Era una sensación tan dulce, tan cálida que no podía pensar en nada más, sentía las manos del contrario tomándolo de los costados de su cara con los dedos separados por sus orejas puntiagudas, era el primer beso de Sportacus y era todo lo que el alguna vez había escuchado que se sentía, aunque jamás pensó que su primer beso sería con el; el hombre que tantas veces le puso la vida de cabeza y trato de deshacerse de el, le parecía imposible creer que ese Robbie era el mismo que estaba besándolo justo ahora; era un beso tan dulce, apenas era sus labios pegados sin más, ninguno quiso hacer algo más. Se separaron lentamente viéndose frente a frente, Robbie había sido el que había empezado ese contacto a petición del deportista pero no quiso hacer algo más que un simple "pico" pues no se atrevía, era incapaz de algo más.
¿Cómo, como te sientes?- decía nervioso el de morado, esto pasaba la línea de lo que el pensaba posible
Yo...tengo que irme, lo siento- salió prácticamente despavorido de la guarida del más alto, camino un rato mientras rebobinaba aquel día tan ajetreado, para ese punto ya estaba atardeciendo. En la vida se hubiera imaginado que ese día viviría todo aquello, la vida lo estaba llevando por un rumbo donde jamás se imagino que estaría, estaba tan confundido, necesitaba hablarlo con alguien ¿Donde estaría Stephanie? Tal vez ella podría ayudarle, ella siempre sabía que decirle; camino hasta que llegó a un espacio con muchos árboles y pasto donde se sentó recargado en un árbol tocando con su mano sus labios, recordando lo que había pasado apenas.
[EN LA CASA DEL TÍO MILFORD]
Excelente, ahora 5,6,7,8- decía chasqueando sus dedos al ritmo de la música- ahora a un lado, gira y ¡pose!- decía finalizando la coreografía
Te has vuelto una experta en el baile Trixie- decía aplaudiendo la de cabellera rosa emocionada
Gracias, gracias estimado público- decía la de coletas haciendo una reverencia- bien, ahora te toca Pinky
Habían quedado en la casa de la chica de rosa para pasar el rato, Trixie quería ver una película pero Stephanie estaba tan nerviosa de ver una película a solas con Trixie a pesar de ya haberlo hecho muchas veces que terminaron haciendo alguna actividad física y está vez había sido baile.
Bien, he estado trabajando en esto un tiempo- decía la chica de rosa para comenzar su baile, era un baile animado, tan típico de ella, era un baile estilo de los años 50's; solo que la chica no se encontraba tan concentrada, estaba más ocupada pensando en los ojos que veían detenidamente cada uno de sus movimientos, rayos- ¡ay! -No pudo decir más pues accidentalmente doblo mal su tobillo y termino cayendo al suelo
¡Stephanie! ¡¿Estás bien?!- corrió hacia ella para ver su tobillo con mucho cuidado- no te muevas Stephanie, voy a buscarte algunas vendas- decía rápidamente para ayudar a su amiga
No, no te preocupes, no me duele; solo ayudame a pararme- decía la de rosa, así su amiga la ayudo a levantarse tomándola de las manos, una vez de pie vio la cara de su amiga de cerca, Stephanie siempre había sido más alta que Trixie, y de algún modo no pudo evitar sonrojarse al pensarlo, recordó la vez que se hicieron mejores amigas, fue el día que hicieron un campamento y estaba haciendo demasiado aire, Trixie la salvo de que le cayera un poste encima, ella siempre estaba salvandola de todo y viendo por su bien, se sentía tan atendida por ella y eso la hacía sentir tan perdidamente enamorada- la de melena simplemente abrazo a la contraria
Oh Stephanie ¿Que pasa?- decía correspondiendo al abrazo- ¿Si te duele tu tobillo? Te dije que debemos vendarlo
No es eso- decía aún abrazada de la de coletas mientras empezaba a llorar silenciosamente- es solo que estoy confundida
Hey ¿Que pasa?- Decía la de rojo separandose del abrazo para ver la cara llorosa de su amiga- sabes que estoy aquí para ti ¿Quieres hablarlo?- decía sentándose en la cama de su amiga mientras la ayudaba a sentarse también
Oh Trixie, de verdad que no se que hacer- decía la más alta aún con lágrimas en los ojos- De verdad que lo intento; con todas mis fuerzas pero ya no es lo mismo con Pixel, no es que no me guste, claro que sí pero...no lo se- decía triste la de rosa, no sabía si decirle a su mejor amiga la verdad, estaba confundida, pero si sabía muy bien por qué; o por quiénes.
Ya se, espera un momento- Dicho esto, la de rojo salió de la habitación y tardo unos minutos en volver- ten- decía dándole a Stephanie una paleta
Pero yo...- Rápidamente fue interrumpida por la de rojo
No trates de decirme que no, he estado mirando algunas cosas extrañas en ti, y descubrí que a escondidas aveces comes dulces- decía dondole la paleta en su mano- aveces pienso que muchos de tus problemas son como está paleta, yo sé que te gustan, se que no las comes diario, eres una chica que come sanamente y se ejercita, una paleta o caramelo de vez en cuando no te hace daño; pero aveces siento que tienes tanto miedo del que dirán que prefieres guardartelo para ti misma y no decir nada. Stephanie, se que aveces los problemas pueden hacer que pienses que no hay salida pero una vez que tocas fondo; solo puedes subir y es más fácil si alguien te ayuda.
Oh Trixie- dijo Stephanie mientras volvía a abrazar a su amiga con lágrimas de felicidad y alivio; no había mejor persona que le levantara los ánimos que ella; aún así no podía evitar sentirse mal por Pixel- De verdad sabes cómo ayudarme, de verdad necesitaba decirlo
Sabes que siempre estaré para ti Stephanie- decía con una sonrisa de medio lado la de coletas mientras tomaba su mochila roja para irse, sería mejor dejar a Stephanie para que pensara las cosas y se sintiera mejor- yo estaré para escucharte si me quieres contar todo o nada, sea lo que hagas está bien, yo estaré apoyándot...- no pudo terminar la frase cuando sintió como Stephanie le daba un beso en los labios, no podía reaccionar de la impresión; estaba paralizada. La de rosa la tomaba suavemente de la cara, su tacto era tan delicado; como si tocará el objeto más valioso y delicado del mundo, jamás en la vida esperó que Stephanie le interesaran las chicas, y mucho menos ella, tantas emociones en un solo segundo que simplemente cerró sus ojos y tomo de igual manera a Stephanie, sus labios estaban un poco abiertos pero sin hacer un beso frances, duraron unos segundos así hasta que ambas se separaron y abrieron sus ojos, viéndose la una a la otra.
Stephanie... -decía la de rojo sonrojada
Trixie- decía Stephanie tocando su brazo- lamento haberte besado, es solo...que sentía que si no lo hacía ahora, jamás lo haría- decía dándole la espalda a su amiga- tenía tanto miedo, tengo miedo
Stephanie ¿Yo te gustó?- decía la de coletas acercándose a su amiga
Creo que el beso fue bastante claro- decía apenada la de melena- Hace tanto que quería decírtelo y aún no encuentro las palabras para decírtelo, pero creo que puedes sentir el sentimiento que tengo por ti.
¿Dónde está tu tío Milford?- decía tranquila la más bajita
Esta con la señorita Bessie en una cena romántica, desde que se hicieron oficialmente pareja mi tío la conciente aún más- decía Stephanie con una risa, a su tío le costó una eternidad hacer que la señorita Bessie aceptará salir con él y ahora eran la pareja más dichosa de Lazy Town
Entiendo- decía Trixie acercándose a la de melena rosa para volverla a besar
La más alta se sorprendió por el gesto, pero no le molestó para nada, siguiéndole el beso esta vez ella tomo la iniciativa haciendo que el beso fuera más profundo, moviendo lentamente a Trixie hasta su cama para quedar encima de ella y seguir con el beso, el cual lentamente subía de tono
Espera Stephanie ¿Que tal si llega tu tío?- decía la contraria asustada y preocupada por la hipotética situación
No te preocupes- decía parándose la de rosa para ponerle seguro a la puerta- el tío Milford es muy respetuoso y si tiene seguro no intentará llamarme o abrir
Entiendo- decía la de rojo besando a Stephanie para ahora ella quedar encima mientras se daban un beso francés, estaba tan bien hasta que un tacto la distrajo, Stephanie le había tocado por debajo de su camiseta un pecho- Oye, pero que descaro el tuyo- decía Trixie sarcásticamente entre risitas; ambas rieron por el comentario
Oye, ¿De dónde sacaste la paleta?- decía Stephanie confundida, la tienda más cercana de dulces está al otro lado de Lazy Town y en casa del tío Milford obviamente no había dulces
Ziggy vive cerca de aquí y siempre deja la ventana de su habitación abierta hahaha- decía riendo- fue fácil
¡Oye! Eso no se hace- decía algo enojada Stephanie
Lo sé, pero mañana le daré una bolsa llena en cambio ¿Que te parece?-
Esta bien- decía Stephanie volviendo a besar a Trixie
Solo eran ellas en esa habitación, no había necesidad de decir nada, todo estaba pasando de manera tan natural que simplemente se dejaron llevar, no tenían miedo de nada, ya resolverían todo mañana.
[Volviendo a la historia principal]
Uno, dos, tres...
Solo sentía el tiempo pasar, apenas llevaba unos minutos sentado y ya sentía que había pasado una eternidad.
Un beso, solo bastó un beso para poner el mundo del deportista de cabeza; tantas emociones en un solo día que simplemente no podía procesar tan rápido.
Robbie, Robbie Rotten era lo único en lo que pensaba el deportista, tenía que encararlo tarde o temprano, no sentía que eso pasara pronto, estaba tan confundido...lo mejor sería volver a casa, cenar, bañarse y dormir, estaba tan ocupado que ni siquiera se dio cuenta que no hizo ninguna actividad física.
Llegó a casa, todo estaba tan bien iluminado como de costumbre, cenó algo ligero y lavó sus dientes para bañarse y despejar al menos un poco su mente; pero obviamente no fue así. Mientras sentía el agua caer por su cuerpo claro que le dió vueltas al asunto una y otra vez pensando y recordando todo lo sucedido con detalle pero no fue hasta que salió y vio su reflejo en el espejo del tamaño de una pared entera que se dio cuenta de muchas cosas, ahí en la inmensidad de el reflejo de el en esa habitación se dio cuenta de que, estaba solo. No lo había visto así jamás, estaba demasiado ocupado siendo el héroe de Lazy Town que nunca sufrió de soledad al llegar a su desolada morada. Pero ahora se sentía extraño, sentía su reflejo tan pequeño en aquel lugar, se alejo un poco de el espejo para verse un poco más de lejos, tenía una toalla blanca amarrada en su cintura simplemente, veía su cuerpo tonificado en el espacio banco con piso de madera, era extraño; el rara vez veía su reflejo, tenía una buena autoestima y realmente el espejo no era algo a lo que recurriera usualmente, a decir verdad eran contadas las veces que se veía a si mismo y está era una de esas, vería su cabello mojado sin llevar su característico gorro, veo su torso descubierto marcado por sus músculos y sus pies descalzos; y, de una manera que ni el sabía cómo, su mano comenzó a tocar su torso. Pasó desde sus pectorales hasta su abdomen lentamente con una mano, sentía su propio cálido tacto en si mismo que lo hacía sentirse extraño, jamás había hecho algo así, tal vez por qué nunca había tenido el tiempo de autoexplorarse o tal vez nunca había tenido la intención. Con la otra mano tocaba su cara dulcemente, era una experiencia totalmente nueva, tan diferente a todo, seguía tocando su torso hasta que su mano topó con algo, su toalla, enfocó su mirada en su reflejo sin apartar la vista en ningún momento, con una mano tomo el nudo de la toalla y simplemente tiró de ella, viéndose totalmente desnudo, todo era tan ajeno a el, la vista de su propio cuerpo desnudo, el calor que lo invadía lentamente, las sensaciones que evocaba su cuerpo o los recuerdos que llegaban a su mente, esa noche simplemente era el mismo.