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Spencer no entendía cómo es que había aceptado grabar un video para el blog de Cassandra. ¡Él odiaba estar enfrente de las cámaras! Podía estar detrás de un escritorio, entre libreros o incluso detrás de las cámaras. ¿Pero frente a una y respondiendo preguntas? ¡No! ¡Claro que no!
Pero, quería complacer a Cassandra, quien lucía realmente animada con la idea de hacer un video para todas aquellas personas que habían escuchado su historia y le habían apoyado.
—Amor, ¿no crees que haya psicópatas detrás de esto?
Cassandra dejó su helado a medio comer e hizo un pequeño puchero.
—No debí decir eso —susurró.
—No, no, no hay —aseguró con rapidez—. Penélope está monitoreando todo detrás de esto y, ella tiene un registro de las personas que están viendo el video —dijo con emoción—. Aparte, son solo cien personas...
Spencer se ahogó con su saliva—. ¿Cien? —dijo en un hilo de voz.
—¡Casi nada! —aseguró. Estiró sus brazos sacando su lengua—. Ayuda, ayuda, la barriga me impide pararme —jadeo haciendo muecas y Spencer corrió para ayudar a su prometida.
Tomaron asiento en el sillón blanco que se encuentra pegado sobre la pared de piedra lisa, la cual cuenta con algunos cuadros.
—Solo pícale al botón rojo y comenzará a grabar —pidió Cassandra con una pequeña sonrisa y señalando con su dedo.
Saco su celular y marcó a Penélope—. Hola mi capullo de flor —saludó con ternura.
Spencer camino hasta Cassie y se sentó apretando sus labios.
—¿Están listos?
—¡SÍ!
—No —susurró Spencer.
—¡Qué bueno que están listos! —dijo con entusiasmo Penélope—. Bien, yo monitorearé las preguntas, ¿de acuerdo?
Spencer suspiró—. De acuerdo, hagámoslo...
—¡Ese es mi chico genio! —le animo Penélope—. Entramos en vivo en tres... dos... ¡en vivo!
—No dijo uno —señaló Spencer frunciendo el ceño.
Cassandra soltó una pequeña risita—. ¡Hola personas del internet! —saludó con una gran sonrisa—. Me alegra saber que hay personas que aun leen mi blog, juraba que solo Penélope lo hacía...
—¡Todos los días! —dijo Penélope del otro lado de la línea, provocando que Spencer y Cassandra sonrieran.
—Como verán hoy decidí hacer algo... diferente, porque, extrañamente, ustedes querían que esto sucediera —murmuró.
Spencer, en voz baja, dijo—: Psicópatas.
—Ahora bien, Penélope....
—¡La mejor analista técnica del FBI! —le interrumpió Penélope.
—... será quien lea las preguntas que ustedes han hecho —Cassie tomó una bocanada de aire y llevo sus manos a su vientre de ocho meses—. Me canse de hablar —susurró viendo a Spencer, quien soltó una carcajada sin poder evitarlo.
—Penélope, evita las preguntas vergonzosas...
—¿Qué dices niño genio? ¡Son las mejores! —chilló con emoción.
Hizo sonar su garganta y leyó la primera pregunta.
—¿Cómo fueron los días de Cassie luego de todo lo que pasó? Me refiero a, ¿pudo descansar?, ¿cómo llevó las pérdidas después de que todo termino?
Spencer ladeo una mueca viendo a Cassandra que golpeteo con cariño su vientre.
—Fue, complicado —respondió con sinceridad—. Realmente complicado —susurró—. Cuando regresé a Nueva York, creo que fue el momento más difícil porque me di cuenta que en realidad, habían asesinado a mi familia y... estaba sola.
Spencer entrelazo su mano con la de Cassie, quien ladeo una sonrisa.
—Se venían las fiestas decembrinas y... no tenía a mis hermanos llamando a cada hora para decirme que comprará juguetes de Star Wars —soltó una risita nostálgica y suspiró—. Sin embargo, con... con ayuda de Spencer y, bueno, de mis padrinos, de John, Elle y, en realidad, de todo el equipo de la BAU, logré salir adelante —dijo con una sonrisa—. JJ venía al menos dos veces al mes y Rossi hacía videollamadas conmigo a la hora de la cena, Hotch me mandaban mensajes para asegurarse de que me encontraba bien y Derek mandaba flores con notas realmente divertidas —dijo con una sonrisa—. Emily y Penélope me llamaban al despertar y antes de dormir e incluso Alex venía a tomar café y así —mostró una sonrisa y ladeo su cabeza viendo a Spencer—. Spence hacía todo lo que ellos pero al doble —susurró mirándolo con una gran sonrisa—. Venía a verme una vez a la semana, como lo prometió y respondía mis llamadas por la madrugada sólo para responder mis preguntas que surgían a medio sueño —mostró una mirada tierna.
—Estuve a nada de comprarme mi propio jet —bromeó, provocando que Cassandra soltará una risita.
—Lamentablemente, tras todo lo que sufrí, me di cuenta que no estaba sola, que no estoy sola y que, aunque, me encuentre en una habitación, eventualmente sola, hay alguien que se preocupa por mí —sonrió sin poder mostrar sus labios y suspiro—. Claro que, mentiría si digo que todos los días son perfectos, yo... tengo días malos, pero afortunadamente sé cómo hacer que esos días sean mejores y, no permito decaer porque, muchos han luchado por mí y es momento que luche ahora yo por mi misma y... por mi futuro bebé —dijo con una sonrisa.
—Eso fue bellísimo —sollozó Penélope—. Ay, tengo una horrible alergia —mintió.
—Sí, claro —susurró Spencer con ternura.
—¡Siguiente pregunta!
Habló con entusiasmo, para dejar de lado su sentimentalismo.
—¿Quién dio el primer paso en la relación?
Ambos se señalaron al mismo tiempo, provocando que Penélope (quién veía todo desde su computadora), comenzó a reír.
—¡Fuiste tú! —señaló con voz aguda Spencer.
—¡Claro que no fui yo! —chilló Cassie.
—Amor, tengo memoria eidética —le recordó con diversión Spencer, entonces, miro a la cámara y con rapidez comenzó a hablar—. Fue el día después a su cumpleaños número veinticuatro, nos encontrábamos en su departamento y le propuse tener una cita, por lo que subimos a la terraza. Me gusta la nieve, quería ver la nieve —se excusó alzando los hombros—. Y, ella me abrazo porque tenía frío...
—¡Tú me abrazaste! —le interrumpió divertida.
—¡Bien! Yo lo hice, y entonces, ella me miro y dijo que soy bellísimo cosa que...
—¡Eso no pasó así! —exclamó Cassie tomándolo del brazo, mientras Spencer soltaba una pequeña risita.
La abrazó con ternura y besó su mejilla.
—Fui yo quien dio el primer paso —respondió viendo el perfil de Cassie, quien tiene una pequeña sonrisa—. Subimos a la azotea, con mantas encima de nosotros —recordó, con una sonrisa—. Cassie no soltaba la botella de vino y... se veía hermosa —confesó.
Las mejillas de Cassie se tornaron rosas.
—Entonces, le pregunté si podía besarla y...
—Lo besé —dijo Cassie con una sonrisa—. Fue algo mutuo, ¿no?
—Definitivamente —respondió besando su mejilla—. Esa misma noche le pedí que fuese mi novia —tomo la mano de Cassie para darle un sonoro beso.
—Chicos, eso es muy lindo —confesó Penélope, quien volvió a lloriquear—. ¡Dios! ¡Cuánta sensibilidad tengo el día de hoy! —exclamó con irritación.
Se escuchó como sonaba su nariz y ambos apretaron sus labios para no reír. Leyó la siguiente pregunta con un tono de voz agudo.
—¿Cómo fue su relación en esos 5 años? ¡Por favor ya no me hagan llorar! —suplicó Penélope.
—No prometemos nada —dijo con algo de burla Cassie—. Fueron buenos... algo...
—Agitados —susurró Spencer.
—Creo que el único problema era la distancia...
—Sí, nos encontrábamos a 420.04 kilómetros, entonces si fue algo complicado —confesó Spencer con una mueca.
—Sin embargo, lo hacíamos funcionar —comentó con una sonrisa Cassie—. Yo tenía que ir a Richmond para verificar que todo fuera bien en la empresa de Bienes y Raíces entonces era como matar un pájaro de dos tiros y... a pesar de no estar todo el tiempo juntos, nuestro amor simplemente no desvanecía.
—Creo que se hizo más fuerte, ¿no? —curioseo Spencer—. Es estúpido decir que las relaciones a distancia no funcionan, mientras hay comunicación, confianza y un acuerdo mutuo, todo resulta ser más sencillo.
—Sí, aparte, teníamos planes a futuro, aun los tenemos —se corrigió—. Eso realmente es una motivación —confesó con una sonrisa.
—Aparte, Cassandra duró seis meses en Quántico...
—¡Cierto! —recordó con una sonrisa—. Poco antes de nuestro tercer aniversario, me mude a Quántico para un trabajo social en la agencia del FBI, fue algo... divertido —dijo mirando con una pequeña sonrisa a Spencer.
—Y teníamos cita todo el tiempo que nos veíamos...
—¡Y también crearon un bebé! —les interrumpió Penélope con emoción.
—¡Penélope! —chillaron ambos.
Sin embargo, la risa de Penélope no fue la única que se escuchó.
—¡Hola polluelos! —saludó con voz gruesa Derek Morgan.
—¡Hola Derek! —saludó en un grito Cassandra.
—¿Listos para la siguiente pregunta? —cuestiono Penélope.
—Déjala caer, Penny.
—¿Casandra conoció a la suegra? Si así fue ¿Cómo fue ese encuentro?
Cassandra suspiró con una sonrisa—. Diana es un amor —confesó sonriendo—. Fue un gran encuentro, la conocí al año de relación, ¿no? —Spencer asintió con su cabeza—. Sí, fuimos a Las Vegas y... por primera vez aposté —comentó con una gran sonrisa.
—Y lo perdió —agregó Spencer con una mueca, mientras Penélope y Derek reían.
—Shh, eso no se dice Spence —dijo entre dientes—. Pero sí, fue un muy lindo momento. Diana estaba realmente feliz de que Spencer hubiese encontrado una gran mujer como yo —paso su mano por su cabello provocando que Spencer sonriera.
—Es cierto —comentó con una sonrisa—. Mamá adora a Cassie, hay veces que me ignora por estar hablando por teléfono con ella —dijo haciendo un puchero infantil.
—¡Oh, vamos! —le dijo Cassie con una sonrisa traviesa—. Eso no es cierto —le mostró su lengua de manera infantil y Spencer arrugó su nariz.
—Siguiente pregunta, por favor, Penélope —pidió Spencer.
—¿Cuál fue la reacción del equipo al saber de su relación con Cassie?
—¡Uy esta yo me la sé! —dijo en un grito Derek.
Con nervios, Cassandra miró a Spencer—. ¿Cuál fue? —preguntó en voz baja.
—Fue una muy buena reacción —aseguró Spencer tomando su mano—. En realidad, todos ya sabían que algo sucedía entre nosotros, digo... no por algo es el mejor equipo de la BAU —alardeó un poco, haciendo que Cassandra soltará una risita—. Pero, todos estaban muy alegres. Rossi inclusive lloró y Hotch no paraba de decirme que estaba orgulloso de mi. Emily sabía que lo lograría y JJ estaba tan feliz de que por fin le hubiese pedido que fuera mi novia...
—¡Y yo te dije que eres un campeón! —le recordó Derek.
—¡Y, y, yo lloré! —agregó Penélope.
—Ay, mami, tú siempre lloras —le dijo con ternura Derek, provocando que Cassandra riera, mientras Spencer asentía con su cabeza.
—¡Cassie es parte de la familia! —exclamó Penélope.
—Aww, no, basta, me harás llorar —susurró Cassandra, con un pequeño puchero.
Cubrió su rostro y Spencer la abrazó con ternura. Beso su hombro y apoyó su barbilla para verla.
—¿Quieres hacer una pausa? —susurró.
—No, no, estoy bien —respondió con una sonrisa sincera—. Continuemos...
—Está pregunta me gusta —dijo Derek del otro lado de la llamada.
—Shh, primero va está —hizo sonar su garganta y leyó en voz alta—. ¿Spencer es celoso?
Cassie ladeo una mueca y miró a Spencer, quien negó con su cabeza y el ceño fruncido.
—Los celos son una respuesta emocional que surge cuando una persona percibe una amenaza hacia algo que considera propio —dijo Spencer frunciendo el ceño—. Y yo no veo a Cassie como de mi propiedad, no es un objeto —hizo saber, provocando que Cassandra sonriera—. Es común que se denominen los celos antes un posible sospecha o inquietud en el que la persona a la que se ama (o se le tiene una obsesión), preste atención en favor de otra, generado incomodidad—continuó—. Y siendo sincero, nunca he llegado a sentirme celoso porque conozco a Cassie, sería simplemente... estúpido —murmuró con una mueca.
Derek aplaudió del otro lado de la línea—. ¡Woo! ¡Ese es el niño genio del FBI! —aplaudió nuevamente haciendo que Cassie mirara con una gran sonrisa a Spencer—. ¡Bien! ¡La siguiente pregunta es solo para Cassie! —informó.
Spencer sintió ligeros nervios por el tono de voz de Derek.
—¡No! ¡Derek! —chilló Penélope.
—Anda muñeca —le suplicó Derek—. Cassie, ¿qué tan bien lo hace?
Los ojos de Spencer se abrieron de golpe. Cassie apretó sus labios sintiendo ganas de reír debido a la pregunta y bajó su cabeza, mientras muerde su labio inferior.
—Te aplastaré, Derek —susurró Spencer.
—Hum... no voy a responder eso —murmuró algo divertida—. Sin embargo... solo diré que llevamos cuatro años juntos, estamos a punto de casarnos y tengo ocho meses de embarazo —mostró sus pulgares sin poder evitar una gran sonrisa, mientras sus mejillas se encuentran rojas.
—Espero que la gente que esté viendo esto sea mayora de dieciocho años —susurró Penélope—. Bueno, ahora que sale al tema, esta pregunta queda excelente. ¿Cómo fue el momento en que Cassie se enteró que estaba embarazada? ¿Cómo se lo dijo a Spencer? ¿Qué sintió?
Spencer suspiró, recordando muy bien aquel ese día.
—Fue... fue un momento realmente inesperado —confesó Spencer—. La verdad es que, fue una sorpresa para ambos —informó mirando a Cassie, quien asintió con su cabeza.
—Sí, se supone que íbamos a ir al cine —dijo con una sonrisa—. Esperaba ver la película Un Viaje de Diez Metros...
—Pero alguien se desmayó saliendo del elevador —recordó Spencer con una mueca—. Afortunadamente, había un doctor en el lobby de los edificios donde Cassie tiene su departamento en Nueva York y le recomendó ir al médico...
—¡Y nos perdimos la película por ir al doctor! —Cassandra se cruzó de brazos frunciendo el ceño y haciendo un puchero.
—Sí, y nos llevamos otra sorpresa cuando el doctor pidió hacer una prueba de embarazo —dijo con una sonrisa.
—El señor «Yo Lo Recuerdo Todo» —Derek soltó una carcajada al escuchar la forma en la que Cassie lo había llamado—. Podía jurar que no podía estar embarazada...
—¡Yo recuerdo todo!
—Eso no —le picoteo el brazo y Spencer ladeo una mueca.
—Culpo a las margaritas —dijo en voz baja, haciendo que Cassandra soltará una carcajada.
—¿¡Cómo te sentiste Spencer?! —exclamó Penélope con emoción—. ¡Cuéntanos! —pidió.
Spencer bajo su cabeza con una sonrisa y de reojo, miró el vientre de Cassie.
—En un principio, en un principio la verdad estaba jodidamente asustado —confesó soltando una risita—. No obstante, después de ver la ecografía y ver... ver que realmente había un feto que eventualmente se convertiría en un bebé... —tragó saliva sin poder continuar y sus ojos se cristalizaron.
Cassandra tomó el brazo de Spencer al ver cómo limpiaba sus lágrimas.
—Es solo que en semanas tendremos a nuestro bebé y... estaba asustado en un principio, pero ya que he estado pasando por todo este proceso en compañía de Cassie, estoy preparado para no dormir —aseguró, haciendo que Cassie soltará una pequeña risita, mientras procura no derramar lágrimas.
Se escuchó un sollozó del otro lado de la línea.
—Oh, Penélope...
—En realidad, es Derek —respondió Penélope, provocando que ambos comenzaran a reír.
—Demonios, niño, ya no te podré llamar así porque ya eres todo un hombre, próximo papá. Oh no, oh no, aquí vienen de nuevo —lloriqueo, provocando que rieran con ternura.
Esperaron a que Derek dejara de llorar y Penélope leyó dos preguntas.
—Dos personas diferentes, preguntan: ¿Ya tienen pensado algún nombre para la bendi? ¿Cómo le pondrán a su hijo? Esta última, agrega: ¿Puede llamarse Anakin en honor a Star Wars?
—¡Te digo Cassie, Anakin Reid es un increíble nombre! —exclamó con emoción Spencer, provocando que Penélope y Derek se carcajearan.
—¡Spencer! ¿Te imaginas que después se convierta en malo? —dijo en un susurró, con sus ojos bien abiertos—. ¡No podría soportarlo!
—Oh... no había pensado en eso —dijo ladeando su cabeza.
—¿Qué opinan de Luke? —propuso Derek.
—¡Yoda! —exclamó Penélope.
Se escucharon ladridos y un perro negro bajo corriendo las escaleras. Esta vez, no se lanzó al sillón, sino que olfateo a Cassie y pego su hocico a su rodilla, viendo el gran vientre de su dueña.
—Sentado Yoda —pidió Cassie con cariño.
—Ya tenemos uno —señaló Spencer—. Pero, Luke me gusta —comentó con una sonrisa pequeña.
—Esperen, ¿acaso nos están diciendo que su bebé será un hombre? —preguntó perplejo Derek.
—Whoops —susurró Cassie.
—¡Sorpresa! —exclamó Spencer abriendo sus ojos.
Dejaron que Derek y Penélope gritaran con emoción, mientras ambos susurraban.
—Más allá de que el nombre de Luke signifique «el brillante», Morgan viene del Celta que quiere decir «el hombre del mar» y creo que quedaría muy bien porque... tu sueño es ser una sirena —musitó, haciendo que Cassandra soltará una risita—. ¿Qué piensas?
—Luke Morgan Reid... me gusta —susurró con una sonrisa.
—¿¡Siguen ahí!? —se escuchó la voz de Penélope.
—En vivo y en directo —respondió Cassandra con una sonrisa.
—¡Genial! Bueno, ¿están listos? —cuestionó—. Solo quedan tres preguntas más...
—Y una para Yoda —agregó Derek.
El perro, que había quedado dormitando sobre la rodilla de Cassie, alzó su cabeza y soltó un pequeño bostezo.
—Bueno, la siguiente pregunta es, ¿cómo piensan llamar a su hijo?
—Lo diremos cuando estemos juntos —respondió Spencer con una sonrisa—. Me refiero a, la familia, ya saben...
—Sí, queremos ver su reacción —agregó Cassie.
—¡Ay! Seguro lo llamaran Penélopo.
—Sí cariño, porque Penélopo es un hermoso nombre —ironizó Derek.
—Bueno, la siguiente pregunta es, ¿tendrán un solo hijo o agradarán la familia?
Spencer miro a Cassie y luego a la cámara—. ¿Por qué arruinar la perfección?
Cassie soltó una pequeña risita acariciando su vientre y viendo a Spencer con ternura.
—Yo diré la de Yoda —habló con cierta emoción Derek—. ¡Yoda! ¡Amigo! ¿Me escuchas?
El perro, ladeo su cabeza viendo el celular de donde sale la voz de Derek. Silbo un par de veces y Yoda ladro con emoción dando vueltas.
—Genial, lo volvió loco —susurró Spencer.
—Yoda, pequeño, ¿cómo es posible que seas tan lindo? —le preguntó soltando pequeñas risas de ternura.
Yoda volvió a ladrar al escuchar la voz de Derek.
—Porque es nuestro perrihijo, duh —respondió Cassie por su perro.
—Bueno, ya que nos deleitamos con el hermoso Yoda, la última pregunta es mi favorita —confesó Penélope—. Pero la he modificado ya que aún no sucede —aclaró—. ¿Cómo será su boda?
Cassie sonrió con emoción y miro a Spencer, quien tomó la mano de su prometida.
—Nos casaremos en la playa —respondió Spencer—, y... será algo pequeño, algo familiar —aclaró.
—Será a la hora del atardecer para estar oficialmente casados en cuanto el sol se meta —agregó Cassandra con cierta emoción—. Y, pues, ¿qué más detalles se dan? —preguntó en voz baja.
—¡DI EL COLOR DE VESTIDO QUE UTILIZARAN LAS DAMAS! —exclamó Penélope.
—Demonios muñeca, me dejaste sordo —murmuró Derek.
—Será color azul cielo —puso su mejor sonrisa y miro a Spencer con emoción.
Penélope grito con emoción—. ¡No puedo esperar a utilizar el vestido!
—Creo que mejor saldré antes de perder la audición —murmuró Derek.
—¡Felicidades Spencer! ¡Sobreviviste a las preguntas y respuestas!
Spencer suspiró aliviado y sonrió sin mostrar sus dientes.
—Genial, por qué muero de hambre —confesó Cassandra.
—¡CENA EN CASA DE ROSSI! —propuso en un grito Penélope.
—¡Iré a avisarle! —anunció Derek.
Se escuchó una puerta cerrarse de golpe y la pareja de prometidos soltó una risita.
—Bueno, esto ha sido todo —anunció Cassandra ladeando una sonrisa—. Gracias por las personas que estuvieron al pendiente de mi historia y por las que continuaron hasta el final.
Spencer ondeó su mano en señal de despedida y se paró dando por terminado la grabación.
—¡Chicos eso ha sido increíble! —anuncio Penelope.
Cassandra se paró con ayuda de Spencer y colocó una mano en su cadera soltando un suspiro pesado.
—¿Todo bien? —preguntó preocupado Spencer.
—¿¡OCURRE ALGO?! —gritó Penélope con susto.
—Eh, todo bien... solo... mierda, no, no esta bien, dios —jadeo cerrando sus ojos.
Se escuchó un gotear y Spencer frunció el ceño mirando el piso de madera—. ¡CASSIE ROMPISTE LA FUENTE!
—¡OH POR DIOS CASSANDRA, TU FUENTE! —gritó con locura Penelope.
Era el segundo parto que el equipo de la BAU esperaba con ansias. Rossi y Derek chocaban cada tiempo contra sus hombros cuando pasaban caminando en direcciones contrarias. Hotch se encuentra sentado en el sillón, con sus codos apoyados en sus rodillas y las manos en su barbilla, frotandola con algo de nervios. Kate se encuentra recargada en la pared, dando pequeños golpecitos con su cabeza ligeramente ansiosa. JJ, tiene a Henry sentado en su regazo mientras le explica con suavidad que su padrino Spencer está por ser padre y Penélope en realidad, es la única que se encuentra hablando mediante Skype.
—¿Ya?
—¡No Emily! —respondió con desesperación—. Dios, ¿por qué tardan tanto? —preguntó con desesperación.
JJ, un tanto divertida hablo—: Creeme, es un proceso difícil —confesó con una pequeña sonrisa.
—¿Por eso decidiste tener otro? —preguntó Derek con el ceño fruncido.
Rossi le dio un golpe en la nuca, haciendo que Penélope, Kate, JJ y Emily (desde la videollamada), le agradecieran.
Y justo cuando Hotch estaba por decir algo, las puertas de cristal se abrieron y Spencer apareció con una gran sonrisa en su rostro y ojos llorosos.
—Ya nació —dijo sin aliento.
Ni siquiera esperaron a que los invitará al cuarto, porque todos corrieron hacía la habitación.
Penélope tuvo que cubrir su boca para evitar un fuerte llanto. Levantó su tableta mostrando a Emily la imagen que no podía estar presenciando en persona.
—¡Oh, Cassie! —lloriqueo Emily.
Pese a que era realmente pequeño, tenía un poco de cabello castaño sobre su cabeza. Su nariz es pequeña, y ligeramente abultada, como si de un botoncito se tratara. Uno de sus dedos se encuentra entrelazados entre los de su madre y Cassie miro con una gran sonrisa a parte de su familia.
—Cassie, pequeña —le llamó Rossi con ternura.
—Muchas felicidades —dijo Hotch reteniendo sus lágrimas.
—Dios, es bellísimo —susurró JJ cargando a Henry.
—¿Es mi primito? —lo señaló el pequeño niño de cabello rubio.
—Sí —respondió Spencer tomando Henry para acercarlo al bebé—. Es tu primo Henry, juntos irán a Harvard —comentó.
Hubo un par de risas y Kate colocó su mano en el hombro de Cassie—. Felicidades Cassie, mereces esto —susurró con una gran sonrisa.
Se escuchó como alguien lloraba. Rossi y Hotch se hicieron a un lado para dejar ver a Derek, quien utilizando sus manos como abanico, se encontraba dándose aire.
—Derek —le llamó Spencer bajando a Henry, quien se paró de puntitas viendo al bebé con una pequeña sonrisa.
—Estoy bien —respondió haciendo sonar su garganta.
—Aw, Derek —le dijo Emily con ternura—. Está bien llorar, creo que es lo más masculino que has hecho desde mi muerte —hubo un par de risas y Derek negó con su cabeza.
—¿Cómo se llama? —preguntó Hotch con una pequeña sonrisa.
—Luke...
—¡Skywalker, sí! —chilló Penélope con emoción, provocando risas en todos.
—Así es, conozcan a Luke Morgan Reid.
—Morgan —susurró Derek con ojos lloroso.
—Queda mejor que Derek —le dijo con una pequeña sonrisa Spencer.
Ambos se dieron un abrazo con fuerza y Derek beso la mejilla de su mejor amigo.
—Nos darían un momento a solas con Derek —pidió Cassandra.
—¡Felicidades! ¡Ay, le mando miles, miles de abrazos! —dijo Emily mandando besos—. ¡Los amo!
—Te amamos, Emily —le respondió Cassandra con una sonrisa.
Una vez que Derek quedó en el cuarto, miro a Cassandra y a Spencer negando con su cabeza.
—Oh, sí —dijo Spencer—. Derek, eres mi hermano —habló con ternura—. Y, me gustaría oficializarlo haciéndote padrino de mi hijo —confesó.
—Dios, John me pateara el trasero, pero yo se lo pateare más fuerte —aseguró mirando a Cassie con una pequeña sonrisa.
—¿Quieres que cargar a tu ahijado?
Asintió lentamente y Spencer cargo a su hijo con amor, para dejarlo en los brazos de Derek.
—Hola pequeño —susurró.
Los ojos del bebé parpadearon un par de veces mostrando un color avellana y sonrió con ternura.
—Es un mini Spencer —notificó.
—Sí, lo es —dijo con una pequeña sonrisa Cassandra.
Spencer beso la frente de Cassandra con ternura, para ver a Derek cargar a Luke.
—Te enseñaré a patear puertas —le dijo tomando su pequeña mano—, y a conquistar chicas, dudo que tu padre sepa como hacer eso —Spencer rodó sus ojos y Cassandra soltó una risita—. Y también veremos películas de Star Wars —continuó con cierta emoción—, en realidad, creo que te diré Anakin.
John no pateo el trasero de Derek por miedo a ser demolido, sin embargo, estaba bastante feliz de ver a su hermana crecer acompañada de un gran y hombre y su ahora, recien nacido Luke, a quien todos al parecer llaman Anakin.
Spencer miro a su bebé dormir en el pecho de Cassie y acarició el cabello de su prometida con una pequeña sonrisa en su rostro.
—No puedo creer que en realidad... que en realidad todo esto este pasando —confesó Spencer con una pequeña sonrisa.
—Lo sé —susurró Cassie mirándolo con ternura—. Ayer me sentía vacía y hoy... me siento realmente completa —susurró.
Se dieron un corto beso en los labios y Spencer tomó la barbilla de Cassandra con ternura.
—Gracias —le dijo en voz baja.
—¿Por qué? —curioseo Cassandra.
—Por permitirme quedarme.
Nota de autora:
Se supone que solo iba a escribir las preguntas pero me pusE MUY SENTIMENTAL LPM, es mi primera fanfic de Spencer y dIOS LLORÓ.
¡Nos leemos en mis próximas fanfics de criminal minds mis cielos!
Lots of love, ciara, pero llámame cici. En serio, llámame (;