- dijo alejándose. Los primeros clientes ya habían llegado y Thomas iba a tomarles la orden- Nos llamamos The Dark Diamonds, algún día deberías ir a vernos tocar.
Olivia asintió con entusiasmo y se quedó contemplando a Thomas con una sonrisa. Una sensación cálida le llenó el pecho y por un segundo se le fue el aire.
¿Así se sentiría estar enamorada?
No lo sabía. Lo único que sabía era que sus cupcakes de habían quemado porque Gloria llegó gritando a su lado. El humo salía del horno mientras Gloria la regañaba y Thomas se reía de ella. Una linda mañana de domingo.
-¡No!- gritó la profesora- De nuevo- les ordenó.
Noah la miró intensamente y asintió con la cabeza dándole seguridad a Olivia. Olivia avanzó hacia él en puntas y recargó todo su peso sobre sus hombros para que Noah la levantara con mayor facilidad. Esa era una figura complicada que Meredith quería incorporar a la coreografía.
Noah la tomó con seguridad de la cintura y la empezó a levantar. Olivia tragó con fuerza, ahí venía la parte complicada de la figura. Olivia tenía que dejar que Noah sostuviera todo su peso, pero por alguna razón Olivia no se relajaba lo suficiente para que él pudiera hacerlo. Tenía miedo de que Noah la dejara caer.
Olivia ya en el aire se fue hacia delante y por poco su rostro toca el suelo. Noah la alcanzó a agarrar en el aire. Quedaron en una posición extraña, con el trasero de Olivia muy cerca del rostro de Noah. Olivia prácticamente saltó a toda velocidad de Noah, las mejillas las tenía calientes y coloradas.
-Olivia, deja de tensionarte, no haces que cargarte sea fácil- le dijo Noah con el rostro enrojecido por el esfuerzo.
-No, no, no. Olivia no lo ha entendido- dijo Meredith- Noah, cárgame. Olivia observa- Noah asintió con la cabeza y se preparó.
Meredith se lanzó contra Noah y la figura les salió perfecta, se veían perfectos juntos, incluso parecía que Meredith no pesaba nada ya que Noah la cargaba con facilidad. Olivia sabía que seguramente Meredith pesaba más que ella y que si Noah era capaz de cargarla sin dejarla caer, podía cargar a Olivia con facilidad. Aun así Olivia no se confiaba.
-¿Lo viste?- le preguntó Meredith- Se trata de confianza y relajación. Tienes que confiar en Noah, él no te dejará caer.
Olivia asintió y se acerco a Noah de nuevo. Él le guiño un ojo y lo intentaron otra vez. Fallaron.
Meredith se quedó callada por un segundo mirándolos fijamente a ambos. Estaba inexpresiva pero de sus ojos salía fuego.
-Toda la coreografía de nuevo- ordenó Meredith.
La música comenzó a sonar y Olivia se fue a su lugar para empezar la rutina. Antes si quiera de que pudieran hacer la primera figura, Meredith gritó.
-¡No! No, Olivia así no es- ambos se quedaron callados expectantes.
No habían hecho nada y ya los estaba regañando. Bueno, no a ellos, a ella.
-Ya sé cual es tu error- le dijo Meredith acercándose a Olivia.
-Pues por favor dilo- dijo Noah- Hemos estado repitiendo lo mismo una y otra vez durante dos horas seguidas. Así que dinos que mierda estamos haciendo mal- a pesar de que Noah siempre tenía una sonrisa sarcástica en el rostro, en ese momento tenía la cara roja de furia. Olivia nunca lo había visto con esa expresión.
Habían estado ensayando con Meredith en una sala de la escuela. Había cosas que ella quería revisar de la coreografía. Llevaban ahí horas.
-¡Noah!- le gritó la profesora- Sigo siendo tu maestra. Muestra respeto.
Noah rodó los ojos pero se quedó callado, apretaba la mandibula. Olivia ni siquiera pensaba en refutarle a Meredith. Le tenía miedo.
-Estamos mostrando una historia de amor. Necesito que entiendan que es una rutina romántica, erótica, sexy. No veo nada de eso en ustedes, no transmiten eso- dijo mirando a Noah- Y mucho menos tú- le dijo a Olivia- Eres un osito de peluche bailando ballet.
Noah sonrió con diversión. Olivia lo miró con odio y la sonrisa de Noah solo se agrandó.
-No eres sexy, Olivia- Olivia tragó con fuerza, ella ya lo sabía, Meredith no tenía porque recordarselo- No hagas que cambie de opinión con respecto a ti. Esta presentación esta a mi cargo. No dudes en que pondré a otra en tu lugar- le dijo Meredith con dureza- Debes mostrar esa parte sexy y carnal. Si no la descubres me temo que tendré que ponerte un papel menos relevante en la historia. Demuestra que mereces estar aquí.
A Olivia le ardían los ojos pero se negaba a llorar, no le mostraría sus lágrimas a Meredith.
-Terminamos por hoy- dijo Meredith yendo a recoger sus cosas- Para el próximo ensayo cerrado necesito verte sexy, Olivia. Si no es así te cambiaré. No se que van a hacer para que vea química entre ustedes, pero procuren hacerlo pronto- dijo Meredith caminando hacia la puerta. Le hizo un gesto a Noah y salió del salón.
-Lo lograrás- le dijo Noah a su lado- Deja de tenerme miedo y lo harás.
-No te tengo miedo- le dijo Olivia cruzándose de brazos.
-¿No?- dijo Noah avanzando hacia ella, Olivia sintió la inmensa necesidad de retroceder, sin embargo, se mantuvo inmóvil- Hay que hacerlo una vez más- Olivia retrocedió un poco y se lanzó contra Noah. él la levantó grácilmente pero de nuevo Olivia no lo logró y fallaron la figura.
Noah la alcanzó a salvar de una muerte segura, ¿lo incomodo? Las manos de Noah estaban en el trasero de Olivia. Olivia se removió incómoda y Noah la soltó con una sonrisa en el rostro.
-¿De qué te ríes?- le dijo Olivia ofendida con el rostro enrojecido mientras se acomodaba la ropa.
-De tu rostro- le indicó Noah- pareces un tomate. Y tranquila, no rompí tu regla de no tocarnos. Si no te agarraba de cualquier manera hubieras muerto. Lastima que mis manos terminaron en tu trasero- Olivia desvió la mirada con furia- Pasa todo el tiempo, ya relájate. No te haré nada.
Noah fue por sus cosas y caminó directo a la puerta.
-Mañana te recogeré y ensayaremos nuestra química- le dijo desde la puerta- Debes ser sexy, Liv. Puedes fingirlo, no tiene que ser real. Lo lograremos, lo sé- le guiño un ojo y desapareció por la puerta- Adiós, Livi liv- gritó Noah desde afuera.
Cuando estuvo sola, por fin dejó que la lagrimas se escaparan de sus ojos. Agarró su teléfono y marcó el numero de su abuela. Tenía que hablar con ella urgentemente.
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Hola, hola.
¡Nuevo capítulo!
Espero les haya gustado este capítulo. Ya casi casi empiezan las cosas entre Noah y Olivia, así que no desesperen... calma.
Gracias a todos los que empezaron a leer la novela hace poco y ya acabaron todos lo capitulo publicados. Gracias por llegar hasta aquí y quedarse para ver que les sucederá a estas tres amigas.
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Gracias por leer mi historia.
-Manu<3