Pocos minutos son los que faltan para por fin pedirle matrimonio a Sheyda. Mis nervios me están rebasando. Trato de respirar profundo y tranquilizarme, sin embargo, no funciona del todo bien. Es como si a mi cabeza no se le ocurriera otro momento para ponerse a pensar en las diversas reacciones de mi elegida.
A mi mente llega una Shey llorando de emoción, otra diciendo inmediatamente que sí. Sheyda saliendo corriendo y por último me imagino a mi novia diciendo que no. No voy a negar que este tipo de pensamientos son los que alteraran a mis nervios.
Para esta ocasión decidí inspirarse en su segundo libro favorito, el cual es "Orgullo y prejuicio" de Jane Austen.
Traté de recrear una de sus escenas favoritas de la película, la segunda declaración de Mr. Darcy. Con su atiendo favorito el cual corresponde a la escena en la que Elizabeth Bennett y Darcy tienen su primer baile.
Me esforcé muchísimo al hacer la escenografía, puesto que mandé a poner un tipo invernadero haciendo referencia al paisaje que se puede percibir en la película. Hay máquinas que harán que la tarde se vea con neblina. A mi parecer y al de todos los que contribuyeron a la causa nos quedó bastante parecido.
Yo me encuentro escondido, quiero hacer la entrada que hace Darcy, lo estuve practicando mucho. Alexander se encargará de avisarme en cuanto mi pequeña Sheyda llegue al lugar indicado.
Mi hija, aún me cuesta creer que Amori lo es, estará observando todo junto con los padres y amigos de Sheyda, al igual que con los míos.
—¿Nervioso, Zarek? —Cuestiona mi mejor amigo.
—Para nada. —Contesto con ironía.
—Que feos modos de verdad.
—Alex, ¿qué se supone que haces aquí? ¿No sé supone que estarías vigilando en cuanto ella se acercara? —Pregunto levanto una ceja.
—Tranquilo, yo solo quería ayudarte a manejar tus nervios, pero si vas a estar tan susceptible mejor me voy —Habla con un tono de indignación fingida.
—Créeme que me pone más nervioso tenerte aquí, sabiendo que mi novia me puede agarrar desprevenido —respondo.
—Bueno para que veas que te aprecio, voy a ir a mi lugar. —Antes de que pueda contestarle se dirige hacia donde debería estar.
En cuanto me quedo solo, vuelvo a tratar de tranquilizarme. Observo el anillo que elegí para este momento tan especial. Quise que representara a Sheyda. Se trata de un anillo von un pequeño libro abierto sobre él. En este se encuentran un girasol y una rosa hechos con piedras preciosas. A decir verdad, desde que me mostraron el boceto de cómo sería el resultado final, supe que debía ser este. Supe que a Shey le gustaría.
—¿Es muy lindo verdad? —Escucho de nuevo a mi mejor amigo a mi lado. Debo admitir que me sorprendió.
—¿Qué haces aquí?
«¡¿Cómo es posible que no lo tome enserio?!».
—Vine a decirte algo.
—No me importa, mejor regresa a donde estabas —comento cerrando los ojos.
—Bueno, si es lo que quieres —estaba a punto de darse la vuelta cuando se detiene —. Solo venía a decirte que Sheyda ya viene.
Cuando estoy a punto de soltar una mala palabra escucho la dulce voz de Shey.
—¿Zarek?
En ese instante hago la señal para que todo comience.
Voy avanzando poco a poco, tratando de acercarme sin ser visto gracias a la neblina falsa.
Cuando ya puedo observar la silueta de mi pequeña me detengo.
—Hola, pequeña de cuatro hoyuelos —saludo mientras avanzo hasta quedar frente a ella.
Al estar gusto en esta posición, puedo observarla detalladamente. Se ve completamente hermosa. El vestido, las flores todo en ella luce perfecto.
—¿Qué hacemos aquí, ojitos? —Cuestiona sonriendo.
—Te preparé una pequeña sorpresa.
—¿A qué se debe está sorpresa, majestad? —Interroga con una mirada llena de curiosidad.
—Ya lo sabrás. Pero por ahora cierra los ojos, y no los abras hasta que yo te diga, ¿De acuerdo?
—De acuerdo, cariño —su voz suena muy ansiosa.
—Una vez alguien le dijo a otra persona, mujer para ser más específico, "Me ha hechizado en cuerpo y alma. Permítame decirle que la amo, la amo, la amo, la amo"— Puedo notar como sonríe al identificar de quién hablo. Mientras esto pasa me voy hincando poco a poco—Y he de decir que me pasa lo mismo contigo. Hace mucho tiempo reprochaba el haber nacido bajo tan cruel maldición y a la vez tan bello hechizo.
«Pensaba que no llegaría ese alguien con el cual sería completamente feliz, sin embargo, estaba equivocado. Jamás olvidaré la primera vez que vi una foto tuya, desde el fondo de mi corazón deseé con todas mis fuerzas que tú fueras mi elegida.
«Y es que simplemente no sé porque, pero tus ojos me dejaron cautivado desde el primer momento. Y ni se diga cuando te tuve frente a frente, aunque al inicio no me había percatado de que tú y solo tú eras mi pareja destinada, creí que gracias a tu llegada yo ya estaba más que feliz y agradecido. Sheyda Bianchi Greco ¿Me darías el enorme placer de convertiré en mi esposa, y el honor de ser mi reina?
Automáticamente al escuchar esas palabras Shey abre los ojos, los cuales ya se encuentran reteniendo lágrimas.
—¡Por supuesto que sí!
Escucho su contestación e inmediatamente me pongo de pie. Tomo su mano con sumo cuidado e introduzco el anillo en el dedo que corresponde.
La miro directamente a los ojos, y no puedo contenerme más, uno mis labios con los de ella en un profundo beso. En el cual nos demostramos todo, sin necesidad de hablar.
—Gracias por hacerme tan feliz —digo al separarnos y juntando nuestras frentes.
—Gracias a ti por aceptarme en tu corazón —responde tratando de tranquilizar su respiración.
—Mi pequeña de cuatro hoyuelos, no necesitaba aceptarte en él. —Hago una pequeña pausa para después continuar —. Porque simplemente mi corazón ya te pertenecía desde el momento en el que te convertiste en mi elegida. Sheyda mi corazón ya era tuyo desde antes de conocernos.
Sorpresa!!!
Feliz día de San Valentín!!!
Sé que apartir de mañana es cuando los capítulos serían diarios. Sin embargo quería darles un regalo, en agradecimiento por todo lo que le han brindado a la historia.
Espero que les guste ✨.
Les mando puras vibras bonitas ✨✨❤️.
Evelin C.