ยณห‘ ๐Ž๐๐‹๐˜ ๐˜๐Ž๐” โ†ฏ Cedric...

By cmmv2004

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โ•ญONLY YOU TRILOGYโ•ฎ ๐จ๐ง๐ฅ๐ฒ ๐ฒ๐จ๐ฎ | [โ˜„๏ธ] ; โLa idea de una vida sin ti resulta totalmente... More

โœง ๐Ž๐๐‹๐˜ ๐˜๐Ž๐” โœง
โ”โ”โœง Prรณlogo
โ”โ”โœง PRIMERA PARTE
โ”โ”โœง Uno
โ”โ”โœง Dos
โ”โ”โœง Tres
โ”โ”โœง Cuatro
โ”โ”โœง Cinco
โ”โ”โœง Seis
โ”โ”โœง Siete
โ”โ”โœง Ocho
โ”โ”โœง Nueve
โ”โ”โœง Diez
โ”โ”โœง Once
โ”โ”โœง Doce
โ”โ”โœง Trece
โ”โ”โœง Catorce
โ”โ”โœง Quince
โ”โ”โœง Diecisรฉis
โ”โ”โœง Diecisiete
โ”โ”โœง Dieciocho
โ”โ”โœง Diecinueve
โ”โ”โœง Veinte
โ”โ”โœง Veintiuno
โ”โ”โœง Veintidos
โ”โ”โœง Veintitrรฉs
โ”โ”โœง Veinticuatro
โ”โ”โœง Veintisรฉis
โ”โ”โœง Veintisiete
โ”โ”โœง Veintiocho
โ”โ”โœง Veintinueve
โ”โ”โœง Treinta
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โ”โ”โœง Treinta y uno
โ”โ”โœง Treinta y dos
โ”โ”โœง Treinta y tres
โ”โ”โœง Treinta y cuatro
โ”โ”โœง Treinta y cinco
โ”โ”โœง Treinta y seis
โ”โ”โœง SEGUNDA PARTE
โ”โ”โœง Treinta y siete
[โ˜„๏ธ] ; ๐—ฎ๐˜‚๐˜๐—ต๐—ผ๐—ฟ'๐˜€ ๐—ป๐—ผ๐˜๐—ฒ (๐—ฎ๐—ด๐—ฎ๐—ถ๐—ป)
โ”โ”โœง Treinta y ocho
โ”โ”โœง Treinta y nueve
โ”โ”โœง Cuarenta
โ”โ”โœง Cuarenta y uno
โ”โ”โœง Cuarenta y dos
โ”โ”โœง Cuarenta y tres
โ”โ”โœง Cuarenta y cuatro
โ”โ”โœง Cuarenta y cinco
โ”โ”โœง Cuarenta y seis
โ”โ”โœง Cuarenta y siete
โ”โ”โœง Cuarenta y ocho
โ”โ”โœง Cuarenta y nueve
โ”โ”โœง Cincuenta
โ”โ”โœง Cincuenta y uno
โ”โ”โœง TERCERA PARTE
โ”โ”โœง Cincuenta y dos
โ”โ”โœง Cincuenta y tres
โ”โ”โœง Cincuenta y cuatro
โ”โ”โœง Cincuenta y cinco
โ”โ”โœง Cincuenta y seis
โ”โ”โœง Cincuenta y siete
โ”โ”โœง Cincuenta y ocho
โœง ๐ƒ๐ˆ๐„๐‚๐ˆ๐๐”๐„๐•๐„ ๐€๐ฬƒ๐Ž๐’ ๐ƒ๐„๐’๐๐”๐„ฬ๐’ โœง
โœง ๐„๐๐ˆฬ๐‹๐Ž๐†๐Ž ๐ˆ๐ˆ (๐’๐Ž๐‘๐๐‘๐„๐’๐€) โœง
โœง ๐ƒ๐€๐“๐Ž๐’ ๐‚๐”๐‘๐ˆ๐Ž๐’๐Ž๐’ โœง

โ”โ”โœง Veinticinco

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By cmmv2004

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𝙳𝙴𝙳𝙸𝙲𝙰𝙳𝙾 𝙰: mar_pattins0n
𝙿𝚘𝚛 𝚊𝚙𝚘𝚢𝚊𝚛 𝚊 𝙲𝚎𝚍 𝚢 𝙱𝚛𝚘𝚘𝚔𝚜 𝚍𝚎𝚜𝚍𝚎 𝚎𝚕 𝚒𝚗𝚒𝚌𝚒𝚘 𝚑𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚎𝚕 𝚙𝚞𝚗𝚝𝚘 𝚊𝚌𝚝𝚞𝚊𝚕.

。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。

Habían pasado sólo un par de días desde que Cedric y _____________ se habían confesado el miedo que tenían a perderse mutuamente, sin mencionar que ahora _____________ tenía un miedo horrible a cerrar los ojos y quedarse dormida, porque cuando ella más feliz de sentía, cuando estaba contenta de estar viva y a lado de las personas que amaba, era cuando el desgraciado de su padre aprovechaba para manipular su mente.

Cada vez con mayor ferocidad y sin un atisbo de compasión, todo lo que ella lograba con pensamientos sobre ciertos orbes grises, se iba al caño cuando llegaba una nueva pesadilla. La evidente falta de sueño en ella, había provocado que sus fieles amigas –las ojeras–, se hubiesen pronunciado más que nunca bajo sus ojos, Hannah diariamente le obligaba a ponerse una poción para eso.

____________ sabía por experiencia, que era mejor no discutir cuando Hannah le ordenaba hacer ese tipo de cosas, aunque ya había descubierto el método, hacía como que se ponía la poción mágica, cuando en realidad lo que hacía era untarse agua debajo de los ojos, pero en un par de ocasiones si se la puso, pues tenía un aspecto miserable.

Las clases no iban demasiado bien que digamos, la dificultad de las cosas estaba comenzando a estresarla, sus amigos no la culpaban ni la criticaban, ellos estaban igual, lo único bueno en la vida de _____________ en aquellos momentos, eran Cedric y las reuniones con el ED, realmente estaba aprendiendo demasiado, el encantamiento convocador nunca le había salido tan bien, ni el encantamiento repulsor.

Además, ya se habían comenzado a introducir en el encantamiento patronus, aunque aún no llegaban a lograr nada. Las cosas con Cedric fluían de una manera normal, pasaban juntos todo el tiempo que podían, ya fuese estudiando o simplemente besándose y disfrutando de la compañía del otro, sus conversaciones eran como de costumbre, básicamente todo entre ellos volvía a ser normal.

Aunque la pelinegra sospechaba que Cedric estaba averiguando la razón por la que ella desaparecía tanto los miércoles y alguna que otra vez después de la cena, pero intentaba ser lo más cuidadosa posible con ello, pues no podía correr el riesgo de que Cedric supiera lo del ED. La mataría por desafiar a Umbridge de ese modo.

Ese día, las cosas fueron extrañamente tranquilas a la hora del desayuno, todo iba de forma normal, Cuidado de Criaturas Mágicas había sido fenomenal, y aunque la profesora Babbling les había dejado un centenar de tarea, todo se sentía en una extraña calma que posiblemente no significaba nada bueno.

Pero lo que más le preocupaba a ____________, era lo que iba a hacerle a Cedric por el día de San Valentín, seguramente su club de fans lo llenaría de tarjetas y regalos, de por sí ese día en si era una verdadera tontería para la pelinegra, aún más lo era tener que hacerle algo especial a Cedric, no quería que fuese algo común, quería lucirse, que fuese... Memorable. Pero no se le ocurría nada.

—¿Sigues pensando qué regalarle a Cedric? —inquiró Delamine pasando un brazo por sus hombros

—Si, es que, no quiero que sea algo del montón... —explicó la pelinegra

—Ya sé te ocurrirá algo, siempre se te ocurre algo —la tranquilizó Ernie con aquel tono pomposo que tenía desde hacía un año

—Exacto, sólo ponte a pensar en otra cosa, o hazle una carta si no se te ocurre nada —dijo Hannah alzando los hombros

—Cartas tendrá muchas —dijo desconectada la pelinegra

—Escríbele un poema, no creo que alguien sea tan creativa como tú, además de sabionda, aquí presente —la animó Ernie llamando a Delly por otro apodo que Iegnus le había puesto

—¡Es que esto no es lo mío, chicos! —exclamó desesperada la pelinegra— Yo nunca me había preocupado por estas cosas, pero, aquí estoy, porque es el último año de Cedric, ¡y quiero que tenga algo que le recuerde a mi cuando se vaya de Hogwarts!

Explicó la pelinegra preocupada, ciertamente la realidad la había golpeado hace poco, estaban en febrero, en exactamente cuatro meses se acabaría el año escolar, y con ello, la estancia de Cedric en Hogwarts, lo que significaba, dos insoportables años sin poder verlo todos los días en el desayuno o colarse a su dormitorio cuando no podía dormir, correr juntos hasta el lago negro e ir tomados de la mano a Hogsmeade para tomar cerveza de mantequilla.

_____________ era de la creencia de que las relaciones a distancia no duraban, además, Cedric era guapo, iba a ser Auror, también iba a jugar Quidditch una temporada, ¿cuántas jugadoras hermosas de Quidditch no había ahí afuera? ¡Había millones! _____________ tenía miedo de que Cedric se olvidara de ella. Tenía mucho miedo de eso, aquello le rompería el corazón en mil pedazos, he de ahí su preocupación.

—Esto es demasiado dramático, incluso para ti —dijo Delamine negando con la cabeza

—Mira, Travers, no digas nada porque te sientes igual respecto a O'brien —acusó la pelinegra entrecerrando los ojos

Delamine se sonrojó y ladeó la cabeza dándole la razón, ambas suspiraron al mismo tiempo. No eran expertas en la materia del amor, así que cualquier cosa las alteraba, parecía que todo el mundo sabía de eso menos ellas, y ello las abrumaba demasiado, eso sin hablar de los sentimientos, ya que esa era otro tipo de presión aún mayor para ellas. Lo sentimientos, una cosa misteriosa que ______________ y Delamine no comprendían muy bien.

—Ustedes dos me dan miedo, mucho miedo —dijo Ernie mirándolas levemente asustado

—Ya deberías haberte acostumbrado, Ern —se burló Hannah riendo

—Sólo vamos a comer —dijeron Delamine y ____________ al mismo tiempo

Los cuatro rieron y terminaron de llegar al Gran Comedor, donde se sentaron a degustar su estofado de res mientras repasaban Historia de la Magia. ¡Ah, los TIMOS! La pesadilla viviente de cualquier estudiante de quinto grado en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, a veces ______________ pensaba que esos exámenes eran una estrategia para obligar a los jóvenes a crecer antes de tiempo, lo cual tampoco le gustaba, ella sólo quería ser joven mientras podía, quería seguir dándole su juventud a Cedric mientras aún eran sólo adolescentes enamorados, pero la vida se empeñaba en lo contrario, eso también la asustaba de sobremanera.

















»»————- ★ ————-««

El día pasó de una forma normal, pronto Cedric se encontraba regresando de su reunión con la profesora McGonagall y Meredith Hoover sobre algunas cuestiones del colegio, entre eso, la bendita Brigada Inquisitorial, al llegar a la pila de barriles que hacía de entrada a la sala común, introdujo la contraseña rítmica y atravesó el túnel, una vez en la sala común, pudo ver a lo lejos a su pelinegra novia, la azabache estaba sentada sola en el lugar de siempre.

Llevaba puesto algo en los oídos, tenía el cabello peinado en el mismo moño desordenado de la comida, la pelinegra estaba concentrada escribiendo algo en un pergamino mientras movía la cabeza siguiendo el ritmo de algo. Cedric sonrió y se acercó a ella sin hacer ruido, cuando estuvo cerca, cubrió los ojos de la muchacha con sus manos, ella brincó un poco en la silla, tanteó sus manos con las de ella y sonrió.

—Ced, eres tú —dijo ella sonriendo mientras retiraba los artefactos de sus oídos

El ojigris rió suavemente, se sentó en la silla a un lado de su novia mientras ella lo miraba sonriente.

—¿Qué haces, nena? —inquiró el ojigris sonriendo

—Estudio Aritmancia, no entiendo ni un poco —se quejó la pelinegra con cansancio

—¿Quieres ayuda?

—Si, pero lo dejaré para mañana, mi cerebro está seco —le respondió ella resoplando

Cedric sonrió y besó rápidamente la mejilla de la morocha, la pelinegra sonrió.

—¿Y eso? —quiso saber Cedric señalando el objeto que había a un lado de los libros de la pelinegra

Sabía que era un reproductor de música muggle, pero se suponía que esas cosas no funcionaban en Hogwarts, sin embargo, su novia lo estaba usando y funcionaba a la perfección, lo cual era extraño.

—Oh, es un regalo de Sirius, —explicó ella alzando los hombros— es último modelo, y lo hechizó para que pueda funcionar aquí, no tienes una idea de lo feliz que me hace eso, me vuelvo loca sin mi música.

El ojigris sonrió enternecido, los ojos de su novia brillaron al decir aquello, la sonrisa en los labios de la pelinegra era de alegría, Cedric sintió el familiar revoloteo en el estómago, entonces, se le ocurrió preguntar una cosa.

—¿Qué estabas escuchando?

—Bueno... —la pelinegra se sonrojó— Dijiste que querías una canción para nosotros... Estaba escuchando algunas opciones.

—¿Puedo? —quiso saber el ojigris señalando el reproductor de música

—Claro —respondió la azabache pasándole uno de los audífonos— la verdad me gustan más los audífonos de diadema, pero estos son prácticos para compartir con alguien.

—Vale, entonces tenemos suerte —dijo el ojigris sonriendo

La pelinegra colocó un cassette en el reproductor y puso play, las canciones comenzaron a sonar, Ain't no Mountaing High Enough, Happy Together, Sweet Child O'mine, Stand by Me, Love of My Life, Sugar Sugar. La azabache las iba nombrando, pero ninguna los convencía; finalmente se desplomaron en uno de los sofás frente a la chimenea de la sala común, aún con los audífonos puestos.

Llevaban un buen rato buscando alguna canción, todas eran buenas, bastante, de hecho, el ojigris tenía que admitir que en música, _____________ tenía buenos gustos, pero... Al menos Cedric, no sintió que alguna tuviese sentido o que le recordara lo que pasaba entre él y la pelinegra; Cedric tenía los brazos alrededor de la cintura de la azabache, quien tenía la cabeza recostada sobre su pecho.

—Maldita sea, escucho demasiada música, ¿y no hay nada que sea realmente bueno para eso? —se quejó la pelinegra con cansancio

—Bueno, tal vez no es el momento —dijo Cedric intentando animar a su novia

—Rayos, ni siquiera Nothing Else Matters —resopló la pelinegra acurrucándose en su pecho

—Nena, ya...

Comenzó Cedric, pero en ese momento, comenzó a sonar una canción un poco movida, no demasiado pero si lo suficiente como para animar a cualquiera, la letra comenzó, Cedric sentía como su novia no se movía ni un poco.

Today is gonna be the day
That they're gonna throw it back to you. By now you should've somehow
Realized what you gotta do
I don't believe that anybody
Feels the way I do about you now

—Esto... —susurró Cedric anonadado por lo bien que esa estrofa describía como se sentía respecto a la pelinegra

—¡Shhh! —lo calló la pelinegra mientras subía el volumen de la música

Backbeat, the word is on the street
That the fire in your heart is out
I'm sure you've heard it all before
But you never really had a doubt
I don't believe that anybody
Feels the way I do about you now

El ojigris se acomodó de modo que pudiese ver bien el rostro de su novia, la azabache miraba a un punto fijo en la nada con una extraña sonrisa en los labios, el fuego de la chimenea se reflejaba en los ojos oscuros de la pelinegra, aquel brillo singular daba un efecto de que el fuego emanaba de los orbes de la muchacha, como... Como si fueran de salamandras, Cedric observó los labios rosados de su novia curvarse en una sonrisa extraña. Cómo cuando pensaba en algo divertido.

And all the roads we have to walk are winding
And all the lights that lead us there are blinding
There are many things that I
Would like to say to you but I don't know how
Because maybe
You're gonna be the one that saves me
And after all
You're my wonderwall

Por ese pequeño momento, el ojigris se le quedó mirando como si fuese lo más hermoso del mundo –aunque para él así era, en realidad–, ninguno hablaba, sólo se miraban, por esa pequeña fracción de tiempo, la magia era palpable en la habitación, el amor, la química y la conexión que había entre ellos se podía tocar con la mano, de pronto todo brillaba con intensidad, y, como si el ambiente mítico y colorido alrededor no fuese suficiente, Cedric sintió magia fluyendo a través de sus venas. Todo era sobre ellos.

—Esta —dijo la azabache de pronto mirándolo— es esta.

Cedric la observó con confusión, tenía que admitir que la canción era linda, y le sonaba bastante familiar, sin embargo, no sabía ni estaba seguro de que esa fuese la canción indicada, pero si sabía que se sentía vivo de nuevo, sabía que la chica frente a él era lo más hermoso e importante que había en su vida.

—No sé, hermosa, pero será mejor que durmamos —dijo el ojigris sonriendo dulcemente— después lo averiguamos.

—Vale... —cedió la pelinegra sonriendo con los labios apretados

El castaño notó en ella un dejó de desconcierto, pero le sonrió de vuelta y le dio un beso de buenas noches, posteriormente ambos se fueron a dormir, cada uno por su lado, Cedric, pensaba en lo mucho que le resultaba conocida la letra de aquella canción que habían escuchado hacía unos minutos, como si lo hubiera leído, oído o visto antes.




















。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。

—No creo que le vaya a gustar —soltó ____________ hecha un manojo de nervios vivientes durante el desayuno del catorce de febrero de aquel año

—¡Claro que le gustará! Por las barbas de Merlín, ____________, no sólo le compusiste un poema sino que también grabaste su canción en un cassette —exclamó Ernie sorprendido de la actitud de su amiga

—No le va a gustar. —repitió la pelinegra negando con la cabeza— Ni siquiera le gustó esta canción, pero es que... Esa canción cuenta nuestra historia...

—Que si, mujer, le va a encantar tanto como tú —dijo Hannah comenzando a desesperarse

—Ya te lo dije, _____________, le va a gustar sólo porque tú se lo das —intervino Delamine intentando darle ánimos a la pelinegra— lo mismo pasó con Stay Was.

Star Wars —corrigió la pelinegra con nerviosismo— y no es lo mismo.

—Claro que si —argumentó Delly mirándola de forma seria

—Vale, puede que sea algo similar.

—En fin, manos de mantequilla, deberíamos ir a los carruajes, si quieres llegar a tiempo con Cedric para su “cita de enamorados” —bromeó Ernie extendiendo las manos frente a su rostro en un ademán burlón respecto al título que acababa de inventar

—Voy a golpearte, si no dejas de recordarme las cursilerías estúpidas que pasarán hoy —amenazó la pelinegra entrecerrando los ojos

Los cuatro rieron y se encaminaron a los carruajes, una vez en Hogsmeade, Ernie y Hannah se fueron a la tienda de bromas de Zonko, Delly fue con Harvey a las Tres Escobas y _____________ fue directamente a la librería que había descubierto con Cedric en su última visita al pueblo mágico, al llegar sostuvo la pequeña caja negra con aquel moño morado en la tapa, la caja se la había regalado su abuela el verano anterior, por haber salido viva del cementerio, le había dicho que era para que guardase lo que quisiera.

Dentro de ella había puesto varias de las notas que Cedric siempre le daba desde su tercer año, el dichoso poema que le había compuesto a Cedric la noche anterior, el cassette con Wonderwall, un par de fotografías de ambos, unos chocolates que eran de su marca favorita, la primera carta que se enviaron y... Además, el anillo que su abuela le había regalado en un catorceavo cumpleaños unido a una cadenita para que Cedric lo llevase siempre con él y así, pudiera recordarla.

Todo eso le parecía endemoniadamente cursi, pero además de todo, era memorable, porque así, a dónde quiera que Cedric mirase, iba a estar ella, aunque, una parte de ella... O más bien toda ella, su alma, su juventud, su corazón, sus pensamientos y su amor, iban a ser eternamente, de Cedric Diggory, aunque _____________ se esforzase en negarlo, Cedric había dejado su marca en ella, una cicatriz que no se iba a ir y que el tiempo no podría borrar.

La azabache llegó al lugar acordado con Cedric, pero el ojigris no estaba ahí, sólo había un globo morado que flotaba sosteniendo un rollito de pergamino, curiosa, la pelinegra se acercó, desenrolló el pergamino y lo abrió para leerlo, “ve a dónde tuvimos nuestra primera cita” decía la notita, seguido de una foto de ambos en el primer año de la pelinegra.

_____________ reconocía la inmaculada letra de Cedric, sonrió y se lo pensó un poco con algo de diversión, eran las tres escobas, ahí habían tenido su “primera cita”, según Cedric, aunque para ella su primera cita fue aquella vez que hablaron a solas en la torre de astronomía, luego de adivinar eso, se puso a admirar la fotografía.

En ella estaban ambos en la torre de astronomía esperando a que las estrellas aparecieran, ______________ pasó su dedo por el rostro de Cedric con una sonrisa nostálgica en la cara, el ojigris era adorable con el corte de cabello que tenía a los trece años, además de que se veía más pequeño, pero no menos alto, sin embargo, algo que jamás cambiaba eran aquellos orbes grises que la transportaban a otra dimensión, dejó de pensar en eso para hacer lo que la nota indicaba.

Al llegar, encontró otro globo igual, atorado en una de las ventanas frontales del pub, la azabache desatoró el globo y leyó la nota, “ahora ve al lugar en donde nos vimos por primera vez”, decía esa nota, que igual estaba acompañado de una fotografía en el segundo año de la pelinegra, esa la habían tomado en la fiesta de navidad en San Mungo, cuando Cedric le dio su primer beso. _____________ releyó la nota, frunció el ceño, el lugar donde se habían visto por primera vez había sido el expreso de Hogwarts, pero el expreso de Hogwarts no estaba ahí, pero si...

¡La estación de Hogsmeade! Suspiró pesadamente para luego emprender el camino hasta el lugar indicado, al llegar, se encontró con otro globo igual a los dos anteriores, esta vez observó primero la fotografía, en ella estaban ambos afuera de la Casa de la Pluma, eso había sido durante el tercer año de la pelinegra, ella sonrió, en la foto Cedric estaba usando aquella chaqueta negra con franjas amarillas en las mangas, era una de las chamarras favoritas de la azabache, Cedric lucía muy bien en ella.

Desenrolló la nota, que tenía la inscripción “regresa al lugar en el que te caiste en el lodo por seguirme”, _____________ ladeó la cabeza irónicamente, ella se había caído miles de veces en el lodo durante su estancia en Hogwarts y es que no era secreto que ella era bastante torpe, y se había vuelto más torpe aún ese año, casi a diario se tropezaba con sus propios pies o tiraba cosas, sin embargo, la única vez que se había caído en el lodo era aquella vez que Hufflepuff le ganó a Gryffindor en el partido de Quidditch en su tercer grado, la lluvia era torrencial y el terreno del...

«¡El campo de Quidditch!» pensó la pelinegra sonriendo, así que emprendió la caminata a través del camino que llevaba el embarcadero y por la orilla del lago negro, hasta el bendito campo de Quidditch. «Voy a matarte por hacerme caminar tanto, Cedric Diggory» pensó la pelinegra a medio camino, de verdad adoraba que Cedric fuera tan tierno, pero odiaba las caminatas largas.

Una vez en el lugar, se puso a buscar el globo con la siguiente pista, lo encontró atado en una de las gradas de la sección de Hufflepuff. _____________ sonrió, ese era el lugar donde ella siempre se sentaba para ver la práctica de Cedric. Desenrolló el la cuarta notita de pergamino y examinó la cuarta fotografía, en la que aparecían ambos en los mundiales de Quidditch del año anterior, en la foto, Cedric se reía de la emoción de la pelinegra cuando se compró su sombrero de tréboles de Irlanda.

La cuarta nota decía: “ven al lugar en el que aprendiste a patinar”. Eso sin duda alguna era el lago negro, la pelinegra sonrió para después emprender la caminata de regreso al lago negro, estaba nerviosa por lo que se pudiera encontrar; cuando _____________ llegó a la ladera por la cual se llegaba al lago negro, unas luces que flotaban a la altura de su cabeza le dieron la bienvenida.

Aquellas lucecitas le resultaban muy familiares, con curiosidad, estiró la mano lentamente hasta el puntito de luz más cercano para tocarlo y ésta se desvaneció, entonces la pelinegra lo comprendió, eran las mismas que la habían guiado a la sorpresa de cumpleaños que Cedric le había preparado el año anterior.

Sus labios se curvaron en una sonrisa amplia, siguió el camino de luces mientras éstas desaparecían a su paso, pronto llegó a un lugar que no había visto nunca, había un árbol enorme que en lugar de tener hojas en su copa, tenía algo similar a lianas que caían como una cascada, era muy hermoso; con un poco de temor estiró la mano para abrir la cortina de lianas que ocultaban el tronco del árbol.

Al entrar, su boca se abrió de la sorpresa, ahí estaba Cedric, parado en medio de un espectáculo de lucecitas que flotaban por todos lados iluminando el lugar, al igual flores por todas partes; ella intentó decir algo, pero sólo atinó a cerrar la boca y a señalar a su alrededor con el dedo índice mientras le preguntaba al ojigris con la mirada si él lo había hecho, el castaño rió levemente, _____________ se sonrojó, eso era bastante obvio.

—¿Estoy soñando o...? —inquiró la pelinegra una vez que hubo salido un poco de su asombro

—No, preciosa, es completamente real —respondió Cedric divertido

—Dios... —murmuró ____________ sintiendo sus ojos picarle un poco, todo era... Mágico

—Bueno, quería hacer algo especial en esta ocasión y... —habló el ojigris captando la atención de la pelinegra

_____________ se acercó a él, apenas notaba que el ojigris tenía una cajita entre las manos, esto era extremadamente raro, la azabache también notó que el ojigris estaba muy nervioso, pues movía sus pies ligeramente.

—Creí que esto sería lindo, así que aquí estoy, además... Bueno, van a dar un baile por la graduación y... Merlín, me pones nervioso, te ves muy hermosa —soltó el ojigris con una risa nerviosa mientras se rascaba la nuca en un gesto nervioso

La pelinegra de sonrojó demasiado, miró a sus pies sintiendo las ya familiares snitchs en el estómago, vaya que era asombroso como Cedric seguía provocando todas esas sensaciones en ella, aunque la verdad, no se había arreglado mucho, sólo había dejado que Hannah la maquillara un poco porque la rubia le insistió demasiado, de ahí en fuera era lo mismo de siempre: sus jeans, una blusa de hombros roja, su sudadera gris y su chamarra de mezclilla a juego con sus típicos Converse negros.

—Sólo dilo —intentó alentarlo la pelinegra con una sonrisa

Cedric suspiró, abrió la cajita que tenía entre las manos dejando ver un trozo de hilo rojo que estaba atado de forma que el extremo fuese una especie de anillo, _____________ inmediatamente se comenzó a imaginar lo que eso significaba.

—Una vez me hablaste de una vieja leyenda japonesa que decía que para cada persona existía un hilo rojo, cuyo otro extremo era su alma gemela, —dijo el ojigris mirándola fijamente

Aquello hizo que en el pecho de la pelinegra se instalara una sensación cálida, no podía creer que Cedric recordase eso, ella se lo había contado en su segundo grado, había ya mucho tiempo... Detalles, eso era lo que _____________ más amaba de él, que Cedric jamás dejaba pasar los detalles.

—Y que por más que lo estires, lo dobles o lo enredes, no se rompe, bueno, no sé qué pasará después de que acabe este año escolar, pero si sé... Que tú eres mi otro extremo, eres eso que anhelo al despertar y eso en que pienso antes de dormir, te amo, ____________ Brooks y no hay absolutamente nada que pueda cambiar eso.

Continuó el ojigris. La pelinegra sintió cómo su corazón de hielo se derretía cuál helado bajo el sol, era la cosa más cursi que había escuchado en su vida, pero también era la cosa más linda que le habían dicho jamás, o bueno, una de las cosas más lindas que le habían dicho, pues el resto, también se las había dicho Cedric, volvió a sentirse viva.

Sintió una luz proveniente de quien sabe dónde iluminar sus huesos, se sintió amada y querida, se sentía eufórica, sentía que... No sabía qué sentía con exactitud, sin embargo, sabía que ya no quería a Cedric, era algo mucho más poderoso que “querer”, algo mucho más fuerte, pero no sabía si era lo que creía que era.

—Ced... Yo... Eres tan lindo... —fue todo lo que pudo decir la pelinegra, o más bien balbucear

El ojigris sonrió— Shhh —susurró el ojigris poniendo un dedo en sus labios— ____________ Brooks... ¿O Black? Aún me confundo respecto a eso.

—También yo —admitió la pelinegra, ambos rieron un poco

—Ok, voy de nuevo —dijo Cedric entre risas mientras sacaba el pequeño trozo de hilo de la cajita— ____________ Brooks, ¿serías mi pareja para la graduación?

____________ soltó una risa mientras un par de lágrimas amenazaban con salir de sus ojos, asintió efusivamente.

—Me encantaría... —respondió la azabache a penas audible

El castaño sonrió con alivio, tomó delicadamente una de las manos de la pelinegra para colocar el extremo del hilo rojo en su dedo medio, _____________ lo examinó como si fuese la cosa más valiosa que poseía en ese momento, y probablemente así era, entonces una duda llegó a su mente.

—¿Y el otro extremo? —inquiró la pelinegra ladeando la cabeza para mirar a su novio

El ojigris sonrió ampliamente y le mostró su mano derecha, el hilo de un poco más de dos metros, estaba atado al dedo índice del chico, entonces las lágrimas que la pelinegra tanto se había esforzado en contener, resbalaron por sus mejillas, quizás... Cedric era su hilo rojo, bueno estaba un noventa y nueve punto nueve, nueve por ciento, pero tenía dudas, o quizás miedo de que eso no fuera cierto.

Tal vez por eso lo negaba todo el tiempo, sin embargo, dejó de pensar en eso cuando las tibias manos del ojigris se posaron en sus mejillas y los pulgares del muchacho secaron sus lágrimas, lloraba porque muy, muy, en el fondo, sabía... Que lo que Cedric decía era verdad, tanto para él como para ella.

—Nena, no llores —pidió el ojigris sonriendo cálidamente

—Eres lo más increíble que ha pasado en mi monótona vida, Cedric Diggory —soltó la pelinegra sin saber en qué momento esas palabras salieron de sus labios

—Tú eres mi vida entera —susurró el ojigris sobre los labios de la azabache

Luego de eso se besaron como si no hubiera mañana, _____________ sintió electricidad corriendo por sus venas, magia, una sensación indescriptible de que estaba viajando por el cielo a millones de años luz del lugar, era... Una maravilla. Se separaron lentamente, ambos con una sonrisa tonta en los labios, parecía como si fuese la primera vez que se besaban. Entonces _____________ recordó lo que llevaba entre brazos.

—También tengo algo para ti —dijo una vez que ambos estuvieron un poco más separados

—No tenías que darme nada, nena —dijo el ojigris con una sonrisa

—Quise hacerlo, además tú tampoco tenías que darme nada —argumentó la pelinegra y extendió hacia el ojigris la cajita negra que llevaba entre manos— quise que fuera especial, no lo será tanto como el tuyo, pero... Al menos, pensarás en mi.

—Cariño, siempre pienso en ti —respondió Cedric poéticamente

La azabache se sonrojó— Sólo ábrelo.




















»»————- ★ ————-««

Cedric abrió la curiosa cajita, abrió los ojos con sorpresa al ver su contenido: había varias cosas, fotos de ellos, un cassette que decía “mi favorita”, chocolates de una marca que Cedric no conocía, además de un anillo muy hermoso con piedritas azules incrustadas en él, sujeto a una cadenita junto con varios trozos de pergamino que el ojigris identificó como las notas que él mismo le escribía a la pelinegra desde el tercer año de su novia, eso no era memorable, eso era el mejor regalo que alguien podía haberle dado.

—Nena, esto es... —comenzó el ojigris que no tenía palabras

—¿Te gustó? —preguntó dudosa la pelinegra

—Nena, esto me encanta, ¿son las notas que te he dado? —inquiró anonadado el ojigris mientras sonreía

—Algunas de ellas —respondió la azabache aliviada— me quedé con mis favoritas, osea, casi todas.

Ambos rieron.

—Eres asombrosa, ¿sabías? —dijo Cedric acercándose a la pelinegra para besarla

—Lo sé, nene, lo sé —bromeó la pelinegra con fingido egocentrismo

Los dos volvieron a reír, Cedric acabó con la distancia entre ambos, atrapando los labios de la pelinegra entre los suyos, Cedric se sintió vivo, sintió la magia fluir a través de sus venas, las mariposas en el estómago y todo lo que aquella maravillosa chica lo hacúa sentir. Después ambos volvieron a Hogsmeade, el ojigris llevó entre réplicas a la pelinegra al Salón de té de Madame Pudipié, dónde ordenaron comida especial para enamorados y la pelinegra pidió una taza de té.

Volvieron a su plática sobre los equipos de Quidditch en los que el ojigris podría audicionar saliendo de la escuela, lo cual era reconfortante para Cedric, se sentía feliz de poder hablar con ello de la pelinegra sin que los incomodase el tema; pasaron una tarde tan agradable que les costó muchísimo regresar al castillo pasada la hora límite que tenían para estar fuera, por lo que tuvieron que entrar a escondidas por uno de los atajos que Fred y George Weasley le habían enseñado a la pelinegra.

—¿Y ahora? —inquiró la pelinegra meciendo las manos enlazadas de ambos, las cuales tenían puestas el hilo rojo que Cedric le había regalado a la pelinegra por San Valentín

El ojigris se quedó pensando, seguramente Harvey había llevado a Delly a la fiesta clandestina de Meredith Hoover, puesto que aunque el rubio era bastante tranquilo, Yancy y Maxton eran demasiado persuasivos y como Harv planeaba pasar ese día con Delamine, pues ambos irían.

Aunque seguramente la castaña ojiverde no estaría nada contenta con la idea, así que a Cedric se le ocurrió que podría acompañar a sus amigos y además estar con su novia y a su vez su novia podría estar con su amiga. Pero sabía que si le decía a dónde iban, _____________ se negaría rotundamente.

—Sígueme —susurró el ojigris con aire misterioso

La azabache frunció el entrecejo— Ced...

—Confía en mi —dijo el castaño simplemente

Ella se dejó arrastrar por el ojigris hasta un pasillo desierto en el quinto piso, ambos iban tomados de las manos, cuando por fin el ojigris halló el lugar donde era la dichosa fiesta, dijo la palabra que Meredith le había dado en caso de que quisiera ir, y entonces, mágicamente, la puerta de la única aula del pasillo se abrió, de ella salió una chica de cabello rubio que Cedric identificó como Stacy Corrigan, la rubia los dejó pasar a regañadientes.

—¡Ced, sabes que no me gustan las fiestas! —escuchó el ojigris que su novia dijo por sobre la música

El ojigris se volvió a ella con una sonrisa, intentando que fuese lo más tranquilizadora posible.

—¡Amor, sólo será un rato, además Harv y Delly están aquí! —alentó el ojigris sonriendo

Ella hizo una mueca y rodó los ojos— Si llega a pasar algo, por insignificante que sea, te dejaré aquí y saldré corriendo.

Amenazó la pelinegra mirándolo seriamente, Cedric sólo rió para después tirar de ella hasta donde estaban Delamine y Harvey, la castaña al verlos soltó un suspiro aliviado, la chica le dio un tirón a la mano de su amigo rubio, Harvey que había estado hablando con Maxton de quién sabe qué, los miró y alzó un puño a modo de bienvenida.

—Gracias a Merlín, me estoy muriendo de aburrimiento —dijo Delly tirando de la pelinegra

Sin embargo, la pelinegra casi se cae debido a dos cosas, a que se tropezó con sus propios pies y debido al hilo rojo que la conectaba con el ojigris, Cedric la sostuvo de la cadera justo a tiempo, Delamine y Harvey señalaron los dedos de la pareja unidos por el hilo rojo.

—¿Qué es eso? —inquirieron Harvey y Delamine al unísono

Cedric miró a su novia, ella también lo miró, ambos se sonrieron y se lanzaron una de esas miradas que sólo ellos entendían.

—Jamás los entenderé, Cediboo, no te ofendas Brooks, pero son la pareja más extraña que he visto nunca —dijo Maxton mirándolos con extrañeza

—¡Cedric! —exclamó alguien antes de que la pareja pudiese decir algo

El castaño se giró al mismo tiempo que su novia, ambos se encontraron con Meredith Hoover, quien vestía un vestido negro pegado al cuerpo que le llegaba a más seria de las rodillas, Hoover ondeó su cabellera castaña mientras una radiante sonrisa se instalaba en los labios de la chica.

—¡Qué bueno que hayas venido! —exclamó Meredith poniéndose de puntillas para darle un beso en la mejilla al ojigris, quien sonrió incómodo— Creí que no vendrías, ¿quieres hidromiel o te atreves a probar el whisky de fuego?

—Gracias Meredith, vengo con mi novia, y no tengo sed, pero eres muy amable —explicó Cedric realmente incómodo por el comportamiento de su compañera delegada

Cedric sintió el apretón en su mano enlazada con la de su novia, la observó de reojo, la azabache intentaba mirar a otro lado evidentemente incómoda, jugaba con sus pies, aunque la voz de Hoover la hizo mirar a la susodicha.

—¡Ah, que lindo!, aunque... Bueno, es una fiesta para mayores, pero tenemos cerveza de mantequilla en una de las mesas de allá, para los pequeños —dijo Meredith mirando de forma escrutadora a la pelinegra

Cedric iba a decir algo, sin embargo, la pelinegra fue más rápida y habló antes que él.

—Eres muy amable, Hoover, ¿podrías decirme de qué siglo es el hidromiel? Tengo curiosidad por saber si será del mismo en el que naciste —respondió la azabache de forma levemente brusca

Sin embargo, había un alarmante tono sereno en la voz de la pelinegra para Cedric; Maxton disimuló una risa con una tos, con un muy mal resultado, Delamine sonrió con diversión, Yancy se atragantó con su whisky de fuego y Harvey masculló algo que Cedric no alcanzó a entender, si Meredith respondía...

Cabía la posibilidad de que su novia iniciara la Segunda Guerra Mágica en ese mismo momento, observó la reacción de su compañera de curso, Hoover había apretado la mandíbula y escudriñaba a la peliengra con la mirada, como si quisiera asesinarla por dentro, sin embargo, sonrió después de poco.

—Bueno, dicen que el vino entre más viejo, es más delicioso —comentó la muchacha guiñándole un ojo al ojigris

Cedric nuevamente iba a intervenir, sin embargo, su novia volvió a ganarle.

—Claro, aunque sinceramente, prefiero mi bebida fresca, Hoover, no me causa dolores de estómago ni problemas en los riñones —comentó la azabache despreocupadamente

Eso fue el colmo, Maxton soltó una carcajada que gracias a Merlín, se perdió con el ruido de la música, Delamine estiró su mano que no estaba sosteniendo la de Harvey para cubrir su boca, Harvey por su parte luchaba por no romper a carcajadas como Maxton.

Yancy escupió el último trago de su bebida debido a la risa, por su parte Cedric seguía preocupado de que Hoover quisiera tomar represalias contra su novia. Pero Hoover simplemente la asesinó con la mirada, dando a entender que la batalla de ingenio la había ganado la azabache.

—Que se diviertan. —dijo secamente la Ravenclaw asesinando a ____________ con la mirada

—Brooks, eres mi ídola —dijo Maxton cuando Meredith se hubo retirado

—Esa es mi hermanita —habló Delamine chocando los puños en una  forma extraña que Cedric no comprendió

—No intentes entenderlo —articuló Harvey con los labios sin emitir sonido alguno

Cedric rió, luego se dispusieron a hablar y bromear de cualquier cosa, mayoritariamente las bromas venían de parte de Maxton, que eran sobre las chicas pomposas que les lanzaban miradas coquetas y que pasaba frente a ellos, moviendo el trasero de forma exagerada o de chicos que intentaban acercarse a ese tipo de chicas pretendiendo ser algo que evidentemente no eran.

De pronto, un sonido familiar se hizo presente en los oídos de Cedric, era una melodía lenta, tocada con guitarra, la identificó de inmediato...  «Es... Ahora» pensó el castaño sintiendo una especie de... Calidez invadir su pecho, miró a su novia que miraba a todos lados, como buscando el lugar de donde proviniera aquella canción.

Entonces Cedric se dio cuenta de algo bastante importante: si iban a estar juntos toda la vida, porque eran almas gemelas, ¿qué eran dos años de distancia? ¿Qué era medio mundo de distancia contra una eternidad juntos? Estaban listos, definitivamente estaban listos, eran ____________ Brooks y Cedric Diggory. Y lo más importante de todo, él estaba  perdidamente enamorado de ella.

—Toma mi mano —dijo Cedric sin saber en qué momento había extendido su mano a la pelinegra

Ella lo miró confundida, se habían quitado el hilo de los dedos hacía un rato, la pelinegra lo había guardado en el bolsillo de sus jeans, así que ahora podían moverse con total libertad, Cedric sonrió.

—Están tocando nuestra canción —dijo el ojigris simplemente sonriendo con amor

_____________ ladeó la cabeza aún más confundida, una sonrisa amenazaba con salírsele de los labios.

—Creí que no te gustaba...

—No era el momento, —habló Cedric llevando sus ojos a los orbes chocolate de su novia— pero ahora te enseñaré a bailar.

La pelinegra sonrió ampliamente mientras se sonrojaba, tomó su mano, el castaño tiró de ella algunos pasos, sin importarle que todos los mirasen, la hizo dar una vuelta, después le colocó una mano en la cintura mientras se posicionaban para bailar lentamente al ritmo de Wonderwall.

—Todos nos miran... —susurró la azabache cohibida mientras miraba sus pies intentando no pisarlo

—Es que es todo sobre nosotros, —dijo Cedric luego de un momento en el que su corazón vibró con fuerza al observar a su hermosa novia, quien lo miró dudosa— lo estamos haciendo bien.

—No lo creo —comentó la pelinegra riendo de nervios— pero... Nunca antes me había sentido...

—De esta manera —completó el ojigris sonriendo

Ella asintió, el castaño dejó de sentir todas las miradas posadas sobre ellos, ya no estaba en aquel salón acondicionado para la fiesta, sino que estaba en el espacio, con la pelinegra entre sus brazos.

—¿Qué estamos haciendo? —inquiró la azabache riendo levemente

—Los amantes bailan cuando se sienten enamorados, ¿no? —respondió el ojigris sonriendo

Era sólo la verdad, se sentía locamente enamorado de aquella maravillosa chica que se estaba convirtiendo en mujer, ella había sido parte de su vida desde hacía tiempo, la había visto crecer y madurar cada día más, y ella lo había visto crecer y madurar más y más cada día, ambos se complementaban de una manera inexplicable.

De pronto Cedric se sintió eufórico, era como si de ellos emanara magia, brillaban entre la multitud, Cedric comprendió que no debía tener miedo, ellos podían con cualquier prueba que la vida les pusiera en frente. Todo era sobre ellos, veía un mundo, un futuro, una vida, todo con ______________.

Veía un “para siempre”, a lado de aquella chica que lo hacía sentirse tontamente enamorado, inmensamente feliz. Para el castaño fue como si la canción fuese eterna, hubo un punto en el que sus ojos se conectaron con los ojos chocolate de la azabache, era como estar en otra dimensión, un par de vueltas más y la canción terminó.

La habitación estaba en silencio, el ojigris miró a todos lados, algunos fingían que hacían cualquier cosa, sin embargo, la mayoría los miraba como si fuesen una cosa rara, en cuanto otra canción comenzó a sonar, todos parecieron despertar de un extraño trance y comenzaron a hacer otras cosas, Cedric, que tenía unas enormes ganas de besar a su novia hasta hastiarse, tiró de la chica para salir de la fiesta.

En el camino tiraron hidromiel sobre un par de chicas por accidente, que los miraron como si quisieran matarlos y salían enfurecidas del lugar, una de esas chicas fue Meredith Hoover, que miró a la pelinegra con algo similar al odio, y antes de que ambas chicas pudiesen decir algo, Cedric sacó de ahí a su novia, sin embargo, Peeves –el poltergeist de la escuela– estaba intentando jugarle una broma al primer despistado que pasara por las escaleras que daban al cuarto piso.

Entonces la azabache –sonriente–, sacó su varita indicándole que no hiciese ruido, el ojigris frunció el ceño sin saber lo que tramaba su novia, entonces la muchacha susurró algo que el ojigris no alcanzó a entender, el montón de bolitas de goma de mascar que Peeves estaba poniendo en las escaleras salieron disparados al poltergeist como balas, Peeves se alejó gritando palabrotas y llamando a Filch. Cuando dejaron de escuchar los gritos del poltergeist, ambos se echaron a reír como locos.

—¿Escuchaste sus gritos? ¡Fueron de niña! —se burló la azabache entre risas

—Eso fue increíble —admitió el ojigris sosteniendo su estómago

Una vez controlada su risa, Cedric se dedicó a observar a su novia, la azabache se mecía levemente hacia adelante con la cabeza hacia atrás mientras apretaba los ojos, en un intento de controlar su risa, se veía hermosa, era como ver a un ángel traído directamente desde el cielo.

—Te amo, hermosa... —soltó Cedric acercando una mano a la mejilla de la pelinegra una vez que ambos se hubieron calmado

—Eres precioso... —susurró la pelinegra embelesada, luego reaccionó— No, espera, es decir, si lo eres... Yo... No... Hum... Tú, yo... Carajo.

Cedric sonrió para después besarla  apasionadamente, dejó sus manos en la cintura de la azabache, las manos de la pelinegra viajaron por sus brazos hasta sus hombros, dejó leves caricias en la cintura de la muchacha, la besó esperando que ella notara todo el amor que le tenía, que la amaba más que a nada en el mundo, que sólo la quería a ella. Sólo ella.

Cedric no se dio cuenta de en qué momento sus manos viajaron a la espalda baja de la pelinegra, la pelinegra lo acercó más a ella, sin embargo, sus pulmones comenzaron a rogar por oxígeno, fue ahí cuando el ojigris comprendió que llevaban buen rato besándose, «maldito aire» gruñó Cedric internamente, pues no quería separarse de su novia.

—Te adoro, Cedric Diggory —susurró la pelinegra sobre sus labios

Antes de que el castaño pudiera contestar, un maullido de oyó en el lugar, ambos fruncieron el ceño, se miraron por unos segundos.

—¿Oíste...?

—No puede ser...

Cedric miró a sus pies, junto a ellos estaba la señora Norris mirándolos fijamente con aquellos ojos narnajas que intimidaban a cualquiera, la pareja se miró con los ojos muy abiertos después de que la gata se fue de ahí, evidentemente para buscar a su amo.

—Oh, mierda... —susurró la pelinegra asustada

—¡Corre! —exclamó Cedric tomando de la mano a su novia

Los dos emprendieron la carrera escaleras abajo, a toda velocidad, recorrieron los pasillos para alejarse lo más posible de aquel corredor, y por lo tanto, de Filch, cuando estuvieron en el pasillo que llevaba a las cocinas y a la sala común de Hufflepuff, ambos se detuvieron un momento a recuperar el aliento.

—Eso... Estuvo... Cerca... —balbuceó la pelinegra recargando su peso en las rodillas

—Por las barbas de Merlín, si... —dijo Cedric intentando recuperar el aliento

—Diablos, ¿cuántas escaleras bajamos? —bromeó la pelinegra un poco más recuperada

—Ni idea, amor, pero... No hay que hacer eso de nuevo.

—Bueno, no prometo nada —dijo la pelinegra con una sonrisa oculta mientras introducía la contraseña rítmica

Luego de eso, Cedric le propuso dormir juntos por esa noche, puesto que realmente no quería separarse de su novia, ambos se acurrucaron en la cama del ojigris asegurándose de cerrar bien el dosel negro para no ser descubiertos; el ojigris fue observado como poco a poco su novia se quedaba dormida, posteriormente él se quedó dormido también, estaba feliz de que todo su mundo se tratara sobre ambos, era simplemente hermoso, Cedric apretó fuertemente a la azabache entre sus brazos, había sido otro gran día a lado de la chica que amaba, no podía pedir nada más. Todo era sobre ellos.






































▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! 🎆🔅☄️✨🥳 Espero que se la pasen muy bien en la noche de hoy, que todos sus deseos, sueños y metas se cumplan, que tengan prosperidad, salud, amor, paz física, mental y emocional, que sean felices y ojalá su 2022 sea mejor que este año de mierda 😂❤️✨

En fin, cuéntenme, ¿qué les pareció el capítulo? ¿Les gustó la cursilería que no sé de qué oscuro rincón de mi cerebro salió? XD 🤣🤣 Leo sus comentarios 😉🥰

Bueno, hermos@s, eso es todo por este año, no puedo creer que esta trilogía me ha acompañado ya por un año, de verdad me emociona mucho que vean el final, prometo que aunque a veces no lo parezca, esto va a terminar genial, gracias por quedarse conmigo y Brooks, nos leemos mañana 😉🥰

Espero que les haya gustado, que lo hayan disfrutado, voten y comenten si quieren más, no olviden que las amo y Cedric también, soy su fan, bye 💜💜✨✨

-------- Travesura realizada -------

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

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