-Luz, ¿me explicarás porque tu noviecita está inconsciente en mi sofá? -preguntó Eda con una ceja en alto. Solo se fue una hora a hacer las compras semanales y su casa era un desastre de galletas y niñas desmayadas.
-Yo no... -Intentó interrumpir Amity, que recién había recuperado el conocimiento, pero nadie le tomó atención, así que optó en hacerse la dormida para escucharlas.
-Es una laaarga historia que sucedió hace diez minutos -rememoró Luz con nostalgia, para extrañeza de su mentora, que solo la ve mirando fijamente el techo.
Flashback.
-Entonces, este "San Valentín humano"... -dijo tímidamente la peliverde, apretando la parte inferior de su blusa, llena de nervios-. En este San Valentín humana se celebra... ya me olvidé -mintió, porque decir completamente "se celebra el amor" frente a la morena podría provocarle un derrame nasal.
- ¡Se celebra el amor! -adelantó Luz, lanzando su delantal por la ventana, había terminado su última creación-. Y también la amistad, ya sabes, cosas cursis.
-Oh... amistad -susurró audible en un triste tono, para luego recapacitar avergonzada-. ¡Espera, no! ¡Estamos saliendo!
Con el transcurso de las semanas, había dicho muchas cosas sin sentido frente a Luz, como si su mente se desconectara unos segundos de sus labios, pero esta en definitiva fue la más bochornosa.
-Preparé algunas galletas. -Luz abrió una caja roja adornada alrededor de un lindo moño azul, llena de pequeñas piezas comestibles en forma de corazón-. Abre la boca, Amy... -musitó tierna, acercando el dulce a los labios de una muy ruborizada peliverde que acató de inmediato la orden.
-Tiene un sabor... muy agradable. -No le importaba tanto los modales, ni comer con la boca semi abierta frente a Luz, quería expresar lo buena que es su amada haciendo galletas-. ¿P-Puedo tomar otro? -preguntó tímidamente, esperando que su novia repita la acción de pareja cursi al darle otra vez en los labios.
- ¡Claro! -exclamó Luz alegre, levantándose del sofá-. Toma las galletas, debo ir al baño.
-Timi lis gillitis, dibi ir il biñi-masculló Amity con una ligera molestia-. ¡Ugh! A veces quisiera darle unos lentes mágicos para que entienda mis indirectas. -Inconscientemente, llevó una galleta a su boca-. ¿O es mi culpa por no expresarme correctamente? -Otra galleta, otra mordida-. ¡Ella es tan tonta que la amo! -chilló al final, cubriendo su rostro con sus manos llenas de migajas, detalle que pasó por alto.
- ¡Amy! -Luz regresó rápido, solo fue a lavarse las manos-. Si te acabas todo el paquete, te dará dolor de estómago más tarde.
-No te preocupes, las brujas somos resistentes. -Y ahí va otra galleta entre sus labios-Sino, ¿cómo crees que comemos estas cosas? -Tomó su pergamino y le enseñó la foto que subió a Penstagram sobre lo que cenó la noche pasada: Larvas de erizo cocidas-.Uhhh... ¿Luz, esto es normal? -llamó asustada, ya que con la ayuda de la cámara de su pergamino, vio algunas ronchas en su rostro.
-Oh no... -No será una chica muy lista, pero hasta ella sabe lo que sucede- ¡Amy, también eres alérgicas a las galle...! -No terminó su oración, y la peliverde ya estaba inconsciente en el sofá de Eda.
Fin del flashback.
-Y así descubrí que Amity también era alérgica a las galletas... con chispas de chocolate-concluyó la morena, bajando su mirada del techo.
-Espera un segundo... -interrumpió Eda pensativa y con una mano en su barbilla-. ¿Tomaste los ingredientes de la cocina para hacer las galletas?
-Uhmmm... -La mirada seria de Eda fue suficiente motivo para que Luz se escondiera en su capucha de gatito-. Tal vez...
-Ugh... niña-bufó, masajeando su sien con pesadez. Mala señal-. Esas no eran chispas de chocolate normales... les puse veneno para ratas. ¡¿Acaso no leíste la advertencia que dejó Lilith en la mesa?!
- ¡A mí no me metan en sus cosas! -chilló la mayor desde el segundo piso.
A decir verdad, fue Eda quien olvidó decirle a Lilith sobre la nota.
-Oh... -Luz is pensanding-. ¡¿Eso quiere decir que mi diosa se morirá?! -gritó entrando en pánico.
-Tranquila, sabía que algo así podía pasar algún día. -Con la desatención de Luz al mundo, le sorprendía de hecho que no hubiera pasado antes-. Debes darle un beso para quitarle el veneno y neutralizar el efecto -sonrió Eda pícaramente, viendo de reojo el ruborizado rostro de la "inconsciente" peliverde.
- ¡¿Quién diablos hace esas reglas?! -chilló Amity en sus interiores, nerviosa; pero sobre todo emocionada, tanto que su apretaba el puño para no moverse. Supuestamente seguía en coma a ojos de Luz.
Sin tener más opciones, y sintiéndose culpable de darle las galletas a Amity en primer luga, Luz se acercó con los ojos cerrados a los labios de la peliverde, a quien no le importaba las decoraciones o la ocasión, solo quería sentir los labios de su ser amado hacer contacto con los suyos, ¿y qué mejor ocasión el fingir morir intoxicada?
Pasaron los segundos y la peliverde se moría de intriga al ver porque aún no llega el ansiado beso. Abrió ligeramente uno de sus ojos, viendo que Luz, con el rostro hecho un tomate al igual que ella, seguía acercándose... lentamente, en cámara lenta, lo cual era irónico porque Eda sostenía su pergamino para grabarlas.
-Esto tarda mucho. -Aburrida, Eda empujó la cabeza de su hija adoptiva con su bastón, provocando que los labios de la menores choquen en un raro beso/cabezazo que usaría para burlarse de ellas en un futuro.
- ¡Mi diosa está viva! -Luz se abalanzó sobre la peliverde, en un gran y amoroso abrazo.
-Oh wow... San Valentín humano -murmuró Mittens antes de volver a desmayarse, pero esta vez con una gran sonrisa en su ruborizado rostro.