6:00am
Lunes
Suena el despertador.
Nunca en mi vida había odiado tanto una melodía como la de Morning Flower. ¿Acaso la inventaron con el propósito de que la odien?, así como yo, imagino a miles de estudiantes maldiciendola por entrometerse en nuestros tan hermosos sueños.
En mi intento de levantarme lo único que logro es sacar un pie fuera de la cama, nunca he sido de las que se levantan con ánimos por la mañana. Duré un rato así hasta que salí de mi trance por unos ruidos detrás de mi puerta.
1 golpe, 2 golpes, 3 golpes, 10 gritos.
Sí, mi madre. Dígamos que ella es todo lo contrario a mí si se trata de ser activo por la mañana. Lo que sé de ella es que trabaja a tiempo completo como doctora en el hospital central, las pocas veces que la veo son en las mañanas —cuando su temperamento va a niveles inimaginables— antes de irme a la preparatoria, y por la noche cuando ella llega a dormir cansada por el largo trabajo.
En pocas palabras. Un ogro por la mañana, y un oso por la noche.
—Malle Hardy, levantate en este preciso instante si no quieres que derrumbe esta puerta a golpes —lo único que puedo imaginar en este momento es a un ogro romper la puerta de mi cuarto haciendo una entrada épica. Definitivamente, tengo que madurar
—Ya me levanté, mamá, estoy arreglandome —es lo único que se me ocurre decir para espantar al ogro— en un minuto estaré abajo.
Me debieron contratar para aparecer en National Geographic, yo mas que nadie sabe mantener en calma a bestias gigantes como a mi señora madre.
—Está bien, procura no tardarte que voy a irme más temprano hoy —dice en tono molesto y escuchó sus pasos alejarse.
6:13am
Me digno a levantarme de mi cama para ir directo al baño de mi habitación a cepillarme y lavarme la cara, me bañé en la madrugada así que solo sería cuestión de vestirme, arreglar mi bolso he irme a ese loquero al que llaman "preparatoria".
6:28am
A lo que termino de arreglarme abro la puerta de mi habitación para bajar las escaleras, cuando llego a la cocina lo primero que veo es a Asher —mi mejor amigo— recostado en la isla, hablando con mi madre de lo que parece ser los inicios de clase.
Asher podría ser lo mas cercano que hay en mi vida desde que tengo memoria, aparte de mi madre, desde aquélla vez que me levanté en esa clase de hospital todo ha sido muy confuso para mí, al igual que para él.
Al parecer tuvimos un accidente en auto, en el cual ambos aparecimos en el borde de un acantilado saliendo de la ciudad. Nos llevaron a cientos de medicos y psicólogos con el fin de recordar almenos una cosa de nuestra vida.
No recordamos nada, como si todo hubiera sido completamente borrado.
Nos dijeron que tomábamos clases en casa, y los únicos amigos que teníamos se distanciaron de nosotros hace mucho tiempo.
En conclusión, eramos unos asociales.
O almenos así era hasta que comenzamos a estudiar en la preparatoria pública de Skyndale desde hace 1 año. Cuando llegamos allí notamos la mirada de muchas personas hacía nosotros, y algunos murmullos como —¿De donde salieron estos chicos?, ¿Crees que vinieron de intercambio?—, y muchas cosas más con lo poco que llegamos a escuchar.
Como se podrán imaginar, nosotros como adolescentes, nuestro ego aumentó hasta la galaxia. Aunque no quitaba el hecho de que era sumamente incómodo sentirse tan observado.
Allí conocimos a Ada, una chica "no popular" como dicen en la preparatoria, pero que a mi parecer es lo suficientemente hermosa como para atraer a más de un chico de ese lugar. Ada es semimorena (quizá lo contrario a la piel tan pálida de encerrado que se manda Asher), ojos marrones y un cabello largo y ondulado.
Sin duda, tengo a una Beyonce como mejor amiga, que privilegio.
Fue la primera chica que conocí al llegar a la preparatoria, nos hizo un tour a Asher y a mí. Y así nos hicimos muy buenas amigas. Por otro lado Asher ingresó al equipo de béisbol donde conoció a más chicos que en lo personal, son bastante atractivos.
—Hey —dice Asher saludando y mirandome a los ojos sacandome de mis pensamientos —No piensas saludar al hombre de tu vida?.
—Donde está? No lo veo —le digo volteando a todos lados fingiendo buscar al "hombre de mi vida".
—Ja ja, muy graciosa —me responde sarcástico blanqueando los ojos— hoy te compraré el desayuno, ya se está haciendo tarde.
Oh, vamos, como si no lo conociera, el lo único que quiere es llegar temprano para encontrarse con la pelirroja que conoció hace unos días en una fiesta estando borracho. Es demasiado predecible.
—Ahg, como quieras —digo haciendo notorio el disgusto que me causa saber sus intenciones y me volteó para despedirme —Adiós mamá, nos vemos en la noche.
Adiós querida —se acerca a mí y me da un beso en la frente para luego salir mandada al auto de Asher.
▪▪▪
Luego de comprar el desayuno he ir comiendolo en el camino, sólo hablamos de lo poco que queríamos volver a estudiar, nunca ha sido lo nuestro el levantarnos temprano y tener que ir a clases de las que nos interesa una mierda aprender, porque vamos.
¿A quien le interesa saber miles de fórmulas y escritos que lo mas probable es que no nos sirvan para un futuro?
—A nadie en realidad —me doy la vuelta rápidamente dandome cuenta que hablé en voz alta, para encontrarme con la alta figura de Matthew Reinhart, un amigo de Asher —Oh, disculpa, te asusté pequeña Hardy? —una sonrisa comenzó a curvearse en sus gruesos labios.
Esa sonrisa podría ser bastante atractiva para mí, si el que la tuviera no fuera el tonto de Reinhart.
No es de mis tipos favoritos. Me molesta bastante por ser amiga de Asher, aunque es peor que nada, cuándo Ash falta a clases el hace el humilde gesto de llevarme a mi casa para no tener que tomar el autobús.
—Hoy despertaste más payaso que ayer, Reinhart —digo enfatizando Reinhart y volteando los ojos —es muy temprano y no he visto que tuvieras a 3 garrapatas pegadas en la espalda, creo que no hará falta darte el anti-insectos que tenía pensado regalarte para tu cumpleaños.
Por si se lo preguntan, Matt tiene a 3 porristas junto a él todo el día, dígamos que quieren asegurarse de que él las lleve a todas al baile de la preparatoria. Si, hasta a esos límites pueden llegar esas 3.
—¿Acaso quieres matarme de la risa? Y según el payaso soy yo— dice sarcástico sacandome el dedo del medio.
—Si yo quisiera matarte, no sería exactamente de la risa, Reinhart —le reprocho en tono burlón.
—Ajá, dejemos el circo para otra ocasión, ni siquiera has notado el gran show que tienes delante —me indica señalando a la pelirroja que está junto a Asher, la cual está jugando muy atrevidamente con su cabello acercándose a él
—Dios, arrancame los ojos por favor —expreso tapandome la cara con mis manos para no tener que ver esa escena tan desagradable.
Desagradable, es la palabra perfecta para este momento en definitiva.
La carcajada que suelta Matt se hace tan notoria que los que estan alrededor nos miran con desconcierto, yo solo me limito a tener la mirada baja para acercarme a Asher y evitar cualquier contacto visual con quien sea.
—Vamos, llegaremos tarde a la primera clase, galán —le indico a Asher para que suelte a la pelirroja.
—Que aburrida eres —me mira con fastidio y voltea a ver a la pelirroja —Adiós dulzura, en otra ocasión será —le guiña el ojo a lo que ella le devuelve el gesto y se apresura a seguir mi paso.
—¿No tienes algo mejor que babosearte a todo lo que se mueva? —le pregunto aún sabiendo que me va a responder con un auténtico "si", típico de Asher.
—Esta vez es diferente, ¿Okey? -dice haciendo pucheros como si eso le quitara peso a lo que hace —estoy aburrido de ir de un lado a otro, voy a ver si me mantengo asi con ella mas tiempo, ya verás.
—Como digas —le indico adentrandome al salón de clase que está justamente como los recordaba, espaciosos, con mapas y carteleras en las paredes y un montón de pupitres donde no cabe ni un alma por lo pequeños que son.
Lo primero que ven mis ojos es a Ada, la cuál está sentada en el medio del salón guardandonos un puesto a Ash y a mí, cuando su mirada se posa sobre mí me aproximo a ella saludandola con la mano.
—Hola boba —saludo dedicándole una sonrisa.
—Hello bouba —replica tratando de imitar lo que parece ser inglés, aunque es lo menos que parece.
—¿Como dijiste? —le pregunta Asher acercándose hasta a ella para darle un beso en la mejilla como saludo —, tengo amigas demasiado raras pero créeme que tu te pasas bastante —expresa en un tono burlón.
—Cállate Ash —lo reprime sacandole el dedo del medio —cuándo esté en el extranjero, vas a querer que te lleve a ti también para escuchar mis "rarezas".
—Ja!, como si eso llegara a pasar —dice notando la expresión de molestia que tiene Ada al escuchar sus palabras —Lo siento.. Bouba.
Ada entorna los ojos para volver a mirarme a mí, ésta vez cambiando su expresión a una mas contenta, como si tuviera algo que contarme y no aguantara ni un segundo más para soltarlo.
—Ni te imaginas lo que pasó —en efecto, mi querida amiga es bastante predecible —antes de que llegaran me topé con una vieja amiga de la preparatoria Elizabeth C. Me dijo que si no era problema que fuera a una fiesta que organizaron, y qué podía invitar amigos, ¿Puedes creerlo? —Casi sentía que su felicidad la estaba esparciendo por toda el aula de clase.
—Wow, es.. Genial —me limito a decir, no soy muy fan de las fiestas, ella lo sabe pero aún así también sabe que no dejaría que ella vaya sola —¿Cuando es? —le pregunto, cuándo dirijo mi mirada hacía Asher, que está mirando a un sólo punto con las manos entrelazadas sobre el pupitre.
—Mañana por la noche, me han dicho que los chicos que estudian allí son demasiado atractivos —aún conservando esa sonrisa que se expande hasta narnia.
«Pff, como si a mi me gustara verle la cara a más hombres completamente egocéntricos, a decir verdad, con los que tengo me basta», pensé.
—Vale, me parece genial —respondo forzando una sonrisa, y al mismo tiempo llega la profesora de química dando inicio a la primera clase.
Entonces una fiesta, eh?, espero no aburrirme toda la noche.
O todo lo contrario..