Adela.

By SparkleGuuurl

5.5K 651 188

Adela es tonta, a veces. Adela no sabe tomar buenas decisiones. Creo que Adela tiene un pequeño problema con... More

Sinopsis.
Uno: No debí de hacer eso.
Dos: No me gusta.
Tres: Nueva oportunidad.
Cuatro: Compañero de trabajo.
Cinco: Dones y maldiciones.
Seis: Es algo complicado.
Siete: Algo raro.
Ocho: Tonta honestidad.
Nueve: Me encanta.
Diez: Por una buena causa.
Once: Ya basta.
Doce: Colores.
Trece: Ya lo veremos.
Catorce: Buenas madrugadas.
Quince: Qué fastidio.
Dieciséis: Es obvio.
Diecisiete: Buenas y malas ideas.
Dieciocho: Dos semanas.
Diecinueve: Novia falsa.
Veinte: Siendo honestos.
Veintiuno: Difícil de creer.
Veintidós: Genial.
Veintitrés: Nueva inseguridad.
Quédate conmigo.
Veinticuatro: Acabada.
Veinticinco: Tener algo.
Veintiséis: Tonta apuesta.
Veintisiete: Abstinencia.
Veintiocho: Paciencia.
Veintinueve: La culpa.
Treinta y uno: Decaida.
Treinta y dos: Todo a su tiempo.
Treinta y tres: Malas reuniones.
Treinta y cuatro: Confianza.
Treinta y cinco: Adelita.
Treinta y seis: No entiendo.
Treinta y siete: Egoístas.
Treinta y ocho: Brenda.
Treinta y nueve: Necesitar un poco.
Cuarenta: Vamos a casa.
Cuarenta y uno: Recuperar.
Cuarenta y dos: Vaya.
Cuarenta y tres: Esperar.
Cuarenta y cuatro: Despedida.
Cuarenta y cinco: Una boda.
Cuarenta y seis: Buena dama de honor.
Cuarenta y siete: Hermana de la novia.
Cuarenta y ocho: Última vez.
Cuarenta y nueve: Explicaciones.
Cincuenta: Día de descanso.
Cincuenta y uno: Nosotros.
Epilogo.

Treinta: No lo sé.

79 11 0
By SparkleGuuurl

El resto de la tarde Romina me ayudó a entender un poco mejor mi situación y es que yo pensaba que no era grave, que era algo que podía dejar pasar, pero obviamente no es así. Ella fue comprensiva y me ayudó, yo le pude explicar bien lo que había pasado y pasó el caso con una trabajadora social muy buena de la disquera para que Javier no vuelva a trabajar ahí o al menos no pueda acercarse a ninguna empleada y más que eso, que su caso se hiciera público y ya no tuviera apoyo en ningún lado.

Oliver me trajo a casa, le agradecí, subí y fui directo a mi cuarto, estaba exhausta.

Estaba a punto de cerrar la puerta cuando Darien salió de su cuarto y se me quedó viendo.

— ¿Estás bien?

—Sí.

No quería hablar con él, tenía suficiente por hoy. A parte no creo que discutir con él de nuevo sea la mejor decisión para mi estado de ánimo.

— ¿Qué tienes?

—Solo estoy cansada.

—Esperaba que pudiéramos hablar... sobre lo que querías saber hace unos días.

— ¿Qué pasa?

Decidí escucharlo porque yo me había insistido en que me dijera lo que sentía por mí y ahora que se ha decidido hacerlo no debería ignorarlo o nunca más se armará de valor para decirlo.

—Verás yo...—hizo una pausa—. Lo que yo siento por ti...

Parece que se quedó en blanco, parece que seguía buscando las palabras indicadas.

—Si tanto te cuesta, estoy segura de que me lo puedes decir más tarde—por fin entré a mi habitación y aseguré la puerta para que no viniera arrepentido a hablar conmigo.

Me quité los zapatos y me metí a la cama. No pasaron ni cinco minutos y comencé a llorar de la nada abrazando mi almohada.

Creo que no me había dado el tiempo para asimilar sola lo que me había pasado, me seguía dando mucho asco el recordar como Javier había pasado sus manos por mi cuerpo, si no hubiera llegado Oliver no quiero imaginar que es lo que hubiera pasado.

Me hice un ovillo sobre la cama y me fui quedando dormida.

(...)

Desperté agitada, había soñado con Javier. Todo se había repetido en mi cabeza, pero al menos había sido un sueño. Me asomé a la ventana y ya había oscurecido.

Me levanté de mi cama para tomar un baño, seguía con la misma ropa así que quería poner a lavar eso ya porque sentía que tenía su olor pegado a mí.

Recogí lo necesario para ir a ducharme y cuando estaba a punto de salir vi un sobre debajo de mi puerta. Tenía mi nombre y también decía que era de Darien, lo dejé sobre mi escritorio para leerla después de bañarme, salí de mi habitación Darien estaba en la sala leyendo un libro. Eso me animó un poco porque al menos sé que esa carta no es alguna despedida o algo así.

Me bañé y debo de admitir que me tomó algo de tiempo salir del agua caliente, sobre todo porque me enjaboné el cuerpo tres veces, cuando me sentí mejor salí, me cambié y volví a mi habitación.

La carta era muy visible desde mi escritorio que por más que quería atrasar leerla no pude hacerlo, así que la tomé y me recosté en mi cama para leerla.

Ade,

No soy muy bueno hablando, pero sí que lo soy escribiendo, así que, como acto de cobardía y al mismo tiempo tratando de ser valiente, quiero decirte todo lo que siento con mis palabras.

No es fácil darle una respuesta a tu pregunta, porque cada vez que creo que la tengo te veo y todo cambia. Si alguien más preguntara que siento por ti fácilmente podría decir que solo siento cariño como amiga, pero si tú me lo preguntas, honestamente no sabría que decirte, pero no es solo cariño.

Tal vez solo le doy vueltas al asunto así que comenzaré de cero:

Cuando te conocí en la universidad me sentí inmediatamente atraído hacia ti, más aún cuando te acercaste a hablarme cuando estaba solo en la biblioteca, por ser el primer año compartíamos algunas clases y me pediste ayuda para entender una lección de historia porque sabías que esa era mi carrera. Te ayudé y pensaba que no me volverías a hablar, pero lo hiciste a pesar de que yo no hablara mucho, formamos una pequeña amistad ese primer año y cuando pasamos a segundo y no coincidimos en ninguna clase, pensé que ahora sí te alejarías de mí y al contrario formamos una muy buena amistad. Había decidido que antes que todo yo prefería tu amistad, no quería pasar por un amor no correspondido así que me enfoqué en ser tu amigo, aunque nunca dejaste de parecerme atractiva.

Salimos de la universidad y comenzamos a vivir juntos, te metí en un gran problema por mentirle a mi madre y creo que ahí comenzó mi problema. Nada de lo que vivíamos era real, pero por alguna extraña razón el solo hecho de tomar tu mano me hacía feliz, traté de convencerme de que no sentía otra cosa, pero con el tiempo fallé.

Luego comenzaste a hablar del chico que te gustaba (que en ese momento no sabía que era Oliver) y sí, me sentí celoso. No lo dije porque obviamente no tenía nada que reclamar, tú podías estar con quien te diera la gana que yo solo era tu novio falso. Y luego, bueno ya sabemos que Oliver apareció y sé que no he sido el mejor amigo que mereces en cuanto a ese tema, pero es que a veces todo esto me supera, no sé cómo actuar.

Pero lo que me hizo darme cuenta definitivamente de que algo me pasaba contigo, fue cuando recordé aquella noche en que nos emborrachamos. Sobre todo, porque no odié el hecho de recordarlo todo, si no por qué lo olvidé, no hay día en que no intente recordar un poco más y no hablo solo de cuando nos acostamos, si no de tu confesión amorosa, porque me gustaría tener todas las palabras en mi mente cuando me dijiste que me amabas.

Y si tan solo me hubiera dado cuenta de que lo hacías... bueno, creo que esta carta no existiría.

No es fácil decir que es lo que siento por ti, solo sé que en medio de todo mi caos tú me tranquilizas. Bien sabes que soy una persona llena de inseguridades y ansiedad, pero cuando estoy contigo todo eso desaparece. Estar contigo es como una brisa refrescante, tú sacas lo mejor de mí y el saber que te tengo en mi vida me hace sentir muy afortunado.

Así que no lo sé, no tengo idea de que es lo que siento por ti, si será amor, cariño o simplemente aprecio por todo lo que haces por mí, pero lo que sí sé es que no quiero dejar de sentirlo. No quiero dejar de estar contigo, aunque sea solo como tu amigo.

Pido perdón por lo idiota que he sido y si es tu decisión estar con Oliver, lo apoyo, sobre todo porque no quiero que llegues a odiarme y porque eres feliz con él. No lo tolero a él, pero puedo aceptar que lo quieras, y sé que muchas veces has querido hablarme de él así que ahora te digo que puedes hacerlo, no te reprimas que yo siempre estaré para escucharte, puedo estar para ti y lidiar con el hecho de que ya no estés enamorada de mí y en cambio vayas a amarlo.

Sé que esta carta no aclara nada textualmente de lo que siento por ti, pero creo que, con el contexto, ambos podemos darnos una idea.

Tuve que leer la carta unas tres veces para entender por completo todo. Tiene razón, no aclara mi pregunta, pero al mismo tiempo lo hace, y con eso me basta.

Salí de mi habitación con lágrimas que amenazaban con salir y fui directo con Darien, no lo pensé, me senté a lado de él y lo abracé.

—Nunca más volvamos a pelear, por favor—le dije llorando.

Habían sido muchas emociones por hoy.

Darien primero pareció confundido y luego me abrazó de vuelta.

—Ade, en serio lo siento. He sido un tonto y...

—Olvidémoslo, ¿sí?—lo interrumpí.

Se apartó de mí para verme a la cara.

— ¿Te pasó algo?

—No...

—Tú no sueles mentir y sé que ahora lo haces.

—No es nada, solo quiero olvidarlo.

No quiero pensar más en eso. No quiero dejar que me arruine, lo importante es que Romina me aseguró que no podrá volverse a acercar a mí y eso me tranquiliza.

—Cuando quieras hablar de ello sabes que estaré aquí.

—Gracias.

(...)

Hace mucho que no me inclinaba a beber alcohol para desaparecer mis problemas, pero esta noche había parecido una buena opción. Había venido con Tamara a beber algo, pero se terminó yendo cuando la llamó no sé quién, así de buenas son mis amigas conmigo.

Aunque creo que fue lo mejor, había estado sola frente a esta barra el suficiente tiempo como para reflexionar sobre los últimos raros meses de mi vida. Yo pensé que este tipo de cosas no me pasaban a mí, lo de un inesperado triángulo amoroso, muy probablemente gustarle a mi mejor amigo el cual también era mi amor no correspondido y el casi abuso de Javier, creo que eso fue la gota que derramó el vaso.

Pero he estado bien por estos días, Romina me aseguró que Javier no se me acercara más y de hecho no me había cruzado con él en esta semana, sobre todo me alegra porque todo el asunto se llevó con mucha discreción y es algo que había querido que se hiciera desde el principio. Estoy muy agradecida por eso, en serio ella me ayudó mucho y siempre se asegura que esté bien, honestamente me gustaría tener algo negativo que decir de ella, pero no puedo. Más cuando luego está con mi novio hablando muy amigablemente, algunas de esas veces también está Francisco pero aun así no puedo evitar sentir celos.

Odio ese sentimiento y solo estando ebria puedo admitir que los siento, porque en mis cinco sentidos no lo admitiría, sobre todo porque Romina no ha sido mala conmigo en ningún momento. Me siento horrible por sentirme así sobre ella solo por pertenecer al pasado de Oliver.

Pero bueno, lo único bueno de todos estos días es que creo que voy recuperando muy bien mi relación con Darien, no hemos peleado y ya no hemos pasado por momentos incómodos, me gusta tener a mi mejor amigo de vuelta de a poco.

En fin, ahora estaba aburrida en la barra del bar esperando por Oliver mientras tomaba un cóctel raro que el bartender me había recomendado. Sabía muy bien, inmediatamente ahora es mi amigo.

Ah sí, ¿por qué espero a Oliver? No, no es por una coincidencia del destino o algo así... ¿estoy diciendo mal las palabras, verdad? Es cosa del alcohol, no me hagan caso... ¿A quién le estoy hablando?

Ah sí, espero a Oliver porque cuando Tamara se fue primero se aseguró de que le llamara a mi novio para que fuera por mí, y eso hice. Solo que no le llamé al novio que ella cree que tengo.

—Ade, ¿y tú amiga? —me dijo Oliver, no me había dado cuenta de que ya estaba a mi lado.

—Oh, hola novio—le di un besito en la boca.

— ¿Ella se fue?

— ¿Quién? Ah, ¿Tamara? Pues, se fue hace media hora.

— ¿Y te dejó sola?

—No... Me dejó con mi nuevo amigo, ¿cómo dices que te llamas? —señalé al barman.

—Kevin—le dijo algo a Oliver que no entendí muy bien, pero era algo así de que me había cuidado ya que había dicho que iban a ir por mí.

—Gracias, Kevin.

Oliver le dejó propina, tomó mis cosas y fuimos hacia su auto, yo me iba tambaleando así que él me ayudó pasando su brazo por mi cintura. Luego me acomodó en el automóvil y nos fuimos.

— ¿A dónde vamos?—le pregunté casi dormida.

— ¿Quieres ir a tu casa o a la mía?

—Uy, tu casa. Me gusta tu casa, me gusta tu cuarto, me gustas tú, amor—vi como sonreía sin despegar la mirada del camino.

— ¿Me llamaste amor?

—Sí, mi amor.

—No sabía lo mucho que me gustaría que me llamaras así—tomó mi mano y besó mis nudillos.

¿Cómo no querer a este hombre?

El resto del camino fue silencioso, principalmente porque me quedé dormida.

Solo sentí que él me estaba cargando para entrar y batallaba con abrir la puerta. Quisiera ayudar, pero ahora mismo soy un saco de papas.

Entramos a su casa y me llevó hasta su cama. Le dije que me prestara una playera y con mis pocas habilidades me la pude colocar como pijama.

Ya estábamos los dos acostados pero el sueño se me había quitado.

— ¿Puedo preguntarte algo? —Estaba arrastrando un poco las palabras, pero aún eran entendibles, no esperé respuesta y continué—. ¿Por qué te fijaste en mí?

No dijo nada por varios segundos, hasta pensé que estaba dormido.

—Antes de conocerte había mirado tu trabajo, ya que quería saber que tan bien harías las fotos de los chicos y todo eso. Francisco me mostró algunas fotos tuyas y quedé impresionado de lo bien que lograbas captar una idea en una imagen, el bromeó conmigo por lo fascinado que estaba y me mostró la foto de tu currículum, no admití nada en ese momento pero me gustaba lo que veía, después cuando te conocí te me hiciste muy interesante, agradable y bonita al mismo tiempo. Inexplicablemente quería saber más de ti.

» Fue solo cuestión de tiempo para darme cuenta que me gustabas, no solo por lo que había asumido al verte, si no, al conocerte a profundidad cuando convivíamos.

Me gusta que no se fue con respuestas vaga o un simple "no lo sé".

Ahora mismo estar así a su lado se me hace muy aburrido, así que sin preguntarle nada me arrastré hacia su lado y me acosté encima de él formando un abrazo. Hmm sí... así estoy mejor.

— ¿Ves cómo es cierto lo de que siempre estás encima de mí? —pasó uno de sus brazos por mi cintura.

—Te encanta.

—La verdad sí.

Me acomodé para dormir y coloqué mi cara en el espacio entre su cuello.

Me gusta estar con él, me gusta mucho que ahora sea mi novio y sé que podría estar abrazada a él todas las noches e incluso días, y eso que yo no tenía idea de lo bien que podía hacer un abrazo, bueno, tal vez es porque provienen de alguien que en verdad quiero.

Porque es totalmente verdad que lo quiero mucho, no puedo negarlo.

—Te quiero, Oliver.


Continue Reading

You'll Also Like

8M 316K 43
Lara, una chica irreverente es enviada a un remoto lugar en México. Si de por sí es horrible estar aquí lejos de la tecnología y de las cosas que con...
190 101 16
Jules: Es una chica que tiene sus intenciones claras: olvidar por completo a Nick, su estúpido vecino. Nick: Decidido a recuperar el amor de Jules cu...
161K 6.6K 44
Ella es una chica regular y normal Él malas notas y fiestas -vamos, no te enojes sabes que solo estoy jodiendo-dice aplicando una de sus sonrisas c...
12.1K 967 33
Todos conocemos a idiotas, yo conozco tres. Pero hoy vamos a hablar del primer idiota... El primero es Jorge, él sabe que algo le falta, cree que sa...