Colette
Colette no podía creer lo que sus ojos estaban presenciando. Era imposible, en su cabeza al menos ya que en la realidad estaba sucediendo.
Jamás había visto a Olivia besando a alguien, obviamente si la había visto con alguno que otro chico pero no así, no a alguien que fuera su potencial novio.
El chico con el que tenía que hablar estaba frente a ella...besando a Olivia.
Colette retrocedió unos pasos rogando por que ninguno de ellos se percatara de su presencia allí. Se fue lo más rápido posible de allí.
Rebobinó todo lo sucedido, como llegó a la cafetería preguntando por Thomas y como la amable señora Gloria le indicó que se encontraba en el callejón. Recuerda como lo buscó con urgencia hasta que por fin lo encontró compartiendo saliva con una de sus mejores amigas.
Caminando de vuelta a casa aún no lo podía creer. Eran Thomas y Olivia besándose. El mismo chico que la había estado besando dos días antes. Por alguna extraña razón se sentía vacía, no sentía nada. Solo le causó sorpresa ver a Thomas y a Olivia compartiendo un momento tan intimo, nada más. No sentía rabia ni celos, ni siquiera resentimiento.
Se sentía extrañamente aliviada, pues ya no tendría que hablar con Thomas y disculparse por lo sucedido en su habitación días antes. Es más, pensaba que nunca jamás sacaría a la luz los acontecimientos de ese día frente a Olivia y Thomas, eso no era algo de lo que Olivia tuviera que enterarse, incluso era mejor si nunca llegaba a enterarse. Olivia era tan noble y bondadosa que era capaz de no volver a acercarse a Thomas solo por el hecho de que él y Colette se habían besado, dos veces.
Sólo se le hacia extraño el comportamiento de Thomas. "¿Por qué si me besó a mi también la besó a ella?" se preguntaba Colette repetidas veces intentando encontrar una respuesta. Estaba más que claro que ni Olivia ni ella eran ese tipo de chicas que besan a los hombres solo por diversión, si sucedía algo con algún chico era porque significaba algo para ellas. Pero ella no conocía a Thomas del todo, aunque juraría que nunca jugaría con los sentimientos de dos chicas, no parecía esa clase de chico.
Rogaba al cielo por que Thomas no le rompiera el corazón a Olivia, ella era como de cristal y si se llegaba a romper era probable que jamás se repararía. Thomas parecía una buena persona, digno de Olivia y no de Colette.
El alivio la recorrió entera, era una cosa menos en la que pensar. A pesar de esto, no podía dejar de pensar en aquella situación. Se planteó todas las posibles situaciones que podrían llegar a presentarse. "¿Y si Thomas estaba indeciso?" Para Colette estaba más que claro que la indecisión no era una opción, hasta ella misma escogería a Olivia. Además, conocían al chico desde hacía muy poco, no las conocía muy bien a ninguna de las dos, y de fijarse en lo físico y notable a simple vista, sin duda escogería a Olivia.
Pero eso no era una opción, la respuesta correcta era Olivia. Colette no jugaba ese juego, ya se había retirado al momento de decidir no volver a entablar ninguna conversación con el chico. Dejaría el camino libre para que Olivia fuera feliz. Lo que menos quería en ese momento era entrar en un extraño triangulo amoroso.
Esa noche por primera vez en mucho tiempo no se durmió llorando. Sin embargo, al despertarse notó su cara empapada de lagrimas y el sentimiento de perdida la recorría, sus sueños le habían jugado una mala pasada. Se sentía impotente e insuficiente. Y por fin reconocía el problema. Era ella. Por eso nunca nadie la escogería por encima de otra chica. Ni siquiera Dean.
Lauren
-¿Podrías quedarte quieto?- le preguntó la chica- Intento dibujarte.
-Pensé que tenías "una excelente memoria fotográfica"- dijo Michael sarcásticamente entre jadeos.
-La tengo- el chico se empezó a mover más rápido- Ay, me vas a matar si no dejas de hacerlo tan fuerte y rápido- dijo Lauren exasperada.
El chico soltó una sonora carcajada.
¡Auch! Eso sí que había sonado mal pensó Lauren.
-Saltar- corrigió Lauren rápidamente- Saltar tan fuerte y rápido.
-Te lo dije, nada ni nadie interrumpe mi sesión de entrenamiento diario- el chico seguía saltando la cuerda.
Se veía casi ridículo haciéndolo, su cabeza rozaba con el techo cada vez que saltaba. Era ridículamente enorme. Se veía gracioso saltando la cuerda en un espacio minúsculo de su apartamento.
Lauren estaba descalza sentada en el sofá, dibujaba a Michael, y en realidad lo que la distraía no era el movimiento del chico sino su abdomen perfectamente marcado. Michael no llevaba camiseta y Lauren empezaba a perder la cordura.
-¿Vamos a almorzar o que?- preguntó Lauren 20 minutos después.
-¿Disculpa?- respondió Michael sentado en el suelo- Vete si tienes hambre- aunque era un comentario rudo la intención no lo era.
-No finjas que no sabes que cada vez que vengo tienes que alimentarme- Lauren se levantó del sofá con el dibujo terminado- En esta relación tú eres el que me alimenta.
-No hay relación aquí- Michael se levantó del suelo y caminó directo a la cocina.
-Quiero creer que esta floreciendo una linda amistad aquí- dijo Lauren alcanzándolo en la cocina.
-Yo quiero creer que no- respondió Michael- Además pasas aquí por lo menos 5 días a la semana, no sé como no me he cansado de ti- otra vez ese sarcasmo salió a relucir.
-Eso es porque soy genial- se sentó sobre la barra a seguir dibujando- Nadie se cansaría de mi.
-No estoy muy seguro de eso- Michael rebuscaba en la nevera.
La última semana Michael había estado más atento y abierto. Ya por lo menos le respondía cada vez que Lauren le preguntaba algo. Aunque no había conseguido sacarle algo muy personal, Lauren ya había logrado averiguar distintas cosas sobre él:
1. Había estudiado medicina pero lo había dejado. Eso lo pudo deducir debido a los libros empolvados de medicina que habitaban en el librero, además de sus amplios conocimientos en la rama de la medicina. Aparte de esto básicamente el chico no hacía nada. Siempre que Lauren pasaba a su casa él estaba y nunca lo veía haciendo tarea o algo por el estilo. Los médicos tienen un estilo de vida muy agitado y el de Michael no lo era para nada.
2. Fumaba por aburrimiento o para matar el tiempo. Lauren no sabia cuantos cigarrillos fumaba cuando ella no estaba, pero en su presencia no se había fumado ninguno desde aquella vez en el balcón. Además, no veía ningún comportamiento obsesivo hacia eso, no parecía adicto.
3. Tenía 26 años, lo que es mucho para no tener trabajo ni ninguna carrera universitaria. No es que a Lauren le pareciera que la universidad era algo vital, pues ella misma había decidido pasar de la misma.
4. Era una persona explosiva. Cada vez que Lauren hacía un comentario que no le agradaba se ponía de mal humor inmediatamente, hasta incluso la había echado de su casa. Pero Lauren no le temía a ese tipo de cosas, es más, quería verlo más de cerca para entenderlo. Era como su propio experimento de la laboratorio.
La excusa de necesitar un modelo para su arte no era más que eso, una excusa. Lauren usualmente pintaba a quien quisiera incluso sin su consentimiento, si vendía una obra con la cara de una persona, dicha persona nunca se llegaba a enterar. La excusa de necesitar un modelo le vino como anillo al dedo, pues Michael nunca sospecharía.
Desde la primera vez que lo vio Lauren sintió curiosidad por el chico, pues era difícil de leer y Lauren era muy buena leyendo a las personas. Por eso estaba muy muy intrigada por saber todo acerca de la vida de Michael, por alguna extraña razón quería saber cada detalle de ella y no pararía hasta saberlo.
-¿Estas de acuerdo?- le preguntó Michael de repente y ella se percató de que él le llevaba hablando un rato- ¿Acaso me estas oyendo?- le reprochó Michael.
-La verdad es que no- se sinceró Lauren- Estaba admirando mi obra de arte- bueno, no se sinceró del todo.
-Me estabas admirando a mí- dijo Michael con una leve sonrisa en el rostro- No creo que sea para tan...- se quedó callado al contemplar el dibujo a lápiz de Lauren.
-Me haces ver un 45% más guapo de lo que en realidad soy- Michael no apartó los ojos del papel.
-Ten fe en ti mismo- lo alentó Lauren- Algún día puedes ser así de guapo- bromeó Lauren- Solo te hace falta sonreír.
-Nunca dije que no fuera guapo- por fin apartó la mirada y la miró a los ojos- Y no me dibujaste sonriendo.
-Porque nunca he visto una sonrisa autentica- apartó la mirada de la suya y rodó los ojos- ¡Ay, lo siento!- exclamó Lauren exageradamente- solo era un consejo.
-Te decía- dijo Michael alejándose- que si quieres pedir pizza- le propuso Michael.
-No puede ser- chilló Lauren- ¿Michael queriendo comer comida chatarra?, Rayos, hoy es mi día de suerte.
-Solo calla y pídela- le ordenó el chico.
-¡Como ordene, capitán!- exclamó Lauren con un saludo militar.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Hola, hola.
¿Que piensan de este nuevo (y desastroso) triángulo amoroso entre Colette, Olivia y Tom?
¿Que creen que sucedera ahora?
Como pueden ver he actualizado dos veces esta semana, todo un acontecimiento ¿verdad? He tenido mucho tiempo, así que decidí invertirlo escribiendo. Es posible que esta semana escriba otro capítulo. Tienen que estar MUY PENDIENTES.
¡Ya tenemos las advertencias de la historia! si no las han leído corran porque sé que se van a identificar jaja.
¡Estoy escribiendo otro libro aquí en Wattpad! Se llama Dame un segundo, pueden encontrarlo en mi perfil. Este lo estaré actualizando más seguido puesto que ya he escrito más de la mitad del libro. Estoy segura que les gustará si les interesa un poco más de ficción y aventura, sin embargo también tiene bastante romance. Si quieres conocer al hermoso Nicholas Campbell y a la enigmática Emily Lineker tienes que leerlo.
No olvides seguir las cuentas de mis personajes en Instagram:
Instagram Olivia: olivia.murphy.tpt
Instagram Lauren: laureen.tpt
Pueden seguirme en Instagram donde estaré subiendo contenido extra del libro. manuela_moreno.wattpad
Y si aún no me sigues en TikTok es momento de hacerlo: manuthereader
Gracias por leer mi historia.
-Manu<3