━━ CAPÍTULO CERO
░ 彡 ⛓ EL COMIENZO ❜
LUEGO DE MÁS DE TRECE AÑOS, Kaila pudo al fin, volver a sentir esa increíble sensación de nuevo. Todo se sentía como si fuera la primera vez que lo tocaba. La hierba verde y cálida por el sol, se sentía como algodón en sus dedos. Los rayos de sol iluminaban su pálido y fino rostro. Su largo y rubio cabello, se movía como el viento y el aire fresco y cálido de verano, era una sensación increíble.
Se sentía como si luego de trece largos años pudiera respirar, como si todo ese tiempo hubiera estado conteniendo la respiración. Estaba respirando de nuevo.
Una gran sonrisa iluminaba su rostro. Sin aguantarlo soltó un grito de alegría y riendo cínicamente, comenzó a saltar y dar vueltas. Todo ese tiempo había vivido con el pensamiento de que moriría encerrada, que sus últimos días los pasaría en compañía de criminales que simplemente se reirían de su muerte, rodeada de dementores que aspirarían su última felicidad (si es que tenia). Pero no, ahí estaba, era libre.
Detrás de ella había un hombre. Su cabello descuidado y largo ocultaban su rostro, junto con la cloran mata de barba, pero aún así su sonrisa era visible. Sonreía al ver a la chica reír, sonreía por volver a sentir el fresco aire que creyó no volver a sentir jamás.
Y a pesar de que los fantasmas de su amigo, la culpa y el remordimiento lo siguieran persiguiendo, él estaba feliz. Tendría que comenzar a superar la muerte de una de las personas más importantes de su vida. Comenzaría de nuevo. Demostraría su inocencia.
La rubia giró para sonreír en su dirección. Levantó una mano y saludó con entusiasmo. Luego de correr en círculos, estirando las piernas, tratando de mover los músculos atrofiados, se había alejado lo suficiente como para tener que gritar si quería ser escuchada por su compañero.
El hombre se convirtió en un enorme perro negro de ojos grises, y comenzó a correr alrededor de la chica.
A pesar de haber estado encerrados tantos años, y estar débiles por la falta de comida y movimiento, nada podía arruinarles el momento. Nadie podía arruinarles nada. Todo iba a la perfección, el plan iba a la perfección. Pero las cosas suelen irse a la mierda muy fácilmente, sobre todo si lo que buscaban esta cerca. Muy cerca...
Y es que, eran libres, habían logrado escapar de Azkaban, pero en poco tiempo Kaila Robinn y Sirius Black estarían muy jodidos.