Han pasado dos meses desde que SeHun y yo limamos asperezas. Desde entonces las cosas han mejorado en todos los sentidos. Incluso la situación con mis padres. Mi madre ha venido a visitarme dos veces en este tiempo y yo he vuelto a mi antigua casa con regularidad. Por fin hemos comenzado a hacer los preparativos para la boda. Mi padre se ha asegurado de que SeHun trabaje para él ahora que se haya graduado. Nos costó convencerlo pero al final aceptó, con la condición de que no recibiría ningún trato especial solo por ser mi prometido. También he vuelto a cocinar. A pesar de que no es la misma persona que me enseñaba cuando tenía catorce años.
-Está delicioso. ¿Estas seguro de que no lo preparó KyungSoo?
-¡Claro que no! – Entrecierro los ojos. - Cuando me propongo hacer algo lo hago y cocinar es algo que siempre me ha gustado. No sé por qué te sorprende.
-No te enojes solo pensé que estabas bromeando. Me gusta que cocines. – Se levanta de su asiento y camina hacia mí. – Me gustas tú. – Deposita un beso casto en mis labios. – Debes tener más cuidado. La próxima vez podrías no solo golpearte la boca.
-Seré más cuidadoso. – Le devuelvo el beso y me aparto un poco de él. - ¿Quieres que sirva el postre?
-¿Tú eres el postre? - Su tono de voz es insinuante.
-No. – Sonrío – Es mucho mejor de lo que estás pensando. – Lo aparto cuidadosamente. Camino hacia el refrigerador para sacar trufas de chocolate.
-¿Aún hay más sorpresas? – Trata de tomar una pero se lo impido.
-Regresa a tu lugar y podrás comer todas las que quieras.
-Te has vuelto muy mandón.
-Pero te gusta que lo sea. – Sirvo unas cuantas en los pequeños platos y le doy el suyo.
-Está muy rica. – Dice mientras mete una trufa completa - No, está deliciosa. – Traga. - Me recuerda a las que hacia mi madre.
Un calosfrío recorre mi espalda. Sólo escuchar mencionarla me estremece.
-SeHun. – Levanta la vista - ¿Qué paso con tu madre?
Me mira por unos segundos. Toma otra trufa y la muerde.
-Ella murió cuando tenía diecinueve. Yo me encontraba de visita y tuvo un accidente. Callo de las escaleras y murió.
-Lo siento, yo...- Las palabras quedan atascadas en mi garganta.
-Eso fue lo que nos dijeron. Sin embargo he investigado al respecto y no. – Muerde la trufa completa. – Ahora sé que no fue un accidente. La mataron. – Sonríe. - ¿No comerás?
Muerdo una trufa, aunque realmente ya no la apetezco. Siento su mirada fija en mí. Siento como si él supiera que yo tuve que ver con la muerte de su madre.
-Y cuando sepa quien fue, haré que se arrepienta de haber nacido. No merece compasión y mucho menos ser disculpado.
- No puedes pensar de esa manera. Tal vez estas equivocado. Todos merecen una segunda oportunidad. - Trago salida.
-No, no la merece. – Parece calmado. - Esa persona no le dio una a mi madre ¿Por qué tendría yo que hacer lo contrario? – Sigue comiendo como si lo que acaba de decir fuera algo sin importancia. Me quedo en silencio hasta que el vuelve a hablar.
-Será mejor que vayamos a la cama. Después de todo mañana tengo que trabajar y tu ir a clases. ¿Quieres que te ayude a recoger?
-Está bien. Yo recojo. Te alcanzo en un momento. – Tomo los platos para depositarlos en el fregadero. Entonces escucho sus pasos alejarse.
Mientras termino de lavar los trastos. Viene a mi mente la conversación que tuve hace dos días con TaeMin.
– Me he enterado de que próximamente te casarás con ese tipo. Y sabes, he tenido curiosidad por saber si él está al tanto de que tú fuiste quien mató a su madre.
-¿Cómo sabes que es...?
-Hijo de aquella mujer. Pequeño, ¿Quién va a la guerra sin armas? Nadie, no si la intención es ganar. Y veo que tengo razón. Él no sabe que tú la mataste.
-Yo no la maté. Y eso lo sabes mejor que nadie.
-Lo que te convierte en mi cómplice. Pudiste haberme delatado y te quedaste callado. No creo que tu noviecito lo tome muy bien.
-Él lo entendería. Yo estaba asustado, no tenía idea de la magnitud de tus actos.
-Lo entendería. Vaya, tan seguro estás – Me miró fijamente.
-Bien. Entonces me quedaré aquí hasta que tu "amante" llegue y juntos le contaremos lo que sucedió aquella noche. Por supuesto, con algunos cambios previos.
- ¿Qué es lo que quieres?
-Eso es lo que esperaba escuchar. Te quiero a ti de todas las formas en que puedas imaginar.
-¿Qué esperas? ¿Un sí por respuesta? Vamos, TaeMin. No eres idiota.
-Un chico rudo ¡Wow! Esto es nuevo pero no te equivoques conmigo. Sabes de lo que soy capaz de hacer y no quiero lastimarte. A menos que sea necesario.
-¿Y eso debe mantenerme en calma?
-Debería. Te acabo de decir que no deseo lastimarte. Quiero que por tu propia voluntad vengas a mí y a cambio dejaré tranquilo a tu novio. No queremos que el sufra ¿o sí?
– No tengo catorce años, no puedes hacerme más daño del que ya me hiciste.
-Puedo y sabes que lo haré. Por las buenas o por las malas tendré lo que quiero. Me gustan los retos.
-¡Vete a la mierda! ¡Jamás tendrás algo de mí! Prefiero morir antes que verme a tu lado.
-Me encanta cuando te enojas.
Tomó con ambas manos mi rostro y me besó. Traté de empujarlo y a cambio recibí una mordida en mi labio inferior. Abrí la boca por instinto y aprovechó ese descuido para tomar mis labios con frenesí.
-Me vuelves loco – Me miró por unos segundos – Tienes dos días para dejar a ese imbécil o asumirás las consecuencias de lo que suceda. – Volvió a besarme y se dirigió a la salida.
Si tan solo él no hubiera regresado. Nada de esto estaría pasando. Y lo peor es que sabía que SeHun no tomaría bien lo de su madre. Él me odiaría si se entera que yo tuve que ver con su muerte y ni siquiera quiero imaginar lo que le haría a TaeMin. Aunque realmente no me importa lo que le pase a ese imbécil. Ya no tengo miedo de él. No le daré el poder para destruirme porque haga lo que haga alguien va a salir lastimado pero tampoco quiero seguir mintiendo.
+++
-Hola Jessica ¿SeHun sigue ahí? He llamado a su móvil y no contesta.
-Hola LuHan. Salió hace quince minutos.
-¿Sabes si tardará?
-No lo sé. Lo llamó el hermano de Kai y por lo que escuché le dijo algo que lo molestó. No tardó en salir de su oficina. ¿Quieres que le de algún recado cuando regrese?
- ¿TaeMin lo llamó? ¿Estás segura?
-Si. No dijo nada, solo se fue.
-Gracias Jessica.
No puede ser. Ese maldito hijo de puta le va a contar todo.
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-Señor Kim, el señor Oh está aquí ¿Lo hago pasar?... Si, ahora mismo le digo.
El señor Kim dice que puede pasar.
He venido aquí sin saber a qué enfrentarme. Recibí la llamada de TaeMin pensando que se trataba de algo relacionado con el trabajo pero en cuanto mencionó a LuHan y sus supuestos encuentros no pude resistirme a venir a la boca del lobo.
-Adelante SeHun. Estás en tu oficina. – El tono de burla me tensa más de lo que ya estoy.
-¿Quieres una copa? – Lo miro desde la puerta.
-No. Dejemos las formalidades para otro momento. Vayamos al grano y dime que tienes que decir.
-Siéntate. Lo que voy a decirte no te va a gustar. Así que ponte cómodo.
Sin perder de vista su estúpida sonrisa tomo asiento en unos de los sofás junto a la pequeña mesa de centro.
-¿Estás seguro que no quieres nada de tomar? - Lo miro con el ceño fruncido haciéndolo ver que no estoy para juegos. – Como quieras. - Se sienta en el sofá que esta frente a mí.
-Imagino que el pequeño ciervo no te ha contado que hace dos noches nos vimos. – Toma de su vaso de whisky. – Se ha vuelto todo un hombre. Es tan apasionado.
-¿A dónde diablos quieres llegar con todo esto? – Aprieto los puños.
-Su labio debe estar menos hinchado. Besa increíblemente salvaje. Si no fuera porque me dijo que estabas por llegar, tal vez lo hubiéramos pasado mejor.
Me contengo. Eso no puede ser verdad. LuHan no pudo haber metido a nuestra casa a este idiota. Pero su labio...
-Eso no es verdad. Él no haría tal cosa. No con un hijo de puta que abuso de él.
-Eso te dijo. – Se echó a reír - SeHun, eres tan ingenuo. LuHan era una adolescente con las hormonas a flor de piel, seguramente lo dijo porque no quise nada serio. Así son todos.
-Eres un maldito cobarde. – A este ritmo no seré capaz de contenerme. – Si sólo me hablaste para hacerme perder el tiempo con tus inventos, será mejor que me vaya.
-No, no. Tranquilo, solo quería saber cómo seguía Hannie – Bebe una vez más de su vaso – Hombre, tienes un alma vieja. – Esboza una leve sonrisa.
-Déjate de juegos y habla. –Mi voz suena amenazante.
-Hace unos años me volví cercano a LuHan debido a que mi hermano y él eran amigos. Y ya sabes tuvimos una breve aventura. Una noche él me llamó y dijo que estaba solo en su casa y que podríamos pasarla bien. Sin embargo, no contábamos con que el ama de llaves llegaría justo cuando estábamos por...
-¿Ama de llaves? - Habla de mi madre.
-Si, el ama de llaves nos encontró en una situación comprometedora. Se asustó y creyó que yo trababa de lastimar a LuHan. ¡Y no! Él lo estaba disfrutando. – Lo escucho reír ruidosamente - Trato de procesar lo que está diciendo - Como sea. LuHan también se asustó y para que no lo delatara comenzó a gritar y decir que yo quería abusar de él y en uno de sus arrebatos, la mujer se lanzó a golpearme. Todo estaba oscuro y caí al suelo. Ella seguía golpeándome y entonces LuHan trato de detenerla y ¡Pum! rodó y rodó por las escaleras. Por desgracia la mujer murió.
-Estas diciendo que tú y LuHan... - Trago saliva con dificultad. Él es quién empujó a mi madre y LuHan lo supo todo el tiempo.
-Asi es SeHun ¿Estás seguro de que no quieres un trago? - Me acerca su vaso - Sé que esto es repentino. Pero debes saber que LuHan no es la persona que crees. Él es malo. Detrás de esa cara angelical vive un ser manipulador. Me parece extraño que no lo sepas. Vives con él y se van a casar ¿Por qué si se van a casar, cierto?
-¿Por qué me dices todo esto? Sé lo que LuHan es capaz de hacer.
- Yo me arrepentí y no hay día en que no sienta culpa por lo que hicimos con esa mujer. De hecho, busqué a su esposo y fue cuando me enteré de que tenía un hijo.
-¿Y? - Es lo único que logro decir.
-Sé que ella era tu madre. -Trata de parecer consternado - Lo siento.
-Mataron a mi madre y te atreves a pedirme disculpas como si fuera tan simple.
Escucho la voz de LuHan afuera. La puerta se abre y la cierra de un portazo.
-¡Eres un maldito hijo de puta! No te saldrás con la tuya porque yo mismo le voy a decir lo que pasó.
-Hola pequeño. También me da gusto verte. Tardaste en llegar pero ya le he contado todo a Hunnie. -Sonríe divertido -Míralo lo tomó bien.
Mi vista se ha nublado. Siento miles de emociones y no se cual es más fuerte que yo. Llorar no es una opción, no va conmigo pero me cuesta creer lo que acabo de escuchar.
-Hunnie – Sus ojos están a la altura de los míos – Cariño. Vamos a casa, te contaré cómo sucedieron las cosas, te diré todo lo que me pidas. Por favor, salgamos de aquí.
- Tus sabias que él estaba metido en todo esto y nunca me lo dijiste – Aprieto los puños. Lo aparto bruscamente y me pongo de pie.
-SeHun, por favor. Vámonos – Me toma del brazo.
-Sabía que tu tenías que ver con la muerte de mi madre – Me paso las manos por la cara – Siempre lo supe y fue la razón de que te tratara como lo hice al principio. – Los ojos de LuHan se abren como platos.
-¡Wow! ¡Así que ya lo sabías! – TaeMin aplaude a la vez que se pone de pie - Me agradan los chicos listos.
-Sé más de lo que crees. Y no sabes cuánto he esperado por saber quién mato a mi madre – Me acercó poco a poco a él - ¿Disfrutaste patearla? ¿Fue antes o después? – Le doy un puñetazo aprovechando su estado shock. ¿Te comió la lengua el ratón? – Se ríe, lo que hace que me enfade más.
- Le hice un favor al mundo. Zorras como tu madre hay muchas – Estoy por darle otro golpe y me golpea en la entrepierna – Deberías estar agradecido – Se coloca encima de mí y suelta un puñetazo que me deja aturdido.
-¡Suéltalo, TaeMin! – Escucho la voz de LuHan. Ya no siento el peso de su cuerpo. Abro los ojos y lo veo golpearlo. Con un poco de dificultad me incorporo. Lo jalo del brazo y justo cuando voy a lanzarle otro puñetazo todo se vuelve negro. Lo último que escucho es un grito de LuHan.
+++
-¡SeHun! ¡Reacciona! ¡No puedes dejarme!
-Joven no lo mueva. La ambulancia ya llegó. Por favor tranquilícese.
- No voy a dejar que suceda lo mismo que con tu madre. No voy a dejarte. No me importa si no quieres volver a verme. No me importa que me odies. Por favor abre los ojos.
Un hombre me aleja de SeHun. Me apartan de su cuerpo y veo mis manos manchadas de sangre. Hay demasiada sangre en el piso. Todo es por mi culpa. Yo no quiero esto, no lo quiero...
Con sangre pagarás lo que me has hecho "Hunnie", con tu sangre escribiré mi nombre y lo disfrutarás... Harás cosas que jamás pensaste hacer y cuando ese momento llegue, el juego habrá terminado, tu vida habrá terminado"