Narra Dulce:
Últimamente por mi cabeza están pasando muchos recuerdos. Quizá sea porque en estos días estoy pensando demasiado en el pasado, quizá porque estoy intentando descifrar qué pasará en el futuro.
Estos meses atrás han vuelto a mi vida muchas cosas que pensaba que no lo harían jamás. Momentos que creía no volver a vivir, personas que esperaba no volver a ver, aunque en el fondo sabía que volverían. Tengo que decir que la mayoría de los momentos que estoy recordando últimamente son felices, aunque no todos, qué sería de ellos si no hubiéramos vivido cosas difíciles antes.
No pude evitar pensar en uno de los momentos agridulces. Era 2008, no parábamos de trabajar con el grupo y a veces necesitábamos un descanso aunque solo se tratara de unos días. Tuvimos una semana en la que aprovechamos para disfrutar de nuestra familia y amigos, hasta que en una de esas reuniones familiares recibí la llamada de Pedro. Me citaba muy temprano en la mañana al día siguiente en las oficinas de Televisa. Yo no entendía nada, hacía apenas dos semanas que estuvimos revisando contratos, así que me pareció extraño que se tratara de una reunión importante.
Al rato recibí la llamada de Christopher, me preguntaba si la reunión sería con todos, pero yo tampoco sabía nada.
Pensamos que al cruzar la puerta que había entre la recepción y el despacho de Pedro, encontraríamos al resto del grupo, pero no fue así.
- Pero pasen, no se queden ahí parados. - Nos dijo Pedro que nos esperaba sentado en su mesa.
Ambos ocupamos los sillones que decoraban el despacho, y sin aún entender nada de lo que estaba pasando, preguntamos qué ocurría. En ese momento entró Luisillo disculpándose por la tardanza y Pedro le pidió que comenzara a explicarnos lo que pasaba.
- Chavos, dentro de unas semanas empezarán a grabar una novela. - Nos dijo Luisillo con una sonrisa en la cara.
- ¿Cómo una novela? - Preguntó Christopher.
- Queremos aprovechar la química que tienen y el gran número de fans, tanto del grupo, como de ustedes individualmente.
- No estoy entendiendo nada, ¿sólo nosotros dos? - Insistí.
- Ustedes serán los protagonistas. La próxima semana irán a Madrid dos días para ver cómo recibe el público a la pareja, aunque creo que ya sabemos que funcionará. - Contestó Pedro.
- Un momento, creo que esta decisión deberíamos tomarla entre todos, ¿no? ¿Acaso nos han preguntado qué nos parece la idea? - Dijo Christopher.
- Todavía tienen un contrato con Televisa, y qué mejor oportunidad para ustedes que un protagónico en una nueva novela. El grupo no va a durar toda la vida, y tienen que ir pensando en lo que quieren hacer en el futuro próximo. - Luisillo intentaba convencernos de que el proyecto era lo mejor para nosotros, y aunque yo no estaba muy segura, sentía cómo Christopher lo tenía muy claro.
- Al menos déjennos pensarlo. Es una decisión muy importante. - Concluí yo al ver la cara de Christopher, sabía que faltaba muy poco para que se levantara y se fuera de allí.
- Está bien, pero vayan haciendo las maletas, la semana que viene se van a España.
A los pocos minutos, y después de concretar los detalles del viaje, abandonamos el despacho. Christopher no decía ni una palabra, simplemente se puso los lentes y se dirigió al elevador. Yo me despedí de algunos amigos que me encontré y bajé al estacionamiento donde él me esperaba para irnos.
Al entrar en el carro agarré su mano y ni siquiera volteó a verme.
- ¿Qué te pasa, mi amor? - Le dije.
- Estoy harto de que decidan por nosotros, no quiero esto.
- Es solo una propuesta, todavía no está nada cerrado.
- ¿No te das cuenta lo que quieren hacer con nosotros? Hoy era nuestro día libre y aquí estamos, teniendo una reunión en la que ya han decidido nuestro futuro.
- Podemos negarnos a esto. La semana que viene vamos a España, aprovechemos para estar juntos y cuando volvamos tomamos una decisión.
- Yo lo tengo todo bastante claro.
- No nos precipitemos, tenemos tiempo de decidir, ¿ok?
- No quiero que nos convirtamos en lo que ellos quieren, un producto basado en nuestra vida personal.
- No tenemos por qué actuar, tú y yo somos una pareja, si Pedro quiere que la gente lo vea, lo verán.
Y así pasó, la semana siguiente Christopher y yo viajamos solos a España con la excusa de promocionar la nueva gira de RBD. Al llegar al hotel donde nos quedaríamos esos días subimos a las habitaciones, siempre nos asignaban dos, aunque siempre estábamos en la misma. Dejamos las maletas y decidimos dormir hasta el día siguiente, había sido un viaje muy largo y la promoción que nos esperaba no era nada fácil.
Nos despertamos temprano en la mañana, apenas eran las siete cuando abrí los ojos y comprobé que Christopher seguía completamente dormido. Comencé a recoger el cuarto y a los pocos minutos él despertó. Sabíamos que pronto llegarían a alistarnos para las entrevistas y no queríamos que nos encontraran juntos. Christopher salió de mi cuarto y una hora después ya nos encontrábamos en el desayuno antes de comenzar la promoción. Pedro nos pidió que insinuáramos que había algo entre nosotros, es curioso cómo sus intereses habían cambiado en tan poco tiempo. Durante años nos suplicó mantener en secreto la relación, y en nuestro mejor momento, decidió cambiar sus planes.
El día fue demasiado intenso, tuvimos demasiadas entrevistas, así que decidimos salir a cenar los dos solos para descansar del día de trabajo. Alguien del staff nos recomendó un pequeño y discreto restaurante en el centro de Madrid, y allí fuimos. Durante la cena apenas hablábamos de los planes de Pedro. No quería sacar el tema porque sabía que Christopher cambiaría su humor, y habíamos decidido que en esos pocos días que estaríamos fuera, no tomaríamos ninguna decisión.
Al llegar al hotel nos quedamos abrazados en la cama, eran pocos los momentos que podíamos estar a solas sin que nadie más nos molestara, y lo necesitábamos más que nunca. Christopher me miró y yo le di un beso.
- No sé qué va a pasar, lo que el futuro nos traerá, pero pase lo que pase estaré contigo, ¿ok? - Me dijo Christopher.
- ¿Por qué me dices eso?
- Porque las cosas no van a ser fáciles a partir de ahora.
- Mi amor, dijimos que no hablaríamos de esto en el viaje.
- Es que no puedo quitármelo de la cabeza. No quiero que nuestra vida se convierta en un circo.
- Y no lo será si nosotros no queremos.
- Dulce, llevamos todo el día comportándonos como lo que somos, una pareja. Pero yo no quiero hacerlo porque Pedro nos lo exija, yo quiero hacerlo porque lo sienta. Odio estar contigo en estas cuatro paredes siempre. Yo quiero que nos comportemos como el resto de parejas del mundo, quiero que vayamos de viaje sin miedo a que nos sigan, que vayamos a cenar como lo hemos hecho hoy, y quiero poder darte la mano siempre que quiera sin que haya alguien echándonos fotos.
- Yo también quiero todo eso, y quizá si aceptamos hacer la novela podamos tenerlo. A nadie le resultaría extraño que nos enamoráramos en la nueva novela.
- No quiero mas mentiras. Llevamos mucho tiempo mintiendo, ocultando lo que tenemos y yo ya me cansé. Los fans no son tontos, saben que hay algo entre tú y yo, y no quiero que la prensa se aproveche de eso.
- Quizá tengas razón, pero piénsalo. No tenemos que decidir nada de momento.
- Quiero disfrutar del último día aquí. Ven acá.
Nos abrazamos como si intuyéramos que algo nos podría separar. Apenas dormí aquella noche, no podía, no cuando ambos sufríamos por lo que estaba por venir, por lo que los dos sabíamos que nos haría daño. Al llegar a Mexico asistimos a otra de nuestras reuniones con Pedro, y en ese momento, supe que había comenzado el infierno.
Ahora cuando pienso en esos meses los recuerdo de otra manera, fueron un aprendizaje enorme y también descubrí que tenía a mi lado al mejor hombre del mundo. Me acompañó en cada momento, me cargó en brazos cuando apenas tenía fuerzas para seguir, supo cuidarme como nadie y me salvó incluso de mi misma. Me quedo con esos momentos en los que solo éramos él y yo, frágiles, indefensos ante un mundo que cada día nos lo ponía más difícil, pero más valientes que nunca mientras luchábamos por mantenernos juntos.
Estos últimos días están siendo difíciles, después de la conversación con Paco las cosas no han vuelto a ser iguales. Quizá debería ser sincera con él, contarle cómo sucedieron las cosas, qué significaba Christopher para mi. Pero por otro lado no podía hacerlo, incluso a mi me hacía daño esta situación. Nadie está preparado para enfrentarse a algo así, para enfrentarse a la verdad por más dolorosa que sea.
No quería checar apenas mi celular. Sabía que Paco estaba molesto después de ver la llamada de Christopher, ni tan siquiera le había contestado. Entre en las redes sociales, necesitaba saber si todo estaba bien, en el fondo quería encontrar una señal de que él siguiera ahí. Vi que Christopher había subida una historia en Instagram, era una canción llamada If you could see me now. La letra me dio lo que yo necesitaba, él seguía ahí, a pesar de todo, de todos, del tiempo y de la situación.
A veces me sentía muy mal por ello, cómo de grande puede ser el amor para que te convierta en la persona más paciente del mundo. Cómo de grande puede ser el miedo para convertirme a mí en la persona más cobarde del mundo. Él me daba todas las señales que necesitaba para saber que esto no había acabado, y yo no podía seguir mirando hacia otro lado que no fueran esas señales.