𝚂𝙾𝚄𝙻𝙼𝙰𝚃𝙴𝚂 ━━ jj mayb...

By mimibloomfield

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❛❛‎‎‎𝙵𝚘𝚛𝚐𝚎𝚝 𝚠𝚑𝚊𝚝 𝙸 𝚜𝚊𝚒𝚍... 𝙸 𝚝'𝚜 𝚗𝚘𝚝 𝚠𝚑𝚊𝚝 𝙸 𝚖𝚎𝚊𝚗𝚝... More

[ 𝐢𝐧𝐭𝐫𝐨𝐝𝐮𝐜𝐜𝐢ó𝐧 ]
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By mimibloomfield





𝙽𝚘𝚛𝚖𝚊𝚕𝚒𝚍𝚊𝚍

· • —– ٠ ✤ ٠ —– • ·

Presionó sus labios contra los de ella, y se sentían tan suaves como se veían, JJ espero apenas unos segundos para ver su reacción. Esperaba que Reese lo empujara y después le gritara o le dijera que era un tonto por tratar de hacer algo así en un momento como este. Pero no lo hizo, en cambio la castaña separó los labios apenas un poco para profundizar el beso y Maybank lo tomó como una invitación para que su lengua se encontrara con la de ella. No sabía a nada en específico, siempre pensó que si algún día besaba a Reese sus labios iban a saber a dulce pero no fue así. De cualquier forma, JJ la besó como si fuera la última vez que iba a besar a alguien, y solo se separaron cuando les faltó el aire.

Aún con los ojos cerrados, JJ pegó su frente a la de ella y dejó que sus narices rozaran. Reese soltó una risita y el rubio sintió mariposas en el estómago.

—Creo que estoy soñando —le confesó. Reese se rió de nuevo—. Que no digas nada lo hace parecer más como un sueño.

Por fin se alejó de ella y abrió los ojos, mirando al techo, todavía sentía el cuerpo de su amiga presionado al lado suyo, así que tal vez no estaba soñando.

—No fue un sueño —dijo Reese después de unos momentos. Después se levantó un poco de la cama y JJ pensó que iba a irse. Hubiera dolido menos si estuviese soñando, pensó el rubio. La castaña se recargo en su codo, balanceando su peso sobre este, y miró a JJ. Aún en la oscuridad del cuarto podía ver que tenía el ceño fruncido. — ¿Qué fue eso?

Se encogió de hombros en respuesta. —No besas como una niña. Cualquiera que sea el significado de eso, no es cierto.

Reese sonrió. —Gracias.

—No hay problema.

Volvió a recostarse al lado del muchacho y se quedaron en silencio de nuevo, tratando de procesar lo que había pasado. JJ relamía sus labios cada par de segundos, mientras que Reese no lograba acomodarse en la cama sin tener que estar pegada al muchacho.

Al final, se quedó sobre su costado, de frente a JJ y no dejaba de mirarlo. El rubio la miró de reojo y después de unos segundos volteó para verla.

— ¿Quisieras hacerlo de nuevo?

JJ frunció el ceño confundido. — ¿Hacer que?

—Besarme.

—¿En serio? —Preguntó el muchacho y Reese asintió.

Reese notó a JJ titubear y antes de que el rubio le diera una respuesta, habló de nuevo. —A menos que no quieras —dijo rápidamente—. Es decir, si solo lo hiciste para ver si besaba como una niña está bien —se notaba el nerviosismo en su voz, JJ comenzó a ponerse nervioso también—. Porque si no quieres esta bien, pero si quieres yo—

Antes de que pudiera decir otra palabra más, JJ la volvió a besar, de la misma forma que lo había hecho antes. Solo presiono sus labios contra los de ella y espero por su reacción, solo que esta vez lo primero que hizo Reese fue colocar su mano sobre la mejilla de JJ impidiendo que rompiera el beso, su pulgar acarició su mejilla suavemente y el rubio sintió un escalofrío subir por su espalda. Después de unos segundos, Reese partió sus labios para profundizar el beso, su otra mano se movió hacia la espalda desnuda de Maybank atrayéndolo aún más hacia ella. El cuerpo de JJ estaba casi encima del de Reese, sosteniendo su peso sobre una de sus manos para no aplastarla bajo él.

Cuando sus labios comenzaron a moverse en perfecta sincronía, y aquel miedo a que Reese lo fuera a empujar en cualquier segundo desapareció totalmente, JJ por fin se atrevió a tocarla. Su mano se movió hasta su cadera, sus dedos tocaron la suave tela de su ropa interior y luego subieron para quedarse sobre su piel desnuda, debajo de su camiseta. Y eso fue suficiente para que ambos sintieran como la piel les quemaba.

Era mucho más de lo que alguna vez habían hecho con el otro. Habían dormido juntos incontables veces, Reese había estado en bikini demasiadas veces frente a JJ y había sentido su cuerpo pegado al de él cuando se subía a su motocicleta. Pero nada se comparaba a esto, tan solo tocar un poco de piel desnuda los había hecho sentir nuevas cosas, diferentes cosas. Y ambos lo estaban disfrutando, no se querían separar ni por un segundo, pero JJ tuvo que hacerlo cuando Reese emitió un sonido que lo volvió loco. Y sabía que si continuaba besándola de la forma en la que lo estaba haciendo no podría controlarse, pero no quería que las cosas fueran así. Su primera vez estando con Reese debía ser mejor que esto.

— ¿Qué? —Frunció Reese una vez que JJ rompió el beso.

El muchacho soltó una risita al ver la expresión de su amiga, la mano que estaba en su cadera se movió hasta su cara, pasando un par de mechones de pelo por detrás de su oreja. —Tengo que ir a trabajar mañana —le susurro.

Reese se sonrojó. —Está bien.

—Eres muy linda —dijo sin querer, pero los hizo sonreír a ambos. JJ le beso la nariz, la frente y la barbilla, para después besarla de nuevo solo por unos segundos. Cuando se separaron ambos estaban sonriendo, y el rubio sintió un calor bajarle por el pecho hasta su estómago, una sensación de paz y calma que no había sentido en bastante tiempo.

Se acostó de nuevo con Reese acurrucada a su lado, le pasó un brazo por detrás de los hombros y la apretó contra su pecho, manteniéndola cerca como si la chica fuera a desaparecer en cualquier segundo.

—Buenas noches, Maybank —dijo Reese en voz baja.

—Buenas noches, Rott —le contestó a su vez el muchacho.





La alarma de su celular sonó exactamente a las 6:28 a.m., seguida por una segunda alarma a las 6:30. Como pudo, JJ estiró el brazo para alcanzar su celular y apagar dichas alarmas. Sus ojos entrecerrados lograron ver cómo Reese estaba acurrucada contra su pecho, no pudo evitar rodearla con los brazos y apretarla aún más cerca de él. Con una sonrisa en el rostro, Maybank volvió a dormir.

Quince minutos más tarde, la alarma volvió a sonar pero esta vez no fue el rubio quien la apagó, sino Reese. JJ no abrió los ojos enseguida, lo hizo hasta que comenzó a sentir los labios de Reese besando su cara. Besó su barbilla, su mejilla, su nariz y JJ sabía que estaba sonriendo como un tonto.

—Buenos días —sonrió Reese. La luz que entraba por su ventana iluminaba pobremente su cuarto, aún así, pensó que ver a Reese en su cuarto y besándolo era la escena más hermosa que había visto en su vida. Sentía que estaba como en una película.

—Muy buenos —respondió JJ pasando sus brazos por detrás de su cabeza—. No me molestaría despertar así de nuevo.

Reese rodó los ojos. — ¿Ya no crees que es un sueño?

—Estoy como 70% seguro que no es un sueño —sonrió de lado.

Reese soltó una risita y en vez de responderle, volvió a besarlo, en la nariz, las mejillas, la mandíbula, le dio un suave beso en los labios que volvió a hacerlo sonreír y JJ cerró los ojos para disfrutar el momento.

—Estoy aquí, Jay —le susurró la castaña para después besar su frente. JJ sintió un escalofrío subirle por la espalda.

Había pocas cosas que le hacían recordar a su madre, a decir verdad, casi nada le recordaba a su madre. JJ no recordaba cómo actuaba, ni a qué olía, ni como cocinaba, ni siquiera recordaba el tono de su voz. Pero había algo que nunca iba a olvidar, y eso era que cada que su padre les daba una paliza, ya sea a su madre o a el, y JJ estaba demasiado asustado como para salir debajo de sus cobijas su madre siempre se metía debajo de ellas, besaba su frente y susurraba el sobrenombre que ella le había dado 'Jay'. Reese nunca le había llamado de esa manera, ella ni siquiera sabía que su madre lo llamaba así, pero la situación le había hecho recordarla y eso nunca era bueno para él.

El rubio tenía los ojos abiertos como platos e hizo que Reese arqueara una ceja. — ¿Por qué me miras así? —Le preguntó.

JJ sacudió la cabeza negando y fingió una sonrisa. —Es solo que voy a llegar tarde al trabajo.

Reese se relajó. —Claro.

Se levantó de la cama, y antes de dirigirse hacia la puerta para salir al baño volteó a ver a su mejor amiga. Lucía con sueño, su cabello estaba despeinado, pero tenía puesta una camiseta de él y estaba en su cama, JJ sonrió de lado.

— ¿Qué? —Preguntó la chica. Negó con la cabeza— Vamos a ir a surfear más al rato, ¿Tu vas a ir?

JJ asintió. —Sí, cuando salga del trabajo.

La castaña sonrió. —Te veo ahí entonces.

—Claro —le sonrió— No te olvides de salir por la ventana, ¿está bien? —Reese asintió para después bostezar.

JJ se acercó de nuevo a ella y le besó la frente. —Adiós, Rott.

Y mientras se bañaba no podía evitar pensar en todo lo que había sucedido y como un simple beso en la frente le había hecho recordar a su madre. JJ no recordaba la última vez que alguna chica le había besado la frente y estaba casi seguro que era porque nunca había dejado a ninguna hacerlo, frente a otras chicas no se mostraba vulnerable pero con Reese era diferente. Tampoco pudo dejar de pensar en ella cuando iba de camino al trabajo en su motocicleta, se sentía abrumado, su respiración se sentía pesada y un poco entrecortada. Estaba a punto de tener un ataque de pánico, estaba casi seguro. Nunca se permitía estar en esa situación desde que su padre lo había golpeado mientras tenía uno cuando tenía once años, pero al casi chocar con una camioneta se dio cuenta que esta vez no iba a poder controlarse.

Se orilló sobre la carretera para sentarse sobre las raíces de un árbol, tenía la cabeza entre las rodillas y las manos hechas puño. Podía sentir el latido de su corazón en los oídos y le faltaba el aire al punto de comenzar a jadear.

Recordó a su madre y como se fue el verano antes de conocer a Reese, recordó a Reese cuando todavía eran niños y regresaban a casa juntos todos los días, recordó cuando la quiso besar por primera vez porque quería que ella fuera su primer beso, recordó cuando vio a Reese besar a otro chico por primera vez, recordó a Reese con Theo, recordó el día que Theo le dijo que Reese merecía algo mejor. Y lo peor es que aquel hijo de puta tenía razón, ella merecía algo mejor que Outer Banks y alguien como JJ nunca podría dárselo.





✩↻✩



A JJ nunca le había molestado trabajar de mesero en el Club Kook, podría coquetear con algunas chicas y algunas señoras para que le dejaran más propina, podía comer los restos del buffet o lo que los Kooks regresaban a la cocina sin haber tocado. Claro que muchas de las veces lo trataban como basura, pero la paga era buena y las propinas aún mejor. Solo los idiotas de Raffe Cameron, Topper y sus amigos le causaban problemas, dejándole de propina dibujos de penes y colillas de cigarro. Pero decidía ignorarlos. Odiaba a los Kooks, pero amaba su dinero.

Sabía que Theo iba al Club, lo había visto cientos de veces y por suerte nunca había sido su mesero pero aquel día que llegó con Reese y la hostess decidió sentarlos del lado donde JJ estaba atendiendo. Nunca había dicho tantas maldiciones.

Mientras se preparó mentalmente para atenderlos y tener que soportar verlos juntos observó a Reese. Parecía incómoda con aquel top de tirantes blancos que traía puesto, se abrazaba a sí misma, no sabía si para ocultar sus brazos o su pecho. Era un atuendo que normalmente ella no usaba, un top de tirantes, una falda, una diadema con flores y sandalias, no flip flops... sandalias. JJ pensó que esta no era la Reese que él conocía, no era su Reese, era la Reese de Theo.

Tomó una bocanada de aire antes de acercarse a ellos, aún en su papel de mesero.

—Bienvenidos, mi nombre es JJ y voy a ser su mesero. ¿Quisieran iniciar con alguna bebida? —Pregunto en automático. Su mirada fija en la comanda que se encontraba en su mano.

—JJ —le habló Reese y levantó la mirada en automático, la castaña parecía un poco más relajada. El chico le dedicó una pequeña sonrisa, tratando de mantener aquella sonrisa mientras Theo carraspeó para llamar la atención de ambos.

—Para mi una cerveza —le pidió el muchacho simplemente.

—Yo también —sonrió la chica. Desde el otro lado de la mesa JJ vio como Theo estiraba la mano para tomar la de ella, y JJ sintió un hueco en el pecho.

—Bien —apretó los labios en una sonrisa forzada—, dejo que lean el menú y vuelvo con sus bebidas en un momento.

—Gracias JJ —habló Reese de nuevo y el muchacho se limitó a asentir en respuesta.

Mientras se daba la vuelta para volver a la cocina y recoger las órdenes de sus demás mesas, el rubio no pudo evitar voltear a verlos. Aún tenían las manos entrelazadas y Reese se reía de algo que su novio había dicho, mientras que el muchacho simplemente la observaba con una sonrisa. ¿Cómo podía ser tan cínico y verla de esa forma después de haberla engañado?

JJ volvió un par de veces más a la mesa, la primera para darles sus bebidas y para tomar su orden, la segunda para llevarles la comida que habían pedido. Salía y entraba lo más rápido que podía porque odiaba oír sus conversaciones o cualquier chiste estúpido del cual Reese pretendía reírse. Su amiga era más inteligente que eso, pero sabía que lo hacía por Theo.

Cuando llegó a la mesa de nuevo con lo que habían ordenado Reese no estaba, y lo había planeado así para dejar de hacer las cosas tan incómodas. Ya era bastante molesto tener que servirle a Theo, peor a su mejor amiga. JJ se limitó a llamar la atención de Theo con un carraspeo, pero cuando estaba a punto de retirarse de nuevo sus costumbres de mesero pudieron más que él y preguntó: —¿Algo más que desee?

El Kook lo miró con cara de pocos amigos. —Sí, que dejes en paz a mi novia.

JJ frunció el ceño confundido. — ¿Disculpa?

—Lo que oíste, Maybank —escupió Theo—. Sé que has tratado de coquetear de nuevo con ella y no me sorprendería que ya hayas intentado besarla. También que comenzaste a seguirme cuando te diste cuenta que la engañaba.

— ¿Estás admitiendo haberla engañado? —Las manos de JJ se hicieron puño.

Comenzó a reírse en respuesta. —Claro que lo hice, pero Reese nunca se dio cuenta —chasqueó— y si lo vuelvo a hacer ella nunca se enterara, por más pruebas que tu intentes obtener —Hizo una pausa—. Es normal en la vida de las Kook que sus novios las engañen.

Hijo de puta, pensó JJ.

—Reese no es una Kook —le recordó.

—Pero lo será eventualmente —dijo seguro de sí mismo. El rubio abrió la boca para responderle, pero lo interrumpió primero. — ¿O qué? ¿Creías que iba a terminar conmigo y volvería a salir con pogues? ¿Qué volvería contigo? Tu no tienes nada para ofrecerle.

JJ tragó saliva. —Reese no es así, a ella no le importan ese tipo de cosas.

—Ahora —respondió casi de inmediato—, pero en un par de años cuando tenga que ir a la Universidad... ¿Crees que se quedará contigo? Reese está destinada a cosas más grandes.

—Reese logrará lo que ella quiera con dinero o sin él —escupió el muchacho.

—Puede ser —se encogió de hombros—. Pero, ¿no crees que será más fácil al lado de un Kook que de un simple Pogue? ¿Qué tienes para ofrecerle, Maybank? —Enfatizó el.

JJ quería golpearlo, ahí mismo, en ese preciso momento, mandar su trabajo a la mierda y solo golpearlo hasta dejarlo inconsciente. Pero sabía que hacía una cosa como esa no solamente perdería su trabajo.

—Yo... —titubeó el rubio.

—Exacto —dijo después de un momento—, ni siquiera tu sabes. Porque no tienes futuro, JJ. Vas a quedarte en esta patética isla viviendo tu patética vida solo y siendo un alcohólico como tu padre.

—Yo nunca seré como él —Dijo casi en voz baja.

—Pero está en tus genes —insistió—, es lo que estás destinado a ser. E igual que tu madre, Reese eventualmente te abandonaría porque eres un simple Pogue —Theo sonrió de lado—. Porque así fue ¿no? Tu madre los abandonó porque tu padre era un pobretón, alcohólico y además de todo eso, la golpeaba.

JJ se preguntó cómo es que Theo sabía todo eso, y rogó que no fuera Reese la que le había contado todo. No era un secreto entre los Pogues pero JJ no creía ser tan importante como para que un Kook supiera qué era lo que había pasado con su madre.

Al no recibir respuesta Theo habló de nuevo. —No tiene nada que ofrecerle, Reese merece algo mejor que Outer Banks y alguien como tu nunca podría dárselo. Así que te pido que dejes tus patéticos intentos por recuperarla porque no va a pasar —Todo este tiempo el muchacho se había visto sonriente, como si estuviera hablándole de cualquier cosa y no prácticamente amenazandolo pero durante esas últimas palabras su semblante cambió completamente y parecía enojado, como si realmente tuviera miedo de que JJ pudiera quitarle a Reese. —Eso es todo, puedes irte —de nuevo sonrió, como si nada.

Sus ojos ardían, tenía un nudo en la garganta y sentía que en cualquier momento podría comenzar a llorar. JJ no es de los que lloraban muy seguido, lo admitiera o no, lo habían criado con masculinidad tóxica, y Kiara y Reese lo habían hecho cambiar en algunos aspectos, pero no en todos.

Cuando estaba a punto de entrar a la cocina para tomarse un merecido descanso de cinco minutos, oyó que gritaron su nombre y tal vez en otras circunstancias no hubiera volteado sabiendo que tenía los ojos llenos de lágrimas pero estaba en el trabajo y quien le había llamado podría ser alguna de sus compañeras. Solo que estaba tan distraído que no pudo distinguir que era la voz de Reese.

— ¡JJ! —Le llamó de nuevo. Y este la observó detenidamente. Se veía tan bonita cuando se vestía de Kook, con su top y diadema que combinaban y ese color en las mejillas que aunque sabía que era artificial le parecía de lo más lindo y le encantaba ver cuando se lo ponía. JJ podría observarla por horas, y en ese momento era lo que quería hacer, aunque su cerebro lo estuviera obligando a irse sus piernas no le obedecieron. Y solo la miró mientras se acercaba a él.

Esta era la Reese Kook, en lo que se convertiría si siguiera con Theo. La forma en la que se vestiría cuando fuera a la Universidad. Y entonces pensó que Theo tenía razón, que Reese merecía grandes cosas y alguien como él nunca podría darle todo lo que ella necesitaba.

— ¿Por qué me miras así? —Le preguntó Reese con una sonrisa una vez que estuvo a pocos metros de distancia, JJ no le contestó, se dio la vuelta y entró a la cocina.



✩↻✩





Cuando JJ salió del trabajo ese día se sentía cansado, como si se hubiera ido de fiesta y no hubiera dormido en toda la noche. Aunque claramente la noche anterior había sido casi un sueño y nunca había dormido tan bien en su propia cama. Era lo que había pasado esa mañana lo que lo tenía así. Y aunque no quería ir a surfear con sus amigos, sabía que las olas lo distraerían aunque sea un poco de todo lo que estaba pasando por su mente en esos momentos.

Una parte de él pensaba que era estúpido creer que Reese no iba a quererlo por ser un Pogue, a ella no le importaban ese tipo de cosas, además ella era una Pogue. Otra parte estaba convencido que no era por ser un Pogue, sino porque la castaña merecía algo mejor que él. Y una pequeña parte tenía miedo de que si siguiera lo que su corazón le decía Reese eventualmente lo abandonaría, y eso dolería más que verla irse con cualquier otro.

Llegó a la playa después de un rato, ya con su traje de baño puesto y listo para olvidar todos sus problemas. Estacionó su motocicleta al lado de la vieja van del tío de John B y se aseguró que su tabla de surfear no estuviera adentro. Le había pedido a sus amigos que la llevaran ellos porque él no podía transportarla en su moto. De lejos vio a sus amigos, y se dirigió hacia ellos, los saludó brevemente mientras se agachaba a tomar una cerveza de la nevera que habían traído.

Estaba a punto de preguntar por Reese cuando la oyó gritar su nombre. Levantó la mirada y vio a la chica correr hacía donde estaban, traía puesto su traje de baño completo color rojo, el favorito del rubio, y JJ se maldijo a sí mismo por lo que iba a hacerle.

— ¡Hola! —Exclamó la castaña mientras se le colgaba al cuello en un abrazo. JJ paró en seco, no se movió, no la empujo y definitivamente no la rodeó con los brazos y quería pensar que su expresión era la misma que la de sus amigos. Mientras que John B primero parecía sorprendido y luego soltó una risita, Pope estaba con la boca abierta. Reese se alejó un poco para darle un beso y fue cuando el muchacho reaccionó, empujándola levemente.

—Reese, ¿qué haces? —Se río, deshaciendo el abrazo y frunciendo el ceño levemente. Tanto ella como sus otros dos amigos lo observaron confundidos.

De reojo vio como estaba a punto de reclamarle algo, pero antes de que pudiera hacerlo, JJ habló de nuevo.

—Bueno, voy a surfear —dijo y se acabó su cerveza de un solo trago para después tomar su tabla de surf de donde sus amigos la habían colocado y salir corriendo hacia el agua antes de que alguien pudiera decir algo. Reese lo vio alejarse y no pudo evitar sentirse confundida, ignorando por completo el leve ardor que sentía en el costado.

Lo único bueno que había salido de que Reese se había alejado por un tiempo de él y de los pogues era que ahora era más fácil para JJ mentirle a su amiga. Ya no se ponía nervioso y Reese ya no encogía los ojos cuando sentía que el muchacho le estaba mintiendo, porque ya no sabía cuando lo hacía y cuando no. Y aunque a él le dolía, estaba haciendo lo mejor que podía para ignorarla y lo estaba logrando, después de algunas horas Reese ni siquiera lo estaba volteando a ver. Eso hasta que se quedaron solos por completo en la arena.

John B y Pope habían regresado a las olas hacía unos tres minutos, y JJ estaba a punto de unirse a ellos cuando Reese llamó su atención a su lado.

— ¿JJ? —Dijo en voz baja, el muchacho respondió algo parecido a un '¿sí?'— ¿Estás enojado conmigo?

El rubio chasqueó. — ¿Por qué lo estaría? —Negó con la cabeza— Por supuesto que no.

—Pues no sé —se encogió de hombros—, has estado evitándome, no me hablas y ni siquiera puedes mirarme cuando lo hago. ¿Es por lo de anoche? —JJ negó con la cabeza mientras jugaba con un anillo en sus manos y al no recibir respuesta, Reese insistió— ¿Es por el beso, verdad?

Resopló en respuesta. —Sí, es por el beso. Creo que no debí hacerlo.

—Pero dijiste que querías —le recordó Reese.

—Nosotros somos amigos, Reese —habló con un hilo de voz, no quería decirlo pero tuvo que hacerlo—. Los amigos no se besan.

—Dijiste que tú querías —repitió.

—Estaba muy drogado —JJ mintió.

Reese frunció el ceño, el rubio sintió su mirada quemarle. — ¿Qué? —JJ se encogió de hombros— ¿Estabas drogado cuando me besaste? —Le preguntó de nuevo, Maybank simplemente asintió en respuesta— Mírame —le pidió y el muchacho obedeció—, ¿estabas drogado cuando me besaste?

Reese pensó que no le mentiría de esa forma, por lo menos no en su cara.

—Estaba muy drogado cuando te besé. Fue un error, lo siento —dijo y de nuevo enfocó su mirada en las olas y la gente que pasaba caminando.

A la castaña comenzaron a temblarle las manos y quería llorar, pero no iba a hacerlo, por lo menos no frente a él.

—Ahora vuelvo —su voz apenas era audible cuando se levantó de la arena, dio media vuelta y comenzó a caminar. JJ ni siquiera volteo a verla cuando se marchó.



Reese caminó lo que le pareció una eternidad, los pies le ardían de lo caliente que estaba la arena y sentía su cuerpo temblar de vez en cuando. Sabía que no estaba llorando porque no sentía las lágrimas correr por sus mejillas pero sabía que en cualquier momento iba a hacerlo por la forma en la que le ardían los ojos. Debía lucir extraña caminando por ahí con el cuerpo tembloroso, pero poco le importaba lo que la gente que la veía pensara.

Cuando por fin llegó, subió los cuatro peldaños que separaban al establecimiento de la arena y abrió la puerta corrediza. Las pocas personas que estaban dentro la observaron confundidos pero ella solo escaneaba el lugar por la única persona que necesitaba ver en ese momento.

— ¿Kie? —Habló con la voz temblorosa.

Del otro lado del mostrador, Kiara Carrera volteó al oír su nombre. El ceño fruncido levemente cuando vi el estado en el que se encontraba su amiga. — ¿Reese? ¿Estás bien? —Preguntó, y la castaña negó con la cabeza. Fue entonces cuando las lágrimas comenzaron a salir y Kie corrió para abrazarla.

Reese se desmoronó en sus brazos, mientras que a casi dos kilómetros de ahí JJ Maybanks se quería dar de topes contra una piedra por la estupidez que había hecho. Una voz dentro de su cabeza le gritaba que no podía creer que fuera tan idiota e hijo de puta, mientras que en el pecho comenzaba a sentir un ardor. 



»»——— 𝙽𝙾𝚃𝙰 𝙳𝙴 𝙰𝚄𝚃𝙾𝚁 ———««

Creo que Diosito(R) me va a mandar el infierno por muchísimas razones y una de ellas es por no haber actualizado en dos meses (¡!) pero más vale tarde que nunca, no es así? Y otra de las razones por haber terminado de esta forma un capítulo que comenzó tan bonito. Lo siento, pero en realidad no porque me encanta el drama. 

Bueno, y solo para informarles que JJ Maybank tiene mommy issues y masculinidad tóxica (a veces), quién va a ir conmigo a darle unos buenos zapes para que haga las cosas bien por UNA BUENA VEZ?!?!?! De verdad no aprende este muchacho. 

No se que más decirles mas que disfruten mucho el capítulo, bienvenidxs a quienes apenas empezaron a leer la historia y muchas gracias por la paciencia. Ya se que final le voy a dar a la historia así que gracias a las que comentaron en la nota pasada <3 No se olviden de comentar y votar aquí que ya saben que yo SIEMPRE les leo. 

𝑻𝒐𝒅𝒐 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓,

𝑴𝒊𝒎𝒊 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒎𝒇𝒊𝒆𝒍𝒅.

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