El Asesino de Sanghills

By ignatttius

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Es difícil para él entender que su madre ha muerto, más cuando debe dejar su vida atrás e internarse en el pu... More

Capítulo 1: Sally Haggard.
Capítulo 2: Aiden.
Capítulo 3: Aiden.
Capítulo 4: Aiden.
Capítulo 5: Aiden.
Capítulo 6: Aiden.
Capítulo 7: La muerte de Cloe Stevens.
Capítulo 8: Aiden.
Capítulo 9: Olympia Sanderson.
Capítulo 10: Aiden.
Capítulo 11: Aiden.
Capítulo 12: Aiden.
Capítulo 13: Aiden.
Capítulo 14: Aiden.
Capítulo 15: Cory y Marina Dinamarca
Capítulo 17: Claire Spencer.
Capítulo 18: Anastasia Monterreal.
Capítulo 19: Aiden Haggard.
Capítulo 20: Santana Monasté.
Capítulo 21: Adelaida Stevens.
Capítulo 22: Aiden.
Capítulo 23: Aiden.
Capítulo 24: Dove.
Capítulo 25: Aaron Mackenzie.
Capítulo 26: Aiden.
Capítulo 27: Aiden.
Capítulo 28: Donovan Kingsley.
Capítulo 29: El inicio de todo.
Capítulo 30: El inicio de todo, parte II
Capítulo 31: El inicio de todo, parte III
Capítulo 32: El inicio de todo, parte IV
Capítulo 33: Aiden.
Capítulo 34: Donovan Kingsley.
Capítulo 35: Aiden.
Capítulo 36: Aiden.
Capítulo 37: Aiden.
Capítulo 38: Dos meses después.

Capítulo 16: Sheriff William Hardin.

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By ignatttius


El día ha sido de todo menos tranquilo. Es increíble como un día se levanta, saluda su adorada esposa, y luego en la patrulla pasa a dejar su hija al instituto y luego se va a su trabajo en la estación de policía. Él no pidió ser Sheriff, nunca quiso ser Sheriff, pero las vueltas del destino le asignaron ese título, que no significa sólo ser una figura de autoridad, no significa imponer respeto en el pueblo y a todos sus habitantes, sino que debe mantener la seguridad de su gente, y de mantener intacta la confianza que todas las personas que habitan Sanghills han depositado en él. Hoy no se imagina ejerciendo otra profesión que no sea ser Sheriff del pueblo, aunque cuando joven esta profesión no lo llenaba y aspiraba a más, la sensación de recibir los agradecimientos de las personas con cada caso resuelto o por la ayuda que le brinda a las personas que piden por su mano lo llena más de lo que él piensa, hacen que su corazón salte de gozo, saber que hay niños que le han dicho que cuando grande quieren ser como él, es un regalo que alguien jamás podría darle, nunca se imaginó ser el ejemplo a seguir de alguien, menos de los niños de un pueblo.

Pero todo esto está yéndose lentamente al carajo. Y es todo por Aiden Haggard, él chico que ha llegado a revolucionar el pueblo y su seguridad.

No quiere culparlo, pero todo comenzó a salirse de control cuando arribó en el pueblo, y eso no es normal. Alrededor del joven sólo hay caos y muertes, y es lo que quiere alejar de su gente. Si el chico no se va del pueblo entonces habrá más muertes, más caos, y él no puede permitirlo.

De hecho, puede ver a Aiden en este momento. Está cruzando una sala, más específicamente las mesas de un café, el "Sunset Colors", pero ¿Cómo no va a sospechar de él si está hablando muy íntimamente con la periodista local? William sólo quería relajarse de su día tan agotador, hace unas cuantas horas tuvo que retirar un corazón humano enviado como paquete a la casa de Aiden Haggard, más específicamente la casa de la tía del joven, Dove SaintDuncan.

Saborea el café que crea una explosión amarga en su boca, que, aunque no es muy agradable al gusto, lo mantiene despierto y atento a cualquier otro atentado que pueda ocurrir al pueblo.

Se levanta de la mesa sin decir ni una sola palabra. Deja el periódico sobre la mesa y antes de salir por la puerta principal se vuelve ligeramente y le hace un ademán a Cory Dinamarca y a Marina Dinamarca, los dueños del "Sunset Colors". El frío lo abraza cuando sale del local y se siente un poco desabrigado, pero el frío pasa cuando se mete en su patrulla y se queda unos segundos viendo hacia el frente, a una calle casi vacía, la gente ya no sale hasta muy tarde, con el miedo de que quizás no puedan volver vivos a casa por el asesino que anda suelto en el pueblo.

Aprieta ligeramente sus manos en el volante del automóvil, prende el motor y se aventura calle abajo, esperando que la circulación de oficiales en la estación no sea tan alta como en la mañana, necesita un respiro, necesita silencio para pensar y revisar a los posibles sospechosos.

Casi le causa escalofríos la soledad de las avenidas y las calles que se expanden hacia adelante. La nieve que se amontona a los lados de las calles y las aceras ayudan a que el escenario se vuelva más lúgubre, casi sacado de una novela de Stephen King.

No demora mucho en llegar a la estación, frente a una gran plaza que en el verano se llena de turista por la feria artesanal que se crea, mayoritariamente se venden collares o cosas atractivas, algunas otras se dedican a tener pequeños juegos de azar o imitaciones de juegos de ferias de atracciones. Pero en invierno está vacío, los árboles están desnudos y la nieve cubre la mayor parte de lo que alguna vez fue césped verde.

Se baja de la patrulla luego de estacionarla en un lugar que tiene reservado exclusivamente para él. Para el Sheriff del pueblo.

Entra en la estación y puede ver a varios oficiales, trabajando en silencio, atendiendo el teléfono, algunos saliendo en sus patrullas para un recorrido nocturno para mantener la seguridad de los habitantes, o para atender a personas que creen estar corriendo peligro. No saluda a nadie, para estas alturas del día todos tienen un carácter de mierda y no desean ser molestados, así que se dejan tranquilos, no se entrometen en el trabajo de los demás y si van a hablar, lo hacen pensando muy bien lo que van a decir.

Se encierra en su oficina, donde, en el escritorio, descansa una fotografía de su esposa y de su hija, las luces de su vida. Se acerca al escritorio donde descasa el papeleo que quedó de revisar cuando llegara de beber su café. Pero no tiene ganas de revisarlo, lo que de verdad quiere es saber es la identidad del asesino que atormenta al pueblo.

Quizás en los antiguos archivos que dejaron los Sheriffs de décadas pasadas tengan alguna pista o una respuesta de qué puede estar pasando ahora en el presente. Algún hecho que tenga conexión con los Haggard, quizás con la madre de Aiden, Sally quizás haya tenido algún problema en el pasado que ahora repercute con su hijo y el pueblo entero, o quizás sólo las personas que son amigos de la familia.

Se acerca a un estante alargado, metálico con muchos cajones en su interior, cada uno con una letra. Ahí, supuestamente deben guardarse todos los archivos de casos de importancia que han ocurrido en el pueblo, ahí debería de estar el nombre del asesino del pueblo, pero aún no es capaz de resolverlo, el proceso ha sido más lento de lo que esperaba, y el asesino más inteligente de lo que creía.

Busca en la letra H, pero no encuentra ningún documento con el apellido Haggard, quizás algunos se perdieron, si es que se perdieron lo más probable es que estén en los archivos del sótano, donde hay largas columnas con cajas blancas que dentro contienen archivos perdidos, casos sin resolver, alguna que otra actividad paranormal, etc. Lo único malo es que desde el inicio de los 90's los archivos fueron guardándose de manera desordenada, así que sería como buscar una aguja en un pajar el apellido Haggard entre todas esas cajas y todas esas columnas.

Quizás si busca por el apellido de soltera de Sally Haggard, Sally SaintDuncan, pueda descubrir algo. Debe buscar en la S, ahí debe haber información, y si no hay nada, pues se está quedando sin opciones. Vuelve a pasar sus dedos por los papeles archivados por la letra S, no está encontrando nada en esa masa de papeles viejos y polvorientos que tiñen sus dedos de un color grisáceo. Hasta que encuentra algo, hay algo ahí, un archivo tal y como él lo buscaba, con el nombre de soltera de la fallecida madre de Aiden.

Sally SaintDuncan, 1998.

Sheriff Monasté.

El año es 1998, sino recuerda mal, ambos ya eran mayores de edad, pero para guiarse vuelve en el tiempo a cuando Sally Haggard y él fueron compañeros en algunas asignaturas en el instituto, cuando ella era una diva total y no podía ser tocada porque tenía un escuadrón completo de chicas tan hermosas como ella que la protegía y destruía socialmente a cualquiera que se quisiera acercar sin su consentimiento. En esa época él estaba muy enamorado de Sally SaintDuncan, pero quizás era porque todos los demás también la querían. Recuerda que en el año 1998 él tenía alrededor de veintiséis años, pero Sally había repetido curso así que ella era un año mayor, ella debería tener unos veintisiete años. Cómo ha pasado el tiempo, ahora ella está muerta y él se ha quedado toda su vida protegiendo al pueblo.

—¿En qué te metiste, Sally? —susurra, mientras sopla el polvo del archivo dirigiéndose a su escritorio para poder leer con mayor atención y apreciación los detalles.

Abre la carpeta con la información y la lee en voz baja para poder centrarse mejor en lo que lee, como si tuviera que compartirlo con alguien más, pero al mismo tiempo no puede compartirlo con nadie.

Mueve su boca mientras pasa las palabras escritas por el Sheriff Monasté en esos tiempos, cuando él ni siquiera pensaba en formar parte de la seguridad del pueblo. Mientras más avanza en el archivo, más se intriga en el pasado de la mujer, hay hechos que están ahí, impresos en la hoja de papel pero que parecen mentira ¿Cómo es posible que un hecho tan importante y casi traumático para una mujer como Sally nunca haya sido comentado por nadie en el pueblo?

Lo que puede deducir del caso que está leyendo es que Sally Haggard ya vivía con el padre de Aiden cuando tenía dieciocho años, recuerda que los padres de ella siempre fueron desinteresados, desaparecidos, ausentes de las vidas personales de sus hijas, quizás por eso Sally quería formar de manera tan rápida una familia. Según el archivo hubo una pelea doméstica que terminó con una casa en llamas. Pero no hay más detalles de lo ocurrido, cómo si faltara una gran pieza, no hay una introducción, tampoco una resolución del caso. Ese caso está abierto, nadie nunca lo resolvió, pero por alguna extraña razón está en los casos resueltos, como si el Sheriff de esa época hubiese estado encubriendo el caso ¿Qué conexión tenía él con Sally? ¿Qué estaba ocultando? ¿Por qué intentar ocultar un caso así del resto del pueblo?

Al parecer el padre de Aiden, nombrado en los archivos como Ashton Haggard, fue un hombre abusivo que golpeaba a Sally incluso ella estando con Aiden en el vientre con varios meses de embarazo. O por lo menos el archivo dice que por eso él terminó muerto.

Según lo que Sally contó, el hombre se volvió loco de celos y comenzó a ponerse violento mientras ella hacía la cena, el comenzó a lanzar cosas y Sally, en una parte del archivo se culpa de haberlo seguido provocando, por lo cual él se volvió loco e intentó asesinarla, amenazando con sacarle al bebé del vientre.

Según las otras páginas del archivo, los vecinos escucharon los gritos de Sally, huyendo por su propia casa, por lo cual llamaron a la policía. Pero Sally había dejado la cocina encendida y uno de los objetos que Ashton lanzó era inflamable, así que no demoró mucho en encenderse la cocina y luego la casa casi por completo.

A William le cuesta creer un poco lo que está extrayendo del archivo.

Las demás páginas se cortan, no porque alguien las haya arrancado, sino porque el Sheriff que escribió el archivo dejó de hacerlo, se detuvo por alguna razón. Lo único más relevante es que Sally quedó con unos cuantos cortes en el cuerpo y moretones en sus extremidades.

Según cuenta Sally Haggard en el archivo, cuando la policía llegó a su morada, Ashton prefirió suicidarse lanzándose al fuego en vez de entregarse a la policía. Su cuerpo fue hallado carbonizado junto a los escombros del resto del lugar. Dos semanas después Sally Haggard tuvo a su primer hijo al que nombró Aiden Haggard, luego del nacimiento de su hijo dejó Mortown. El archivo deja de entregar información ahí, dejando muchas preguntas sin resolver, el hombre murió y Sally siguió con su vida, pero nunca le contó nada de lo que pasó a su hijo, quizás esa es la razón por la que ella huyó. No quería que el pueblo le recordara el evento que vivió, ni que su hijo se enterara que su padre había cometido suicidio.

Pasa las siguientes hojas de corrido, están en blanco, pero hay una línea que le llama la atención que está casi al final de las hojas que se han puesto amarillentas por el paso de los años, pero ahí está, es un párrafo corto que dice algo que lo deja bastante intrigado.

"Ashton Haggard fue identificado por Enfer Maison, institución mental de Mortown, quienes aseveraron que el individuo habría escapado del hospital y nunca fue hallado hasta el día de su muerte".

En pocas palabras para William, Sally Haggard se había casado con un loco. Pero sigue habiendo estas preguntas que le rondan, y muchas especulaciones al respecto de la identidad del asesino, quizás algún amigo loco de Ashton busca venganza por su muerte injusta, quizás alguien más busca vengarse. O quizás, Aiden Haggard se enteró de lo ocurrido con su padre y está asesinando a todos aquellos que tuvieron que ver con la muerte de su progenitor...Si Ashton fue parte del Enfer Maison...Quizás Aiden haya heredado algún tipo de trastorno mental igual que su padre. Es una teoría que no puede descartar. Debe tenerlo vigilado.

De la nada y sobresaltándolo, su teléfono comienza a vibrar. Es extraño que alguien lo llame a esa hora, pero debe atenderlo, pues la llamada viene del "Sunset Colors", el nuevo café y pastelería donde va a pasar el rato y a pensar. Pero la llamada más que entablar una conversación deja un ruido blanco al otro lado de la línea, pero puede escuchar la respiración agitada de Marina, algo les está ocurriendo, y al parecer es grave. La cosa se descontrola para él cuando oye que Cory grita "Corre" al otro lado de la línea y Marina da un grito desgarrador. Toma las llaves de su patrulla y se encamina hacia el café que dejó hace una hora atrás.

—¡Necesito refuerzos en el Sunset Colors, ahora! —grita, cuando sale de su oficina—¡Por lo menos unas tres patrullas, creo que podemos atrapar al asesino!

Los oficiales se ponen en marcha, toman sus casacas abrigadoras y se meten en sus patrullas, creando un desorden en el lugar, algunos chocan entre ellos, pero es por la cara de preocupación que el Sheriff tiene dibujada en su rostro.

Willian Hardin se prepara para la acción y se mete en su patrulla, sólo para percatarse de que la mitad de la ciudad se ha quedado sin luz, y es una pregunta que por el momento no tiene respuesta y tampoco se detiene a pensar en alguna. Su mente está enfocada en los panaderos, su vida está en juego. Quizás el asesino fue a por ellos, pero ¿Por qué iría tras ellos?

Se detiene en seco... ¿Quién fue la última persona que estuvo en el café actuando de manera extraña? Aiden Haggard, es la respuesta, él debe estar detrás de los asesinatos, deberá interrogarlo nuevamente, obligarlo a decir la verdad, a contarle lo que sabe del pasado de su madre y que es muy posible que él tenga algún tipo de enfermedad mental que le cause lagunas mentales cuando asesina gente, o que ha desarrollado una segunda personalidad, como la noticia de ese niño en Mortown.

Prende la sirena de su auto, inmediatamente las demás sirenas de las patrullas se encienden y emprenden la marcha a toda velocidad al "Sunset Colors". La ciudad ya está vacía por el hecho de que ya no hay más tiendas abiertas, y todo por la misma razón por la que conduce ahora a la mitad de la noche a exceso de velocidad, por el asesino que ha llegado al pueblo.

Coloca el teléfono en su oído nuevamente, lo que oye no lo deja tranquilo, puede oír un vidrio rompiéndose y a Marina gritar desgarradamente, algo malo les está pasando, luego hay silencio del otro lado de la línea, como si el teléfono hubiese sido arrastrado por el suelo y aplastado por una gran fuerza bruta.

Doblando una de las esquinas por las que transita todos los días, se encuentra con un choque, un accidente con dos automóviles involucrados, uno de estos autos está ensartado en un poste de luz eléctrica, lo cual podría explicar el apagón en la mitad del pueblo. Pero no tiene tiempo para detenerse a eso.

—Patrulla cinco, encárguense del accidente. Patrulla siete síganme hasta el Sunset Colors, hay personas en peligro, repito, el presunto asesino podría estar con ellos—ordena por la radio de la patrulla.

>>Copiado, Sheriff<<se escucha por la radio.

Sigue su camino ignorando si es que hay algún alma alrededor, es primera vez en mucho tiempo que no tiene noción de la velocidad que llevan las ruedas que lo cargan hacia su destino. Dobla la siguiente esquina y se exalta un poco cuando escucha a su patrulla derrapar, quemando neumáticos en el asfalto. Puede ver el local, y ya desde simple vista todo parece mal, la ventana de la puerta principal está completamente rota. Se estaciona y saca su arma y apunta con seguridad bajándose de la patrulla. Se acerca al lugar mientras la otra patrulla se estaciona y tres oficiales se bajan siguiéndolo, los tres con sus respectivas armas y linternas.

El Sheriff saca su linterna y se interna en el lugar mientras sus pasos liberan sonidos fibrosos cuando sus zapatos hacen contacto con el vidrio esparcido por el suelo. No se demora mucho en encontrar la primera macha de sangre, con la ligera forma de una mano siendo arrastrada.

El lugar está hecho un desastre, las mesas están volcadas y las sillas están esparcidas por todo el lugar. Uno de los ventanales laterales del local está hecho trizas y algunos trozos de vidrio tienen manchas de sangre. Le causa escalofríos pensar que a uno de ellos le pasaron la cara por esos trozos de cristales. Utilizando los filosos bordes como una sierra.

Sigue caminando hasta que, apuntando hacia el suelo, se encuentra con la primera víctima. Cory, pero su rostro se vuelve pálido cuando se da cuenta que a ambos les falta la cabeza...Al igual que cuando encontró el cuerpo colgado de Cloe Stevens y no estaba su corazón, la cabeza de las víctimas no está, por más que mira por el lugar sin alterar la escena del crimen, no encuentra la extremidad faltante de ambos cuerpos.

Se voltea y mira a los oficiales.

—Ya saben lo que hay qué hacer y a quién llamar—dice casi despreocupado, aunque por dentro siente una gran pena y acongojo por los jóvenes muertos, sabía que eran de esfuerzo y que huían de la gran ciudad, vinieron a este pueblo buscando una oportunidad de empezar de cero y sus vidas fueron arrebatadas por el asesino que se ha ido sin dejar rastro alguno.

Y ahí, entre la oscuridad que es combatida por un par de linternas, comienza a perder la cabeza, nada calza, en todas partes hay muertes, siente que no tiene el control de nada, así que decide que debe contarle la verdad a Aiden Haggard, quizás él sepa algo que se entrelace con el pasado tan caótico de su madre, tan caótico como el presente de Aiden. Quizás a él tenga las piezas faltantes del rompecabezas para averiguar la identidad del asesino, y así, devolver la paz al pueblo. 

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