The Mistake

By LizThorton

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Leah Jones es una joven adolescente de dieciséis años con una vida relativamente normal. Vive con su hermano... More

The Mistake.
Capítulo 2
Capítulo 3

Capítulo 1

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By LizThorton

Bajé la mirada a mis manos temblorosas y sonreí. A pesar de estar derramando lágrimas, me sentía plena. O por lo menos bastante feliz.

El móvil vibró a mi lado e intenté con todas mis fuerzas ignorarlo, pero al final la curiosidad acabó por ganarme y lo tomé entre mis dedos. Desbloqueé la pantalla y allí, justo en frente mío, apareció un mensaje de Jordan.

Para ser sincera me imaginaba otra cosa. Como una disculpa de Jake o un mensaje emotivo. Un: "La pasé genial, aunque haya sido el peor error de toda tu vida." Pero no. Ninguna señal de parte suya.

-¡Leah! -gritaron detrás mío. Me sobresalté tanto que el celular se me resbaló y cayó en la alfombra. Me giré para ver a Jordan en el umbral de la puerta.

-¿Qué?

-Te mandé un mensaje hace diez minutos pidiéndote que abrieras la entrada trasera rápido. He sacado un poco más de lo que me correspondía en el mercado y no quería que me atraparan.

-¿De verdad? -pregunté sorprendida por lo rápido que se me habían pasado esos minutos -Lo siento. No pude si quiera abrir el mensaje, Dan.

-¿Sucede algo? Estás pálida.

Negué con la cabeza y sonreí más, rogando por que no se diera cuenta que estaba llorando.

-¿Estás llorando? -preguntó acercándose a mí y soltando las bolsas que cargaba. Vaya suerte la mía -¿Te peleaste con Jake?

Ataqué mi labio inferior con mis dientes y me maldije por no saber actuar. O por no haberme secado las mejillas. Además... ¿de todas las personas de la ciudad tuvo que nombrarlo a él?

-No. Para nada. Solo... no lo nombres, no quiero hablar de él.

-¿Por qué? Eres mi hermanita, sabes que me preocupo por ti si te veo llorar.

Reí, más para dejarlo conforme que para sentirme mejor yo misma. Conmigo misma.

-Estoy bien, de verdad. Solo me puse algo nostálgica por mamá -esbocé una débil sonrisa, esta vez con menos fuerza. Cada segundo que pasaba caía más en la gravedad de mi situación.

Asintió y me dijo algo sobre cocinar un pollo especial. Levanté el teléfono del suelo y revisé los últimos mensajes, pasando del de mi hermano. Edward me había escrito más de quince veces para vernos esta tarde. ¡Se olvidaba del toque de queda! Volví a morderme el labio al responderle.

-¡Me daré una ducha! -anuncié mientras me ponía en pie y recogía una toalla

-Ya era hora. Apestas demasiado, Leah.

Negué con la cabeza y cerré la puerta del baño tras de mí. Puse una mueca probablemente horrible intentando no llorar demasiado.

Abrí el agua y me miré al espejo mientras este se volvía borroso poco a poco por el vapor. Mis ojos estabán hinchados y rojos. Bien podría haber sido por la falta de sueño o por las lágrimas.

Me desvestí y me metí en la bañera para lavarme. Tal vez así se me pasaría la extrañeza que sentía respecto a mi cuerpo. Simplemente no lo sentía mío.

Pasé unos minutos dejando que el agua se llevara todo, incluso mis pensamientos.

¿Cómo pasaré los controles? Si me descubren... ¿cómo será mi muerte? ¿Jake llorará? No puedo hacerle eso a Jordan.

Solté un risa cargada de sarcasmo y mordí mi labio muy fuertemente para evitar que me temblara. No podía dejarme invadir por el pánico. Sí, probablemente moriría. Pero yo tenía la culpa. O gran parte de esta.

-¡La comida casi está lista! -gritó Jordan desde la cocina.

Me apresuré a enjuagar mi cabello y secarme. Una vez que terminé, me envolví en una bata y me senté en la cocina. Frente a mí descansaba un gran plato de pollo con patatas hervidas y guisantes en salsa de tomate. Se veía genial pero mi estómago se negaba a recibir comida.

-Está delicioso -pronuncié con la boca llena y obligándome a tragar-. ¿Desde cuando cocinas tan bien?

-Desde que tengo antojos de comida rica -respondió él como si fuera lo más común del mundo.

-¿Antojos? ¿No estarás embarazado?

Apenas dije esas palabras me arrepentí. Bajé la vista intentando evitar sus profundos ojos. Temía ruborizarme con tan solo pensar en lo que había hecho la noche anterior mientras él trabajaba.

-No bromees con eso, Leah. Se que parece gracioso, pero no sabemos qué son capaces de hacer por una broma.

Asentí como una niña a la que acaban de regañar. Porque en realidad era así, ¿verdad?

-Lo siento.

-No tiene mucha importancia. Solo no lo vuelvas a hacer y ya.

El resto del almuerzo transcurrió en silencio y con algo de incomodidad en medio. Cuando comí lo que pude; levanté mi plato y lo lavé. Antes de encerrarme en mi habitación planté un beso en la mejilla de Dan y me fui.

Apenas me tumbé sobre la cama mi móvil volvió a vibrar. Miré la pantalla negra con algo de esperanza, pero cuando abrí el mensaje me desilusioné. Logan me decía que saliera a la acera un par de minutos. Puse los ojos en blanco antes de teclear un corto mensaje y me vestí.

Salí dando fuertes pisotones y cuando estuve fuera de la casa me encontré con mi mejor amigo de pie en medio de la carretera. Un viento fuerte nos asotó y levantó su gran cazadora. Me arrebullé en mi chaqueta de cachemira cuando un escalofrío recorrió mi columna.

-Hola, Leah -me saludó con dos besos en las mejillas cuando estuve a su lado. No parecía entender que dentro de una hora comenzaba el maldito toque de queda para los menores.

-¿Acaso Edward y tú no se enteran de nada? -espeté algo borde.

Lo se, puedo resultar algo bipolar de vez en cuando. Pero no pueden cualparme, tenía una muerte asegurada. ¡Aún no sabía cómo librarme de eso!

-¿Qué sucedió ahora?

-Hay toque para nosotros

-Oh, eso. Claro que lo sabía, por eso vine -lo fulminé con la mirada -. Bueno, sabes que no soporto quedarme en casa con mi padre. Menos ahora que está borracho.

Gruñí y tomé su mano para que me siguiera. No me malinterpreten, me encantaba pasar tiempo con Logan y Edward, mis mejores amigos, pero en ese momento solo quería dormir. No podía pensar en nada.

Nos metimos en mi habitación y nos sentamos en la cama para ver algo de televisión. Era más bien una película antigua a la cual no estaba prestándole atención.

-¿Estás bien? -me preguntó. Sus ojos claros demostraban una preocupación sincera.

Asentí con la cabeza sonriendo falsamente, pero pronto me embargaron las ganas de llorar otra vez y no pude evitarlo. Solté un no rotundo.

-¿Quieres hablar?

-Puede ser -sorbí por la nariz -. Pero Eddy también debe estar aquí. Es... es algo malo.

Me rodeó con sus brazos y me apretó contra él. Apoyé mi cabeza en su pecho y nos quedamos un rato así.

El móvil vibró una vez más y lo tomé. De seguro era Edward preguntando por Logan o pidiéndome entrar, pero cuando abrí el dichoso mensaje se me paralizó el corazón. No literalmente, claro.

Jake. Era Jake. ¡Al fin decidía escribirme! ¡Después de todo lo estaba haciendo! La emoción me impedía leer, así que le tendí el aparato a Logan y le pedí que lo hiciera por mí.

-Aguarda, Leah, ¿esto es cierto? -después de unos segundos en silencio en los que supongo que leyó el mensaje me quedé helada.

-¿Q-qué co-cosa?

-¿Te acostaste con Jake?-susurró con un hilo de voz. Abrí mis ojos como platos y lo miré. Estaba pálido, se había quitado el gorro y se pasaba la mano por el cabello.

Bajé la vista y me enfoqué en el grueso edredón que cubría mi cama. Me imaginé envuelta en él y no en este gran lío. ¿Por qué no me contuve cuando tuve la oportunidad? Tal vez Jake no valía la pena después de todo.

¡Pero qué babosadas estás diciendo, Leah! ¡Amas a Jake! ¡Claro que lo que hiciste valió la pena! Si no, lo hubieras perdido. Me regañó mi subconsciente. Tal vez tenía razón, pero si él me amaba a mí, ahora me perdería. Para siempre.

-Sí -afirmé bajando la voz. Jordan había salido a trabajar nuevamente, pero no estaba de más ser precavida.

-¡Estás loca! ¡¿Te das cuenta de lo que has hecho?! ¡Vas a morir, maldita sea!

-Ya se, no lo hagas peor de lo que es.

-¡No puede ser peor! ¡Edward y yo perderemos a nuestra mejor amiga! ¡Nuestra hermana! -seguía gritándome, empujándome más al abismo de la culpa.

Negué con la cabeza y rompí nuevamente en llanto. Ya era lo suficientemete malo saber que Jordan perdería la única familia que le quedaba y que mis mejores amigos se quedarían solos. Era horrible pensar que solo me quedaban cuatro días de vida, con suerte. Eso si me mataban rápidamente y no me torturaban antes.

-Perdón -musité.

-No sirve de nada que yo te perdone. Ellos no lo harán. Te matarán -no supe qué responder. Sabía que de nada servía el perdón ahora, pero solo necesitaba un cómplice. Un confidente. Alguien que me apoyara en ese momento. Suspiró -. ¿Cuándo es el próximo control?

-En cuatro días. El sábado.

-Y ¿qué harás?

-Supongo que asistir y esperar lo inevitable.

Cerró los ojos con fuerza y se tumbó entre los almohadones. Verlo así me ponía mucho peor de lo que ya estaba. Es decir, estaba a punto de morir, ¿cómo no iba a sentirme mal? Incluso aunque haya sido en parte mi culpa. Agarré el teléfono donde aún se podía leer el problemático mensaje. Apenas leí esas línes, mi mandíbula tocó el suelo.

"¿Te sientes tan mal como para no hablarme? Anoche no parecías tan deprimida. Debo admitir que no fue mi primera vez, pero para haber sido la tuya estuviste bastante bien. Lástima que ahora morirás. ¿Te das cuenta por qué te dije no? Deberías haber frenado."

Un sentimiento amargo, casi repugnante me invadió interiormente. No pude evitar cubrirme la boca y temblar como la gelatina. ¡Ahora Logan pensaba que yo había tomado la iniciativa!

Bien, yo nunca me había negado a hacer lo que hice, pero Jake lo propuso y él no estaba dispuesto a parar. Si tan solo hubiese sido menos estúpida...

-Logan -susurré. No estaba dispuesta a dejar todo como estaba -, yo... yo no tomé la iniciativa. Es cierto que no me negué, lo acepto. Allí estuvo mi error. Pero juro, por todo lo que más quiero, que Jake en parte me estaba presionando. No quiero desligarme de toda culpabilidad, porque eso solo sería mentir. ¡Admito que tuve que ver con eso! ¡Es cierto! Pero él acaba de exagerar las cosas. ¿Puedes, por solo un minuto, considerar no solo señalarme a mí?

-Al parecer no lo entiendes, Leah. ¡No controlarán a Jake en cuatro días para saber si tuvo relaciones o no! Él no lo pagará con su vida. Además, si fuera él en vez de ti, no sería de mucha importancia para mí. ¡Tú eres mi amiga, Jake no! Sabes que ni Edward ni yo lo soportamos si quiera.

-Lo se. Pero es mi novio, acéptenlo -musité ahora algo irritada. No podía creer que mi mejor amigo estuviera deseándole la muerte a alguien.

-¿Acabas de decir lo que creo que oí? -se sentó y me miró muy seriamente. Tanto que me asusté un poco -¿Lo sigues considerando tu novio después de lo que te hizo?

-No me hizo nada. Los dos lo hicimos.

-¡Por favor, no digas estupideces! Repito: él no morirá, tú sí. ¡Solo te usó para satisfacer sus necesidades por una noche!

-¡Cállate, Logan! -estaba acabando con mi paciencia y no me mantendría demasiado tiempo estable para seguir discutiendo. ¿Acaso no se daba cuenta de que estaba complicándome más de lo que necesitaba?

-Tienes razón. Cerraré la boca. ¿Quieres saber qué más? Me largo de aquí. No lo soporto.

No tuve tiempo a decir nada más porque tomó su gorro, su cazadora y se marchó dando un portazo. ¿Dónde estaban mis verdaderos mejores amigos cuando los necesitaba? Esos que todos los días bromeaban y reían conmigo. ¿Dónde se habían metido? Porque tenía ganas de buscarlos, encontrarlos y darles una buena patada en el culo.

Ahora solo me quedaba hablar con Ed. Rogaba por que pudiera entenderme y no fuese tan duro conmigo como Logan.

___________________________________________

¡HOLA!

Bueno, estoy muy emocionada con este nuevo capítulo. Sinceramente no me esperaba tanto apoyo.

No tengo demasiado que agragar, solo que va dedicado a stillawkward . ¡GRACIAS POR EL APOYO!

Bueno, me despido por hoy. Espero que disfruten, voten y comenten ;)

Los quiere,

-Liz.

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