Annie's extras: Bright years

By -luxtomlinson

358K 32.7K 57.2K

Serie de extras de la saga Annie en Hogwarts [ HERMOSA PORTADA HECHA POR @ArynEditorial ] More

ANNIE'S EXTRAS
Carta de los padres de Edward
¿Qué es lo que sigue?
Graduación generación 1991-1998
Buscando el lugar adecuado
Una pequeña reunión
La vida diaria
Buscándolo
Una navidad en familia
Diez años y un paso más
Carta de Annie a Harry
Cuando todos se enteran
Una pequeña visita
> 31 de Octubre <
Preparativos y una gran sorpresa
El gran día
Despedida en el andén
La casa ideal
Un nuevo Potter
Mudanza
La noticia
Antojos nocturnos
> Cicatrices de guerra <
Nuevo Weasley
Nuevo miembro y compras
Un Harry paranóico
La llegada de James
Una navidad más
Aniversario
Nacimientos y nombramientos
Fiesta en la Madriguera
ESPECIAL: 2 años de Annie 1/3
ESPECIAL: 2 años de Annie 3/3
Día de fin de semana
Primer día
El día con los niños
Fiestas de cumpleaños
Una semana sin Annie y Harry
El ejército se despide en el andén
Guía - Niños tercera generación
Un día común en Hogwarts
El final a nuestros ojos
AGRADECIMIENTOS

ESPECIAL: 2 años de Annie 2/3

8.7K 545 1.5K
By -luxtomlinson


Por que tres no es multitud

1995

Annie suspiró mientras intentaba hacer cuentas mentales acerca de cuánto dinero llevar al supermercado para poder hacer la comida de esa tarde. Sus padres habían llamado minutos antes, disculpándose por no poder estar ahí para la comida, y que si por favoe podía hacer algo de comida para ella y Alex.

-Alex, ¿estás listo? -preguntó Annie guardando el dinero en el bolsillo delantero de su pantalón, a la vez mientras buscaba su varita y la colocaba en una costura especial que Hermione había hechizado en su ropa.

-¡Si!

Annie estaba por darse la vuelta para ir a cerrar la puerta trasera, cuando escuchó como la principal era tocada. Parpadeó aturdida y nerviosa, sacó su varita y la apretó mientras abría la puerta.

-¡Wow! ¡Amor! Qué agresividad.

Annie miró incrédula a ambos chicos frente a ella.

-Creo que esperaba una bienvenida más calurosa -dijo Draco a Harry. Este rió por lo bajo y miró a Annie. Ella parpadeó para salir de su aturdimiento y se abalanzó para abrazarlos a ambos. Casi caen los tres al suelo, pero los chicos lograron estabilizarse a tiempo.

-¡Están aquí! -exclamó Annie contenta. Se separó de ellos y mirando hacia la calle, los tomó de las manos e hizo que entraran a la casa. Ya ahí, Annie se abalanzó sobre Draco y lo besó. No se había dado cuenta de lo mucho que los había extrañado a ambos, hasta que los vio frente a ella.

-Está sí es la bienvenida que esperaba -dijo Draco mirando como Annie besaba a Harry. Ambos se separaron con una sonrisa. Ahí fue, cuando ambos chicos detallaron a su novia.

Annie había crecido unos pocos centímetros, había cortado su cabello y se había hecho otra perforación.

-Estás preciosa -dijeron ambos al mismo tiempo. Annie les sonrió enternecida.

-Están muy guapos -dijo ella mordiéndose el labio, feliz de que estuviesen ahí. Miró a Draco- ¿cómo llegaste..?

-Nuestro novio tuvo la idea -dijo Draco rodeando a Harry con su brazo y dejando un beso en su mejilla- dijo que si iba al Caldero Chorreante, vendríamos a visitarte, así que aquí estamos. Nos perdimos un poco, pero llegamos.

-Estoy muy feliz de que estén aquí -dijo Annie. Pasos de las escaleras los hizo girarse. Alex bajaba ya cambiado con ropa de salir, y se detuvo abruptamente al ver a Harry y Draco.

-Hola Harry -saludó. El azabache le sonrió.

-Hola Alex.

-¿Quién es él? -preguntó señalando al rubio.

-Él es Draco -dijo Annie a su hermano- también es un mago.

-Ooh -dijo el niño bajando todas las escaleras- ¿ya podemos irnos?

-¿Iban a salir? -preguntó Harry a Annie.

-Al supermercado -dijo Annie- para hacer hamburguesas.

-¿Para hacer qué? -preguntó Draco frunciendo el ceño.

-¿No sabe lo que son las hamburguesas? -preguntó Alex escéptico. Draco parpadeó.

-Vamos contigo -dijo Harry abriendo la puerta- así Draco conoce lo que son los supermercados.

-¿Los qué? -preguntó Draco mientras salían. Annie rió y negó mientras buscaba las llaves.

-Annie.

-¿Si?

-¿Si Harry y Draco se toman de las manos, quiere decir que se quieren? -inquirió el niño confundido. Annie se giró y se puso de cunclillas.

-Sí, ellos se quieren mucho, Alex. Los niños pueden querer a los niños, y niñas a las niñas -le explicó suavemente. El niño tenía el ceño fruncido.

-Pensé que Harry y tú se querían -dijo parpadeando, por que recordaba a su hermana y Harry darse las manos, y esos besos que no le gustaban.

-Las personas pueden querer a más personas, no sólo a una -dijo Annie intentando explicarlo lo mejor posible que pudo- yo quiero mucho a Draco y Harry, y por eso los tomo de la mano y los abrazo. Ellos me quieren a mí, y ellos se quieren.

Alex asintió despacio, intentando aprender aquello.

-De acuerdo.

-¿Está bien?

Alex asintió. Annie le sonrió y acarició su cabello, para después ponerse de pie y levantar la vista. Draco y Harry estaban de pie en la puerta, mirándola con sonrisas. Intercambiaron una mirada.

-¿Qué? -preguntó Annie confundida mientras cerraba la puerta de la casa.

Ambos negaron.

-Nada, amor.

Annie tomó la mano de Alex y la de Draco con la derecha, y Harry al lado de Alex. Caminaron unas dos cuadras, con Draco mirando a su alrededor, asombrado por tantas cosas muggles. Se quedó mirando los semáforos con sospecha, y a los autos los miraba con cierto temor. Llegaron minutos después, y Draco no cabía en su asombro.

-Así que de aquí se saca la comida -dijo Draco. Harry frunció el ceño.

-¿Dé donde la sacan en tu casa?

-No lo sé, los elfos se encargan de eso -dijo el rubio tomando un bote de crema. Annie sonrió y se lo quitó, para dejarlo en su lugar.

-Primero compraremos la carne -dijo Annie guiándolos a las canastas. Tomó una y se ma tendió a los chicos. Harry la tomó y fue el encargado de explicarle todo en lo que Draco tuviera dudas mientras Annie pedía la carne.

-Hay cosas muy extrañas -murmuró Draco viendo a su alrededor.

-Así me sentía yo en el Callejón Diagon la primera vez que fui -dijo Harry poniendo un ojo en Alex, que estaba debatiéndose seriamente en si comprar un sabor de paleta o el otro.

-Te veías lindo todo desorientado -dijo Draco sin despegar su mirada de Annie.

-Y luego llegas tú y me aterras -dice Harry con falso enojo- diciéndome que si tenía escoba y cuenta cosa.

-Quería hablar contigo -dijo encogiéndose de hombros- qué iba a saber yo que no sabías nada.

Annie volvió hacia ellos con una cartera de carne y la colocó en la canasta.

-¿Te parece interesante el mundo muggle? -preguntó Annie mientras tomaba a Alex de la mano y avanzaban por los pasillos.

-Bastante, sí -dijo Draco, suspirando. Ahora más que nunca, estaba en contra de las ideas de su padre.

-Harry..

-¿Mm?

-¿Puedes ir por una cebolla y un tomate? -pidió Annie con una sonrisa. Harry le sonrió.

-De acuerdo.

Annie besó su mejilla mientras Harry pasaba a su lado, y ella se dedicó a buscar el pan.

-Draco -llamó Annie. El rubio, con la canasta en manos, la miró y ella señaló el empaque del pan- esto es una hamhurguesa.

Draco emitió un "oh" curioso y lo miró detenidamente.

-Es lo que comeremos -dijo Annie poniendo el pan en la canasta. Harry volvió con el tomate y la cebolla, y los tres fueron a hacer fila para pagar.

Annie dejó caer su cabeza en el hombro de Harry, aburridos. La fila estaba un poco larga, y al parecer una señora, la que estaba pagando en ese momento, estaba reclamando por algo, un cupón canjeable según entendió Annie.

-Hola.

Los tres se giraron y Annie frunció el ceño al observar a una chica muggle, con su cabello pelirrojo-castaño, mirar detenidamente a Draco, y también a Harry.

-¿Cómo te llamas? -dijo la chica a Draco. Annie se separó de Harry y entrecerró sus ojos.

-Eh, Draco -dijo el rubio un poco confundido, mirando a Harry y Annie.

-¿Quisieras, no lo sé.. salir alguna vez? -preguntó ella. Annie carraspeó. La mirada de la chica se centró en ella.

-Lamento interrumpir, pero, estás coqueteando con nuestro novio -dijo ella señalándose a sí misma y a Harry. La chica abrió los ojos sorprendida, al igual que Harry y Draco. Annie le sonrió.

La muggle solamente se giró y se fue de ahí. Annie se giró sonriente y avanzó el espacio que había avanzado la fila.

-Nuestra novia es muy celosa -susurró Harry divertido. Draco rió.

-Sí lo es.

Los cuatro volvieron a casa de Annie. Alex hizo pucheros cuando pasaron por el parque y no se detuvieron a jugar. En cuanto entraron a la casa, pidió ver las caricaturas y Annie encendió el televisor.

La castaña sacaba todas las cosas de las bolsas, cuando siente un par de brazos rodearla por detrás.

-¿Necesitas ayuda? -preguntó Draco. Harry se apareció a su lado y comenzó a ayudar a Annie. La castaña se recargó en el rubio y lo miró.

-¿Sabes cocinar? -preguntó divertida dándose la vuelta y rodeando su cuello con sus brazos.

-Te apuesto un beso a que no -dijo Harry divertido recargándose en la encimera. Draco los miró indignado.

-¿Por qué creen que no sé cocinar? -inquirió él.

-Dijiste que los elfos se encargaban de todo -dijo Annie acariciando su nuca con su pulgar. Draco refunfuñó.

-Bien, no sé cocinar.

Annie se giró riendo y fue atrapada por los brazos de Harry, quien la besó, cumpliendo con la apuesta.

Las hamburguesas no estuvieron sino hasta mucho más tarde. Harry y ella las hicieron con música de fondo, mientras Draco o estaba mirándolos desde la isla, o estaba abrazando a alguno, haciéndole cosquillas y distrayéndolo.

Fue la tarde más doméstica que hayan tenido los tres, y se sintió muy bien.

...


-Madre.

Narcissa Malfoy levantó la vista de su lectura, curiosa. Su hijo estaba tenso frente a ella, lo que la preocupó.

-¿Qué pasa, Draco?

-¿Está mi padre?

-Tuvo unos asuntos urgentes que atender, volverá hasta la noche -dijo Narcissa confundida- ¿sucede algo?

Draco inspiró hondo y se sentó junto a su madre. Le contó todo, desde primer año. Desde la Rana de Chocolate, hasta su promesa de estar junto a ellos en la próxima guerra. La miró a los ojos en todo momento, dispuesto a que ella lo tomara en serio. Narcissa escuchó atentamente cada palabra de su hijo, fijándose en sus gestos y sus reacciones. No titubeó, no se vio inseguro para nada.

Pudo notar como intentaba contener una sonrisa cada que hablaba sobre Harry Potter y Annette Roberts, su mirada distante, y la decisión con la que lo hacía. Lo escuchó de principio a fin sin interrumpirlo.

Una vez que Draco terminó, tomó aire y volvió a mirarla.

-Bueno.. sin duda todo esto es.. bastante inusual -dijo Narcissa lentamente. Estudió a su hijo durante unos momentos más- supongo que ya escogiste tu lado, ¿no es así?

-Sí, y nada me hará cambiar de opinión -dijo sin amedrentarse. Narcissa asintió y le mostró una pequeña sonrisa.

-Me alegra mucho saber tu decisión -dijo ella, aliviada. No había querido que Draco estuviese en el lado equivocado, que Lucius lo arrastrase a la misma mierda a donde él iba a meterse en esos momentos.

Draco carraspeó.

-¿No estás molesta? Por.. Annie y Harry -dijo Draco, esta vez un poco inseguro. Narcissa suspiró.

-No importa a quién o quienes ames, Draco -murmuró su madre colocando una mano en su mejilla- lo único que me importa, es que seas feliz.

-Lo soy -asintió Draco con una media sonrisa- mucho.

Narcissa, esta vez, sonrió ampliamente.

-Y.. bueno.. hay otra cosa -dijo Draco- hum.. ¿recuerdas a tu primo Sirius Black?

Narcissa parpadeó.

...

¿Se puede saber en nombre de Merlín qué sucedió? Estoy comiendo mi cena cuando llega mi padre y me dice que fueron expulsados de Hogwarts. ¿Acaso no pueden quedarse quietos un rato? Par de novios que me fui a conseguir.

Dejando de lado mi enojo inicial, ¿están bien? ¿Qué sucedió? ¿Necesitan que vaya al mundo muggle? ¿Algo? Estoy bastante preocupado en estos momentos, y si no me responden esta noche, no sé cómo, pero me apareceré donde sea que estén.

Tengan en cuenta que cualquier día me provocarán un infarto, pero aún así los quiero.

Su Draco.

Annie sonrió cuando ambos terminaron de leer la carta. Estaban en la cama de Harry, acurrucados intentando no pensar en su carta de expulsión a unos cuantos centímetros de ellos.

-¿Crees que algún día nos mate por darle estos sustos? -preguntó Harry rodeando su cintura y atrayéndola más a él, escondiendo su rostro en su cuello.

-Seguramente sí -dijo Annie divertida y acurrucándose contra su novio.

...


-Hola papá -saludó Annie a Remus y Sirius, dándoles un fuerte abrazo. Sirius la levantó del suelo, haciéndola reír.

-Hola corazón -saludó él dejándola en en suelo de nuevo. Remus dejó un beso en su sien- hola cachorro.

-Hola Sirius -dijo Harry sonriendo mientras recibía el abrazo de su padrino. Annie se quedó abrazando a Remus, con su mejilla en su pecho. A este no pareció molestarle en lo absoluto.

-¿Están bien? -preguntó Remus a ambos acariciando el cabello de Annie.

-Sí, solamente fue el susto -respondió ella.

-Luego habrá tiempo para los saludos. La reunión está por empezar -dijo Moody pasando entre ellos. Sirius rodó los ojos pero les dio una sonrisa a ambos, animándolos a subir las escaleras.

Annie y Harry, renuentes, obedecieron.

...


-Queríamos hablar con ustedes -dijo Sirius sentando junto a Remus. Harry y Annie se miraron, confundidos.

-¿Está todo bien? -preguntó Annie preocupada. Remus sacó su varita y colocó un hechizo de privacidad. La habitación de Sirius estaba poco iluminada, y los cuatro estaban en el suelo, donde había más espacio.

Sirius los miró a ambos y se frotó la nariz.

-Moony amor, no puedo hacer esto -se quejó Sirius a Remus. Este lo miró.

-Lo mismo decías cuando debíamos dejar llorar a Annie cuando James se le perdía de vista -dijo Remus pacientemente. Annie parpadeó y Harry chocó su hombro con el de ella, divertido.

-¿Qué pasaba con mi tío James? -preguntó Annie.

-No querías separarte de él -dijo Sirius con una sonrisa melancólica- él te consentía, te daba todo lo que querías, hasta llegué a pensar que lo querías más que a mí.

Annie rió, imaginándolo. Remus carraspeó y le envió una mirada a Sirius. Este desvió la mirada y se puso serio.

-Chicos, sabemos, que son novios, ¿cierto? -inquirió Sirius. Ellos asintieron, confundidos. Black se rascó su nuca- ¿qué tiene que ver Draco Malfoy aquí?

Harry y Annie se miraron, sintiéndose sonrojar.

-Hum.. es.. nuestro novio, papá -dijo Annie. Sirius y Remus alzaron las cejas.

-"¿Nuestro?" -inquirió Remus. Harry sonrió tímidamente. Lupin asintió- bueno, me lo esperaba. Esas miradas que se daban los tres en mi clase decían mucho.

Harry y Annie se quejaron y escondieron su rostro tras sus manos.

-¿Se notaba mucho? -preguntó Annie. Remus sonrió burlón.

-Oh, sí.

Sirius aguantó la risa ante los rostros avergonzados de ambos adolescentes. Remus le abrió los brazos a Annie y ella fue hasta su regazo, abrazándolo y escondiéndose en su pecho. Harry desvió la mirada, pero Sirius lo jaló hasta que estuvo bajo su brazo.

-Tengo que tener una seria charla contigo y Draco Malfoy acerca de mi niña -advirtió Sirius a Harry, quien algo asustado asintió. Remus resopló y la castaña evitó reírse.

Annie parpadeó cuando vio algo sobresalir del brazo de la camiseta de su padre.

-Papá, ¿eso es un tatuaje? -preguntó Annie. Sirius la miró y luego su brazo.

-Oh, sí -dijo este alzando su manga. Era el contorno de un lobo aullando lo que hizo sonreír a Annie- tengo también un ciervo y un lirio, en honor a Lily y James.

Harry sonrió.

-¿Tengo que tener diecisiete para hacerme un tatuaje?

...


Annie y Harry caminaban por los pasillos del Ministerio, felices. En la audiencia, a pesar de todo, los habían absuelto de todos los cargos. Arthur Weasley los acompañaba, igual de felices que ellos.

Dando la vuelta en la esquina, los tres se detuvieron abruptamente. Fudge, Lucius Malfoy y Draco estaban en un pasillo.

-Vaya, vaya.. patronus Potter y su noviecita -dijo Malfoy mayor arrastrando sus palabras. Draco se abstuvo de decir que también era su novia, puesto que podría darse por muerto ahí mismo. En cambio, se dedicó a observar a Annie y Harry detenidamente. Ambos lucían perfectos, cada uno a su manera, y Draco se preguntaba cuándo dejaría de sentir ese revoloteo en su estómago al mirarlos juntos.

Parpadeó aturdido cuando ellos siguieron su camino. Notó con suerte, como Annie se giraba y le guiñaba un ojo. Sintió un vuelco en su estómago y se apresuró a inventarse una rápida excusa para irse de ahí. Afortunadamente su padre no le prestaba mucha atención por lo que lo dejó ir. Se escabulló por donde se habían ido y estaba tratando de averiguar si todavía estaban ahí.

De repente, siente una mano en la suya y es jalado hacia otro pasillo más pequeño.

-Hola amor -saludó Annie con una risa ante su cara de susto. El rubio miró a Harry con reproche.

-¿No era mejor hablarme?

-Se perdería el dramatismo -dijo Harry riendo y colocando una mano en su nuca, para besarlo. Ambos cerraron sus ojos y se dejaron llevar. No sabían cuánto tiempo habían estado ahí, besándose, cuando un carraspeó los hace separarse.

-No tenemos mucho tiempo y yo también quiero besarlo -dijo Annie cruzándose de brazos. Draco sonrió.

-Soy todo tuyo por los próximos segundos -susurró besándola. Annie sentía que se derretía ahí mismo. Harry creía que jamás se cansaría de mirarlos.

...

-Así que.. Harry y Draco, ¿no?

Annie se sonrojó mientras intentaba pintar prolijamente las uñas de su padre Sirius. Él y Remus le habían comentado que, si ella quería, les permitiera recuperar el tiempo perdido desde que habían sido separados. Annie ni siquiera pensó en negarse.

-Los veía juntos en Hogwarts, pero no pensé que tanto -admitió Remus descansando contra el hombro de Sirius y leyendo su libro.

-¿Cómo lo supieron? -inquirió Sirius, estando en lo que Remus llama, su modo amiga metiche.

-Creo que sería raro decírselo a mis padres, ¿no? -inquirió Annie con la lengua entre los dientes, intentando no salirse de la uña.

-Uno de tus padres es un hombre lobo y el otro un prófugo, somos lo raro en persona -dijo Sirius alzando sus cejas- además, podemos ser buenos compañeros de chismes. Lily solía decirlo.

Annie sonrió ante la mención de la madre de Harry.

-Hum.. -murmuró Annie- digamos que, Harry rechazó a Draco, luego él me regaló una rana, nosotros le regalamos una, empezamos a hablar, coqueteamos, nos dimos cuenta que nos gustaba a Harry y a mí y terminé besándolo.

Ambos parpadearon aturdidos.

-Sí umm.. creo que este tipo de chismes es demasiado moderno para nosotros.

Remus rió junto a Annie.

...

-Iré a buscar el carrito -dijo Harry separándose lentamente de una dormida Annie. La acomodó suavemente en el asiento y le sonrió a Luna antes de salir al pasillo.

Afortunadamente, había pocos alumnos transitando por este, y esperaba no tener que llegar al final del tren para encontrar algo de comida. Tuvo que recorrer dos vagones, cuando por fin vio una pequeña multitud. Estaba por acercarse cuando lo jalaron a un compartimento, cerrando la puerta tras él y bajando la cortina.

-Hola -saludó Draco con una sonrisa. Harry le sonrió.

-Hey -dijo el azabache. Alzó una mano y tomó la insignia de prefecto que estaba prendada de la túnica de su novio- así que.. prefecto, ¿eh?

-Creí que tú también lo serías -dijo Draco tomándolo de la cintura y acercándolo.

-Se la dieron a Ron -dijo Harry con un suspiro- sí me molestó al principio, pero Annie me hizo ver que no es la gran cosa.

-Ella es inteligente -dijo el rubio con una sonrisa- ¿dónde está?

-En el compartimento. Se quedó dormida, iba a conseguirle algo de comer -dijo Harry rodeando el cuello de Draco con sus brazos.

-Cómprale una empanada de calabaza de mi parte -dijo el rubio separándose un poco y rebuscando en su túnica.

-Yo la pago -dijo Harry intentando que devolviera el dinero a dónde estaba. El rubio negó.

-Ten -dijo Draco dándole unos cuantos sickles y galeones- no me los devuelvas, o le diré a Annie.

Harry resopló.

-Bien.

-Ahora, necesito volver a patrullar. ¿Me das un beso?

-¿Sólo uno? -inquirió Harry poniéndose de puntas y chocando sus labios con los de Draco. Ambos sonrieron en el beso y cerraron sus ojos.

Harry volvió unos veinte minutos después al compartimento, cargando con comida, sus labios un poco hinchados y una sonrisa. Hermione y Ron habían vuelto.

-Hey -saludó Harry a Annie al verla despierta. Ella le sonrió y Harry se sentó a su lado.

-Te traje algo de comer -dijo él dejándolo en su regazo, luego, se inclinó a su oído- Draco te manda una empanada de calabaza y un beso.

-La empanada puede esperar -dijo Annie con una sonrisa mientras lo besaba, con las quejas de Ron de fondo.

...


-Ella estaba en nuestra vista -dijo Annie recargando su espalda contra la pared en el aula. Era tarde. El banquete había terminado hace poco y los tres se habían escabullido para hablar antes de ir a dormir.

-Votó para que nos expulsaran -dijo Harry, quien tenía el brazo de Draco a su alrededor, acurrucado contra su costado.

-No me da buena espina -dijo el rubio frunciendo el ceño- me da repelús.

-Su discurso dio miedo -dijo Annie intentando acomodarse contra la pared. Harry resopló.

-¿Qué haces ahí? Ven -pidió él extendiendo su mano.

-Desde aquí puedo verlos -se defendió ella- se ven lindos.

Ambos se sonrojaron, pero aun así la hicieron acomodarse entre ellos. Annie sonrió y cerró sus ojos.

-No se metan en problemas con ella, ¿si? -pidió Draco tomando la mano izquierda de Annie.

-De acuerdo -accedieron ambos con un resoplido. Draco besó a cada uno.

...

Annie suspiró mientras seguía con su redacción de Transformaciones en el aula de los tres. Draco, que estaba junto a ella haciendo sus propios deberes, alzó la vista.

-¿Qué pasa? -preguntó dejando su pluma y dándole toda su atención. Annie hizo una mueca.

-Al parecer Cho Chang está interesada en Harry -explicó Annie mordiendo su labio. Draco alzó una mano y con su pulgar, hizo que Annie soltara su labio.

-¿Ah, sí? -inquirió Draco acaricando su labio inferior con su pulgar, de manera distraída.

-Cada que se acerca a él, me mira como si.. como si supiera algo que yo no -dijo la castaña confundida- o tal vez sea mi mente jugándome una mala pasada. No quiero pensar mal de ella.

Draco la miró, pensativo. No se había dado cuenta de ello, a decir verdad. Si bien algunas veces se quedaba mirando ambos, eran pocas, pues no coincidían mucho, más que en una que otra clase.

-¿Has hablado de ello con Harry? -preguntó Draco ahuecando su mejilla. Annie se inclinó hacia su mano y suspiró.

-No. Quiero creer que sólo son imaginaciones mías -respondió Annie abriendo sus ojos y mirando directamente a los de Draco- no me gusta tener malos conceptos de los demás.

Draco sonrió.

-¿Eso es lo que te llevo a convencer a Harry de darme la rana? -preguntó el rubio. Annie sonrió.

-Tal vez -dijo ella fingiendo pensarlo. Draco se preguntó si podría enamorarse más de ella. Decidió que sí, era posible. Harry le contó que Annie también tenía ese efecto en él- yo y mis grandiosas habilidades de convencimiento.

-Tú y tus preciosos ojos -dijo Draco. Annie le sonrió enternecida, y el rubio sólo atinó a inclinarse y juntar sus labios con los de ella.

...

-Lo primero que les digo, no busquen problemas con ella. ¿Y qué hacen? ¡Van y se buscan problemas!

Annie y Harry parecían un par de cachorritos regañados. Después de la primera clase con Umbridge, en la que castigó a Harry, Draco tuvo que arrastrarlos al aula.

-Amor..

-Lo primero que les pedí, y ahora estás castigado, Harry.

-¡Pero ella..!

-Lo sé -dijo Draco acercándose. Harry suspiró y lo miró- pero tengo un mal presentimiento sobre ella.

-Sólo es un castigo -lo calmó Harry alzando su rostro y besando suavemente al rubio, intentando que su enojo pasara. Annie sonrió, sabiendo lo que Harry hacía.

Draco se separó a regañadientes.

-Sólo.. intenta controlarte, ¿si?

-De acuerdo -aceptó Harry besándolo una vez más.

-Por cierto -dijo Annie compartiendo una mirada con Harry. Draco los miró confundido- queríamos decirle a Ron, Issa, Blaise y Theo de nosotros.

Draco los miró sorprendido.

-¿Qué..?

-Es que -Harry se adelantó- odiamos no poder contarles sobre tí. Queremos que.. queremos que también estés cuando nos reunamos, y..

-¿Por favor? -pidió Annie con un puchero. Draco intentó no horrorizarse y repasó mentalmente todos los hechizos escudo que conocía, en caso de que Weasley intentara hechizarlo.

-De acuerdo. ¿Cuándo?

...

-¡No creí que fuera cierto lo de hoy! -dijo Draco con pánico al ver como los amigos de su novio y novia iban hasta ellos.

-¿Sorpresa? -dijo Annie vacilante.

-Malfoy -saludaron Theo, Blaise y Ron al llegar. Issa saludó a Annie y Harry con un abrazo, mientras le dio una vacilante sonrisa al rubio. Daphne y Hermione compartieron miradas divertidas mientras Annie colocaba un hechizo de ocultación a su alrededor.

-¿Para qué estamos aquí, entonces? -preguntó Theo alegremente colocando un brazo sobre los hombros de Hermione. Los tres compartieron una mirada temerosa.

-Tenemos algo que contarles -dijo Harry. Todos menos Hermione y Daphne los miraron con confusión.

-¿Qué pasa? -inquirió Ron mirando de uno a otro.

-La cosa es que..

-¡Los tres estamos saliendo!

Harry y Draco la miraron con los ojos muy abiertos. Habían planeado contarlo suavemente, fallando obvio. Annie les dio una sonrisa temerosa.

-¡Lo sabía! -gritaron Blaise y Theo chocando los cinco. Annie, Harry y Draco los miraron sorprendidos.

-¿Qué..?

-Malfoy no es el más discreto del mundo -dijo Blaise cruzándose de brazos con suficiencia. El rubio se sonrojó.

-Lo sospechábamos mucho -dijo Theo- además, cuando le preguntaba a Hermione, ella evadía el tema.

Hermione se sonrojó.

-Creo que ustedes tres son muy lindos -opinó Issa sonriéndoles. Annie le sonrió aliviada y Harry la abrazó fuertemente. Por último, se giraron temerosos a Ron.

El pelirrojo se había quedado callado, mirando de uno a otro, como si los analizara.

-¿Los hace felices? -preguntó dirigiéndose a Harry y Annie. Ellos asintieron sin dudar. Ron los examinó durante otro par de segundos entre el silencio tenso- entonces, estoy bien con eso.

Los tres se relajaron completamente y Annie se abalanzó sobre él para darle un abrazo. Ron cayó hacia atrás en el césped, quejándose, mientras los demás reían, pero le devolvió el abrazo.

Pasaron la tarde conversando alegremente, con Draco participando de vez en cuando, aun sin saber cómo actuar frente a los demás. Con Annie en el regazo de Harry y este con su cabeza en el hombro de Draco, se dieron la libertad de reír con sus amigos y sentirse cómodos, después de esconderse de ellos durante gran parte del año.

-Esto es tan extraño -dijo Ron mirándolos, con un brazo sobre los hombros de Daphne.

-Yo digo que son lindos -dijo la rubia sonriéndoles.

-Yo digo que estoy muy solo -refunfuñó Blaise viendo a todos- ¡hasta Issa tiene a Denniss!

La mencionada se sonrojó fuertemente.

-Me voy contigo -dijo Annie estirando sus brazos. El rostro de Blaise se iluminó.

-¡Ven amor de mi vida!

Annie no pudo ni avanzar. Los brazos de Harry y Draco la retuvieron en su lugar.

-Lo siento, pero sin Annie moriré -dramatizó Harry.

-Moriremos -corrigió Draco asintiendo solemnemente. Annie resopló divertida. Blaise hizo un puchero.

-Lo siento, Blaise. Mis novios son celosos -dijo ella rodando los ojos- pero vamos a besarnos cuando ellos no vean -dijo guiñándole un ojo.

-Cuando quieras -dijo el Slytherin sonriéndole.

Draco y Harry soltaron gritos de fingida indignación con las risas de sus amigos de fondo.

...

-Esa hija de perra.

Annie miró preocupada a Harry mientras Draco intentaba curar el corte que la pluma de Umbridge le había hecho a Harry ese día de su detención. El azabache apretaba los ojos cuando Draco pasaba la solución de Murtlap por el dorso de su mano.

-Tenemos que decirle a alguien -dijo Annie angustiada.

-No servirá de nada -dijo Draco con un suspiro y dando un último vistazo a la mano de su novio, esperando que la esencia ayudara- conozco a ese tipo de gente. Yo.. mi padre me ha dicho que quien tiene poder, puede hacer lo que quiera, y Umbridge tiene a Fudge en su mano.

Harry echó su cabeza hacia atrás en el sofá transfigurado y cerró sus ojos. Los tres habían estado trabajando duro con sus transformaciones. Ahora, en lugar del aula abandonada y polvorienta a la que habían llegado hace dos años, ahora era un amplio lugar con un gran sofá, una alfombra, una mesa con sillas y un gran ventanal. Entre los tres, lanzaron hechizos de ocultamiento al aula para que nadie pudiese entrar.

Draco se sentó a su lado después de hacer a un lado el cuenco. Harry intentaba concentrarse en otra cosa que no fuese el intenso ardor en su mano, cuando con un sobresalto siente un peso sobre sus piernas, lo que lo hace enderezarse y abrir los ojos.

Annie le sonreía tímidamente desde su regazo. Sintió a Draco removerse a su lado y cerró sus ojos cuando Annie lo besó.

Si Annie buscaba que aquello lo distrajera del dolor, estaba funcionando. Se concentró en el aroma de su cabello, sus manos en su nuca y lo suaves que eran sus labios.

Sintió que se asfixiaba cuando Annie se separó y comenzó a darle pequeños besos en su mandíbula. Supo, en ese momento, que debían parar ya.

-Amor -jadeó Harry. Annie se separó lentamente de él y les sonrió a ambos, un poco avergonzada. Los dos tenían el mismo rostro afectado, y parecía como si también hubiese estado besando a Draco.

-¿Estuvo bien? -preguntó angustiada al ver que no decían nada, ni siquiera Draco. Sonrojándose de la pena, comenzó a levantarse cuando siente unas manos en su brazo devolviéndola a donde estaba.

-Estuvo.. increíble -dijo Harry, que por fin pudo poner sus ideas en orden de nuevo.

-¿Me besas a mí? -preguntó Draco esperanzado.

Annie rió por lo bajo ante la cara de cachorro que ponía el rubio y pasando lentamente a su regazo, lo besó también. Era muy diferente a besar a Harry, pero ambos la hacían sentir miles de mariposas en su estómago.

Draco la rodeó con sus brazos y Annie su cuello. Se besaban con mucha calma, sin nada de prisa. Sus lenguas se encontraron tímidamente, y juguetearon un poco. Se separaron cuando el aire les faltó y Draco le sonrió enormemente.

-Sí, lo sé -dijo Harry con una risa al ver el estado de aturdimiento de su novio. Draco se giró para mirarlo, y con una sonrisa lo besó también.

...

-Así que.. profesor Potter -dijo Draco cuando Harry le contó cómo había estado la primera clase del ED- ¿y nuestra novia?

-Fue con Hermione a la sala común -dijo Harry recargado en el reposabrazos con sus pies en el regazo de su novio. Estaba algo triste por el hecho de que Draco no pudiera estar con ellos en el ED, junto a los demás.

Entendía que no se podía saber lo que ellos tenían, pero a veces deseaba poder andar con ambos de la mano, besarlos en cualquier lugar del castillo y todo eso, pero no por eso podía evitar querer todo.

-¿Draco? -preguntó Harry para alejar los pensamientos que tenía y concentrarse en algo más. El rubio lo miró- ¿quieres comprar un anillo para Annie conmigo?

El rubio lo miró parpadeando.

-Solamente como un regalo -se apresuró a decir enderezándose y bajando sus pies al suelo- escuché que hay unos que se llaman Anillos de Promesa, y bueno, creí que sería algo lindo que lo compráramos juntos y regalárselo a Annie en navidad, pero..

-Está bien -lo cortó Draco. Harry parpadeó- sí quiero comprarle uno.

Harry le sonrió.

...

-

¿Qué harán en vacaciones? -preguntó Annie a los demás.

Blaise y Theo se miraron.

-Nos quedaremos aquí, supongo -respondió Theo encogiéndose de hombros. Issa asintió de acuerdo. La castaña se giró a Draco.

-Mi madre me dijo que me quedara aquí -respondió Draco contra el cabello de Annie. La castaña hizo una mueca, y de repente tuvo una idea.

-¿Por qué no vienen todos a Grimmauld Place?

Hermione y Ron la miraron sorprendidos. Harry le sonrió.

-Annie..

-¡No pueden pasar navidad solos! -exclamó ella girándose entre los brazos de Draco hacia los demás- además, son nuestros amigos.

Draco carraspeó tras ella.

-Y mi novio -concedió Annie rodando los ojos divertida. Draco sonrió orgulloso. Harry rió.

-Bueno.. -dudó Hermione mordiéndose el labio.

-Le pediré permiso a mis padres, a Dumbledore, McGonagall, quien sea -dijo Annie. No le gustaba la perspectiva de que los tres Slytherin e Issa se quedaran en el castillo para navidad.

-Aun no me has preguntado lo que pienso -dijo la voz de Draco tras ella. Annie se giró y lo miró preocupada.

-¿No quieres ir a Grimmauld Place? -preguntó decepcionada. Harry miró a Draco, algo decepcionado también.

-No creo que sea muy bienvenido -dudó Draco.

-Por favor -pidió Annie con un puchero. Draco tuvo que cerrar los ojos.

-Annie..

-¿Por favor? -dijo esta vez la voz de Harry. Su rostro estaba junto al de Annie, ambos sonriéndole con esperanza.

Draco miró a los demás en busca de ayuda. Todos lo veían con idénticas sonrisas burlonas y cejas alzadas. Se giró a mirarlos de nuevo.

-De acuerdo.

...

Aterrizaron en el vestíbulo de Grimmauld Place. Annie no cayó al suelo gracias a Draco, pero Theo, Blaise e Issa no corrieron con la misma suerte.

-¿Esto es una guardería o algo?

Annie rodó los ojos divertida y se giró. Sirius estaba aguantando la risa al ver a todos los adolescentes en el suelo y Remus negaba.

-¡Papá!

Annie se abalanzó sobre Sirius, quien era el más cercano a ella. El mayor le devolvió el abrazo con fuerza.

-Hola cariño -murmuró él dejando un beso en su frente. Annie se separó y abrazó fuertemente a Remus.

-Hola papá -susurró Annie. Remus sonrió.

-Hola Lunita -saludó Remus dejando un beso en su cabello. Se separó de él y se giró. Ya todos estaban de pie y Draco luchaba contra Theo y Blaise.

-¡No! -gritó en un susurro el rubio.

-¡Sí! ¡Ve a saludar a tus suegros!

Al final, lograron mandar a Draco hasta el frente. El rubio tragó y extendió una mano.

-Un gusto, señor Black. Señor Lupin -saludó con una sonrisa vacilante. Ambos lo miraron seriamente y Draco miró a Annie en pánico.

-Osea que tú eres uno de los que me robaron a mi niña -dijo Sirius cruzándose de brazos. Draco negó varias veces- el otro está encerrado en el ático, con Buckbeak.

Draco abrió mucho los ojos.

-¡Papá! -exclamó Annie sorprendida. Blaise, Theo y Annissa se reían- ¿tienes a Harry encerrado con Buckbeak?

-Él se encerró solo -suspiró Sirius dejando su porte serio- deberían hablar con él.

-Lo haremos -dijo Annie con un asentimiento- por cierto, ellos son Issa, Blaise y Theo.

-Un gusto, señor Black -dijo Blaise adelantándose y estrechando una mano de Sirius con ambas suyas- hemos escuchado muchas historias.

-Es un honor -agregó Theo.

Sirius se veía bastante complacido. Remus solo negaba y saludaba a Issa.

-Iremos a ver a Harry -dijo Annie tomando a Draco de la mano- ¿están los Weasley?

-Fueron a ver a Arthur -respondió Remus.

Annie y Draco subieron las escaleras.

-¿Enserio encerró a Harry con ese pollo? -preguntó Draco con temor. Annie soltó una risa.

-No lo creo. Y no es un pollo, es un hipogrifo y se llama Buckbeak -corrigió Annie mientras seguían subiendo las escaleras.

-Esa cosa me da miedo -murmuró el rubio.

Annie llegó al rellano donde estaba la puerta de la antigua habitación de Harry, que compartía con Ron y los gemelos.

-¿Harry? -preguntó Annie dándole unos golpes a la puerta- ¿estás ahí?

-No.

Draco rodó los ojos y giró el picaporte. Harry estaba tendido boca abajo en su cama. Cerró la puerta después de que Annie pasara, y ambos se acercaron.

-¿Harry? -inquirió Annie de nuevo- ¿qué pasa?

-No vine aquí para verte tendido en esta cama -dijo Draco cruzándose de brazos. Harry exhaló y se giró. No tenía las gafas puestas, ni tampoco hizo el amago de buscarlas. Miró al techo.

-Ayer pude ver como atacaba al señor Weasley, desde la serpiente de Voldemort.

Draco jadeó y Annie lo miró sorprendida.

-¿Lo viste desde la perspectiva de la serpiente? -inquirió Draco incrédulo.

-Sí, yo era la serpiente. Bueno, no, pero me entienden -Harry suspiró frustrado- Moody piensa que estoy poseído por Voldemort.

Annie parpadeó.

-Es lo más ridículo que he escuchado -declaró Annie. Harry la miró- Moody está demente.

-Es cierto -opinó Draco sentándose a su lado- yo no creo que estés poseído por él. Sólo eres Harry.

-¿Y entonces por qué pude ver el ataque? -preguntó Harry frustrado.

-No lo sé -dijo Draco intentando calmarlo- lo averiguaremos, pero por lo pronto, Annie y yo estamos cien por ciento seguros, de que Voldemort no te posee.

-¿Y cómo lo saben?

-Por que siempre eres Harry, ese chico dulce que me tomó la mano en la estación y que quiero -murmuró Annie. Draco sonrió.

-Si notáramos algo raro en tú comportamiento, lo hubiéramos dicho -dijo Draco. Harry suspiró.

-Los quiero.

-Yo a ti -dijeron ambos.

...

Annie tarareaba mientras escuchaba el tocadiscos de su padre y los murmullos de los demás. Sirius había encontrado decoraciones en el sótano de Grimmauld Place, y todos se pusieron manos a la obra para decorar la casa. Ella estaba junto a Remus, haciendo unas galletas con chispas de chocolate para nochebuena. Aprovecharon que la señora Weasley se había ido a San Mungo para ellos tener la cocina.

-Una taza más de harina, cariño -murmuró Remus mientras él seguía con su propia mezcla.

-Nunca había hecho galletas -dijo Annie midiendo la cantidad de harina antes de verterla suavemente en el bowl.

-Mi madre me enseñó a hacer estas -dijo Remus con una sonrisa- a Sirius le encantan.

-Huele muy rico -dijo Annie mientras intentaba integrar todos los ingredientes. Un chillido los sobresaltó.

-No me digan que están haciendo mis galletas preferidas -dijo Sirius entusiasmado mientras se acercaba a ellos y los abrazaba a ambos.

-Entonces no te lo diremos -dijo Remus mezclando tranquilamente. Annie rió por lo bajo.

-¿Me dan unas chispas? -dijo Sirius buscando entre las cosas.

-Son para las galletas -dijo Remus mirándolo de reojo.

-Pero yo quiero -dijo con un puchero. Entrecerró sus ojos y se dirigió a donde guardaban los alimentos fríos, y con una sonrisa sacó el tazón de chispas.

-Sirius -advirtió Remus girándose. Este lo miró con una gran sonrisa y salió de la cocina, con Remus tras él. Annie negó con una sonrisa.

Escuchaba las risas de todos desde la sala de estar, cuando siente dos pares de brazos rodearla desde amos lados.

-A nosotros sí nos darás chispas, ¿verdad? -inquirió Harry sonriéndole.

-Papá Sirius se las llevó todas -dijo Annie mirando su mezcla antes de girarse. Draco y Harry la sostenían y sonreían.

-Entonces, ¿qué es ese montón bajo una servilleta?

Annie les sonrió inocente.

-Sólo una -pidió Draco. Ambos la miraron con esos ojos de cachorros, a los que nunca podías decirles que no. Annie suspiró y tomó un par de chispas y las puso en la boca de cada uno.

Ambos masticaron intentando controlar sus risas. Draco fue el primero en inclinarse y darle un beso sabor chocolate.

-Ya terminamos de colocar las decoraciones -dijo Draco cuando Harry besó a Annie. Ambos se separaron.

-Y ahora los gemelos, Theo y Blaise siguen cantando Merry Hippogriff -dijo Harry acariciando su espalda.

-Y Hermione va a llegar hoy en la tarde -dijo Draco. Un carraspeo sonó en la puerta de la cocina. Remus estaba mirándolos con una ceja alzada y el mini bowl con chispas en mano.

-Les sugieron que vayan a consolar a Sirius -dijo Remus. Draco y Harry la soltaron y salieron encogidos en sí mismos bajo la mirada del hombre lobo.

...

-¡Feliz navidad!

Annie entró al cuarto de los chicos con sus regalos en brazos. Ron ya estaba desenvolviendo los suyos, Harry seguía recostado y Draco estaba arropado hasta la cabeza.

-Feliz navidad Annie -dijo Ron mientras señalaba al par- no quisieron levantarse.

Annie bufó y dejó sus regalos a los pies de la cama de Draco. El único que había abierto había sido el suéter Weasley, que tenía puesto en ese momento.

-Amor.

-¿Mm? -gruñeron ambos sin abrir los ojos.

-Feliz navidad -murmuró con una sonrisa mientras se cruzaba de brazos y recargaba su peso en una pierna, mirándolos.

-Feliz navidad, amor -murmuraron ambos sin abrir los ojos. Annie resopló y miró a Ron. Este se encogió de hombros.

-Bien, me iré con Blaise ya que ustedes no me quieren aquí -dijo juntando sus regalos.

-Sólo.. -Harry bostezó y abrió su manta- recuéstate un rato y cuando volvamos a despertar te damos todos los besos que quieras.

Annie frunció su nariz.

-Bien.

Annie se acomodó junto a Harry y le dio la espalda. Este la rodeó con su brazo y enterró su rostro en su cabello. Draco estiró su brazo y Annie tomó su mano, entrelazando sus dedos.

-Ugh, debí haberme ido con Theo y Blsise -murmuró Ron tomando sus regalos y saliendo del cuarto. Annie se adormeció a los minutos.

...

Annie estaba acurrucada entre Draco y Harry, en el sofá frente al fuego. Los Weasley habían ido a desearle una feliz navidad a su padre, y los demás se quedaron en Grimmauld Place. Annie bebía de su taza de chocolate caliente, contra el costado de Draco. Harry estaba recargado en su hombro derecho.

-Annie.

-¿Si?

Harry sacó algo de su bolsillo. Draco y él lo tomaron con su mano y lo dejaron en el regazo de Annie.

-Feliz navidad, de parte de ambos.

Annie parpadeó sorprendida y cuando ellos dejaron de sostener la cajita, ella con manos temblorosas la abrió. Un bonito y pequeño anillo con una piedrecilla en el centro.

-Es un anillo de promesa, de parte de ambos -dijo Draco sacándolo. Entre él y Harry lo colocaron en su anular izquierdo- la muestra de lo mucho que te amamos, ambos.

-Y lo felices que estamos de que estés con nosotros, en nuestra vida -susurró Harry. Annie, con lágrimas en sus ojos, los abrazó durante toda la noche.

Una de las muchas que pasarían abrazados.

...


-Mi padre me está obligó a unirme a la Brigada Inquisitorial -murmuró Draco en el estómago de Annie. Estaban los tres en la Sala de Menesteres, un viernes por la tarde. Harry estaba sentado contra el reposabrazos del sofá, Annie en sus piernas y Draco la abrazaba por la cadera, adormilado.

-¿Qué es eso? -preguntó Harry pasando sus dedos por el cabello de Draco. Annie se había acurrucado en su cuello.

-Un grupo de alumnos que Umbridge quiere para mantenerlos vigilados -respondió el rubio estremeciéndose con las caricias a su cabello que ambos le daban- principalmente Slytherins.

-Me pregunto si algún día se irá -dijo Annie. Harry suspiró al sentir los labios de su novia contra su cuello.

-Ojalá alguien la envenene -murmuró el azabache. Draco rió un poco.

-Me gustaría ver eso.

...

-Lo lamento. Traté de distraerla pero..

-Está bien -lo calmó Annie mientras le sonreía.

-Fue Chang -murmuró Harry con molestia mientras seguía estudiando de su libro. Los TIMOS se les estaban viniendo encima, y ahora se dedicaban más que nada a repasar y repasar. Se hacían preguntas entre ellos y si eran bien respondidas, el premio era un beso.

-¿Hechizo para levitar objetos? -preguntó Draco a Harry.

-Wingardium Leviosa -dijo Harry sin vacilar y sonriendo. Annie rió por lo bajo y vio como Harry recibía un beso del rubio.

-Este es un efectivo método -dijo Annie.

-Es el más efectivo de todos -asintió Draco. Harry sonrió.

-¿Hechizo para atraer objetos? -preguntó Harry a Annie.

-Accio -respondió ella. Harry la besó.

-Así querré estudiar todo el día.

...

-

¡¿Draco?!

-Hola, padre -dijo el rubio sin aflojar el agarre en la varita, respirando pesadamente. Annie y él flanqueaban a Harry, que sostenía con todas sus fuerzas la profecía- parece que al fin lo sabes, eh.

-¡¿Qué demonios..?!

-No puedo creer tener un sobrino tan inepto -escupió Bellatrix.

-No puedo creer tener una tía tan maníaca -respondió.

-El Karma siempre llega, Malfoy -rió el padre de Theo- tu perfecto hijo no resultó ser tan perfecto.

-Ni el tuyo tampoco -dijo Theo- ¿sabíad que estoy saliendo con una nacida de muggles?

Las risas y burlas esta vez salieron en dirección a Nott, quien enrojeció de rabia.

-¿Y sabías.. padre? -masculló Draco, esperando la señal de Harry- ¿que tengo novia y novio?

-¡QUÉ!

-¡YA!

-¡REDUCTO!

Todo fue un inmeso caos. Algunos mortífagos seguían impactados por la reciente información del hijo de los Malfoy, hasta que pudieron reaccionar e ir tras los adolescentes. Estos corrieron por pasillos, abrieron puertas, se batieron a duelo, y terminaron en un atrio, donde en el centro se encontraba un gran arco de piedra, con un velo muy muy transparente.

Solamente quedaban Draco, Annie y Harry de pie, con Neville intentando levantarse. La Orden del Fénix había llegado en su rescate, pero aun así los mortífagos daban una buena pelea.

En eso, Annie se giró una fracción de segundo para verificar a Harry y Draco, cuando siente el impacto de un hechizo en su costado izquierdo, quemándole la piel y el interior. Cayó al suelo, gritando de dolor.

-¡ANNIE!

Las voces horrorizadas de Draco y Harry la hicieron parpadear pesadamente. Cerró sus ojos, aturdida por el dolor.

-¡Annie no! -exclamó Harry arrodillándose. La tomó en brazos.

-Annie -jadeó Draco cayendo al lado de Annie. Los hechizos seguían volando sobre sus cabezas, pero a ambos chicos no parecían importarles- Annie, por favor.

-¡No puedes dejarnos! -exclamó Harry sintiendo los ojos llenos de lágrimas. La castaña parpadeaba muy lentamente y jadeaba pesadamente.

-¡Annie, amor! -jadeó Draco sintiendo sus propias lágrimas.

Ella no escuchó nada más. Todo se volvió negro.

...


Annie abrió con dificultad sus ojos. Volvió a cerrarlos cuando la luz fue demasiado fuerte, y el dolor en su cabeza palpitó con más insistencia. Sentía su cuerpo adormecido y sus labios resecos. Pasó su lengua por estos y haciendo una mueca, giró su cuello.

A su izquierda, vio a Remus y Sirius, durmiendo en unas sillas, acurrucados. Sonrió y evitando quejarse, se giró a su derecha. Draco y Harry estaban recargados contra el colchón. Sus manos tomaban su derecha, sus dedos entrelazados, con su mano enmedio. Frunció el ceño cuando se dio cuenta que no podía sentir las manos de ellos.

Se aclaró su rasposa garganta.

-¿Harry? ¿Draco? -dijo con dificultad. Ambos se removieron sin despertar. No hizo otro intento, su garganta dolía y lo único que quería era sentir sus piernas y brazos, además de tratar de orientarse.

Pudo ver que estaba amaneciendo, pues la habitación cada vez se iluminaba más. Annie seguía mirando hacia el techi de la enfermería, sin ningún pensamiento en particular, cuando unos pasos son audibles.

-Oh, me alegro que por fin hayas despertado -exclamó Madame Pomfrey. Remus, Draco y Harry se sobresaltaron cuando la enfermera colocó con más fuerza de lo normal un frasco con poción.

Draco fue el primero en reaccionar.

-¡Annie!

Se acercó a ella rápidamente y se inclinó para besarla, pero Annie desvió su rostro. Draco la miró herido.

-¿Ann..?

-Mi aliento no es el mejor -susurró ells arrugando su nariz. Draco resopló pero besó largamente su mejilla. En cuanto él se separó, Harry la abrazó fuertemente y la besó en la mejilla.

-Creímos que te habíamos perdido -susurró Harry quitando un mechón de cabello de su rostro.

-Annie.

Ella giró su rostro y pudo notar el alivio de Remus, mientras le daba codazos a Sirius para que despertara.

-Te pediría un abrazo, papá, pero no siento mis brazos -se quejó. Madame Pomfrey en ese momento en el que Sirius era consciente de que Annie estaba despierta y la llenaba de besos en la frente, entró con varios frascos con pociones levitando tras ella.

-Te coloqué un hechizo para que no sintieras dolor mientras tu piel sanaba -le hizo saber Madame Pomfrey. Movió su varita y Annie poco a poco recuperó la sensibilidad en sus brazos y piernas.

-Le diré a un elfo que te traiga desayuno, necesitas comenzar a tomar esas pociones -dijo la enfermera antes de desaparecer de vista nuevamente.

-Ugh, quisiera sentarme -murmuró Annie intentando impulsarse con sus débiles brazos.

-Aquí -dijeron Draco y Harry ayudándola a sentarse, colocando una almohada en su espalda y retirando su cabello de su rostro. Sirius y Remus se miraron.

-¿Qué sucedió? -preguntó Annie con una mueca debido al dolor de cabeza.

-Dolohov te mandó un hechizo -dijo Harry molesto- no lo viste venir, y tr dio justo en el costado izquierdo. Yo.. creímos que..

-Estábamos muy asustados -admitió Draco con un suspiro.

-Madame Pomfrey dijo que es como una variación del hechizo Cruciatus, que deja marca permanente -comentó Sirius con un suspiro.

-¿Cómo están los demás?

-Ron sigue en cama, a unas cuantas de aquí, después de que lo atacaron los cerebros. El tobillo de Ginny sanó y los demás solo necesitamos algunos hechizos de curación -respondió Harry.

-Me alegro -suspiró Annie.

Un elfo apareció con su bandeja de desayuno. Annie le agradeció y comenzó a comer mientras los demás le relataban lo sucedido. Miró a Draco cuando contó que su padre había sido enviado a Azkaban.

-¿Estás bien? -murmuró Annie. Él le sonrió.

-Lo estaré -respondió.

-Draco se quedará conmigo en Grimmauld Place -dijo Sirius- claro, si el juicio sale bien.

-Serás libre, papá -dijo Annie con determinación- lo sé.

...

-Así que todo mundo cree que somos amigos -dijo Annie mientras era ayudada a caminar por Draco y Harry.

-Sí, amigos -se burló Harry con su brazo en su cintura. Draco rodó los ojos.

-El Profeta lo publicó por todo lo alto -dijo el rubio arrugando su nariz- ya sabía que algún día se sabría, pero no que lo haría todo el mundo mágico.

Cuando llegaron a las escaleras, Annie soltó un gran suspiro. Estaba agotada y le faltaban cientos de escalones que subir.

-Tal vez deberíamos.. ¡Harry!

Annie se abrazó a su cuello asustada cuando él la levantó. Draco rió entre dientes. A pesar de sus protestas, ninguno de los chicos le hicieron caso, por lo que pasadas unas escaleras, se rindió. Cuando Harry estaba un poco cansado, Draco la tomó suavemente en sus brazos.

-Me siento como un bebé -refunfuñó.

Llegaron al retrato de la sala común en menos tiempo de lo que Annie había esperado. La señora gorda alzó las cejas al ver a Annie.

-¿Cómo le hiciste, niña? -preguntó ella señalando a Draco y Harry. Annie rió por lo bajo.

-Ni siquiera yo lo sé.

Annie dijo la contraseña antes de que alguno de los chicos comentara algo. Draco entró vacilante a la sala común, siendo recibida por sus amigos.

Annie decidió que mejor era darse un baño antes de estar un rato con ellos, por lo que Harry guió a Draco hasta su dormitorio. Dejó a Annie en la cama del azabache.

-Qué diferencia -dijo Annie recostándose. Las camas de la enfermería no eran las mejores. Luego, suspiró y se incorporó- iré a darme un baño.

-¿Necesitas compañía? -preguntaron ambos chicos al unísono. Chocaron los cinco mientras Annie rodaba los ojos y entraba al baño.

Ambos entre risas se recostaron en la cama de Harry. El azabache escondió su rostro en el cuello de Draco, mientras él observaba un marco de fotos.

-Annie me lo regaló -le hizo saber a Draco- cada año le fui agregando fotos, pero, todavía quiero agregar en las que sales tú.

El rubio sonrió.

-Creo que quiero uno de estos -murmuró Draco y se volvió para besarlo. Siempre comenzaban con un roce de labios, hasta que Draco lo profundizaba. El rubio se colocó sobre Harry, y este suspiró mientras seguían besándose.

Estaban tan inmersos en su propio mundo, cuando un par de toques en la puerta los sobresaltaron.

-¡Soy Hermione! Traje algo de ropa para Annie.

Harry suspiró.

-Ve tú -le pidió a Draco intentando desaparecer la pequeña mordida que le había dado en su labio inferior, con una sonrisa.

El rubio bufó pero se levantó y abrió la puerta. Hermione alzó las cejas al verlo.

-Me parece que estaban muy entretenidos -dijo ella con una sonrisa de lado. Le entregó la ropa de Annie- no se tarden mucho. Issa trajo algo de comida.

-Bien -asintió Draco mientras cerraba la puerta. El rubio dejó la ropa a un lado y volvió a colocarse sobre Harry.

-¿En qué estábamos? -preguntó el azabache mientras Draco se inclinaba y capturaba sus labios una vez más. Ninguno se dio cuenta cuando Annie salió del baño.

-¿Yo también puedo tener besos?

Ambos chicos se separaron jadeando y giraron para ver a Annie. Se les fue el aire, al verla solamente con una toalla y su cabello mojado.

-Sí.

-Todos los que quieras -dijo Draco sin apartar su mirada.

1996

Harry los encontró a ambos recostados en el sofá de la Madriguera. Ya era más de media noche, después de haber comido lo que le preparó la señora Weasley, y se encontró con la agradable sorpresa de su novio y novia, acurrucados juntos en el sofá.

-Les dije que subieran a sus habitaciones -murmuró la señora Weasley con sus manos en las caderas.

-No creo que debamos despertarlos -murmuró Harry con una sonrisa. A la señora Weasley todavía le era un poco difícil comprender como Harry estaba tan tranquilo, con Annie junto a otro chico, pero la sonrisa que Harry les dedicaba a ambos, le hacían sentirse más calmada y feliz por él.

La señora Weasley se rindió y trajo una manta que Harry colocó sobre ambos. Fingió no ver como Harry se agachó y besó a cada uno, con una sonrisa de adoración. Sintió su corazón derretirse, y se prometió a sí misma, que si alguien se metía con esos tres chicos, se las podían ver con ella.

...

Molly Weasley negó con una sonrisa cuando en la mañana, bajó hacia la cocina y pudo ver que Harry se había escabullido en la noche para recostarse junto a ellos. Con un movimiento de varita, agrandó el sofá y los dejó a los tres descansar. Cuando Fleur despertara, diría lo adorables que son, Hermione y Ron estaban demasiado acostumbrados y Ginny les pondría otra manta encima, ya que la otra era pequeña.

...

-¡Somos estudiantes de EXTASIS! -gritaron Blaise, Theo y Ron chocando los cinco. Hermione sonreía un poco viendo sus resultados.

-Así que.. Leire Annette Black-Lupin -dijo Draco abrazándola por detrás y mirando los resultados de Annie- me gusta Leire, te queda lindo.

-Me gusta más Annie -dijo Harry acercándose y abrazándola también- pero Leire se escucha bonito. Y Black-Lupin, eh.

-Creo que en algún momento deberías cambiarlo -opinó Draco sonriendo a Harry. Annie frunció el ceño.

-¿A qué..?

-Malfoy-Potter -dijo Draco riendo por lo bajo al ver el rostro de Harry.

-O Potter-Malfoy -dijo el azabache colocando su frente sobre la de ella.

-Fingiré que mi hija no está atrapada entre dos hombres, gracias.

Harry y Draco se separaron rápidamente de Annie, quien rió y se abalanzó sobre Sirius y Remus. Ambos se veían radiantes, viéndose como más de su edad, y ella notó los anillos dorados que llevaban en sus anulares.

-¡Miren, miren, miren! -exclamó Annie pasándoles la hoja. Ambos la miraron con curiosidad y la chica pudo ver sus ojos cristalizarse.

-¿Cómo..?

-Alan creyó que era bueno volver a donde pertenezco -murmuró Annie- él y Sarah están bien con eso.

Remus fue quien la atrajo a un fuerte abrazo, por fin teniendo a su niña en brazos, a Leire, a la bebé que le habían arrebatado hace tanto. Sirius los abrazó a ambos, feliz de poder volver a estar los tres juntos después de tantos años en Azkaban.

Harry y Draco le sonreían a Annie, Molly, Hermione y Fleur se limpiaban las lágrimas.

...

-

Feliz cumpleaños, Harry -dijo Annie abrazándolo fuertemente. Él le correspondió y recibió con gusto el beso en la mejilla que Draco le dio.

Draco y él estaban sentados en la cama, contra la pared, y Annie estaba sentada en sus piernas, después de que hubiera llegado con el desayuno de los tres.

-Eres el bebé de los tres -dijo Annie sobre sus labios antes de darle un beso. Draco soltó la carcajada.

-Entonces tú eres la asalta cunas con dos chicos -se burló el rubio. Annie arrugó su nariz.

-No le hagas caso, yo sí quiero besos -dijo Harry dándole besos en todo el rostro haciéndola reír. Draco la atrajo hacia él y la besó profundamente. Annie se derritió en los brazos de ambos.

Un par de besos más tarde, Annie tomaba una cajita con un lazo de regalo y la colocaba frente a ambos chicos.

-Draco, amor. ¿Recuerdas que en tu cumpleaños no te regalé nada? -preguntó Annie sonriendo tímidamente. El rubio le sonrió.

-Pensé que los besos habían sido el regalo.

-Son un regalo muy aceptable -dijo Harry asintiendo. Annie rodó los ojos con una sonrisa.

-Este regalo es para ambos. Quise esperar hasta hoy, por que no quisiera que el otro se sintiera mal -dijo la chica con un suspiro- ábranlo.

Harry fue quien quitó el lazo y Draco abrió la caja. Ambos se quedaron mudos al ver dos anillos sencillos de plata, con algo grabado en ellos.

29.12.94

-Ustedes me dieron este anillo, como una promesa de ustedes para mí -comenzó Annie nerviosa mordiéndose el labio. Ambos la miraron- y estos anillos son mi promesa para ustedes.

Al ver que ninguno decía nada, Annie se removió nerviosa.

-Puedo conseguirles algo más -dijo apresuradamente, avergonzada- ¿qué les gustaría? Tal vez yo..

Se detuvo cuando Harry la besó, transmitiéndole todo el amor que sentía por ella en esos momentos. Al cabo de unos segundos, sintió unos pequeños besos en su mejilla y cuello.

-Son perfectos -dijo Harry una vez que se separaron. Esta vez fue Draco quien la besó mientras Harry besaba su mejilla. Cuando se separaron, Annie colocó ambos anillos en los chicos. Ambos le sonrieron enormemente.

...

-Esto se ve fantástico -dijo Annie dando vuelta para ver todo lo que sus ojos pudieran abarcar de la tienda de los gemelos.

-Annie, ¿puedo ir allá? -preguntó Issa señalando al otro lado de la tienda. Ella asintió y la rubia desapareció entre los cientos de colores de la tienda.

-Vamos, Harry. Te enseñaré lo que tu inversión ha hecho -dijo George haciendo que Annie soltara la mano de Harry.

-Tienes que admitir que es genial -dijo Annie a Draco cuando este tomó su mano.

-En realidad sí -admitió el rubio. Hermione leía un frasco de fantasías patentadas con asombro, cuando Fred los guió hacia otra sección. Un grupito de niñas reía tontamente alrededor de un escaparate color rosa chillón.

-Filtros de amor -leyó Annie en el envase.

-Infalible y cien por ciento efectivo -dijo George quien llegaba junto a Harry de nuevo.

-Pero tú no lo necesitas, Annita. Tienes a dos magos a tus pies -dijo Fred guiñándole un ojo.

-Bruja afortunada, ¿eh?

Annie rió sintiendo como se sonrojaba.

-Los tres pueden tomar lo que quieran -dijeron los gemelos mientras se alejaban- ¡sin pagar!

-¡Pero!

-Ya lo intenté -dijo Harry negando- no dio resultado.

Annie hizo un puchero.

-Vamos a ver qué más hay -dijo ella tomando la mano de Harry. Ignoró las miradas de las chicas cuando pasaron por su lado, y solamente se dedicaron a observar fascinados los tres todos los productos.

...

Annie leía un libro que Draco le había regalado en su cumpleaños, con su cabeza en el regazo de Harry mientras él acariciaba su cabello y charlaba con Theo y Blaise. Se acurrucó en el suéter de Draco.

La puerta del compartimento se abrió y el rubio entró, cerrándola tras él.

-Hola, novio -saludó Harry sonriéndole cuando se inclinó y lo besó.

-Hola, novio, hola, novia -dijo el rubio besando a Annie. Ella retrajo sus piernas y él se sentó al lado de Harry, y Annie volvió a estirarlas.

-Supongo que te tocó la guardia de la tarde -dijo Blaise.

-Sí -dijo Draco arrugando la nariz- Parkinson está insoportable desde que se supo mi traición.

-Puedo besarte delante de ella -ofreció Annie sonriente- o mejor aún, que lo haga Harry.

-La escuela será una locura cuando sepan de los tres -dijo Theo. Ellos suspiraron.

-Lo sé.

De repente, un revuelo en el pasillo atrajo la atención de todos. Una chica de Gryffindor se abrió paso al compartimento.

-Hola Harry -saludó la chica ignorando las caras indignadas de Annie y Draco- quería venir a invitarte a mi compartimento. No tienes por qué sentarte con.. ellos.

Annie la miró con ojos entrecerrados.

-Estoy bien con mis amigos y mi novio y novia, gracias -respondió fríamente Harry. La chica abrió sus ojos con sorpresa, mirando a los tres que estaban muy cómodos con los cariños del otro.

-Pues.. bien.

Y se marchó.

-Nuevo récord, no llegaron ni a Hogwarts -rió Blaise.

...

Annie sentía los murmullos en su espalda, lo que la hacía sentir incómoda, por lo que trataba de seguir comiendo.

-Hey.

Draco los saludó a ambos. Ellos le sonrieron y besó primero a Annie. Se escucharon unos cuantos jadeos en el Gran Comedor, de la sorpresa, y cuando el rubio besó a Harry, los gritos ahogados abundaron.

-Te encanta ser el centro de atención, ¿no? -inquirió Annie con una sonrisa. Draco le guiñó el ojo.

-Claro que sí, coeur.

Annie lo miró sorprendida al igual que Harry, pero el rubio se alejó a su mesa.

-¡¿Eso fue francés?! -le preguntó Annie a Harry.

-No sé, pero creo que me enamoré más -suspiró Harry. Ron intentaba no ahogarse con sus cereales por la risa, y Hermione solo negaba.

...

La mazmorra ya estaba llena de vapores y extraños olores, lo cual sorprendió a Annie. Inspiró hondo, y sonrió. Mientras Harry y Ron buscaban los materiales en el armario, Annie dejó caer su cabeza en el hombro de Draco.

-¿Qué hueles? -preguntó él rodeando sus hombros con su brazo. Hubo algunos bufidos de unas chicas. Eso había estado pasando constantemente. Desde el primer día en que Draco los había besado en el Gran Comedor, las miradas desdeñosas iban en dirección a Annie.

-A tí -dijo Annie cerrando sus ojos- a tí y a Harry. Y las galletas que papá Remus me enseñó a hacer en navidad. ¿Tú?

-A tí, a Harry y a manzanas verdes.

-Yo a ustedes -dijo Harry llegando desde atrás y abrazándolos a ambos- y a la tarta de melaza.

Los murmullos de unas chicas al otro lado de la mesa incomodaron a Annie. La apuntaban.

-No les hagas caso -dijo Harry besándola- nosotros sólo te queremos a tí.

-Y la amortentia lo comprueba.

...

-No creo que a tus compañeros les agrade mucho que yo esté aquí -dijo Draco.

-No les molesta, mucho -dijo Harry colocando su mejilla en el hombro de Annie. La chica había caído dormida minutos antes, y él y Draco se quedaron charlando en voz baja.

-Me preocupa que algunas chicas le hagan algo -murmuró Draco. Harry suspiró.

-Lo sé. He notado como la miran -gruñó Harry.

Annie se removió y se giró, su espalda contra el pecho de Harry y su rostro escondido en el cuello de Draco.

-¿Una siesta? -propuso Harry con una risa. Draco le sonrió y ambos entrelazaron sus dedos sobre la cadera de Annie.

...

-¿Cómo le hicimos para tener un novio tan guapo, Draco? -preguntó Annie con una sonrisa recargando su codo en la mesa y su barbilla en su mano, mirando a Harry.

-No lo sé, amor. ¿Verdad que está precioso?

-Guapísimo.

Harry se sintió sonrojar mientras se quejaba.

-Odio cuando hacen eso -se quejó.

-¿Qué? ¿Decirte lo precioso que estás?

-¿Lo guapo que eres?

-¿Lo hermosos que son tus ojos?

-¿Que amo tus besos?

Harry se dejó caer entre sus brazos, en la mesa, sintiendo su sonrojo hasta el cuello.

-Los amo -murmuró ahogadamente.

-Nosotros a tí.

...

-¡Por fin puedo tener una cita con ambos! -exclamó Annie contra la bufanda de Draco, mientras caminaban con dificultad a Hogsmeade.

-Qué buen día elegimos para tener una cita -refunfuñó el rubio. Hermione, Theo, Ron, Daphne y Blaise dijeron que los verían en las Tres Escobas, pero ellos primero se detuvieron en Honeydukes.

Compraron unos pocos de dulces, y después anduvieron en el camino principal un par de minutos, hasta desviarse a un lugar vacío con una banca, que dejaba una buena vista hacia la Casa de los Gritos.

-Así que.. ¿a quién apoyarás en el partido? -preguntó Draco a Annie, mientras le subía la bufanda hasta la nariz.

-Gryffindor obviamente -dijo Harry orgulloso.

-Los apoyaré a ambos -dijo ella mirándolos.

-Y a quien pierda.. ¿habrá premio de consolación? -preguntó Harry.

-Taal vez -dijo Annie- ¿preocupado por perder, Harry?

-Para nada -dijo este.

-¿Y al que gane? -preguntó Draco.

-Ya veremos.

...

Cuando ambos equipos de Quidditch se levantaron de las mesas, todos vitorearon. Annie estaba en la puerta del Gran Comedor, vestida con el Jersey de Harry y la bufanda de Draco. Ambos capitanes la miraron.

-Sólo no se maten, ¿sí? -pidió ella.

-Lo intentaremos.

Ella suspiró.

-Buena suerte a ambos.

Harry fue el primero en acercarse y besarla. Los Gryffindor hicieron ruidos de burla y vitoreos.

Cuando Draco la besó, unos pocos Slytherin, entre ellos Blaise, Theo y Daphne, se burlaron.

Cuando ambos equipos salieron, Annie se sentía flotar en dirección a la mesa de Gryffindor.

...

-Capitanes, dense la mano.

Annie sonrió al ver que ambos intentaban mantener su pose seria frente a todos. Hicieron un apretón de manos que duró más de lo normal, y cuando estaban por separarse, Harry jaló a Draco y lo besó ante algunas miradas algo atónitas.

Se separaron y Harry le guiñó un ojo con coquetería a Draco. Este sonrió traviesamente y le lanzó un beso. Madame Hooch se veía desconcertada cuando les pidió a ambos equipos que montaran sus escobas.

-Me enamoré -dijo Annie suspirando al ver a ambos chicos en el aire.

-Hasta yo suspiré -dijo Blaise.

...

-¿Vendrán a la fiesta de Slughorn conmigo? -preguntó Harry entre besos.

-¿Ambos? -inqurió Draco separándose de él.

-Sí, ¿por qué no? Son los dos o no iré -dijo Harry.

-Seguro -dijo Annie besándolo esta vez- tal vez sea divertido.

-No tengo nada más interesante que hacer -dijo el rubio contra el hombro de Annie.

...

-Te ves preciosa -dijo Harry embelesado en cuanto Annie bajó de los dormitorios de chicas con su vestido azul.

-Increíble -asintió Draco. Ella sonrió divertida y alzando ambas manos, acarició los labios de ambos chicos con sus pulgares. Estaban más rojos e hinchados.

-Parece que se divirtieron un poco sin mí, ¿eh?

Ellos le sonrieron.

-Debíamos matar el tiempo de alguna manera.

Los tres pasaron una buena noche, con la compañía de Hermione y Theo en la fiesta. Los chicos bebieron un poco de ponche y Annie probó de todas las galletas que había en la mesa de comida.

Y la noche tuvo un mejor desenlace, en lo que sería la Sala de Menesteres.

...

Annie, Harry y Draco estaban acurrucados en una gran manta, con tazas de chocolate caliente, frente a la chimenea de la Madriguera. Todos se habían ido a dormir poco antes, y solo quedaban los tres en esos momentos.

-Feliz navidad -murmuró Annie sintiéndose adormilada. Sintió como quitaban la taza de sus manos y la subían al regazo de alguien.

-Feliz navidad, preciosa -susurró Harry.

-Feliz navidad, cariño -murmuró Draco.

...

Annie y Harry soltaron risitas mientras caminaban por el vestíbulo. Sentían una gran confianza gracias al Felix Felicis.

-¿Annie? ¿Harry?

Ambos se giraron y le sonrieron a Draco.

-Hola amor -saludó Annie sonriente mientras le echaba los brazos al cuello.

-Hola -saludó Draco divertido frunciendo el ceño- ¿qué hacen tan tarde fuera?

-La misión de Dumbledore, de conseguir el recuerdo -dijo Harry abrazando a Draco.

-Ah -dijo el rubio aun confundido- de acuerdo..

-Te amo -dijo Annie besando su mejilla.

-Yo también te amo Ann.

-Yo también te amo.

-También te amo, Harry -dijo Draco riendo por lo bajo. Ambos volvieron a besarlo en la mejilla y desaparecieron bajo la capa de invisibilidad, dejando a el Slytherin con una sonrisa boba.

...

Hogwarts era un caos. Los mortífagos habían entrado, gracias a un Slytherin de séptimo año y la Sala de Menesteres. Annie y Draco peleaban espalda contra espalda, ayudando a la Orden del Fénix a combatir. Remus y Sirius estaban un par de metros más allá, y algunos estudiantes ayudaban. Se preguntaban dónde podría estar Harry, si ya habría vuelto.

Los duelos duraron minutos enteros. Pasados alrededor de media hora o más, los mortífagos comenzaban a huir. Ella y Draco, aun preocupados por Harry, fueron llevados a la enfermería para que pudieran atender sus heridas.

No pasó demasiado, cuando las puertas se abrieron y Harry entró por ellas. Lucía devastado.

-¿Harry? -inquirió Annie apresurándose. Harry la miró y a Draco tras ella. El azabache tenía las mejillas húmedas.

-Dumbledore está muerto.

...

-¿Puedo ir con ustedes?

Ron, Hermione, Annie y Harry miraron a Draco.

-Puedo ayudar -dijo Draco, un poco desesperado. Tenía miedo de perder a Annie o Harry, de no estar ahí para protegerlos. Ellos le dieron una segunda oportunidad, de ser mejor persona, de escoger el camino adecuado, de amar con tanta intensidad- por favor.. yo..

-Por mí está bien -lo interrumpió Ron, analizándolo. A pesar de que en un principio, el pelirrojo se habría reído si alguien le habría dicho que sería amigo de Malfoy, ahora podía decir que era una excelente persona que complementaba a sus mejores amigos.

-Por mí también -dijo Hermione con uma sonrisa. Sabía lo mucho que Annie y Harry amaban a Draco, lo mucho que él había cambiado y lo mucho que el rubio los amaba.

-Sería genial -murmuró Annie besando su mejilla. Todos miraron a Harry.

El azabache tenía un gran conflicto. Si bien no quería separarse por nada del mundo de Draco, era otro riesgo más, pero no se creía capaz de estar separado de él ni de Annie.

-Está bien, entonces.

Draco y Annie le sonrieron, y él volvió a experimentar ese vuelco en su estómago, ese que le recordaba cuánto los amaba a ambos.






uff, más largo que el cap anterior

yo creyendo que terminaría el especial en dos caps 🤡

espero que les haya gustado, ¿quieren la última parte?

yo estoy enamorada de estos 3, ando amando escribir esto

nos leeemooos

Continue Reading

You'll Also Like

689K 100K 99
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
24.1K 2.1K 22
❝ ━ Avance en el tiempo, para ver futuros alternos, y estudiar los posibles resultados al conflicto que viene.━ ━ ¿Cuantos viste Stephen?.━ El miro a...
103K 14K 19
Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...
5.7M 702K 22
Vampiros. Esa palabra tan conocida... con un significado tan misterioso. Vee odia a los vampiros. Los odia. Tiene pesadillas con ellos, sueña que la...