[Rayla y Callum]
—¿Callum? ¡Callum ayúdame!— se escuchaba la voz de Rayla gritando.
—¿Rayla? ¡¿Rayla dónde estás?!— Callum le devolvió el grito.
Todo se había vuelto oscuro. Callum escuchaba a Rayla, pero no la veía. Había agua en sus pies, pero no la sentía, aún así el terror e incertidumbre eran envolventes.
Callum siguió avanzando hasta que notó la figura de Rayla a lo lejos.
—¡Rayla! ¡Rayla!— gritó Callum corriendo hacia ella, pero con cada paso que se acercaba podía notar que Rayla se veía diferente— ¿Rayla? ¿Estás bien?
Rayla se acercó a el también, pero esa no era Rayla. Callum quedó sorprendido al tan solo verla, tenía el cabello de color blanco y otro tanto de color negro, al igual que sus ojos. Ese bello color amatista desapareció de ellos, ahora solo había oscuridad.
—Rayla... ¿pero qué...?— Callum estiro su mano para poder tocarla pero ella lo tomo por la muñeca y aparto su mano de su rostro cruelmente.
—Llegaste tarde— al tiempo que Rayla dijo esto, algo jalo a Callum hacía el suelo undiendolo.
Callum callo en un pequeño lago. Se levantó y ahí estaba Rayla de nuevo. Y, con miedo de que algo le hubiera podido pasar, se dirigió hacia ella.
—Rayla, ¿qué está pasando?— dijo Callum avanzando hacia ella con preocupación.
Rayla se volvió hacia Callum, se veía normal de nuevo, como era ella. Así que el avanzó más rápido, pero Rayla dijo algo que hizo que Callum parara en seco.
—¿Tú quién eres?— dijo ella volviéndose hacia el.
Una vez más, Callum fue tragado por el suelo. Ahora estaba en la Torre Tormenta, en la cima.
Pudo divisar a Rayla a lo lejos. Corrió hacia ella con toda la fuerza que tenía.
Apenas llego la tomo por los brazos y la volteo hacia sí.
De nuevo tenía esa apariencia, su cabello era totalmente negro esta vez. Sus ojos hundidos en la oscuridad.
Calum la soltó y retrocedió, en los ojos de él solo podía verse el miedo e incertidumbre.
—Rayla... ¿pero qué... qué fue...?— Rayla interrumpió antes de que Callum pudiera terminar.
—Magia oscura— dijo ella como si fuera la cosa más normal— Ya no hay nada que puedas hacer por mi, ahora esta soy yo. Pero eso no es lo peor, lo peor es que tu tienes toda la culpa.
Rayla avanzaba hacia Callum, lo llevaba hacia el borde de la Torre.
—Grite tu nombre pero no me escuchaste— siguio diciendo Rayla— Te esperé pero no viniste. Ahora me iré y tendrás que cargar con ese dolor, tú solo.
—¡No, Rayla! Por favor— Callum avanzo hacia ella y la detuvo por un segundo— No te vayas.
—Lo siento, pero me lastimaste— dijo Rayla volviendo a caminar.
—¡Rayla!...—Callum volvió a detenerla una vez más, cuando el borde de la Torre solo se encontraba a unos cuantos centímetros— Y-yo... Te Amo
—Ya es muy tarde para decir eso— dijo Rayla e hizo algo inesperado.
Ella saltó de la Torre.
—¡No, no, no, Rayla!—Callum intento saltar detrás de ella, pero no podía, sus pies parecían estar adheridos al suelo— ¡No, no, no, no, no, no!— Callum hacia intentos desesperados por saltar, pero ni siquiera podía moverse, estaba perdiendo tiempo.
Al poco tiempo logró liberarse, pero justo cuando iba a saltar, pudo escucharlo, el golpe del impacto...
~°•°~
—¡Rayla!— Callum grito exaltado sentándose en la cama, las lágrimas brotaban de sus ojos y agarraba las sábanas con fuerza.
Cuando se calmo un poco recorrió con la mirada el lugar donde se encontraba, estaba en su dormitorio, en el castillo.
Pronto vio que Rayla no estaba durmiendo a su lado, su corazón casi se detuvo en ese momento.
Salió de la cama y abrió la puerta listo para salir a buscarla. Pero no puso ni siquiera un pie fuera de la habitación cuando chocó con Rayla.
—¿Qué pasa? ¿Qué sucede?— dijo ella entrando a la habitación con sus dagas en las manos lista para acabar con cualquier enemigo.
Callum no lo penso ni un solo segundo, se dirigió hacia Rayla y la abrazó con todas sus fuerzas haciendo que ambos cayeran al suelo.
—¿Callum? ¿Qué pasa?— Rayla quiso apartar a Callum un poco de ella, solo para verlo a la cara, pero el no se dejó, en cambio, la abrazó con más fuerza.
—Por fa- Por favor, no te vayas— dijo el llorando y con la voz débil, mientras se hundía en el pecho de Rayla y la abrazaba con fuerza— No me dejes, por favor. Perdóname, perdóname. Soy un idiota, quédate conmigo, por favor.
Rayla volteó a ver la cama y después el cabello de Callum.
"Fue una mala idea dejarlo solo" se dijo a si misma.
Intento separarlo un poco de ella, quería verlo a la cara, pero el no se dejaba.
—¡No, no, no! No te vayas, te lo ruego. Perdóname ¿si?—Callum no dejaba de decirlo— Todo es mi culpa, tienes razón. Perdóname, mi amor, perdóname. Lo digo en serio, no te vayas.
—Shhh, ya, tranquilo. Cálmate— dijo Rayla tratando de calmarlo y acariciandole el cabello y la espalda— Todo esta bien, estoy aquí contigo. No me voy a ir, lo prometo.
—Perdóname— volvió a decir Callum.
—Tranquilo. Si, te perdonó— Rayla deslizó una de sus manos a su rostro y le levantó la cara suavemente—¿Estás bien?
Callum solo asintió.
—Perdón por dejarte solo. Tenía que...— Rayla en ese momento fue interrumpida por Callum.
—No, ya no importa. Solo no te vayas— dijo el abrazandola con más fuerza.
—Tranquilo, me voy a quedar aquí, ya no tengo que hacer nada.
Ambos se quedaron en el suelo abrazados. Callum no quería soltar a Rayla ni un solo segundo y ella lo seguía arrullando a él dulcemente.
Pronto Callum empezó a temblar un poco por el aire que entraba por la puerta, la cual seguía abierta.
—Tienes frío, ¿cierto?— preguntó Rayla.
Callum asintió nuevamente.
—Callum, te prometo que no me voy a ir —dijo Rayla alzando su rostro para poder verlo— Vamos a acostarnos, ¿ok?
—Esta bien— dijo Callum tratando de sonreír.
Rayla ayudó a Callum a levantarse. Cerró la puerta, lo acostó, se acostó junto a él y los cobijo a ambos.
Una vez acostados, pasaron un tiempo viéndose el uno al otro. Rayla podía ver en los ojos de Callum que estaba asustado... No, asustado no, aterrado.
—Esta bien, Callum. Estoy aquí, no tienes que decirme que soñaste si no quieres hacerlo— dijo ella acercándose a el.
—Y-yo... yo te perdía, y... y era mi culpa— sin previo aviso, Callum volvió a acercarse a Rayla y abrazarla.
—Ok, ok. Ven aquí, amor— dijo ella recibiendolo en sus brazos— Estoy bien. Por favor ya no llores ¿si? Intenta dormir un poco.
Callum asintió, pero no se despegó de Rayla.
Ambos se quedaron dormidos juntos, Callum cerca de Rayla y ella arrullandolo a él.
Todo estaría bien, mientras se mantuvieran juntos.