Ella, mi mundo

484 52 5
                                    

Narra Christopher:

Estaba en un gran momento, no lo puedo negar.

Hacía apenas unos días que había presentado mi nuevo single y la respuesta del público había sido muy positiva. Pero ese no era el único motivo de mi felicidad, aunque creo que no es necesario ni tan siquiera explicarlo. Poco a poco todo se iba acomodando y en apenas unos meses podría decir en voz alta todo lo que se estaba preparando.

Me moría de ganas de que llegara ese momento. Poder volver a compartir el proyecto que me hizo tan feliz y me regaló tantas cosas. Volver a viajar al lado de esas personas a las que tanto quiero y vivir miles de momentos con ellos me tenía ilusionado, y creo que solo hacía falta ver cómo hablaba de lo que vendría para saberlo.

Las entrevistas para presentar HT me tenían bastante entretenido, y sabía que la posibilidad de la gira sería la protagonista de todas ellas. También sabía que su nombre saldría en algún momento y eso me ponía aún más nervioso. Pronunciar su nombre provocaba en mi todo tipo de sentimientos y mis tics aparecían como si de algo incontrolable se tratara. No podía evitarlo, aunque ya no me importaba que todo el mundo se diera cuenta.

Era algo que me pasaba desde que la conocí. Hasta mis amigos se burlaban de mi cada vez que comenzaban los tics y no podía pararlos. Ella me ponía nervioso, con tan solo una mirada era capaz de alterar cada parte de mi cuerpo y muchas veces le resultaba demasiado gracioso a la par que tierno.

Recuerdo la primera vez que traté disimular delante de ella lo que me pasaba, sin éxito. Estábamos grabando los últimos capítulos de la primera temporada de Rebelde y yo cada vez sentía más cosas por ella. Las escenas De Diego y Roberta solo habían hecho que mis sentimientos fueran a más y ya no sabía qué hacer. Me sentía mal porque la situación no era la más idónea, pero al mismo tiempo no podía reprimir lo que me estaba pasando y necesitaba contárselo a alguien.

Una noche al salir de las grabaciones le marqué a mi amigo Diego. Él era quien mejor me conocía y últimamente sabía que algo había cambiado en mi, solo estaba esperando que fuera yo quien le contara cuál era el motivo. A las once de la noche Diego llegó a mi casa y yo abrí unas chelas para contarle aquello que tan preocupado me tenía.

- ¿Me vas a decir de una vez lo que te pasa? Llevas unas semanas más raro de lo normal. - Me preguntó Diego.
- ¿Tanto se me nota? - Respondí.
- No vienes a las quedadas con los demás y apenas contestas las llamadas.
- Sí me pasa algo. Pero si te digo me tienes que prometer que no le contarás a nadie, es algo muy serio.
- A menos que hayas matado alguien y me pidas que te ayude a huir, creo que podré guardar el secreto.
- Está bien. Creo que me gusta Dulce. - Le dije con miedo a su respuesta.
- ¿Cómo? ¿Dulce? ¿Tu compañera de trabajo? ¿La ex novia de uno de tus mejores amigos?
- ¿Acaso conoces otra?
- ¿Estás seguro, Chris?
- Nunca he estado más seguro. No sé qué me pasa, pero no puedo dejar de pensar en ella.
- Creo que te estas confundiendo, pasan muchas horas juntos e igual por eso estás así.
- No es eso. Nunca me había sentido así por ninguna chava, quiero estar todo el tiempo con ella.
- No sé qué decirte. Últimamente hablabas mucho de ella, pero pensaba que sería algo pasajero.
- Yo también creía que sería así, pero no se me pasa. Y sé que no está bien y que quizá si le digo puedo perder nuestra amistad, pero no puedo más con esta situación.
- Mi consejo es que tengas cuidado, no solo puedes perder su amistad, también la de otras dos personas que están involucradas en esto.
- ¿Entonces me estás diciendo que lo mantenga en secreto?
- Te estoy diciendo que te cerciores si ella siente lo mismo antes de hacer algo.
- No sé qué puede sentir ella. Me encantaría que se sintiera igual que yo, pero no tengo idea.
- ¿La quieres?
- La quiero.
- Entonces lucha por ella, pero sé sincero. Y en cuanto pase algo, espero ser el primero en saberlo.
- Lo serás, y espero que sea pronto.

Poco tiempo después pasó. Dulce y yo comenzamos a estar más cerca hasta que un día ocurrió. Estaba feliz, muy feliz, y solo quería que aquello que teníamos no acabara nunca. Ahora también me sentía así, quería que lo que estábamos a punto de vivir no terminara nunca.

Me encantaría volver a decirle a todo el mundo que estoy feliz, que esto nunca terminó y que los años no han pasado por nosotros y lo que sentimos. En unos meses todo podría cambiar y yo estaba deseando que llegara el momento de dar un vuelco a mi mundo, que aún después de tantos años, seguía siendo ella.

Me fuiWhere stories live. Discover now