Colección de One-Shots: Loudc...

By lucky-one456

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Estos serán relatos cortos sobre el enamoramiento de Lincoln Loud hacia sus hermanas y conocidas en la ciudad... More

Polly x Lincoln (1/?)
Luna x Lincoln (1/?)
Lana x Lincoln (1/?)
Carol x Lincoln (1/?)
Leni x Lincoln (1/?)
Luna x Lincoln (2/?)
Lori x Lincoln (1/?)
Linka x Lexx (1/?)
Luna x Lincoln (3/?)
Christina x Lincoln (1/?)
Leni x Lincoln (2/?)
Luan x Lincoln (1/?)
Lily x Lincoln (1/?)
Sam x Lincoln (1/?)
Luan x Lincoln (2/?) (+16)
Lily x Lincoln (2/?)
Carol x Lincoln (2/?)
Lola x Lincoln (1/?)
Lana x Lincoln (2/?)
Lynn x Lincoln (1/?)
Becky x Lincoln (1/?)
Fiona x Lincoln (1/?)
Lily x Lincoln (3/?) (+16)
Lola x Lincoln (2/?)
Lily x Lincoln (4/?)
Sam x Lincoln (2/?) (+16)
Katherine x Lincoln (1/?)
Sid x Lincoln (1/?)
Maggie x Lincoln (1/?)
Lily x Lincoln (5/?)
Linka x Lynn (1/?)
Lori x Lincoln (2/?) (+16)
Liby x Lincoln (1/1)
Leni x Lincoln (3/?)
Luna x Lincoln (4/?)
Lily x Lincoln (6/?)
Paige x Lincoln (1/?)
Lucy x Lincoln (1/?)
Paula x Lincoln (1/?)
Linka x Leon (1/?)
Luan x Lincoln (3/?)
Lynn x Lincoln (2/?)
Lily x Lincoln (7/?)
Carol x Lincoln (3/?)
Linka x Loni (1/?) (+16)
Maggie x Lincoln (2/?)
Becky x Lincoln (2/?)
Darcy x Lincoln (1/?)
Lily x Lincoln (8/?)
Agnes x Lincoln (1/?)(+16)
Lynn x Lincoln (3/?)
Lola x Lincoln (3/?)
Di Martino x Lincoln (1/?)
Lily x Lincoln (9/?)
Luna x Lincoln (5/?)
Lisa x Lincoln (1/?)
Lola x Lincoln (4/?)
Lana x Lincoln (3/?)
Polly x Lincoln (2/?)
Lucy x Lincoln (2/?)
Linka x Loni (2/?)
Lynn x Lincoln (4/?)
Darcy x Lincoln (2/?)
Rita x Lincoln (1/2)
Carol x Lynn Sr (1/?)
Lynn x Lincoln (5/?)

Luan x Lincoln (4/?)

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By lucky-one456

Érase una vez en Royal Woods...

Especial 2 años de Fandom de TLH y de Wattpad

—Luan: Ya saben cómo es la cosa —le decía a la cámara con la que la grababan dentro de un retrete al aire libre—. Después de mi aventura por la actuación en el teatro, mi afición por grabar a mis hermanos y los sueños aplastados por mi hermana Lucy... —lo decía con una tristeza sobreactuada.

—Lucy: Te escuché, suspiro... —se le podía oír a lo lejos.

—Luan: Me dije: "Si no pudiste llegar primera al teatro de la ciudad... podrías demostrarle al pueblo y a Lucy que serás la primera Loud en hacer una película —sus frenos relucían más que sus dientes al sonreír.

La chica comediante, ¡perdón! Futura directora, con 27 años, se dirigió a todas las personas que se presentaban para ser seleccionadas para la futura película o documental o pruebas actorales de la castaña. Casi toda la ciudad hizo el casting.

El casting consistía en interpretar papeles referentes a películas famosas del paraíso de la "generosidad y solidaridad" llamado Hollywood, entre otras.

—Muy bien, Lincoln y Leni, ambos interpretarán algo similar a Mike y Fredo Corleone en el Padrino II —se sentó en su silla de directora con el nombre de Steven Spielberg detrás y tachado con una "x" para poner su nombre—. ¡Toma 1 y acción!

Las cámaras y los paneles ya estaban acomodados.

—No sabía que era un atentado, Lincoln. Te lo puedo jurar —Leni tenía un semblante ansioso y depresivo—. Packowski me buscó en Hazeltucky, me dijo que tú y el doctor Feinstein tenían un buen negocio y que había algo para mí si lo ayudaba —lo miró a su hermano—. Era un buen trato y que tú lo estabas retrasando.

—¿Y tú le creíste? —le respondió mirando por la ventana.

—Había algo para mí, de mi propiedad —hizo un ademán con sus manos.

—Siempre he cuidado de ti, Leni —la miró con algo de seriedad.

—¡¿Cuidado de mí?! ¡¿Eres mi hermano menor y cuidas de mí?! ¡¿Te has puesto a pensar en eso?! —su tono se tornó de enojo—. ¡Que Leni haga esto, envíen a Leni hacer aquello, que Leni atienda un restaurante de mala muerte, que Leni cuide a los sobrinos! —se levantó un poco de la silla—. ¡Soy tu hermana mayor, Linky! ¡Fui relegada!

—Así lo decidió papá —no la miraba.

—¡Pero yo no lo decidí así! ¡Puedo dirigir mi propio negocio, soy inteligente! ¡No como todo el mundo dice: "una rubia torpe y despistada". ¡Exijo respeto! —verla de ese modo era algo no cotidiano.

Lincoln casi mira a la cámara, Luan rápidamente le hizo una seña. Luan ya tenía a su próxima estrella.

—Leni... ya no eres nada para mí. No eres mi hermana, no eres mi amiga. No quiero saber de ti ni que haces. No quiero verte en los restaurantes, no quiero verte por la casa. Cuando veas a nuestra madre, quiero saberlo un día antes, para no estar allí —se notaba muy serio—. ¿Entendiste?

—Linky... —mostró un semblante de arrepentimiento.

Se dirigió a Whitney que estaba sentada en un lado.

—Que no le pase nada mientras esté viva mi madre —con una mirada fría.

—¡Y... corte! —dijo Luan muy emocionada—. Ya tengo a mis futuras estrellas —estaba feliz.

Iba a estar más feliz, pero notó una sonrisa cómplice entre sus hermanos. Los separó ahí mismo, no le gustaba que le sonrieran a su hermano, aunque fuera una de sus hermanas la que lo hiciera.

—Luan: No tengo un género en específico... me gusta la comedia, pero entre nos... sabemos que nadie premia como mejor película a las comedias en los óscares —lo decía con mucha seguridad.

Las grabaciones se trasladaron a Alaska y ambientaron un gimnasio allí. Luan con ayuda de Chandler, Hank y Hawk consiguió el financiamiento de muchos negocios de Royal Woods. Fue muy simple: la financiaban o sus negocios tendrían pérdidas. De manera misteriosa se incendió el restaurante Aloha Comrade. Todos entendieron el mensaje.

—Muy bien —miró a todos sus asistentes—. Escena de entrenamiento paralelo Rocky IV primera toma —miró a su hermana—. Recuerda que Carol mató a tu amiga Brownie en el ring y quieres vengarla —movía sus manos para las indicaciones.

—Luan... hay un oso detrás de mí —lo dijo aterrada al notar a un oso pardo.

—¡Perfecto! Utiliza tu miedo al oso para correr, recuerda que es un entrenamiento —notó que no la convencía—. ¿Eres la mejor o no?

—¡Lo soy! —se sentía muy enojada.

—¿La mejor temería a un oso? —fue algo simple.

—¡De acuerdo! —respondió de mala gana y con algo de miedo al notar cerca al oso.

Con ayuda de unos trineos y perros siguieron a Lynn que corría del oso, solo que el animal no saldría en la toma. Paralelo a eso grababan a Carol Pingrey entrenando con toda clase de máquina de gimnasio, hizo una sentadilla, un salto de soga y un golpe en un saco; todo lo repitieron más de diez veces.

Ya había pasado casi medio día y lograron las tomas de todo. Lynn corrió, nadó, trepó y más cosas. Solo quería escapar del oso.

—¡Y... corte! ¡Bien hecho! —dijo Luan que llegaba en un trineo aparte.

—¿Bien? ¡¿Bien?! ¡Casi me come un oso! —lo decía muy agotada, pero con mucho enojo.

—Oye, serás alguien reconocida —se notaba que poco le importaba las condiciones de la grabación.

—Lincoln: Luan, te llama tu contacto de Hollywood —entró al retrete para darle el aviso.

—Luan: ¡Eso es música para mis oídos! ¡Ven acá! —no medito en darle un beso en sus labios por varios segundos en frente de las cámaras e irse a contestar.

—Lincoln: J-Je... mi h-hermanita es... cariñosa... —notó el rostro de incomodidad y horror de los que grababan, y se fue.

Ahora estaban en el río frontera con Canadá, iban a realizar la escena del Titanic, habían rentado un pequeño barco que trasladaba a las personas a la frontera.

Benny, Becky y los demás estaban en sus posiciones, las cámaras ya estaban listas. Era de noche.

—Muy bien, Titanic escena del regreso de Rose al barco, una sola toma y... ¡Acción! —comenzó la grabación.

Benny estaba al lado de Hugh y los demás extras, observaban como el bote de los refugiados bajaba lentamente. Becky miraba con pena a Benny. El chico hacía bien los gestos.

Becky al querer saltar del bote al barco, se cayó al agua e hizo que las demás personas del bote cayeran con ella. Benny no tuvo de otra que saltar. Se necesitaba improvisar.

—Creo que deberíamos grabar de nuevo —recomendó el codirector que era el señor Lynn.

—¡No! —hablaba en voz baja— Es espléndido, a veces debemos dar paso a la improvisación —se mantenía dando señales a los camarógrafos.

Benny nadó hasta Becky y viceversa.

—Fue muy estúpido ¡¿Por qué lo hiciste?! —la reprendió un poco mientras la besaba.

—¡Tú saltas yo salto! ¿cierto? —no dejaba de besarlo y llorar.

—Cierto —la miraba con ternura.

Hugh los veía con seriedad desde el barco y se pudo notar en sus expresiones que Becky estaba muy enamorada de Benny.

—¡Y... corte! ¡Fue épico! —notó que Benny y Becky se seguían besando—. ¡Cof, cof, cof! Ya pueden parar —notó que no la escuchaban—. ¡Hey, no puedes besarte frente a tu exnovia! —estaba indignada.

Hicieron el alto, pero Becky le guiño los ojos y le dijo que la buscara en su camerino en media hora. Benny solo tragó aire.

—Luan: El productor de la Warner quiere ver las pruebas de los actores cuando termine. Así se decidirá si me darán una dirección. Esos judíos quieren saber si su inversión será buena, les dije que si no invertían, ellos perderían muchos millones. A veces se tiene que ser algo soberbia —se sentaba con las piernas cruzadas y acomodándose sus gafas negras. Los que la grababan estaban asombrados por la llamada que recibió.

Luan llevó a toda su producción al parque Ketcham, el que quedaba cerca de la avenida Franklin.

Su diseñador de producción estaba recreando un ambiente lleno de árboles enormes, un lago y muchos animales prehistóricos.

—Muy bien, perfecto, excelente —les decía a los acomodadores y panelistas—. Está quedando perfecto, Lincoln —lo abrazaba con cierta confianza y acariciando su pecho con su dedo índice.

Sí, Lincoln al tener una habilidad con el dibujo, le presentó sus modelos a Luan. Reconstruyó muchos lugares de algunos libros, lo hizo excelente. Ahora le tocaba reconstruir los escenarios al aire libre de Jurassic Park.

—Luan... nos pueden ver... —se lo dijo en voz baja y sonrojado.

—Descuida, ellos no hablarán nada —le dio un pequeño beso en sus labios. Se dirigió a todos en voz alta—. Muy bien, vamos a recrear la escena de la bienvenida al Parque Jurásico —miró a su abuelo y los demás—. En sus posiciones.

El abuelo Albert bajó del jeep y comenzó a caminar con su bastón en dirección a algo. Liam y Mollie bajaron juntos para mirar más de cerca lo que no creían ver. Dexter (amigo de Lynn) se quedó mirando solo desde el auto.

Le preguntaron a Albert si era verdad todo eso, él les dijo que sí. Eso los dejaba más atónitos.

—Mira, Mollie —estaba casi llorando de la emoción—. Se reúnen en manadas...

—Doctor Liam y Doctora Mollie —miró lo que había delante suyo—. Bienvenidos... a Jurassic Park.

Se podía ver a vacas con cabezas de triceraptors y jirafas con cabezas de braqueosaurios hechas de cartón. Eran del zoológico en donde Liam trabajaba.

—¡Y... corte! Es perfecto, demasiado diría yo —estaba satisfecha la directora.

—Luan: En realidad yo quiero muchas cosas, anhelo ser una gran directora, pero sobre todo la más importante de mi generación —hablaba con una serenidad envidiable.

Luan iba a grabar más escenas del Padrino II, sabía que con esas escenas la tomarían algo en serio.

—Muy bien —se acercó a Becky y Flip—. Den lo mejor... o sufrirán las consecuencias.

—¡Está bien, niña extorsionadora! —lo decía con molestia el viejo Flip.

Becky ignoraba lo que le dijera su jefa y se posicionó para su interpretación. La escena se grabaría en la parte trasera de la escuela primaria de Royal Woods, solo acomodaron algunas rejillas de metal.

—Escena entre Tom Hagen y Frank Pentangellis, ¡Toma 1 y acción! —dejó que la cámara grabara al viejo y a la pelirroja.

Becky encendió un habano al mismo tiempo que Flip. Ambos se miraron con una sonrisa.

—Tu hermano se fue hoy mismo.

—¡Ese es mi hermano, Tucker! Es de los antiguos.

—Sí, no quiso quedarse para la cena. Tomó el primer avión.

—¡Así es él! Pudo tener su familia aquí... ser grande, pero nadie lo saca de ese pueblo infeliz —Flip caminó hacia delante y miró a Becky, pero su voz denotaba angustia—. Becky... ¿ahora qué sigue?

La pelirroja sonrió levemente y le rodea con el brazo para avanzar.

—Flip, a ti siempre te gustó la historia. Hablabas mucho de Obama en el 2007.

—Claro, aún tengo libros. Leo mucho.

—Flip, tú estuviste con los que iniciaron esto, soñaste con como debían organizarse las familias, como el imperio romano, regímenes con capos, soldados... y funcionó.

—Sí... funcionó. Éramos como el imperio romano... la familia Loud era el imperio romano.

En eso entra la música con nostalgia por parte de Luna Loud y su orquesta. Becky camina hacia delante, Flip sola la siguió como si fuera una danza de cortejo mortal. En este momento el guion y las interpretaciones van más allá.

—Flip —toma del hombro al viejo con su mano izquierda—, cuando un complot contra el emperador fallaba, las familias tenían la oportunidad de conservar sus bienes.

—Pero eso solo eran los ricos, Becky —se reía con ironía—. Los pobres lo perdían todo, a menos que... se suicidaran.

Becky lo mira con seriedad, Flip solo sonríe con resignación.

—Es una buena solución... un trato justo.

—Sí... se cortaban las venas y morían desangrados —sintió la mirada fría de Becky—. Antes... organizaban una fiesta en su ausencia, tomaban un baño tibio y se morían lentamente. Y sus familias, Becky... sus familias eran respetadas.

Becky lanzó su habano al suelo y le tomó sus manos a Flip.

—No te preocupes por nada, Flip.

—Gracias, Becky.

Becky procede a salir, pero Flip decide despedirse.

—Ciao, Becky —lo dijo muy desconsolado.

—Adio, Flip —fue algo cortante.

—¡Y... corte! —Luan saltó de su asiento—. Perfecto, sigamos así y tendré mi reconocimiento.

Lincoln le sonrió a Becky y a Flip, pero Luan se puso celosa y tiró de la oreja a su hermano para llevarlo a su camper, que la abrace y le diga cosas tiernas. Últimamente le gusta que su hermano la llene de mimos. Eso era en realidad capricho de una chica que ya cree ser famosa.

—Luan: Si les soy sincera... a veces siento que puedo fracasar, pero luego recuerdo que tengo financiamiento de toda la ciudad y se me pasa —se secó el sudor con un billete de veinte dólares—. No tengo películas preferidas... bueno, sí. Creo que Vampiros de la melancolía II superó a la primera —lo decía con seguridad.

—Lucy: Eso te dije, tú decías lo opuesto —su voz se escuchaba de afuera del retrete.

—Luan: Ignoren a mi hermanita, envidia mi futuro éxito en el séptimo arte —estaba mintiendo —miró a la cámara—. Lo difícil es encontrar a las personas adecuadas para el puesto adecuado, felizmente tengo a los indicados. Tengo a mis estrellas Lincoln, Benny, Becky y Carol. A mi directora de orquesta, Luna. A Lincoln otra vez, pero como diseñador de producción. A Stella en fotografía. Codirector y cocinero de estrellas a mi padre. A Leni y a Lola en vestuarios. En sonido a Sam y Chunk. Mi madre es la guionista, y a veces necesito de Lucy para eso —lo dijo con un gesto de resignación.

Ahora estaban en una casa a las afueras de la ciudad. Lincoln estaba sentado con una gorra roja y con zapatillas marca Nike.

—Muy bien —miraba a su hermano—. Esta vez tiene que salir bien o dormirás en el sofá —lo dijo sin mirarlo y con enojo.

—Está... bien —dio un suspiro al final, pero eso no evitó que Luan le diera un beso por tratarlo un poco mal.

—Escena de Forrest Gump donde Forrest corre —se posicionaron todos—. ¡Acción!

Lincoln se quitó la gorra y comenzó a pensar, se la puso nuevamente, se levantó y empezó a correr. Empezó la voz en off.

—Ese día, sin ninguna razón, decidí salir a correr un poco. Corrí hasta el final del camino, y al llegar ahí pensé que podía correr hasta el final de la ciudad. Y al llegar ahí pensé que podía cruzar todo el condado de Royal Woods. Y pensé que si ya había corrido tanto, tal vez debería correr a través del Estado de Michigan. Y eso hice. Llegué hasta el océano, cuando llegué ahí pensé: "Si ya he llegado hasta aquí, podía dar la vuelta y seguir corriendo". Cuando llegué hasta otro océano, pensé que como ya había llegado hasta ahí, podía dar la vuelta y seguir corriendo. Cuando me cansaba: corría, cuando me daba hambre: comía, y cuando tenía que... ya sabe... lo hacía.

—Así que... ¿solo corrías? —se escuchaba la voz de Mirtle.

—Sí —le respondió Lincoln.

Lincoln comenzó a correr por distintos sitios, el equipo de diseño ya había creado los distintos ambientes. El entrenamiento de Lynn, con supervisión estricta de Luan, mostraba sus frutos.

—Pensaba mucho. En mamá, en Clyde, y en el inspector Hunter. Pero más que nada... pensaba en Sam. Pensaba mucho en ella —la voz en off se reanudó.

La siguiente grabación fue en distintos sitios de la ciudad Royal Woods ambientada en los setenta.

—Por cuarta vez, hace su recorrido a través de América —decía un reportero en la televisión—. Lincoln Loud, un jardinero de Royal Woods, Michigan; está a punto de cruzar por cuarta vez el río Michigan.

—¡¿Forrest?! ¡Increíble! —decía Sam en su trabajo de mesera al mirar la televisión.

¡Y... corte! —Luan lo dijo con satisfacción, se dirigió donde su hermano y le dijo al oído—. Esta noche... serás premiado.

No había momento donde ella coqueteara con Lincoln. Luan estaba quedando encantada con todo el metraje que tenía. Pero eso no era suficiente, estaba pensando que lo podía proyectar como un tributo al cine.

—Luan: Todo eso en verdad puede ser un gran tributo jamás hecho... olviden Cinema Paradiso o La invención de Hugo Cabret... lo mío es superior en todos los aspectos —se notaba muy altanera.

—Entrevistadora: ¿Usted se cree capaz de eso? —lo preguntó detrás de la cámara.

—Luan: Me mentiría y te mentiría si dijera que no puedo hacerlo mejor —se notaba con mucha soberbia en su hablar.

Ahora estaban ambientando un pequeño restaurante de una ciudad de Nueva York. Iban a rodar Spider man 2 la escena del cumpleaños de Peter. Todos se posicionaron.

—¡Sorpresa! —dijeron al mismo tiempo la tía Mirtle y Becky.

—¡Sorpresa! —Hugh fue el último en decir eso.

—¡Di algo, Benny!

—Ah... ¿Qué están festejando? —estaba confundido.

—¡¿No lo sabes, Peter?! ¡Es tu cumpleaños! Aunque no quieras recordarlo —va y le da un beso en su mejilla junto a un abrazo.

—Vive en otra realidad, ¿o no, Benny? —dijo Becky.

Sus amigos lo miraban con una sonrisa.

—Hola Becky —le dio un beso—. Hola amigo.

—Hola —Hugh le da un abrazo.

Comienzan a hablar sobre la obra que interpreta Becky, Hugh dice que es grandiosa, Becky le dice que no es nada.

—¿Dónde te has metido? —preguntó su amigo.

—H-He estado ocupado.

—Fotografiando al hombre araña. Dime, ¿cómo ha estado esa araña? —lo dijo con una sonrisa falsa.

—Entre menos sepas del hombre, mejor —dijo la tía Mirtle cortando la charla.

Mirtle y Becky dejan la escena y se quedan los dos amigos.

—¿Cómo va todo en Oscorp? —preguntó Benny.

—Dirijo proyectos especiales, hay algo importante en fusión —metió las manos en su bolsillo.

—¡Qué maravilla, Hugh! Tu padre estaría orgulloso, que en paz descanse —entró a escena Mirtle.

—Gracias —miró a su amigo—. Patrocinamos a un ídolo tuyo, al Doctor Feinstein.

Ahora empiezan hablar sobre Becky, pero Benny dice que no tiene tiempo.

—He estado ocupado.

—¡Fotografiando a tu amigo!

—¿Podemos dejar el tema? —se dio cuenta que Hugh estaba rencoroso—. Quiero que seamos amigos, que nos tengamos confianza.

—Sé honesto conmigo —se podía apreciar el dolor en su rostro—. ¿Si supieras quién es me lo dirías?

Benny solo suspiró de cansancio, no quería responder a ello, pero la mirada de su amigo tenía firmeza.

—Benny, no entiendes lo que siento, ¡Quiero que él muera! —lo dijo en voz baja—. Igual que tú quieres que muera el que mató a tu tío.

Se podía sentir la tensión en la mirada de Hugh y el cansancio de tener otra discusión sobre el hombre araña. Hugh se levanta y le da la espalda mientras camina.

—Lo siento, no quiero arruinar tu fiesta —suspira por todo lo que acontecido en esos momentos—. Sabes que eres mi amigo. Mi padre te quería... eras como de la familia.

La escena termina con el agradecimiento de Benny y Becky con la tía Mirtle llevando el pastel de cumpleaños.

—¡Y corte! —Luan se levantó—. Benny, creo que Hugh será mi segunda estrella —lo decía con seguridad, eso hizo que su ex se sorprenda—. Solo esfuérzate más.

—Entrevistadora: Realmente, ¿qué la motiva tanto a esto? —se sentía que se refería a lo personal.

—Luan: Sinceramente... creo que mis sueños... mi familia... mis amigos... Linky —eso último la hizo sonrojarse.

Ahora se fueron a la granja de Liam para grabar una escena de Django desencadenado. Gracias a Lincoln transformaron ese lugar en Candyland.

Hugh y Clyde interpretarían al Doctor Schultz y Django. Lincoln y Darcy interpretarían a Calvin Candie y Brümhilda. Grabarían la escena final de la cena en la casa de Calvin.

—Antes de su salida —dijo Hugh a Lincoln—, usted prometió que discutiríamos sobre la posibilidad de que me vendiera a Brümhilda.

—¿Así? Es cierto, Doc y lo retomaremos decía mientras sacaba algo de una maleta.

Lincoln saca un cráneo y lo pone en la mesa donde se encontraban cenando sus invitados.

—¿Y quién es su amigo? —dijo en son de broma.

—Él es Ben, es un esclavo que vivió aquí hace mucho tiempo, y de verdad mucho tiempo. El viejo Ben atendía a mi padre, y al padre de mi padre hasta que estiró la pata un día. El viejo Ben me cuidaba. Ser el hijo del dueño de una plantación en Mississippi, pone a un blanco en contacto con caras negras —notó que Clyde cambió su semblante de seriedad a una de sorpresa.

—La ciencia de la frenología es crucial para entender la separación de nuestras dos especies —se dirigió a su invitado negro—. En el cráneo africano, la zona asociada a la sumisión es más grande que cualquier humano o cualquier otra especie del planeta tierra —comienza a cortar una parte anterior del cráneo—. Si fuera el cráneo de un Issac Newton o un Galileo, esa zona estaría asociada a la creatividad —lo miraba con tranquilidad a Clyde.

—Mira risueño —se dirigió a Clyde, este, por su parte, lo miró con curiosidad—, eres muy astuto, pero si usara este martillo y aplastara tu cráneo con él, tendrías marcas en la misma parte que el viejo Ben.

En ese momento sale detrás de ellos Chandler con una escopeta apuntando a Hugh y a Clyde.

—¡Pongan sus manos sobre la mesa, ahora! —les ordenó con furia, sin querer se cortó la mano izquierda—. ¡Si llegan a separar sus manos de la mesa, el señor Chandler les va a disparar! —señaló al pelirrojo.

Ambos hicieron los mismo, estaban acorralados.

—¡Se han dicho muchas mentiras mientras estuvimos cenando en el tiempo en que estuvimos cenando, y esa es la única verdad! —se dirigió a su abogado—. Señor Zach, ¿sería tan amable de recoger las armas de nuestros invitados?

El abogado rápidamente se levantó para desarmar a Hugh y Clyde, el negro estaba furioso, pero tenía que controlarse. Lincoln recordando la propuesta de Darcy, hace que la traiga Brownie. Lincoln obliga a Darcy a sentarse en su silla a la fuerza. Clyde y Darcy se miran con impotencia y miedo.

—Doctor Hugh, usted dijo que por el negro adecuado usted pagaría una ridícula cantidad, y yo mismo dije: "¿Cuál es su definición de ridículo? A lo que usted dijo: "Doce mil dólares".

Tomó con fuerza la cabeza de Darcy y sacó en cara que todo el camino a Candyland se tomaron muchas molestias. Les dejó en claro que debían pagar la cantidad exorbitante. Les dejó en claro que Darcy es de su propiedad, y él puede hacer lo que se le antoje. Comenzó a manchar con su sangre el rostro de Darcy.

—Lo que se me antoja es... —tomó con fuerza la cabeza de Darcy y la estrelló contra la mesa— ¡Tomar este martillo y partirle la cabeza con él, justo en frente de ustedes! —estaba como desquiciado— ¡Así podremos examinar las tres marcas en el cráneo de Darcy! —no soltaba el martillo ni a la morena.

Clyde se levantó con enojo y miedo, pero tenía que detenerse la vida de Darcy y suya peligraban.

—¡¿Qué decidirá, Doc?! ¡¿Qué decidirá?! —amenazaba con golpear en esos segundos a Darcy.

—¡¿Puedo sacar mi dinero?! —gritó desesperado el doctor.

—Sí puede —lo dijo muy tranquilo.

Brownie tomó la billetera y sacó la cantidad exigida por Lincoln. Golpeó con el martillo la mesa, eso dejó aterrados a todos.

—¡Vendida! Al hombre barba excepcional —se refería a Hugh—, y a su negro que es poco excepcional —apuntó a Clyde con el martillo tomado por su mano ensangrentada.

—¡Corte! ¡Te luciste, Lincoln! Creo que a ti sí te pueden dar el Oscar que a Di Caprio no le dieron —lo decía con mucha seguridad y muy enamorada.

—Luan: Les prometo a todos ustedes que seré la mejor —se levantó y se quitó las gafas.

Iban a realizar otra escena del Padrino II, iban a interpretar el momento del velorio de la matriarca.

Todos vestían de negro ese día, Rita Loud había muerto. Su hija Leni estaba desde primera hora velando a su madre. Cuando llegó Luan allí, fue a abrazar a Leni con dolor, no podían creer que su madre las dejara. Leni se dirige a Becky que estaba sentada a un lado.

—¿Puedo ver a Lincoln?

—No, Leni, él no quiere verte, lo siento.

—¿Puedo hablar con Lincoln? —preguntó la castaña.

—Está en su habitación —fue su respuesta.

Luan al entrar a la habitación de su hermano, notó que todo estaba en oscuridad. Se notaba que estaba esperando algo, eso era que Leni se vaya.

—Lincoln, quiero estar cerca de ti —se arrodilló frente a él.

Su hermano solo la miraba con una mirada que daba la impresión de que fuera seria.

—¿Es verdad que no irás a velar a mamá hasta que se vaya Leni?

—Es cierto —lo dijo sin cambiar su expresión.

Se generó un silencio algo largo.

—Lincoln yo te odié por años porque yo solo pensaba en mí misma. Pero ya no te odio —lo dijo soportando derramar lágrimas.

El peliblanco se mantenía observando a su hermana.

—Yo sé que eres fuerte y poderoso —en ese momento, comenzó sollozar—. Pero en cambio Leni es tan... tierna y no es nada sin ti —estaba con una mirada destruida.

Lincoln abrió un poco más los ojos.

—Tú me necesitas. Quiero cuidar de ti —no cambiaba su expresión.

Su hermano tomó su mano con cariño. Y sin meditarlo, Luan le dio un beso en su mano.

Lincoln ante la mirada de todos, pasó hasta llegar donde Leni estaba sentada y fumando un cigarrillo.

Leni intercambió miradas con Lincoln. El rostro de la rubia mostraba cansancio y arrepentimiento. El de su hermano se mantenía serio. Lincoln le toma con su mano un lado de su rostro con cariño y la rubia le dio un abrazo fuerte.

Pero lentamente Lincoln miró a donde estaba Whitney, fue suficiente para que sepa lo que le esperaba a Leni.

—¡Y... corte! —dijo el codirector.

—¡Lo hicimos estupendo, Linky! —lo iba a abrazar, pero lo vio dándole el abrazo a Leni por su estupenda actuación.

Luan hizo que terminaran el abrazo y se encerró molesta en su camper. Lincoln tardó veinte minutos para que saliera de allí, estaba llorando mucho solo porque él no la abrazó a ella primero. Lincoln tuvo que estar con ella todo el día hasta que se le pasara, tendría que acostumbrarse a los engreimientos de su amada, pero eso poco le importaba.

Luan ya había grabado suficientes escenas, muchas más de las que ya se contaron aquí, pero decidió hacer una más. Sentía que no era suficiente.

—Luan... ya hiciste muchas escenas, no es necesario hacer todas —quería que reflexionara sobre donde quería llegar.

—No todas, Linky. Solo las mejores —lo dijo con confianza.

Ambos estaban en el camper que servía para trasladar a la directora.

—Me sorprende que no quieras. Además, me dijeron que te estaban llamando para un trabajo en televisión —lo dijo tocándole el hombro mientras él estaba sentado.

—Sí, me ofrecieron un trabajo en la televisión, pero lo rechacé... ¿tengo que decirte cada oferta que desestimo? —lo dijo indignado.

—Me parece bien, porque si no fuera así... te puedes ir a visitar a tus amiguitas y, sobre todo, a Leni —lo dijo con seriedad.

—¿Por qué me haces esto? Nunca te he sido infiel —lo dijo con una sonrisa que ocultaba enojo e indignación.

Luan se siente frente a él y lo mira con seriedad. Decide preguntarle en otro idioma algo.

—Will you stay with me until the end? —lentamente perdía la seriedad.

—Yes ... I'll stay with you —lo dijo con algo de indignación, pero con mucha sinceridad.

Llegaron a donde debían estar para grabar unas últimas escenas para ya cerrar el metraje. Grabaron escenas de E.T, Tiburón, Volver al futuro, Borat, El exorcista, Vaquero de medianoche, El club de los desahuciados, Érase una vez en América, La La Land, Cara cortada, El patriota, Corazón valiente, Los tres mosqueteros, El niño con pijama a rayas, La lista de Schindler, Misión imposible, Los intocables y muchísimos más éxitos.

Grabarían solo dos escenas de dos películas más. Estaban dejando toda la ambientación arreglada. Lisa ya estaba encargándose al lado de Lincoln de como debería ser la ambientación para Star Wars: El imperio contraataca, la escena de Yoda y Luke. Todo había quedado listo para la secuencia del ajuste de cuentas del Padrino II. Primero harían la de Star Wars.

Liam como Luke estaba con el robot de Lisa que se había disfrazado de R2D2 en el lago de una granja que reconstruyeron como un pantano. El señor Cocos estaba disfrazado de Yoda.

—Ya nunca podremos sacarla —le decía a R2 al ver a su nave atascada en el pantano.

—¿Tanta certeza tienes? —Lisa le ponía su voz con ceceo a la marioneta y Luan la movía.

Liam y el robot de Lisa miraban al maestro Cocos.

—"¡Nunca pueden!" Eso siempre dicen —miró a Liam—. Lo que te digo no escuchas.

—Maestro, mover rocas es una cosa, pero esto... es... totalmente diferente.

—¡No! ¡Diferente no! Tan solo en tu mente lo es, debes desaprender lo que has aprendido.

—Está bien, lo intentaré —lo decía con un rostro resignado.

—¡No! —Liam lo miró— ¡No intentos, hazlo! No hay intentos.

Liam miró al maestro Cocos con seguridad y decidió hacer lo que le decía. Liam no pudo mover con la fuerza la nave, Cocos bajaba su cabeza con decepción. Liam regresó al lado del maestro Cocos, se notaba muy cansado.

—Es grande... no puedo —afirmaba con seguridad.

—No importa el tamaño, mírame —Liam fijó su vista en él—. ¿Por mi pequeña estatura me juzgas? Pues hacerlo no deberías porque mi aliada es la fuerza y una poderosa aliada es. De la vida es la creadora. Crecer la hace, su energía nos rodea a todos y nos une. Luminosos seres somos —tocó su hombro desnudo del chico—, no esta cruda materia. Debes... sentir la fuerza a tu alrededor, aquí... entre tú y yo —señaló varias partes—. El árbol, la roca... en todas partes. Sí, y también entre la tierra... y la nave —se le notaba a Liam sin optimismo.

—Tú quieres lo imposible —se levantó con frustración y se a un árbol más lejano.

El maestro Cocos suspiró, cerró sus ojos y empezó a levantar su mano en dirección a la nave. El robot solo observaba y hacía esos ruidos graciosos. Liam se dio cuenta de lo que hacía Cocos, estaba levantando la nave. Terminó retirándola del pantano, claro que las cuerdas no se veían en la toma. Liam se acercó con asombro.

—Yo... no puedo creerlo —Liam no salía de la impresión.

—Eso es por lo que fallas —el maestro Cocos sentenció la escena con una mirada de decepción.

—¡Y... corte! —dijo el señor Lynn.

No era momento de un descanso, ahora debían cerrar las grabaciones con una escena de una de las mejores películas de la historia del cine y obras maestra absoluta.

Se grabó en el aeropuerto de Royal Woods, en el muelle cerca de la frontera con Canadá, una cabaña cerca a ese muelle, en el Hotel-Spa y en la casa de los Loud.

—Todo listo, Whitney —Leni se sentó en el bote de pesca.

Whitney encendió el motor y se alejaron del muelle para ir pescar un poco más alejadas. Mientras más avanzan inicia esa banda sonora de suspenso y terror. Lincoln solo miraba desde la ventana de la cabaña como se alejaba Leni.

En el aeropuerto, el doctor Feinstein estaba siendo custodiado por policías, las cámaras de los periodistas captaban toda la llegada del dentista. Hasta que un hombre del FBI se paró frente a él.

—Señor Feinstein, ¿sabrá que tengo que tenerlo bajo custodia?

—Sí.

—¿Sabe cuál es su opinión sobre la decisión de la corte en Israel? —preguntó Zach que estaba de periodista.

—Soy un dentista retirado bajo pensión. Fui a Israel porque deseaba vivir como un judío en el final de su vida —no tenía expresión positiva.

Luego la toma se dirigió a un lado del Hotel-Spa, donde se podía ver a Grant y Bobby jugar naipes en una mesa, esperaban a su amigo.

—¡Oye, Flip! ¡Sal de allí! Vamos a jugar una partida —dijo Bobby con exigencia.

Notaron que no respondía al llamado.

—¡Flip! —dijo Grant.

La toma hizo un seguimiento a las hojas del jardín de los Loud hasta hacer una toma de la casa entera. La toma se dirigió a Leni que lanzaba la red de la caña de pescar. Luego regresó al aeropuerto, se podía ver que Dana se había hecho pasar por una periodista.

—¿Es verdad que su capital es de 11 millones de dólares? —preguntó Zach.

—Soy dentista retirado viviendo de pensión. Regrese a casa a votar en las elecciones presidenciales porque no me dieron un permiso de ausencia —lo decía con una leve sonrisa.

Eso causó algunas carcajadas, y sin que se percataran, Dana se acercó al doctor Feinstein y le disparó en el estómago. Dana corrió para no ser detenida. Los policías tomaban en sus brazos el cuerpo falleciente del dentista.

—¡Alto! —gritó el del FBI.

Dana volteó y recibió dos disparos en el lado izquierdo de su torso. Tiró la pistola y cayó de rodillas al no soportar aquello.

La escena cambio al baño del Hotel-Spa, Grant pateo la puerta y vio a Flip en la bañera con sus venas cortadas y con la totalidad de su cuerpo cubierto con agua pintada por la sangre.

—Santo cielo —a Grant solo le quedó observar esa escena.

Ahora la escena cambiaba a Leni esperando que algo pique algo, Whitney estaba sentada detrás de ella. Leni iba a recitar el Ave María para poder pescar algo.

—Santa María, madre de Dios, el señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús —un acercamiento hacia la hermana, en ese Plano imposible, mostró como Whitney sacaba una pistola y apuntaba a la cabeza de la rubia—. Santa María, madre de Dios, ruegas señora por nosotros los pecadores...

Ahora la cámara enfocaba a Lincoln que observaba sin expresión alguna la que iba a ser la ejecución de su hermana, la traidora. Se podía escuchar lo último de la oración. Al final de esa plegaria... se oyó solo un disparo.

La escena mostraba de lejos a Whitney que se levantaba y el cuerpo de Leni hacia delante, sin vida. Se escuchaba el sonido de unas gaviotas. La secuencia terminó con Lincoln sentándose en el sofá de esa cabaña.

—¡Excelente! —dijo Luan con mucha alegría mientras abrazaba a su hermano con mucho amor.

Todos estaban festejando porque salieron las tomas casi perfectas. Todo fue un trabajo de equipo.

Regresó de contestar una llamada en su casa.

—Luan: Me dijeron que no estaban seguros si darme una dirección —dijo en voz baja—, ¡malditos judíos! —recobró la compostura—. Pero me ofrecieron ir a un festival a mostrar mis metrajes... lo presentaré como un tributo —suspiró con algo de frustración—. ¡Les juro que demostraré lo buena directora que soy!

Los que grababan se quedaron expectantes a lo que les dijo la castaña. Tenían lo que necesitaban, pero la iban a grabar hasta el festival.

Todos en Royal Woods se enteraron de ello. Luan dijo que iría con Lola, Leni, Benny, Becky, Mollie, Chunk, su padre y, por último y muy importante para ella, su Linky. Esa sería su delegación.

Se quedaron una semana en Italia para ese festival que sería el al penúltimo día de su estancia.

Su película/documental fue bien recibido y elogiado como un pequeño gran tributo al cine de décadas pasadas y actuales. Se llevaron dos pizzas de oro: mejor director (Luan) y mejor diseño de producción y efectos (Lincoln y Lisa por rediseñar los ambientes de SWEp.5); y tres pizzas de plata: mejor actor principal (Benny en el tributo al Hombre araña 2) y mejor actores de reparto (Becky y Flip, ambos por el Padrino II).

Benny y Becky no estaban contentos con que no le dieran un premio a Lincoln por actuación. Era raro que Luan no estuviera como sus amigos, es que los laureles de ese festival la distraían de todo su alrededor.

—Luan: Estoy satisfecha. Nos llevamos varios premios para ser principiantes en eso de los festivales. Hice lo que los productores me pusieron como reto. ¡Que venga lo que tenga que venir! —lo decía con excesiva confianza a la cámara.

Regresaron a USA como ganadores, toda Royal Woods las recibió con alegría. Fueron dos días de fiesta. El pueblo se llenó de productoras que querían realizar sus grabaciones en sus lugares.

Finalmente, los productores y ejecutivos de Warner llamaron a Luan para discutir la dirección de unas películas.

—Linky... pronto estaré... ¡Digo! Estaremos al lado de las estrellas del séptimo arte —lo decía muy emocionada acostada al lado de él.

—Estoy orgulloso de ti... te amo —le acarició su mejilla y le dio un beso apasionado.

—Luan: No lo sé, pero parece que soy la única emocionada —lo dijo con extrañeza—. ¡Maldición, vamos a ser famosos! Deberían estar preparándose para los siguientes retos... ya no estoy para bromear. La comedia no me sirvió para estar hasta esta parte del camino. ¡¿Entienden, entienden?! Eso no me permitió estar en el Teatro de la ciudad... solo queda avanzar —salió del retrete para tomar algo de aire.

Pocos fueron a triunfar con Luan, pero los que lo hicieron lograron algunas cosas que nunca pensaron. Benny, Becky, Hugh y muchos de la ciudad consiguieron empleo con cosas del cine o televisión.

Luan no decepcionó a los productores de la Warner, cosechó un gran éxito de taquilla a tres meses de cumplir un año. Pero las cosas no iban bien para Lincoln, refiriéndonos en el lado sentimental.

Obviamente nadie en Hollywood sabía que tenía un romance con su hermano, pero... Luan últimamente suele ignorar a Lincoln en gran parte del tiempo. Lincoln trabaja como guionista de ella y diseñador para otros directores, sin embargo, se da su tiempo para ello. Se dio cuenta que el ambiente la estaba cambiando.

Luan no dejaba de frecuentar fiestas, conocer nuevas amistades... nuevos chicos. Todo era fama. Tenía el foco en ella, era la verdadera estrella en esos momentos. Su nombre estaba siendo nombrado por muchas personas del cine y farándula nacional e internacional.

Era uno de esos fines de semana, donde Luan y Lincoln se podían ver. El peliblanco estaba esperándola desde comenzada la tarde, ya eran cerca de las siete de la noche, no contestaba su celular.

Luan fue llevada por un productor a una de muchas fiestas a la que la invitó. En esas últimas semanas, la castaña tiene ciertos acercamientos con el productor, que no llegan a algo muy serio, pero le dio el gusto para que no se quede con las ganas.

El productor le señaló a un buen diseñador de producciones, le dijo que si lo convencía, la próxima película sería un éxito asegurado como su primera puesta.

Luan dudó por unos momentos, pero el ambiente hollywoodense pudo con su mente. Se acercó a ese tipo. Bebieron un poco, luego un poco más y llegaron a excederse. Pero en medio de la bebida, ella le pidió que le diera la mano en la próxima película que iba a dirigir. El tipo tocó lascivamente sus senos aprovechando la oscuridad, Luan sabía lo que necesitaba el sujeto.

Lincoln se fue de allí, molesto y cansado. Decidió darle una visita mañana, el día de su cumpleaños de ella.

Un auto se estacionó en la casa de Luan, era Lincoln que quería darle un feliz cumpleaños y un hermoso obsequio. Le preparó el desayuno sin hacer tanto ruido. Subió con cautela. Pero lo que vio lo dejaría perplejo.

Luan estaba desnuda besándose con el tipo que no dejaba de frotar con lujuria todo su cuerpo, el sonido de la puerta hizo que se asustara y se diera cuenta de que Lincoln se fue de allí dejando a un lado la bandeja.

—Espera... ¿ese no es tu hermano?

Luan no respondió fue a buscar a Lincoln de manera veloz con una sábana cubriéndola.

—Creo que alguien más quiso darte un presente desde temprano —lo decía con mucho sarcasmo y enojo.

—Lincoln... no es lo que parece —quería que la mirara—. Solo necesito a personas para que trabajen para mí.

—¿Y así es la forma de reclutar?

—Lincoln... estar aquí trae sus sacrificios —lo dijo muy enojada—. Además, somos hermanos, lo nuestro solo es deseo —lo decía como si nunca hubiera importado lo de él.

—¿Deseo? ¿Hermano? ¿Desde cuándo mencionas eso? Nunca te importó eso, ahora me lo echas en cara —no podía creer lo que escuchaba.

—Solo eso... por eso te quiero cerca, porque necesito de tu cuerpo... después... no te necesito —lo dijo como si no le importaran los sentimientos de Lincoln.

—Ya veo... siempre quisiste esto, ¿no es así?

—Quiero ser famosa, quiero ser la mejor, si debo hacer esto... tendré que hacerlo —lo dijo dándole la espalda.

—Tenía pensado pasar toda mi vida a tu lado, aunque no pudiéramos tener algo y fueras una engreída en algunos aspectos... pero nunca pensé que dirías cosas que me hicieran rectificarme —iba a tirar su regalo, pero decidió que mejor no—. Adiós, Luan.

Cerró la puerta con furia. Luan pensaba que ya no lo necesitaba. Ya estaba en Hollywood, ¿qué más podía pedir?

Ella visitó Royal Woods, todos en su familia se enteraron del fin de su extraña relación con su hermano.

—Ya puedes quedártelo, Leni. Ya no lo necesito —se lo dijo con sarcasmo a la rubia.

—Cuida tus palabras, Luan —no la miró al responderle.

Luan pensó que se encontraría con Lincoln, pero le dijeron que no sabían donde estaba. Le dio poca importancia y se fue.

Los éxitos siguieron en los siguientes tres años, fue todo oro para Luan. Parecía que no había límites para su ingenio. Aunque en las noches o tras la visita de alguien que le sirviera... no dejara de pensar en Lincoln sin que ella opusiera una resistencia mental.

—Luan: No puedo descansar, es momento de seguir exprimiendo mi talento y tener mi estrella en Los Ángeles —lo decía con altanería.

—Entrevistadora: ¿Y qué pasó con todo tu equipo original? —esperaba algo bueno.

—Luan: No lo sé... creo que están en el extranjero... realmente no me importa —decía la verdad.

—Entrevistadora: ¿Y su Linky? —lo dijo imitando la voz de ella.

La castaña se quedó en silencio por unos segundos, no había recordado en ese breve momento a su hermano. Eso la hizo estallar en ira.

—Luan: ¡Suficiente! No más preguntas —lanzó la cámara con sus manos.

Los años que siguieron a esos tres... fueron su ruina. La motivación lentamente se fue y eso no agradó para nada a los productores de la Warner. Tuvieron que romper con ella después de tres fracasos.

Todo Hollywood le dio la espalda. Todas las personas con las que frecuentó ya no la querían, a sus espadas decían que ella daba mala suerte y que no vale la pena.

Todo lo que formó en pocos años, se le fue casi de la misma manera. Lo que se obtiene rápido... se va rápido.

Luan trató de tener un momento a solas con algunos actores o... actrices para que hablaran con sus productores, pero era en vano. Hollywood la vetó sin compasión.

—Luan: Encontré la cámara de mis entrevistadores, en mi habitación donde fue mi última entrevista con ellos... parece que ya nada será igual... lo perdí todo —estaba soportando las ganas de llorar, pero no pudo.

Su último año en Los Ángeles... no fue agradable. No quiso salir para nada de su casa. Con el pasar de los meses... decidió vender su casa e irse de ese lugar que la hizo vivir una ilusión... una falsa realidad.

Entonces Luan regresó a su ciudad. Fue reconocida por unos cuantos que le pidieron unos autógrafos y nada más. Eso era el fruto de siete años de estar en Hollywood.

Sus padres la recibieron, ella les contó todo lo pasado después que ella aceptara quedarse en Los Ángeles. Le reprocharon muchas cosas, pero la entendieron. Pero en realidad también fue por algo.

Quería saber dónde estaba Lincoln. Sus padres le dijeron que era imposible que le dijeran eso porque ni ellos lo sabían. En verdad no querían decírselo por el bien de los dos.

Luan fue donde sus hermanas, y fue lo mismo, nadie sabía dónde estaba su hermano. Pero ella se dio cuenta meses después de que nadie quería decirle, era como su castigo por el lujo y la fama.

—Luan: No es lo mismo... nunca fue lo mismo. Lo extraño mucho —lo decía con mucho arrepentimiento a su cámara.

Encontró trabajo en un teatro de un lugar alejado de la ciudad, decidió formar a los futuros artistas. Era lo mejor para una chica que solo sabía de teatro y cine.

Luego de unas semanas decidió dar un paseo fuera de la ciudad. Al avanzar unas diez calles, su auto se descompuso. Tuvo que caminar más calles para saber si había un taller de autos.

Mientras avanzó, se dio cuenta de que había un pequeño cine al que vio entrar muchas personas. Al entrar se dio cuenta que ya había empezado una función. Ella quiso comprar un boleto, pero el boletero no estaba, tampoco el que vendía las palomitas y las sodas.

Se quedó esperando allí unos minutos, hasta que de lo creía que era la sala de proyección, vio salir a una persona. No creyó ver a la persona que estaba yendo donde ella.

—Perdone, no me di cuenta de qu... —se quedó sin palabras al ver a quien no creyó ver más.

—Hola... Linky —lo dijo muy sonriente y con algunas lágrimas.

Se sentaron a hablar en la cabina de proyección. Lincoln no creía lo que decían algunas personas de Hollywood.

—Así es ese sitio, me di cuenta tiempo después de... tú ya sabes —eso lo dijo mirando al suelo.

—Ojalá no hubiese dejado llevar por la fama —no lo podía ni mirar a su hermano que lucía un aspecto distinto.

Tenía barba larga, cabello más grande de lo normal, ropa parecida a la que vestía de adolescente. Sin embargo, nada de eso le quitaba en encanto que ella solo veía en él.

—Todos me dijeron que no sabían dónde estabas —lo dijo algo indignada.

—Fue mi decisión, no quería... bueno, en ese tiempo no quería verte —lo dijo acomodando el desenfoque que se dio en lo proyectado.

—¡¿Desde hace siete años estás aquí?! —no podía creer lo que oía.

—Sí... sinceramente un tipo que no ha hecho más que cine... ¿qué puede hacer? —se levantó de su silla—. Ambos nos dedicamos desde la adolescencia a esto... estudiamos esto... tú me entiendes. Y fueron menos de siete años que estoy aquí —dejó en claro la duda.

—Me cuesta creerlo de ti... eras el más brillante de todos —lo dijo con mucha sinceridad.

—Pero como te repito... ese lugar no me agradó... prefiero esto, es más acorde a mí. Es un lugar tranquilo... quizás no tengamos la gloria de unos años antes, pero sigo en lo que me gusta —lo dijo muy sonriente, luego la miró con extrañeza—. En verdad, ¿por qué estás en un sitio tan alejado?

Luan le cuenta lo que le sucedió unos minutos antes, eso hizo que Lincoln llamara a su amigo Skippy que era mecánico. En un santiamén, el auto de su hermana fue compuesto.

Luan entró otra vez a la cabina del proyector. Miró a los ojos a Lincoln.

—¿Me prometes que no te moverás solo porque volví? —le tomó sus manos con dulzura.

Esa acción le sorprendió, pero la miró con seriedad, sin pizca de mala intención.

—No me iré a ningún lado, en serio que quisiera ir a otro lado, pero me costaría obtener lo que ahora tengo por mera suerte. Ya no estoy con rencor hacia ti —terminó por sonreír.

—G-Gracias —le dio un beso en su mano.

Luan volvió al lugar donde vivía, cerca al teatro. Toda la noche no pudo dejar de pensar en la suerte que tenía. Esas segundas oportunidades pocas veces vuelven.

—Luan: Ahora que lo encontré... ya no quiero perderlo —lo dijo sonriendo con lágrimas a su cámara.

Todos los fines de semana y algunos días de la semana se aparecía en la tarde allí en ese pequeño cine de su hermano. La mayoría de ves iba a ver primero la película y luego charlaba con él. Otras veces solo iba a charlar con él en la cabina.

Iban retomando poco a poco la confianza, pero Luan al contar parte de su travesía en Hollywood tocó un tema algo incómodo. Iba a tener que ser sincera para ya no cargar con nada.

—Lincoln... yo me acostaba con cualquier productor, actor, sonidista... si quería lo mejor debía dar lo que mejor tenía, al menos que consideré erróneamente... pero nunca dejé de pensar en ti —miró al suelo—. Al terminar el hechizo se iba y tú ya no estabas, solo me quedaba un dolor debajo del vientre, pero nuevamente te traía y... hacías mi vida más sencilla —estaba sumamente arrepentida.

Lincoln le alzó el rostro, Luan se dio cuenta que él tenía el mismo arrepentimiento que ella.

—Me acosté con Sam, Becky y Carol, pero por el rencor de verte con ese productor —soltó su rostro con lentitud—. Me sentía mal, aunque eso no quito que lo siguiera haciendo —se sentó al lado de ella—. Cuando vine aquí... no pude dejar de olvidarte... busqué muchas damas de compañía, pero tu recuerdo era único. Nunca dejé de olvidarte y amarte —le tomó sus manos—. Espero que nos lleguemos a perdonar algún día —se levantó y bajó para atender a los que llegaban.

Luan se fue de allí, solo se despidió de lejos de él. Al llegar a su casa, no pudo contener su llanto. A veces no podía diferenciar sus reacciones normales con las que hacía en alguna actuación.

Luego de dos meses de haber recuperado la confianza, Lincoln y Luan conversaban sin tanta melancolía.

Un día Luan se dio cuenta que no había ido tantas personas al cine. Lincoln estaba detrás del mostrador para vender las palomitas y sodas. La saludó con una sonrisa sincera. Anteriormente cuando charlaba con su hermana, ella le dijo que esperaba que la vida le diera una segunda oportunidad. Era el día de suerte de ella.

—Luan, hoy no vino tanta gente porque hay un evento de cine en el centro de la ciudad —sacó lago de su bolsillo, eran dos cosas—. Toma este pase y esta carta —se los dio en su mano.

—No entiendo... ¿qué es esto? —no comprendía eso.

—Es una carta de recomendación y un pase para ese evento —movió las palomitas—. Antes de que me fuera de Hollywood, un director del cual me hice amigo, me dijo que me daría algo mejor que el dinero para salvar algo. Es una carta que hizo en caso de que me fuera mal más adelante. Me dijo que se la debía entregar al productor del que se nombra en la carta, me ayudaría en poder tener una segunda oportunidad en la industria del cine. Pero yo decidí guardarla para una ocasión especial... no hay mejor ocasión que tú con ganas de una segunda oportunidad, puedes volver y demostrar que eres la mejor —lo decía con confianza.

—¿Estarías dispuesto a darme tu oportunidad, solo para que no desestime mis sueños? —lo decía con unos ojos que no podían expresar nada claro.

—Así es, Luan. Es toda tuya, ve y no fracases —lo dijo con algo de pena.

Luan miró ambas cosas con unos ojos brillosos, pero al subir su mirada vio a su hermano atendiendo a unos tipos que querían unas sodas. Su hermano estaba solo allí, viviendo algo que no debía pasar. Era verdad lo que decían: "Si no te arrodillas ante Hollywood, te va mal".

—N-No la quiero —lo dijo con dificultad.

—¡¿Qué dices?! —estaba atónito— Luan, me dijiste que querías una segunda oportunidad.

—No. Es tu carta, es tu oportunidad —lo dijo con miedo.

—No me agrada esa vida. Pero tú... ya sabrías como mantenerte en ese ambiente... además, ¿no querías ser alguien reconocida por su talento? —la miró con una agradable sonrisa—. Tienes que hacerlo, es una gran oportunidad.

—¡No! —lo dijo con mucho enojo y lanzó esos papeles al aire.

Se fue con mucho enojo de allí, no quería dejar a su hermano, ya no quería separarse de él. Hacer aquello que le propuso su hermano... sería como un suicidio, aunque él solo lo hiciera con buenas intenciones.

Se dio cuenta que no fue la mejor reacción, pero no podía ir y verlo a la cara. Esperaría unos días. Pasó casi un mes sin hablar con él. Ella pasaba en su coche y miraba de lejos el cine de su hermano, pero notó que las personas frecuentaban cada vez menos el lugar.

Un día cayendo casi la noche, vio como su hermano estaba cerrando el lugar con paciencia. Ella bajó de su auto y fue donde estaba él.

—Hola Luan —dijo sin voltear a verla—, sé que vienes desde hace un mes, pero te quedas sin entrar —se mantenía desarmando algunas cosas—. Si te preguntas si estoy molesto... no estoy molesto... en verdad, ¿quién querría ir a ese lugar después de las cosas feas que vivió? Aunque... los papeles cayeron en una soda, no se arruinaron —lo decía con gracia.

Luan notó con cierta extrañeza a su hermano. Quería que la mirara, pero se notaba que evitaba todo para mirarla. Ella lo forzó a mirarla, se dio cuenta que estaba llorando.

—Tendré que cerrar... ya nadie viene... es lo común... pero en verdad son diversas cosas, la primer es... es... el cine ya no es lo mismo —lo dijo con dificultad—. Luan... ya no sé qué hacer, no puedo volver con papá y mamá... ellos me prestaron el dinero para hacer mi cine... pero no sé hacer algo más que esto... sin esto, ya no sé si pueda seguir adelante —se secaba las lágrimas.

Ella lo ayudó a cerrar todo, al entrar se dio cuenta que Lincoln se disponía a desarmar las cosas de allí.

—No, Lincoln... no puedes cerrar aún —eso dejó un poco sorprendido a su hermano—. Hay un último cliente.

—¿Quién puede ser? —no estaba concentrado.

—Yo... yo quiero una función privada —sacó unos billetes que eran sus ahorros—. Esto cubre el alquiler de mi función.

Lincoln se molestó y puso los billetes de Luan en su bolsillo.

—Eres mi hermana, no te puedo cobrar —se dirigía a la cabina para proyectar algo.

—Lincoln —sintió la mirada de su hermano—, quiero ver lo mejor.

—¿Lo mejor?

—Eso mismo.

El peliblanco se fue a una parte que hacía de habitación para él, pero le dijo a Luan que esperara. Al salir de su alcoba, llevó algo que Luan no recordaba.

—¿Qué es esa caja redonda amarilla con cinta naranja? —preguntó con curiosidad.

—Es lo mejor que se ha hecho —lo dijo con seguridad.

—Quiero que la veamos juntos, no quiero que seas solo el que proyecta la película... quiero disfrutarla contigo —lo dijo apenada.

—Entiendo —sonrió mientras entraba a la cabina.

Luan se sentó en el medio de esa pequeña sala. Lincoln estaba acomodando todo para disfrutar aquella cinta.

La pantalla dio el conteo regresivo desde el número veinte, Lincoln quería bajar con tranquilidad, no quería desesperar a Luan.

Se sentó al lado izquierdo de ella al estar el conteo en cinco. Cuando empezó, Luan no podía creer lo que veía.

Eran las viejas grabaciones que hizo cuando tenía catorce años. En ella se podía escuchar su voz grabando cosas graciosas. Como también cosas tristes. Pero se veía también grabaciones como el primer beso entre ella y Lincoln que se dio en el cuarto del chico. Acompañado de una banda sonora hermosa del grandísimo Ennio M.

Luan miró a Lincoln enamorada, Lincoln le devolvió la mirada. Ella recargó su cabeza en el hombro de Lincoln, él la rodeo con su brazo.

Se podía apreciar grabaciones de ella ya con la edad cercana a la de diecisiete años. En ellas dejaba en claro que todo debía ser con amor al arte y amor a esa persona especial, lo cual la hizo llorar en ese instante.

Se mezclaron con grabaciones de ella y Lincoln como novios, pasando diversos momentos. Pero aquella cinta llegó a una parte importante. El beso de Lincoln y Luan, antes de que ella se fuera a estudiar cine en la universidad. Ese beso vino precedido de promesas que fueron documentadas ahí mismo como la de hacer una carrera juntos y muchas cosas, pero la que más resaltaba era la de estar siempre juntos, pasara lo que pasara.

Luan miró a Lincoln a los ojos, Lincoln hizo lo mismo con ella... su amada. Y, sin nada que los detuviera, Lincoln le tomó el rostro con ternura y se dieron un beso tan esperado que no pudieron ver el cartel de FIN en la pantalla.

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Estoy celebrando 2 años de estar en el Fandom de TLH y en Wattpad. Próximamente 2 años de Fanfiction.net... en abril.

El dibujo de la portada del Shot es cortesía de mi amigo Abel. Parece simple a primera vista... pero significa mucho para mí y la historia.

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