Jimin volvió a entrar en la casa con la chaqueta de Jungkook en mano, fue algo difícil lograr meterse entre tanta gente, la entrada se había llenado de pequeños grupos de amigos que hablaban y reían escandalosamente mientras no paraban de beber, más de uno estaba demasiado borracho, agradecía que Jungkook se hubiera quedado en la terraza.
Zigzageó entre las personas, teniendo que empujar a un par de ellas para poder seguir caminando ya que debido a la fuerte música por mucho que pidieras permiso para pasar nadie te escuchaba, por lo que tuvo que usar algo de fuerza con las personas, apartándolas de su camino.
Antes de poder subir las escaleras que lo llevarían al segundo piso Taehyung apareció frente a el, mirándolo curioso.
—¿Donde está Jungkook?.—preguntó con la voz algo agitada, Jimin supuso que era debido a que había estado bailando.
—En la terraza.—señaló los escalones con la cabeza—.Fui a traerle la chaqueta porque tiene frío.
Jimin tuvo que elevar la voz para que se le escuchara, era difícil comunicarse con tanto ruido.
—¿Lo has dejado solo?.—Taehyung gritó.
—El está bien, le he dicho que no se moviera de ahí.—aseguró.
—Date prisa y ve con el.—Taehyung le empujó hacia las escaleras—.Y tráelo para que baile conmigo.
Jimin rió, negando con la cabeza mientras Taehyung se alejaba de el, si Jungkook iba a bailar con alguien sería con el.
Se giró para comenzar a subir los escalones pero nuevamente una mano lo detuvo, se giró pensando que sería Taehyung nuevamente pero se encontró con Yerin, una de sus amigas más cercanas.
—Hey, Jimin.—ella le sonrió ampliamente—.Vamos a bailar.
La chica alzó las manos, dando pequeños saltos siguiendo el ritmo de la música, y aunque en otro momento el habría aceptado bailar con ella, ahora tenía cosas importantes que hacer, además no quería que Jungkook los viera y pensara cosas que no eran.
—No, gracias, Yerin.—se negó con una sonrisa—.Debo ir a por mi chico.
Ella dejó de saltar, mirándolo curiosa.
—Entonces tráelo a él también y bailamos los tres.—ofreció.
Jimin rió, Yerin realmente era una chica que encontraba solución a todo.
—Bien, le preguntaré si quiere venir a bailar.—asintió.
Ella asintió conforme alejándose nuevamente, aún dando pequeños saltos y bailando.
Jimin esta vez subió las escaleras sin ser interrumpido, pensando que tal vez sería bueno comenzar a meter a Jungkook en su círculo de amistades y así que el fuera más social sin necesidad de agobiarlo.
Empujó la puerta de cristal, una sonrisa comenzando a aparecer en su rostro a medida que ponía un pie en la terraza, buscando a Jungkook con la mirada, pero dicha sonrisa desapareció en el momento en el que divisó el rostro de Jungkook con lágrimas escurriendo por sus mejillas.
Jimin abrió los ojos sorprendido, había un tipo agarrando a Jungkook del rostro con fuerza mientras que parecía estar olisqueándole el cuello como un jodido animal, una de las manos del maldito también estaban tocando la piel del menor a través de las aberturas de la camisa que tenía puesta.
Jungkook solo tenía los ojos cerrados fuertemente mientras un par de lágrimas rodaban por su rostro, las manos del castaño sujetas a la mano en su mandíbula, tratando de apartarla.
¿¡Que demonios?!.
Cuando Jimin salió de su estupefacción dejó caer la chaqueta blanca que había ido a traerle al menor, caminando con pasos pesados y la respiración agitada, la ira subiendo a cada paso.
—¿¡Que jodidos crees que haces!?.
Jimin agarró con fuerza de la sudadera del chico tirando de el y lanzándolo al suelo con fuerza, importándole muy poco si este salía dañado, pero dejándolo en un segundo plano ya que su vista fue hacia Jungkook, quien lo miraba aturdido con sus oscuros ojos.
—Jimin...—su voz fue tan baja que a penas y pudo oírla.
Jimin lo agarró de los brazos poniéndolo de pie y pegándolo a su cuerpo, rodeándolo con sus brazos, tratando de transmitirle algo de calma.
—Ya estoy aquí, cariño.—Jimin besó la frente del castaño, acariciando su cabello.
—Yo...no...no...
—Shhh.—Jimin susurró en su oído, volviendo a besar su frente—.Todo está bien.
Cuando notó al otro chico poniéndose de pie colocó a Jungkook detrás suya y lo enfrentó, no pudiendo esconder su sorpresa cuando lo reconoció, claro que conocía a ese imbécil.
—Tu...—pudo recordar aquel día cuando aquellos tres chicos estaban molestando a Jungkook en el parque, ese imbécil era uno de ellos.
Jungkook le había dicho que él era el peor de todos.
—¿Quien mierda te crees que eres, eh?.—Kyung-Soo lo miró con la mandíbula apretada.
—Aquí la pregunta es, ¿Quien mierda te crees que eres tú?.—Jimin lo miró enfurecido.
—Jimin...—Jungkook agarró el final de su chaqueta, tratando de alejarlo de Kyung-Soo.
—Se quien mierda eres, maldito descerebrado.—Jimin dio un apretón a la mano de Jungkook, su mirada aún fija en Kyung-Soo—.¿Te crees que es divertido meterte con otras personas, eh?.—frunció el ceño—.¿Te crees mejor y superior por eso?.—lo señaló, una sonrisa amarga—.Pues déjame decirte la verdad, eres una mierda, no eres nada, no eres más que un cobarde que se mete con personas incapaces de pelear.
Kyung-Soo apretó aún más fuerte su mandíbula, sus dientes chirriando por la rabia.
—¿Quieres saber lo cobarde que soy, eh?.—Kyung-Soo dio pasos hacia el, remangándose la chaqueta en los brazos, una sonrisa socarrona en su duro rostro—.Ven aquí, te mostraré.
Ambos estaban dispuestos a usar los puños contra el otro.
—No, no, no.—Jungkook sollozó, tirando de Jimin—.No, por favor, Jimin.
Jimin no pudo evitar dar unos pasos hacia atrás debido a que Jungkook estaba tirando de el con demasiada fuerza.
—Si quisiera, ahora mismo te partiría la cara y borraría esa estúpida sonrisa de tu estúpida cara.—Jimin lo señaló con el dedo, la mirada fija en el.
Kyung-Soo soltó una risa, sacando la lengua y pasándola por su labio inferior, una pose indiferente.
—Eso habría que verlo.—alzó una ceja, mirando a Jungkook—.Una vez más te has librado, Jungkook.
—Habláme a mi, cobarde.—Jimin se colocó frente a Jungkook, tapándolo de su vista.
Jungkook solo podía agarrarse con fuerza a Jimin, impidiendo que este avanzara más hacia Kyung-Soo y así evitar la pelea, no quería que Jimin se peleara por su culpa, no quería que saliera lastimado.
Kyung-Soo volvió a reír, mirando entre ambos.
—Tu no tienes nada que ver conmigo, chico.—se cruzó de brazos, mirándolos—.Aqui la cosa es entre Jungkook y yo.—una sonrisa socarrona volvió a asomarse en su rostro—.¿No es así, Jungkook?.
—Lo que tenga que ver con el también tiene que ver conmigo.—Jimin gruñó, no gustándole ese tono que había usado.
—No entiendo porque estás tan molesto.—su voz se oía calmada—.Si Jungkook y yo somos amigos, ¿No es así, querido?.—Kyung-Soo miró al castaño, quien bajó la mirada—.Nos conocemos de hace mucho tiempo, somos grandes amigos, y ahora solo estábamos entablando una conversación y poniéndonos al día.
—Ya.—Jimin soltó una risa sin gracia, apretando sus labios—.¿Invadiendo su espacio personal?.
—Nosotros somos así, ¿Verdad, Jungkook?.—volvió a mencionarlo.
—Deja de nombrarlo.—Jimin gruñó con furia—.No te quiero cerca de el.
—Aqui la cosa es...—Kyung-Soo enfrentó a Jimin—.¿Quien demonios eres tú aquí?.—lo señaló—.Tu no pintas nada aquí...
—Jungkook es mi novio.—lo interrumpió, disfrutando el momento en el que Kyung-Soo abrió los ojos sorprendido, aturdido por sus palabras—.Así que pinto mucho más de lo que tú te crees. Te quiero lejos de mi chico.—dijo lentamente—.No quiero que vuelvas a molestarlo o ponerle una sola mano encima porque te arrepentirás de ello.
Kyung-Soo seguía aturdido, mirando entre ambos, su mirada pasando de uno a otro y deteniéndose en Jungkook por largos segundos.
—Eso no es verdad.—soltó una risa, oyéndose algo nerviosa—.Jungkook no...
—Me importa una mierda lo que creas.—Jimin lo interrumpió de nuevo—.Jungkook es mi chico y como vuelva a verte cerca de el no dudaré en darte lo que te mereces, y si no lo hago en este momento es solamente por el.—señaló a Jungkook.
Jungkook agarró nuevamente la mano de Jimin, este dándole un apretón para transmitirle un poco de tranquilidad.
Kyung-Soo negó con la cabeza, frunciendo el ceño.
—Escúchame, imbécil.—esta vez su voz se oía más grave—.No te metas donde no te llaman.
—Tu deberías aprender a no molestar a las personas si no quieres que un día de estos alguien te parta la maldita cara.—consiguiendo alejarse de Jungkook, Jimin dio un fuerte empujón a Kyung-Soo, casi tirándolo al suelo—.Escúchame muy bien, porque no lo repetiré, y espero no volver a verte para repetírtelo.—lo agarró del cuello de la chqueta—.Mas te vale que sea la última vez que te vea cerca de Jungkook, la próxima vez que te atrevas a acercarte a él, a molestarlo o a tocarlo no seré tan amable como lo estoy siendo ahora, te aseguro que te daré tal paliza que necesitarás un viaje al hospital.—su voz se oía profunda y grave, amenazante.
Kyung-Soo suspiró con pesadez, dándole un empujón a Jimin, alejándolo de el, su vista dirigiéndose a Jungkook quien seguía parado viendo todo con inquietud.
—¡Eh!.—Jimin le dio un fuerte empujón en el pecho—.Te he dicho que lo dejes en paz, mírame a mi.
—Como vuelvas a tocarme una sola vez...
—¿Que? ¿Que vas a hacer?.—Jimin retó—.Es molesto que te toquen a ti pero te da igual cuando tú tocas a los demás, ¿Así funciona esto, eh?.
Kyung-Soo mordió su labio inferior con demasiada fuerza, dando pasos hacia atrás pero sin quitar la vista de ellos, su mirada fija en ambos.
—Esto no se acaba aquí.—su mirada se dirigió a Jungkook—.Nos volveremos a ver.—lo señaló.
—Maldito cabrón.—Jimin se impulsó hacia el, dispuesto a darle la golpiza que tantas ganas tenía de darle, pero Jungkook lo sujetó de la mano impidiéndoselo.
—No, Jimin Hyung, no.—Jungkook lo abrazó rápidamente por el cuello, apretándolo contra su cuerpo.
Jimin suspiró profundamente, su mirada aún fija en Kyung-Soo pero sus manos dirigiéndose a la cintura del menor, abrazándolo con fuerza.
Kyung-Soo dio un puñetazo a la pared antes de irse y cerrar la puerta de cristal con fuerza, logrando que Jungkook se sobresaltara.
—Hey.—Jimin puso toda su atención en el menor una vez que estuvieron solos, agarrándolo del rostro—.¿Estás bien?.
Jungkook asintió rápidamente, no dejando de abrazarlo.
—Lo siento mucho, cariño.—Jimin besó su cabeza.
—¿Por qué?.—Jungkook preguntó contra su cuello, sin separarse de el.
—Por no haber estado aquí.—acarició su cabello.
—No es tu culpa, Hyung.—Jungkook esta vez se alejó, mirándolo al rostro.
—No debí dejarte solo.—Jimin acarició sus mejillas—.Jamás pensé que ese imbécil estuviera aquí.
—Ya, Hyung, por favor.—Jungkook hizo un puchero—.No más.
Jimin suspiró, sus ojos revisando el rostro del menor para luego hacer lo mismo con su cuerpo, asegurándose de que Jungkook no tenía ningún daño, calmándose cuando se aseguró de que todo estaba bien.
Jimin aprovechó el puchero del menor para dejar un pequeño y cálido beso, logrando calmarse lentamente.
—¿Te ha hecho algo?.—Jimin acarició su rostro, pasando por su mandíbula y bajando hasta sus hombros.
Jungkook negó, estirando sus labios y pidiendo otro beso, queriendo calmarse ya que el primero había logrado tranquilizarlo.
Jimin sonrió, dejando el beso deseado en los suaves pero fríos labios, y entonces recordó la chaqueta que había ido a traerle al menor, girándose y recogiéndola del suelo para limpiarla y después colocársela al menor.
—¿Mejor?.—Jimin apretó sus mejillas.
Jungkook asintió, tratando de sonreír, dejando salir un suspiro algo tembloroso.
—¿Me prometes que no te ha hecho nada?.
Jungkook hizo una mueca, inclinando su cabeza a un lado.
—El solo me apretó fuerte.—Jungkook murmuró, acariciando el brazo de donde Kyung-Soo lo había sostenido con fuerza—.Y también apretó mi cara.—esta vez sus manos fueron a su mandíbula—.Y me tocó aquí.—el menor señaló sus clavículas—.No me gustó nada como se sintió.—negó con la cabeza—.Nada, nada.—lo miró con ojos grandes—.Se sintió feo.—mordió su labio inferior—.Me gusta cuando tú me acaricias o me abrazas, pero con el se sintió muy feo, no me gustó.
Jimin apretó la mandíbula con fuerza, temiendo que sus dientes fueran a quebrarse en cualquier momento, mentalmente debatiéndose si aún estaba a tiempo de seguir al tipo y darle la paliza que se merecía.
—Pero estoy bien, Hyung.—Jungkook colocó sus manos en el rostro del rubio—.No me pasó nada, me has defendido, otra vez.—una pequeña sonrisa apareció en su rostro.
Jimin suspiró, tratando de contener toda la furia que estaba sintiendo en ese momento, repitiéndose que todo lo que importaba en ese momento era Jungkook, solo debía asegurarse de que el estaba bien.
Atrajo a Jungkook nuevamente a un abrazo, dejando que este escondiera el rostro en su cuello, sintiendo su suave respiración.
—Siento que esto haya salido así, se supone que debías pasarlo bien en la fiesta.—se disculpó.
—A mi me ha gustado, Hyung.—el menor negó con la cabeza—.Me lo he pasado bien, es solo...Kyung-Soo Hyung no debía estar aquí.
Jimin se alejó de Jungkook, abrigándolo más con la chaqueta y acercándolo hacia el barandal de piedra de la terraza, abrazándolo por la espalda y quedándose así por largo tiempo, solo disfrutando de la vista e ignorando el ruido de la música y de las personas.
Jimin dejó varios besos en el cuello del castaño, provocándole suaves risitas.
—¿Quieres que te lleve a tu casa, bebé?.—Jimin le preguntó en voz baja.
—¿Qué hora es?.—Jungkook se giró en los brazos del castaño, sin separarse.
Jimin observó el reloj en su muñeca antes de contestar al menor—.Las once pasadas.
—Papá dijo que debo llegar a casa a la una.—hizo un puchero.
—¿Aún quieres estar aquí?.
Jungkook se encogió de hombros, frotando su frente contra el hombro del mayor, despeinado su cabello.
—¿Quieres que nos vayamos?.—Jimin volvió a preguntar, no quería que Jungkook estuviera ahí por obligación.
—¿No comeremos tarta?.—Jungkook inquirió, su tono de voz profundo.
Jimin rió, robando un beso a los labios del menor, provocando un sonoro chasquido.
El chico no podía ser más dulce, después de todo lo que había pasado seguía sonriendo y pensando en comer un poco de tarta.
¿De donde iba a sacar una tarta ahora?.