Ya un nuevo día había empezado para la pequeña Haruno. Luego de su "charla" con el Hokage, apenas pudo pegar el ojo en toda la noche. El estrés y nervios de la respuesta la dejaba completamente intranquila.
¡JaJAjaJaja!
¡Pero que idiota! ¡jajajaja!
¿¡Porque no mejor te vas y me dejas tranquila!?
¡¡YA SAL DE NUESTRA VISTA!
Parecía algo completamente irónico, desde que sus pies pisaron esa aldea su mente no deja de dar vuelvas. Se sentía insegura y desprotegida sin aquellas encantadoras mujeres. Pero debía de ser fuerte.
En un instante parecía que sus dolores de cabeza volverían, pero el leve golpeteo de la puerta logra distraerla. Al abrirla, su vista e encuentra con un pequeño niño, el quien al verla se sonroja al instante.
K: ¡Y-yo el desayuno traerte! -suelta casi en un chillido- ¡No! ¡Yo traerte el desayuno! -Los nervios no lo dejaban siquiera el pensar las palabras que salían de su boca- ¡Quiero decir----!
Gracias a la sueve risa de la niña, el pequeño puedo al fin el calmarse. Para Lynn le era una escena muy tierna y graciosa a la vez. En cambio, el pequeño no pudo esconder una gran sonrisa, al pensar que él le hizo reírse de esa forma tan linda.
Lynn: Muchas gracias, es un gesto muy lindo de tu parte -con una ligera sonrisa, ella agarra aquella pequeña bandeja con su desayuno- ¡Eres un encanto!
K: -Su sonrisa se ensancha al igual que su sonrojo aumenta en proporción- ¡No es nada!
Sin darle tiempo a responder, el niño sale corriendo por el pasillo. Por causa de los mismos nervios, él tropieza con su misma bufanda, la cual le quedaba colgando al ser demasiado larga para él. Y antes de que salga del capo de visión de la chica, se escucha un claro: "¡Soy Konohamaru, por cierto!".
Otra pequeña risa sale entre los labios de la chica antes de volver a adentrarse al cuarto y cerrar la puerta tras ella. Sin duda, aquel pequeño niño logro distraerla de las voces causadas por ella misma.
[...]
Mientras tanto por otro lado del edificio, para ser mas exactos, en el despacho del Hokage.
Hokage: ¿Como estuvo?
Kakashi: Bastante inquieta la verdad -suelta en un suspiro- Necesita despejarse, a este paso le seguirá dando vueltas al asunto y no terminara para nada bien. Necesita tener su mente centrada en otra cosa que no sea- -el ninja se ve interrumpido por la voz del superior-
Hokage: Estoy consciente de ese dilema, Kakashi... -con un leve suspiro hace un gesto con la mano- ya puedes irte, debo encargare de esto lo mas rápido posible...
No hizo falta mas para que el ninja desaparezca del despacho en una nube de humo, dejando al mayor en un profundo silencio.
[...]
Ya paso gran parte del día y la pequeña niña no podía el soportar mas el estar encerrada en aquella pequeña habitación. Debía despejarse, porque sino sentía que se volvería loca en cualquier momento.
Y que mejor que distraerse con un pequeño paseo a la nostalgia...
Con completo sigilo sale de aquel edificio, no sabía si lo que hacía estaba bien o no. Pero no quería arriesgarse a que la obligaran a volver a aquella silenciosa y solitaria habitación.
Su paso era tranquilo y se dejaba llevar por los olores de las numerosas tiendas de comida, los sonidos la guiaban a distintos sectores. Una pequeña sonrisa se apoderaba de su rostro y numerosas sensaciones alegres de la nostalgia la inundaban. Incluso, no recordaba el porque huyo....
Tal pensamiento deja estática y confundida a la niña. Si todo aquel lugar le recordaba una vida alegre y tranquila.. ¿Porque huyo? ¿Que había sucedido ese día? ¿Por que su mente se negaba a recordar?
Lynn empezaba a hiperventilarse, parecía una lucha inconsciente sobre ella misma. Estaba por darle un ataque nervioso, pero en un momento la rítmica melodía de unos tambores logran atraer levemente su atención.
Al elevar la mirada, ve como por la calle pasaba un pequeño grupo de adolescentes y adultos, donde tocaban diversos instrumentos. Los adultos se encargaban de la melodía y algunos de los adolescentes se acercaban a las personas mas cercanas a ellos y los hacían girar o incluso bailar a su par. Siendo ese el caso de Lynn.
Una hermosa chica de cabello negro se acerca a ella, la hace girar en su mismo eje para sacarla a bailar a la mitad de aquella calle. La gente cercana aplaudía y disfrutaba del espectáculo de los bailarines y músicos. La niña volvía a su estado anterior, disfrutando de aquel momento y dejando que todo mal se esfumara, dejando que todos los cercanos sientan una gran sensación de tranquilidad.
[...]
XX: -un fuerte bostezo sale de entre sus labios- Pero que ruidosos...
Un chico no muy alejado de aquel "show" callejero, se encontraba con una expresión de cansancio, soltando algún que otro bostezo aislado. Sus manos se encontraban con algunas bolsas, debido a que fue obligado por su madre, a ir a comprar algunos alimentos para su cena de esa noche.
XX: No entiendo como la gente puede ser tan ruidosa y energética. Preferiría estar haya arriba, flotando en el cielo, sin obligaciones o preocupaciones, tal como una nube... ¿Mmh?
Al por fin regresar sus pies a la tierra, su mirada es contrada con aquella nueva niña en la aldea. Inconscientemente se queda viendo el como ella giraba y bailaba a la par de aquella adolescente.
En un intento de seguir con su camino, debía de surcar entre ese mar de bailarines y músicos Donde en mas de una ocasión intentaron integrarlo con ellos, cosa que evito a toda costa. Al por fin liberarse y abrirse camino, el chico deja salir el aire en un cansado suspiro.
Pero su tranquilidad dura poco al sentir un fuerte empujón a su costado, casando su desequilibrio.
[...]
Pov. Lynn
La chica no dejaba de bailar y el guiarme con ella, la verdad es que la estaba pasando genial. Ella no dejaba de sonreírme y reíamos untas cuando sin querer nos chocábamos con alguna otra persona bailando. Pero todo lo que empieza tiene un fin, un chico se acerco a ella para sacarla a bailar, a lo que yo sonrío y me despido con un movimiento de mano.
Con algo de esfuerzo logro abrirme paso entre la gente, pero para mi desgracia soy empujada con algo de fuerza. Por lo que pierdo el equilibrio fácilmente y accidentalmente arrastro a un chico conmigo. Ambos caímos con fuerza al suelo, quedando tirada básicamente sobe su pecho y que las bolsas que llevaba consigo se caigan, botando algunas de las cosas que se encontraban dentro de ellas.
Lynn: ¡Agh! -no pude retener un porque básicamente, nuestras cabezas chocaron entre si en un instante de la caída- ¡L-lo lamento tanto!
Apenas me puse a verlo, puesto que casi al instante salgo de arriba suyo y empiezo a recoger las cosas esparcidas para que la gente que nos rodeaba no las pisen. Solo podía escuchar leves suspiros y algún que otro "Que fastidio", por lo que no podía evitar el disculparme cada cinco segundos.
Solo faltaba una manzana, por lo que me apresuro en agarrarla. Pero lo que no contaba era con que el chico también lo iba a hacer, por lo que nuestras manos quedan una sobre la otra. A comparación de mi mano, la suya era levemente mas fría.
Y por primera vez, desde que chocamos, levanto la mirada para verlo a la cara, quedándome casi sin palabras. Puesto que mi mirada se encuentra con la suya, a decir verdad, tenia unos lindos ojos rasgaos y su mirada era tan profunda que logro ponerme algo nerviosa.
Lynn: En serio, lo lamento mucho... -suelto por fin al alcanzarle la manzana-
XX: T-Tranquila... -logro notar un pequeño sonrojo sobre sus mejillas- Sinceramente no me gusta pasar por este lugar, siempre hay mucha gente...
Lynn: Jaja si, lo note -suelto con algo de gracia al estar un poco mas tranquila-
XX: Por cierto, soy Shikamaru Nara -con tranquilidad me extiende su mano-
Lynn: Un gusto, Lynn Haruno... -le respondo con una pequeña sonrisa-
[...]
Ya el sol se estaba ocultando, no debían de perder mas tiempo, Sarutobi debía decirle su decisión antes del anochecer.
Con algo de impaciencia y nerviosismo espera, hasta que aquel ligero golpeteo se hizo presente ya era la hora. Solo había una cosa que deseaba...
Que aquel día no se volviera a repetir...