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EIGHT LETTERS
AND TWO WORDS
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Ya pasadas las diez de la noche, _____________ se levantó de su cama en la que la habían obligado a meterse, no la habían dejado ver a Cedric, Madame Pomfrey pensaba que era mejor que el ojigris recibiera visitas hasta el día siguiente, pero nadie parecía comprender que _____________ sentía que el corazón se le iba a salir del pecho debido a la preocupación.
Siempre se lo decía, siempre le decía a Cedric que tuviera cuidado al momento de jugar en los partidos, pero parecía que a todo el mundo le gustaba jugar con sus pobres nervios, los cuales estaban casi destrozados debido al final de trimestre, a los TIMOS, a la amenaza de los padres de Delly y al reciente accidente de su novio. Con el corazón latiéndole a mil por segundo, se levantó de la cama lo más silenciosamente posible.
Apartó el dosel negro de su cama, se colocó los tenis que había notado bajo su cama, tomó la sudadera sobre su baúl y también su varita mágica, salió de la sala común de Hufflepuff a hurtadillas, caminó por los corredores del colegio alumbrando únicamente con su varita mágica y con algunas antorchas, finalmente llegó al ala de la enfermería, como ella ya sabía,las puertas estaban cerradas, la solución era fácil.
—¡Alohomora! —susurró la pelinegra apuntando al cerrojo de la puerta de la enfermería
Los seguros crujieron, indicando que ya podía entrar, cuidando de no hacer ruido, abrió la puerta, se introdujo en la enfermería silenciosamente y volvió a cerrar la puerta, fue entonces cuando lo vio, en una cama del fondo se hallaba Cedric, inconsciente aún, con un montón de pasta naranja en varias zonas del cuerpo, así como una venda en la cabeza.
La peliengra se acercó a la cama de su novio, acercó una silla y se sentó frente al ojigris, susurró un rápido nox y guardó su varita en el bolsillo de su sudadera, sus pantalones de dormir no tenían bolsillos; dirigió su vista hacia el rostro inconsciente de su novio, con las manos temblorosas envolvió una de las manos de Cedric en las suyas, no iba a admitir que estaba desesperada, y tenía muchísimo miedo.
—¿Sabes? Eres un idiota, Diggory, si, eres un idiota y... Y voy a golpearte cuando despiertes, porque casi me matas de un infarto —dijo la pelinegra a modoe broma mientras fingía seriedad y acariciaba la mano del ojigris— y si puedes escucharme, por favor no vuelvas a hacer eso, porque aunque ganamos y estoy muy orgullosa de ti... Casi se me sale el corazón del pecho.
La peliengra sintió sus ojos cristalizarse, no podía creer lo que estaba pasando ni lo que había hecho de disfrazarse de animadora para apoyar a Cedric, pero así era ella, espontánea y alocada. Apretó los labios para no decir algo extremadamente cursi pero no le dio tiempo ni de pensar en una broma o en un insulto, porque sintió que le apretaban la mano.
—Lo siento, nena... —dijo la profunda voz del ojigris casi en un murmullo
—¡Hola! Hola... —susurró la pelinegra recargándose sobre sus codos para ver mejor a su novio— ¿Cómo te sientes?
—Como si me hubiera pasado un piano encima —bromeó el ojigris débilmente
—Aún quiero golpearte, sólo para que sepas —respondió la pelinegra sonriendo
—Perdóname... ¿Quién ganó? —inquirió el ojigris sonriendo de lado
—Hufflepuff, doscientos ochenta a doscientos cincuenta —respondió la pelinegra intentando no reír muy fuerte
El ojigris rió con ella— ¿Cómo te colaste en la enfermería?
—De la misma forma en que me escabullo a tu habitación a las dos de la mañana, con mucho cuidado —dijo _____________ sonriendo orgullosa
—Eres experta en eso —bromeó el ojigris sonriendo, ella asintió riendo un poco— ven aquí...
La peliengra se acomodó junto a su novio en la camilla de enfermería, _____________ pasó un braso por el tórax de su novio, acomodó su cabeza de forma que pudiera ver el rostro de su novio, que también la miraba, con aquella sonrisa en el rostro que provocaba que sus rodillas temblaran, se miraron a los ojos por un rato en el que _____________ se perdió en aquella galaxia gris que tanto le gustaba.
—Let me tell you a secret... Put it in your heart and keep it... —susurró la pelinegra recordando de pronto aquella canción que sonaba mucho en la radio cuando ella tenía diez años y no sabía lo que aguardaba aún— Something that I want you to know...
—Do something for me... Listen to my simple story and maybe we'll have something to show... —siguió el ojigris con una leve sonrisa
—¿Te sabes Heal the Pain? —inquirió la pelinegra sonriendo
Cedric hizo un ligero ademán con la cabeza— Uno hace muchas cosas por amor, hermosa, en mi caso fue aprenderme todas las canciones que pude.
—Te adoro, Cedric Diggory —soltó _____________ con una enorme sonrisa en el rostro
—You tell me you're cold on the inside... —siguió Cedric sonriendo mientras cerraba los ojos
El sueño comenzaba a invadir a _____________, pero quería seguir disfrutando de ese pequeño bello momento por un par de versos más.
—How can the outside world be a place that your heart can embrace —siguió la pelinegra con voz adormilada
—Be good to yourself, 'cause nobody else has the power to make you happy... —siguió Cedric con el mismo tono de voz que su novia
Pero _____________ estaba siendo vencida por el sueño, lo siguiente que escuchó, fue nada menos que la profunda voz de Cedric seguir recitando la canción, pero como un sonido distante y casi similar al de una canción de cuna, esos, eran los pequeños momentos que para ____________ valían la pena, pero que al mismo tiempo... Parecían surreales, lo último que escuchó antes de caer dormida, fue como Cedric le cantaba para arrullarla, sin saber que esa parte de la canción... Era lo que el ojigris sentía en realidad respecto a ella.
—How can I help you? Please let me try to... I can heal the pain...
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Pasaron los días, el invierno estaba cada vez más cerca, así como la primer visita a Hogsmeade, durante esos días, Umbridge había estado insoportable, _____________ comenzaba a preocuparse, Sirius no le había escrito de vuelta, ni su madre, lo cual estaba causando mucha ansiedad en ella, Delly, Hannah y Ernie ya se habían dado cuenta.
Pues no paraba de comer dulces todo el tiempo, otra persona que comenzaba a darse cuenta era Cedric –quien estaba mucho mejor desde su accidente en el partido contra Ravenclaw–, pero no habían hablado de ello, no en forma, pues siempre que iban a sentarse a hablar tranquilamente de ello, algo sucedía y ya no podían hablar, ese algo tenía nombre y apellido. Meredith Hoover.
_____________ comprendía que Cedric era delegado, tenía muchos deberes además de estudiar para sus ÉXTASIS, de hecho, cuando Cedric estaba libre, a ella le salía una urgencia de prefectos o algo por el estilo, eso comenzaba a desesperarla, porque necesitaba a Cedric. Ahora mucho más que nunca, porque desde el partido, todo había pasadomuy pesadamente y muy de prisa.
Esa mañana era nublada, pronto comenzarían las clases del día y _____________ no estaba entusiasmada por tener dos horas de pociones. Mientras desayunaba, una lechuza negra entró al Gran Comedor volando, la azabache suspiró tranquila, seguramente era Sirius, la lechuza dejó caer un sobre frente a ella para después salir volando por donde había entrado, la azabache analizó el sobre extrañada.
El sobre era blanco, detrás tenía escrito una sola frase “sabes quién soy”, eso extrañó a la azabache, normalmente Sirius ponía su nombre en la parte trasera del sobre. Un poco asustada le dio la vuelta al sobre, lo abrió rápidamente, dentro venía un pequeño trozo de pergamino que decía “todos tus amigos morirán, como Iegnus” aquello asustó demasiado a la pelinegra, lo demás que había era una fotografía del ojiverde, pero esa fotografía le pertenecía a ella, de suponía que estaba en su habitación en... Grimmauld Place.
____________ comenzó a sudar frío, los ruidos matutinos del Gran Comedor se volvieron distantes y distorsionados, el aire comenzó a faltarle, comenzó a respirar entrecortado, sentía su cuerpo temblar como una hoja en una tormenta, se sentía débil, todo lo que sus ojos podían ver era la amenazante nota y la fotografía que debería estar en su habitación en la casa de Sirius, eso no podía estar pasando.
—¿____________? —la llamó Ernie a su lado, pero ella no lo escuchaba
Sentía su pulso acelerarse y su corazón latir desenfrenadamente. No podía retener el aire, entonces, de la nada comenzó a ver todo medio oscuro, ya no estaba en el Gran Comedor, sino en el cementerio... Frente a ella, estaba Voldemort agitando su varita mientras del individuo salía el maleficio asesino, que iba directamente hacia Cedric...
_____________ quería gritar, pero no podía, ni siquiera sentía el oxígeno entrar por sus fosas nasales, había comenzado a intentar respirar desesperadamente. Estaba en shock. Súbitamente, todo se volvió negro, lo último que oyó era como Ernie gritaba su nombre, pero lo había escuchado como un eco distante.
_____________ abrió los ojos lentamente, un rayo de luz le golpeó el rostro, directamente en los ojos, así que los cerró de nuevo, sus oídos zumbaban, su radio auditivo captó voces distantes, como de muchas personas, su cabeza le punzaba como si le fuese a explotar, su pecho le dolía horrible, entonces los sonidos comenzaron a aclararse.
—Macmillan, te voy a golpear si no hablas, ¿qué le hiciste? —dijo la familiar voz de Fred Weasley
_____________ no culpaba a Fred, Ernie ya le había jugado un par de bromas así a la azabache, una vez le puso algo en su jugo de calabaza que hizo que vomitara por horas, pero ella no lo había dejado así, dos días después de eso, la azabache lo dejó de cabeza en la sala común de Hufflepuff durante todo un día. Pero así se llevaban ellos.
—¡No hice nada! —se defendió Ernie asustado
—Si cómo no, ¡no está así por nada! —le recriminó George
—¡Cállense todos! —exclamó la voz de Delamine— ¡Lo que _____________ necesita ahora, es tranquilidad!
La pelinegra sintió una mano tomar la suya, por el tacto supo que era Cedric, sintió al ojigris alzar su mano y dejar un beso en ella mientras cobijaba su pequeña mano entre las de él. _____________ nada se atrevía a abrir los ojos, si lo hacía, sentía que la cabeza le explotaría.
—¿Qué pasó entonces? —inquiró la preocupada voz de Cedric
—De pronto se puso pálida, comenzó a tener problemas para respirar... —dijo Hannah asustada— Y luego ella... Se quedó mirando la nada, la llamamos pero no nos oía...
—Luego se desvaneció y fue cuando se cayó de la banca —explicó Ernie con preocupación
—Tuvo que haber un motivo —neceó George
—Si, pero ¿cuál? —intervino Fred
En eso, ____________ oyó que alguien entró corriendo.
—¡¿Cómo está, qué le pasó?! —exclamó la preocupada voz de Ginny Weasley— ¡¿Qué le hicieron?!
—¡Nada! —dijeron Fred y George al unísono
—Ahora que lo recuerdo, ella tenía algo en las manos, Madame Pomfrey se lo quitó y lo puso en su mochila cuando Fred y George la dejaron en la camilla —dijo Delamine pensativa
—Veamos lo que era —dijo Ernie angustiado
—Mejor que ella nos lo diga —habló Cedric firmemente
—¡¿Cómo crees que nos lo dirá, Diggory?! —habló George desesperado
—¡Parece que no la conoces! —siguió Fred
—Es mi novia, claro que la conozco —respondió Cedric seriamente
_____________ supo que era hora de intervenir— ¿Quieren callarse? Mi cabeza explotará.
Gruñó ella con la voz ronca, lo que dijo no era mentira, pero no quería que vieran lo que ella había recibido antes de desmayarse, ya sabía de quién era, y ya sabía qué le había pasado, había tenido otro ataque de pánico, sólo que... A lo grande. Abrió los ojos despacio para encontrarse con los rostros angustiados de sus amigos y de su novio.
—Cariño, hola... —dijo Cedric suavemente a su lado mientras se recargaba en la cama para verla mejor
—Hola —dijo ella sonriendo un poco mientras se adaptaba bien a la luz
—¡Brillitos, eres una ingrata! —exclamaron los gemelos al unísono, intentando no mostrar el grado de angustia que tenían en realidad
—¡Nos asustaste! —dijo ahora Fred solamente
—¡Creímos que te había pasado algo peor! —siguió George
—Maldita sea, Brooks, ¡CASI ME DA UN INFARTO! —gritó Ernie a punto de echarse a llorar
—Lo siento, rubia musulmana —bromeó la pelinegra para hacer sentir mejor al rubio
—¡No, tonta, esta vez te pasaste! —le riñó Delamine mirándola con los ojos cristalizados
—¡Creímos que te habías matado, estúpida! —seguió Hannah asustada
—Lo siento, chicos —dijo la pelinegra intentando sentarse
—¡No, no, no, no! —exclamaron todos al mismo tiempo haciendo ademanes de que no se moviera
—Ernie, ve por Madame Pomfrey —dijo Delamine asustada
El rubio salió volando hacia un lugar que la azabache no alcanzaba a ver; ella los miró seriamente, intentó sentarse de nuevo, pero un dolor horrible en la cabeza la hizo soltar un quejido.
—Nena, no te muevas, por favor —susurró Cedric acariciando su mejilla con preocupación
—Entonces si se golpeó fuerte... —dijo Ginny preocupada
—Eres una bruta, nos diste un enorme susto —se quejó Hannah a los pies de la cama
—Perdón —dijo _____________ volviendo a abrir los ojos, ya que los había cerrado cuando la cabeza le punzó segundos atrás
—Lo que importa es que... —comenzó Fred
—No fue nada grave —terminó George
—¡A ver todos, quítense! —exclamó la señora Pomfrey apresurada— Ay niña, los tenías a todos preocupados, no dejaban de preguntarme cosas.
Dijo Madame Pomfrey haciéndole un chequeo de rutina, le revisó que no tuviera huesos rotos ni nada por el estilo. Ciertamente la pelinegra le había tomado afecto a Madame Pomfrey desde que la trajeron a la enfermería luego de la tercer prueba del torneo de los tres magos.
—¿Ella estará bien? —preguntó Cedric angustiado
—Sólo fue un golpe fuerte, pero estará bien, el ataque de pánico la puso débil, eso es todo. Tómate esto Brooks, luego podrás irte —indicó la jefa de enfermeras de Hogwarts asintiendo
Todos suspiraron aliviados.
—Eso es bueno —dijeron Fred y George al mismo tiempo
La azabache bebió de lo que Madame Pomfrey le ofrecía, tragó un poco de aquella poción amarilla y viscosa sin tomarle sabor, pero al segundo trago, detectó el sabor de la poción, hizo una expresión de asco, se sentó de golpe y escupió lo que tenía en la boca.
—¡Agh! —exclamaron todos haciéndose para atrás
—Que asco... —jadeó débilmente la pelinegra con aquella expresión de aversión en el rostro
—¡No iba a ser jugo de calabaza, Brooks! —exclamó Madame Pomfrey agitando su varita para limpiar el desastre vomitivo
—Joder, pudo saber a miel por lo menos —se quejó la azabache bebiendo lo que quedaba de la poción procurando no tomarle sabor
—Por fin, brillitos volvió en si —dijo Fred aliviado
—Cállate, zanahoria —se quejó la pelinegra con esa misma expresión de asco en el rostro
—Si, ha vuelto —dijo Ernie más calmado
—Dios mío, mujer. Casi me caigo del pupitre cuando Hannah fue a decirme que estabas en la enfermería —dijo Ginny sentándose a los pies de la azabache
—Perdón, en serio chicos —dijo la pelinegra con una mueca
—Lo importante es que estás bien —habló Cedric besando su cabeza
—Bueno, ahora todos fuera, y por favor, no la vayan a dejar sola, esos ataques repentinos no me gustan nada —ordenó Madame Pomfrey seriamente
Todos asintieron, la pelinegra gruñó, no le gustaba que estuvieran todos cuidándola todo el tiempo, ella podía cuidarse perfectamente bien sola, se bajó de la camilla con cuidado, sin embargo, Fred y George la sostuvieron de ambos brazos cuando ella se puso de pie, cuando ella les juró que estaba bien parada, la soltaron, el siguiente movimiento fue de Cedric, quien se colgó al hombro su mochila.
—Ced, puedo cargarla yo —protestó ella comenzando a desesperarse
—Yo la llevo, y no discutas —dijo firmemente el ojigris tomándola de la mano para encaminarse a la salida
—Nos vemos en la comida, brillitos, McGonagall va a matarnos por llegar tarde —dijeron Fred y George para después salir corriendo al aula de Transformaciones
—Debo volver a Herbología, pero no te vas a escapar de mi, Brooks —dijo Ginny sonriendo para después abrazar cortamente a la pelinegra e irse corriendo
—¿Alguien más quiere sobreprotegerme hoy? —inquiró la pelinegra irritada
—Cállate —dijeron Ernie y Delamine al mismo tiempo
—Es por tu bien —terció Hannah— ¿verdad, Cedric?
______________ observó a su novio, el ojigris asintió con una seriedad que terminó por enfadar a la pelinegra.
—¿Se adelantan, chicos? Yo la llevo a su salón —dijo el castaño amablemente
Ernie, Hannah y Delly asintieron con preocupación, pero se adelantaron, cuando estuvieron solos, la pelinegra miró a Cedric, estaba dispuesta a decirle que podía cuidarse sola.
—Ced, puedo ir yo sola, no me pasará nada —neceó la pelinegra irritada, odiaba que la cuidaran, toda su vida había podido cuidarse por si misma ¿por qué no podría ahora?— en serio.
Pero Cedric la miraba seriamente, ella sabía que el ojigris estaba preocupado por ella, pero no quería ninguna especie de sobreprotección, tenía suficiente con que no la dejaran pelear contra Voldemort. El castaño la miraba fijamente, se le venía un sermón enorme.
—No vas a ir sola, fin de la discusión —dijo el ojigris comenzando a caminar pero ella no se movió— camina, diremos que te sientes mal y te quedarás en cama en resto del día.
—No necesito que me sobreprotejas, Cedric, —dijo ella molesta— puedo cuidarme yo sola.
—Entonces dime qué fue lo que pasó —intervino el ojigris serio— no te dan ataques como estos sólo porque si, _____________. Aunque no lo parezca, te conozco.
Ella le sostuvo la mirada, pero no le iba a decir nada de lo que le había llegado... Bueno... Tal vez podría... No, iba a mantener a Cedric alejado de todo eso, quería protegerlo, necesitaba hacerlo, no quería que él saliera herido, porque entonces... Volvería a sentir que le sacaban el corazón del pecho, justo como en el cementerio...
—Son los TIMOS —mintió la pelinegra
Cedric no se lo tragó, ella lo sabía- No me mientas, somos un equipo, ¿no? Somos una pareja.
—¡Es mi problema, ¿ok?! —exclamó _____________ alterándose— ¡Créeme cuando te digo, que no quieres meterte en esto!
—¡También es mi problema! —exclamó Cedric señalando el suelo con el dedo— ¡Tú dijiste si, cuando me dijiste que querías ser mi novia, tus problemas se convirtieron en mis problemas, y los míos en tuyos, estamos juntos en esto, ¿recuerdas?!
Añadió el ojigris alzando la voz, _____________, que no se iba a quedar callada, se soltó de Cedric bruscamente.
—¡No lo son, esto es entre mi supuesto padre y yo! —soltó la pelinegra sin saber que, había revelado accidentalmente el motivo de todo este embrollo
Cedric pareció relajarse, ella también lo hizo, sin embargo, no estaba menos alterada, si Cedric seguía indagando, iba a descubrir el verdadero motivo por el que ella se había desmayado, y no podía permitir eso.
—¿Qué pasó? —inquiró Cedric con cautela
Ella no respondió, evitó mirarlo, el miedo se había vuelto a instalar en sus entrañas.
—_____________, ¿qué pasó? —inquiró Cedric preocupado
La pelinegra miró al piso, no quería decirle lo de la nota de su padre, no iba a involucrarlo más, se sintió impotente por no saber qué hacer, en ese momento se sentía tan... Frágil, que no creía poder soportarlo, tampoco era que Cedric mereciera estar involucrado en todo eso.
—Cedric... No pasó nada —mintió la azabache sin atreverse a verlo
—Así que no me lo dirás, —respondió el ojigris seriamente— bien, lo revisaré yo mismo.
El chico se quitó del hombro la mochila de la pelinegra, _____________ se la arrebató alarmada antes de que pudiera hacer otra cosa.
—¡No es tu problema! —exclamó la pelinegra mucho más bruscamente de lo que hubiera deseado
Se echó a correr con su mochila en mano, dejando atrás a un Cedric confundido y molesto, sintió un par de lágrimas salir de sus ojos, se sentía culpable al mentirle a Cedric, pero, ese no era su problema, él no tenía que involucrarse más. Llegó al salón de DCAO, se colgó la mochila al hombro, se limpió el rostro y tocó la puerta, Umbridge seguramente la castigaría.
—Señorita Brooks, ¿qué horas son estás de llegar a clase? —dijo la irritante voz de Umbridge quien sonreía con falsa ternura
—Perdone, profesora Umbridge —habló la pelinegra intentando sonar arrepentida— yo estuve en la enfermería...
—Creo, señorita Brooks, que los niños flojos inventan cualquier excusa con tal de no cumplir su deber, y me parece, que eso es una excusa —la interrumpió Umbridge sonriendo
_____________ frunció el ceño— No es una excusa, en serio estuve en la enfermería...
—Veo que no aprendió su lección, Brooks, me temo que tendré que castigarla otra vez —habló Umbridge, se le notaba complacida
—¡Profesora, es verdad, _____________ estuvo en la enfermería! —exclamó Delamine levantándose de su lugar
—Es evidente, Travers, que dirás cualquier cosa para encubrirla, así que tendré que castigarla también si...
—¡Bien! —escupió la pelinegra molesta— Si miento, no meta a Delamine en esto, castígueme a mi.
Umbridge sonrió como el Gato Sonriente, luego le indicó que pasara, siguió dando su clase y al final, le recordó a la pelinegra que tendría que ir a su oficina a las cinco de la tarde para recibir su castigo, ese día y durante la semana, _____________ se fue corriendo del salón, sin detenerse a hablar con sus amigos ni con nadie.
Simplemente salió corriendo hasta los límites permitidos del bosque prohibido, llegó a un árbol grande, arrojó su mochila contra el piso y soltó un grito que bien pudo haberle desgarrado la garganta, sacó su varita y la nota que había recibido aquella mañana, lanzó un claro incendio, que redujo el trozo de papel a nada más que cenizas.
Rompió e incendió un par de cosas, cuando menos lo notó, sintió dos gotitas de agua caliente correr por sus mejillas, se tumbó a llorar en el suelo del bosque, ya no sabía qué más hacer, Sirius no le respondía, su madre tampoco, su padre la estaba amenazando, mejor dicho: hostigando, se había peleado con Cedric, la única persona en el mundo que la podría ayudar con todo ese embrollo que sentía en el interior.
Se sujetó la cabeza con las manos, aún sosteniendo la varita, cerró sus ojos con fuerza, sintiendo como las lágrimas bajaban por sus mejillas y de sus labios salían sollozos desesperados. Se estaba volviendo loca, lentamente. Después de desahogarse, se limpió el rostro, apagó el fuego que había provocado minutos atrás, guardó su varita, luego se limpió el rostro para volver a sus clases, iban a ser unos días larguísimos.
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Los días desde la pelea con Cedric habían pasado de una forma extraordinariamente lenta, _____________ se sentía cada vez peor, era una comedora compulsiva de dulces, Delamine ya le había quitado su provisión de grageas, Ernie sus gomitas, Hannah sus ranas de chocolate, Ginny sus varitas de regalíz, Fred y George... Realmente esas réplicas lo que hacían era prohibirle que comiera cualquier tipo de azúcar que no fuese su porción de postre en las comidas.
______________ también se la pasaba evitando a Cedric, era consciente de que había sido grosera y muy brusca, pero una voz dentro de su cabeza le gritaba... Que él estaría mejor sin ella, además de que, sabía que si se quedaba con Cedric a solas en una habitación, y charlaban... El ojigris iba a hacerla hablar, como siempre lo hacía. Ella no podía permitirlo, entre más ignorara Cedric, más seguro estaría, eso era lo que ella pensaba, porque no se le ocurría otra manera de mantenerlo a salvo.
Por otra parte, siempre que llegaba a coincidir con el castaño, se escondía, no podía evitar observarlo cada vez que eso pasaba, el ojigris sonreía cuando le hablaban o algo por el estilo, _____________ constantemente sentía impulsos de pararse frente a él y decirle que... Que lo amaba, eran sólo ocho letras, dos palabras, ¡ocho malditas letras y dos palabras!
¿Por qué no podía decírselo? Si quería, quería... Pero nunca lo hacía. Ese día se encontraba con Fred y George caminando de regreso al Gran Comedor, habían ido a jugarle una broma a Bletchley, pues los Weasley creían que así distraerían un poco a la azabache, pero no funcionó.
—Brillitos, entiendo que haya cosas que no nos digas a nosotros, y estamos bien con ello... —comenzó Fred a su lado derecho
—Pero que no se las digas al niño bonito... Nos extraña, sabemos que no quieres involucrarlo más en esto, pero... —siguió George
—Ya lo está, cualquiera que esté del lado de Dumbledore está completamente involucrado en esto —concluyó Fred mirándola
—Tampoco entendemos porqué lo evitas, sabemos que pelearon y todo, pero... —dijo George mirándola también— Queremos que vuelvas a sonreír, en estos tiempos es todo lo que podemos hacer. Sonreír mientras podamos.
—Sabemos que por mucho que nosotros te hagamos reír, porque somos geniales, —añadió Fred a lo que los tres rieron un poco— como ahora, es algo temporal, sólo el niño bonito logra lo que nosotros no.
—Y que conste, que eso no le quita el que querramos quemarle los pantalones —dijo George asintiendo
—¡Chicos! Ya dejen de meterse con mi novio, por favor —los regañó la pelinegra rodando los ojos
—¡Pero si es divertido ver cómo hace circo, maroma y teatro para librarse de las bromas! —dijeron los pelirrojos al unísono
_____________ los miró mal— Es en serio, déjenlo en paz. Ced...
Habló la pelinegra a punto de decir las cosas que amaba del ojigris, pero frunció el ceño, sonaba tan extraño mencionarlo y que él no estuviera ahí, recordó cómo el ojigris le había dicho en el verano que amaba cuando ella decía su nombre, si que sonaba diferente cuando lo decía de aquella manera. Fred y George la miraban expectantes, casi emocionados, lo que la asustó, sin embargo, su boca habló sin alguna clase de permiso suyo.
—Ced es... Todo lo que está bien en este mundo, ¿vale? No podría vivir sabiendo que... Algo le pasó por mi culpa, lo quiero tanto... Que duele, me duele mucho quererlo. Me duele pelear con él, me duele no poder decirle que... Lo que siento por él es algo más que querer, —soltó la azabache sin saber muy bien el porqué— odio pelear con él, de hecho, me detesto sabiendo que le causo alguna clase de daño al acercarlo y luego alejarlo, ¡son sólo dos palabras, ocho malditas letras! Y me cuesta tanto decírselo... Lo único que quiero es protegerlo.
Fred y George se detuvieron, la miraron de una forma en la que _____________ no pensó vivir para atestiguar, la miraban con cariño, casi de la misma forma en que miraban a Ginny, como su pequeña hermanita, la azabache comenzaba a pensar que habían puesto algo en el jugo de calabaza que habían tomado los tres juntos en la comida, porque eso sólo le había pasado cuando... Admitió que Cedric le gustaba, quizás era una coincidencia, quizás no, nunca lo sabría porque los gemelos la interrumpieron.
—Brillitos, tienes que decir lo que sientes, cuando lo sientes —dijo Fred sonriendo comprensivo
—¡Claro! No puedes quedarte sentada en la biblioteca leyendo libros de amor, deseando decirle al niño bonito lo que sientes —siguió George sonriendo de la misma forma
—De lo contrario... Pasan cosas como ésta, no nos agrada que andes con el niño bonito —dijo Fred haciendo una mueca
—Pero es con él o con otro idiota —añadió George asintiendo
—¡George! —exclamó la pelinegra riendo, el pelirrojo había arruinado el momento, los tres reemprendieron la marcha
—El punto es que no amas, lo amas ajá, ajá —canturreó Fred bailando de forma chistosa
—Lo amas, lo amas y lo acabas de admitir —coreó George bailando igual que su gemelo
—¡Cállense! —masculló la azabache sonrojada cuando iban llegando al vestíbulo principal
El sonido de un martillo golpeando los hizo callarse, los tres notaron que Filch estaba sobre una escalera y que colgaba en la pared otro reluciente cuadro con lo que seguramente era otro decreto educacional, los tres se miraron y trotaron hasta donde un grupo de alumnos se había agrupado para poder leer:
𝙳𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝𝚘 𝙴𝚍𝚞𝚌𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚊𝚕 𝙽𝚘. 24
De ahora en adelante quedan disueltas todas las organizaciones y sociedades, y todos los equipos, grupos y clubes.
Se considerará organización, sociedad, equipo, grupo o club cualquier reunión asidua de tres o más estudiantes.
Para volver a formar cualquier organización, sociedad, equipo, grupo o club, será necesario un permiso de la Suma Inquisidora.
No podrá existir ninguna organización, ni sociedad, ni ningún equpo, grupo ni club de estudiantes sin el conocimiento y la aprobación de la Suma Inquisidora.
Todo alumno que haya formado una organización, sociedad, o un equipo, grupo o club o bien haya pertenecido a alguna entidad de este tipo que no haya sido aprobada por la Suma Inquisidora, será castigado severamente o expulsado del colegio.
—Esa vieja arpía arrugada —murmuró la azabache irritada
—Entonces... ¿Y los equipos de Quidditch? —inquiró George al aire
Los tres se volvieron a mirar— Maldita cara de sapo.
Dijeron los tres malhumorados, luego se encaminaron a uno de los patios, donde se tumbaron en la nieve, que ya había comenzado a caer, se quedaron bromeando de algunas cosas hasta que alguien gritó algo que _____________ no esperaba escuchar, alguien estaba llamando a Cedric.
La pelinegra se sentó en la nieve de golpe, observó como el ojigris se reunía con Maxton, Harvey y Yancy, los cuatro Hufflepuffs desaparecieron en el pasillo opuesto a dónde ellos estaban. La peliengra se dejó caer en el suelo cubierto por la blanca nieve.
—Quiero a Cedric —soltó ella tapando sus ojos
—Entonces, discúlpate —dijeron obvios Fred y George
—Brillitos, en serio que primero eres como el té caliente y luego te enfrías tanto como la nieve —dijeron al unísono los gemelos Weasley
—Ya cállense, réplicas —dijo la azabache rodando los ojos
Después ambos hicieron una guerra de nieve, a la que después se unieron Ginny, Luna Lovegood y Lee Jordan, el pequeño grupo la pasó de perlas aquella tarde, sin embargo, las palabras de Fred y George respecto a los sentimientos rondaban en la cabeza de _____________, pero no entendía del todo lo que significaban.
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¡HOLA DE NUEVO! Sip, aquí de nuevo, actualizando todo lo que no actualicé la semana pasada XD, la tercer parte del maratón va a tener que esperar unas horitas, porque se me acaba de terminar la batería, so...
Cuéntenme, ¿qué les pareció el capítulo? Ya sé, ya sé que Brooks y Ced se la pasan peleándose y reconciliándose, pero lea prometo que valdrá la pena aunque a veces quieran darle una buena cachetada a Brooks, en serio 🥺❤️✨
En fin, espero que les haya gustado, que lo hayan disfrutado, voten y comenten si quieren más, no olviden que las amo y Cedric también, soy su fan, bye 💜💜✨✨
P. D: Maratón 2/3.
------- Travesura realizada --------
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