Pedido por Cho-chocolate_ espero te guste
Espero no ofender a nadie con el título XD, mi humor es así, negro.
Narrador Omnisciente:
Otro domingo de mañana. Se encontraba al justo al lado de los Flanders. Simplemente le parecían molestos, le fastidiaba el tener que escuchar a los niños repetir las idioteces de su padre; si de por si los Simpsons ya eran un dolor de cabeza como vecinos, ahora tenía que soportar a los del lado derecho de los Simpsons.
Ned Flanders, conocido por ser un buen hombre, tenía suficiente moral para ser soportable, pero su lado religioso lo hacía fastidioso. Le irritaba que en cada momento quisiera meter a dios para todo.
__________ Alegría, por su parte no era para nada religioso, y su apellido no le ayudaba. Solo estaba ahí porque su mayor lo había obligado. Así es, su hermano mayor era el reverendo Timoteo Alegría.
Rodó los ojos cuando su hermano pidió que se levantarán. Lo hizo, no quería un sermón de su parte y tampoco de Flanders.
Soporto toda la misa, solo para que al final cuando todos se retiraran recibiera el ya cotidiano sermón de su mayor, ni siquiera puso atención a lo que le decía, rosa los ojos constantemente y soltaba suspiros cansados. Se fue a casa dejandolo con la palabra en la boca. Le fastidiaba todo lo relacionado con la religión, la soportaba debido a que tenía en cuenta que la gente necesitaba creer en algo o alguien. Bufo al entrar a su casa, era un desperdicio de traje el que se había puesto solo para ir a la iglesia. Se cambió rápidamente, solo quería olvidar los cantos con algo de música rock o blues.
No tardó en quedarse en pants y un playera negra floja, no tenía pensado salir y tenía ganas de no hacer nada.
Preparaba unas papas para comer mientras veía al televisor por probablemente más de diez horas, mientras estaba en la cocina blues sonaba de fondo, más específicamente, 'Love is a bitch' de Two Feet. Para su sorpresa y mala suerte tocaron el timbre, con desgano fue a abrir la puerta, solo para encontrarse con quién menos quería.
— ¿Flanders? — lo miro extrañado arqueando una ceja, ocultando su fastidio
— Buenas tardes, ________! — dijo con entusiasmo, ni se había dado cuenta que ya pasaba del medio día — Disculpa que te moleste, sé que en los domingos sueles estar de mal humor, pero quería hablar contigo. — ahora sí estaba extrañado, por lo general este no solía decirle nada para no meterse en posibles conflictos
Ya que todos recordaban bien la pelea, Simpson contra Alegría. No termino muy bien para Homero.
— Uh, claro... — lo dejo pasar, y cerró la puerta en cuanto estuvo dentro — Perdóname, yo soy el único desastre aquí. — rio entre dientes recordando el hecho de que estaba en fachas
— No te preocupes será rápido. — contesto el otro también riendo entre dientes
Se sentaron en la sala para tener mayor comodidad, en automático la expresión alegre de Ned se fue, cambio por una más seria con lo cual no sabía si sentirse nervioso o incómodo por ese cambio tan repentino.
— Escucha, quiero decir que tengo un problema contigo. — empezó, se sobo la cien de la nariz al decir esto
— ¿Un problema? — pregunto, estaba muy confundido
— Sí, simplemente no sé si es algún rencor o que... Pero... Cada vez que veo que hablas con alguno de los demás vecinos me molestó, frunso el ceño inconscientemente, el verte completamente solo me relaja y no sé si es rencor. Me preocupe como nunca cuando tú conflicto con Homero, me siento raro cuando estás cerca.... — suspiro agotado, el contrario estaba sorprendido, lo que su religioso vecino decía ser un rencor resultaba ser nada más y nada menos que un enamoramiento
— Eh... La verdad dudo mucho que se trate de un rencor. — respondió, el castaño lo volteo a ver arqueando una ceja — Flanders, mas bien parece que... te enamoraste de mi... — dudaba de decirlo pero lo soltó
— ¿Qué?... — quedó atónito ante esa deducción — P-pero, no es posible, e-en la biblia–... — lo interrumpió en cuanto escucho que estaba por excusarse con la palabra de Dios
— Ay por favor, no me digas que le crees a ese estúpido libro casi tan grueso como la constitución. — se quejó amargamente, soltó un suspiro — La religión es como Santa Claus, la inversión de grandes corporaciones para generar mayores e ingresos. Es simplemente ridículo. — se callo en cuanto vio la cara de su vecino, odiaba ser así, odiaba tener que abrir la boca y no medir sus palabras — Lo siento, yo no debí abrir la boca. — se disculpo
— No te preocupes, debe ser algo frustrante el ser él único de tu familia que no es religioso. — comento, este asintió era cierto, desde siempre su familia le quiso inculcar la religión pero nunca pudieron, es más hasta le tomo una inusual repulsión a las mujeres gracias a los maltratos extra de parte de su madre, convirtiendose así en homosexual
— Sí bueno, dicen quererme arreglar y curarme así que sí. — acepto aquello — Hablan de mi como si estuviera enfermo. — gruño recordando los sermones de sus padres y hermano mayor
— Disculpa, __________. — esta vez se mostró un poco nervioso — ¿Me permites comprobar algo? — pregunto, el mencionado alzó una ceja pero le resto importancia
— Adelante. — respondió alzando los hombros con desinterés
Se esperaba cualquier cosa, menos lo que estaba pasando. De la nada sus labios estaban siendo presionados contra los de su contrario, se sorprendió por esto, no noto que se detuviera solo siguió, termino por ceder correspondiendo.
La falta de aire se hizo presente.
— ¿No que la biblia quien sabe que? — pregunto burlón arqueando una ceja, esto lo puso nervioso y ocultó su rostro sonrojado y avergonzado en su pecho — Y... ¿Qué dices? — pregunto
— Tenías razón... — respondió, seguía avergonzado por la primera pregunta, el contrario solo rio entre dientes
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