[Rayla humana y Callum elfo]
Rayla estaba sentada bajo un árbol afilando sus espadas. Mientras que Callum jugaba en la parte de arriba de aquel mismo árbol.
El se colgó de una rama sujetándose con sus pies, de manera que quedó frente a frente con Rayla. Solo que el estaba de cabeza.
—¿Cómo está la chica más linda del mundo?— le preguntó Callum a Rayla.
—No lo sé— dijo Rayla con una sonrisa— ¿Por qué no le preguntas a ella?
Callum hizo un puchero y entonces cayó del árbol, pero logró sujetarse con las alas que tenía en la espalda.
Al estar sentado en el suelo frente a ella se puso a verla. La miro con seriedad, pero ella ni siquiera levantó la vista un centímetro.
Al verla, Callum se dio cuenta que podría bromear un poco con ella, por despreciar un poco sus cumplidos más que nada.
Callum siguió mirando a Rayla durante unos minutos pensando en que podría decirle, así que se aclaro un poco la garganta.
—Y... ¿cómo esta la humana más terca y necia?— dijo con un tono considerable de sarcasmo para que ella no se enojara con él.
—Pues... bien, algo aburrida— dijo ella sin mirarlo pero con su misma sonrisa.
Callum literalmente estaba boquiabierto, no esperaba que Rayla le respondiera eso pero no lo otro que le había dicho.
Ella notó su reacción y soltó unas cuantas carcajadas.
—¿Por qué me miras así, chico pájaro?— dijo ella cuando terminó de reir.
—¿En serio te cres terca y necia, humana?— dijo Callum pero cambiando su expresión de sorpresa a una desafiante.
—Creo que si yo soy la terca y necia, tú eres el tonto y torpe— dijo Rayla apartando la vista de el.
—¿Y por qué yo debo ser el tonto y torpe?— dijo él fingiendo ofensa.
—Porque tu eres el elfo.
—¿Y si tu fueras el elfo?— dijo él.
—Tu serías el torpe— dijo ella soltando unas cuantas carcajadas apenas acabo de hablar.
—Eso no es justo— dijo él tratando de hacer que Rayla dejara de reír.
—Claro que lo es, yo seguiré siendo terca y necia, no importa si soy un elfo o un humano— dijo ella.
Callum pensó un segundo, de echo, Rayla tenía razón. El era muy torpe, y aunque el fuera el humano, su torpeza no se hiria.
—Bueno... supongo que es justo— dijo el tratando de ocultar el echo de que estaba sonrojado y apenado.
—Aunque, opinó, creo que tu serías igual de torpe como humano que como elfo.
—¡Oye! Los elfos también tenemos nuestro lado bueno e interesante— dijo él rápidamente.
—Eso ya lo sé— dijo Rayla— Pero, dime cual es ese lado.
Callum pensó un poco nuevamente, esta vez atacaría a Rayla con algo que ella no se esperaría.
—Nosotros no criticamos lo que dicen otros humanos y luego hacemos lo mismo nosotros mismos— dijo Callum.
Rayla lo miró desafiante.
—Bueno, pero nosotros no hablamos con los árboles— dijo ella llamando la atención de Callum inmediatamente.
Callum la volteo a ver con una cara de seriedad y ganas de reír.
—¡Ya te dije que no hablamos con los árboles!— dijo Callum casi gritando.
—Con los arbustos— dijo Rayla rápidamente.
Callum se sonrojo. Siempre lo hacía cuando Rayla le respondía de maneras astutas. No podía evitar el verla y decir: "Dios, tienes razón", pero por ahora no la tenía.
Volteo a verla, no le importo que su rostro estuviera más rojo que un tomate y la tomo por las mejillas.
—L-los elfos no hablamos con los árboles, y... y de hacerlo s-sólo lo harían los elfos d-de tierra— el dijo apenas logrando terminar.
Rayla sonrió al verlo.
—Ok, tienes razón— dijo ella y Callum volteo a verla sorprendido— Pero las cosas que los elfos dicen de los humanos también son mentira.
—¿Ah, si?— dijo Callum tratando de relajarse un poco.
—La viva prueba la tienes entre las manos— dijo Rayla.
Callum volteo a ver sus manos y de nuevo se sonrojo, tenía a Rayla entre las manos. Y de echo eso era cierto, ambos habían cambiado por completo el mundo del otro al conocerse. Bajo el rostro y Rayla comenzó a reír nuevamente.
—¿Lo ves, elfo tonto?— dijo Rayla alcanzando las manos de Callum con las suyas.
—S-si— Callum tartamudeo.
Rayla recorrió con sus manos los brazos de Callum hasta llegar a sus mejillas y las tomo con dulzura. Como el estaba tomando las suyas en ese momento. Jalo el rostro de él hacia ella y le dio un corto y escazo, pero dulce, beso en los labios.
Callum levantó la mirada.
—¿Tú también lo ves?— le dijo el con una sonrisa.
—¿Qué cosa?— dijo ella.
—Qué no te importa lo que los humanos digan de los elfos...— Callum aparto su rostro de ella, pero sus ojos la seguían viendo y con una mirada desafiante— me a-mas— dijo el jugando con las sílabas.
—¡Cállate!— dijo Rayla rápidamente apartando la vista, para casi al instante volver a verlo sonrojada— Pero si, te a-mo— dijo ella jugando con las palabras como Callum lo había echo hace algunos instantes.
Esto hizo que Callum se riera y sonrojara al mismo tiempo. Rayla se pasó unos cuantos segundos mirándolo, pero no puedo evitar que su risa se contagiara y después de unos instantes ambos se encontraban riendo a un volumen muy alto.
Pero Rayla se detuvo secándose una lágrima que se había escapado de su ojo.
—Ok, ok— dijo ella— Si seguimos riéndonos así, se nos saldrá un pulmón.
Callum también paró de reír, como pudo. Cuando se calmo, volteo a ver a Rayla y notó que ella lo estaba viendo con una sonrisa algo... ¿coqueta?
—¿Por qué me miras así?— dijo él tratando de imitar su sonrisa.
—Porque es tu turno de decirme que me amas.
—¡Ya lo hice!— dijo Callum rápidamente.
—¿Ah, si?
—Si, con un cumplido que tu despreciaste totalmente— Callum, al decirlo, se puso la muñeca en la frente tratando de actuar como si estuviera destrozado por dentro.
—Ay, ya ¿ok?. No es para tanto— dijo Rayla poniéndole una mano en el hombro— Además, puedes intentarlo otra vez.
Callum levantó la vista y le sonrió a Rayla.
—Ok, aquí voy— dijo decidido.
—Yo te espero— dijo Rayla.
Callum se aclaró la garganta y miró a Rayla con amor.
—¿Cómo está la person más buena y tierna del mundo?— dijo él y espero una respuesta, la cual, Rayla se tardo un poco en dar.
—No lo sé— dijo ella, y al instante la expresión de Callum cambió a una seria con un puchero incluido, pero casi al instante Rayla volvió a hablar— ¿Cómo estás, Callum?