-¡QUE SEAN DOS! - dijo una voz muy familiar proviniente de la entrada.
Thorin miró confuso, porque reconocía esa voz, pero era difícil de creer que esa persona estuviera ahí.
-¿Quién habla? - le preguntó Thorin a la voz.
Se escucharon pasos acercarse y, tanto Thorin como Bardo, se quedaron sorprendidos.
-¡Gandalf! ¡Bilbo! - exclamó Thorin al verlos. - ¿Qué hacéis aquí? Creía que volvías a la Comarca.
-Así fue. - decía Bilbo sonriente. - Pero por el camino, Gandalf me habló de cómo sería tu coronación y... no me lo quería perder.
-¿Coronación? - preguntó Thorin confuso alzando la vista hacia Gandalf.
-Quiero hablar contigo Thorin, y con alguien más. - dijo serio Gandalf, y miró hacia la entrada.
En el umbral apareció un grupo de hombres. No, espera. ¡Elfos! El grupo de elfos se dividió en dos y, del medio, apareció un Thranduil sin armadura ni espada con la que defenderse.
-¿Que hace él aquí? - masculló furioso Thorin a Gandalf.
-Tenemos que hablar seriamente, y debéis olvidar el pasado. LOS DOS. - dijo serio Gandalf.
Thorin, molesto, no añadió nada más.
-Thranduil. - murmuró soprendido Bardo.
Thranduil se acercó hasta Gandalf, Bilbo y Thorin, y siempre con su mirada de superioridad.
-He aceptado tu petición, Mithrandir. - dijo al fin el elfo. - Pero no estoy convencido de que él... - confesaba mirando a Thorin. - esté muy convencido.
Thorin se mordía la lengua hasta ver cuál era el propósito de Gandalf.
-Bardo, si o te importa, ya tendréis tiempo para continuar con vuestra conversación. - se disculpó Gandalf, y Bardo asintió seriamente. - Señores, por aquí. - guíaba Gandalf a Thorin y a Thranduil.
-¿Qué pretendes, Gandalf? - escupió Thorin.
-Que vuestros reinos sean unificados. - dijo Gandalf.
-¿Qué? - preguntó molesto y sorprendido Thorin.
-Sí, Thorin. Debéis olvidar el pasado. - dijo Gandalf. - Ahora tienes la montaña, el dragón ha sido derribado. Ya nada puede impedir que viáis aquí.
-Excepto una guerra. - interrumpió Thranduil. - Si te niegas a darme lo que es mío, esta vez no habrá nada para impedirlo.
-¡¿Lo que es tuyo?! - espetó Thorin. - ¡Aquí no eres quién para reclamar nada!
-¡Thorin! ¡Thrandui! - les echó la bronca Gandalf. - ¡Olvidad de una vez el pasado, no son más que errores! Ahora podéis cambiar eso.
Ambos se quedaron molestos de que un mago les dijera lo que tenían que hacer, pero no añadieron más.
-Podéis unificar una alianza, dos reinos juntos. Y serviría de mucho teniendo en cuenta la batalla de ayer, no se sabe qué más nos deparará. - dijo Gandalf seriamente, pero al final mostró algo de horror disimuladamente.
-Yo sólo reclamo lo que se me prometió hace tiempo a. - dijo Thranduil mirando a Gandalf. - Y tal vez me lo pensaría.
-Thorin... - dijo exhasperativo Gandalf, y este lo miró. - ¿No deseas proteger este reino?
-Claro que sí. - dijo corante Thorin. - Pero es difícil creer en la palabra de los elfos... - masculló, y Thranduil le miró de reojo de mala gana.
-¡Que testarudos son estos enanos! - masculló Gandalf. - Thorin, piensa en Erebor, piensa en el pueblo de Erebor. Has echo una alienza con los hombres de Esgaroth, pero, juntos, la protección estaría asegurada.
Thorin se giró lentamente de forma pensativa. Le era difícil confiar en alguien que en el pasado le apuñaló por la espalda. Thranduil y Gandalf estaban esperanod una respuesta, dejándole tiempo para que pensara bien.
-Está bien, entonces. - dijo al volverles la vista. - Si el rey del reino de Mirkwood está dispuesto a cumplir su palabra, unifiquemos nuestros reinos... - le costó decir, y Gandalf sonrió de manera triunfadora.
-¡Bien! - dijo Gandalf animado.
-Se te entregará lo que pides. - dijo Thorin mirando a Thranduil.
-¿Cuando? - preguntó alzando las cejas el elfo.
-Hoy, ahora. - dijo Thorin con decisión, y Thranduil asintió satisfecho.
Mientras estos seguían hablando, Briiss y Kili estaban junto a Kili, para ver si ya podía andar un poco.
-¡Vamos, vamos! ¡Cuidado! - le animaba Kili vigilando que no cayera al suelo.
-¡Cállate un momento! ¡Intento sujetarme con el bastón! - dijo Fili.
-Fili, cuidado no choques el pie con la mesa. - le avisó Briiss, y este asitió.
-¡Lo... Lo estoy haciendo! - exclamó feliz Fili de ver que podía andar con la frágil bara.
-De momento tendrás este, pero ya veremos qué encontramos. - añadió Briiss de brazos cruzados.
-Le irá bien una de metal. - dijo Kili sonriente.
-Hola, chicos. - apareció Bilbo, cosa que ellos no se habían percatado de que habían llegado.
-¡¿Bilbo?! - exclamaron los tres a la vez con los ojos como platos.
-¿Qué haces aquí? - preguntó Kili.
-¿No volvías a la Comarca? - preguntó Fili.
-¿Por qué has vuelto? - preguntó Briiss.
-Ya os lo explicará Gandalf. - dijo sonriente.
-¡¿Gandalf también está aquí?! - volvieron a exclamar los tres, y Bilbo rio mientras asentía.
-No entiendo qué hacéis aquí. - dijo Fili.
-Ya lo verás. - sonrió Bilbo.