ยณห‘ ๐Ž๐๐‹๐˜ ๐˜๐Ž๐” โ†ฏ Cedric...

BแปŸi cmmv2004

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โ•ญONLY YOU TRILOGYโ•ฎ ๐จ๐ง๐ฅ๐ฒ ๐ฒ๐จ๐ฎ | [โ˜„๏ธ] ; โLa idea de una vida sin ti resulta totalmente... Xem Thรชm

โœง ๐Ž๐๐‹๐˜ ๐˜๐Ž๐” โœง
โ”โ”โœง Prรณlogo
โ”โ”โœง PRIMERA PARTE
โ”โ”โœง Uno
โ”โ”โœง Dos
โ”โ”โœง Tres
โ”โ”โœง Cuatro
โ”โ”โœง Cinco
โ”โ”โœง Seis
โ”โ”โœง Siete
โ”โ”โœง Ocho
โ”โ”โœง Nueve
โ”โ”โœง Diez
โ”โ”โœง Once
โ”โ”โœง Doce
โ”โ”โœง Trece
โ”โ”โœง Catorce
โ”โ”โœง Quince
โ”โ”โœง Diecisรฉis
โ”โ”โœง Diecisiete
โ”โ”โœง Dieciocho
โ”โ”โœง Veinte
โ”โ”โœง Veintiuno
โ”โ”โœง Veintidos
โ”โ”โœง Veintitrรฉs
โ”โ”โœง Veinticuatro
โ”โ”โœง Veinticinco
โ”โ”โœง Veintisรฉis
โ”โ”โœง Veintisiete
โ”โ”โœง Veintiocho
โ”โ”โœง Veintinueve
โ”โ”โœง Treinta
[โ˜„๏ธ] ; ๐—ฎ๐˜‚๐˜๐—ต๐—ผ๐—ฟ'๐˜€ ๐—ป๐—ผ๐˜๐—ฒ
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โ”โ”โœง Treinta y uno
โ”โ”โœง Treinta y dos
โ”โ”โœง Treinta y tres
โ”โ”โœง Treinta y cuatro
โ”โ”โœง Treinta y cinco
โ”โ”โœง Treinta y seis
โ”โ”โœง SEGUNDA PARTE
โ”โ”โœง Treinta y siete
[โ˜„๏ธ] ; ๐—ฎ๐˜‚๐˜๐—ต๐—ผ๐—ฟ'๐˜€ ๐—ป๐—ผ๐˜๐—ฒ (๐—ฎ๐—ด๐—ฎ๐—ถ๐—ป)
โ”โ”โœง Treinta y ocho
โ”โ”โœง Treinta y nueve
โ”โ”โœง Cuarenta
โ”โ”โœง Cuarenta y uno
โ”โ”โœง Cuarenta y dos
โ”โ”โœง Cuarenta y tres
โ”โ”โœง Cuarenta y cuatro
โ”โ”โœง Cuarenta y cinco
โ”โ”โœง Cuarenta y seis
โ”โ”โœง Cuarenta y siete
โ”โ”โœง Cuarenta y ocho
โ”โ”โœง Cuarenta y nueve
โ”โ”โœง Cincuenta
โ”โ”โœง Cincuenta y uno
โ”โ”โœง TERCERA PARTE
โ”โ”โœง Cincuenta y dos
โ”โ”โœง Cincuenta y tres
โ”โ”โœง Cincuenta y cuatro
โ”โ”โœง Cincuenta y cinco
โ”โ”โœง Cincuenta y seis
โ”โ”โœง Cincuenta y siete
โ”โ”โœง Cincuenta y ocho
โœง ๐ƒ๐ˆ๐„๐‚๐ˆ๐๐”๐„๐•๐„ ๐€๐ฬƒ๐Ž๐’ ๐ƒ๐„๐’๐๐”๐„ฬ๐’ โœง
โœง ๐„๐๐ˆฬ๐‹๐Ž๐†๐Ž ๐ˆ๐ˆ (๐’๐Ž๐‘๐๐‘๐„๐’๐€) โœง
โœง ๐ƒ๐€๐“๐Ž๐’ ๐‚๐”๐‘๐ˆ๐Ž๐’๐Ž๐’ โœง

โ”โ”โœง Diecinueve

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BแปŸi cmmv2004

╔═.✵.══════════╗
AFTERGLOW
╚══════════.✵.═╝

。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。

Cedric lucía impactado, inclusive ella misma lo estaba, no esperaba decir todo eso, pero... Ya no podía más, no podía más con eso, mucho menos ella sola.

—Eres... La razón por la que sigo viva, sin la que no podría vivir... Nunca te rindes cuando me rompo en mil pedazos, siempre estás ahí para mi, dispuesto a abrazarme, —dijo la azabache sintiendo como el enorme lastre que había estado cargando se esfumaba de a poco— me perdonas rápidamente cuando me equivoco y... Maldita sea eres... El chico perfecto, todas quieren estar en mi lugar, tienes miles de opciones y yo simplemente no te merezco, Ced, no merezco esta oportunidad, ni tu amor, sin embargo, sigues dándomelo, eres todo lo que quiero... Yo...

—_____________, escúchame —la interrumpió el ojigris

La pelinegra no se había dado cuenta de que ya estaba hecha un mar, pero él la miraba gentilmente, con esa mirada suya tan... Amorosa.

—No vuelvas a decir eso nunca en la vida, ¿ok? Antes de ti, yo no había experimentado esto que siento cuando estoy contigo. No hay nadie más, no hay otra chica a quien yo quiera, sólo a ti. Te amo, ¿me oyes? Sé que me amas, o al menos eso creo... —siguió el ojigris sonriendo un poco

«Y es así...» pensó la pelinegra, otra vez quería decirlo, con todas sus fuerzas, pero antes de que ella reuniera el suficiente coraje como para decirlo, el ojigris se le adelantó.

—Así lo siente mi corazón, deja de ser tan dura contigo misma, por favor, eres una buena persona, una chica maravillosa, de verdad creo que nos merecemos el uno al otro —dijo el ojigris acercándose a ella sobre la mesa— si tú te alejas corriendo, correré detrás de ti, es lo que hago, y admito que es agotador...

Ambos rieron levemente mientras se acercaban el uno al otro, lentamente acercaron los rostros, sus respiraciones de estaban mezclando cuando Cedric habló.

—Pero te amo, así que seguiré corriendo detrás de ti —susurró Cedric cuando sus labios estaban rozándose

—Estoy tan enamorada de ti... —confesó la pelinegra en el mismo tono que el ojigris— Te quiero, mucho, Ced...

Sin embargo, la azabache no pudo decir nada más, pues en menos de un segundo, Cedric ya estaba besándola, tanteó por sobre la mesa hasta encontrar las manos del ojigris, el chico envolvió sus manos en las de él, las manos de Cedric eran cálidas, a comparación de las de ______________ que estaban muy frías, se besaron como si no hubiera mañana, pues ciertamente les había hecho falta el otro.

______________ se sintió viva de nuevo, sintió la magia corriendo a través de sus venas, seguía sin creer que Cedric la hiciera sentir todo eso, sólo con un beso, un simple beso. Se separaron lentamente, la pelinegra abrió los ojos para encontrarse con el rostro sonriente de Cedric frente a ella.

—No hay que volver a pelear así, por favor, sentía que me volvía loco sin poder besarte —dijo el ojigris tomando su mano por sobre la mesa

_____________ se sonrojó, acomodó su fleco un poco, después de todo, Cedric seguía siendo su debilidad, la seguía haciendo temblar.

—Creo que les irá genial en el partido que viene, —mencionó la pelinegra cambiando de tema— Ernie mencionó que han estado entrenando duro, luego de lo del primer partido de Hufflepuff y lo de la nueva estupidez de Umbridge.

Cedric rió suavemente— Incluso cuando cambias de tema, me sigues pareciendo la chica más bella del planeta.

La pelinegra sintió el color subírsele a las mejillas, miró a todos lados menos a los orbes grises frente a ella, en un intento por encubrir sus enormes nervios buscó su cerveza de mantequilla con la mano, pero, tanteó mal y terminó derramándola sobre Cedric.

—¡Carajo! —exclamó la pelinegra con las mejillas de un rojo carmesí— ¡Lo siento, Ced, lo siento!

Exclamó ______________ desesperada mientras el ojigris reía, aunque ella no le veía lo gracioso, era una completa tonta, es decir, ¿quién derramaba cerveza de mantequilla sobre su novio? Pues ella, se sentía muy torpe.

—¡Lo siento, lo siento, lo siento! —seguía repitiendo la pelinegra apenada— Yo te seco.

Dijo aún sonrojada, sacó su varita del bolsillo de sus jeans, la agitó levemente y en cuestión de segundos, el ojigris estaba limpio y seco, como si nada hubiera pasado, en todo el proceso Cedric no paró de reír ni _____________ de disculparse, cuando todo pasó, la azabache escondió su rostro entre sus manos aún sosteniendo su varita, no era ninguna broma que su torpeza era legendaria.

—Pero que idiota... —se regañó la pelinegra más avergonzada que nunca

Siguió murmurando regaños para si misma, a una velocidad increíble, y es que no le cabía en la cabeza como un ser humano podía ser tan torpe como ella, había arruinado todo completamente, lo que no sabía era que Cedric la estaba escuchando.

—Mi amor... —intervino el ojigris pero la azabache no le oyó, así que la tomó de las manos para hacerla observarlo— Mi amor, no pasó nada, fue un accidente, además... Ya comenzaba a hacer calor.

Bromeó el ojigris, sonriendo. _____________ seguía sonrojada, lo miró con una mueca, comenzaba a odiar ser tan torpe, finalmente el ojigris dejó un beso en su nariz, ella sonrió al igual que él. Se quedaron viendo entre ellos, la azabache no sabía ni qué hacer, pero no necesitó pensarlo mucho, porque Cedric sonrió.

—Anda, terminemos esto y vamos afuera, quiero divertirme con mi chica —dijo el ojigris sonriéndole

La pelinegra agradeció estar sentada, porque aquella sonrisa que Cedric le estaba regalando había hecho sus rodillas temblar, seguramente ya estaría en el suelo de haber estado en pie, bebieron lo que les quedaba de cerveza de mantequilla, Cedric no dejó que ella pagase algo, insistió en que ella era una dama y en una cita, una chica no debería pagar nada, a lo que ella simplemente se sonrojó.

Después ambos fueron a visitar la casa de los gritos, ______________ nunca se había acercado a ese lugar ni de broma, le daba pavor, aunque a decir verdad, ______________ era muy miedosa, ahora que lo pensaba, prácticamente todo le daba miedo, pese a eso, era muy impulsiva y le gustaba probar cosas nuevas; una vez frente a la casa de los gritos, y por insistencia de Cedric, ahí estaba ella, temblando, no de frío sino de miedo.

—N-no lo sé Ced, este lugar no me gusta... —dijo la pelinegra insegura

—Oye, no tengas miedo, estoy contigo —le interrumpió el ojigris sonriendo

—¡No me pidas eso! —exclamó la pelinegra mirándolo con los ojos abiertos

























»»————- ★ ————-««

El castaño rió y tiró de ella hasta entrar a la casa de los gritos, posteriormente fueron a la tienda de bromas de Zonko, después a la casa de la pluma y entraron a una tiendita donde vendían libros a petición de la pelinegra, era una tienda que ninguno de los dos había visto nunca, Cedric sonrió con ternura ante el brillo intenso que se apoderó de los ojos de la azabache, la muchacha tiró de él con una mano hasta la entrada, mentiras que con la otra mano abría la puerta de la tienda.

Ambos se introdujeron en el lugar, el sitio era poco pintoresco y destartalado, pero bastante acogedor, a decir verdad, el lugar tenía una chimenea pequeña que estaba literalmente en medio de dos enormes libreros, que tenían la altura de las paredes y estaban repletos de libros.

Cedric observó a su novia, la muchacha tenía la boca ligeramente abierta, sus ojos eran como un relámpago que iba y venía observando cada detalle del recinto, tenía un brillo intenso en los ojos, la azabache se soltó de él, Cedric la miró todo el tiempo, realmente no estaba prestando atención al lugar, su mente estaba concentrada en su novia.

La peliengra tocaba los libros con la palma extendida, como si quisiera sentir algo con los libros, Cedric apenas notaba que llevaba puesto un anillo en su dedo medio, lo cual le resultó extraño, pero lindo al mismo tiempo, más tarde le preguntaría por el anillo, ahora que lo recordaba, no se lo había visto puesto nunca. Los susurros de la pelinegra lo sacaron de sus pensamientos, la pelinegra susurraba títulos embelesada.

—Oh, por Dios, ¡mira! —exclamó emocionada la pelinegra tomando un libro de una de las estanterías

La muchacha se acercó a él corriendo, llevaba un libro poco grueso en manos, la portada era café y tenía escrito en letras doradas “Los Tres Mosqueteros”, la azabache parecía fascinada con aquel objeto, Cedric sonrió, aquella mirada curiosa que amaba en ella estaba instalada en los ojos de la muchacha, los delgados labios rosados de la pelinegra estaban curvados en una radiante sonrisa, el ojigris se sentía incapaz de hablar, estaba embelesado con su novia.

—¿Qué hace un libro muggle en una librería mágica? —inquiró la pelinegra intrigada

—Ni idea —respondió Cedric saliendo de su ensimismiento

—Ese es un libro muy bueno, jovencita, no hay distinción en los libros, ya sean de magia o muggles, los libros siempre son libros —dijo la voz de una anciana al fondo del lugar

Tanto Cedric como _____________ se volvieron rápidamente hacia donde provenía la voz. Sentada en uno de los rincones, estaba una anciana mayor, de cabello tan gris como la fachada de la tienda, tenía arrugas en la piel y era pequeña, usaba unas gafas de media luna similares a las del profesor Dumbledore, vestía una bata de color azul oscuro, su cabello estaba peinado en un elegante moño adornado con una liga negra.

—Perdone, yo... —habló la pelinegra alzando el libro— Es...

La mujer rió levemente— No te disculpes, querida niña, la curiosidad sólo es mala en exceso, como todo en la vida.

—No sabíamos que estaba cerrado —dijo Cedric nervioso

—No lo está muchacho, nunca está cerrado este lugar para los curiosos... —dijo la mujer levantándose de su asiento— Ahora, díganme qué clase de lugar quieren visitar.

La azabache parecía estar a punto de estallar de emoción, se mordió el labio inferior decidiendo si seguirle el rollo a la mujer o no, Cedric no la culpaba, hablarle de libros a la pelinegra era darle alas para volar muy lejos, finalmente, el ojigris tomó una mano de la chica y ambos se acercaron a la mujer, que estaba frente a una estantería buscando algo.

La mujer y su novia entablaron una animada conversación sobre la fábula de los tres hermanos en los cuentos de Beedle el Bardo, la pelinegra hacía preguntas de todos los libros que se le ocurrían y de cualquier cosa, realmente, preguntó por la familia Black y un montón de cosas más a las que Cedric realmente no prestó atención.

Estaba seguro de que era interesante, pero él, muy personalmente, estaba más ocupado admirando como todo funcionaba en cámara lenta cuando veía a la pelinegra, terminaron sentados en el suelo frente a la chimenea mientras la mujer les contaba historias sobre el mundo mágico.

Cedric observaba con fascinación a su novia, quien parecía una niña pequeña ansiosa por saber, era tremendamente tierna de aquella manera; al rededor de las cinco de la tarde, ambos salieron de la librería con las manos enlazadas, Cedric miró a su novia con una sonrisa, la azabache iba con una sonrisa de oreja a oreja, mientras con su brazo libre sostenía el montón de libros que la mujer le había obsequiado, ella sólo había pagado un par de ellos.

Pues aunque la mujer insistió en que se los regalaba por ser los únicos que se habían interesado en sus historias, la pelinegra insistió también en pagarle algo a la mujer, por lo menos, Cedric le había dicho a la amable señora que era mejor no discutir con su novia, había sido una tarde agradable, incluso el propio Cedric había obtenido un par de libros, solo que a él no le causaban tanta emoción como a su novia.

Tuvieron que regresar a pie, pues los carruajes se habrían ido hacía ya un buen rato, pero no les importó, iban hablando de cualquier cosa que se les ocurriera, todo parecía haber vuelto a ser como antes, las risas nunca faltaron, la conversación no se acababa, Cedric se sintió tan embriagado de amor, que podría sentarse ahí mismo a escribir un poemario de quinientas páginas sobre lo que sentía por la pelinegra.

Aún con ganas de seguir en su pequeño mundo, ambos jóvenes acordaron ir a sentarse bajo el roble al que solía ir cuando _____________ iba en primer grado. Se acomodaron en uno entre los brazos del otro, tanto para entrar en calor, como para estar seguros de que eso realmente estaba pasando y no era un sueño o una ilusión.

—Me alegra haber estado contigo hoy, Ced, —dijo de pronto la pelinegra mientras ambos se acurrucaban el uno al lado del otro— la mujer de la librería me cayó bien.

—Si, parecieron entenderse bien, había momentos en los que no comprendía ni una palabra de lo que decían —dijo Cedric acariciando el cabello de su novia mientras miraban el atardecer aparecer en el horizonte

La azabache rió— Eres un encanto.

Ninguno dijo nada por ese pequeño momento, se quedaron así, simplemente disfrutando de la compañía del otro, el atardecer estaba realmente hermoso, Cedric pensó que las tonalidades naranjas, rosas y amarillas fundiéndose con las rojas y moradas no eran ni la mitad de hermosas que la chica a su lado.

Volvió el rostro hacia su novia, su cabello también lucía distinto bajo la luz solar del atardecer, era como una paleta de colores inexplorada y verdaderamente hermosa, todas las tonalidades de cabello posibles en el mundo, estaban en la negra cabellera azabache de su novia, desde el dorado solar hasta el oscuro tono azabache natural de la pelinegra. Y en eso, Cedric deseó que el tiempo se detuviera.

—Deberías ver cómo la luz baila por tu cabello... —dijo el ojigris sin pensar— Millones de colores avellana, dorados y rojos... Ni si quiera el espectáculo frente a nosotros de ve tan hermoso como tú en este momento.

Notó como ella se sonrojaba, la pelinegra bajó la mirada apretando los labios, no dijo nada, sólo se quedó mirando al suelo unos segundos y luego dirigió sus ojos hacia él, en ese momento, el tiempo verdaderamente se detuvo. El corazón de Cedric dio un vuelco, los orbes chocolate de su novia lucían realmente bellos a la luz del sol... Se veían... Diferentes, únicos, brillantes...

—Eres un amor de ser humano, Cedric Diggory, tengo suerte de tenerte a mi lado —dijo la azabache mirándolo con aquel resplandor característico de ella en los ojos

El ojigris la miró a los ojos, eso era como un milagro, ella era un milagro, ella era... Magia. La magia más hermosa que Cedric hubiera visto nunca, el afortunado era él, porque esa chica frente suyo, era una en un millón, estar con ella era como estar en una nueva dimensión, ella era única, asombrosa y... Simplemente perfecta.

—Estoy tan enamorado de ti... Es como si el mundo simplemente desapareciera. —susurró el ojigris acercándose a los labios de la pelinegra— No me callaré, y me aferraré a ti más fuerte... Te sostendré hasta el resplandor.

—¿El resplandor? —inquirió la pelinegra sonriendo

—Es... Ese momento exacto cuando el sol brilla con intensidad en el horizonte, justo antes de ocultarse, y pienso tenerte entre mis brazos hasta el resplandor, todo el tiempo que pueda —explicó Cedric sonriendo mientras acercaba su rostro al de su novia

—Te quiero tanto... —susurró ella acercándose también

Finalmente unieron sus labios en un dulce beso, siendo testigo de ello, el resplandor del atardecer, los últimos rayos de sol iluminándolos tenuemente mientras desaparecía en el horizonte,en algún momento comenzó a nevar, por lo que el paisaje invernal solo provocaba que el momento fuese aún más lindo, Cedric abrazó fuertemente a la pelinegra, no era broma, iba a abrazarla tan fuerte como pudiera, no iba a dejarla ir.






















。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。

Se separaron lentamente, la pelinegra no pudo evitar sonreír tontamente, mientras abría los ojos, ahí estaba el rostro de Cedric siendo iluminado de forma angelical por los últimos rayos de sol de aquel sábado, ______________ sintió un zoológico de snitchs doradas dentro de su estómago, lucía aún más guapo de aquella forma, se estremeció ante la imagen que tenía en frente, no pudo evitar sonreír tontamente.

—Hace frío —fue lo único que pudo salir de su boca, se golpeó mentalmente por ello

Cedric rió un poco— Volvamos adentro.

Ambos volvieron al castillo, se escabulleron a las cocinas mientras cargaban los libros que habían adquirido y hablaban de cualquier cosa nuevamente, _____________ se sentía más feliz que nunca, ¡cómo había extrañado a Cedric! Definitivamente iba a ser un suplicio no tenerlo en Hogwarts a diario cuando este año escolar acabara.

Sacaron dos tazas de chocolate caliente de la cocina, idea de Cedric, para después, sentarse en el sofá frente a la chimenea y se acurrucaron frente al fuego, de pronto, una idea cruzó por la mente de la pelinegra, pero era demasiado tímida como para pedirlo, así que se dedicó a leer uno de los libros que la mujer de Hogsmeade le había obsequiado.

Pero entonces, como si Cedric pudiera leer su mente, se acomodó de forma que ella pudiera sentarse frente a él, con su espalda pegada al pecho del ojigris, el castaño pasó un brazo por su cintura, después le quitó el libro de las manos. ______________ se acurrucó en el pecho del ojigris con una sonrisa en el rostro.

Dejó su cabeza en el pecho de su novio, mientras el ojigris comenzaba a leerle el libro, ella observaba y escuchaba la melodiosa voz del ojigris relatarle la historia del libro, no había nada más perfecto que eso para _____________, no quería estar en ningún otro lugar más que ahí.

—Nunca tuve a nadie que me guiara de regreso a casa, pero ahora entiendo... —dijo la azabache en una pausa que hizo el ojigris— Que tú me guías a casa.

—Oh, cariño —dijo el ojigris besando su cabeza

Luego el ojigris siguió leyendo, y la azabache podía apostar a que Cedric sonreía, ella no era de decir ese tipo de cosas, pero había sentido la necesidad de decirlo en ese momento; ahí se quedaron ambos acurrucados mientras el ojigris leía el libro para ella.

El ambiente acogedor y el cansancio los fueron invadiendo poco a poco, causando así, que ambos se quedarán dormidos en el sofá de la sala común de Hufflepuff, esa noche ____________ no tuvo pesadillas como las noches anteriores, durmió como nunca antes, abrazada al chico de sus sueños.


❉⊱•═•⊰❉⊱•═•⊰❉⊱•═•⊰❉

Desde aquel día en Hogsmeade, ____________ no había dejado de sonreír, se le veía más animada y optimista, lo cual a veces preocupaba a sus amigos, sin embargo, les agradaba que la azabache fuese así, algunas cosas eran más fáciles de esa manera; Umbridge tampoco la había vuelto a castigar.

Todo marchaba de perlas, aunque esa tarde, era el turno de la pelinegra de que la cara de sapo la interrogara sobre la posibilidad de reuniones estudiantiles ilícitas, lo cual no la tenía nerviosa, sabía mentirle a todo el mundo, menos a su madre, a sus amigos y a Cedric.

Pero hablaban de Umbridge, no iba a ser complicado engañarla, sobre todo porque era un viejo sapo arrugado, que creía que nadie era mejor que ella. La peliengra entró al salón de DCAO, vio a la fila de estudiantes amontonados contra un muro esperando ser interrogados, Ernie le hizo una seña a lo lejos para que se acercara.

La azabache le sonrió al rubio para después observar quién estaba a lado del rubio amigo suyo, era nadie menos que Theodore Nott, _____________ suspiró pesadamente, era incómodo lidiar con un chico a quien le gustas y que además, está empeñado en buscarte, la pelinegra se ajustó la mochila al hombro y se acercó a Ernie.

—Hey, Ern —saludó la azabache colocándose a lado de Ernie mientras intercambiaba una mirada rápida con Theodore

—Hola, ángel —la saludó el Slytherin volviendo la vista a su libro

—Hola... —saludó la pelinegra con simpleza mientras se fijaba en otra cosa con ligera irritación

—Dicen que los que salen de la entrevista dicen todo lo que piensan, dicen la verdad a todo el mundo, Marie Young dice que empezó después de beber el té, —susurró Ernie a la pelinegra— así que cuidado si te ofrece algo de beber, Umbridge no es de fiar.

—Ern, extrañamente, eso ya lo había deducido —susurró de regreso la pelinegra

—Vale, sabelotodo, sólo te advierto... —dijo Ernie con cautela— que recaerá con cualquiera que ande cerca de Potter, y sé que es casi de tu familia, me preocupas, manos de mantequilla.

—Pues deja de preocuparte, Ernie —habló la pelinegra rodando los ojos mientras Ernie la empujaba levemente- tendré cuidado.

La pelinegra sacó uno de los libros que le había regalado la mujer de Hogsmeade la última vez que estuvo en el pueblo mágico, hablaba sobre las distintas escuelas mágicas del mundo, sus historias, fundadores, alumnos y profesores destacados; _____________ no podía creer que en Brasil hubiera una escuela de magia dentro de una pirámide...

¡Una pirámide! Y que el nombre estuviese en portugués, aunque la mejor escuela de magia siempre sería Hogwarts, por mucho. La peliengra estaba ensimismada en su lectura sobre Ilvermorny, tanto que no se dio cuenta de que Theodore Nott, quien estaba a su lado, estaba demasiado cerca y tenía las narices metidas en su libro también.

—La fundadora de Ilvermorny era descendiente de Salazar Slytherin, ¿sabías? —susurró el ojiverde al oído de la azabache

_____________ se tensó, aquello lejos de provocarle escalofríos o estremecimiento, le provocó extrañeza, ¿por qué Theodore Nott se empeñaba en coquetearle sabiendo que ella tenía novio? Bueno, no lo tomaba personal, según Hannah, Nott era un coqueto con todas.

Pero la incomodaba el hecho de que ella le gustaba al Slytherin, tal vez si _____________ no lo supiera, sería más fácil para ella sobrellevar la situación, pero lo sabía, y eso era lo incómodo; la pelinegra lo miró intentando no expresar su desconfianza.

—Si, acabas de leerlo en el libro —dijo ella simplemente forzando una sonrisa, luego volvió a su lectura

—De acuerdo, me descubriste —admitió el pelinegro sonriendo— oye, creo que no te he agradecido por ayudarme con Herbología, ya sabes, la semana pasada.

—No hace falta, me gusta ayudar —respondió la azabache sin mirarlo

—Es muy complicado hablar contigo, ¿sabes, ángel? —soltó de pronto el chico

«Eso fue muy directo, hasta para mi» pensó _____________ apartando la vista de su lectura para plantarles una mirada inquisitiva al chico a su lado.

—Escucha, Nott, no pretendo ser grosera, pero estaba leyendo y... No me encanta que me interrumpan mientras leo —dijo ____________ secamente

Eso era verdad, cierto era que ella podía hacer varias cosas al mismo tiempo, pero si algo le gustaba cuando leía, era que no la molestaran, y Theodore la estaba molestando al intentar hablar con ella, ¿es que el chico no entendía que ella no quería hablarle y que era educada solo porque si? Verdaderamente ella también podía ser muy directa si se lo proponía.

—Lo siento, ángel, si te comunicaras más, lo habría sabido —dijo Theodore guiñándole un ojo

La pelinegra rodó los ojos malhumorada, detestaba que los chicos hicieran ese tipo de cosas, esa actitud descarada y altanera nunca le gustó en un chico, ¿era atractiva aquella conducta? Quizás, pero a _____________ le gustaban más los chicos... Nerds, como... Cedric: lindos, caballerosos, atentos, amables, tímidos, inteligentes. Quizás porque ella era así.

Dejó de pensar en ello cuando la lectura sobre la escuela mágica americana se puso aún más interesante mencionando que los alumnos se enfrentaban a un peligroso torneo cada año para demostrar sus habilidades mágicas; los minutos fueron pasando, finalmente fue el turno de ____________ para entrar a la oficina de la cara de sapo.

—¿Gusta un poco de té, Brooks? —inquiró Umbridge con aquella irritante sonrisa

—No, gracias —dijo la pelinegra sonriendo lo más amablemente que pudo

Porque sinceramente, ella quería golpear a Umbridge hasta que se quedara sin oxígeno, la única razón por la que no lo hacía, era porque Umbridge podía hacer que la enviaran a Azkaban por ello, si no es que Hilda la mataba primero por agredir a un profesor.

—Te ves un poco pálida, querida, insisto —dijo Umbridge tercamente empujando la tacita de té hacia ella

____________ la tomó entre sus manos a regañadientes.

—Ahora, confío en que habrá aprendido de sus castigos anteriores y me dirá la verdad. —dijo Umbridge bebiendo té— ¿Ha escuchado o sabido de alguna reunión secreta?

—No, profesora.

—¿Estás completamente segura, querida?

—Completamente.

—Tengo entendido que eres prefecta.

La azabache asintió dejando la taza frente a ella, presentía que lo que venía no iba a ser bueno. Nada bueno.

—Y que estás en una relación... Amorosa con el joven Diggory.

____________ frunció el ceño, ¿eso qué le interesaba a la vieja? Definitivamente era una chismosa.

—Con todo respeto, profesora, eso no le incumbe —dijo la pelinegra con suspicacia

—Señorita Brooks, todo lo que pase en este colegio a partir de ahora, me compete, así que. Responda. Mi. Pregunta. —exigió Umbridge sonriendo

______________ quería entrar en pánico, porque no se le ocurría una mentira convincente para evadir aquella pregunta, necesitaba que sus estúpidas neuronas reaccionaran rápido porque de lo contrario, estaría metiendo la pata a lo grande...
































▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

¡¡HOLA, HOLAAAAAA!! Sip, aquí reportándome con el capítulo del día de hoy 🥰

Cedric y Brooks ya se reconciliaron, de nuevo XD, díganme, ¿qué les pareció el capítulo? ¿Cuál fue su parte favorita? ¿Cuáles creen que son las intenciones de Theo? Leo sus comentarios 😉🥰

En fin, espero que les haya gustado, que lo hayan disfrutado, voten y comenten si quieren más, no olviden que las amo y Cedric también, soy su fan, bye 💜💜✨✨

P. D: de verdad que voy a necesitar una dosis enorme de Cedric hoy, porque estoy 100% desanimada 😭

------- Travesura realizada ---------

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

ฤแปc tiแบฟp

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Lara pensaba que Toni era el amor de su vida, pero dejรณ de serlo hace mucho, despuรฉs del primer golpe que recibiรณ por su parte cuando estaba embaraza...
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Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decรญan ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...