Taylor Alison Swift, sesiones documentadas.
-¿Taylor, puedes repetirme lo que acabas de decirme?
-Mi nombre es Alison, ella es la que se llama Taylor.
-¿Quién es ella?
-Es la jefa, ella nos manda.
-¿Es producto de tu imaginación, Alison?
-Ella es real.
-¿Qué acabas de decir?
-¡Ella es real!
Un rostro desfigurado tapo la cara de Alison y la pantalla se volvió negra.
Mi corazón latia con fuerza, mis manos sudaban y mis ojos dolían de tanto estar viendo la televisión.
El mismo rostro aparecía en cada una de las cintas de Alison en el mismo momento: segundos antes de que la pantalla se volviera negra.
Guarde todos los archivos en una carpeta y caminé hasta mi habitación.
Los pasillos estaban oscuros, pasaban de las 12 de la noche y no habia nadie fuera de su habitación, doctores y pacientes estaban ya en sus respectivas camas.
Mi cuarto quedaba justo en medio de los pacientes con bipolaridad y los esquizofrenicos.
Un gritó me sacó de mis pensamientos, corrí hasta el origen de aquel, era la última habitación del pasillo, abrí la puerta con mi llave y deje la carperta en el piso.
-¡Dejenlo en paz! ¡él no tiene la culpa de nada! ¡callate!-Un Harry sudoroso se encontraba sentado en la cama con las piernas cruzadas y las manos en las orejas, la vena de su cuello se saltaba a causa de sus profundos gritos, sus ojos estaban abiertos de par en par rojos a más no poder.
-Harry.-Hablé tratando de hacerme escuchar por sobre el ruido. Él me miró, de su boca salían pequeñas tiras de sangre y su cabello se pegaba a su frente. Caminé hacia él arrodillandome en su cama, tome sus manos y las separé de su cabeza.
-William.-Dijo mi nombre antes de desmayarse en mis brazos.