Han pasado dos días desde qu nos enteramos que Amori es nuestra hija y han Sido de los mejores días que hemos tenido. Zarek y yo nos hemos esforzado mucho para que esté feliz, él ha destinado tiempo para desayunar, comer y cenar con nosotros. Además de que antes de dormir le cuenta cuentos.
La búsqueda de "la madre" de Amori se han detenido, incluso ya se empiezan a esparcir los rumores de que la niña es nuestra hija. Claramente no saben que nos la mandó Afrodita, sino más bien están comentando que Zarek y yo nos conocimos hace unos años, tuvimos una relación de una noche y de ahí proviene Amori. Los rumores nos tienen sin cuidado, solo nos hemos enfocado en la pequeña.
Ayer en la noche Zarek y yo ya ibamos a salir de su habitación, cuando la niña entre dormida susurró "papá". Mi novio al escucharla regresó hasta su cuna y la miró con los ojos acuosos. Casi toda la noche se la pasó diciendo lo increíble que sintió al escucharla.
De hecho, le regaló una famosa tortuga Titi, si mal no recuerdo el nombre. Según lo que Zarek me contó, ese peluche lo tiene desde que era pequeño y que se había hecho la promesa de que cuando tuviera un hijo ese muñeco pasaría a ser de él o ella.
Hoy Zarek me dijo que me tenía una sorpresa, y la verdad es que estoy demasiado ansiosa.
Escucho como tocan la puerta de mi habitación, me dirijo hacia ella y al abrirla me encuentro a Ross y a Trina.
—Buenos días, dormilona, ya son más de las 12 de la tarde. Nos mandan a dejar esto —saluda Trina entrando y tomando haciendo en un sillón.
—Hola, Shey, ¿Qué tal dormiste? —Roos me saluda dándome un beso en la mejilla, para después tomar asiento junto a Trina.
— Dormí muy bien gracias, pero ¿Qué es lo que me trajeron? Parece un vestido —comento observando lo que me dieron.
—No parece, es un vestido. Y es para la sorpresa que te tiene mi hermano en la tarde —al escuchar eso automáticamente me siento entre ellas dos.
—Así que ustedes su saben de lo que se trata. Cómo ustedes son tan buenas amigas y sobretodo tú eres mi fan número uno —dirijo mi vista hacia la princesa —. ¿Podrían darme, aunque sea una mínima pista de lo que trata? —Comienzo a abrir y cerrar mis ojos.
—Bueno, pero ¿No se lo dices a nadie? —Levanta y baja las cejas mi mejor amiga.
—¡Oye! Se supone que no debe saber nada —exclama Trina con disgusto.
—No le hagas caso, Ross hermosa, tú dime. Te prometo que no se lo digo nadie —Pongo toda mi atención hacia mi amiga.
—Pues yo tampoco. —Ambas sueltan una sonora carcajada y chocan sus manos.
—¡Traicioneras! Ya lo tenían planeado —finjo disgusto.
—Ni fingiendo estar molesta con nosotros te lo diremos, pequeña Shey —se burla Catrina.
Y antes de que pueda agregar algo más, escucho el sonido de mi puerta cerrarse.
Mi teléfono suena. Es un mensaje de Ross.
*MENSAJE*
Ross: por cierto, no intentes salir, te encerramos. No puedes ver de que se trata. Te llevarán comida y tienes que estar lista a las 6:30 pm.
*FIN DEL MENSAJE*
Estaba a punto de contestarle, pero la muy ingrata me bloqueó.
La ansiedad de saber qué es lo que pasa me carcome. No puedo salir.
Cómo no tengo nada más que hacer me dirijo hacia el paquete que me trajeron y me dispongo a abrirlo.
Antes de que pueda seguir en mi labor tocan de nuevo la puerta. Estoy a punto de soltar un montón de insultos ya que supuse que serían de nuevo ese par, pero me los reprimo al ver a una chica del servicio con una bandeja de comida.
—Buenas tardes, majestad, me envían a traerle esto —dice entregando la charola.
—Te lo agradezco, pero me gustaría comer en el comedor —hago el intento por salir.
—Lo siento, pero tengo órdenes de no dejarla salir. Así que si me disculpa me retiro —habla con rapidez y sale de la habitación.
¡Genial! Dejo la bandeja en la pequeña mesa que hay. Y vuelvo a mi labor.
Continúo abriendo el paquete. Cuando ya se encuentra completamente abierto saco el contenido. Lo observo y es un vestido precioso, pero siento que ya lo he visto antes.
Mi mente se dispone a recordar de donde lo ubico. Hasta que lo recuerdo, es el vestido que utilizó Elizabeth Bennett en uno de los bailes. Específicamente el cual baila con el señor Darcy. Me encanta.
De alguna manera el vestido cambió mi humor. Además de que también aumentó mi ansiedad.
Para olvidarme un poco decido comer, no he visto en todo el rato a Zarek y tampoco a Amori.
El tiempo pasa demasiado lento, mi teléfono está cargando, ya necesito salir. Volteó por décima vez al reloj y me doy cuenta de que son las 4:30. Faltan dos horas.
Decido que si no puedo salir por lo menos quiero darme un buen baño, necesito relajarme.
Al terminar veo que me he tardado casi 40 minutos en el proceso. Por ello decido comenzar a vestirme.
En el fondo de la caja vienen unas pequeñas florecillas muy parecidas a las del peinado de Lizzy en la misma escena.
Trato de imitar el peinado, pero es complicado. Cuando me encuentro ya peinada, decido que es hora de maquillarme, algo muy natural.
En el momento en el que ya me encuentro totalmente lista, mi vista de nuevo se dirige al reloj, son las 6:30 en punto.
En ese instante la puerta se abre dejándome ver a mi hermano.
—Te ves preciosa, Shey. —Comenta al verme.
—Gracias. —Saludo dándole un beso en la mejilla.
—¿Estás lista? —Pregunta mirándome fijamente.
—¿Lista para qué? —Intento que me diga algo.
—Para el que supongo que será uno de los mejores días de tu vida.
Hola!!! Aquí está el segundo capítulo. Espero que les guste.
Muchísimas gracias por la oportunidad que le brindan a mi historia 💕✨.
Les mando puras vibras bonitas ✨✨❤️.
Evelin C.